IES Nervión. Sevilla PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA DE ASIGNATURAS Departamento de FILOSOFÍA Asignatura: HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Nivel: 2º Bachillerato Documento 6.- DIVERSIDAD. 6.1.- Adaptaciones. 6.- DIVERSIDAD. 6.1.- ADAPTACIONES. ATENCIÓN AL ALUMNADO CON NECESIDAD ESPECÍFICA DE APOYO EDUCATIVO. La diversidad del alumnado en cualquier etapa educativa es una realidad, toda aula incluye alumnos y alumnas que presentan diversidad de motivación, intereses o capacidades, a la vez que se pueden dar multitud de situaciones personales o grupales. Como en etapas educativas anteriores, en el Bachillerato el alumnado puede presentar diferentes niveles de aprendizaje, e incluso, en algunos casos necesidades educativas especiales que por sus características físicas, sensoriales u otras, no puedan seguir de la misma forma el currículo de la etapa. Sin embargo, el tratamiento que se concede a la atención a la diversidad en el Bachillerato, al ser una etapa postobligatoria, presenta unas características diferentes que el concedido en la Educación Secundaria Obligatoria, pero no por ello menos importante. El Bachillerato debe ofrecer una cultura común pero respetando las peculiaridades del alumno o alumna, con el convencimiento de que los estilos cognitivos, niveles de maduración y ritmos de aprendizaje son muy diferentes. Por tanto, desde el aula, se debe adoptar una metodología activa, abierta y flexible que favorezca el aprendizaje de todo el alumnado en su diversidad, proponer, como hemos dicho, actividades graduadas, que refuercen y amplíen, para que cada alumno o alumna las realice según sus posibilidades; ofrecer esas actividades en cada unidad didáctica y aprovechar situaciones de heterogeneidad, como los grupos cooperativos, que favorezcan la enseñanzaaprendizaje. La normativa que regula el Bachillerato en Andalucía, Decreto 416/2008, de 22 de julio1, incluye medidas de atención a la diversidad en las que se indica que los centros podrán organizar de forma autónoma el Bachillerato parea atender tanto a los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales como a los de altas capacidades intelectuales. E incluye programas de refuerzo para el alumnado que promociones a segundo con materias pendientes, adaptaciones curriculares, apoyos y atenciones educativas específicas, exención de determinadas materias o adaptaciones curriculares para atender al alumnado con alta capacidad a través de medidas extraordinarias orientadas a ampliar y enriquecer los contenidos del currículo ordinario. Por su parte la Orden de 5 de agosto de 20082 especifica aún más estas medidas sobre las adaptaciones curriculares, el fraccionamiento del bachillerato en cuatro cursos o la exención de las materias de educación física y las lenguas extranjeras. Esta normativa 1 2 Capítulo V, art. 21 Artículos 11, 12 y 13 andaluza concreta lo recogido en el Real Decreto 1467/2007, de 2 de noviembre3. Las necesidades educativas especiales Como ya se ha indicado, algunos alumnos o alumnas presentan en la etapa de Bachillerato ciertas necesidades por sus características físicas o sensoriales, (ciegos, hipoacúsicos), intelectuales o por su lugar de procedencia (inmigrantes). Para atender estas necesidades, además de las reseñadas en la normativa, es necesario hacer referencia a las adaptaciones de acceso al currículo, que son aquellas adecuaciones que tienden a compensar dificultades para acceder al currículo. Éstas pueden ser de distintos tipos: 3 Elementos personales: suponen la incorporación al espacio educativo de distintos profesionales y servicios que colaboran a un mejor conocimiento de los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales, modifican las actitudes y adecuan las expectativas de profesores y alumnado. Por ejemplo, nadie duda que en los últimos años ha habido una incorporación de alumnos y alumnas de otras nacionalidades a nuestro sistema educativo y este hecho nos demanda líneas de actuación definidas encaminadas a recibirlos, integrarlos y ayudarlos, que han de conseguir, como el resto, los objetivos que el sistema educativo tiene fijados. Un centro educativo no puede ser por tanto un espacio donde los alumnos y alumnas inmigrantes se establezcan en grupos separados, sino, por el contrario el motor más potente de integración de estos colectivos. De entrada, la carencia de integración del alumnado inmigrante es en muchos casos evidente. A ello puede contribuir, además de un rechazo personal que, a menudo, padecen por parte de sus compañeros, el problema de la lengua, su bajo nivel académico inicial y un contexto familiar desfavorable, ya que se trata de alumnos y alumnas con familias poco implicadas en su aprendizaje, entre otras razones porque tienen otras cosas más básicas en las que pensar y ocuparse. Por lo tanto habrá que proponer medidas para paliar esta situación entre las que podemos destacar: - Implicación del gobierno y las instituciones correspondientes encaminada a que estos alumnos y alumnas dominen mejor la lengua de la sociedad que les acoge. Disposiciones adicionales quinta y sexta. - Fomentar en sus familias una mayor implicación en el proceso educativo. - Mayor inversión en recursos para el centro: formación de profesorado específico, coordinación de los servicios sociales y fomento de las acciones tutoriales. Elementos espaciales: modificaciones en el aula: sonorización, rampa, mesas adaptadas para los disminuidos físicos, o una ubicación estratégica para los que necesiten otras atenciones (delante los de mayor dificultad, con compañeros o compañeras motivadores, etc.). Elementos materiales y recursos didácticos: dotación y adecuación de materiales escritos y audiovisuales para alumnos y alumnas con deficiencias sensoriales y motrices. Por ejemplo en el caso de alumnos y alumnas con problemas de audición el empleo por parte del profesor de un emisor de frecuencia modulada permite al terminal que lleva el alumno la captación de la voz y el seguimiento directo de la enseñanza. Una estrategia muy eficaz que se utiliza incluso en la Universidad es el apoyo entre iguales. Se trata de un compañero o compañera de clase que ayuda al alumno o alumna con discapacidad auditiva recordándole fechas, trabajos, tareas pendientes e incluso aclara y explica determinadas situaciones que se pueden presentar en el aula y que no comprende. Para el caso de alumnos y alumnas con deficiencia visual debemos propiciarles un aprovechamiento máximo del resto visual que poseen. Para ello habrá que ubicarlos cerca de la pizarra y posibilitarles la utilización de ayudas ópticas y no ópticas tales como flexos y atril. Elementos para la comunicación: utilización de sistemas y códigos distintos o complementarios al lenguaje del aula. Modificar la actitud comunicativa del profesorado ante ciertos alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales, por ejemplo ante sordos que realizan lectura labial el profesor debe hablar de cerca y no hacer explicaciones mientras camina o escribe en la pizarra. Utilización de materiales especiales: ordenador, amplificadores, etc.