FACAL, MAR TIN Y ASOCIADOS NEWSLETTER # 6 / DICIEMBRE 2008 T: (5411) 5277-2850 | F: (5411) 4383-9419 | Cerrito 520 piso 10º B | C1010AAL | Capital Federal B u e n o s A i r e s A r g e n t i n a | e s t u d i o @ fa c a l m a r t i n . c o m . a r | w w w . fa c a l m a r t i n . c o m . a r ANTE UN JUICIO POR LA VÍA CIVIL, ¿EN QUÉ MEDIDA RESPONDERÁ LA ART? 1. INTRODUCCIÓN Cuando ocurre un accidente o una enfermedad que deja incapacidad, los trabajadores, cada vez con mayor frecuencia, demandan al empleador pidiendo la inconstitucionalidad del artículo 39 de la LRT. De esa manera quedan habilitados para reclamar una indemnización que, superando los parámetros de la LRT, acuerden montos dinerarios más substanciosos. En casi todas esas demandas, además, citan o demandan igualmente a la ART, pidiendo que ésta sea condenada solidariamente. El pedido de condena solidaria suele fundamentarse en que se imputa a la ART no haber cumplido adecuadamente los deberes que la ley pone a su cargo en materia de prevención de los riesgos laborales. ¿Quién debe citar a la ART? ¿Qué dicen los Tribunales respecto del pedido de condena “solidaria”? ¿Cuál es la situación del empleador en caso de una condena solidaria? Estas son algunas de las preguntas que abordaremos en el último Newsletter de 2008. 2. ¿CORRESPONDE CITAR A LA ART? Si el trabajador al demandar pide la citación de la ART no es preciso que el empleador insista con esa citación. ¿Pero qué sucede si el trabajador no lo hace? ¿Se cita o no a la ART? Dependerá de la situación: A . Si la ART ya cumplió o está cumpliendo con las obligaciones a su cargo y la demanda persigue el propósito de reclamar dinero adicional al empleador, conforme lo autorizara la Corte Suprema en el caso “Llosco”1 , la ART no deberá ser citada. Quien en estas circunstancias lo haga, será condenado a pagar los honorarios del abogado de la ART y ésta no será obligada a pagar el adicional que se reclame. B . Si se reclama por un accidente o enfermedad que la ART no reconoció como laboral, o que nunca antes fue notificado al empleador o a la ART, la citación procede. El empleador, en este caso, deberá decir que pide su citación para que, en caso de condena, pague las prestaciones que la LRT pone a su cargo de cualquier manera. Lo que el empleador no podría alegar es que la ART debiera ser condenada por todo, por no haberlo controlado en el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad laboral. REFERENCIAS: 1 “Llosco Raúl c/ Irmi S.A.” 12-jun-07. CSJN. MJ-JU-M-11947-AR. MJJ11947. 1|3 FACAL, MAR TIN Y ASOCIADOS NEWS LETTER # 4 / SEPTIEMBRE 2008 T: (5411) 5277-2850 | F: (5411) 4383-9419 | Cerrito 520 piso 10º B | C1010AAL | Capital Federal B u e n o s A i r e s A r g e n t i n a | e s t u d i o @ fa c a l m a r t i n . c o m . a r | w w w . fa c a l m a r t i n . c o m . a r 3. ALGUNOS FALLOS QUE HAN CONSIDERADO LA CUESTIÓN DE LA SOLIDARIDAD DE LA ART CON EL EMPLEADOR. La Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, en los autos “Juárez José Miguel c/ Alvez Bandeira Manuel y otro s/ accidente – acción civil” , condenó al empleador y solidariamente a la ART porque “el actor no había recibido elementos de protección que podrían haber morigerado el daño padecido, ni recibió técnicas de trabajo que lo pusieran al resguardo del peligro que acarreaba manipular un pesado chapón”. Los Jueces entendieron, en función de las declaraciones de los testigos y de la pericia técnica, “que la protección adecuada, que debería habérsele suministrado al actor, consistía en la contención lumbar que asegurara la indemnidad de dicha zona ante los esfuerzos laborales”. Además se tuvo especialmente en consideración que “la aseguradora había efectuado sólo una visita en la empresa del demandado, en abril de 2000, un año antes del accidente”, y que “de las planillas” de la visita realizada no surgía “ninguna recomendación relacionada a la prevención de lesiones como la sufrida por el actor”. Además valoraron que surgía “de la pericia de ingeniero, que el demandado adquirió protectores lumbares con tiradores con posterioridad al siniestro, apareciendo con ellos los operarios que se observan en las fotos tomadas por el perito”. En cambio, en otro fallo de la Sala I del mismo Tribunal, en los autos “Valladares Miguel Angel c/ Omnium S.A. y otro s/ accidente - acción civil”3, la condena a la ART fue sólo en los límites de la LRT, quedando el excedente al exclusivo cargo del empleador. El Tribunal no consideró que el accidente fuera consecuencia de una omisión de la ART, porque atribuyó la causa del mismo al riesgo y vicio de una cosa de propiedad y guarda de la empleadora que no se relacionaba con ningún incumplimiento de las obligaciones que la normativa especial impone a aquélla. En este caso se trataba de una máquina cosechadora que se encontraba sin la cubierta delantera, la que se habría retirado para verificar el objeto que había ocasionado un atascamiento. El Tribunal consideró que la máquina, en esas condiciones, representó mayores riesgos en su funcionamiento al momento del accidente, al no contar con la necesaria protección que hubiera impedido el acceso a las poleas. Eso sí: se destacó que la máquina cosechadora se hallaba en buenas condiciones de mantenimiento, pero se hizo notar que esta circunstancia no basta para descartar de plano su potencial peligrosidad y el alto riesgo que implicaba su funcionamiento. Finalmente en otro caso, “Carrizo Juan Bernardo c/ Phonex Isocor S.A. y otro s/ accidente - acción civil”4, la Sala V de la Cámara de la Capital, exoneró de responsabilidad solidaria a la ART. Consideró culpable a la empresa y la obligó a pagar más allá de la cobertura de la LRT, en razón de que “el nivel sonoro en el lugar de trabajo fue la causa de la afección auditiva que padece el actor, quien debe ser indemnizado íntegramente por la empleadora, extendiéndose la condena a la ART, por tratarse de una enfermedad profesional”. Pero la ART sólo fue obligada a pagar las prestaciones de la LRT. ¿Por qué? REFERENCIAS: 2 24/9/2008. Ver en MJJ39511. 3 22/8/2008. Ver en MJJ38269. 4 19/8/2008. Ver MJJ38418. 2|3 FACAL, MAR TIN Y ASOCIADOS NEWS LETTER # 4 / SEPTIEMBRE 2008 T: (5411) 5277-2850 | F: (5411) 4383-9419 | Cerrito 520 piso 10º B | C1010AAL | Capital Federal B u e n o s A i r e s A r g e n t i n a | e s t u d i o @ fa c a l m a r t i n . c o m . a r | w w w . fa c a l m a r t i n . c o m . a r Si bien en otras ocasiones la Sala había fallado a favor de la responsabilidad civil de las A.R.T, en este caso en particular se probó, con los informes, técnico y contable, que la aseguradora había realizado numerosas visitas a la empresa y a las distintas obras informadas para verificar las condiciones de higiene y seguridad. Además, la ART había denunciado al empleador ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en cinco ocasiones por "incumplimientos" a la normativa vigente en materia de higiene y seguridad. El perito ingeniero verificó que la aseguradora efectuó recomendaciones que se ajustaron a la normativa de Higiene y seguridad del Trabajo, que "... realizaron un programa de reducción de siniestralidad conforme lo establecido en la Res. 700/00” y que el trabajador había recibido capacitación con anterioridad a la fecha del siniestro. 4. ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN DEL EMPLEADOR CUANDO HAY CONDENA SOLIDARIA? Explica el art. 699 del código civil que la obligación es solidaria, cuando la totalidad del objeto de ella puede ser demandada a cualquiera de los deudores. Y el art. 705 refuerza la idea cuando aclara que el acreedor puede exigir el pago de la deuda por entero contra todos los deudores solidarios juntamente, o contra cualquiera de ellos. Por lo tanto, si los damnificados por un accidente cobran de la ART, a quien se suele presumir más solvente, la deuda respecto de ellos quedará extinguida. Pero eso no quiere decir que el empleador quedará liberado, porque el artículo 716 dice que “la obligación contraída solidariamente respecto de los acreedores, se divide entre los deudores, los cuales entre sí no están obligados sino a su parte y porción”. Es decir que la ART podrá recuperar del empleador, primer responsable, lo que hubiese pagado en exceso de la cobertura de la LRT, ya que no es asegurador de la responsabilidad civil del empleador y éste es el responsable primario, sea como obligado al cumplimiento de las medidas de salud y prevención laboral, o como dueño o guardián de la cosa cuyo riesgo o vicio produjo el accidente. Un motivo más para entender porqué es absurdo que el empleador se empeñe en que sea condenada solidariamente la ART. A modo de conclusión digamos que los empleadores, más allá de la suerte que tenga la ART resistiendo los embates de los damnificados que pretenden su condena solidaria, deben trabajar fuertemente en la prevención de los accidentes y en la capacitación de los trabajadores, documentando adecuadamente todos sus pasos, y en una política inteligente de manejo de los conflictos. 3|3