Predicar con el ejemplo - WAN-IFRA

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Producción ecológica
Abril 2008
IFRA Magazine
La protección del s ambiente está cada vez más patente en la conciencia de las personas, tanto en el ámbito privado como en el laboral. Es responsabilidad de las direcciones
de las empresas pasar a la acción y hacer más de lo que exigen las leyes.
Predicar con el ejemplo
Las últimas prognosis científicas sobre el
cambio climático en nuestro planeta son
alarmantes. La prensa se hace eco, trata el
tema con fruición y reparte advertencias
sobre lo que hay que hacer para detener
esta nefasta evolución, cuyas primeras consecuencias ya nadie pone en duda. El hecho
de que también las editoras de periódicos
hagan suyo este problema y se comprometan con la protección medioambiental es en
definitiva una cuestión de credibilidad.
“Los medios desempeñamos un papel
decisivo, porque cada día aleccionamos a
los demás sobre lo que hay que hacer [para
proteger el medio ambiente]; sin embargo,
tenemos que predicar con el ejemplo”, admite Robert Whitehead, presidente de la
asociación australiana de editores de periódicos, durante la conferencia anual de la
PANPA en agosto de 2007.
IFRA también ha comenzado a actuar
en este campo: “Nuestras actividades se caracterizarán en el futuro por la conciencia y
las prácticas ecológicas”, afirma Reiner Mittelbach, su director general.
Desde el aprovechamiento del calor
hasta la optimización de la distribución,
muchas son las posibilidades de hacer que
la producción sea más ecológica. Cada medida es buena, pero sólo una visión general
del problema y un procedimiento sistemático para una mejora continuada pueden
aportar resultados duraderos. La clave es la
gestión medioambiental.
El tratamiento moderado de los recursos debería ser obligatorio para todo el mundo. Las empresas responsables
confieren a la protección medioambiental la misma importancia que a cuestiones como la calidad, la seguridad y
la responsabilidad social. El apoyo desde la dirección es imprescindible para el éxito de los proyectos ecológicos.
Compromiso voluntario
“La gestión medioambiental consiste
en el control y la optimización de aspectos
de relevancia ecológica, como emisiones de
CO2, residuos, aguas residuales, reciclaje,
eficiencia de los materiales, etc. Hoy día,
muchas de estas cuestiones son esenciales
también desde el punto de vista económico”, explica Florian Nehm, responsable de
sostenibilidad de Axel Springer AG, el más
importante editor de periódicos de Alemania, que se esfuerza desde hace años por la
calidad ecológica de sus productos y participa regularmente en ecoauditorías. Aunque
muchos ámbitos ya estén legislados, en opinión de Nehm queda todavía mucho margen para el compromiso voluntario.
Además de la obligación moral, los
efectos positivos en costes y calidad mueven a cada vez más periódicos y proveedores a estructurar sus procesos de forma más
ecológica y a exigir una certificación para
ellos. Los sistemas más importantes son ISO
> Certificación EMAS, en cinco pasos
1. Política de medio ambiente. Establecimiento y observación de reglas básicas
en función de las cuales la empresa ha de optimizar la fabricación de productos
propios según las exigencias medioambientales.
2. Impacto medioambiental. Recogida de las magnitudes con relevancia ecológica: entradas (materias primas, energía, agua) y salidas (productos, residuos,
emisiones) para la creación de un balance y la identificación de mejoras.
3. Inspección de la explotación ecológica. Control externo de la gestión medioambiental y de la consecución de los objetivos.
4. Programa ecológico. Establecimiento de nuevos objetivos y medidas con plazos hasta la siguiente inspección.
5. Declaración medioambiental. Publicación del desarrollo y aplicación de los
puntos 1 a 4 (generalmente cada tres años).
(Fuente: Axel Springer AG)
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14001 y EMAS (ecoauditoría); tienen el
mismo objetivo y son parcialmente idénticos, si bien EMAS es más amplio.
“En Axel Springer hemos tenido muy
buenas experiencias en nuestras plantas de
impresión con la validación según el certificado ecológico de la Unión Europea. La
confección de una declaración medioambiental ayuda a tener en consideración los
aspectos relevantes en materia de medio
ambiente. Mediante la evaluación externa,
los proyectos cobran una credibilidad adicional”, apunta Nehm. “Para obtener la primera certificación, hay que pasar por un
proceso de aprendizaje, pero las siguientes
veces todo es más rápido y rutinario”, dice.
Efectos en el medio ambiente
Una de las tareas prioritarias en la actualidad es la reducción de los gases invernadero, especialmente del dióxido de carbono (CO2), que contribuye en un 90% al
calentamiento de la Tierra. La denominada
huella de carbono, Carbon Footprint, que se
puede aplicar a un solo producto (un periódico, por ejemplo) o a toda una empresa, es
la suma de todas las emisiones directas o
indirectas de CO2 o equivalentes. Para tener
valor informativo, los cálculos deben basarse en datos específicos y no en datos estándar o estimados.
El consultor René Habert, experto en
huella de carbono en Francia, recomienda
el método de medida de CO2 de la agencia
francesa del medio ambiente y la gestión de
la energía, ADEME en francés, que “ha desarrollado un método de auditoría reconocido mundialmente. Este método calcula las
emisiones de CO2 resultantes de la actividad
económica de una empresa, incluidos los
procesos previos y posteriores. La medida
de la huella de carbono ofrece una visión
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Abril 2008
Producción ecológica
IFRA Magazine
Introduzca el número entre paréntesis (vínculo directo) en la web
» Entrevista completa a Ölafur Brynjólfsson, Morgunbladid (5374)
» Entrevista completa a Florian Nehm, Axel Springer (5370)
» Estudio comparativo: Impreso, electrónico o ePaper, ¿cuál es el diario más ecológico? (5360)
» René Habert sobre el método de medida de la huella de carbono de ADEME (5384)
» Glosario (5369) y vínculos a informaciones de interés (Sección Vínculos)
puntual del impacto medioambiental de las
actividades de la compañía”.
La emisión de CO2 no es el único indicador del impacto medioambiental de una
empresa. Es necesario recoger datos sobre
todos los efectos ecológicos. Ésta es una de
las condiciones de participación que la
EMAS exige para la validación. También
exige, a diferencia de la ISO 14001, la publicación de una declaración medioambiental. En la práctica, aquel que desea obtener
una certificación suele recurrir durante la
fase de preparación a la ayuda de una consultora especializada.
Aun cuando los efectos positivos de
la gestión medioambiental son evidentes,
no hay que olvidar que un sistema de estas
características implica pingües esfuerzos financieros y de personal que no todas las
empresas quieren o pueden, en el caso de
empresas pequeñas, realizar. Sea cual sea el
método elegido, lo fundamental es analizar
cada proceso para poder elaborar posteriormente conceptos y medidas.
Cifras medioambientales
Las cifras de un sector permiten comparar el propio impacto medioambiental
establecen en función de la producción total. Las cifras resultantes son valores de
orientación. “Con algunas empresas hemos
desarrollado e implantado sistemas de cifras
más amplios”, declara Dirk Jepsen, uno de
los gerentes de la consultora medioambiental alemana Ökopol, en Hamburgo. El problema es que estos sistemas están adaptados
a las diferentes empresas en particular y no
pueden ser trasladados a otras.
con el de otras empresas. Sin embargo, a la
hora de interpretar estas cifras conviene recordar que no todas las empresas trabajan
bajo las mismas condiciones y que ciertos
parámetros no pueden ser tenidos en consi-
Para obtener la primera
certificación, es necesario un
proceso de aprendizaje, pero
las siguientes veces todo es
más rápido y rutinario.
»
Gestión integral
Con frecuencia, la gestión medioambiental está unida a la gestión de la calidad
y a otras cuestiones relacionadas con la
protección sanitaria, y se entiende como
parte de una tarea de gestión global. Una
empresa que comparte esta visión es el periódico islandés Morgunbladid, que ya en
2002 se decidió por una certificación ISO y
se somete desde entonces a ecoauditorias.
El director de medio ambiente y de calidad,
Ólafur Brynjólfsson, dice: “El principal beneficio que nos aporta es el ahorro de costes. La inversión se ha rentabilizado. Creo
que la ISO 14001 es tanto un estándar de
calidad como de medio ambiente”.
Florian Nehm
Responsable de sostenibilidad, Axel Springer
deración. Estas cifras sirven igualmente
para medir el éxito de los propios esfuerzos
tras un período de tiempo en función de los
objetivos medioambientales concretos que
se hubieran determinado previamente.
La Asociación alemana de las industrias de impresión y medios de comunicación (bvdm) otorga cada año cifras medioambientales a sus empresas miembro. Para
ello se registran diversos parámetros (residuos, emisiones, materias primas, etc.) y se
Charlotte Janischewski (janischewski@ifra.com)
Un periódico islandés ambiciona superar la ISO 14001
En 2002, el diario Morgunbladid en Reykajavic, Islandia, obtuvo el
certificado de gestión
ambiental ISO 14001.
Ólafur Brynjólfsson, su
responsable de medio Ó. Brynjólfsson
ambiente y calidad, asegura que Morgunbladid ha seguido trabajando en este singular propósito y cada
año se marca nuevos objetivos como la
reducción de residuos, la eliminación de
los productos químicos en la producción
de planchas y el sometimiento a la inspección del estándar Nordic Swan para
incluir la ecoetiqueta en sus productos.
La mudanza del periódico hace
cuatro años a una nueva planta de impresión, con un diseño más apropiado
para sus fines, y la adquisición de una
nueva rotativa fueron de gran ayuda.
Esta rotativa cuenta con un sistema automático de lavado que precisa menos
agentes de limpieza y mejora las condi-
ciones de trabajo de los impresores. “El
aire en la sala de impresión es mucho
más limpio y tenemos menos trabajo”,
apunta Brynjólfsson.
En su opinión, el certificado ISO
14001 también será útil para proyectos
futuros, ya que Morgunbladid ha establecido una estrecha relación con el Ministerio de Medio Ambiente, especialmente en lo que se refiere a las cuestiones
de protección y seguridad.
Brynjólfsson explica que otros editores islandeses interesados en poner en
marcha un sistema de gestión ambiental
le han planteado las mismas preguntas:
“Cuánto cuesta, cuánto tiempo se tarda y
qué beneficios reporta”; preguntas que se
pueden responder en pocas palabras: una
reducción de gastos, así como la mejora
de la calidad y las condiciones laborales.
Si bien Brynjólfsson advierte que no es
tan fácil de decir en cuanto a costes y
tiempo se refiere: “Todo lo que puedo decir es que necesitamos algo más de dos
años. Al principio, se verán grandes mejoras, pero lo más difícil es mantener dichas mejoras a largo plazo”.
¿Qué consejo daría a aquellos que
deseen embarcarse en un proyecto así?
“Comience por dar un repaso a los materiales y elimine lo que no necesite. Tome
nota de sus procedimientos. Examine el
uso que hace del papel prensa, las tintas
y las planchas. Eso es un buen punto de
partida, mucho mejor que lanzarse directamente. Cree una hoja de datos de seguridad y márquese objetivos realistas:
¿Qué desea lograr durante el primer año,
menos productos químicos o el uso de
productos químicos más respetuosos con
el medio ambiente? ¿Reducirá el consumo de agua y electricidad? ¿Dónde genera más residuos: en el papel, la rotativa,
la sala de cierre o la distribución? Los
consultores familiarizados con la implementación de ISO 9001 son de gran ayuda al principio”, dice Brynjólfsson.
Dean Roper (roper@ifra.com)
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