SOBRE EL TIPO DE ESTILO DULZURA: HERMÓGENES EN ANTONIO LULIO Julián ARRIBAS REBOLLO Johnson C. Smith University 1. INTRODUCCIÓN En los últimos decenios la crítica ha comenzado a prestar cierta atención a las teorías de Hermógenes de Tarso,5 tratadista bizantino del siglo segundo de nuestra era, por la indudable influencia que éste ha tenido en los renacimien5 Annabel Patterson escribe en el prólogo de su libro Hermogenes and the Renaissance. Seven Ideas of Style: "This book takes as its starting point the historical fact that there was once a rhetorician by the name of Hermogenes [...] whose work [...] caused considerable excitement during the European Renaissance" [1970]. Desde entonces se han publicado algunos estimulantes trabajos. Sobre el tema general de retórica bizantina se deben consultar los siguientes: Kennedy, 1983; Kustas, 1970; y Monfasani, 1983. Sobre las teorías de Hermógenes véanse: Kustas, 1973a. Dado que Hermógenes es también una figura nuclear en el resto de su libro, véase también: Monfasani, 1976; LópezGrigera, 1983, artículo seguido de una importante bibliografía [: 19-64]; Artaza, 1989; la introducción al tratado de Hermógenes Sobre los tipos de estilo de Sancho Royo, 1991; y López-Grigera, 1994. 23 tos europeos. La difusión de su obra pasa por la Italia del siglo xv en la figura de un exilado bizantino llamado Jorge de Trebizonda y entra en España de mano de intelectuales españoles que asistieron allí a sus clases. Entre los simpatizantes de las teorías del bizantino sabemos con seguridad de Alfonso de Palencia. Después, tras la fundación de la Universidad Complutense de Alcalá de Henares y la cátedra de Retórica en manos de Fernando Alonso de Herrera, quien editó la obra retórica de Trebizonda para uso de sus estudiantes, entramos en un período casi inexplorado. La estela de la obra retórica de Hermógenes en la España del siglo XVI es un terreno poco menos que virgen.6 Uno de los preceptistas españoles que más claramente muestran su deuda para con el bizantino es Antonio Lulio. Este trabajo es una contribución a la comprensión de esa influencia en el aspecto del tipo de estilo Dulzura (glykytes),7 uno de los rasgos de su teoría sobre el estilo más relacionados con los géneros poéticos de "entretenimiento" y más específicamente con la égloga, tal y como se nos presenta en su tratado 6 Cf. Monfasani, 1976; Duran Barceló, 1993; y López Grigera, 1994. La obra de Herrera se intitula Opus absolutissimum rhetoricorum Georgii Trapezuntii cum addilionibus herraerensis (Alcalá de Henares, Brocar, 1511). 7 Sancho Royo, Wooten y Patterson traducen este término como Dulzura (Sweelness), aunque Kustas prefiere el término Pleasentness. Por claridad terminológica adopto también aquí el término Dulzura. Sobre el uso de terminología moderna y la confusión que provoca en la exégesis de la historia de la teoría poética, dice Grahame Castor: "To alarge extent our difiiculty in dealing with the poetic theory of the sixteenth century is a terminological one. [...] It is impossible to transíate earlier terminology ínto modern terminology without altering its significance, either by addíng something which was not previously 24 Perí Ideón; y del eco que estos preceptos tuvieron en el trabajo de Antonio Lulio, tratadista balear que publicó su obra retórica De oratione libri septem en 1558. No en vano esta fecha coincide o es muy cercana a la publicación de Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor, primera novela pastoril española.9 Esta concepción de estilo tuvo un importante papel en la transformación del género pastoril de un tipo dramático en un tipo narrativo. 2. HERMÓGENES DE TARSO 2.1. ELEMENTOS DEL DISCURSO Y NOCIÓN DE IDEA EN HERMÓGENES Según la teoría de Hermógenes, todo discurso está compuesto de tres grandes elementos, que son: el pensamiento o contenidos nocionales (énnoia), el método o forma de tratar there or by ignoring certain important areas of reference. Converseley, we also should not take the words used by an earlier age than our own and assume, without calling further evidence, that they carried the same meaning then as they do now" [1964: 5]. 8 El texto griego puede encontrarse en la edición de H. Rabe. He tomado las citas de la traducción española de Antonio Sancho Royo, Sobre los tipos de estilo, dando la página de referencia en el texto. He consultado también la traducción inglesa de Cecil W. Wooten, On types of slyle 9 Juan Bautista Avalle Arce escribe: "Con Jorge de Montemayor nace, en estado de perfección, la novela pastoril española" [19742: 69]. Al parecer, que yo sepa, el hecho de que un género nazca casi de repente y en estado adulto no ha suscitado en la crítica pastoril españo la un esfuerzo investigador que trate de explicar este hecho. La mayoría de los estudios enfocan el problema hacia sus antecedentes y no hacia sus causas. Recientemente han aparecido tres trabajos sobre la primera novela pastoril española que merecen destacarse: Fosalba, 1994; y las 25 ese contenido (méthodos), y el estilo elocutivo, dicción o conjunto de rasgos formales (lexis). Estos elementos tienen a su vez otras subdivisiones. Hermógenes, que analiza y disecciona cada elemento en componentes diversos, percibe el discurso como una combinación múltiple de los mismos. El orden de importancia de estos tres elementos para la composición de un discurso sigue esta secuencia: pensamiento, dicción y método. Para Hermógenes el pensamiento (lo que se dice) es lo más importante [: 39], la dicción (el cómo se dice, o sea, los recursos materiales y formales de la lengua: las palabras, la sintaxis, las figuras de dicción, la cadencia y el ritmo) está en segundo lugar, y finalmente el método, es decir, el tratamiento que se le da al discurso al ser expresado: ya sea narrando, interpelando, aludiendo, exponiéndolo de manera directa o indirecta, etc., donde se incluyen también las figuras de pensamiento [: 39]. Las distintas maneras en que se pueden usar estos tres elementos y sus distintos componentes dan lugar a lo que Hermógenes llama tipos de estilo. Aunque es posible que algunos componentes sirvan a la vez distintos propósitos — y de hecho se da el caso que algunas partes de un tipo sirven de igual manera a otro tipo distinto [: 40]—, y aunque es posible que un mismo componente esté presente en varios tipos a la vez —y de hecho éste es el caso más frecuente—, ello no impide que se puedan diferenciar e individualizar los tipos de estilo. Hermógenes propone la existencia de siete grandes tipos de estilo, que llegan hasta veinte si añadimos los subtipos.10 ediciones de La Diana de Montero [Montemayor, 1996a] y de Arribas Rebollo [Montemayor, 1996b]. 10 Estos tipos de estilo son herencia de las "virtudes del decir" que encontramos en Aristóteles, Isocrates, Dionisio de Halicarnaso, y otros 26 Para comprender mejor este juego de combinaciones el tarso ilustra al lector con un ejemplo al principio de su tratado Perildeón: Supongamos que queremos crear [el tipo de estilo] Dulzura. Hay pensamientos que implican Dulzura, los referentes a la mitología y similares y algunos otros. Las formas de tratarlos consisten en exponerlos como tema más relevante y en forma de relato, y no de forma alusiva o por algún otro procedimien(cf. Monfasani, 1976). Conviene recordar aquí los siete tipos de estilo y los subtipos correspondientes, según traducción de Sancho Royo: I. Claridad (saphéneia) Pureza (katharotés) Distinción (eukríneiá) II. Grandeza (mégethos) Solemnidad (semnotes) Aspereza (trachytés) Vehemencia (sphodrotes) Brillantez (lamproles) Florecimiento (akne) Abundancia (peribolé) III. Belleza (kallos) IV. Rapidez {gorgotes) V. Carácter (ethos) Sencillez (aphéleia) Dulzura iglykyles) Sutileza (drimytes) Modestia (epiéikcia) Indignación (barytes) VI. Sinceridad (alétheia) VII. Fuerza (deinotes) 27 to. El estilo es de corte adjetival y, en general, sutil, y si pertenece a la clase poética, no es el de tono elevado y difuso. Las figuras de dicción son las acordes con la corrección gramatical, por lo general, y las que no contienen paréntesis. El orden de palabras es más bien el relajado, debido al propio tipo de dicción, mas no, por cierto, el totalmente descoyuntado, pues una parte del placer derivado de la Dulzura es menester que provenga del ritmo. En relación con los tipos de metros, se emplean el dactilico o anapéstico [: 36-37]. El término que usa Hermógenes para identificar estos tipos de estilo es Idea, lo cual apunta hacia una conceptualización platónica. Pero para el tarso Idea es un producto de la combinación técnica de los elementos del discurso y sus componentes en el proceso de composición, y no características del estilo de un orador particular.11 Parece que cada orador tiene un estilo personal, pero esto lo percibimos así porque los oradores usan de los rasgos de estilo más genuinos de un tipo particular frente a los demás, resultando en un aparente estilo personal de autor cuando en realidad no es más que el uso de rasgos preponderantes de los tipos de estilo. Algún rasgo de estas Ideas o tipos de estilo predomina en una obra y le da el "sabor" peculiar que tiene esa composición.12 11 Se debe entender "orador" en el sentido general de "emisor": la persona que emite un mensaje. En el contexto del lenguaje escrito lo entenderíamos como "autor", como "narrador" y también como los mismos "personajes" en las prosopopeyas. Hermógenes menciona autores como Demóstenes, Platón, Hornero, Jenofonte, y otros. 12 Ideai o Ideas, explica Kennedy, "are general qualities found in composition and are not characteristics of an individual author, but an understanding of them leads to an understanding of authors" [1983: 97]. El mismo Hermógenes dice que entre los autores antiguos alguno 28 Hermógenes, decimos, distingue siete concepciones diferentes de estilo en este tratado de retórica técnica. Una de ellas es el Carácter (ethos). Existe una noción de Carácter que consiste, apunta Hermógenes, en dotar de palabras y pensamientos adecuados a un personaje, como sería, por ejemplo, el tipo de palabras y argumentos que usaría un general, o un hombre del campo; existe también otra noción de Carácter que provee con atributos físicos y morales a lo que conocemos como prototipos humanos, como son, por ejemplo, los tipos del cobarde, el glotón o el avaro. Pero la Idea de Carácter que trata Hermógenes consiste en una combinación de tipos de estilo. Los que crean Carácter son los siguientes: Sencillez (aphéleia), Dulzura (glykytes), que es una suerte de belleza de la Sencillez, Sutileza (drimytes), Indignación {barytes) y Modestia (epiéikeia). De éstos hay, en particular, dos tipos que Hermógenes asocia con los poemas bucólicos: Sencillez y Dulzura. De ellos vamos a tratar aquí del segundo. 2.2. EL TIPO DE ESTILO DULZURA 2.2.1. Contenidos nocionales (énnoia) Podríamos agrupar los pensamientos que crean la concepción de Dulzura en la teoría de Hermógenes de la siguiente manera: usó "de forma preponderante rasgos propios de un tipo de estilo y otro los de otro tipo, y así sucede que existe un estilo genuino de cada uno de ellos. Por 'utilizar de forma preponderante' entiendo [...] el utilizar, sobre todo, los rasgos más genuinos de cada tipo" [: 38]. Sobre la importancia en la elección de las palabras griegas de Idea vs. Ethos, cf. Kustas, 1973b: especialmente 30-34. 29 A) Al primer grupo corresponderían tres subgrupos de los mismos contenidos nocionales que crean los tipos de estilo Sencillez y Pureza. En primer lugar, son pensamientos comunes a todo el mundo, y que afectan o parecen afectar a todos. No encierran ningún contenido profundo, capcioso ni sofisticado, y por eso tienen un valor introductorio en el discurso. Para crear Pureza y Sencillez han de ser considerados en sí mismos y no en razón de su uso, es decir, sin tener en cuenta la intención con que se declaran [: 41 y 108]. Son también característicos de la Claridad. Se trata, en general, de afirmaciones cotidianas que por su simpleza son claras y cognoscibles por sí mismas. Este tipo de contenidos nocionales se encuentra con abundancia en la oratoria política -—dice Hermógenes—, pero también es abundante en las causas demostrativas. Son pensamientos puros y sencillos a la vez, pues el autor considera que los contenidos sencillos deben ser puros, y viceversa. Muchos de estos contenidos nocionales también crean Dulzura. Hermógenes señala que existen en la realidad social algunas personas cuyos pensamientos no son sofisticados, sino simples y puros por naturaleza e incluso infantiles, especialmente cuando exponen o se refieren a un asunto sin motivo justificado, o sin que se les haya preguntado. Éstos son los pensamientos que uno oye puestos "en boca de los niños pequeños y de aquellos hombres y mujeres de mentalidad cercana a la infantil, de las gentes del campo y, en general, de los hombres sencillos e inocentes" [: 108]. La mayor parte de los poemas bucólicos, por no decir la totalidad —añade Hermógenes—, son de tal clase. Y así le ocurre a Teócrito en algunos de sus poemas bucólicos, como cuando dice: "Yo canto a Amarilis, mientras mis 30 cabras pacen en la montaña".13 El campesino es para Hermógenes un prototipo humano que pone de relieve el estilo de su carácter. En segundo lugar, son pensamientos sencillos aquellos que están al borde de lo trivial, y ocurre especialmente cuando alguien habla de asuntos banales. Hay una gran similitud entre éstos y los anteriores, pero también existen diferencias, pues no necesariamente lo trivial ha de ser común o cotidiano. En tercer lugar, son sencillos los pensamientos que usan argumentos o pruebas para tratar de demostrar algo, cuando se hace usando de comparaciones con el mundo animal o vegetal. Estos contenidos nocionales por su propia naturaleza están más próximos a la Dulzura que los anteriores, pero también pueden comportar Grandeza, por lo cual abundan entre los poetas, ya que lo placentero y lo grandioso, dice Hermógenes, son dos de las preocupaciones más importantes de los poetas. Este primer grupo de contenidos nocionales que expresan Sencillez también crean Dulzura cuando se refieren a la mitología, cuando expresan lo sensual o sensitivo, cuando refieren lo amoroso y lo emotivo, y cuando se dota de racionalidad a lo irracional, categorías que vamos a ver a continuación. El mismo autor afirma que "la Dulzura es como una suerte de la Sencillez" [: 112] B) El segundo grupo de contenidos nocionales corresponde con la ficción. Hermógenes los entiende en un continium entre la falsedad y la verdad. No entraremos aquí en deta13 Teócrito, Idilios III, l. 31 lies para pormenorizar la relación que tienen conceptos como posible e imposible, real e irreal, verosímil, admirable y maravilloso, porque ello mismo sería otro ensayo en sí mismo. Baste recordar aquí la analogía que existe entre estos contenidos y los tipos de narración basada en los hechos que encontramos en el Ad Herennium.11 En palabras de Hermógenes, son pensamientos que crean la concepción de Dulzura "todos aquellos que tienen que ver con el mito", como hace Platón en el Banquete o en el Fedro; en segundo lugar "las narraciones que están próximas a los mitos", como son el relato de la guerra de Troya y otros similares; y en tercer lugar "aquellos relatos que participan del carácter mítico en escasa medida pero que son más convincentes que los mitos", como son las narraciones de Heródoto [: 113]. Añade Hermógenes que cuando se tiene la certeza de la existencia de los hechos que se relatan, la narración se aparta del carácter mítico, "razón por la cual no participan de la Dulzura en igual proporción que los mitos auténticos" [: 113]. Es evidente, pues, que el grado de ficción de los hechos de la narración es la idea subyacente en este grupo de contenidos nocionales. C) Un tercer grupo de contenidos que conllevan Dulzura lo constituyen todos aquellos relatos de cuantos placeres producen gozo a nuestros sentidos. Hermógenes clasifica el goce sensitivo en términos sociales, y de este modo puede tener dos fuentes: aquellos hechos placenteros que compor32 Ad Herenium I, 8: Fábula est quae neque veras neque veri símiles continet. Argumentum est ficta res quae tamen fieri. potuit, velut argumenta comoediarium. Historia est gesta res, sed ab aetatis nostrae memoria remota. 32 tan un deleite vergonzoso, y aquellos que producen un placer no vergonzante.15 Si bien afirma que ambos crean Dulzura, ya que tanto la ejecución de la acción como la imaginación de la misma producen un mismo efecto, aunque en intensidad proporcionada, Hermógenes pone un mayor énfasis en los contenidos nocionales no vergonzantes, propios de los prudentes. Entre ellos se cuentan fundamentalmente dos subtipos: 1) las descripciones sensoriales propiamente dichas, que son todas aquellas descripciones placenteras para nuestros cinco sentidos [: 113]; y 2) los pensamientos amorosos de toda clase [: 114]. Ejemplo de las primeras son la belleza de un lugar, la diversidad de las corrientes de los ríos, la variedad de las plantas, y cuantas similares a éstas hay. Estas conllevan tanto Dulzura como Sencillez. Además, como especie del segundo subtipo encontramos aquellos temas con los que nos alegramos, como son los "elogios de nosotros mismos, o de nuestros antepasados, o de nuestros hijos" [: 115], los cuales producen gozo sensorial y son muy útiles para la oratoria pública. Volviendo al tema de los pensamientos amorosos, Hermógenes puntualiza que "expresar de manera poética sentimientos amorosos conforme a la naturaleza humana" [: 52] crea Dulzura. Por el ejemplo con que ilustra esta idea,16 se puede inferir que probablemente se trata de sentimientos expresados conforme a las convenciones sociales, de modo que la homosexualidad (cabe preguntarse si hay algún grado aceptable de homosexualidad ya sea masculina o femenina) y otras for15 Las llamadas Fábulas Milesias constituirían un ejemplo de contenidos vergonzantes, mientras que los idilios bucólicos serían un ejemplo de los no vergonzantes. 16 Iliada XIV, 346: El hijo de Cronos asió entre sus brazos a su esposa. 33 mas sexuales contra natura estarían excluidas de esta categoría de contenidos nocionales. D) Un cuarto grupo de contenidos nocionales que crean Dulzura consiste en revestir seres irracionales de cualidades racionales, o en atribuir a seres irracionales acciones y cualidades propias de los seres humanos. Unos son seres inanimados, como el agua o el monte, y los otros de alma sensitiva, como son los animales, carentes de volición racional. Estos son los cuatro grupos de pensamientos que contribuyen a crear el tipo de estilo Dulzura. En esta misma obra, al tratar el tema de los recursos estilísticos que son más apropiados para cada tipo de discurso, Hermógenes afirma que al discurso panegírico en prosa le son más oportunos los recursos del tipo Dulzura [: 150].17 En cuanto a la poesía, cuya naturaleza radica en la imitación [: 151], le es propio, en primer lugar, "la obligada utilización del metro"; en segundo y tercer lugar, los asuntos referentes a la vida de los dioses ("pensamientos míticos") y a la de los seres humanos, tales como "sus amores, peleas, amistades, descendencia, crianza y cosas por el estilo"; en cuarto lugar, "todos aquellos relatos maravillosos"; en quinto lugar, "las historias que exceden a la naturaleza humana y las que cuentan proezas 17 Los seguidores de Aftonio, comentador de Hermógenes, dividen los progymnásmata, catorce en número, en tres categorías: símbuléutico, dicánico y panegírico. Hay cuatro tipos de panegírico: el encomio (enkomion) y su opuesto la censura (psogos)t la comparación (synkrisis), y la caracterización {ethopoiia). La descripción de personas, lugares y cosas (ékphrasis), y la narración (diégema) son comunes a los tres géneros, mientras que la tesis (thesis) lo es sólo del panegírico y del simbuléutico. Cf. Rustas, 1970:57-58. 34 maravillosas realizadas por seres humanos, como si realmente hubieran ocurrido y fueran dignas de crédito"; en sexto lugar, la animación de los seres inanimados; y finalmente, narrar y describir con minuciosidad en el detalle [: 152-153]. Como vemos, cuando se piensa en el discurso poético, podemos encontrar sin dificultad gran parte de estos contenidos en la "literatura de entretenimiento". No en vano la finalidad más importante de esta literatura persigue agradar. En tiempo de Hermógenes los géneros más representativos habrían sido las fábulas, la poesía bucólica, la comedia, y gran parte de pasajes épicos, históricos y diálogos didácticos, filosóficos y moralizantes. Pero de cómo se recibieron estas ideas en la España del siglo XVI y de cómo se adaptaron a la maquinaria cultural del momento trataremos más adelante. 2.2.2. El estilo elocutivo (lexis) del tipo Dulzura Los elementos formales del discurso, que también podrían entenderse como recursos del lenguaje para crear un tipo de estilo determinado, son en importancia el segundo elemento del discurso y se clasifican fundamentalmente de la siguiente manera: la dicción, las figuras de dicción y el metro, donde se contiene el ritmo, la cadencia y la rima. 2.2.2.1. Dicción A. Léxico común La dicción que origina Dulzura debe ser, en primer lugar, sencilla en relación con el estilo Puro, es decir, común y 35 accesible a todos: empleo de vocablos bien conocidos y en sentido literal [T 42-43]. Así pues quedarían excluidos de esta dicción tanto los arcaísmos, como los neologismos, cultismos y tecnicismos. B. Dicción poética En segundo lugar, crea Dulzura la dicción poética.18 El vocabulario poético es el que expresa los contenidos nocionales poéticos que hemos mencionado más arriba. Hermógenes advierte que cuando se intercalan pasajes poéticos en el discurso, como hacen por ejemplo Platón, Herodoto y Jenofonte, tanto si se trata de poemas del mismo orador como si son poemas ajenos, deben estar bien entrelazados con la prosa de manera que parezca que existe un solo cuerpo entre ellos [: 116-117]. La analogía entre el cuerpo humano y el cuerpo del discurso es frecuente en el siglo XVI. Entre los tratadistas y comentaristas europeos que escriben en latín encontramos este concepto expresado con el término de "nexus". C. Epíteto En tercer lugar, "dicción dulce es la que se crea por medio de los epítetos" [: 118]. El uso de epítetos hace que la poesía parezca aún más dulce, ya que lo es por naturaleza, lo cual agrada en buena medida.19 18 Hermógenes menciona el dialecto jonio como ejemplo de dialecto poético por naturaleza. Sobre los ritmos y sus clases, cf. Dionisio de Halicarnaso, Sobre la composición literaria; y Maas, 1962. 19 Cf. Sobejano, 19702. Sobre el epíteto pastoril, véase Arribas Rebollo, 1998. 36 D. Dicción sutil Finalmente, es también dulce la dicción sutil. La Sutileza consiste en conjuntar un término, ya sea un vocablo o un tropo, con otro término que apareció en el contexto precedente. Según Hermógenes, hay cuatro casos de Sutileza: el primero consiste en usar un vocablo que de ordinario tiene un significado concreto en combinación con otro vocablo o con otro pensamiento de un contexto precedente para darlo un nuevo sentido, a veces irónico. El riesgo de tal sutileza es caer en la frigidez de estilo: quienes combinan lo serio con lo cómico para provocar risa usan con frecuencia de estas sutilezas.20 El segundo resulta de la conexión homofónica de una palabra con otra del contexto precedente, cambiando así su sentido. El tercero se produce por paronomasia cuando usamos un vocablo en su acepción normal y acto seguido en un sentido figurado. Algunas paronomasias se producen con evidencia y están cerca de llegar a la metáfora, lo cual crea Sutileza y Dulzura a la vez. Finalmente, el cuarto caso se produce cuando se añade un tropo en secuencia con otro anterior. 2.2.2.2. Figuras En cuanto a las figuras de dicción, aquéllas que producen Dulzura son las mismas que producen Sencillez y Pureza, por una parte, y Belleza, por la otra. 20 Sobre la frigidez en el estilo, cf. Aristóteles, Retórica 1405b-1406a; Longino, Sobre lo sublime 3-4; y Demetrio, Sobre el estilo 114-127. 37 A. Figuras que crean Sencillez y Pureza Usar oraciones independientes y, en general, estructuras gramaticales elementales (sujeto en nominativo, verbo conjugado y predicado), es propio de la Pureza. Los miembros de las frases deben ser cortos y encerrar un pensamiento completo. Por el contrario, el uso de oraciones subordinadas es propio de la Abundancia, y se aleja de la Pureza. B. Figuras que crean Belleza Las figuras que crean Belleza son las siguientes: parísosis (paralelismo), epanaphorá (repetición: los miembros de frase tienen la misma palabra al principio de la frase), antistrophá (repetición: los miembros de frase tienen la misma palabra al final de la frase), epanastrophá (comenzar una frase con la misma palabra con que comenzó la anterior), klimax (anastrophá prolongada), poliptoton (usar la misma palabra en distintas frases), afirmaciones que se producen en virtud de dos negaciones, modos inusuales de expresión (kainoprépeia), y el hipérbaton (alteración del orden sintáctico usual de una frase). En cuanto a esta última figura, hipérbaton, se debe anotar aquí el carácter equívoco del uso de este recurso, ya que si bien crea Belleza, es antagónico a la Sencillez y a la Pureza. Hermógenes, que distingue tres clases de ornamentación en el discurso, parecería inclinarse por la noción de que el uso del hipérbaton sería conveniente en unas formas poéticas y desaconsejable en otras. Hermógenes dice que "el adorno es propio de la Dulzura y Sencillez" [: 68]. En este lugar distingue tres clases de adornos: el de la Brillantez, el de la Belleza y el de la Dulzura. Parece ser que el adorno brillan38 te consiste en el uso de oraciones subordinadas junto a la principal, que es la base del pensamiento que se expresa, o en el uso de otros elementos de expansión, sin que se interrumpa el pensamiento (los miembros de frase serán, pues, largos); el adorno bello consiste en una cuidadosa composición del orden de las palabras, en la simetría y proporción de las partes en relación con el todo, y en la conjunción y armonía de todos sus elementos; el adorno dulce, aunque se omite en este pasaje, queda expuesto más arriba: uso de formas rectas y estructuras gramaticales elementales. Presumiblemente, pues, el hipérbaton sería apropiado en algunas composiciones poéticas, pero no en las que se pretende específicamente crear Dulzura. 2.2.2.3. El metro Por lo que se refiere a la medida, el orden de palabras que produce placer es el mismo que produce Belleza: 1) se debe evitar el encuentro entre vocales (hiato), 2) las palabras deben tener un cierto carácter métrico, y 3) los pies métricos deben adecuarse al tipo de discurso y estilo (decoro léxico). Al considerar ese carácter métrico, Hermógenes añade dos puntualizaciones más: una, que las palabras de las que está compuesto el ritmo no deben tener igual número de sílabas, ni ser isócronas ni isótonas; y dos, que la última palabra de la que está compuesta una frase no debe ser monosilábica, porque ello es antagónico a la belleza de la Dulzura. La variedad es, pues, un aspecto importante de la belleza [: 98]. El ritmo de la frase, que no es sino el orden de composición de los pies métricos, es el mismo que produce Solemni39 dad: dactilico (una larga y dos breves), anapéstico (dos breves y una larga), peónico (una larga y tres breves o viceversa), yámbico (una breve y una larga), espondaico (dos largas) o epítrito (tres largas y una breve en múltiples combinaciones). Finalmente, la cadencia que produce Dulzura es la misma que crea Pureza. Podemos destacar tres aspectos: 1) que la frase termine con un pie largo, o en todo caso con uno de los pies mencionados anteriormente; 2) que la oración acabe en un sustantivo o palabra sustantivada que tenga por lo menos tres sílabas; y 3) que la oración tenga al final, o próximo al final, un elemento abierto que ocasione la abertura de la boca al ser pronunciado [: 60-61]. Estas vocales abiertas son, según Hermogenes, la "a" y la "o". 2.2.3. El tratamiento (méthodos) del tipo de estilo Dulzura El método, o formas de tratar los contenidos nocionales, es en importancia el tercer gran componente del discurso (logos). Los que originan Dulzura son los mismos que aquéllos que originan Pureza y Sencillez, y son tres: 1) Tratamiento narrativo. Presentar los hechos de forma narrativa es propio de la Pureza. Hermogenes considera la narración un tratamiento, ya que es fruto de muchas figuras, y no una figura, porque no es natural que lo que es una figura deba su origen a otra [: 42]. 2) Fraccionar un contenido en partes diferenciadas y definidas. No se trata de dividir un pensamiento en partes (divisio) sino de eliminar lo impreciso e indefinido de un pensamien40 to y expresarlo en categorías concretas [: 110].21 Igualmente, se pueden expresar pensamientos agudos o profundos (que no son sencillos) de esta forma sencilla y directa, lo cual es propio de la Sencillez [: 118]. 3) Garantizar la credibilidad de una causa mediante juramento y no por hechos. Garantizar la certeza de una afirmación usando un juramento en lugar de pruebas es propio de la Sencillez [: 111]. Hermógenes considera que prorrumpir en juramento es revelador del carácter de espontaneidad de quien habla. La espontaneidad dispone el ánimo de los oyentes hacia una mayor credibilidad y en consecuencia facilita la persuasión. Lo espontáneo es sencillo, y por ello mismo es creíble y persuasivo [: 128]. Tiene también el mismo efecto asociar a los oyentes o a sus adversarios por juramento.22 3. ANTONIO LULIO 3.1. INTRODUCCIÓN Antonio Lulio publicó su tratado retórico De oratione libri septem en Basilea en 1558.23 El lugar de publicación y la 21 Se entiende definido en el sentido de especificativo, como en el siguiente ejemplo: "a los que hacen trabajo por un salario" (indefinido)vs. "a los segadores, a los zapadores... etc." (definido) 22 Estas formas de argumentación son persuasivas y revelan el carácter de quien las expresa (v. g. "Por Zeus y los otros dioses, no aceptéis..."). Sin embargo, los argumentos que persiguen credibilidad bajo la forma de juramento no son sencillos ni reveladores de carácter. 23 ANTONI LVLLI / Balearis de Oratione Li- / bri septem. / Quibus non modo Hermógenes ipse totus, ue- / rum etiam quicquid 41 lengua en que se escribe, el latín, hacen que este autor y su obra trasciendan las fronteras de lo hispano. Aunque se ha calificado esta obra como uno de los mejores libros de retórica escritos por un autor español,24 no existe ninguna edición moderna y consecuentemente tampoco existe ninguna monografía del mismo hasta la fecha. El profesor Sancho Royo ha reorganizado la mayor parte de lo que sabemos sobre la vida y la obra de Lulio en la introducción a la publicación de su reciente traducción de De poeticae decoro.25 Marcelino Menéndez Pelayo primero, Annabel Patterson, y más recientemente Luisa López Grigera han llamado la atención de la crítica sobre la influencia de Hermógenes en la obra de Antonio Lulio. De hecho, el mismo autor así lo proclama en el título de su obra. El tiempo y la manera en que las teorías de Hermógenes penetraron en Europa, y finalmente en España, se han apuntado aun más recientemente, aunque el tema todavía requiere un mayor esfuerzo feré á reliquis Graecis ac La- / tinis de Arte dicendi traditum est, suis locis / aptissimé explicatur. [...] BASILEAE, PER IOAN- / nem Oporinum (ejemplar de la Biblioteca Nacional de Madrid: 3/59459). 24 Marcelino Menéndez y Pelayo dice: "Es uno de nuestros mejores y más racionales libros de Retórica, aunque no está exento de nimieda des y de subdivisiones inútiles" [19744, vol. 1: 639]. Por su parte, Elena Artaza señala: "este autor es una de las más preclaras figuras de la retórica renacentista y su obra la más densa, sólida y sistemática de las que componen el panorama retórico de la época" [1989: 159, nota 386]. Véase también la revalorización que de él hace López Grigera, 1994: 78-81. 25 Edición bilingüe (latín y español) del capítulo cinco, del libro siete de Lulio, Sobre el decoro de la poética. Una breve noticia de la vida y obra de Lulio también puede encontrarse en Artaza, 1989: 139-140. 42 de investigación.26 El tratado De oratione libri septem es una extensa obra (532 páginas en folio) de teoría retórica y poética en que el autor recoge las tradiciones griega, latina y bizantina para recomponerlas en un nuevo impulso de teoría poética y retórica en la historia del siglo XVI. El método de explicación que usa Lulio es muy consistente en toda su obra: primero plantea y define el problema a tratar, después recapitula sobre lo que considera más importante que se ha dicho con anterioridad acerca del mismo, y finalmente expone su propia visión. De esta manera, y antes de centrarnos en los detalles del tipo de estilo Dulzura, empecemos introduciendo algunas generalidades, siguiendo así el curso de pensamiento usado por Lulio. 3.2. La noción de Idea en Lulio Antonio Lulio trata de explicar el hecho discursivo (orado) dentro del marco teórico de la causalidad aristotélica. Para elaborar una teoría sobre el discurso es necesario —diría Lulio— conocer primero la substancia que le da existencia. La causa material es, naturalmente, la lengua, es decir, las palabras, pero la causa formal (aquello que determina que un discurso concreto tenga una entidad propia y diferenciadora frente a otro cualquiera) no resulta tan clara. Para ilustrar la complejidad de este asunto Lulio recuerda algunas de las maneras en que se había resuelto con anterioridad. Algunos habían dicho, por ejemplo, que el discurso se determina por su cualidad (qualitas orationis), y por eso se le llama asiático, lacónico, ático. Otros lo habían llamado estilo 26 Cf. especialmente López Grigera, 1994. 43 (gemís dicendi) y así se dice, por ejemplo, que Virgilio escribió la Eneida en estilo sublime, las Geórgicas en estilo medio y las Bucólicas en estilo humilde.27 Y aún unos terceros lo habían llamado "virtudes del decir" (virtutes dicendi), o sea, aquellas que hacen que el discurso sea claro (dilucido), breve (breve), verosímil (probabile), ilustre [illustre) y suave [suave).28 Y concluye Lulio definiendo Idea de esta manera: Aquello, como dije, que unos llaman géneros, otros caracteres y otros formas del decir, unos estilo y otros virtudes del decir, nosotros llamamos Ideas después de las teorías de Platón e Isócrates [...] Idea es, pues, una forma elaborada del decir que declaramos al imitar la cualidad de nuestra habla, del mismo modo que el poeta, por ejemplo, expresa la ira pintando a un hombre de ánimo perturbado que se expresa de una manera turbulenta e imperfecta.29 27 Es una alusión a la teoría de los tres estilos, que ya encontramos en Ad Herennium(lV,8, 11 y ss.) y en Cicerón De Oratore (II, 177, 199,210-212). Lulio usa la siguiente terminología: Sublime (Amplum aut Sublime), Medio [Modicum aut Temperatum) y Humilde (Tenue aut Acutum). Sobre esta teoría de los estilos, véase Innes, 1985. 28 La fuente aquí es Quintiliano y Cicerón. Las tres primeras son las cualidades narrativas (virtutes narrationis) que vienen de la tradición isocrática y se encuentran presentes en todos los tratados mayores de retórica latina: brevedad, claridad y verosimilitud. Quintiliano toma la magnificentia de Teodectes y la añade a éstas en su discusión sobre la narratio; finalmente, Lulio incluye la suavitas, que encontramos en Cicerón, elevando el número a cinco. Sobre la teoría de las virtudes (aretáí) en el estilo, ver Russell, 1981. 29 quod haec quae dixi genera, alii characteres appellant, alii formas dicendi, alii stylum, alii virtutem, nos tomen posthac ex Platone et Isocrate, ideas nuncupabimus [: 420]. Est autem idea cogitata forma sermonis, ad quam imitando referimus nostri sermonis qualitatem, ut, cum á pertúrbato homine omnia tumultuarié & imperfecte 44 En realidad, las dos nociones que subyacen tras estas páginas no son nuevas, sino que ya habían sido declaradas por Hermógenes: 1) que lo que diferencia un discurso de otro es la manera y proporción en que se combinan los recursos estilísticos [: 145], y 2) que el habla y calidad de las personas para la invención de un discurso es un producto de la imitación [: 151]. Hermógenes agrupó aquellas posibilidades de combinación en siete tipos de estilo y Antonio Lulio los traduce y recompone de la siguiente manera: I. Claritas (saphéneia) Claridad 1. Puritas (katkarotés) Pureza 2. Elegantia (eukríneia) Distinción 3. Evidentia II. Amplitudo (mégethos) Grandeza 1. Dignitas (semnotes) Solemnidad 2. Ásperitas (trachytés) Aspereza 3. Vehementia (sphodrotes) Vehemencia 4. Splendor (lamprotes) Brillantez 5. Vigor (akmé) Florecimiento 6. Circuitio, Circunductio (peribolé) Abundancia III. Pulchritudo (kallos) Belleza IV. Torvitas igorgotes) Rapidez V. Morata oratio (ethos) Carácter 1. Simplicitas (aphéleia) Sencillez proferantur, irali sermonem referens Poeta [: 422]. Todas las traducciones al texto latino de Lulio, aquí como en lo sucesivo, son mías. 45 2. Modestia, Candor, Facilitas (epiéikeia) Modestia 3. Calliditas, Subtilitas, Acumen (drimytes) Sutileza 4. Affecta oratio 4.1. Gravitas (barytes) Indignación 4.2. Suavitas (glykytes) Dulzura 4.3. Alacritas VI. Veritas (alétheia) Sinceridad VII. Decorum (deinotes) Fuerza Lo primero y más importante que se aprecia en este cuadro es la adición de un subtipo más entre los que crean Claridad: la Evidentia (enárgeia) y en segundo lugar el agrupa-miento de Dulzura e Indignación, junto con Entusiasmo (Alacritas), como subtipos de un subtipo nuevo de Carácter: Affecta oratio. De la primera diferencia trataré en otro lugar.30 En cuanto a la segunda, me ocuparé aquí exclusivamente del tipo de estilo Dulzura. Según Lulio, el acto discursivo se compone de tres elementos: emisor, receptor y mensaje,31 si bien el elemento receptor no parece que tenga entidad propia, sino que es un factor a considerar en el análisis tanto del emisor como del mensaje. El mensaje, a su vez, se subdivide en dos elementos: el contenido (res) y la dicción (verba). Los tipos de estilo se acomodan en estos tres polos lulianos del discurso de esta manera: Claridad, Grandeza, Belleza y Rapidez en la dicción; Carácter en el ánimo del emisor; y Sinceridad en el 30 Sobre esta figura, véase Galán Sánchez, 1993. 31 Esta división ya se encuentra en Aristóteles, Retórica I, 3, 1358b. 46 contenido.32 Sólo un tipo de estilo queda fuera de esta clasificación: el tipo Fuerza. La razón es simple: la Fuerza o Decoro debe estar presente en todos los elementos. Con esta visión Lulio está acomodando y validando las preceptivas de Hermógenes y Aristóteles. El carácter moral del hablante (ethos) es para Aristóteles una de las tres fuentes de persuasión (pistéis)33 en el discurso (Retórica I, 2, 1355b 35; I, 2, 1356a 4-13). Las otras dos son pathos (inducir un cierto estado emocional en la audiencia) y logos (la propia argumentación lógica del discurso). El orador debe imponer un cierto carácter a su discurso de manera que revele su condición moral,34 lo cual le hará ganar credibilidad entre los 32 La Sinceridad (probabilitas o ventas, que así es como traduce el término griego alétheiá), es un requisito importante que deben tener los hechos mismos de los que se trata. Es más, para mover a un auditorio es necesario que primero éste crea que lo que se dice es verdad. Se simula verdad no sólo no omitiendo las circunstancias, sino además exponiendo los hechos detalladamente, y aún mejor confirmándolos también [: 424]. Pero la Sinceridad no sólo se consigue atendiendo a la probabilidad o verosimilitud de los hechos sino también atendiendo al ánimo con que habla el orador. El más adecuado para producir credibilidad es el ánimo espontáneo, es decir, aquel discurso que no parece artificioso sino natural y espontáneo, como escrito al correr de la pluma. 33 En el De oratore (II, 27, 115) de Cicerón encontramos las pistéis de Aristóteles redefinidas en términos latinos y adaptadas a los fines del ars dicendi; y así las tres tareas del orador son: probare/'docere, conciliare/ delectare, y movere (De oratore II, 29, 128; II, 77, 310; III, 27, 104). Cf. Fantham, 1973; y May, 1988. 34 Para ganarse a la audiencia el hablante debe hacer alarde de su inteligencia (phrónesis), virtud (areté) y bondad (éunoia). Si alguna de estas cualidades falta, la persuasión puede resultar ineficaz (Aristóteles, Retó- ricall, 1, 1377b 20-24, 1378a 6-15). 47 oyentes y de este modo convertirse en un vehículo de persuasión.35 En la visión aristotélica esta credibilidad hacia el hablante se debe establecer en el mismo y por el mismo discurso, y no por ninguna preconcepción que el auditorio tenga acerca del hablante. El carácter de la dicción, entonces, está en el ánimo de quien habla. Pero Lulio, como Hermógenes, distingue entre lo que significa dotar a un prototipo humano del habla, pensamientos y demás atributos que le corresponden, es decir, adecuar su carácter a la persona así como al tiempo y al lugar, y la Idea de Carácter: No nos referimos aquí a aquel carácter del discurso que se consigue adaptando el propósito [del pensamiento (argumentuníj] a las personas, como es lo que puede decir un soldado o un agricultor; ni tampoco a aquello que pueden decir quienes tienen una inclinación moral, como son el avaro, el adúltero, o el salvaje.36 Esta adaptación del pensamiento a las personas es lo que causa que se vea de forma natural que un soldado victorioso 35 Existen tres concepciones de ethos en la Retórica de Aristóteles: la más importante es el carácter moral del hablante, que mencionamos aquí. Una segunda concepción es el carácter de la audiencia al cual el orador debe acomodar su discurso (Retórica I, 8, 1365b 21-28; II, 12, 1388b31- 1389a2), y la tercera es el carácter de un individuo ajeno al hablante y a la audiencia: la construcción del carácter de un personaje (ethopoiía) (Retórica III, 7, 1408a 25-36; III, 16, 1417a 16-36). Cf. Sattler, 1947; y Kennedy, 1963: 91-93. 36 Non agimus hic de morata illa oratione, quae cuique propositae personas adaptatur, ul quae dicantur ab milite, quae ab agrícola: aut rursum personis sic qffectis, avaro, adultero, crudeli [: 463], 48 se jacte de su gloria, que un agricultor tema las tempestades, o que un joven se enamore. Se trata, pues, del decoro en las prosopopeyas. Y prosigue Lulio: Sino que lo que tratamos de buscar es una Idea general de Carácter, por la que se contemple, asociando unos elementos con otros, que un discurso es verosímil y no falso.37 Estas Ideas que consiguen la verosimilitud del carácter son: Simplicidad (Simplicitas), Modestia (Modestia), Sutileza (Calliditas) y Discurso Afectado (Affecta oratió). Éste último subdividido en tres tipos: Dulzura (Suavitas), Entusiasmo (Alacritas) e Indignación (Gravitas). Para justificar esta modificación Lulio recurre de nuevo a Aristóteles, quien distingue dos clases de Carácter: aquel que tiene su causa en el hábito cotidiano (ab habitu animo), y aquél que tiene su causa en una inclinación o costumbre del ánimo, o en una reacción emocional irreflexiva (ab dispositione seu qffictatione).38 Según el hábito cotidiano, dice Lulio, la cualidad del Carácter es la Simplicidad y su contrario es la Sutileza, y entre ellas encontramos la Modestia. Según la inclinación o la afectación del ánimo, el Carácter que los griegos llaman pathético puede tener dos fuentes: el dolor (dolor, en griego barytes), y el placer (voluptas, en griego glykytes). Éste último es el origen del tipo de estilo Dulzura. Vemos aquí una interesante fusión entre las doctrinas de Aristóteles y Hermógenes: el tipo de estilo Carácter tiene su razón de ser en la construcción moral de la personalidad 37 Sed nos morís generalera ideam quaerimus, quae possit cum alus misceri, etper quam oratio verisimilis, non ficta videalur [: 463]. 38 Aristóteles, Ética a Nicómaco, II, 1, 1-2; II, 5, 2. 49 humana, cuyas causas son el hábito de la rutina diaria y la costumbre o inclinación moral de un individuo, así como las reacciones irreflexivas. Los subtipos de estilo que Lulio relaciona con esta clasificación son Sencillez, Sutileza y Modestia por el hábito cotidiano, y Dulzura, Indignación y Entusiasmo por la inclinación moral y la reacción irreflexiva de la persona. Además, esta importante noción que Lulio añade a la teoría de Hermógenes, es decir, el uso de los elementos y recursos de estilo para crear verosimilitud, es lo que hace que esta obra tenga interés técnico y filosófico. Representa también una adaptación de las teorías de Hermógenes a los tiempos modernos de Lulio. 3.3. EL TIPO DE ESTILO DULZURA EN ANTONIO LULIO El "discurso afectado" (qffecta oratio), según Lulio, tiene su origen en una perturbación del ánimo, tanto si se debe a una reacción emocional irreflexiva como si se debe a una inclinación de la naturaleza humana. Al primero corresponde un tipo de dicción que Lulio llama morata dictio {pathetikos logos), y al segundo otro que llama affectus (diáthesis). En ambos casos se muestra el ingenio y el carácter de ánimo de quien habla. Para mostrar estas perturbaciones de ánimo Lulio recomienda jugar con dos elementos: la voz y los gestos. Pero de estos dos géneros morales nos interesa fundamentalmente el segundo. Ya que estos tipos de estilo tienen la principal finalidad de causar verosimilitud en el discurso, Lulio propone la espontaneidad como fuente primaria de credibilidad. El "discurso afectado" se caracteriza más por la espontaneidad que por la industria, y por lo tanto le es más adecuado 50 aquello que se imita de la impericia y falta de sofisticación de los hombres, por una parte, y por la otra del ímpetu del ánimo y de las pasiones, como es, por ejemplo, lo que dicen los niños, los hombres rústicos, o los que tienen su estado de ánimo perturbado. Dice Antonio Lulio: El habla espontánea es aquella que irrumpe del estado emocional, ya sea de la indignación, que en griego se dice barytes, o del agrado, que suavidad o dulzura se dice, también del griego glykytes39 En realidad Lulio está recomponiendo, en este proceso, el cuadro del tipo de estilo Carácter de Hermógenes fundiendo las doctrinas de Quintiliano y Aristóteles con la de Hermógenes. La verosimilitud de los hechos que se exponen es una fuente de credibilidad, lo cual se encuentra en la doctrina de Quintiliano;40 y también es una fuente de credibilidad la apariencia de espontaneidad y falta de artificio en el habla del orador cuando irrumpe de improviso fruto de un estado afectivo, ya sea agradable o desagradable.41 El considerar las sensaciones y afectos agradables como una fuente de espontaneidad reveladora de Carácter es una adición de Antonio Lulio a la teoría de Hermógenes, que tan sólo habla de Indignación como fuente de espontaneidad. En cuanto a los temas que generan Dulzura, Lulio dice que hay dos géneros de carácter afectado para la invención de un discurso: lo que alegra (laetanús) y lo que entristece 39 est sermo impraemeditalus ex aliquo qffectu erumpens, vel ob rei indignitatem, quae esl barytes, vel ob gratiam, quae suavitas et deliciae, graecé glykytes [: 425]. 40 Quintiliano, Instituciones, IV, 2, 52-54. Hermógenes, Sobre los tipos de estilo [: 126-132]. 41 51 moerentis). En la alegría los hechos (res) muestran a la audiencia cosas gozosas y dulces en su aspecto, cosas llenas de sentimientos placenteros, cosas unidas a la buena fortuna y al cuerpo sano. Para mostrar tristeza, en cambio, se deben tratar temas molestos, ásperos, odiosos, etc. Lulio define la narración basada en el carácter orientado a lo agradable de la siguiente forma: Son narraciones agradables aquellas que contienen peripecias y agniciones. Además deben contener rasgos de carácter, tanto las [fábulas] simples como las compuestas. Así es [El asno de oro de] Apuleyo y Aristófanes en el Banquete [de Platón].42 Se debe tratar lo placentero de una manera directa, como se experimenta por los sentidos, sin tratar la utilidad, o la necesidad, o la condición de los hechos, como hacemos, por ejemplo, cuando tratamos de definirlos o averiguar la veracidad o persuasividad de los mismos, ya que sólo se pretende una cosa: delectar a la audiencia. Estos son los temas que generan Dulzura.43 Por otra parte, también en el habla de los personajes (prosopopoíias) se puede crear Dulzura, como son por ejemplo las prosopopeyas de Fedra y Medea.44 42 Sunl enim narrationes quaedam lepidae, in quibus peripetiae agnitionesque continentur: tum mores, tam simplices quam versuti. Talis est Apuleii et Aristophanis in Symposio [: 476]. 43 Lulio añade que a este género de temas le llaman los griegos habrás: lo delicado, géntil, bonito, lujoso, agradable. 44 In quantitatem aliquando veniunt prosopopoeiae delicatae et molles. Ac molles quidem blandaeque fiunt omnes adulatoriae. Tunc hic eras mi Phaedra et illa Medea [: 476]. 52 Parece evidente que el cauce discursivo de Lulio resulta de una fusión de elementos de las tres tradiciones: griega, bizantina y latina, como ya nos avisaba el autor en el mismo título de su obra: "Quibus non modo Hermogenes ipse totus, verum etiam quicquid ferem ac reliquis Graecis ac Latinis de Arte dicendi traditum est". Lulio está adaptando ideas latinas de la teoría de la narración con ideas griegas de la composición y estructura de la fábula a la noción de Hermogenes de tipo de estilo Dulzura. Más específicamente Lulio está fusionando los términos festivitas y glykytes dentro de un marco teórico aristotélico. Son narraciones, y también prosopopeyas, basadas en el carácter de las personas (y no en los hechos que se narran), que deben contener una diversidad de elementos, entre ellos cambios de fortuna y reconocimientos, cuya finalidad fundamental es entretener.45 Veamos ahora las características específicas del tipo de estilo Dulzura. 3.3.1. Contenidos nocionales (sententiae) Lulio, como Hermógenes, explica el tipo de estilo Dulzura en base a las partes de que se compone el discurso: pensamientos o contenidos nocionales (sententiae), tratamiento de los mismos o método (methodus, ductus), y léxico o dicción (dictio). Lulio clasifica los pensamientos en siete grupos, que yo he reagrupado aquí en tres siguiendo criterios paralelos a la división hecha en los de Hermogenes. Son los siguientes: 45 Compárese las palabras de Lulio con las de Ad Herennium cuando explica cómo debe ser una narración basada en las personas (I, 8, 13), y con las de Aristóteles cuando habla de la fábula (Poética, 1452a, 10). Para una discusión sobre la teoría de la narración de Antonio Lulio, véase Artaza, 1989: especialmente 156-162. 53 A) Ficción La idea subyacente de este primer agrupamiento es la de ficción: a mayor ficción mayor Dulzura.46 Corresponden exactamente con los de Hermógenes, y son los siguientes: En primer lugar, son dulces los "pensamientos mitológicos", como las Metamorfosis de Ovidio.47 En segundo lugar, son dulces "las narraciones cercanas a la mitología, como es la guerra de Troya, y entre nuestros contemporáneos los Orlandos, Amadises y otros similares"'.48 46 Annabel Patterson ya destacó la relación subyacente que hay entre la asociación de las dos categorías, Dulzura y ficción, y su relación proporcional inversa: "But the real interest of these categories comes from their underlying assumption that Sweetness and fiction go together, and that one can create a hierarchy of written works, in which the amount of Sweetness decreases in proportion to their increasing factuatity" [1970: 61]. Esta relación no resulta tan chocante si pensa mos que el tipo de estilo Dulzura sirve precisamente a la "literatura de entretenimiento". 47 In primis vero senlentias fabulosas, ul de Androgyno el quales in suma Metamorphosin plurimas accumulavil Naso [: 477]. 48 Secundo loco narrationes ponunl fabulis affiines, ul Troiani belli, el apud nos Rollandi, Amadisii, el similium [: 477]. Annabel Patterson, y después Elena Artaza siguiendo a aquélla, entienden que Antonio Lulio se refiere a la Chanson de Roland y el Amadís de Gaula con estas menciones. Sin embargo, no encuentro ninguna razón para pensar que Lulio está aludiendo a otro género que a los modernos libros de caballería ejemplificados por el Orlando enamorado de Boiardo y el Orlando furioso de Ariosto, y todos los libros de los Amadises españoles. ¿Cómo un preceptista del calibre de Lulio mezclaría dos géneros tan dispares y distantes en el momento en que el "Romanzo" se ha consagrado como género moderno? Ello su pondría aceptar que Lulio era ajeno a los recientes debates por la defensa de antiguos o modernos. Tan sólo cuatro años antes se había publicado en Italia una importante defensa de la imilazione di novo de 54 Y en tercer lugar, son dulces "aquellas narraciones que están mezcladas con la mitología, como es la historia de Herodoto".49 La inclusión de los libros de caballerías entre las narraciones contemporáneas a Lulio cercanas al mito nos debe dar una idea de la clasificación de los géneros novelescos de ese momento. Lulio no conoce La Diana de Montemayor cuando escribe su tratado, pero sí que conoce La Arcadia de Sannazaro, que incluye entre la poesía bucólica junto con las obras de Teócríto y Virgilio. B) Descripciones sensoriales y afectuosas El segundo grupo de pensamientos, que Lulio expresa en cuarto lugar, lo constituyen las descripciones agradables de carácter sensitivo o sensual. A él añadimos las de carácter emocional, que Lulio expresa en quinto lugar. Son las siguientes: Primero, son pensamientos que crean Dulzura las descripciones de cosas que agradan tanto a la vista como a los otros sentidos, ya que las acciones que dan placer a nuestro cuerpo también agrada escucharlas.50 Es preciso hacer noinfluencia aristotélica: Discorsi di M. Giovambattista Giraldi Cinthio nobile ferrarese, e segrelario dell'Illustrissimo et Eccellentiss. Dvca di Ferrara intorno al compone de i Romanzi, delle Comedie, e delle Tragedle, e di altre maniere di Poesie. In Vinecia appresso Gabriel Giolito de Ferrari et Fratelli. M D LIIII (1554). 49 Tertio, quae cum fabulis mixtae sunl: ul Herodoti historia [: 477]. 50 Quarto, descriptiones rerum, quae tum visui iucundae censentur (quo modo dialogos fere auspicati sunt Plato et Tullius et alii) tum aliis sensibus Jestivae et gratae. Quibuscunque enim delectatur corpus, eadem audire iucundum esl, concentus vocum, prata virentia, aedificiorum elegantiam [: 477]. 55 tar que los dos sentidos preponderantes son la vista y el oído: aquello que nos complace ver nos complace también oír. Segundo, "toda clase de discursos amorosos son tan tiernos y delicados como hermosos, y aún conmueven y ablandan el ánimo, creo yo, por naturaleza".51 Tercero, "también alegra mucho oír las alabanzas de nuestros antepasados, de nuestros compatriotas, y de nuestros hijos".52 C) Dotar de atributos humanos al mundo animal y al mundo inerte. La idea subyacente de este grupo, que corresponde con el sexto y séptimo de Lulio, es atribuir racionalidad a lo irracional. Corresponde también con la clasificación de Hermógenes. Son los casos siguientes: En primer lugar, revestir objetos inanimados de características humanas.53 Y en segundo lugar, "siempre que se atribuye sensación o raciocinio a aquellas cosas que carecen de sentidos, o de razón".54 51 Ea propler sermones de amoribus ad hanc vel plurimum conferunl, molliores lamen el delicatores quam formosiores. Flectunl enim el emolliunt (crede mihi) hae natura animum [: 478]. 52 Quinto loco, audire iuvat laudes suas, parentum, patriae, liberorum [:478]. 53 Adde fictiones personarum, el dialogos, ul Pontem indignatus [:478]. 54 El quandocunque rei quae sensu carel, aul ratione, sensus aul ratio tribuilur [: 478]. 56 La lista ofrecida por Lulio no es diferente de la de Hermogenes, con la excepción de que Lulio no incluye los contenidos de la Sencillez con los de la Dulzura. 3.3.2. Tratamiento de los contenidos nocionales (ductus) El segundo componente del discurso que trata Lulio es el método. Los tipos de estilo Dulzura y Sencillez comparten esencialmente los mismos métodos.55 Son los siguientes: A) Narración El primero consiste en la narración cronológica de los acontecimientos.56 Lulio censura algunas ficciones que resultan de imitaciones de personas excesivamente humildes y de lenguaje excesivamente coloquial porque dañan la educación de los adolescentes. Es probable que se esté haciendo eco de las censuras morales erasmistas. Esta postura puede estar en sintonía con una actitud humanista que acusaba a ciertos géneros literarios de entretenimiento como moral-mente perniciosos.57 55 Duclus ergo eligetur simplex [: 478]. Simplex quoque ductus est cum quis ea narrat, verbisque prosequitur, quae nec quisquam rogat nec omnino necessaria videnlur [: 465]. 57 Quod aetate nostra imitad quídam personas humillimas in suis dialogís, aliisque tibellis inlroducentes, ut sermonis ridicula simplicitate, nefandas opiniones inslillent in animos adolescentum [: 465]. Cf. Bataillon, 1966, especialmente el capítulo "La estela del erasmismo en la literatura profana". Sobre las críticas morales a los libros de pastores, sentimentales y de caballería, véanse Krauss, 1936; de Riquer, 1973; Russell, 1982. 56 57 B) Comparaciones argumentativas Se refiere a tratar de confirmar un hecho recurriendo a comparaciones con el mundo ya sea tanto animal como inanimado, por lo que de común tienen ambas partes. La Dulzura es tanto mayor cuanto más usamos de objetos inanimados.58 C) Afirmaciones por juramento Afirmar la veracidad de un hecho por juramento en lugar de usar pruebas es un método de la Sencillez, pero excluye las invocaciones juradas que están dispuestas en el discurso para satisfacer la línea argumentativa del mismo, porque éstas no son ni sencillas ni tienen carácter.59 Los tratamientos que presenta Lulio son los mismos que había señalado Hermógenes, con las siguientes precisiones: para el primero las comparaciones argumentativas en las que se usan seres no racionales son un pensamiento, pero Lulio lo recompone junto con la noción de garantizar la credibilidad de un hecho, que era un método para Hermógenes, y lo divide en dos casos: usar de comparaciones con el mundo no racional y usar de invocaciones y juramentos extemporáneos sin propósito argumentativo. 58 Confirmaciones ad fidem faciendam simplices erunt, quae a brutis animan- libus, ut per similitudinen aul comparationem assumentur. Habet autem simplecitas lanío plus de suavitatis idea quanto magis ad inanimata refertur [: 465]. 59 Affirmatio per iusiurandum quoque simplex est. Verum si iusiurandum aul invocatio in finem argumenti incidat et probationis, non simplex nec morale existimat genus esse Hermógenes [: 466]. 58 Además de lo expuesto hasta aquí, Antonio Lulio introduce una adición interesante para nuestro propósito cuando ilustra los tratamientos de la Dulzura poniendo como ejemplo la poesía bucólica; y dice de ella: La poesía bucólica muestra las cosas que cantan los pastores. Las fábulas son simples, y los pensamientos son ordinarios y comunes a la mayoría de la gente. El discurso es espontáneo, pues carece de premeditación, y tiene su causa y origen en la declaración de experiencias sensoriales y sensitivas. En estas experiencias, que provienen de las cosas plácidas, como la sensación de lo sensual y el cosquilleo de nuestros órganos interiores, declaramos prosopopeyas y exclamaciones delicadas y amorosas.60 Ya que son ficciones de entretenimiento, la mayoría amorosas, el mundo de los sentidos juega un papel muy importante. Según Lulio, en la poesía bucólica encontramos ficciones de lo irracional agradables y entretenidas, asi como el uso de apóstrofes y comparaciones en que se invocan y comparan objetos inanimados.61 3.3.3. La dicción (dictio) El tercer y último componente del discurso en que Lulio divide el tipo de estilo Dulzura es la dicción: consideracio60 Docel carmen Bucolicum, quod ab pastoribus canlalur: fabulae quoque simplices sunl, el communium vuigariumque sententiarum: ommsque ex voluptale erumpens oratio, praemeditalione carel. Ea re prosopopoeias, el exclamationes ex mili quodam sensu voluplatis, titillalioneque viscerum delicalas nuncupamus [: 478]. 61 Fictiones aulem rerum insensibilium, molles el/estivas. [...] Apostrophe ad eadem. [...] Similitudines ex rebus iucundis cum simplicitate [: 478]. 59 nes formales de la lengua que ha de tener en cuenta el orador para materializar la expresión de los contenidos. Son los siguientes: léxico, figuras de dicción y compositio: A) Léxico Consiste en la adaptación de la lengua al pensamiento. Lulio menciona los siguientes: En primer lugar crea Dulzura el vocabulario común. Es una cualidad que comparten los tipos de estilo Sencillez, Pureza y Dulzura. Por ello entiende Lulio emplear los vocablos en su sentido literal, en el sentido común de su uso, y no figurado.62 En segundo lugar son dulces los vocablos sensoriales y desiderativos. El mismo vocabulario que denota lo agradable, amoroso, sensual y desiderativo, y también el uso de vocablos que expresan familiaridad, crea Dulzura. Además, Lulio menciona específicamente el uso de los diminutivos y las expresiones que tienen la finalidad de agradar, así como la contemplación de lo placentero.63 En tercer lugar es dulce la dicción poética. La elección del mismo vocabulario que usan los poetas crea Dulzura. 62 Suavitas ergo ex una sit simplicitate [: 480]. Dicho [simplex] autem eadem quae & pura, minimique qffectatae sonorilatis [: 467]. Dicho [pura] propria et Latina [...] habeant communia usuque trita, propriaque et absque interprete per se nota vocabula [: 427]. 63 Voces ipsae, tener, delicatus, mollis ac símiles (nisi aliunde impediantur) talem faciunt orationem, ut contra durus, asper, difficilis, rigidus [: 479]. Deliciae autem, delicata inquam et tenera oratio ea est, quae ex contemplatione (ut dixi) rei iucundae, quasique titillatione cordis erumpit [: 480]. Diminutiva verba eadem sunt et suavia. Et desiderativa [: 481]. 60 También crea Dulzura introducir versos en la prosa. Se deben, en general, evitar las metáforas, ya que modifican el sentido común de las palabras, pero Lulio admite las metáforas que se construyen de la materia agradable.64 En cambio la ironía es un tropo contrario a la Dulzura.65 En cuarto lugar el uso de epítetos en el discurso crea Dulzura. En particular Lulio menciona dos casos que son dulces por excelencia: a) usar epítetos propios de los seres humanos en el discurso amoroso y cuando hablamos de cosas queridas;66 y b) usar epítetos que ponen de manifiesto el ánimo de quien habla en las construcciones de carácter (ethopoiias), cuando de prosopopeyas se trata.67 64 Facta vero ad imitationem rei nomina mulium iuvant et quae per melaplasmum deformantur. Cum enim sil poetica dictio omnium suavissima, nulli magis hanc figurant quam poetae [: 480]. Tum versum extemporalis fabricatio et spontanea (ut principium libri Ciceronis De senectutej omnes festivitate delectant. Sequitur, ut dicho eligatur non translata omnino. Etenim metaphora nisi in promptu sit, quaesita longius non delectat. Sic uno verbo ex delicata facta est haec splendida [: 480]. 65 Ironia ergo, quod ab simplicitate aliena est, minus potest suavis esse, quan- quam lepide multa et urbana efficiat [: 479]. 66 Mollis ergo oratio ubi significatio sit amoris el benevolentiae. Molles simul et delicatae translationes ex rebus charissimis. Res quae tantum sunt res, cum epithetis personarum, similiter molles fiunt [: 479]. 67 Ergo ex prosopopoeiae partib[us] in primis eam seligemus, quae dicta est ethopoeia, in qua sunt addubitationes et epitheta quae sensum animi declarant, iusiurandum, vehementior affirmatio, omnis vocativus casus, el mductio frequens pronominis [...] declarant enim nimium qffectum animum haec, ideo multum morala et sine consilio dicta sunt [: 466]. La ethopoiía (latín ethopoeia) es un ejercicio retórico que consiste en la construcción de la personalidad de un perso naje por imitación. Cuando tanto el personaje que se inventa como la personalidad de que se le reviste son ficticios se llama prosopopoeia. Este ejercicio ya lo preceptua Aftonio, cuyos Progymnásmata tuvieron una enorme difusión en los siglos XVI y XVII. Cf. Clark, 1952; y López Grigera, 1993. 61 B) Figuras de dicción A diferencia de Hermógenes Lulio no enumera ninguna lista de figuras de dicción, pero en cuanto a la construcción y enunciación de las oraciones Lulio dice que no existe una manera única de hacerlo para crear un estilo dulce, sin embargo destaca que entre las más adecuadas están la construcción optativa y la indicativa.68 La enunciación demostrativa, que es sencilla, también puede ser dulce, y la interrogativa, aunque es áspera, puede serlo dulce también, sobre todo cuando hay colisión de vocales, se duplica la "s", y se usan tres semivocales en una voz.69 El uso de adverbios y epítetos enfatiza este tipo de enunciación dulce. C) Compositio Los elementos de la compositio son el numeras, la cadencia y el ritmo. Lulio dice que el uso de ciertas letras también contribuye al efecto general de este tipo de estilo. La vocal más adecuada para crear Dulzura es la "e", y especialmente cuando se usa junto con la "i".70 Dice además que las vocales "a" y "o" deben usarse en sílabas cortas, y también juntas con la "e" o la "i". Por lo que se refiere a las conso- 68 Enunciatio in suavitate non una est; siquidem putamus teneram omnem optalivam, alias non ilem, potest enim mollis esse indicativa et alterius modi [: 481]. 69 Una nimirum interrogalio magis obest quam colissio vocalium, el sigma duplicatum, el trium semivocalium in una voce commixlio [: 481]. 70 ínter vocales ergo mollissima est E, magis etiam si iungalur cum i [: 481 ]. 62 nantes, las mejores para elegir son la "b", la "p", la "f, y también la "t" o la "c" cuando se usan tras la "i".71 En cuanto a los pies métricos, los más apropiados son los siguientes: dactilico, anapéstico, peónico, epítrito, jónico, coriámbico y troqueo.72 4. CONCLUSIONES Con Antonio Lulio se produce una fusión de tradiciones retórico-poéticas. La más importante a destacar es la "aristotelización" de la Idea de Carácter de Hermógenes. Al tipo de estilo Carácter, que Hermógenes entiende en un sentido estrictamente técnico, Lulio le dota de un contenido ético y filosófico que lo entronca en línea con el pensamiento humanístico. El carácter del orador se convierte en uno de los tres pilares de la invención discursiva, junto con la elocuencia en la dicción y la verosimilitud de los hechos que se tratan. Éste último también de gran importancia en la tradición humanística. Si ello traduce ecos erasmistas o no, es un problema que requiere de un análisis más pormenorizado. La influencia de tratadistas latinos, sobre todo de Quintiliano (a quien Lulio considera como el mejor retórico hispano de la historia) y de Cicerón, también se deja notar 71 Mutarum porro, quae cognatae sunt vicinitas, in suavis erit; ut B, et P, et F. Quo circa el i consonans, apposita T aut C [: 482]. 72 De numero autem qui suavitatem pariat etsi mollem nihil perinde dictionem facit, ac numerus, hoc solum repelemus, Dactylum, Anapaestum, et Paeonem, formosos esse: Epitritum tertium, delicatum: mollem vero lonicum, et Choriambum, et Trocheum [: 482]. 63 en algunos de los aspectos más técnicos que hemos visto, tales como la clasificación de las virtudes narrativas o la recolección de los temas que agradan (festivitas y suavitas). En su conjunto, la adaptación que hace Antonio Lulio del tipo de estilo Dulzura enfatiza de manera significativa la narración como método y la verosimilitud como propiedad discursiva en los géneros literarios de entretenimiento, aquéllos que más lejos están de la verdad (o historia). Que estos dos factores fueran decisivos para la creación, por ejemplo, del Lazarillo (1554) en la forma discursiva en que apareció (una sátira menipea —según lo clasifica el mismo Lulio— reconvertida en diálogo en prosa) y de la Diana (1558) de Montemayor (un poema bucólico reconvertido en narración novelesca) es la hipótesis de trabajo que planteo provisionalmente mientras completo un estudio para la historia del tipo de estilo Dulzura en el siglo XVI. BIBLIOGRAFÍA FUENTES APHTONIUS. Progymnasmata. English translation by P. P. Matsen. En Readings from Classical Rhetoric, Carbondale, Southern Illinois University Press, 1990, pp. 266-88. ARISTOTLE. The Nicomachean Ethics. With an English translation by Horace Rackham. The Loeb Classical Library. Cambridge, Harvard University Press / London, W. Heinemann Ltd., 1934. ARISTÓTELES. Retórica. Edición bilingüe, traducción, prólogo y notas por Antonio Tovar. Clásicos políticos. Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1953. 64 Poética. 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