JOHN LOCKE John Locke nació en el pueblo de Wrington, Somerset, el 29 de agosto de 1632. Estudió en la Universidad de Oxford e impartió clases de griego, retórica y filosofía moral en Oxford desde 1661 hasta 1664. En 1667 inició su relación con el estadista inglés Anthony Ashley Cooper, primer conde de Shaftesbury, de quien fue amigo, consejero y médico. Shaftesbury consiguió para Locke algunos cargos menores en el Gobierno. En 1669, en una de sus funciones oficiales, Locke escribió una constitución para los propietarios de la colonia de Carolina, en Norteamérica, pero nunca se aplicó. En 1675, después de que el liberal Shaftesbury hubiera perdido el favor de la corona, Locke se estableció en Francia. Regresó a Inglaterra en 1679, pero debido a su oposición a la Iglesia católica romana, que contaba con el apoyo de la monarquía inglesa de esa época, pronto tuvo que regresar al continente. Desde 1683 hasta 1688 vivió en Holanda, y tras la llamada Revolución gloriosa de 1688 y la restauración del protestantismo, Locke regresó una vez más a Inglaterra. El nuevo rey Guillermo III de Orange nombró a Locke para que desempeñara el ministerio de Comercio en 1696, cargo del que dimitió en 1700 debido a una enfermedad. Murió en Oates el 28 de octubre de 1704. Fue el fundador de la escuela del empirismo. Locke hizo hincapié en la importancia de la experiencia de los sentidos en la búsqueda del conocimiento en vez de la especulación intuitiva o la deducción. La doctrina empirista fue expuesta por primera vez por el filósofo y estadista inglés Francis Bacon a principios del siglo XVII, pero Locke la dotó de una expresión sistemática en su Ensayo sobre el entendimiento humano (1690). Afirmaba que la mente de una persona en el momento del nacimiento es como una tabula rasa, una hoja en blanco sobre la que la experiencia imprime el conocimiento, y no creía en la intuición o teorías de las concepciones innatas. Locke mantenía que todos lo hombres nacen buenos, libres e iguales, y viven en un estado de completa libertad para dispones de sus actos y propiedades, pero a diferencia de Hobbes para el cual el hombre no es bueno, este estado de naturaleza no es de guerra porque el hombre no es un ser agresivo, sino de paz, buena voluntad, asistencia mutua y conservación. Este estado de naturaleza se encuentra regido por la ley natural. Recibe el concepto escolástico de ley natural con la referencia a Dios como origen y garante de la misma. El hombre es titular de unos derechos naturales que exigen respeto y protección por lo demás. Otro de los puntos de la teoría de Locke que se diferencia de Hobbes, es que para él la sociedad ya existe en el estado de naturaleza, la sociedad entendida como sociedad familiar, como conjunto de relaciones estables, si bien sin autoridad, es decir en la anarquía, pero guiados por la razón. El estado de naturaleza sería en Locke un estado prepolítico y no presocial. Pero el paso del estado de naturaleza al estado civil se da por la propiedad. El concepto de propiedad se encuentra en muchos autores de la época, es un concepto sobre todo burgués. Locke trata el estado de naturaleza como método histórico además de analítico, pues supone una evolución dentro de él. Cree que en el estado de la naturaleza todo el mundo tiene derecho a obtener lo que la naturaleza proporciona, y en un principio no existe la propiedad, todo era común. Entiende la propiedad mezclada con el trabajo del cuerpo. El trabajo produce una transformación del objeto. Si gasta energía convierte el producto en parte de sí mismo. La propiedad existe sin pacto expreso de los individuos. Y los hombres se constituyen en sociedad para garantizar esa propiedad, para salvaguardar sus bienes, pues en el estado de naturaleza esa salvaguardia es muy incompleta. Para él la vida, la libertad y las posesiones solo pueden ser limitadas para hacer efectivos los títulos igualmente validos de una persona a los mismos derechos. En la teoría política Locke criticó en sus dos Tratados sobre el gobierno civil (1690) la teoría del derecho divino de los reyes y la naturaleza del Estado tal y como estaba concebido por Hobbes. En resumen, Locke afirmó que la soberanía no reside en el Estado sino en la gente, y que el Estado es supremo pero sólo si respeta la ley civil y la que él llamó ley "natural". Deriva la sociedad civil del consentimiento de sus miembros. El poder civil solo puede existir en la medida que deriva del derecho individual de cada hombre a proteger lo suyo. Legislativo y ejecutivo son el poder natural de cada hombre puesto en manos de la 1 comunidad. Es el pacto original por el que los hombres se unen en comunidad. Locke mantuvo más tarde que la revolución no sólo era un derecho, sino, a menudo, una obligación y abogó por un sistema de control y equilibrio en el Gobierno, que tenía que tener tres ramas, siendo la legislativa más importante que la ejecutiva o la judicial. Una revolución que disuelve un gobierno no disuelve la comunidad y el poder individual solo se abandona a cambio de mejoras y la sociedad debe asegurar la propiedad de cada uno. Da por supuesto el doble contrato, la comunidad de hacer a sus magistrados moralmente responsables y el gobierno y sociedad se crean para defender los intereses de los individuos. El acuerdo de una mayoría es idéntico al acto de toda la sociedad. Locke le da mas importancia al pacto que al establecimiento de un gobierno, y la forma de éste dependerá de la mayoría. Los poderes son limitados, el legislativo no puede imponer leyes arbitrariamente y no puede delegar su gobierno. El ejecutivo esta limitado por una dependencia hacia el legislativo y los dos no pueden encontrarse en las mismas manos. Conserva la teoría que al delegar el poder del pueblo este lo pierde mientras el gobierno cumpla sus poderes pero no lo podrá retomar hasta que el gobierno este completamente disuelto. A diferencia de Hobbes defiende el derecho moral a la revolución como resistencia a la tiranía. No es lo mismo gobierno que sociedad puesto que el primero debe procura el bienestar de la segunda. Niega que un gobierno pueda conseguir un gobierno justo por la fuerza. Toda invasión de los derechos de los ciudadanos es nula. La tradición medieval que recoge Locke supone una parte esencial en la revolución de 1688. Volverá a reunir el pensamiento de Hooker, su tradición iusnaturalista. Esa tradición medieval sostenía que el gobierno es responsable ante el pueblo y existe para el bienestar de la nación. El análisis de Hobbes había sido que la comunidad es una cooperación regulada por un contrato en el cual se cede el poder a un soberano lo cual conforma la idea de un individuo egoísta. Locke suponen que el pueblo ingles constituye un grupo social que persiste a través de los cambios de gobierno necesarios para el momento y que establece unas pautas morales que el gobierno debe respetar. La obra de Locke alcanzó una influencia inmediata en el pensamiento político. Influirá en la Revoluciones Norteamericana y Francesa y harán de el un portavoz revolucionario de la clase media. A diferencia de Hobbes y de Maquiavelo, Locke no tiene la pretensión de presentar reglas universales para todos los gobiernos. Fue más bien un teoricode su época, influenciados por los acontecimientos históricos y defensor de las aspiraciones de la burguesía. Si bien hoy en día se aceptan postulados de su teoría que trascendieron los intereses de clase. El reconocimiento de los derechos naturales del individuo y la división de poderes. El individuo y su derecho propiedad aparecen como fundamento de su teoría y hace una defensa de la libertad contra el poder absoluto y la opresión política. Era contrario a los monopolios del poder ejercido por los gobernantes. Habla de la comunidad como fideicomisaria de los derechos individuales Aunque pueda parecer una teoría simple resulta complicada, no era radical en sus planteamientos y era el menos doctrinario de los filósofos. También creía en la libertad religiosa y en la separación de la Iglesia y el Estado. 2