Contaminación

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Toxicología de los Alimentos
2015
SUSTANCIAS TÓXICAS ORIGINADAS POR CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
1 - DIOXINAS Y FURANOS
Las dioxinas y furanos están constituidas por un grupo de compuestos que se forman como
subproductos en múltiples procesos, tanto naturales como originados por la actividad humana.
La incidencia tóxica de estos compuestos en el hombre no está todavía bien establecida, sí se sabe que
ocasionan determinadas alteraciones funcionales y, en especial cloracné y en ningún caso se conoce
muerte alguna producida por intoxicaciones directas de dioxinas y furanos.
La reciente aparición de informaciones sobre la contaminación con dioxinas en pollos procedentes de
determinadas granjas de Bélgica, que habían sido alimentados con piensos adulterados con grasas de
origen industrial que contenían dioxinas, ha vuelto a poner de relieve a un amplio grupo de sustancias,
trágicamente popularizadas a partir de un accidente industrial, ocurrido hace más de 20 años.
El accidente acaecido en 1976 en una planta de fabricación de triclorofenol en Seveso (Italia), produjo la
liberación de una nube tóxica de composición compleja, incluyendo cantidades importantes de dioxinas,
que provocó víctimas mortales, así como numerosos casos de intoxicación, que en el caso de mujeres
embarazadas se tradujeron en abortos y malformaciones congénitas graves en los niños nacidos.
Después de varios años de estudios, se dispone actualmente de un extenso conocimiento sobre la
temática de las toxinas; podríamos afirmar que hoy en día las dioxinas constituyen, probablemente, la
familia de compuestos orgánicos más estudiados en el campo del medio ambiente.
De toda forma todavía existen muchas dudas en torno al conocimiento de estos compuestos; no se
conocen aún todas las fuentes potenciales de dioxinas, ni se sabe con certeza su mecanismo de acción
en el organismo humano; su toxicología está sujeta a algunas controversias puesto que si bien se
reconoce que son potenciales causantes de malformaciones fetales, mutaciones y cáncer en animales,
no ha habido hasta ahora pruebas concluyentes de que ocurra lo mismo con seres humanos y puede
que todavía se tarde mucho tiempo a conclusiones definitivas.
CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS
El término dioxina se aplica a un conjunto de sustancias aromáticas cuyo núcleo esencial es el 1,10dioxantraceno o dibenzo-p-dioxina. Dentro de éstas, los derivados clorados o policlorodibenzo-pdioxinas (PCDDs) son los más conocidos y, entre ellos, la TCDD (2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina)
es la más estudiada y, sin duda alguna, la molécula de referencia del grupo, motivo por el cual es
mencionada de forma habitual como dioxina, simplemente.
Junto con las dioxinas propiamente dichas, existen otros grupos de sustancias químicamente
relacionadas, que frecuentemente son asociadas a las dioxinas en lo que a aspectos de toxicidad
ambiental y humana se refiere. Se trata de los policlorodibenzofuranos (PCDFs) y
bifenilpoliclorados (BPCs). Debe tenerse presente, asimismo, que existen para los PCDDs y PCDFs
"versiones bromadas", en las que los átomos de cloro están sustituidos total o parcialmente por átomos
de bromo. Esto conduce a las bromodibenzo-p-dioxinas (BDDs) y a los bromodibenzofuranos
(BDFs).
Tanto los derivados clorados como bromados de las dibenzodioxinas y de los dibenzofuranos son
estructuras aromáticas tricíclicas con propiedades físicas y químicas similares. Teóricamente, existen 75
posibles congéneres químicos para las PCDDs (y otros tantos para las BDDs), de los que sólo 7
parecen desarrollar efectos tóxicos de tipo "dioxina"; se trata de aquellos que presentan átomos de cloro
en las posiciones 2, 3, 7 y 8. Igualmente, hay 135 teóricos congéneres para los PCDFs (y también para
los BDFs), de los que sólo 10 manifiestan toxicidad dioxínica. Por último, hay 209 posibles congéneres
de BPCs, con sólo 11 compuestos con propiedades tóxicas dioxínicas; concretamente, se trata de
aquellos con cuatro o más átomos de cloro, con no más de una sustitución en las posiciones orto
(numeradas como 2, 2', 6 ó 6').
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Dioxinas
Furanos
Bifenilpoliclorados
PROPIEDADES FÍSICO-QUÍMICAS
Dada la similitud estructural entre PCDFs y PCDDs, ambos tipos de compuestos presentan propiedades
físico-químicas análogas; son sólidos cristalinos de color blanco con puntos de fusión relativamente
elevados (entre 100 y 305°C). Son muy estables térmicamente y sólo se descomponen a temperaturas
bastante elevadas, por encima de los 750°C. Esta elevada estabilidad térmica, es la razón por la cual
son difícilmente destruidos en los procesos de combustión y su formación se vea favorecida
termodinámicamente en procesos térmicos donde intervengan compuestos clorados.
Son bastante inertes químicamente y difícilmente biodegradables y metabolizables. Esta estabilidad los
convierte en contaminantes persistentes cuando son liberados al medio, sin embargo son relativamente
sensibles a la radiación UV y a la luz solar y en condiciones apropiadas experimentan reacciones
fotoquímicas de degradación.
Una característica fundamental de estos compuestos es su lipofília, que contribuye a su acumulación en
los tejidos ricos en lípidos de los organismos de los seres vivos. Tienen alta insolubilidad en agua pura
(0,019 g/l para la 2,3,7,8-TCDD), aunque debe tenerse en cuenta que la cantidad PCDFs y PCDDs
contenidos en agua natural o residual puede superar ampliamente la solubilidad en agua pura, y esto es
debido a la fuerte tendencia que presentan estos compuestos a ser adsorbidos por partículas en
suspensión.
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Como norma general, estos compuestos son liposolubles y presentan una presión de vapor muy baja,
motivos por los cuales presentan un alto riesgo de bioacumulación.
ORIGEN DE LAS DIOXINAS Y ANÁLOGOS
Los derivados clorados y bromados de dioxinas y furanos no tienen interés industrial como tales y por
ello nunca han sido sintetizados de forma intencionada, salvo a escala de laboratorio con fines
científicos y/o analíticos. En el ámbito industrial son producidos como elementos de desecho a partir de
diversos procesos químicos y de combustión.
Por su parte, los BPCs son producidos en cantidades relativamente grandes para su uso como agentes
dieléctricos, fluidos hidráulicos, plásticos y pinturas.
En términos generales, pueden agruparse las posibles fuentes de dioxinas y análogos en cuatro:
 Procesos de incineración y combustión: Incineración de basuras y de otros residuos sólidos,
tales como medicamentos, restos biológicos y otros elementos peligrosos; procesos metalúrgicos, tales
como la producción de acero a alta temperatura, recuperación de metales en altos hornos, combustión
de carbón, madera, productos petrolíferos y neumáticos usados.
 Industria química: Producción de cloro y derivados clorados orgánicos con fines diferentes:
insecticidas, herbicidas, catalizadores y productos intermedios para la síntesis de otras sustancias.
Aunque la producción de muchas de las sustancias incluidas en este grupo han dejado de ser
producidas en la mayor parte de los países desarrollados, no ocurre lo mismo en países en vías de
desarrollo.
 Producción de papel y depuración de aguas: Los procedimientos de blanqueado de papel
mediante el empleo de cloro pueden conducir a la formación de PCDDs y PCDFs a partir de los
derivados polifenólicos presentes de forma natural en la pulpa de la madera empleada en la producción
de pasta de papel. De igual manera, los lodos empleados en los procesos de depuración de aguas
residuales pueden concentrar cantidades apreciables de PCDDs y PCDFs.
 Reservorios naturales: La notable estabilidad química y su lipofília facilitan su acumulación en
suelos, sedimentos y materia orgánica. Esto puede, al menos teóricamente, facilitar su diseminación a
través del polvo. No es probable que esto último tenga consecuencias importantes a escala global, pero
sí puede tenerlas a escala local.
FACTORES DE EQUIVALENCIA TÓXICA DE LAS DIOXINAS (TEF/TEQ)
La similitud de los aspectos toxicológicos del conjunto de los productos indicados ha permitido
establecer un parámetro para poder definir la toxicidad relativa de cada uno de ellos. Se trata del Factor
de Equivalencia Tóxica o TEF (Toxic Equivalency Factor), que utiliza a la TCDD (2,3,7,8Tetraclorodibenzo-p-dioxina) como referencia, asignándole el valor 1.
La compleja naturaleza de las mezclas de PCDDs, PCDFs y BPCs existentes en la realidad ambiental,
complica notablemente la evaluación de los riesgos ambientales y sanitarios, por este motivo, se ha
desarrollado otro parámetro que facilita la determinación de los riesgos y el control regulatorio sobre la
exposición a estas mezclas. Este parámetro es conocido como Concentración Equivalente Tóxica o
TEQ (TCDD Toxic Equivalents Concentration), que combina los correspondientes valores TEF para
cada uno de los congéneres individuales presentes en la mezcla, con su concentración en la misma.
NIVELES DE EXPOSICIÓN HUMANA A LAS DIOXINAS Y ANÁLOGOS
Los seres humanos están expuestos a la presencia de dioxinas y análogos en el medio ambiente,
pudiendo ser objeto, además, de contaminación accidental o profesional (ocupacional).
Se estima que más del 90% de la exposición ambiental a PCDDs y PCDFs proviene de los alimentos,
muy especialmente de aquellos de origen animal. La contaminación de los alimentos deriva
esencialmente de la deposición de las emisiones procedentes de diferentes fuentes (incineración de
desechos, producción de sustancias químicas, etc.) en granjas o en sus proximidades, así como en los
cursos de agua.
En los países industrializados el consumo diario medio de PCDDs y PCDFs es de 50-200 pg
TEQ/persona/día. Esto conduce a unos niveles de 10-30 pg TEQ por g de tejido graso, equivalentes a 2-
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6 ng TEQ/kg peso corporal. Si se incluye a los BPCs, entonces los correspondientes valores TEQ se
multiplican por un factor de 2 a 3.
En general, el consumo de este tipo de agentes es relativamente elevado durante la infancia,
moderándose en los adultos a partir de los 20 años. En comparación con los adultos, los niveles en
niños lactantes son 1 o 2 órdenes de magnitud superiores, con relación al peso. Los últimos estudios de
campo realizados por la OMS indican diferencias sustanciales en las concentraciones de estos
productos en la leche materna, con niveles más elevados en los países industrializados (10-35 pg
TEQ/g grasa láctea) que en los aún en vías de desarrollo (<10 pg TEQ/g grasa láctea). No obstante, las
tendencias observadas en los países desarrollados, como Alemania, indican una clara tendencia
descendente, con una caída del 65% en los niveles lácteos maternos, entre 1989 y 1997.
La contaminación de origen accidental tiene un conocido antecedente. Se trata del accidente acaecido
en 1976 en una planta de fabricación de triclorofenol en Seveso (Italia), que produjo la liberación de una
nube tóxica de composición compleja, incluyendo cantidades importantes de dioxinas, que provocó
víctimas mortales, así como numerosos casos de intoxicación, que en el caso de mujeres embarazadas
se tradujeron en abortos y malformaciones congénitas graves en los niños nacidos. En Seveso, los
niveles séricos de TCDD alcanzaron cifras de hasta 56.000 pg (0,056 µg) por cada g tejido graso.
Una exposición anormalmente elevada a las dioxinas y análogos también puede ser producida por la
contaminación de alimentos, como fue el caso en Bélgica (1999) por la utilización de piensos
adulterados con grasas industriales contaminadas con dioxinas, para el cebado de pollos.
La contaminación a gran escala de alimentos por PCDDs, PCDFs y BPCs no es nueva, ya que existen
antecedentes como la contaminación de aceites comestibles en Yusho (Japón), de forma similar
(aunque con otros agentes tóxicos) a lo que ocurrió en España con el tristemente famoso caso del
aceite de colza adulterado.
En algunos sujetos japoneses intoxicados se detectaron consumos de hasta 154.000 pg TEQ/kg
peso/día, lo que supone cinco órdenes de magnitud superiores al consumo medio estimado en
diferentes países.
Finalmente, las actividades industriales y de servicios que generan incontroladamente PCDDs y
análogos (incineración de residuos, producción de plaguicidas y productos químicos) pueden provocar
contaminación en los trabajadores y en personas que viven en zonas próximas. En este sentido, se han
obtenido niveles que van desde 140 a 2000 pg por g de tejido graso. Este valor es 1-3 veces superior
que el de los niveles sanguíneos medidos en la población general.
EFECTOS NOCIVOS DE LAS DIOXINAS Y PRODUCTOS RELACIONADOS
En los animales, TCDD es capaz de producir efectos teratógenos, siendo especialmente comunes las
alteraciones cutáneas y capilares, renales, hendiduras palatales, abortos espontáneos e incluso la
muerte. También ha demostrado ser un agente cancerígeno en ratas y ratones, aunque en este caso
tras someter a los animales a niveles muy elevados del producto durante prolongados períodos de
tiempo.
La toxicidad de TCDD en humanos sólo es conocida parcialmente y sólo a corto plazo (toxicidad aguda).
La exposición a cantidades elevadas de TCDD en personas es capaz de producir cefalea intensa,
alteraciones digestivas y cutáneas, dolores musculares y articulares, así como un amplio espectro de
alteraciones enzimáticas, neurológicas y psiquiátricas.
Es muy poco lo que se conoce sobre la toxicidad asociada a la exposición crónica a dioxinas cloradas, a
pesar de que este tema ha sido y continúa siendo motivo de investigación epidemiológica por parte de
numerosas instituciones públicas y privadas, muchas de ellas de carácter internacional.
Los datos epidemiológicos actualmente disponibles indican que las personas expuestas a elevadas
concentraciones de TCDD presentan un cierto aumento del riesgo de padecer diversos tipos de cáncer.
En este sentido, el riesgo relativo estimado para cualquier forma de cáncer entre las personas más
intensamente expuestas es de 1,4 (aumento del 40%). Sin embargo, es preciso indicar que no puede
excluirse la participación de otros factores contributivos, al margen del TCDD.
Por lo que se refiere a los efectos de tipo no carcinogénico, entre los niños expuestos in utero a estas
sustancias, tan sólo en exposición ambiental, se han observado retrasos en el desarrollo y alteraciones
hormonales tiroideas, ambos con carácter leve. Sin embargo, entre los niños expuestos a
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contaminaciones de carácter accidental, que implican concentraciones de dioxinas y análogos mucho
más elevadas, se apreciaron efectos múltiples y persistentes.
De los muchos efectos evaluados en poblaciones de adultos expuestas, la mayoría tuvieron un carácter
transitorio, desapareciendo tras el fin de la exposición. Entre las pocas condiciones que se registraron
con más frecuencia entre los adultos expuestos que en no expuestos, las más significativas fueron
alteraciones lipídicas (hipertrigliceridemia), hiperglucemia y aumentos de los valores séricos de GGT
(gammaglutamil transpeptidasa), y aumento de la mortalidad de origen cardiovascular.
ASPECTOS BIOQUÍMICOS Y TOXICINÉTICOS DE LAS DIOXINAS
PCDDs, PCDFs y BPCs parecen desarrollar sus efectos biológicos a través de un receptor celular,
denominado AhR (Aromatic hidrocarbons Receptor).
El receptor Ah es un factor de transcripción que parece funcionar asociado con una segunda proteína
(Arnt). Una vez activado, desarrolla dos tipos de funciones consistentes, una en el aumento de la
transcripción de un conjunto de genes con elementos sensibles en sus regiones promotoras, y la otra en
la activación inmediata de tirosina cinasas. Entre los genes afectados por la activación del receptor Ah
se encuentran algunos de los que codifican la síntesis de enzimas que participan en el metabolismo de
fármacos, tales como las isoformas 1A1, 1A2 y 1B1 del citocromo P450, glutation-S-transferasa y UDPglucuronosiltransferasa.
Es posible que la activación del receptor Ah pueda regular, directa o indirectamente, otros genes. De
hecho, la aparición de cambios compensatorios que se producen en respuesta a los efectos primarios,
provoca alteraciones en los niveles de hormonas esteroideas, factores de crecimiento y otros elementos
bioquímicos.
La exposición oral de TCDD en la dieta o en un vehículo oleoso conduce a un nivel de absorción oral
que puede cifrarse en torno a un 90%. Tras la absorción oral, la vida media de eliminación de esta
sustancia en seres humanos oscila entre 6 y 11 años, con una media de 7. Estos datos dan una idea
muy precisa del grado de persistencia de estas sustancias en el interior del cuerpo humano.
La absorción percutánea de las dioxinas y productos relacionados es escasa y muy lenta, por lo que se
considera que el simple contacto físico no es suficiente para que sean absorbidas. Por el contrario, sí
parece existir un grado elevado de absorción transpulmonar, lo que indica la posibilidad de absorción a
partir de las partículas aéreas procedentes de incineradoras de residuos sólidos.
Una vez absorbidos dioxinas y compuestos relacionados son rápidamente distribuidos por los órganos,
pero especialmente en el hígado y el tejido adiposo. Los seres humanos son capaces de metabolizar,
aunque de forma muy lenta, el TCDD y aunque no puede descartarse que alguno de los metabolitos
formados pudiera participar en los efectos adversos, no parece que ello sea muy probable.
La difusión transplacentaria de estas sustancias está perfectamente establecida, exponiendo al feto en
desarrollo a los efectos biológicos de las mismas. Estos efectos podrían verse complementados por la
lactancia materna, que incorpora en la grasa láctea cantidades significativas de dioxinas.
2- BIFENILOS POLICLORADOS (PCB, BPC O BPCs)
La evidencia de la toxicidad de los BPCs se dio a inicios de la década del 70, y los fabricante de los BPCs
empezaron a retirarlos del mercado. En 1976, bajo el Acta de Control de Substancias Tóxicas (The 1976
Toxic Substances Control Act) en Estados Unidos se prohibió la producción, manipulación, distribución y
comercialización de los BPCs. La misma prohibición se dio en el Reino Unido en 1986 como parte de una
iniciativa de la Comunidad Económica Europea, CEE; sin embargo se reconoció que los BPCs seguirían
existiendo en equipos ya construidos, por lo que el Reino Unido y otros países del Mar del Norte
determinaron en la Tercera Conferencia del Mar del Norte de 1990, encarar y destruir definitivamente los
BPCs a fines de 1999 y para los países que no pertenecen al Mar del Norte que participaron de la
Convención de París, hasta el año 2010.
Se los empleaban fundamentalmente como fluidos hidráulicos, plastificantes en resinas sintéticas,
adhesivos, sistemas de transferencia de calor, diluyentes de ceras, diluyentes de plaguicidas, tintas, etc.
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LOS BIFENILOS POLICLORADOS EN EL MEDIO AMBIENTE
Movilidad
Si se liberan en el suelo, los BPC experimentan una fuerte adsorción, que en general aumenta con el grado
de cloración. En general no sufren una lixiviación significativa en sistemas de suelos acuosos; los
congéneres con una cloración más alta tienen menor tendencia a lixiviarse que los congéneres con una
cloración más baja. En presencia de disolventes orgánicos, los BPC pueden sufrir una lixiviación muy rápida
a través del suelo.
Degradación
Los BPC son mezclas de diferentes congéneres del clorobifenilo y la importancia relativa de los mecanismos
de dispersión en el medio ambiente depende generalmente del grado de cloración. En general, la
persistencia de los BPC es mayor a medida que aumenta el grado de cloración. Los bifenilos monoclorados,
diclorados y triclorados se biodegradan con relativa rapidez, los bifenilos tetraclorados se biodegradan
lentamente y los bifenilos más clorados son resistentes a la biodegradación. Aunque puede producirse una
biodegradación muy lenta en el medio ambiente de los congéneres con mayor cloración, en sistemas
naturales de aguas y suelos no se han observado otros mecanismos importantes de degradación; por
consiguiente, puede que la biodegradación sea el proceso de degradación final en aguas y suelos.
Cuando se libera en el agua, la adsorción en sedimentos y materias en suspensión es un proceso de
dispersión importante; se ha demostrado que las concentraciones de BPC en sedimentos y materias en
suspensión son mayores que en la columna de agua asociada. Aunque la adsorción puede inmovilizar los
BPC (especialmente los congéneres más clorados) durante períodos de tiempo relativamente largos, se ha
demostrado que se produce una nueva solución final en la columna de agua. La composición del BPC en el
agua se enriquece con los BPC de menor cloración a causa de su mayor solubilidad en el agua, y los BPC
menos solubles en agua (con un contenido más alto de cloro) permanecen adsorbidos. Cuando no se
produce adsorción, los BPC se volatilizan del agua con relativa rapidez. Sin embargo, la fuerte adsorción de
los BPC en sedimentos compite notablemente con la volatilización, siendo la semidesintegración de los BPC
de mayor cloración más prolongada que la de los BPC de menor cloración. Aunque la tasa de volatilización
resultante puede ser baja, la pérdida total por volatilización en el curso del tiempo puede ser apreciable a
causa de la persistencia y la estabilidad de los BPC.
Productos de la degradación
Los bifenilos policlorados se degradan en BPC de menor cloración.
Volatilización/evaporación
Las pérdidas de vapor de los BPC en la superficie del suelo parecen ser un mecanismo de dispersión
importante, disminuyendo la tasa de volatilización a medida que aumenta la cloración. Aunque puede que la
tasa de volatilización sea baja, la pérdida total por volatilización en el curso del tiempo puede ser
considerable debido a la persistencia y estabilidad de los BPC. En la fase de vapor se produce un
enriquecimiento de los BPC; el residuo se enriquece en los BPC con un contenido alto de cloro. El proceso
de transformación atmosférica dominante es probablemente la reacción en fase de vapor con radicales
hidroxilos, cuya semidesintegración se ha estimado entre 12,9 días en el caso del monoclorobifenilo y 1,31
años en el caso del heptaclorobifenilo.
Bioacumulación
Se ha demostrado que los BPC se bioacumulan considerablemente en los organismos acuáticos,
demostrando también procesos de bioconcentración en las cadenas tróficas.
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Parámetros más importantes:
Propiedad
Punto de fusión
Presión de vapor
Densidad
Degradación
Parámetro
Solubilidad
Movilidad
Sw
Log Koc
DT50suelo
IDA
Concentraciones
admisibles
Unidad
°C
mPa
3
g/cm
años
Valor
mg/l
< 0,1
> 3,4
9,00 E
-5
mg/kg/día
Conclusión
Muy ligeramente
degradable
No es soluble
Ligeramente móvil
Seres humanos:
Contacto directo
Consumo de
hortalizas
Consumo de agua
potable
mg/kg dm
suelo
mg/kg dm
suelo
μg/l
45
6
1,8
EFECTOS TÓXICOS
Estudios realizados en animales indican que los BPCs son oncogénicos (causan tumores) y también en las
personas se ha determinado la probabilidad de que el BPC y mezclas que los contienen sean
carcinogénicas.
La piel absorbe el BPC produciendo sequedad y enrojecimiento, en algunos casos se puede producir
cloroacné (lesiones dérmicas severas) en el personal expuesto a BPC en el lugar de trabajo; los casos
severos de cloroacné son dolorosos y desfigurantes, pudiendo ser persistentes.
El contacto con la vista produce enrojecimiento y dolor. La ingesta, produce dolor de cabeza y fiebre.
Se han detectado cambios en pacientes relacionados con desórdenes funcionales en el sistema nervioso,
especialmente en la corteza cerebral, causando dolores de cabeza, vértigo, depresión, nerviosismo y fatiga.
3 - BIFENILOS POLIBROMADOS (BPB)
Utilización
Los bifenilos polibromados son sustancias manufacturadas que se utilizan como plaguicidas para luchar
contra una variedad de plagas dañinas que atacan a muchos cultivos y hortalizas sobre el terreno.
LOS BIFENILOS POLIBROMADOS EN EL MEDIO AMBIENTE
Movilidad
Los BPB se ligan moderadamente al suelo y no es fácil que sufran lixiviación.
Degradación
Reacciones químicas naturales y bacterias pueden eliminar los BPB en el suelo y el agua. Los BPB tardan
unos siete días en descomponerse en el agua. En el suelo, su semidesintegración dura entre 3,5 y 290 días,
según el tipo de suelo, la humedad y la temperatura.
Bioacumulación
Los BPB se acumulan en los organismos acuáticos.
PROPIEDADES
El bifenil polibromado es un aceite incoloro.
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Algunos Parámetros
Propiedad
Punto de fusión
Presión de vapor
Densidad
Degradación
Solubilidad
Movilidad
8
Parámetro
DT50suelo
Sw
Log Koc
IDA
Concentraciones
admisibles
Unidad
°C
mPa
3
g/cm
días
Valor
n.d.
n.d.
n.d.
35–
290
n.d.
n.d.
9,00 E
-5
mg/l
mg/kg/día
Conclusión
Muy
ligeramente
degradable
Seres humanos:
Contacto directo
Consumo
de
hortalizas
Consumo de agua
potable
mg/kg
suelo
mg/kg
suelo
μg/l
dm
dm
45
6
1,8
BIBLIOGRAFÍA
 Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, Dirección General de Política
Ambiental – 1996 – “Dioxinas y Furanos – Problemática ambiental y metodología analítica”.
Centro de Publicaciones del MOPT y MA: Serie Monografías.
 ISTAS (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud) “Curso de Introducción a los Disruptores
Endocrinos”. http://www.istas.net/ma/decops/de.doc
 Evaluación de la contaminación del suelo Manual de referencia
http://www.fao.org/documents/show_cdr.asp?url_file=/DOCREP/005/X2570S/X2570S00.HTM
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