HISTORIA DE LA FILOSOFÍA SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍA PRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD HISTORIA DE LA FILOSOFÍA CURSO 2011-2012 Instrucciones: a) Duración: una hora y treinta minutos. b) Ha de elegir una opción. c) Indique, claramente, al comienzo del examen, la opción elegida. d) La calificación máxima de cada una de las cuestiones es la siguiente: primera, dos puntos; segunda, cinco puntos; tercera, tres puntos. El alumno responderá a las cuestiones siguientes: 1) Descripción del contexto histórico-cultural y filosófico que influye en el autor del texto elegido. 2) Comentario del texto: Apartado a) Explicación de las dos expresiones subrayadas. Apartado b) Identificación y explicación del contenido del texto. Apartado c) Justificación desde la posición filosófica del autor. 3) Relación del tema o el autor elegidos con otra posición filosófica y valoración razonada de su actualidad. Opción A Pero lo que me producía más agrado de este método era que, siguiéndolo, estaba seguro de utilizar en todo mi razón, si no de un modo absolutamente perfecto, al menos de la mejor forma que me fue posible. Por otra parte, me daba cuenta de que la práctica del mismo habituaba progresivamente mi SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla ingenio a concebir de forma más clara y distinta sus objetos y, puesto que no lo había limitado a materia alguna en particular, me prometía aplicarlo con igual utilidad a dificultades propias de otras ciencias, al igual que lo había realizado con las del Álgebra. Con esto no quiero decir que pretendiese examinar todas aquellas dificultades que se presentasen en un primer momento, pues esto hubiera sido contrario al orden que el método prescribe. (Descartes, R., Discurso del método, II).Opción B Por lo tanto, siempre que cualquier número de hombres esté así unido en sociedad de tal modo que cada uno de ellos haya renunciado a su poder ejecutivo de ley natural y lo haya cedido al poder público, entonces, y sólo entonces, tendremos una sociedad política o civil. Y esto se logra siempre que un grupo de hombres en estado natural entra en sociedad para formar un pueblo, un cuerpo político bajo un gobierno supremo; o, si no, cuando alguno se une a un gobierno ya establecido, y se incorpora a él; pues, mediante ese acto, autoriza a la sociedad, o, lo que es lo mismo, a la legislatura de la misma, a hacer leyes para él según el bien público de la sociedad lo requiera, comprometiéndose, en el grado que le sea posible, a prestar su asistencia en la ejecución de las mismas. Esto es lo que saca a los hombres del estado de naturaleza y los pone en un Estado: el establecimiento de un juez terrenal con autoridad para decidir todas las controversias y para castigar las injurias que puedan afectar a cualquier miembro del Estado; y dicho juez es la legislatura, o el magistrado nombrado por ella. Sin embargo, siempre que haya una agrupación de hombres, aunque estén asociados, que carezcan de un poder decisorio al que apelar, seguirán permaneciendo en el estado de naturaleza. (Locke, J., Tratado sobre el gobierno civil, VII, 89) SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla OPCIÓN A: 1) Descripción del contexto histórico-cultural y filosófico que influye en el autor del texto elegido. (2 puntos). A las esperanzas del Renacimiento sucede una etapa de crisis, desequilibrios y angustias. El estado de ánimo resultante encuentra su forma de expresión en el Barroco. El siglo XVII es un siglo de divisiones y de crisis. Una crisis generalizada que supone el rompimiento de la unidad de Europa y la aparición de divisiones y de conflictos. Europa es un continente roto y en guerra permanente. En Francia encontramos calvinistas, jansenistas. En las más diversas tendencias: Alemania pugnan católicos, protestantes y calvinistas. La división de los espíritus es profunda. El siglo XVII se enfrenta con “una crisis de la razón”. Las universidades entran en decadencia y la vida intelectual se centra en los salones y las recién creadas Academias. La filosofía escolástica ha perdido fuerza creativa. La nueva ciencia ha provocado el hundimiento de la imagen aristotélica del mundo y por todas partes se buscan nuevos horizontes intelectuales. La cultura se nacionaliza: hasta ahora poco importaba de dónde procedía un filosofo o un científico; en adelante sucederá todo lo contrario: Descartes es francés y Locke es inglés. El Barroco es la cultura y el arte de toda Europa, supone una crisis de la sensibilidad. Es la ruptura del equilibrio emocional, la necesidad de vivir apasionadamente. Rubens y sus cuadros son un buen ejemplo; cada escena representa un esfuerzo y un desbordamiento. Y en las grandes obras del Barroco – arquitectura y artes representativas- se adivinan las tragedias y amenazas de la época. También en la nueva visión del mundo, iniciada con Copérnico: un mundo infinito y en movimiento donde el hombre – arrojado del centro- busca encontrar su lugar. La Inquisición, en el mismo siglo XVII no deja de perseguir a los portadores de la verdad, siempre desde el dominio científico. Giordano Bruno es acusado de herejía, condenado y quemado vivoen Roma.16 años más tarde, Galileo fue condenado por la iglesia y obligado a abjurar y “sin embargo se mueve”, murmuró al abandonar la sala, después de SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla su renuncia al nuevo sistema del universo, de antecedente copernicano. No es de extrañar que la moderna filosofía naciera en conexión con el triunfo de la nueva ciencia. En el siglo XVII, tanto los científicos como los filósofos europeos buscan desprenderse de una concepción del mundo, nacida del seno de Aristóteles. También es, en este siglo, dónde encontramos a una minoría activa, sabios apasionados por las matemáticas, que han heredado de los humanistas del Renacimiento la pasión por el conocimiento, por el verdadero conocimiento y por la búsqueda de la verdad. Todo es movimiento, mudanza, fugacidad. Nada es estable, por lo que la metafísica escolástica, basada en la permanencia de la sustancia, se derrumba. El tiempo, se convierte en una obsesión. Todo es contingente y azaroso: no hay en el mundo humano necesidad ni orden. Por fin todo es apariencia y la esencia de las cosas queda oculta. “La vida humana no es sino ilusión perpetua; y el hombre es disfraz, mentira, e hipocresía para si mismo y para los demás.” Cuando Calderón habla de la vida como “sueño”, del mundo como un “gran teatro” o titula una de sus obras “En esta vida todo es verdad y es mentira”, no hace sino utilizar los tópicos de la época. La búsqueda de Descartes de la certeza – en medio de las dudas y de los engaños del sueño- no es, pues una búsqueda retórica. Pero este siglo es también la búsqueda de soluciones. El mercantilismo está al servicio del Estado. Este periodo se corresponde, desde el punto de vista político, con la consolidación y vigencia de las monarquías absolutas. El absolutismo es el mejor medio para garantizar la paz y la seguridad. El monarca quiso eliminar cualquier foco de poder que no fuese el suyo propio. El modelo más característico es el francés, representado por Luis XIV “rey Sol” y su corte de Versalles. El absolutismo político generó su propio pensamiento político expresado en la teoría de la monarquía absoluta del derecho divino. El teórico más conocido de esta concepción fue el filósofo y teólogo católico Bossuet. Pero los monarcas absolutos agravan las crisis en vez de resolverlas: guerras continuas, enfrentamientos con la nobleza y el pueblo. La cultura oficial: El arte del Barroco posee un carácter apologético de SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla exaltación religiosa. Y la monarquía se sirve de la cultura para controlar las crisis y reducir las inquietudes y las protestas. En Francia surge un nuevo estilo, el clasicismo, estética del orden y la unidad. La filosofía. El cartesianismo, supone un intento de solución a la crisis del pensamiento creada por la nueva ciencia y el hundimiento de la Escolástica. Un cartesiano, Leibniz, luchará denonadadamente a favor de la unidad política y religiosa de Europa. Pero, el cartesianismo acentúa la crisis: desencadena incontables polémicas filosóficas y teológicas, plantea problemas irresolubles, rompe con el pasado. Es la nueva manera de ver el mundo que trajo consigo la modernidad. El surgimiento de la modernidad se caracteriza por la afirmación radical de la autonomía de la razón, que no se considera ya sometida a ninguna autoridad exterior a ella misma. De este modo la razón se constituye en principio supremo desde el cual se fundamenta el conocimiento del universo y se pretende responder a las cuestiones esenciales acerca del ser humano, de la sociedad y de la historia. Y suscita la aparición de personalidades tan controvertidas como Pascal y Spinoza. Otra de las grandes corrientes de pensamiento que se desarrollan y también domina el pensamiento moderno es el empirismo. Es una corriente filosófica que se desarrolla en la Europa Continental, durante los siglos XVII y XVIII, cuyos representantes máximos fueron Locke, Berkeley y Hume. Los espíritus demuestran tal vitalidad y creatividad que se desemboca en lo que Paul Hazard ha llamado “la crisis de la conciencia europea”, que conduce al “Siglo de las Luces”, el siglo XVIII. 2) Comentario del texto: Apartado a) Explicación de las dos expresiones subrayadas, “razón” y “clara y distinta”. (1,5 puntos). Descartes entiende por “claridad”, lo que está presente y manifiesto a un espíritu atento. Por otra parte, es con la aplicación del método y al utilizar la razón como los objetos aparecen de forma clara, y actúan sobre nosotros con la suficiente intensidad para observarlos y distinguirlos unos de otros. Se añade SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla “distinto” a “claro” el hecho de ser diferente a todo lo demás. De aquí se deduce que el conocimiento puede ser claro sin ser distinto, pero no puede ser distinto sin ser claro al mismo tiempo. Tu “ingenio” o mente es el que diferencia unas ideas de otras, por muy parecidas que sean estas al analizarlas. La idea clara y distinta nunca puede descomponerse, por lo que es una idea simple. Ejemplos de estas ideas son el pensamiento y la extensión. Es uno de los criterios de verdad más exigentes y ayuda en el descubrimiento de la verdad de algo. “Razón”, es la facultad que posee la capacidad de conocer toda la realidad. Solo a través de ella podemos distinguir lo verdadero de lo falso y se aplica a lo teórico y a lo práctico, indistintamente y con la que podemos distinguir cualquier tipo de tarea. Lo más señero es que gracias a esa razón, única y común a todo ser humano, toda ciencia o saber es universal. El propio texto observa de la razón su capacidad lógica y natural y se podría aplicar a dificultades propias de otras ciencias, distinta del álgebra, como ya había aplicado Apartado b) Identificación y explicación del contenido del texto. (2 puntos). Lo más positivo, para el padre de la modernidad, es que siguiendo el método estaba seguro de utilizar su razón. Está calcado de las ciencias matemáticas y le sirve para reformar sus propios pensamientos. El método tiene una práctica, que habituaba la mente cartesiana (el ingenio), a concebir los objetos de la forma más clara y precisa. Es la alusión directa al funcionamiento de la razón, para poder aplicarla correctamente. En efecto, mediante el uso correcto de la razón se podrá alcanzar la verdad. Siendo la aplicación del método una forma de evitar los defectos de la filosofía Escolástica, “sin método no hay conocimiento”. Además aplica el orden matemático al razonamiento filosófico, al desprender el álgebra, como señala en estas líneas, y la geometría, como indica en la 2ª parte del “Discurso” de sus consideraciones expositivas imaginativas. Lo cierto es que a Descartes le parece de alguna utilidad recabar lo aprendido de lógica, de análisis geométrico y de algebra. Trata de recoger las reglas metódicas allí empleadas y las reduce a cuatro, que son expuestas SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla en la segunda parte del Discurso del método. Esta publicación de 1637, es el contenido más sobresaliente de la filosofía cartesiana, desarrollada y completada más tarde en las “Meditaciones Metafísicas”. En esta obra presentó de forma precisa el método, o procedimiento, que debe seguir la razón en su búsqueda de la verdad. Son las reglas metodológicas que recogen sintéticamente las expuestas en “Reglas para la dirección del espíritu”, de 21 pasan a 4. Las escribe en francés y no en la lengua vernácula y científica, el latín. Es otro de los triunfos de la Edad Moderna, empieza una nueva época dónde la razón es lo primordial y que se extiende hasta la Ilustración. Apartado c) Justificación desde la posición filosófica del autor. (1,5 puntos). Las matemáticas eran el modelo del saber, eran un modelo de certeza, de exactitud y de universalidad, y por tanto, el método había que hacerlo “al estilo de las matemáticas”. Desde el Renacimiento ya lo buscaban. Por ejemplo, el inglés Bacon (1561-1628) lo había puesto de relieve en su propuesta del nuevo método, la inducción para la ciencia y al igual que Descartes su filosofía es inminentemente práctica e incluso optimista en los resultados de la misma, para el bienestar del hombre y estar exentos “de una infinidad de enfermedades, tanto del cuerpo como del alma, y quizá también de la debilidad de la vejez” (Discurso VI). Por ello hace públicos los resultados de sus investigaciones y busca un método “more matemático”, que se halle fundado en la unidad y simplicidad de la razón humana; y que, por tanto, sea aplicable a todos los dominios del saber y de las artes. Pretende con su método superar el “Organon” o “Lógica Aristotélica”, y de los Estoicos, que en el fondo son reglas para dirigir la actividad intelectiva en la investigación científica. Es severa y dura la crítica que hace Descartes a la demostración silogística aristotélica-escolástica. Lo malo es que Descartes no hizo nunca una exposición concreta y pormenorizada de su famoso método. Las reglas que expone y expresa en su famoso método son tan escasas simples y elementales, que sus contemporáneos -Hobbes, Gassendi, Pascal y Leibniz- SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla manifestaron su desencanto. Pero ¿Qué es el método? Por método se entiende “un conjunto de reglas ciertas y fáciles, cuya exacta observancia permite que nadie tome nunca como verdadero nada falso y que nos conducirán gradualmente al conocimiento científico de todo aquello a que la razón tenga acceso”. El método debe conducir de manera fácil y segura al hombre, no solo al conocimiento verdadero, sino también “al dominio del mundo y a la prudencia de la vida”. Toda la filosofía cartesiana es metódica, es decir racional, porque la razón es patrimonio de los seres humanos. ¿Cuáles son las reglas del método? Evidencia como criterio de verdad y la enumeración de los requisitos necesarios para alcanzar la evidencia. La 2ª regla es el método propiamente dicho: “dividir cada una de las dificultades en cuantas partes fuera necesario para resolverlas mejor” La 3ª regla, la síntesis, procederemos a “conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ir ascendiendo gradualmente a los más complejos”. 4ª rega, la enumeración o inducción. “hacer en todos los casos unos recuentos y revisiones tan generales, que estuviese seguro de no omitir nada”. Su inspiración es el método de los geómetras, ya que parten de lo más sencillo y fácil de conocer, para elevarse a lo más complejo. Espinosa también reconoce la importancia de las matemáticas en su “Ethica”. La duda metódica es el punto de partida de la duda cartesiana, no la escéptica. Admite la capacidad de la razón para encontrar la verdad. Lo único que es necesario es encontrar un punto de partida de su método racional. Había estudiado, conocido y admitido muchas doctrinas y opiniones falsas, y era el momento de rechazarlas o al menos de dudar de ellas. Había que “emprender con firmeza y seguridad la construcción de una filosofía libre de las opiniones y contradicciones del pasado, y en donde la razón encuentre las verdades fundamentales de dónde se deduzcan todas las demás. “ Tenía que dudar, es decir, suspender el juicio que afirme o niegue la verdad de una idea; poner entre paréntesis la verdad de todas ellas, a fin de no caer una vez más en el SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla error. Su duda es universal, no parcial porque se extiende a todo el conocimiento, es metódica porque la va a emplear como medio o instrumento para llegar a la verdad y certeza, y no para quedarse en la misma duda, como los escépticos, sin salir de ella. Son muchas las razones para dudar, según Descartes. Se duda de los sentidos, se duda del mundo exterior; porque a veces es imposible distinguir la realidad exterior, la vigilia del sueño. Las cosas en que soñamos nos parecen reales y solo al despertar descubrimos que son falsas. Entonces, ¿cómo podemos estar ciertos de que exista ese mundo exterior? Es cierto que yo lo percibo como real, pero eso mismo ocurre cuando se está en el sueño. Se duda de los propios razonamientos, incluso de las propias demostraciones matemáticas. Esto hace suponer que el entendimiento puede equivocarse, por su misma naturaleza o constitución, cuando pretende conocer la verdad. Duda de si mismo por el “Geniecillo maligno”. Es el máximo posible de la duda, pues hay que admitir, y se imagina que yo pueda tener una especie de “duendecillo” o “Geniecillo” en mi interior, algún espíritu maligno que nos induzca a error. Esta razón para la duda se muestra y es artificial, inventada por Descartes, a fin de generalizar aún más la duda sobre nuestro conocimiento, de llevarla hasta el extremo. Hiperbolización de la duda. ¿Cómo sale de la duda? Cuando se halla avocado a la duda absoluta, va a surgir la 1ª verdad, que va a ser indudable. Para dudar hace falta pensar, pues la duda supone y es igual al pensamiento, y para dudar o pensar hace falta existir. Aunque todo sea falso, tengo que admitir que yo, un ser que duda y que piensa, existe. Esa realidad puede con todas las dudas, según Descartes, en Discurso, 4ª parte: “Pero advertí luego que queriendo yo pensar de esta suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad” Je pense, donc je suis”(cogito ergo sum, pienso luego existo) agustiniano, era tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando”. SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla El primer principio que andaba buscando, se convierte en la base firme para construir todo el edificio de la filosofía, que le va a servir de fundamento para deducir de ella todas las demás verdades. Es una verdad de la que no se puede dudar. Se puede dudar de que exista Dios o de que exista el mundo, que posteriormente se han de demostrar; pero nadie puede dudar de su propia experiencia. Por otra parte, esta 1ª verdad como hecho de conciencia, concreto e inmediato, que puede tener su valor cierto e inmutable, ya había sido anunciado por San Agustín. En la “Ciudad de Dios . había hecho un análisis existencial parecido a éste, pero no lo había tomado como principio o verdad de todo su pensamiento y esa es la originalidad de Descartes. Sabemos que Descartes deduce del acto de pensar su existencia. No lo hace a través de un silogismo, que sería. “Todo el que piensa existe: Yo pienso, por lo tanto, yo existo”. Se trata de una intuición mental, de manera que intuyo la conexión necesaria entre mi pensar y mi existir. Es una idea clara y distinta, que se impone por su evidencia inmediata, que intuyo o conozco directamente. En definitiva, es una experiencia directa e inmediata, que se manifiesta sin oscuridad, sin confusión, y por eso la reconozco e intuyo con total garantía de verdad. La conclusión a la que llega es el idealismo, al identificar la idea innata del yo con la existencia; y el “solipsismo”, como la conciencia de si mismo deducida a la conciencia del yo. Es la 1ª realidad existente, o sustancia pensante, que no necesita ni reclama de ninguna otra cosa para existir, ni siquiera de un cuerpo, que todavía no tiene probado que existe. Por ahora, solo tiene demostrado que existe el pensamiento y el sujeto pensante de ese pensamiento, que es el alma humana. Todo lo pensante existe, pero todas las demás cosas, incluso mi propio cuerpo, pueden no existir, pueden ser puras ideas imaginaciones o sueños míos. El “cogito” es la “res cogitans”, cosa o sustancia pensante, es el alma humana. Es la sustancia creada y que piensa, no independiente, finita, racional, objeto de la psicología. Su atributo o propiedad esencial es el pensamiento; los SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla modos o accidentes, que no la modifican, y que afectan a los atributos, son las facultades de amar, odiar, juzgar. Pero Descartes no puede salir de este pensamiento a la realidad exterior. Para conseguirlo recurre a la demostración de la existencia de Dios, a partir de una idea innata, y a la bondad y veracidad de Dios, que no puede permitir el fallo de nuestros sentidos, una vez que algo se le muestre claro y evidente a éstos. La existencia de Dios es la 2ª idea innata cartesiana. Y la existencia del m undo, la tercera idea cartesiana. (A partir de aquí y en vista al tiempo no seguiríamos explicando las ideas, ya que lo más importante, esprendiéndolo del texto, ya se haya referido anteriormente.) Esta idea se encuentra en mi mente, desde mi nacimiento. Porque esta idea de Dios no es una idea “adventicia”, es decir que venga de fuera, de las cosas que me rodean; y tampoco de una idea “facticia”, es decir, hecha por mi mismo. Dios es la “res infinita”, la cosa infinita que tiene todas las propiedades y atributos que se me presentan de una manera clara y distinta. No puede proceder de las cosas finitas y limitadas, puesto que todas ellas juntas no pueden proporcionar la riqueza objetiva de la idea de infinito; y tampoco puedo construirla yo, pues siempre me saldría una idea finita. Además, se me presenta de una manera clara y evidente. Luego tengo que afirmar que la idea de infinito ha sido impresa en mí por una realidad infinita, que coincide con Dios. Viene a ser el argumento “ontológico” que ya diera San Anselmo en la Edad Media. Es decir, en la misma idea de Dios se halla necesariamente incluida su existencia. Descartes demostrará la existencia de Dios, en “Meditaciones”. Aparte de la existencia de Dios, según las pruebas anteriores, al ser absolutamente perfecto, ha de ser infinitamente bueno y veraz, y no nos puede engañar. No puede permitir que unas facultades y sentidos, concedidos por él en la creación y ordenados a la verdad, nos lleven inevitablemente al error. Somos nosotros los responsables del error y de ninguna manera Dios. La verdad y SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla el error solo se expresan en el juicio y en él intervienen dos facultades: el entendimiento y la voluntad. El entendimiento es una facultad pasiva, contemplativa, que se limita a conocer; mientras que la intervención de la voluntad es activa. Dios es la “res infinita”, la cosa, la realidad, o la sustancia infinita. Porque tiene los atributos o propiedades esenciales de la perfección: no ser creado, ser independiente; no puede tener modificaciones accidentales, porque supone imperfección. Ya lo dice en la 4ª parte del “Discurso”. “Para conocer la naturaleza de Dios en la medida en que es posible a la mía, solamente debía considerar todas aquellas cosas de las que encontraba en mí alguna idea y si poseerlas o no suponía perfección; estaba seguro de que ninguna de aquellas ideas que indican imperfección estaban en él, pero si todas las otras”. 3) Relación del tema o el autor elegidos con otra posición filosófica y valoración razonada de su actualidad. (2 puntos). La comparación más evidente se puede hacer con Platón, pues el maestro griego fue el que desarrolla la metafísica de las ideas. Platón en línea con el pensamiento de Parménides presenta su teoría de las ideas. Son modelos o realidades eternas, permanentes e inmutables, por encima del mundo sensible. Este mundo de la opinión, lo mutable, lo cambiante, lo no verdadero, en suma. Se debe huir de esa realidad, no nos lleva a nada. Lo auténtico se halla por encima y tiene “status ontológico”, de auténtica realidad y eso son las ideas, modelos o arquetipos de las cosas, de los objetos de la realidad exterior. Son estas ideas los paradigmas del mundo material y conocidas por el intelecto como ciencia, “episteme” y ese mundo falso es “doxa”. Ya decía Descartes la verdad se encuentra por encima del mundo exterior, dudo de todo lo que me rodea, de lo que no puede dudar es de esa idea innata, que me entrega mi mente a un pensamiento tan simple, claro y evidente, que puedo construir todo el edificio de mis conocimientos, como ya lo consiguiera el propio Platón. SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla Descartes se caracteriza por su idealismo platónico y por su racionalismo. En efecto, las ideas innatas son el fundamento de su filosofía, ese primer principio para un conocimiento moderno de lo epistémico, como observó Hegel. La pretensión de exactitud, de rigurosidad de la filosofía cartesiana no es de extrañar, pues quería para la filosofía los beneficios de toda ciencia y sobre todo de las matemáticas. El propio platón, con su tendencia pitagórica era un claro defensor de las matemáticas. Solo a través de la “dianota”, pensamiento discursivo, podíamos llegar a las ideas. Esta facultad de conocer era un trampolín para su Idea Bien, máximo exponente de la verdad. Solo el filósofo rey, que estaba en conocimiento de la idea suprema, el Bien, podía gobernar. Descartes nos recuerda también la importancia de las ideas, en este caso de las innatas. Esas ideas se hallan impresas en nuestra alma desde siempre y que pueden ser como los axiomas de las matemáticas, al no admitir demostración ni razonamiento, por esa evidencia, claridad y distinción. Y son el fundamento de su realidad, de su verdad. Por consiguiente, Platón es idealista, como Descartes y de nuevo ambas posiciones óptico epistémicos coinciden en ser racionalistas. El caso de Platón y su racionalismo no está tan claro. Precisamente, se separa de su maestro Sócrates al concebir las ideas, lo verdadero fuera de la razón, trascendente a la razón de los hombres. En algunos momentos de su desarrollo filosófico, el pensador francés se manifiesta como si se pudiera deducir lo inferior de lo superior, alusión en este momento al concepto de participación platónico. Dice también que estas “naturalezas simples” se las puede conocer intuitivamente, por experiencia o por una cierta luz interior en nosotros mismos. Solo estas ideas son claras y distintas, por lo tanto verdaderas, frente a las ideas “adventicias”, que parecen venir de fuera, a partir de la experiencia; y las “facticias”, que nosotros mismos formamos, que son más inseguras y problemáticas. En la 5ª parte del “Discurso” acepta el dualismo antropológico, el hombre es un compuesto de espíritu o pensamiento y de cuerpo. Es la misma división platónica cuerpo y alma. Difiere de Platón en que el hombre es como una máquina, sujeta a leyes mecánicas del mundo físico. A pesar de ello todo SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla hombre, experimenta que es una sola persona. También se separa del insigne y genial filósofo griego al establecer la interrelación alma y cuerpo. La justifica por la glándula pineal, mientras que Platón refiere la analogía del piloto y de su nave. Es evidente la separación de Platón con Descartes en la estructura de la realidad. Platón se distingue por su dualismo metafísico, mundo sensible frente a mundo suprasensible. Para Descartes, como para Espinosa y Leibniz, la realidad es una sustancia, compuesta por Dios, pensamiento y materia. Actualidad de Descartes: (1 puntos). Ese filósofo del siglo XVII, con quienes los empiristas rivalizan. En el siglo XIX, el también idealista Hegel le reconoce que fue el primero en liberar a la filosofía de la tutela de la teología, al pensar desde la propia conciencia del sujeto, ese pensamiento que se piensa a si mismo. Por otro lado, la filosofía se mantiene viva gracias a algunos de sus detractores, Pedro Gassendi, Nietzsche al que no le faltan ganas para dudar de la filosofía del cogito. Precisamente la filosofía del cogito es la que lo sepulta a la fama, su reflexión desde el ser da sentido a las filosofías de la existencia e incluso al sentido de la vida. Nada desdeñables son los conceptos de razón y de método, que han sido una constante en el pensamiento moderno y postmoderno. “El descentramiento de las estructuras”, del estructuralismo, no habrían sido posible sin la vitalidad que le dio Descartes y el acercamiento científico a la verdad del conocimiento, de cómo conoce el hombre, tampoco hubiera sido posible sin Descartes. Es pues pieza clave y notoria de nuestro pensamiento, este insigne matemático. Y seguimos pensando que para alcanzar la verdad lo más importante es el método.