10737013 19/04/2006 10:24 p.m. Page 2 2D |EL SIGLO DE DURANGO | JUEVES 20 DE ABRIL DE 2006 | ESPECIAL CONSIGNA | AZZURRIS FUERON FORZADOS POR MUSSOLINI PARA GANAR LA COPA DEL MUNDO Francia 1938, Mundial con aroma de guerra Italia conquista el bicampeonato en un mundo convulsionado, que se alistaba para la batalla AGENCIA REFORMA MÉXICO, DF.- Con los tambores llamando a un conflicto bélico, el Mundial de Francia 1938 supuso uno de los últimos capítulos fraternales en la historia previo a la Segunda Guerra Mundial Francia se vistió de gala, remodeló estadios y llenó sus tribunas para presenciar cómo Italia, bajo las claras amenazas de Benito Mussolini, se convertía en el primer bicampeón de Copas del Mundo. Alemania ya había invadido y anexado a Austria, España sufría su Guerra Civil, Japón invadía China y toda Europa sufría de una crisis. Aunque el acuerdo era que el tercer mundial perteneciera a América, y Argentina confiaba en obtener la sede, el francés Jules Rimet, presidente de la FIFA, a última hora intervino por su país. En represalia, la mayoría de los países americanos decidió no participar, México, entre ellos. Brasil sí asistió y su magia se convirtió en la principal atracción del torneo, venciendo a Polonia por 6-5, en el juego con más goles de toda la historia; Leónidas, quien marcó cuatro en ese encuentro, fue el campeón goleador. Pero Italia volvió a hacerla. El técnico Vittorio Pozzo bajó al ídolo Giuseppe Meazza a una posición más de construcción de juego, junto a Ferrari, y como delantero centro colocó a Silvio Piola, quien, con sus 5 goles, sería la figura en el segundo título de los “azzurris”. Desgraciadamente, la Guerra estalló y le puso pausa a los mundiales durante 12 años... privando a esta generación italiana de disfrutar mayores glorias. SENTENCIA DEPORTIVA Venced o morid: Mussolini. Éste era el mensaje principal de un telegrama de sólo seis palabras que, previo al Mundial de Francia 1938, Benito Mussolini le envió a la Selección de Italia. El mensaje del “Duce” no fue tomado por los jugadores como una metáfora exhortando a la aplicación del máximo esfuerzo, sino una amenaza de imposición de la pena capital por parte del dictador fascista. Europa ya olía a pólvora y los tambores sonaban llamando a lo que sería la Segunda Guerra Mundial. Así que de la mano del legendario Giuseppe Meazza, el conjunto itálico optó por la salida más sensata y el 19 de ju- La sombra del nazismo y su expansionismo se posaron sobre el Mundial Francia 1938. Jules Rimet, presidente de la FIFA, procede al sorteo de la Copa Mundial de la FIFA, el 5 de marzo de 1938. Como ayudante, su nieto Yves, quien se encarga de elegir las bolas de la urna. En el centro, François de Tessan, subsecretario de asuntos exteriores de Francia. SILVIO PIOLA, “LA BESTIA DEL GOL” El entrenador italiano, Vittorio Pozzo, tenía muy claro el tipo de jugador que quería: “Que tengan hambre... hambre de venganza, hambre de victorias”. Esta era la descripción perfecta de Silvio Piola, quien con sus cinco goles fue la pieza clave para que Italia se alzara con el bicampeonato en los mundiales, terminando como el tercer mejor anotador de Francia 38. Fue un centro delantero adelantado a su tiempo, el primer atacante verdaderamente moderno del futbol. Se ubicó como uno de los más importantes goleadores de la historia del futbol de Italia y del mundo. El estilo de jugar de Piola era considerado temerario para la época. Era un ariete fuerte y temperamental, siempre dispuesto a realizar cualquier lance que fuese necesario para anotar un gol. No escatimaba esfuerzos e intentaba todo con tal de anotar. Podía ser con una acrobacia o con la mano, incluso, fingiendo faltas dentro del área. “Lo que vale es el balón termine en las redes rivales”, era su lema. Será recordado por siempre como el hombre de la Final del tercer Mundial de la historia, al anotar dos goles y poner el pase para otro, en el 4-2 con que Italia venció a Hungría. Anotó un gol contra Noruega, en Octavos de Final; y dos contra Francia, en Cuartos. Ante Brasil, se tiró un clavado que terminó en penal, y a la postre el gol del triunfo concretado por Meazza. Una impresionante coincidencia lo acompañó. En la victoria sobre Francia por 3-1, Piola jugaba su partido 16 con la “Squadra Azzurra” y anotó su gol 16. En la Final contra Hungría, anotó su gol 18 y era su partido 18. Y su vigésimo partido, teniendo de rival a Alemania, no fue la excepción, anotó su gol 20. En más de dos décadas de carrera, Piola actuó en 642 partidos, 543 de ellos en la Primera División, y anotó 357 goles, 274 de ellos en partidos de Liga. De ahí que le llamaran “La Bestia del Gol”. Nacido el 29 de septiembre de 1913 en Robbio Lomellina, Italia. Comenzó su carrera futbolística en un modesto equipo llamado Pro Vercelli, a los 16 años. “Gambalunga” (Piernas largas), como lo apodaron los aficionados debido a su estatura y físico, 1.83 metros de altura y 80 kilos de peso, no tardó en demostrar su sentido nato del gol. Contó con una increíble longevidad. Comenzó a jugar en 1930 y se despidió en 1954 como capitán del Novara, después de haber pasado por el Pro Vercelli, Lazio, Torino y Juventus. GOZO “Nunca en mi vida me he sentido más feliz después de un partido, he salvado la vida a 11 seres humanos, me han contado antes de empezar el partido que los italianos recibieron un mensaje que decía vencer o morir. Han vencido”. ANTAL SZABÓ, PORTERO DE HUNGRÍA, QUE PERDIÓ 4-2 LA FINAL DE FRANCIA 1938. nio levantó la copa que lo acreditó como el primer bicampeón del mundo. Vittorio Pozzo, técnico del equipo, cumplió también con el encargo de Mussolini, dándole orden a una de las generaciones más talentosas de futbolistas italianos. Durante todo el tiempo que duró el Mundial, el equipo se permitió el lujo de trasladarse en su avión privado. En cambio, los demás debieron recorrer el territorio francés a golpe de ferrocarril o en camión. En octavos de Final, Italia derrotó a Noruega por 2-1. En cuartos de final le ganó 3-1 a la local Francia, en medio de tensiones entre ambos países, en un duelo que fue visto como el choque del fascismo contra la democracia. “Jamás un jugador debió sentirse tan nervioso como ese día. Nos silbaron todo el partido”, dijo el defensa italiano Alfredo Foni, al término del juego. Era la primera vez que el equipo local no quedaba campeón, tras el triunfo de Uruguay en 1930 e Italia en 1934. En semifinales, los italianos aprovecharon el exceso de confianza del DT de Brasil, Ademar Pimienta, que dejó en la banca a sus jugadores más importantes, “guardándolos” para la final, y se impusieron 2-1. La final, que se celebró en París, dejó poco a la ilusión, pues con un rotundo 4-2, Italia se proclamó como el primer bi- Las marcas Aspectos del Mundial Francia 1938. ■ Las Indias Holandesas, hoy Indonesia, es el primer país asiático en participar en una Copa del Mundo. ■ Un total de 13 de los 15 participantes fueron europeos, debido al boicot americano. Sólo Brasil, Cuba y las Indias Holandesas no pertenecían al Viejo Continente. ■ En este Mundial fue el primero en el que los jugadores comenzaron a usar números, para facilitar la identificación por parte del árbitro. ■ Austria, clasificado al Mundial, fue eliminado en la primera ronda por default por la sencilla razón de que ¡no tenía equipo! Alemania los invadió, anexó su territorio y a sus mejores jugadores. ■ Vittorio Pozzo se convirtió en el único entrenador que ha ganado dos títulos en mundiales: 1934 y 1938. ■ Al término de Francia 38, por primera y única vez, el Mundial vio interrumpido su ciclo de cada cuatro años, debido a la Segunda Guerra Mundial, que estalló en 1939. ■ Por primera vez, el país organizador clasificó sin eliminarse así como al campeón defensor, lo que se mantendría hasta el 2002. ■ Aquí se dio el caso del único jugador que anotó cuatro goles en un solo partido y su equipo perdió. Ernest Willimowski metió cuatro, en el encuentro en el que Polonia cayó 6-5 ante Brasil. En este mismo duelo, Leónidas marcó también cuatro. ■ Por primera vez se expulsaron tres jugadores en un sólo partido, en el Brasil (2) contra Checoslovaquia. Aunque no existían las tarjetas rojas, los árbitros tenían la facultad de sacar a los jugadores. ■ Las siguientes fueron en el Brasil (2) ante Hungría (1), el 27 de junio de 1958, en Suiza; y Dinamarca (2) contra Sudáfrica (1), el 18 de junio de 1998, en Francia. FUENTE: Agencia Reforma. Figura Leonidas da Silva fue el romperredes de Francia 1938. Los balones cambiaron en el Mundial Francia 1938, haciéndolos menos duros a la hora de cabecearlos. campeón de la historia, guiados por Meazza y Ferrari, ante el disgusto de 45 mil aficionados que apoyaban a los húngaros. Con cinco goles, Piola fue el “capo canonieri” del campeón, seguido de Colaussi, quien marcó cuatro dianas. ■ LEONIDAS DA SILVA Jugó el Mundial de 1934, pero fue en 1938 cuando se convirtió en el máximo goleador, con ocho tantos. Era contundente y vistoso, siendo considerado el inventor de la chilena; era conocido como “El Diamante Negro”, nombre que incluso llevó una marca de chocolates, producida en su honor. ■ El equipamiento Francia 38 trajo el primer gran avance tecnológico en la historia del futbol, ya que debutaron los balones con cámara y válvula, inflados por inyección de aire, en lugar de los que tenían un núcleo de piel. El invento, adjudicado a los argentinos Antonio Tossolini, Juan Valbonesi y Luis Polo, hizo más rápido el deporte y menos peligroso para los jugadores de antaño, a quienes resultaba casi imposible cabecear el esférico sin hacerse daño. En Francia 38, 17 de los 84 goles fueron anotados con la cabeza. FUENTE: Agencia Reforma. Cuando Hitler mató al futbol Tras el éxito que significó para el régimen fascista el triunfo forzado de Italia en 1934, Adolfo Hitler trató de hacer lo propio con Alemania. El 11 de marzo de 1938, las tropas alemanas invadieron Austria y anexaron su territorio al Tercer Reich, en un operativo llamado “Anchluss”. Los mejores jugadores de Austria, que había deslumbrado en Italia 34 y recibido el mote de “Wunderteam” (equipo maravilla), fueron forzados a defender el uniforme alemán, que lucía una cruz svástica. Sin embargo, Mathias Sindelar, el jugador austríaco más talentoso, conocido como “El Mozart del Futbol”, se opuso en forma terminante. El régimen nazi lo marcó como opositor, le impidió jugar, lo dejó sin trabajo e imposibilitado de cruzar las fronteras; posteriormente lo persiguió y ofreció una recompensa a quien lo delatara. El 22 de enero de 1939, meses después de terminado el Mundial, Sindelar y su esposa Camila se suicidaron inhalando gas de la cocina, ante la posibilidad de terminar en un campo de concentración. El club en el que jugaba recibió más de 15 mil telegramas de pésame, atascando el correo durante 15 días; a su funeral acudieron más de 40 mil personas, que desafiaron la amenazante presencia de los soldados nazis. Al capitán del “Wunder- team”, Nausch, lo querían obligar a divorciarse de su esposa, de origen judío, para que pudiera jugar; se negó y prefirió huir con su pareja a Suiza, donde se integró al Grasshoppers. Finalmente, Alemania fue defendida en Francia 38 por cinco austriacos: Raftl, Skoumal, Stroh, Neumer y Hahnemann, quien era el suplente de Sindelar. Suecia, que debía eliminarse con Austria, clasificó directo al Mundial, por la “no presentación” de los austriacos, de acuerdo a FIFA. Con el presunto trabuco, Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Hitler, comenzó a difundir una idea entre el pueblo alemán: “Una victoria de nuestra selección es más impor- tante que la conquista de algún pueblo del este”. El 9 de junio en París, el equipo alemán realizó el clásico saludo nazi antes del partido decisivo con Suiza. Los germanos se fueron arriba en el marcador 2-0, pero terminaron perdiendo 4-2, ante la algarabía de 21 mil aficionados franceses, que hicieron sentir su apoyo al modesto representativo suizo, entonando La Marsellesa. Uno de los tantos alemanes fue un autogol, el primero en la historia de los mundiales, convertido por el suizo Lortscher. Al término del Mundial, como ese equipo alemán perdía la mayoría de los partidos disputados, Goebbels prohibió que siguieran jugando. Imagen del encuentro Suiza contra Alemania.