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Lección XIII
El reavivamiento prometido:
Misión divina cumplida
…“Hermanos tened paciencia hasta la venida del Señor,
Mirad cómo aguarda con paciencia, el fruto precioso…
Cómo espera, hasta que reciba la lluvia… el labrador”,
Lluvia temprana y tardía, para ver el fruto glorioso.
“Tened también vosotros paciencia”…ya Cristo viene,
“Afirmad vuestros corazones”, ya el Señor se acerca;
Por la fe en su venida en gloria, el creyente se mantiene,
¡Ya viene nuestro Salvador!, mantente orando y alerta.
La predicación del evangelio al mundo, parece algo risible,
Pues la población crece muy rápido, y la iglesia es reducida;
El mensaje triple angelical a toda nación, parece imposible,
Y en algunos lugares remotos, nuestra iglesia no es conocida.
¿Será posible predicar el mensaje final en esta generación?
¿Qué adelantos hemos hecho, en esta empresa tan especial?
Recordemos que Él la terminará, pues es de Dios, Su Misión,
Tenemos un papel en esta obra, una participación vital.
La Gran Comisión de Cristo, una gran promesa la acompaña,
Que vendría poder de lo alto, y a esto, su fe se aferra;
Y serían testigos en Jerusalén y Judea, para esta campaña,
Para alcanzar a Samaria y hasta lo último de la tierra.
La tarea es desafiante, pero la promesa divina es segura,
La predicación es a todo el mundo, para que venga el fin;
La tarea parece ser imposible, pero hay poder en la Escritura,
Dios eliminará cualquier obstáculo, para llegar al confín.
Cada persona del planeta, tendrá de escuchar, la oportunidad,
Podrá comprender el mensaje de amor y verdad, de Cristo;
Hay oportunidad antes que venga Jesús en gloria y majestad,
Pues viene a buscar del remanente, el que se encuentre listo.
Para este gran acontecimiento, los ángeles hoy se preparan,
“Apresuradamente iban y venían de uno a otro lado del cielo…
Un “ángel” se unió a la predicación del mensaje que avalan,
Para darle fuerza y terminar la obra que es su mayor anhelo.
Dios terminará la obra, y vendrá por nosotros sin duda,
Derramará su Santo Espíritu, para terminarla “sobre rieles”;
Realizará lo que es imposible para el hombre, sin su ayuda,
Por medio de sus testigos lo hará, que son instrumentos fieles.
En tiempos bíblicos, para el otoño, se araba y sembraba,
Que era el tiempo de la lluvia temprana, que le era necesaria;
La tardía caía a fines de la primavera, cuando maduraba,
Y se cosechaba en verano y otoño, de manera gregaria.
Los símbolos de lluvia temprana y tardía se usan para ilustrar,
El derramamiento del Espíritu Santo, en diferente ocasión;
La temprana fue en el Pentecostés, para la misión iniciar,
La tardía será derramada en el fin, para completar la misión.
La lluvia temprana es, la obra diaria del Espíritu Santo,
Que convence, instruye y da poder a cada creyente; gran luz;
La lluvia tardía es la dotación especial de Dios, Su Manto,
Que sostendrá a su iglesia, justo antes de la venida de Jesús.
Los profetas predijeron, la caída de la gracia espiritual,
Usando los símbolos de la lluvia temprana y la tardía;
La temprana en tiempo del Pentecostés, dotación especial,
Y cerca del fin de la Tierra, para enfrentar el Gran Día.
Los cristianos han de elevar sus plegarias y oraciones…
Peticiones al Señor de la mies, en la estación tardía, la final;
Procurando tener este poder, para cumplir sus misiones,
Rogando que Dios les otorgue, éste poder adicional.
Las Escrituras, a pedir el Espíritu Santo nos invitan,
Hay que cumplir con los requisitos, para recibirlo en plenitud;
La ferviente oración y la unidad, para recibirlo “capacitan”,
Arrepentimiento profundo, estudio y que vivamos en virtud.
Y el resultado del reavivamiento, nos llevará a la actividad,
Y la reforma, nos dará pasión por las almas perdidas;
El Espíritu nos dará poder de testificar con efectividad,
Que trastornemos el mundo, con una entrega sin medidas.
Los discípulos fueron testigos fieles a su generación,
Con la lluvia temprana llegaron a conmover su mundo;
La lluvia tardía dará poder, para alcanzar toda población,
Para completar la Misión, el trabajo más urgente y profundo.
La obra del Espíritu Santo, Juan la identifica con el fuego,
Que es un símbolo de la gloria de Dios, de Su Presencia;
Ser bautizado con fuego es ser sumergido en Él, desde luego,
Para ser testigos de su poder, testifiquemos con vehemencia.
El profeta Moisés se encontró con Dios en la zarza ardiente,
Y luego fue ante Faraón valientemente, para su mensaje decir;
Después de la experiencia de fuego de Elías, fue muy elocuente,
Dio testimonio a todo Israel, de a quién habrían de servir.
Los discípulos testificaron en idiomas, antes no conocidos,
Con el Espíritu, pudieron testificar de su gloria y majestad;
En los últimos días, en su Presencia seremos sumergidos,
Y saldremos a testificar al mundo, de su amor y verdad.
La gloria de Dios será revelada, que es su carácter amante,
Se le revelará al mundo que espera, con cada bíblico pasaje;
Los mundos no caídos están atentos, de manera expectante,
Cada persona tendrá la oportunidad, de escuchar el mensaje.
El Apocalipsis puede ser resumido en dos breves frases,
Jesús gana y Satanás pierde, así de sencillo es el final;
Lo venció en la cruz del Calvario, y en todas sus fases,
Y al venir por segunda vez, podrá fin definitivamente al mal.
El mal no tendrá la última palabra, no triunfará,
Ni tampoco la pobreza, la pestilencia, ni la enfermedad;
El sufrimiento será eliminado, ni lágrima de los ojos saldrá,
La muerte será destruida, ya no existirá la calamidad.
Dios tendrá la última palabra, se hará Su Voluntad,
Dios está haciendo lo posible, para a cada alma alcanzar;
Le “duele su corazón”, al ver los perdidos, y su terquedad,
El pueblo redimido de su gracia y verdad, ha de testificar.
Satanás se opondrá a que digas, tú directo y claro testimonio,
La crisis vendrá sobre el mundo, y Dios su Espíritu derramará;
Lo enviará como “lluvia tardía”, aunque se oponga el demonio,
Pero con este poder, la obra de Dios sobre la Tierra, terminará.
“Vendrán siervos de Dios, con semblantes iluminados…
Con rostros “resplandecientes de santa consagración”;
Y proclamarán el mensaje, serán por el Espíritu usados,
Se realizarán milagros, y grandes obras de sanación.
La obra de Dios sobre la Tierra, se terminará de esta forma,
Jesús vendrá en gloria y todos, en cielo y tierra, se alegrarán;
La mayor prioridad hoy es, un reavivamiento y una reforma,
Que sea diaria y que los creyentes para testificar se juntarán.
Nuestro mundo, poco a poco, se está desmoronando,
Abramos los corazones a Jesús, que llegue el reavivamiento;
Dios desea que seamos consagrados, que estemos testificando,
Que la reforma sea el resultado, de un nuevo nacimiento.
El mensaje no será llevado por argumentos o verdad sencilla,
Sino por la obra convincente del Espíritu Santo en cada vida;
Los argumentos han sido presentados, sembrada está la semilla,
Brotarán los frutos y Cristo los recogerá en su Segunda Venida.
Las publicaciones han ejercido su influencia, han trabajado,
Pero muchos de los que las han leído, no se han convertido;
Rayos de luz penetrarán por todos lados, y verán su pecado,
Y la verdad aparecerá con claridad, y la habrán comprendido.
Dios romperá toda ligadura, que los unía cual cosa pegajosa,
Los lazos familiares, amigos o de iglesia, no podrán detenerlos;
La verdad divina les será más preciosa que ninguna otra cosa,
Un número grande se unirá al Señor, ayudemos a retenerlos.
Nuestro mensaje es lógico, pero necesita llevarse con amor,
Nuestro mensaje es razonable, pero necesita darse con bondad;
El mensaje tiene argumentos poderosos, démoslo con fervor,
Dejemos que el Espíritu obre, que nos llene de santidad.
Queremos que este mundo enfermo termine prontamente,
Pero mientras llega, busquemos el reavivamiento y su poder;
Que vendrá cuando nos entreguemos en alma, cuerpo y mente,
Y elijamos conscientemente, que el Espíritu llene nuestro ser.
Hiram Rivera Méndez
21 de septiembre de 2013
Toa Alta, Puerto Rico
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