ANALISIS MUSICAL DE LA OBRA OP. 11 nº 3 DE ARNOLD SCHÖENBERG AUTORA: CLARA LUZ FERNÁNDEZ VECINO1 INTRODUCCIÓN Arnold Schöenberg (1874-1951) y sus discípulos Alban Berg (1885–1935) y Anton Webern (1883–1945), son los principales representantes de la llamada “Segunda Escuela de Viena”: Desempeñaron un importantísimo papel en la formaron del pensamiento y la estética del siglo XX y provocaron una gran revolución en en el leguaje musical que llegaría a afectar prácticamente a toda la música futura. Schöenberg ha sido una de las personalidades artísticas más fecundas, su aportación a la música es de tal envergadura, que resulta impensable hacer una reflexión musicológica del XX sin contar con él. De formación autodidacta estudió violín, violonchelo y piano antes de dicarse a la composicion. Gran conocedor de la tradición, desafió todos los convencionalismos para dar uno de los pasos más importantes en la evolución de la música. Schoenberg también fue un pintor, un importante teórico de la música , y un profesor influyente de la composición; sus alumnos incluidos Alban Berg , Anton Webern , Hanns Eisler , y más tarde John Cage , Lou Harrison , Kim Earl , y muchos otros músicos destacados Su vida compositiva se manifiesta en cuatro periodos: • El primero, hasta 1908, en que busca la continuidad de Brahms, Wagner, Reger y Straus. • El segundo, hasta 1923, coincide con la época expresionista y en él se produce una ruptura aparente con el mundo tonal. Un periodo muy fecundo e innovador en el que curiosamente escribe su tratado de armonía (1911), en que nos muestra sus profundos conocimientos de la música tonal. El compositor austríaco va a ser uno de los precursores de esta corriente que en música va a usar la técnica del Atonalismo, con obras como Pierrot 1 Clara Luz Fernández Vecino es compositora y profesora de Armonía en el Conservatorio Profesional Ángel Barrios de Granada 1 Lunaire (1912), las Cinco piezas para Orquesta Op. 16 (1907), o las Tres piezas para piano Op 11. • El tercero, hasta su exilio en E.E.U.U en 1933 impuesto por la llegada de Hitler al poder, en el que surge el Dodecafonismo, un método que según dijo Schöenberg en su tratado de Armonía “asegurará el predominio de la música Alemana para los próximos cien años”. • El Cuarto coincide con su exilio. En E.E.U.U. compone obras atonales pero también tonales. Escribe varios libros teóricos más y multitud de artículos reunidos después en el “Estilo y la idea”. Su mayor aportación fue el Atonalismo Libre (expresionista) y el Dodecafonismo (constructivista). Atonalismo, o la ruptura con la tonalidad, consiste en crear una música completamente distinta, obviando las reglas que rigieron durante siglos. La sensación auditiva es completamente nueva, los sonidos se liberan de la atadura de la tonalidad. Se rompe con todo lo establecido, los conceptos de armonía, melodía y ritmo se renuevan. Es un sistema que, mediante la desjerarquización de las alturas, tiende a la igualdad de las mismas, pero el factor armónico trastorna por entero la concepción homogeneizante, ya que ciertos intervalos van a resultan privilegiados y otros se van a encontrar en inferioridad (justamente los contrarios que en la tonalidad). Kreneck afirmaba que “la atonalidad pone en primer término lo melódico, por lo que hay que acercarse a esta técnica a través del contrapunto. Sin embargo, el contrapunto en sí no garantiza la atonalidad, lo único que puede garantizarla es la armonía, una armonía atonal. Según R. Barce, la base de la atonalidad está en la politonalidad. Para obtener una neutralización de varias tonalidades simultáneas habrá que establecer una relación rotundamente disonante: 9as menores y 7as Mayores y tritonos. Con las 12 notas como posibles tónicas se produce la atonalidad absoluta, dando lugar a la pantonalidad, en la que cada sonido se comporta como si perteneciera a todas las tonalidades a la vez, dejando de haber alturas privilegiadas2. El Dodecafonismo, que supone la maduración de las teorías experimentales del expresionismo atonal, consiste en componer partiendo de los 12 sonidos de la escala cromática y colocarlos en una serie, que podrá ser transformada básicamente mediante la retrogradación, la inversión y la inversión retrogradada, además de transportarse a todos los semitonos. EL OP 11 Nº 3 Y EL ATONALISMO La Obra que vamos a analizar, Tres piezas para piano Op. 11, pertenece al segundo periodo, y está escrita con la técnica atonal. Su estreno tuvo lugar en Viena el 14 de Enero de 1910, donde interpretadas por Etta Werndorf. La interpretación un año después en Munich (el 1 de Enero de 1911) 2 Véanse también en este sentido las teorías de Rudolpf Reti presentadas en su libro Tonalidad, Atonalidad, Pantonalidad. 2 impactó al pintor Kandinsky que escribiría a Schöenberg manifestándole su entusiasmo. Fue el comienzo de la amistad de estos dos artistas3. Parece ser que la fuente original del Op. 11 nº 3 está en un manuscrito anotado con lápiz por las dos caras en un folio de 24 pentagramas y que la fecha de terminación es el 7 de Agosto de 1909. Para la apreciación de algunos elementos de la técnica atonal de Schoenberg, nos centraremos en la tercera de estas piezas. Análisis formal La atonalidad va a producir desde el punto de vista estructural formas miniaturas. La tonalidad tenía un gran poder conformador implícito. Al prescindir de ella quedaba la asignatura pendiente de la búsqueda de la cohesión formal, y entre las posibles soluciones a este problema, el compositor vienés propone el recurso es hacer grandes obras con la reunión de pequeñas piezas, o la utilización de un texto con el fin de que éste ayude a la construcción formal. En la Atonalidad no tendrán sentido las repeticiones, las reexposiciones, y todos los signos de simetría que conducen a la identificación, ya que la destrucción de la tonalidad lleva consigo la desaparición de todos los elementos que dependen de ella, por lo que se va a dar el principio de Variación permanente. Brinkmann, en su excelente libro Music Of My Future4, ha calificado el Op. 11 como un todo unificado que conserva los rasgos de una sonata en tres tiempos. La primera pieza estaría en general en la tradición de la idea de una forma sonata (trabajo temático, bloque de desarrollo y reexposición), la segunda sería el tiempo lento del ciclo y la tercera el final de recopilación del material compositivo en forma abierta. Sin embargo el título sencillo se desvincula de la tradición. La única formulación estructural adecuada de la pieza nº3, en la que nos centraremos a partir de ahora, sería la de una serie de zonas independientes agrupadas en varios compases que se suceden sin aparente relación, unificadas en torno a una misma dinámica, a un tempo determinado y contrastante con la sección anterior y a una textura diferente. R. Brinkmann5, en consecuencia, ha distinguido en los treinta y cinco compases de los que consta la pieza dieciocho áreas o zonas compositivas. Analisis de la textura En esta 3ª pieza existe una textura casi rapsódica, muy libre, con contrastes entre densidades diferentes. Como ejemplo en el compas 1 aparece un acorde de seis 3 Durante varios años mantendrían una correspondencia en la que compartieron similares preocupaciones filosóficas, artísticas y estéticas, en una búsqueda que les llevará a creaciones paralelas en las dos artes. Dicha correspondencia está recogida en 1987 en Madrid, en la colección Alianza Música, con el título “Arnold Schoenberg. Wassily Kandinsky. Cartas, cuadros y documentos de un encuentro extraordinario”. 4 BRINKMANN, Reinhold (2001): Music of My Future: The Schoenberg Quartets and Trio. Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos): Harvard University, Department of Music. Publications in Music. 5 BRINKMANN, Reinhold (2000): A. Schoenberg: Drei Klvierstücke op. 11. Stuttgart: Steiner 3 sonidos, en el compas 3 un acorde de ocho sonidos, y luego en el 4 de diez Tiene momentos de una gran densidad, que dependiendo los compases se licua para dar paso a la línea de timbres. En la última página, en la que principalmente trabaja a dos voces hasta que el final se disuelve en un único sonido. Podríamos decir que el máximo de capas son cuatro entendiendo que cada una de ellas sea en muchos momentos de carácter acórdico. Como ejemplo de ello las dos capas del compás 27 tienen acordes de tres sonidos y sin embargo en el 28 son líneas de un sonido cada una. Analisis armónico En esta pieza vamos a observar algunas de las técnicas armónicas del atonalismo. • Entre la anacrusa y los primeros acordes del compás 1 se encuentran todas las notas de la escala cromática a excepción de tres sonidos: sol, sib, y si natural, que se retrasan en su aparición hasta el segundo tiempo del primer compás. Una vez planteadas las doce notas vuelve constantemente a recorrer todos los sonidos cromáticos hasta el fin de la pieza. A este recurso se le denomina “principio de integración cromática o de complementariedad”, y consiste en crear un material sonoro con tendencia a saturar cromáticamente el espacio melódico y armónico de forma que la gama cromática aparezca en un corto espacio y de manera que no sea posible la captación de un centro tonal.6 • En los primeros acordes el autor está mostrando un gran interés por destacar la 3ª Mayor. La realización de una composición mediante pequeñas estructuras o células interválicas que sirven tanto para la construcción vertical como horizontal se denomina “principio de integración interválica”. Mediante la variación de esas figuras y su concatenación se enriquece cromáticamente la textura y se da unidad a la obra. • En el atonalismo se dice que se “emancipa la disonancia”, es decir que se suprime la distancia entre consonancia y disonancia produciéndose acordes muy saturados cromáticamente y con una gran insistencia en los intervalos armónicos de 2ªm, 3ªm, 9ªm, tritono. Las disonancias preferidas que suelen aparecer en todos los acordes son las menos punzantes como la 4ª. En la pieza se da un abundante uso de combinaciones en los acordes de intervalos de 4ª aumentada y 4ª justa o lo contrario, 4ª justa más 4ª aumentada (la llamada “armonía por cuartas superpuestas”). En la cúspide melódica en el primer compás ya se puede observar esta relación. 6 En el último capítulo de su libro de Armonía explica Schöenberg esta tendencia a encadenar acordes según el principio de complementariedad. 4 • Los intervalos de 3ª, ya sean mayores o menores, junto a las 4as justas y aumentadas, se van a destacar como los preferentes desde el punto de vista armónico y melódico. Veamos melódicamente el bajo del compás 2 en el que aparecen dos 3ª mayores (mi-sol#, y la#/sib-re) y una 4ª justa seguida de una 4ª aumentada: • Fruto del contrapunto de las líneas surgen situaciones armónicas en las que se dan una 4ª justa, una octava disminuida y una tercera mayor como aparece en el primer acorde de la obra: • Uso de acordes de tercera más cuarta aumentada • El uso de acordes que tienen una 8ª disminuida o una 7ª mayor es abundantísimo en esta obra. Como ejemplo basta observar el primer compás: • Es interesante el uso de recursos de origen tímbrico en la obra como el uso abundantísimo de las octavas paralelas o del doblamiento para producir una especie de bordón o pedal. 5 Analisis de Dinámicas Las dinámicas son ampliamente contrastantes, y su uso marca las diferentes secciones de la obra, como ejemplo de esto la segunda sección aparece con un matiz de pp en contraste al ff que llega a un fff en la primera sección. La gradación se establece entre el pppp del compás 17 ó del compás 33, hasta el ffff que aparece en el compás 30. Podríamos decir que las dinámicas son un recurso primordial para crear cadencias y a falta de la tensión dominante/tónica las genera mediante el uso de una densidad mayor y su incremento dinámico, como podemos apreciar en el compás 3. En los compases 27 al 35, produce un interesante efecto buscando un crecimiento en la dinámica hasta el ffff del compás 30 y desde allí disminuye la dinámica en cada compás hasta el pppp del 33, cadenciando con una reducción drástica en la densidad de la obra que podríamos decir que es un efecto casi orquestal de eliminación. Análisis Rítmico Rítmicamente es muy compleja ya que se producen cambios de figuraciones rítmicas constantemente. La no utilización de configuraciones rítmicas convencionales le hace buscar ritmos diferentes. Estos ritmos individualmente no son excesivamente problemáticos pero debido a la superposición de los diferentes estratos rítmicos va a surgir una gran dificultad, como podemos apreciar desde los primeros compases. El valor más breve son los seisillos de fusas que aparecen en el compas 30 y el valor más largo es la blanca con puntillo de los compases 9 y 17. Se desafía a la cuadratura del compás con una búsqueda de ritmos asimétricos irregulares y cambiantes. Con una medida de 6/8 pocos momentos hacen sentir el compás binario de subdivisión ternaria, sino que hay un anhelo de liberarse de la tiranía de la barra del compás, ya que las ideas musicales muchas veces se expanden más allá del control métrico. Como ejemplo de esto podemos ver la cadencia del compás 5-6, en la que el reposo se producirá sobre una negra ligada a una corchea: En los compases 32 y 33 aparece una célula rítmica que se repite y que se excede del continente de la barra del compás 6 En un único momento se utiliza un ritmo con carga semántica del periodo tonal, aunque nunca va a resultar demasiado evidente ya que junto a él coloca el compositor una polifonía rítmica que enturbia el resultado. En el compás 1, en la parte más grave, aparece una corchea con puntillo seguida de tres semicorcheas y se repite esta figuración. Mediante un contrapunto rítmico a esta fórmula rítmica se van a superponer capas de diferentes características rítmicas que se cederán la palabra las unas a las otras y que conducirán a crear esa atmosfera de complejidad rítmica resultante: En general, desde el punto de vista rítmico podemos hablar de contraste por secciones. Como ejemplo, comentaremos las primeras secciones: • La primera está marcada por el uso de semicorcheas y el contraste a fusas en los compases 2 y 3 para finalizar y crear una mayor tensión, para luego llegar a la negra ligada a la corchea de los compases 5 y 6. • La segunda, comienza en tresillos de semicorchea que se trasforman en figuras de dos semicorcheas, que se disuelven a través de un contrapunto estrecho, en valores más largos de negra y corchea y negra con puntillo en la que termina la sección. • La tercera utiliza un motor de corchea con puntillo semicorchea La repetición es un elemento muy interesante en este lenguaje, ya que produce cohesión formal. Schöenberg repite células rítmicas que, a modo de Strawinsky, se desplazan a lo largo del compás, buscando que éste no sea entendido como tal. Podemos verlo en los siguientes ejemplos: Compás 3 7 Compás 6 • Compás 10 • Compás 11-12 • Compás28 Se dan pocos momentos de encuentro rítmico entre dos líneas, situación que podemos apreciar en los compases 30 y 32-33, en los que las dos manos hacen la misma figuración rítmica pero en sentido melódico diferente una mano de la otra: . En otros momentos, podemos seguir el discurso rítmico como una única línea de timbre y densidad variable, como podemos apreciar en los compases 5-6-7 8 Es siempre interesante encontrar recursos rítmicos de creación de cadencias como la repetición de una idea con una carga de mayor aceleración, que se produce en el compás 30, en la que primero hace cuatro fusas y termina con la célula de dos fusas y semicorchea para luego acelerar con un seisillo de fusas y las mismas dos fusas y semicorchea: ----La tercera pieza es la más novedosa de las tres situándose, en un lenguaje puramente atonal e inaugura una dimensión formal lejana a los tipos de la tradición, que se adelanta a las futuras formas abiertas de los cincuenta. Así mismo, como subraya Tranchefort, en el libro citado en la biblografía, es la más puramente pianística, y entraña una gran dificultad de ejecución. Para mí, su valor estético está a la altura de los momentos más grandes de su música. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA AULESTIA, G. (1998). Técnicas compositivas del siglo XX. Tomo I Madrid: Ed. Alpuerto. EAGLIEFIELD HULL, A. (1915). La Armonía Moderna. Madrid: U. Musical Española. EIMERT, H. (1952). ¿Qué es la música dodecafónica? Buenos Aires: Ed. N. Visión. GARCÍA LABORDA, J.M. (1989). El expresionismo musical de A. Schöenberg. Murcia: Universidad de Murcia. PEARLE, G. (1999). Composición serial y atonalidad. Barcelona: Ed. Idea Música. RETI, R. (1965). Tonalidad, Atonalidad, Pantonalidad. Madrid: Ediciones Rialp, S.A. STUCKENSCHMIDT, H. H. (1974). Schöenberg: vida contexto, obra. Madrid: Ed. Alianza Música. TRANCHEFORT, F. (1990). Guía de la música de piano y de clavecín. Madrid: Ed. Taurus. Traducido al español por Eduardo Rincón. 9