Respetado Profesor García, agradezco su mensaje y su iniciativa. Me dirijo a Usted, no sólo como Directora de Fomento a la Investigación de Colciencias, sino como Profesora Asociada de la Universidad Nacional de Colombia. Me parece que su opinión y su posición sobre el llamado a la desobediencia civil, es incompatible con lo que yo entiendo es el uso de una información -cuya colección se hace a través de una convocatoria- sobre la base que dicha participación es voluntaria. A mi llegada a Colciencias -hace 2 meses y 14 días- recopilé la información y las discusiones que procedían de toda la comunidad académica y científica del país (durante los últimos dos años), periodo en el cual se supone había sido socializado este nuevo modelo de medición, y francamente entre las 1097 participaciones no encontré ninguna opinión similar a la que Usted ahora expresa -ni suya ni de otro investigador. Quizá no quedó plasmada por escrito, quizá se socializó en otros espacios y no llegó a Colciencias (quien como líder de este proceso debió recibirla); bueno y creo que ahora lo que menos importa es saber en dónde estuvo la falla en el curso de la información. Creo que lo que importa hoy, es la proactividad con la que todos quienes integramos un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, pongamos nuestros esfuerzos al servicio de las necesidades de un país, ávido de recursos y necesitado de planeación -a corto, mediano y largo plazo- de estrategias para diseñar política pública en CTI. No sé si hacer una convocatoria para colectar la información -con la cual Colciencias podrá apoyarse para cumplir parte de su función- sea lo más expedito, quizá como lo he planteado en otros escenarios, la mejor manera sea solicitar de forma directa a las instituciones (muchas de ellas de educación superior) la información que se requiere, para sobre bases ciertas se defina qué hacemos quienes nos llamamos investigadores, qué representan nuestros resultados para el país y en dónde se debe invertir el limitado recurso para CTI (fortaleciendo lo mejor y promoviendo a quienes inician). El colectar la información y valorarla acorde con parámetros universales de la calidad en investigación (impacto y visibilidad) es función misional de Colciencias, quien requiere conocer el estado del arte de la investigación en Colombia, por lo cual le reitero, es obligación de Colciencias hacer el balance de las actividades de CTI, para cuyo objetivo requiere hacer un inventario, sea cual fuere la manera de acceder a la información base de dicho análisis. Como parte de la reflexión, me llama mucho la atención que algunos de los comentarios recibidos -no sólo en este mensaje- proyectando catástrofes salariales derivadas de una calibración diferencial al sistema de homologación de revistas, ninguno refleje el sentir de algunos, quienes hemos visto aspectos mucho más preocupantes que el posible "deterioro salarial de docentes". Para empezar hay muchos otros productos derivados de actividades de investigación, distintos a las publicaciones y considerados en este modelo de medición, pero sí es cierto, son éstas las que masivamente se asocian con puntos salariales y por eso es tan relevante. Me llama mucho la atención que mis maestros, no se hayan pronunciado jamás acerca de lo poco conveniente de crear revistas para que los mismos editores publiquen su propia información -y sean sus propios pares- la cual no es leída por demasiada audiencia y por ende, no derive en el impacto que pueda tener el conocimiento generado y reportado. Nunca he visto que se exponga el efecto que puede tener en la formación de algunos de nuestros estudiantes, el ponerlos a leer artículos de avanzada en los seminarios, pero a su vez impulsarlos a que publiquen en revistas de poco o nulo impacto -porque allí es "más fácil" o porque eso sí le sirve al país, en serio le sirve al país? de qué modo?. Tampoco he visto que nadie se pronuncie exigiéndole a Colciencias que haga más exigente el Publindex -o bueno si lo hacen es desde el anonimato, pues temen el señalamiento aplastante de quienes consideran que así estamos divinamente-, y que más allá de los puntos salariales que nos benefician a tantos docentes, la ciencia sea valorada con criterios distintos al "estímulo" económico. Hemos llegado a cifras vergonzosas, en las cuales Departamentos o Facultades de no más de 30 a 40 profesores, tienen entre 4 y 6 revistas propias, todas honorablemente indexadas en Publindex, cuyos números enteros llegan a los comités de puntaje de nuestras Universidades, promoviendo la "facturación" de millones de pesos a una sola cuenta, sin que ninguno de los miembros del Sistema lo denuncie....y bueno sí lo hacen, seguramente esto no es ilegal, pero probablemente es poco ético . Creo como Usted profesor García, que la ciencia y los parámetros de la investigación deben ser altos, probablemente no al nivel de los países cuyo presupuesto supera por millones al nuestro, pero creo que compararnos con países de la región como Usted lo ha hecho, es la manera más valiosa en este momento, de ver que nuestro panorama no es tan siniestro en francos términos de ciencia y su proyección. Cuando Usted muestra en el mapa de la región (Figura 1), cual es la distribución porcentual de revistas nacionales (Colombia y países de la Región) en los cuartiles de Scopus, reafirma el análisis hecho desde Colciencias, en donde países como Argentina y aún México, referentes para muchas de nuestras áreas y líneas de investigación, siguen siendo líderes en investigación y desarrollos con impactos, sin tener excesos de revistas propias. Usted bien lo sabe, más de las 400 revistas Colombianas, no cuentan ni con la visibilidad ni con el impacto, que permitan su referenciación y que por ende permitan dimensionar qué de lo que hacemos está en la frontera del conocimiento, entonces, no logro ver dónde está la pérdida en la investigación. El análisis presentado en este mensaje es supremamente valioso y refuerza la necesidad de calibrar de otra manera nuestra producción científica. He leído con juicio el documento de su autoría cuando era Director de Colciencias, titulado "75 maneras de generar conocimiento en Colombia (1990-2005)", en el cual uno de los párrafos más llamativos y vigentes actualmente -aún después de 8 años- es que "COLCIENCIAS ha propuesto 7 estrategias para transformar el rol del conocimiento en la sociedad y abrir caminos que le permita llegar a ser una sociedad basada en el conocimiento que se pueden resumir en los siguientes términos......6. Fortalecimiento de la investigación para hacerla competitiva internacionalmente: Si no hay una actividad de investigación dinámica y de alta calidad todo se derrumba. En el mundo de la ciencia no se puede hacer trampa y menos simular. Se requiere de grupos y centros de investigación consolidados y de excelencia". Pues bien, siguiendo estos mismos lineamientos propuestos por Usted, es que desde hace más de dos años, se generó este nuevo modelo de medición, incorporando eso que se interpretó -entre otros desde el documento citado- como parámetros de calidad universales que propendan por la identificación de esos grupos "consolidados y de excelencia", y que reitero, también permitan conocer qué grupos emergentes y nuevos, requieren el apoyo para recorrer el camino y alcanzar una trayectoria que derive en consolidación y liderazgo. En esa construcción colectiva necesitamos su apoyo y el de toda la comunidad científica, y si no lo estamos haciendo bien, créame que hemos procurado respetar el camino recorrido en esta entidad por personas que como Usted nunca improvisaron y marcaron la pauta en la ruta de esa excelencia que el país y el mundo requieren en materia de investigación e innovación. Si no lo estamos haciendo bien, esperamos una opinión distinta a un llamado innecesario a la desobediencia civil. Con consideración y aprecio. Gabriela Delgado M. BSc, PhD en Ciencias Farmacéuticas Directora de Fomento a la Investigación Colciencias