CuidArte al explorar

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CuidArte al explorar
Preguntas y respuestas
¿Cómo motivarles a explorar?
Comprendiendo que el valioso aprendizaje ocurre a medida que niños y niñas exploran y se
ensucian, así que ¡paciencia!
Sintonizándonos con la mirada que se maravilla del mundo y con lo interesante que es hacer algo
nuevo.
Haciéndoles preguntas. Son una herramienta muy poderosa. ¿Qué pasará si…? ¿Qué habrá en…? ¿Y
si ensayas a…?
Respondiendo sus preguntas. Esto incluye a veces buscar con ellos y ellas las respuestas, pues no
tenemos por qué saberlo todo.
Proporcionándoles experiencias sensoriales que les permitan tocar, observar, oír, oler, etc.
Garantizando condiciones en los entornos que les permitan explorar con seguridad.
Niños y niñas exploran su cuerpo, sus genitales (pene y vulva) y los genitales de su padre o su madre.
¿Esto es normal? ¿Qué hacer y cómo abordar el tema?
Así como niños y niñas exploran aquello que les rodea, también exploran su propio cuerpo y el de las
demás personas: esto incluye los genitales, a los cuales ellos no le ponen el misterio que le ponemos
los adultos porque para ellos son una parte del cuerpo como cualquier otra.
Como la de los genitales es una zona muy sensible del cuerpo, al descubrir sensaciones agradables al
tocarla, quieren repetirlas. Esto es normal en los niños. Si se estimulan muy fuertemente, es
aconsejable decirles que lo hagan suavemente, que hay que tratarse con cuidado.
Y así como exploran su cuerpo, quieren explorar el nuestro para comparar las diferencias y las
semejanzas. Ellos no lo hacen con ninguna intención distinta a la de conocer el cuerpo. Para algunos
adultos, por la educación recibida, es difícil enfrentar esta curiosidad infantil. Saber que no lo hacen
con malicia puede ayudar a tranquilizarnos. Lo importante es ir contestando sus preguntas con la
verdad: el cuerpo de hombres y mujeres es diferente, las mujeres tienen los bebés en una bolsita
especial para los bebés. Si el niño quiere tocar los genitales de los padres y al padre o madre no le
incomoda, se le puede dejar y se le va explicando.
Los niños entre ellos también curiosean y tienen lo que se llama “juegos sexuales”. Es normal a esta
edad, porque están comparando si su cuerpo es igual al del otro y ello no quiere decir que se vayan a
volver homosexuales.
Si la exploración corporal de los genitales ocurre en un lugar público, puede proponerle al niño o niña
otra actividad que involucre sus manos, de manera que se pueda concentrar en ella, y posteriormente
aprovechar la situación para comentarle que hay cosas que son privadas, que se pueden realizar en
casa, pero que no son apropiadas en otros lugares.
¿Cómo manejar situaciones en las que, por explorar, los niños hacen daños? Por ejemplo, rompen
cosas, rayan libros, lastiman animales.
Debemos dar libertad a niños y niñas para explorar, pero también enseñarles que hay límites o reglas
sencillas que deben seguir. Por ejemplo, si rayan los libros o papeles de las personas adultas, debemos
conseguirles hojas de reciclaje para pintar y enseñarles que esas son sus hojas, que los libros de los
demás no se rayan y hay que cuidarlos. Con esto les enseñaremos una norma muy sencilla: el respeto
por las cosas de los demás y el cuidado por los objetos. De esta manera, les permitimos seguir
explorando y les vamos enseñando las normas para una mejor convivencia.
Cuando un niño o niña, por explorar, dañe juguetes o elementos de la casa, debemos ayudarle a
reparar el objeto si es posible. También puede ser que le permitamos volver a coger el objeto y
enseñarle a hacerlo de manera más suave. A veces se piensa que si se le pega una palmada en la
mano va a aprender a no dañar. Es posible que coja miedo a coger las cosas y al adulto que le da la
palmada, pero no aprenderá que debe coger las cosas de manera más suave, porque lo estamos
castigando, pero no le estamos enseñando a hacer las cosas con ejemplos y con la práctica.
Es importante que sepamos apreciar que la exploración implica utilizar y desarrollar importantes
habilidades del cuerpo y de la mente. A veces niños y niñas romperán cosas, no porque las quieran
romper, sino porque están aprendiendo a manejar su cuerpo o porque no tenían la experiencia previa
que les permitiera predecir que eso podría pasar.
La exploración puede implicar desbaratar y exponer las cosas a pruebas que les permiten ver a los
niños y niñas cómo se comportan (lanzarlas, sumergirlas, golpearlas, destaparlas, en fin). En este
sentido, aquellas cosas que pongamos a su disposición deben tener como condición que pueden ser
sometidas a tales pruebas, sin que esto sea un motivo de conflicto. A medida que niños y niñas tienen
oportunidad de ensayar e interactuar con los objetos, van ganando movimientos más controlados, más
suaves, más finos, que les permitirán lanzar con exactitud un balón, destapar un tarro, apretar un
tornillo, impulsar un barquito de papel en el agua, etc.
Todo lo que le digo a mi niña de 2 años y 5 meses, lo quiere comprobar. Por ejemplo, le digo en este
frasco hay colonia y dice: “yo lo veo“, y así es con todas las cosas. ¿Por qué sucede esto?
Hay que entender que existen niños y niñas con mayor curiosidad que otros, que todo lo quieren
comprobar o lo quieren experimentar. Esta curiosidad nos indica que se están desarrollando bien. Claro
que a los adultos nos cuesta trabajo estar todo el día pendientes de mostrarles lo que quieren saber.
Pero si pensamos que esto les va a ayudar a desarrollar su inteligencia y su pensamiento, y que van a
sentir nuestro apoyo, podremos “armarnos de paciencia” para estimularloes.
A mi hijo le gusta imitar los superhéroes. Todo lo que ve en televisión luego lo quiere hacer él y tengo
temor que se pueda lastimar ¿Qué puedo hacer?
Lo importante es mostrarle cuáles experimentos puede hacer con seguridad y cuáles son peligrosos.
Jugar al superhéroe en la cama o en un patio no tiene inconveniente, pero hacerlo en una terraza
puede ser peligroso por el riesgo una caída de altura.
¿Es bueno sobrepoteger a los niños? ¿Es mejor dejar que descubran el mundo por si mismos?
Hay que diferenciar la protección de la sobreprotección.
Protegemos cuando permitimos que niños y niñas realicen actividades que pueden llevar a cabo por sí
mismos y que no les van a lastimar, en lugares en los cuales no van a sufrir accidentes.
Sobreprotegemos cuando le hacemos todo o casi todo a niños y niñas, por temor a que se lastimen o
sufran. En este caso, niños y niñas no adquieren independencia ni desarrollan adecuadamente sus
habilidades porque se acostumbran a que todo se les haga.
Es muy importante que niños y niñas descubran y exploren por sí mismos en lugares seguros y con
supervisión, y que además las personas adultos estimulemos esa exploración.
En niños o niñas con discapacidad ¿Cómo podemos estimular la exploración para que sean más
autónomos o independientes?
Al igual que con los demás niños y niñas, las personas que cuidan niños y niñas con alguna
discapacidad (por ejemplo, síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral), van conociendo al niño o
niña y saben en qué lugares están seguros y qué tanto pueden explorar.
Si la discapacidad es mental, hay que mostrarles objetos, colores, formas, texturas y nombrarlas.
Aprovechar el baño, la comida, la salida de la casa para mostrarles el mundo. Y también dejarles
explorar por sus propios medios.
Los niños con discapacidad física posiblemente puedan usar sus ojos para explorar. Hay que
aprovechar esa fortaleza para mostrarles objetos, láminas, películas que les ayuden a conocer el
mundo.
Este material fue producido por la Unión Temporal Cinde –Edupol para el proyecto CuidArte que se desarrolla durante 2010,
en el marco del contrato 1491 de 2009 con el Ministerio de Educación Nacional.
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