El valor añadido de la franquicia Fuente: mundofranquicia.com "La franquicia aporta ventajas competitivas para las empresas al constituirse en sí mismo como un factor diferenciador vía marca." El mercado mundial se orienta, cada vez más, hacia la marca como un valor que determina, en la mayoría de las ocasiones, la decisión de compra. La marca transfiere al consumidor una confianza y seguridad en el producto o servicio adquirido que se traduce en valor añadido. En este contexto, la franquicia se convierte en un factor de identidad corporativa que se consolida en torno a las marcas y la mejora de valor por ofrecer "algo distinto" y “homogeneizado”, a la vez. Según datos de la Oficina Española de patentes y Marcas en España hay, aproximadamente, 700.000 marcas que abarcan todos los sectores de producción. De ellas, 220.000 son internacionales con efecto en nuestro país. La franquicia es un sistema de cesión de uso de tecnología, de ideas, pero, sobre todo, de "saber cómo". Precisamente fue este último factor el que provocó la gran expansión de las franquicias en Estados Unidos al terminar la guerra de Corea. Los veteranos regresaban con ahorros y ganas de trabajar, pero carecían de formación, tecnología y "know how" que les fue proporcionada por los franquiciadores de entonces. Ante la importancia reconocida de este instrumento de desarrollo empresarial, que en España supera los 30.000 franquiciados -cifra que se ha triplicado en los últimos cinco años- cabe preguntarse cuáles son sus efectos sobre el crecimiento económico y sobre los procesos de internacionalización en los que estamos inmersos. La respuesta se orienta en cuatro direcciones. En primer lugar, la franquicia permite que los servicios se produzcan en serie, facilitando la homogeneización del nivel de calidad que habitualmente corresponden a altas exigencias internacionales. En segundo lugar hay que referirse a la importancia económica del aumento empresarial, donde los riesgos son compartidos. Crecen las economías de escala, mejora el poder de compra, se racionalizan las inversiones en publicidad y se aumenta la repercusión de I+D, disminuyendo los costes unitarios. Otro efecto económico de las franquicias es el creciente peso de los servicios en la actividad. La terciarización de la industria es un factor de análisis básico para interpretar los avances económicos actuales. Es decir, las ramas industriales contratan externamente servicios y se benefician del desarrollo de franquicias especializadas en servicios a empresas. Este grupo tiene una importancia estratégica en el cambio estructural de la economía española (ingeniería, limpieza, seguridad..) En cuarto lugar merece una especial mención, la labor como elemento fundamental del proceso de internacionalización, contribuyendo al desarrollo del comercio mundial. La franquicia aporta ventajas competitivas para las empresas al constituirse en sí mismo como un factor diferenciador vía marca. La teoría de los recursos y capacidades, en el ámbito de la internacionalización de intercambios, considera la franquicia como un recurso intangible de gran valor, que contribuye al desenvolvimiento estratégico de las empresas. No hay que olvidar que el porcentaje de empresas que cierran es sensiblemente inferior al del resto de sociedades. Asimismo, la franquicia permite, a través de la cesión de tecnología, que los oferentes de bienes y servicios sean locales, aunque reúnan todas las propiedades y características de la marca internacional. Por ello, las marcas franquiciadoras desbordan los planteamientos usuales, según los cuales hay una lógica de proximidad geográfica en los intercambios, siendo más intensos entre vecinos, Australia y Nueva Zelanda, Noruega y Suecia, o España y Portugal. Por último, es necesario destacar que la franquicia, salvaguardando los aspectos deontológicos o la superación del período experimental, entre otros, son uno de los principales aliados con que cuenta el proceso de internacionalización. Las tendencias actuales para ampliar mercados se basan en las dotaciones naturales, las ventajas adquiridas y las ventajas construidas a través de la acción de la política económica en los campos monetario, industrial, de servicios y regional.