Distribución de las ootecas de Dociostaurus maroccanus (Thunb

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Bol. San. Veg. Plagas, 21: 261-276, 1995
Distribución de las ootecas de Dociostaurus maroccanus (Thunb.)
en dosfincaslangosteras de Extremadura (España)
A. ARIAS, J. JIMÉNEZ, R. SANTOS y D. MARTÍNEZ DE VELASCO
En este trabajo se han realizado dos muéstreos sobre la población de ootecas de la
fase solitaria de Dociostaurus maroccanus Thunb., en dos fincas de Extremadura dedicadas al aprovechamiento de sus pastos naturales con ovejas.
El primer muestreo se hizo sobre diagonales que atravesaban las cercas o cuartones
en que están divididas las fincas y el segundo sobre los rodales de puesta, que fueron
marcados cuando eran visibles las agrupaciones de hembras ovipositoras.
Las ootecas se encuentran en todos los cuartones salvo los sembrados de cereal el
mismo año, y la estimación de sus poblaciones indica que las ootecas en los rodales de
puesta representan un porcentaje muy bajo sobre la población total de la finca e incluso
del cuartón donde están situados; sin embargo los rodales se sitúan en aquellas cercas
donde la densidad de ootecas es mayor. De ambos resultados se extraen orientaciones
para la protección y la regulación de la población de la langosta mediterránea.
La distribución de las ootecas en el suelo es contagiosa o agregativa, incluso en los
cuartones con menor densidad, lo que refuerza la hipótesis de existencia de una feromona de oviposición, apuntada en un trabajo anterior, e induce a ampliar el concepto
de rodal visible de puesta.
Por segundo año en las mismas fincas, se obtiene que la acción de los depredadores
oófagos, aún siendo más intensa que en el año anterior, es insuficiente para la regulación de la población.
A. ARIAS, J. JIMÉNEZ, R. SANTOS y D. MARTÍNEZ DE VELASCO. Servicio de Sanidad Ve-
getal, Junta de Extremadura. Plaza de la Soledad, 5 - 1 . " 06001 Badajoz.
Palabras clave: Dociostaurus maroccanus Thunb., ootecas, distribución, rodales
de puesta, labores de suelo, oófagos
INTRODUCCIÓN
La importancia de localizar la puesta de la
langosta mediterránea (Dociostaurus maroccanus Thunb.) para poder luchar contra
ella, ha sido reconocida hace muchos años
en España. La vigente Ley de Plagas del
Campo de 1908, en su artículo 60, obliga a
los dueños de terrenos donde haya aovado la
langosta a enviar a las Juntas locales, en la
primera quincena de agosto, relación de la
superficie infestada, ordenándoles que procedan a su acotamiento.
Aunque esta disposición parece haber
sido escasamente cumplida y exigida, su
promulgación se ha considerado de sentido
común (MORALES ANTEQUERA, 1923 y
1940) y constituyó la base de la campaña de
roturación de los suelos infestados, denominada campaña de invierno (CAÑIZO y MORENO, 1940).
Ahora bien, ¿qué terrenos de aovamiento
ordena acotar la Ley de 1908, los de puesta
densa realizada por la fase gregaria o todos
los de puesta, sea ésta densa o rala? Puesto
que al promulgarse la Ley no se conocía aún
la teoría de las fases (UVAROV, 1921) y
menos aún que existieran en D. maroccanus
(TARBINSKY, 1932 - i n LATCHININSKY y
LAUNOIS LUONG, 1992-; PAOLI, 1932; PAS-
QUIER, 1934), debe referirse a la puesta
densa asociada a la fase gregaria, la única
que preocupaba por sus daños y que significativamente MORALES ANTEQUERA (1923)
llama «langosta voladera».
Conocidas posteriormente las fases, se
avanza con lentitud en el estudio de la distribución de sus ootecas en el suelo. PAOLI
(1932) dice literalmente: «Muy evidente era
la diversidad de comportamiento durante las
horas de la puesta: los Dociostarus gregarios se adensan en áreas restringidas, cada
una de pocos metros cuadrados de superficie, pero vecinas y de extensión más o
menos grande, y sin embargo separadas
unas de otras...; por el contrario en Selva di
Terracina (fase solitaria) se ven aquí y allí
los característicos racimillos, compuestos de
una hembra oviponente con dos machos al
dorso, pero faltaba el característico agrupamiento y casi agolpamiento de individuos y
la agitación continua». JANNONE (1934) cita
también los focos de puesta de las hembras
gregarias, añadiendo que, en una misma
zona, no ocupan los mismos puntos en años
sucesivos de infestación.
Entre los trabajos referidos a las zonas
gregarígenas españolas en las décadas de
1940 y 1950, quizá sea el de MORENO
MÁRQUEZ (1946) sobre La Serena, donde se
describe mejor la distribución de las hembras ovipositoras: «La langosta se reúne al
hacer la puesta en rodales, generalmente de
pocos metros cuadrados. De ellos pueden
existir varios dispersos en una misma finca,
según las condiciones de la misma, a veces
más o menos próximos, pero en general dejando entre ellos extensiones de cierta importancia no infestadas o con infesto ralo o
muy ralo». Esta descripción de hembras en
rodales alternando con extensiones de infesto ralo, no debe referirse a la fase gregaria,
sino más hien a la solitaria o de transición.
Ello se intuye más claramente en un trabajo
posterior, donde interviene el mismo autor
(CAÑIZO y MORENO, 1949): «las aglomeraciones de adultos en tan restringidos lugares
como son los de puesta, pueden ser, como
dice BODENHEIMER, el primer paso, acaso el
más importante, hacia la transformación fásica, cuando tales aglomeraciones son de
formas dispersas o disgregadas».
Aunque en algunos de los trabajos citados
anteriormente figuran densidades de ootecas
de hembras gregarias en los rodales de puesta, siempre se obtienen de modo ocasional.
El único estudio sistemático de prospección
de puesta que conocemos se realizó en Chipre, sobre una población en fase solitaria
(DEMPSTER, 1957), muestreando al azar mediante un cuadrado de 0,93 m2, una superficie de 16,7 ha en 3 años consecutivos. Lamentablemente no se aportan datos de la distribución en los 270 a 437 cuadrados excavados cada año, sino exclusivamente la densidad media de ootecas (0,8 a 1,8 por m2).
En el texto de UVAROV de 1928 se indica,
sin especificar la o las fases, que «otra costumbre característica de esta especie es ovipositar en grupos densos, con lo que los depósitos de huevos consisten en muy densas
masas de ootecas, más o menos separadas»,
y en el texto del mismo autor de 1977, se
afirma que: «Entre los factores de comportamiento con importancia en el proceso de
gregarización, la oviposición agrupada, conectada con la distribución de la vegetación,
ha sido observada incluso en poblaciones
solitarias, pero no se sabe si las larvas que
emergen al siguiente año se comportan gregariamente».
En la revisión monográfica de LATCHININSKY y LAUNOIS-LUONG (1992) sobre
Dociostaurus en la parte oriental de su área
de distribución, se vuelve a decir que «las
hembras en período de puesta, manifiestan
una fuerte tendencia a reagruparse. Esta
agregación de las puestas es una condición
que favorece la densidad de las eclosiones,
lo que puede desencadenar la transformación de fase». En el capítulo dedicado a la
Previsión acridiana, se fija un umbral de 2
ootecas/m2 para la invasión generalizada
(gregarios) en un ciclo de invasión, y en la
prospección estival y otoñal se prescribe obtener las superficies y el reparto de las ootecas para decidir, con las restantes prospecciones, la estrategia de lucha.
En la tesis doctoral de HERNÁNDEZ CRESPO (1993), se afirma del Dociostaurus en
La Serena: «Sí resulta, en cambio, un síntoma de gregarismo las reuniones de adultos
en los rodales de puesta... que se observaron en el año 1992, lo que de nuevo apunta
a que la tendencia gregaria ha ido aumentando en los tres años por nosotros considerados».
En un trabajo anterior estudiamos la distribución de las ootecas de la langosta mediterránea en los rodales de puesta (ARIAS
et al, 1994), concluyéndose que su densidad disminuye desde el centro a la periferia, habiendo una correlación positiva
entre la superficie de cada rodal y su densidad de ootecas, y se postulaba la existencia de una feromona de agregación o de
oviposición.
En este trabajo ampliamos el estudio de
distribución de las ootecas a distintas parcelas de 2 fincas langosteras extremeñas. La
motivación que nos ha guiado ha sido doble;
por una parte mejorar la lucha (que constituye nuestra principal responsabilidad), con el
conocimiento de la intensidad y localización
de la puesta, y por otra contribuir a esclarecer su influencia en la gregarización o disgregarización de esta langosta.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se ha realizado en dos fincas
ganaderas de ovino extensivo, dehesas típicas de pastizal sin arbolado, situadas en las
zonas permanentes de langosta mediterránea
en cada una de las provincias extremeñas:
Badajoz: Finca «La Gama», término municipal de Cabeza del Buey, con una superficie de 520 ha y un rebaño de 730 ovejas
adultas.
Cáceres: Finca «Cañada-Altamirano-D.a
Elvira», término municipal de Trujillo, con
una superficie de 506 ha y un rebaño de 400
ovejas adultas y 120 vacas.
Estas fincas se dedican en la actualidad al
aprovechamiento de sus pastos naturales, dividiéndolas en «cuartones» mediante cercas
de alambre; sólo algunos de estos cuartones
se siembran (para sumplementar el pasto
con el grano), de avena, cebada o una mezcla de ambas («metralla» o «chapurreao»),
en una rotación cada vez más amplia, dada
la escasa fertilidad del suelo (Cuadro 1).
El trabajo de campo lo llevó a cabo un
equipo de 3 a 4 personas durante 77 días,
desde junio de 1993 hasta marzo de 1994.
Cuadro 1.-Cuartones prospectados de cada finca, aprovechamiento agrario
y cuadrados excavados en ellos
A. ARIAS, J. JIMENEZ, R. SANTOS Y D. MARTINEZ DE VELASCO
En junio se recorrieron varias veces ambas
fincas buscando los rodales de puesta de las
hembras, que se señalaron colocando una
estaca en el centro aproximado de la máxima densidad de hembras (Figuras 1 y 2).
Desde mediados de julio, finalizada ya la
puesta, se realizó una prospección al azar
de ootecas («canutos») de la langosta mediterránea. Para ello se siguieron rectas
diagonales atravesando algunos «cuartones» y sobre ellas, cada 10 metros, se excavó el suelo en un cuadrado de 0,5 m x 0,5
m (0,25 m2), anotando el número de ootecas sanas o con huevos depredados (Cuadro 1).
En el único cuartón de cada finca con rodales de puesta, se eligieron dos de éstos,
dividiéndolos en los mismos cuadrados a
partir de la estaca y excavándolos todos en
la parte central y alternados en la periferia
(Figura 3).
Con objeto de comprobar la posible distribución agregativa de los «canutos» en el
suelo, tanto en los rodales como en las diagonales, se han calculado dos índices de dispersión:
X2 = valor observado del «chi» cuadrado
X2 = - (n - 1).
m
n - 1 = grados de libertad.
b) Ip: El índice de dispersión de Morisita
estandarizado (MORISITA, 1962 y SMITH-
GILL, 1975, en KREBS, 1989).
S2(
a) I = — : El cociente entre la varianm
za (s2) y la media (m) de cada muestra. Este
índice tiene la ventaja de que es afectado
débilmente por la densidad de la población
y el inconveniente de que el límite superior
es afectado por el tamaño de la muestra
(MYERS, 1978, en KREBS, 1989).
El índice toma valor 1 para una distribución al azar, mayor que 1 para una agregativa y menor que 1 para una uniforme. La
conformidad con una distribución al azar se
ha juzgado mediante la fórmula:
z = V2X2 _ 2(n - 1) - 1
1989), donde:
z = desviación estándar de la curva normal, que para una distribución al azar debe
estar entre ±1,96 (con un 95% de confianza) y para una agregativa ser mayor que
1,96.
(KREBS,
siendo:
x¡ = el número de «canutos» en el cuadrado i.
n = el número de cuadrados en cada
muestra.
El índice de dispersión de Morisita estandarizado tiene la ventaja de ser una de las
mejores medidas de dispersión por ser independiente de la densidad de la población y
del tamaño de la muestra (MYERS, 1978, en
KREBS, 1989).
Este índice toma valor 0 para las distribuciones al azar y valores superiores a 0 para
las agregativas, que lo son con un 95% de
confianza a partir de 0,5 (KREBS, 1989).
No se ha utilizado el coeficiente k de la
distribución binomial negativa, ya que está
fuertemente correlacionado con la densidad
Fig. 1.-Rodal de puesta de Dociostaurus maroccanus (Thunb.) en «La Gama» (Cabeza del Buey). (Foto: A. Arias)
Fig. 2.-RodaI de puesta en Cañada (Trujillo). (Foto: A. Arias)
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Población de ootecas y labores de cultivo
Fig. 3.-Excavación de un rodal de puesta.
(Foto: A. Arias)
de la población (MYERS, 1978, en KREBS,
1989), lo que puede esperarse en los casos
que se estudian, donde la densidad de ootecas es más alta en los rodales de puesta que
en el resto. Sin embargo, la correlación con
la densidad se discutirá en su momento.
La población de langosta en ambas fincas
no formó cordones larvarios ni enjambres
de adultos, por lo que su estado fasario era
de solitaria o a lo sumo de transición; pese a
ello, la densidad en algunos cuartones, (el
3.° tanto en La Gama como en Cañada) hizo
que debieran tratarse con malatión en ultra
bajo volumen, para proteger los pastos y
disminuir la población con vistas al siguiente año; sin embargo, en ambos cuartones se
formaron rodales densos de hembras ovipositando.
En el Cuadro 2 y en la Figura 4 se recogen los resultados de las excavaciones en la
diagonal de cada cuartón. Comparándolos
con las labores de cultivo recibidas en los
años anteriores, se ve que solamente en
aquel cuartón de La Gama que fue sembrado de cereal en el otoño anterior, y cosechado en mayo de 1993, la langosta no efectuó
Cuadro 2.-Labores de cultivo en cada finca y «cuartón» y población de ootecas
La Gama
1.° Rastrojo de primer año
2.° Rastrojo de segundo año
3.° Rastrojo de cuarto año
4.° Posío (Pastizal)
5.° Posío (Pastizal)
TOTAL O MEDIA
Cañada
~~"
1.° Posío (Pastizal)
2.° Posío (Pastizal)
3.° Posío (Pastizal)
TOTAL O MEDIA
puesta; en todos los demás cuartones, incluido el sembrado en 1991-92, se encontraron
ootecas, aunque su densidad fue muy variable de unos a otros y sin aparente correlación con el número de años dedicados al
aprovechamiento del pasto con ovejas. Es
preciso añadir que en ambas fincas se trata
de pasto natural, no mejorado con otras especies, ni abonado con fósforo según las recomendaciones para estas comarcas.
La población estimada de ootecas en función del muestreo efectuado presenta grandes oscilaciones, tanto entre cuartones como
entre ambas fincas. La densidad media en
La Gama es de 0,91 ootecas/m2, variando en
los cuartones desde 0 hasta 3,39, máximo
que corresponde al cuartón con rodales de
puesta de hembras; en Cañada la densidad
media es de 3,02 ootecas/m2, es decir, 3,3
veces más alta que en La Gama, siendo menores las diferencias entre cuartones, que
van desde 1,36 hasta 4,82, máximo que
vuelve a coincidir con el cuartón donde se
observaron rodales de puesta.
En el intervalo de los muéstreos realizados, parece existir una correlación lineal positiva entre el porcentaje de cuadrados ocupados por una o más ootecas y la densidad
de éstas en la diagonal correspondiente (Figura 5).
En el Cuadro 3 figuran las ootecas de
cada rodal de puesta; como no se han excavado sistemáticamente todos los cuadrados,
y la densidad de ootecas disminuye gradualmente desde el centro del rodal hacia la periferia (ARIAS et al, 1994 y Figura 6), la población total se ha estimado sumando la de
cada corona (a partir de la central donde estaba la estaca), obtenida por la densidad
media de los cuadrados excavados en cada
una.
La población y densidad en estos rodales
de puesta es muy desigual en los 2 excavados de cada finca, y ligeramente superiores
las de Cañada a las de La Gama. No obstante, su densidad siempre es superior a la
del cuartón donde están situados (Cuadros
2 y 3).
Fig. 5.-Correlación entre el porcentaje de cuadrados ocupados y la densidad de ootecas
en las distintas diagonales muestreadas.
Finca "Cañada"
Fig. 6.-Número de ootecas en los cuadrados excavados de cada rodal de puesta.
Cuadro 3.-Población de ootecas en cada rodal de puesta excavado
Del cuadro 4 se deduce que la población
estimada de ootecas en el conjunto de rodales de puesta es muy baja respecto a la total
de la finca e incluso a la del cuartón donde
se localizan. En consecuencia, parece que
las operaciones de lucha dirigidas exclusivamente a los avivamientos en los rodales de
puesta (por ser aquellos sitios donde podría
iniciarse el proceso de gregarización), tendrían muy escasa repercusión en la disminución y en la regulación de la población. Por
tanto la lucha debería abarcar todo el cuartón donde se encuentren los rodales de puesta, o al menos la totalidad de la superficie
delimitada por éstos.
Modelo de distribución de las ootecas
Por la simple observación de las hembras
adensadas en los rodales de puesta (Figuras 1
y 2) y la distribución de los «canutos» en los
cuadrados excavados (Figura 6), se intuye
que la distribución de las ootecas en ellos
debe ser contagiosa o agregativa. Los índices de dispersión calculados para los 4 rodales así lo confirman (Cuadro 5), mostrando
el cociente entre varianza y media mayor
oscilación, acorde con la de la densidad, que
el índice estandarizado de Morisita.
Los índices de dispersión habrían disminuido (aunque la distribución continuase
siendo agregativa), en caso de haber podido
excavar todos los cuadrados de la periferia
de los rodales (de menor densidad), lo que
constituye una carencia de este trabajo.
Pero la distribución de ootecas no sólo es
agregativa en los rodales de puesta de las
hembras; también lo es, con un 95% de confianza, para el muestreo conjunto de cada
finca (Cuadro 6 y Figura 7).
Sin embargo, considerados los rodales
uno a uno, aunque ambos índices de dispersión superan siempre el valor de la distribución al azar (I = 1; Ip = 0), sólo es agregativa, con un 95% de intervalo de confianza,
Cuadro4-Poblaciónde ootecas de los rodales de puesta respecto al total
Cuadro 5.-índices de dispersión y tipo de distribución de las ootecas en los rodales
de puesta de las hembras
Cuadro 6-Indices de dispersión y tipo de distribución de las ootecas en ambas fincas
y en cada uno de sus cuartones
Finca y/o cuartón
Distribución
(intervalo 95%)
en 1 cuartón de los 4 de La Gama y en 2 de
los 3 de Cañada (Cuadro 6).
Estos 3 cuartones con distribución agregativa de las ootecas se corresponden con los
de mayor densidad, figurando lógicamente
entre ellos los 2 con rodales de puesta en
cada finca.
En consecuencia parece que la densidad influye de modo considerable en ambos índices
(Figura 8), por lo que éstos no cumplirían la
segunda propiedad fijada por ELLIOT, 1977
(en KREBS, 1989), para un índice perfecto.
Esta aparente anomalía de la distribución,
con tendencia a pasar del azar a la agregativa
al aumentar la densidad de las ootecas, podría explicarse por la existencia de una feromona de oviposición o agregación (ARIAS et
al, 1994), que atraería a las hembras a los
Distribución
(intervalo 95%)
sitios ya marcados por alguna puesta previa.
La posibilidad de la atracción para puestas
posteriores se vería incrementada con la
densidad de la población de hembras, actuando ésta como factor de retroalimentación en la agregación de ootecas.
Estos resultados conducen a ampliar el
concepto actual de rodal de puesta (PAOLI,
1932; JANONE, 1934; MORENO MÁRQUEZ,
1946; CAÑIZO y MORENO, 1949), pasando
de una aglomeración visible de hembras que
simultanean la puesta en un espacio y un
tiempo determinados, a una agregación de
ootecas en un espacio que no necesita ser la
consecuencia de un grupo visible de hembras que coinciden en el tiempo, sino en
momentos más distanciados al decrecer la
densidad.
Fig. 7.-Distribución de frecuencias del número de ootecas en los cuadrados de 0,25 m2
de todas las diagonales muestreadas en cada finca.
Fig. 8-Media del muestreo de cada cuartón y cada finca (ootecas en 0,25 m2) e índices de dispersión.
Por otra parte, la distribución más o
menos agregada de la puesta, al ser función
de la densidad de hembras, no está condicionada en exclusiva por su estado en fase
gregaria, produciéndose también en la solitaria.
Además de la existencia de una feromona,
otro factor ya repetidamente señalado (UVAROV, 1928 y 1977), que incidiría en la agregación de la puesta, lo constituyen las áreas
desnudas de vegetación (o con ella muerta)
en el momento de la puesta, intercaladas con
las cubiertas de pasto. Estas áreas son una
constante en nuestras zonas permanentes de
langosta mediterránea y se encuentran ampliamente distribuidas en todos los cuartones
de las dos fincas muestreadas (Figura 9).
Depredación de huevos
Al igual que en otro trabajo anterior en las
mismas fincas (ARIAS et al, 1994), volvieron a encontrarse ootecas con la práctica totalidad de sus huevos depredados por dos
especies de larvas, un díptero del género
Glossista y un coleóptero del Trichodes; los
resultados aparecen en el Cuadro 7.
V?m8%
Fig. 9.-Suelo desnudo o con césped muerto
de Poa bulbosa L., apto para la puesta
de Dociostaurus maroccanus (Thunb.).
(Foto: A. Arias)
Cuadro 7.-Depredación de las ootecas de «langosta mediterránea»
La depredación en «La Gama» ascendió a
un 30%, predominando Glossista; en «Cañada» a un 22%, pero fue Trichodes el más
abundante. Aunque los porcentajes son más
altos que los de 1992 en ambas fincas, vuelven a no tener relevancia suficiente en el
control de la plaga.
CONCLUSIONES
Dociostaurus maroccanus en fase solitaria efectuó la puesta del año 1993 en todos
los «cuartones» de ambas fincas, incluido el
sembrado el año anterior; no pudo realizarla
únicamente en el que estuvo sembrado el
mismo año, que se recolectó poco antes de
iniciar dicha puesta.
La densidad media de ootecas en «la
Gama» (Cabeza del Buey-Badajoz), fue de
0,91 por m2, oscilando de unos a otros
«cuartones» hasta un máximo de 3,39 ootecas/m2, precisamente en el único «cuartón»
donde se formaron 48 rodales densos de
puesta.
En «Cañada» (Trujillo-Cáceres) la densidad media fue de 3,02 ootecas/m2, 3,3 veces
más alta, pero similarmente sólo se observaron 31 rodales de puesta en el cuartón con
densidad más alta, 4,82 ootecas/m2, y no así
en el siguiente con 3,01 ootecas/m2.
Parece existir una correlación lineal entre
los cuadrados ocupados por ootecas y la
densidad de éstas en cada muestreo.
La densidad media en los 4 rodales de
puesta excavados fue desigual, pero siempre
más alta que en los «cuartones» donde estaban localizados, oscilando entre 7 y 57 ootecas/m2.
La población estimada en el conjunto de
los rodales de puesta es muy baja sobre la
total de los «cuartones» prospectados en
cada finca. En consecuencia las operaciones
de lucha no pueden limitarse a la superficie
de dichos rodales sino a la del «cuartón»
donde están situados, o al menos a toda la
zona delimitada por ellos.
La distribución de las ootecas en el suelo
es agregativa en los rodales de puesta, en el
conjunto de cada finca y en los cuartones
con densidad más alta, lo que refuerza la hipótesis de existencia de una feromona de
oviposición, que atraería a las hembras a los
sitios donde ya hay puesta, coincidiendo o
no en el tiempo con otras hembras ovipositoras en función de su densidad. Ello obliga
a ampliar el concepto actual de rodal de
puesta.
La depredación de huevos por Glossista
sp. y Trichodes sp. alcanzó valores ligeramente más altos que el año anterior en
ambas fincas, aunque de nuevo insuficientes
para la regulación de la población.
AGRADECIMIENTOS
A los propietarios de las fincas, los Sres.
Redondo de «Cañada» y la Sra. Márquez de
Prado de «La Gama», así como al Ingeniero
Técnico Agrícola D. Antonio Prieto Andreu,
Director técnico de esta última.
A los peones especializados del Servicio
de Sanidad Vegetal, D. José Bulnes, D.
Agustín Marín y D. Manuel Ricis, así como
al capataz D. Honorio del Castillo, por su
ayuda en la extracción de ootecas. Al Ingeniero Técnico Agrícola D. Agustín Pérez
por la realización de las figuras y a D.a Manuela Merino y D.a Mercedes Martínez por
el tratamiento del texto.
A D. Fernando García-Mari, Catedrático
de Entomología Agrícola (ETSIA Valencia) por sus consejos en el estudio de poblaciones.
ABSTRACT
ARIAS, A.; JIMÉNEZ, J., SANTOS, R. y MARTÍNEZ DE VELASCO, D., 1995: Distribution
of the Dociostaurus maroccanus (Thunb.) egg-pods in two pasture-lands of Extremadura (Spain). Bol. San. Veg. Plagas, 21(2): 261-276.
In this paper, two samplings on the egg-pods populations of the solitary phase of
Dociostaurus maroccanus (Thunb.), carried out in two sheep-grazed pasturelands in
Extremadura (Spain), are studied.
The first sampling was carried out following straight trayectories inside the different parts in which pasturelands are divided by fences, and the second one over
the surfaces covered by laying groups, which were pointed out during female oviposition.
Egg-pods are found in every part of the pastureland, except in those showned, and
their estimated populations show that a very low percentaje of the total population in
the pastureland or even of that of the part they were in, is in the surfaces covered by laying groups. These are placed in those parts of the pasturelands were the egg-pods density is higher. From both results orientations for the protection and management of the
Moroccan locust population are drawn.
The type of distribution of egg-pods on the ground is contagious or aggregative, except in the parts with lower density, which strengthens the hypothesis of the existence
of a oviposición pheromone, already shown in a previous work, and modifie the visible
laying group concept.
For the second year in the same pasturelands, egg-pods predator's action, although
being more intense than last year, was proven not enough to regulate the population.
Key words: Dociostaurus maroccanus (Thunb.), egg-pods, field works, type of
distribution, protection, egg's predators.
RESUME
ARIAS, A.; JIMÉNEZ, J., SANTOS, R. y MARTÍNEZ DE VELASCO, D., 1995: La distribu-
tion des oothèques de Dociostaurus maroccanus (Thunb.) dans deux exploitations à
paturages en Extremadura (Espagne). Bol. San. Veg. Plagas, 21(2): 261-276.
Dans ce travail ont été realises deux échantillonnages sur la population des oothèques de Dociostaurus maroccanus (Thunb.), en phase solitaire, dans deux exploitations
d'Extremadura (Espagne), dediées à 1'élevage de brevis avec le paturage naturel. Le
premier échantillonnage a été fait sur des droites traversant chaqué parcelle des exploitations contourée au fil de fer; le deuxième sur les foyers de ponte, marqués préalablement au moment ou étaint visibles les groupementes des femelles en oviposition.
Les oothèques se trouvent dans toutes les parcelles, sauf dans celles semées aux cereales le même année, et 1'estimation de ses populations montee que dans les foyers de
ponte se trouve un pourcentage tres bas sur la population total de 1'exploitation et
même de la parcelle ou se trouvent les foyers. Ceeis se situent dans la parcèlle ou la
densité d'oothèques est la plus élevée. De ces résultats sortent des orientations pour la
lutte et la regulation de la population du criquet méditerranéenne.
Le modele de distribution des oothèques dan le sol est du tipe contagieuse ou aggregative, sauf dans les parcelles à densité moindre, ce qui renforce l'hipothese, deja signalée, de l'éxistence d'une pheromone d'oviposition, et qui oblige à élargir le concept
de foyer visible de ponte.
On obtient, une deuxième fois dans les mêmes exploitations, que 1'action des prédateurs oophâges, même si plus intense que l'année à l'avance, se montre insufisante
pour la regulation de la population.
Key words: Dociostaurus maroccanus (Thunb.), oothèques, travaux de sol, tipe de
distribution, protection, prédateurs d'oeufs.
REFERENCIAS
ARIAS, A.; SÁNCHEZ, M.; JIMÉNEZ, J.; SANTOS, R. y
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(Aceptado para su publicación: 21 noviembre 1994)
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