VII CONGRESO VASCO DE FAMILIAS NUMEROSAS CONCLUSIONES A lo largo de esta jornada, los expertos en demografía y políticas familiares que han acudido, han mostrado las necesidades, carencias y consecuencias de las políticas familiares que en Euskadi se están llevando a cabo. En su diagnóstico, han destacado: 1. Tenemos una fecundidad inferior a la necesaria para el relevo generacional. La baja natalidad y una esperanza de vida muy elevada, y creciente, conducen a una población cada vez más envejecida. Si se mantiene el índice de natalidad que tenemos actualmente, estamos abocados, como sociedad, a un escenario muy problemático, en el que peligrará nuestro sistema de bienestar, que está basado en la generosidad y sostenimiento intergeneracional. 2. Sin embargo, nuestras políticas siguen siendo cortoplacistas, no afrontando con valentía el reto demográfico que se nos presenta, ni poniendo las bases para unas sólidas y solidarias políticas de familia, como sí vienen haciendo varios países de nuestro entorno. 3. En Euskadi las familias siguen sin poder tener el número de hijas e hijos que desearían, debido principalmente a las dificultades de conciliación laboral y familiar que se encuentran y a la falta de apoyo económico por parte de las administraciones. Estas son dos de las mayores brechas que nos separan de los países de nuestro entorno europeo, en los que a su vez cuidan y velan por la maternidad y paternidad con mayor esmero y presupuesto económico. 4. Nuestro sistema de bienestar y de protección social, al margen de la educación y la sanidad no está equilibrado desde el punto de vista generacional. Al compararlo con otros países, se muestra cómo no están enfocados fundamentalmente a las familias con niños/as pequeños y con jóvenes, porque tenemos un sistema que está más orientado a los mayores y las personas que han hecho una trayectoria laboral larga. Para paliar y encauzar esta situación y poner las bases para una protección social idónea que ampare y proteja a las familias con hijas e hijos, los expertos han recomendado: 1. En Euskadi se debe dejar de ignorar el problema demográfico que se nos presenta y ponerlo en primer plano de la agenda social, gubernamental y académica. Hasta hoy, es uno de los problemas de mayor magnitud y más desatendidos que afronta nuestra administración 2. Para ello, es preciso fomentar una sociedad más inclusiva con las familias con hijas e hijos, que sea capaz de adaptase a sus necesidades y propicie un entorno más favorable para la maternidad y paternidad. 3. Hacen falta políticas familiares más ambiciosas y eficaces, que afronten con valentía los retos de la conciliación laboral y familiar y que revolucionen y flexibilicen la cultura y hábitos de trabajo. 4. Todo ello, conjugándolo con una mejor política fiscal referente a las familias y un mayor esfuerzo presupuestario para prevenir, reducir y a evitar la desigualdad entre los niños. 5. Para lograrlo, se hace imprescindible alcanzar un pacto de Estado de todos los agentes (gobiernos, partidos, sindicatos y patronal,…) para llevar a cabo una verdadera Política Familiar Integral e Interinstitucional sólida en el tiempo y que converja hacia los modelos de la Unión Europea.