EXTRACTO DISCURSO MINISTRO JUSTICIA 4. TRABAJANDO EN GARANTIA DEL SERVICIO PÚBLICO DE JUSTICIA. Dos son, en este sentido, los objetivos con los que estoy comprometido: · Culminar el plan de modernización de la oficina judicial situando al secretario judicial como figura esencial de la reforma, y como eje configurador y articulador de las relaciones con la Administración de Justicia. · Potenciar la relación con las CC.AA, con competencias en materia de Justicia para la gestión de las competencias concurrentes y de las compartidas, y para la coordinación en la gestión de las competencias exclusivas conforme a los nuevos Estatutos ya aprobados. El Gobierno se comprometió desde el inicio de la legislatura a impulsar la modernización de la Administración de Justicia, ya que ello es una premisa para poder alcanzar el objetivo de que los ciudadanos vean realmente satisfechas sus demandas de tutela judicial. Por ello, se acometió de una manera decidida la formidable tarea de reformar profundamente el diseño de lo que se ha venido en denominar la Nueva Oficina Judicial, entendida ésta como el conjunto de medios personales, materiales y tecnológicos puestos al servicio de los órganos judiciales. Este reto tiene por objetivo fundamental, el que nuestros jueces y magistrados se dediquen exclusivamente a lo que la Constitución prevé y los ciudadanos esperan de ellos: que juzguen y hagan ejecutar lo juzgado. Al frente de la Oficina Judicial se sitúa al Secretario Judicial, pieza básica en toda esta reforma, pues se pretende aprovechar todo su potencial como especialista cualificado de un cuerpo superior jurídico, para lo cual se le atribuyen importantes competencias encaminadas a dirigir en el aspecto técnico-procesal al personal integrante de la oficina judicial, ordenando su actividad e impartiendo las órdenes e instrucciones que estime pertinentes. Asume, además, responsabilidades en materia de coordinación con las administraciones públicas con competencias en materia de justicia. Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda esta comparecencia parlamentaria, para dejar patente la alta valoración que para este Ministro tiene la figura del Secretario Judicial y en ese sentido, y como ejemplo del protagonismo que dichos funcionarios están adquiriendo en el nuevo diseño de nuestra Administración de Justicia, les anuncio que próximamente procederé a reestructurar el Ministerio de Justicia para adaptarlo a las necesidades exigidas por la nueva configuración de la Oficina Judicial y del Cuerpo Superior Jurídico de Secretarios Judiciales. La necesaria modernización de la Administración de Justicia requiere la adopción de medidas en cuatro campos claramente diferenciados, pero íntimamente relacionados entre sí: 1. Reformas legales para una nueva distribución de competencias entre jueces y secretarios judiciales. La parte fundamental de esta tarea ya está realizada al haber presentado en el Congreso de los Diputados el Proyecto de Ley de Reforma de la LOPJ y 21 leyes procesales para su adaptación al nuevo diseño de Oficina Judicial. Me comprometo con ustedes a realizar todos los esfuerzos necesarios para culminar y aprobar estas reformas legislativas en los próximos meses. 2. Reformas reglamentarias para una nueva ordenación y delimitación de competencias de todos los cuerpos que intervienen en la Administración de Justicia. Se han dictado los reglamentos que regulan las situaciones administrativas, formas de acceso y el régimen disciplinario de los nuevos cuerpos de funcionarios al servicio de la Administración de Justicia, acordes con las nuevas competencias y habilidades que a los mismos se les va a demandar. Durante el presente año accederán a la función pública las primeras promociones de Secretarios Judiciales, Médicos Forenses, funcionarios de los cuerpos de Gestión procesal, Tramitación Procesal y Auxilio judicial, surgidas al amparo de la nueva regulación, funcionarios todos ellos, a los que se les exige mayor cualificación y preparación. Vamos a hacer un esfuerzo importante para que los funcionarios al servicio de la Administración de Justicia reciban la formación específica que precisa el nuevo modelo de Oficina Judicial, tanto en los temas referidos a las modificaciones procesales en marcha, como en lo relativo a la nueva organización y división del trabajo, como, especialmente, en las nuevas herramientas informáticas que vamos a poner a su disposición. Nos comprometemos a mantener un diálogo fluido y constante con los legales representantes de los funcionarios, para que el proceso de gestión del cambio sea consensuado y lo más beneficioso para el Servicio Público. 3. Reformas arquitectónicas para la implantación de la nueva Oficina Judicial. Las decimonónicas secretarías de nuestros juzgados y tribunales no son el entorno más adecuado para la nueva organización que proponemos. Nuevos modelos organizativos, nuevas estructuras funcionariales, nuevas competencias y nuevas y potentes herramientas informáticas exigen nuevas distribuciones espaciales de los edificios judiciales. Durante la presente legislatura se han venido adaptando y en algunos casos levantando nuevos edificios, en aquellas ciudades que van a acoger las primeras experiencias piloto de la Oficina Judicial. Seguiremos inyectando los recursos económicos necesarios para que todos los edificios judiciales del ámbito sobre el que tiene competencia el Ministerio de Justicia, se encuentren plenamente adaptados al nuevo modelo de Oficina Judicial. El presupuesto del Ministerio de Justicia en estos últimos años, ha venido experimentando incrementos notablemente superiores al del general de los presupuestos generales del Estado y en la misma línea seguiremos. 4. Incorporación de nuevas herramientas informáticas que hagan posible a corto plazo la total utilización de las nuevas tecnologías en la Administración de Justicia, desterrando en la medida de lo posible el formato papel. Pero la modernización tecnológica que estamos acometiendo, afecta a muchos otros aspectos. Se están introduciendo sistemas se grabación digital en las Salas de Vistas y Videoconferencia en nuestros Juzgados y Tribunales; se está dotando de un centro de almacenamiento de documentación administrativa al Tribunal Supremo y a la Audiencia Nacional, se están modernizando los sistemas de tratamiento, almacenamiento y comunicación de datos en nuestras Fiscalías, estamos contribuyendo al progreso de la Administración Electrónica en el marco de los Registros Judiciales, estamos incorporando las nuevas tecnologías al Instituto Nacional de Toxicología, a los Institutos de Medicina Legal, estamos informatizando, en colaboración con las CC.AA. con competencias asumidas todos los Registros Civiles. Mención especial merece el proyecto LEXNET, que permite el envío y la normal recepción de escritos y documentos, la práctica de los actos procesales de comunicación, o el traslado previo de copias entre Procuradores en formato electrónico y con todas las garantías de seguridad y confidencialidad exigidas por nuestras leyes. Recientemente se ha publicado el Real Decreto que regula dicho sistema y paulatinamente vamos a implantarlo en todos nuestros juzgados. Vamos a seguir invirtiendo y apostando por las nuevas tecnologías, conscientes como somos de que una Administración de Justicia moderna y que satisfaga las exigencias de los ciudadanos, no puede permanecer al margen de la revolución que ya ha llegado al resto de la Administración Pública. Seguiremos trabajando en el desarrollo del Plan de Transparencia Judicial aprobado por el Gobierno, para permitir a los ciudadanos tener información continua sobre el estado de los procedimientos que les afecten. De la misma forma, todos los profesionales del Derecho estarán permanentemente informados sobre el desarrollo de las actividades judiciales que afecten a sus intereses o su trabajo. Además del objetivo de mejorar la información del ciudadano, consta de otras ambiciosas propuestas: la obtención de datos estadísticos precisos para evaluar la actividad de jueces y fiscales; identificación de las instalaciones y equipos de trabajo que permitan un despliegue eficiente de la nueva Oficina Judicial; y compromiso para utilizar un lenguaje claro en toda la actividad judicial. Recientemente se ha publicado en el BOE el Real Decreto por el que se regula la estructura, composición y funciones de la Comisión Nacional de Estadística Judicial. Estamos trabajando con las CC.AA. con competencias asumidas, así como con el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía, para poner en marcha cuanto antes dicha Comisión cuyo fin primordial es la obtención de datos estadísticos fiables del sistema judicial español que permitan conocer en todo momento dónde están los males de la Justicia para ponerles remedio. Son muchas las cosas que se han hecho en estos tres años y muchas las que quedan por hacer. Quiero reiterar nuevamente la firme voluntad del Gobierno al que pertenezco y de todo el equipo que me acompaña en el Ministerio, de seguir adelante con las reformas emprendidas, y quiero dejar patente nuevamente el firme convencimiento de que las mismas no van a ser posibles sin el concurso de todos los que tenemos alguna responsabilidad en el ámbito de la Administración de Justicia. b. Apoyo a las CCAA en la gestión de las nuevas competencias estatutarias asumidas en las distintas reformas. En este sentido, es nuestra obligación llevar a buen término esta etapa inicial de intenso desarrollo en materia de justicia en relación con el Estado de las autonomías. Las consecuencias del modelo de descentralización política de la CE se proyectan sobre la organización judicial de la mano de los TSJ, que son los que culminan esa organización judicial en la CCAA. Por tanto, cualquier proyecto que pretenda adaptar la Justicia al Estado de las Autonomías pasa necesariamente porque los TSJ desarrollen su función casacional en todas las ramas del Derecho autonómico. Pues bien, el proyecto de reforma de la LOPJ que ya se está tramitando en la Comisión contiene las disposiciones básicas encaminadas a adaptar la Administración de Justicia al Estado autonómico, que resultan, además, imprescindibles para el despliegue de las nuevas competencias estatutarias. Por ello, resulta ineludible culminar el proceso de reforma de la LOPJ en aquellos puntos directamente previstos en la propia Constitución, permitiendo que sea el TSJ de cada Comunidad Autónoma quien culmine, verdaderamente, (como dice el Art. 152 CE), la organización judicial en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma. Esta nueva atribución propiciará, como se ha dicho repetidamente que el Tribunal Supremo adquiera una especial relevancia como órgano encargado de dar coherencia al ordenamiento jurídico mediante la función casacional más pura, de unificación de doctrina, dejando de ser, como hasta ahora, una suerte de tercera instancia, -o aún peor-, un remedio procesal más para los litigantes, lo que provoca un colapso considerable en la entrada y, en consecuencia, en el índice de pendencia de asuntos. La aprobación por parte del Congreso del proyecto de reforma de la LOPJ, dará también cumplimiento a los compromisos y exigencias internacionales que nos demandan la efectiva implantación de la doble instancia penal sin paliativos. El proyecto prevé la doble instancia en todos los procesos penales, como ha exigido una y otra vez el TEDH, poniendo así fin a la imposibilidad de acceso a la segunda instancia de los casos de mayor gravedad resueltos por las Audiencias Provinciales, o por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. En este sentido quiero destacar la importancia que para el desarrollo de mi tarea tienen las relaciones con CCAA y con la Conferencia sectorial. Porque con nuestro modelo de Estado con las importantísimas competencias en todos los órdenes que han asumido las Comunidades Autónomas, la necesaria colaboración y coordinación entre Administraciones es una cuestión de supervivencia. Si ello es cierto en cualquier ámbito de la administración, lo es en mucha mayor medida en la Administración de Justicia, en el que el proceso de transferencias ha supuesto un importante avance en la modernización de esta administración. El servicio público de la Justicia presenta en nuestro Estado una complejidad organizativa que exige esta insoslayable colaboración y con este fin he mantenido ya reuniones con algunos Consejeros de Justicia al objeto de analizar e identificar conjuntamente los principales problemas sobre los que debemos actuar. Pero espero en los próximos meses poder mantener reuniones con el resto de consejeros, y convocar una Conferencia antes del verano. En cuanto a los futuros avances en el traspaso de competencias de Justicia, debo decir lo siguiente: El proceso está a mitad camino. Sólo nueve de las diecisiete comunidades Autónomas han asumido competencias, a pesar de que todas ellas las tienen recogidas en sus respectivos estatutos de autonomía. Y sólo el Principado de Asturias se ha incorporado a este mapa durante esta Legislatura. Pero, seguiremos trabajando en la línea marcada por el Ministerio en el Plan Director de Transferencias, impulsando los grupos de trabajo mixtos creados con las distintas Comunidades Autónomas, para que, desde la lealtad y el compromiso, las que aún no lo han hecho, puedan hacerlo, conscientes como somos de que la cercanía de la Administración Autonómica a la realidad de la Administración de Justicia en su respectivo territorio y el mejor conocimiento de las necesidades y peculiaridades es un valor que redundará en la mejor prestación del servicio público. d. Funcionarios: Para finalizar, dejo un apartado específico para quienes considero el elemento sustancial de la Administración de justicia. Los funcionarios de los cuerpos de gestores, tramitadores y auxilio. Somos conscientes de que el éxito de todo proceso de modernización en la Administración de Justicia pasa por mantener un diálogo permanente y de lealtad reciproca con los legales representantes de los funcionarios públicos que prestan un servicio en la Administración de Justicia, pues ellos son los que acumulan la experiencia y el conocimiento exacto de cuales son los males que aquejan a nuestra Administración. Es mi deseo y compromiso que el contacto con ellos sea continuo a través de las organizaciones que les representan. Ya hemos comenzado a hacerlo y en los próximos meses se intensificarán estos encuentros. Para afrontar algunas de las mejoras imprescindibles que ya nos han hecho llegar he dado indicaciones a mi equipo para que se haga un esfuerzo importante en materia de formación, a fin de que los funcionarios de Justicia dependientes del Ministerio reciban la formación especializada que precisa la implementación de la nueva oficina judicial, tanto en los temas referidos a las modificaciones procesales en marcha, como en lo relativo a la nueva organización y división del trabajo, como, especialmente, en las nuevas herramientas informáticas que estamos y vamos a poner a su disposición. Nuestro compromiso de diálogo debe asegurar que el proceso de gestión del cambio sea consensuado y lo más beneficioso para el Servicio Público. En relación con este compromiso de formación de calidad para todos los servidores de la administración de Justicia, quiero tan sólo mencionar la importancia que en este modelo tiene continuar en la línea de refuerzo del Centro de Estudios Jurídicos, y convertirlo en una verdadera Escuela Superior de la Administración de Justicia, como organismo con responsabilidades en la selección y formación inicial y continua de los aspirantes al ingreso en la Carrera Fiscal y en los Cuerpos de Secretarios Judiciales, Médicos Forenses, Policía Judicial y demás personal al servicio de la Administración de Justicia; así como sólo la formación continua y especialización de los Abogados del Estado. A la cabeza de importantes reformas en la actividad de este Centro, deseo anunciar aquí, en este momento, la incorporación de la carta de derechos del ciudadano ante la Justicia al plan de estudios de las nuevas promociones, con el fin de asegurar la asimilación del carácter de servicio público que queremos hacer llegar a todos los funcionarios, desde el mismo momento de su acceso. Como saben bien sus señorías, el Centro de Estudios Jurídicos ha duplicado su actividad en lo que va de legislatura, pero ese salto no solo ha sido cuantitativo, sino también cualitativo, pasando a convertirse en un referente en la generación de conocimiento en el ámbito de la justicia. En él se han debatido prácticamente todas las iniciativas y reformas de envergadura acometidas por este Gobierno. Y en esa misma línea, vamos a aprovechar el papel reivindicado por el Centro de Estudios Jurídicos para someter en él a debate y revisión los mecanismos de acceso a las carreras y cuerpos de servidores públicos de la Justicia.