El agujero en la capa de ozono volvió

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05-11-2008 | Los Andes, Mendoza | Sociedad
El agujero en la capa de ozono volvió
Para los expertos no es preocupante. Pero sus efectos sobre la salud siguen siendo dañinos. Los
cambios y las proyecciones.
Después de una reducción en la primavera de 2007, el agujero de ozono ha vuelto a crecer.
Así lo consignan los nuevos datos divulgados por la Agencia Espacial Europea. Esto no
preocupa especialmente a los expertos, ya que no responde a las causas directas que
provocan el adelgazamiento de la capa de ozono. No obstante, los posibles daños por el
aumento de las radiaciones ultravioleta siguen siendo los mismos y, por lo tanto, también
las precauciones a tomar.
El ozono es un gas que se concentra en la atmósfera formando una capa que va desde los 15
hasta los 40 kilómetros de altitud. Actúa como un filtro solar, para proteger a los seres
vivos de las radiaciones ultravioleta emitidas por el Sol.
En la década del ’60 se descubrió que a partir del invierno y hasta mediados de enero, la
capa de ozono sobre la Antártida se adelgazaba al punto de abrirse, debido a la liberación
de moléculas de cloro -a causa principalmente de actividades antrópicas- desde nubes
formadas en invierno a muy bajas temperaturas. La liberación de cloro se produce al
disiparse estas nubes, con la llegada de los primeros rayos solares después de la noche
antártica.
En 1987, los estados firmaron el Protocolo de Montreal, por el que se comprometieron a
eliminar gases como los clorofluorocarbonos (CFC), responsables en buena medida del
fenómeno. En la primavera de 2000, el agujero en la capa alcanzó su mayor tamaño: 29,3
millones de kilómetros cuadrados. En 2006 se había reducido, pero el año pasado volvió a
ensancharse, y algo más aún en esta primavera: el 15 de setiembre llegó a los 27 millones
de kilómetros cuadrados.
No se debe al incumplimiento del Protocolo de Montreal. “La cantidad de cloro atmosférico
no ha aumentado desde 1997 y se está estabilizando. Pero llevará de 50 a 60 años reducirla
a los niveles de 1980”, señala el doctor Pablo Canziani, investigador del Conicet y director
del programa de Estudios Atmosféricos de la Universidad Católica Argentina. “Lo que
estamos viendo ahora -agrega- es que el pico de daño a la capa de ozono está siendo
modulado por el clima. Desde 1999 hay una gran variabilidad de un año a otro, en respuesta
a una mayor variabilidad del sistema dinámico atmosférico, lo que podría estar asociado a
todos los procesos de cambio generados por el hombre”.
“En los años con mayor perturbación de la dinámica atmosférica, el agujero de ozono dura
menos. Pero en los años en que la dinámica atmosférica es más tranquila, el agujero de
ozono es más profundo y dura más”, completa Canziani. Ayer, se había reducido a 17
millones de kilómetros cuadrados.
¿Qué es dable esperar en los próximos años?
“Los trabajos científicos indican que hasta 2020 no se podría certificar su recuperación, por
estas variaciones -anticipa el meteorólogo-. El cloro que se está emitiendo a la atmósfera,
en este momento, está controlado, pero no va a haber un efecto evidente hasta
aproximadamente 2020”. CC
http://www.losandes.com.ar/notas/2008/11/5/sociedad-390779.asp
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