MOVER EL MUNDO La energía es esencial para la vida y para el futuro de las personas: es lo que nos permite vivir confortablemente, trabajar, cocinar los alimentos, trasladarnos de un lugar a otro, etc... Sin temor a exagerar, podemos afirmar que la energía... mueve el mundo! Obtener suficiente energía para billones de personas, sin destruir la naturaleza, se ha convertido en unos de los principales desafíos de nuestra sociedad. Aplicar un principio fundamental de la efectividad, nos permitirá encontrar la manera de "mover el mundo", sin consumir sus recursos. Este principio establece que no se puede sostener la productividad sin renovación. Aplicado al problema de la energía, este principio nos dice que no podemos consumirla, sin renovarla. La energía es el principal recurso de nuestra economía. Si continuamos desarrollando nuestras actividades económicas sobre la base exclusiva de la producción y el consumo, y no cuidamos las fuentes de energía, pronto nos encontraremos incapacitados para seguir produciendo. Preguntarse por el futuro de la energía, es preguntarse por el futuro de cada uno de nosotros. Hoy, las fuentes principales de energía se basan en recursos no renovables. Estos están contenidos en la Tierra en cantidades limitadas y los más utilizados son los denominados combustibles fósiles, como el petróleo, el carbón y el gas natural. Desafortunadamente, una vez que se acaben estos recursos, será imposible recuperarlos. Aunque aquí no termina el problema... El mayor peligro que presenta la explotación de estas fuentes de energía es su impacto ambiental, ya que producen emanaciones contaminantes y su transporte -y almacenamiento- suele ser peligroso para el hombre. Nuestra estufa funciona a gas natural. Nuestro auto funciona a gasolina. La luz de nuestros hogares es generada en centrales eléctricas que funcionan por combustión de carbón. Es difícil imaginar nuestra vida cotidiana sin estas fuentes de energía. A pesar de que sabemos que -algún día- estas fuentes de energía se agotarán, cada día consumimos más. El aumento en el consumo de energía nos lleva a pensar en nuevas tecnologías para obtenerla. Al hacerlo, nos preguntamos: ¿existen alternativas a las fuentes de energía no-renovables? Sí. Las llamadas energías renovables que se obtienen de fuentes naturales inagotables. Las más estudiadas y utilizadas son las siguientes: Agua: puede iluminar ciudades enteras. La fuerza de una masa de agua cayendo desde determinada altura, puede activar una turbina conectada a un generador y producir electricidad. Más del 97% de toda la electricidad generada a partir fuentes renovables, proviene del aprovechamiento del agua. En todo el mundo, se han construido miles de represas para maximizar esta fuente de energía. Las mareas -particularmente- son un recurso poderosísimo ya que utilizan la energía gravitacional del Sol, la Tierra y la Luna. Sol: las células solares convierten los rayos de sol directamente en electricidad. Al no utilizar combustible, no contaminan. Además, la energía solar es abundante y limpia. El sol es un reactor de fusión colosal que ha estado en combustión durante billones de años. Se estima que la cantidad de radiación solar que golpea la Tierra cada 72 horas equivale a la energía total almacenada en las reservas de carbón, petróleo y gas natural juntas. Viento: las turbinas de viento de alta tecnología producen electricidad suficiente para abastecer miles de hogares. El poder del viento ha sido aprovechado por el hombre desde sus primeros tiempos (quizás el caso más ilustrativo sea la navegación a vela, o los molinos de las comunidades agrarias de la antigüedad). Hoy, las personas y las empresas están reconociendo que el viento es una fuente de energía limpia y ampliamente disponible. Hidrógeno: su suministro es virtualmente ilimitado. Puede ser producido a partir de agua por electrólisis (proceso que utiliza la electricidad para disociar la molécula de agua en sus componentes elementales: hidrógeno y oxígeno). Esta fuente de energía tiene sentido a nivel económico (no es costoso) y ambiental: no afecta la capa de ozono, ni contribuye con el efecto invernadero, ya que sus únicos productos derivados son agua limpia y energía calórica utilizable. Biomasa: es la materia orgánica de las plantas que almacena energía solar en forma de carbono. La biomasa puede ser utilizada directamente como combustible. Una alternativa muy extendida es su uso para la obtención de biogas. Este gas (alternativo al natural) se obtiene acumulando restos orgánicos, residuos de cosechas y otros materiales que pueden descomponerse por la acción de los microorganismos. La mezcla de gases producidos es utilizada como combustible. Magma: el calor contenido en el planeta es tan intenso, que en algunos lugares ha derretido el manto terrestre creando una roca fundida llamada magma. Cuando el agua desciende de la superficie terrestre y se encuentra con el magma derretido que asciende, se genera energía. Su explotación se realiza perforando el suelo y extrayendo el líquido que sale en forma de vapor. Este se aprovecha para accionar una turbina que mueve un generador de energía eléctrica. Parece claro que la especie humana está enfrentando uno de los mayores desafíos de su historia: cómo moverse en el futuro. Hoy consumimos aproximadamente 77 millones de barriles de petróleo al día. Las fuentes norenovables tienen una alta aceptación porque son más económicas que cualquiera de las energías renovables, pero sus "costos ocultos" -contemplados a largo plazoson altísimos. Si deseamos construir una sociedad y una economía sustentables, en lugar de guiarnos por aquella creencia que dice "el dinero mueve el mundo", tal vez debamos recordar que es la energía quien lo mueve. Por su alta disponibilidad, su reducido impacto ambiental y por tratarse de tecnologías perfectamente asimilables en muchos lugares, las fuentes renovables merecen nuestra atención. Si continuamos dándoles la espalda -únicamente porque no existe motivación económica- algún día nos encontraremos sin recursos... para mover el mundo!