Gabriel Raúl Sosa, de Ayacucho ,Buenos Aires (Argentina) Finalista de Poesía del III Concurso Internacional de Relato Corto y Poesía “Caños Dorados” D Perdido en la sombra Pronuncio tu nombre Para saber que respiro. Una paloma vuela, dando giros, sobre el campanario, Y ahoga su Pió Pió en un Tong Tong despiadado. Me elevo en el aire, Percibo tu aroma, Descubro que vivo. . os hombres están sentados en una plaza de barrio. Uno se acerca al otro. Los dos en el mismo banco. Un hombre lo mira al otro. Mira sus ojos castaños. El otro le devuelve la vista a esos ojos que lo están mirando. El otro le devuelve la vista. Ojos azul de cobalto. Su mano se acerca a la del otro, la del que esta sentado. Las dos manos unidas no demuestran nada extraño. Las dos manos se rozan, se acarician y se dan la mano. Mano suave de arquitecto y mano áspera de marinero naufrago. Las dos manos son distintas. Las dos son una misma mano. Hombre de Ancla al brazo, de torso ancho. Algo bizarro. Hombre de frac y gomina, se zapatos negros. Algo delicado. “Navegante de siete mares que inspiras mi poema mas extraño”, Susurra el delicado hombre al oído del hombre bizarro. Una hoja seca cae del alto tilo que los esta amparando. El sol, en su lejano lecho, tímidamente se va ocultando. Dos blancos perros pasan, muy cerca de ellos, jugando. Los dos hombres los miran. Los dos hombres, el de frac y el bizarro. Los dos hombres se miran. Los dos hombres se estan mirando. La fértil luna los envuelve, suavemente, en su paño blanco. La gran ciudad, a lo lejos, sus amarillas luces esta mostrando. La gran cuidad, a lo lejos, no percibe el canto de lo pájaros. El hombre que mira al hombre, muy despacito, se va acercando. El hombre que mira al hombre envuelve al hombre en un beso mágico. Un hombre besa a otro hombre. Dos hombres se están besando. La silenciosa noche es testigo de su pasión de contrabando. ………………………………………… Me quedo en silencio, Escucho tus pasos, Se aceleran mis latidos. Miro el horizonte, Distingo tu figura, Conozco el sentido. Me desnudo al viento, Tu aliento me envuelor favor madre ve, No apagues el candil de las brasas Se erizan mis rizos. Ni interrumpas al unísono silencio Con tu perfume de lágrimas. Recorro las calles, Persigo tus huellas, Por favor madre No te entristezcas Busco el camino. P Despierto en la noche, Ni te perturbes Tu voz no resuena, Cuando me descomponga en la siesta helada. Me siento perdido. No llames al nosocomio. Recógeme, entre tus brazos, Levanto la vista, Del umbral del suelo Tu imagen se aleja, Y acuéstame entre sabanas blancas. Me quedo vacío. Siéntate a mis plantas Y recítame una canción de nanas. Hurgo en mis aden- No remuevas el fragor de la tarde. tros, Mírame y no pronuncies nada. Busco mis valores, Tápame con mi mantita parda, No se lo que es mío. Con esa que me tejiste ……………………. Cuando estaba en tu panza. Tápame, Abrázame el pecho, Y déjame morir en mi cama. Por favor madre, No te acongojes, No quiero que llores mi alma.