DE H I S T O R I A N A T U R A L . 55 en una pendiente tan elevada de 40 á 63 por 100, y sobre un suelo en extremo movedizo y bajo el cual no se encontró firme de lava que permitiera sujetarlas. Entonces el ingeniero señor Olivieri ideó formar con las dos vías de ascenso y descenso, una sola fuerte y robusta que pudiera fijarse. Para ello el camino en lugar de estar formado como en todos los planos inclinados y caminos funiculares, por dos sistemas de doble vía, por uno de los cuales baja un carruaje mientras el otro sube por el opuesto, está constituido por dos únicas vías, una de subida y otra de bajada, es decir, que el coche en lugar de estar sostenido en dos vías, lo está en una sola, formada por una robustísima traviesa cuadrangular de encina de 26 cm. de ancha por 47 de alta sobre la cual en la parte superior va colocado un rail ordinario, y en las dos caras laterales, otros dos dispuestos oblicuamente. Cada vagón lleva en la línea inedia dos ruedas una adelante y otra atrás que apoyan sobre el rail superior, y lateralmente otras cuatro ruedas pequeñas inclinadas, que se apoyan y corren por los rails laterales, estableciendo así un sólido apoyo prismático. Las dos vías quedan unidas entre sí por traviesas fuertes que forman un enrejado de mallas poligonales, que queda enterrado en el piso é impide que el sistema se deforme y deslice por la pendiente. Por estas vías corren dos vagones pequeños, capaces cada uno para diez personas, que se sientan en bancos escalonados, dispuestos de tal modo, que con la pendiente inedia de la vía,. 50 por 100, quedan horizontales y á la misma altura. Cada vagón es arrastrado por dos cables en extremo fuertes de acero y cáñamo, cada uno de los cuales puede soportar unatracción de 25.000 k g . á pesar de que el esfuerzo máximo que. soportan es sólo de unos 5.000 k g . El aparato motor no ofrece nada de particular, dos máquinas: de vapor de 45 caballos de fuerza, colocadas en la estación inferior mueven dos poleas motrices por las.que pasan los cables que arrastran los vagones, cuyos cables en la estación superior pasan por una inmensa polea de cambio. Este camino que ofrece una longitud de 800 m. y una pendiente de 43 á 60 por 100, arranca de la' base del cono del V e subio á una altura sobre el nivel del mar de 789 m., y siguiendo una de las generatrices del cono, sube por la áspera pen-