DISCURSO DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS, EN LA ENTREGA DEL RECONOCIMIENTO COMO “LA MUJER DEL AÑO 2011”, A YOLÓCHITL BUSTAMANTE, EL 28 DE NOVIEMBRE DE 2011, EN EL AUDITORIO “JAIME TORRES BODET” DEL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA, EN CHAPULTEPEC, CIUDAD DE MÉXICO. EL SUEÑO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA. Yoloxóchitl Bustamante Díez: realidad de ese sueño. “No hay más que una educación, y es el ejemplo.” Gustav Mahler Generosidad con generosidad se paga. Es una frase que constantemente escucho repetir a mi hija mayor, hoy madre de tres hijas de las que me enorgullece ser abuela. La cito, con las respectivas disculpas por lo autorreferencial del asunto, porque hoy estamos reunidas para reconocer la generosidad. Primero, la generosidad del pueblo de México que con su esfuerzo ha creado y sostiene una de las más nobles instituciones del Estado Mexicano: el Instituto Politécnico Nacional. Después, la generosidad de quien hoy recibe el homenaje de sus congéneres, de aquellas que con ella caminamos con la identidad femenina por el mundo, buscando, como lo ha hecho ella a lo largo de la impecable trayectoria que hoy le reconocemos, hacerlo mejor. Es, como señalo, un reconocimiento a la generosidad de un pueblo, pero también el reconocimiento a una de sus hijas que, 2 habiendo recibido de la Institución uno de los dones más preciados que cualquier ser humano puede recibir (la educación), ha sabido corresponder devolviéndole mucho más de lo recibido. Es reconocimiento al pueblo de México que, en una de las épocas más difíciles de la historia reciente, tuvo el acierto, por conducto de uno de sus más insignes líderes, de formar una institución que se ocupara de la educación a nivel medio superior educación y superior, politécnica, fomentando para ponerla la al servicio de la patria. En palabras de la propia homenajeada, “la casa de estudios que fuera el sueño de Cárdenas y Bátiz”. Ese sueño del que, en 1932, surgió la idea de integrar y estructurar un sistema de 3 enseñanza técnica, y del que participaron, destacadamente, Narciso Bassols, Luis Enrique Erro y Carlos Vallejo Márquez, cristalizó en 1936, gracias, entre otros, a Juan de Dios Bátiz, entonces senador de la República y al general Lázaro Cárdenas del Río, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Quienes, se propusieron llevar a cabo los postulados de la Revolución Mexicana en materia educativa; dando así nacimiento a una sólida casa de estudios: el Instituto Politécnico Nacional, Alma Mater de nuestra homenajeada. Sus fundadores concibieron al Politécnico como un motor del desarrollo y un espacio para la igualdad; apoyando, por una parte, el proceso de industrialización del país y, por la otra, brindando alternativas 4 educativas a todos los sectores sociales, en especial a los menos favorecidos, para crear así una movilidad social en la población nacional. Hoy, ese tema se convierte en un tema central en la sociedad del conocimiento en la que nos ha tocado vivir, pues es cada vez más claro que el éxito o el fracaso de las naciones está vinculado y definido por la calidad educativa y por las posibilidades de acceso a la educación. De ahí la importancia que el conocimiento calificado que cada Nación es capaz de brindar a sus jóvenes generaciones, tarea ardua, que por fortuna, al menos en una de sus variantes, tiene en sus manos nuestra galardonada. Los retos que comportan nuestro sistema de educación media superior y superior en el 5 presente y ante el porvenir inmediato, no son nada simples. Entre otros, lo sabe mejor la Doctora Bustamante, están: el sostener una pauta de crecimiento que consiga equilibrar la oferta y la demanda de estudios superiores con un enfoque de equidad; el objetivo de lograr que los estudios superiores sean de estructurar buena un calidad sistema académica; de el educación superior que combine un alto grado de coordinación con un también alto grado de autonomía institucional. Son, ni duda cabe, objetivos ciertamente ambiciosos, pero también muy pertinentes como medios para conseguir que el sistema de educación superior sea el pasaporte a esa sociedad del conocimiento de cada vez más mexicanos, y un elemento muy activo para 6 impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social que México necesita. Por eso me entusiasma y celebro mucho y con alegría que el Patronato haya decidido otorgar este año este galardón a quien, desde la perspectiva femenina, y esto lo quiero destacar, conduce una de las instancias más importantes de la educación en México. Y lo quiero destacar porque la mujer es el primer contacto con el mundo, es quien le da un enfoque integral al ser humano, quien le enseña la complejidad del mundo, pero a la vez la simpleza. Es la mujer educadora quien recoge la experiencia de todos los días y con esa experiencia siembra confianza, otorga herramientas, genera conocimiento. 7 Yoloxóchitl es también madre. Es uno de los primeros méritos que se mencionan en la curricula que podemos leer de ella, y es quizá uno de los que, con mayor frecuencia, solemos omitir quienes hemos tenido esa fortuna. Ser madre y educadora serían ya motivos suficientes para el otorgamiento de este premio; pero la mujer del año 2011, tiene sobradas razones para ello. Se ha dedicado a la bioquímica, a la fisicoquímica, a la inmunología, a la industria farmacéutica, pero sobre todo a la academia, a la educación desde una visión docente y formativa. Por eso destaco su papel de madre, porque, desde esa posición ha podido escalar en el ámbito académico, cultural, profesional y, sobre todo, lo mencionaba ya, en el ámbito social. 8 En ese generosidad ámbito con es la que que destaco ha la sabido corresponder a la institución que la formó, pues, nuestra homenajeada, la Dra. Bustamante Díez, es actualmente Directora del Instituto Politécnico Nacional. Ocupar un cargo de esta naturaleza se dice fácil; pero detrás de este logro, uno de los tantos por los que estamos hoy aquí, en este hermoso recinto, homenajeándola, ha sido a base de arduo trabajo, sacrificios y el vencer obstáculos, que muchas veces se encuentran en los mismos prejuicios sociales. En estos tiempos, es común decir que alguna mujer ha obtenido tal o cual puesto, tanto en el ámbito privado como en el sector público; sin embargo, esto no era así en el 9 pasado. Y no ha sido sino gracias a mujeres entregadas a su trabajo, apasionadas de su trabajo, como la Dra. Bustamante, que se han abierto nuevos caminos y se han roto muchos paradigmas. Demostrando, con ello, que los ideales de equidad y movilidad social con los que soñaron los forjadores de ese sueño que hoy se llama Instituto Politécnico Nacional, están vigentes, más que nunca, en esta hora y en las circunstancias por las que nuestro país atraviesa. Yoloxóchitl es esa realidad que el sistema de educación pública, media superior y superior en su conjunto, ha podido conocer en los últimos decenios. Una realidad de expansión y diversificación considerables, con realizaciones y éxitos, pero también con restricciones y desajustes, con retos y crisis, 10 pero siempre con creatividad, con recursos técnicos materiales y humanos, que han hecho de nuestras instituciones lo que son. Por los hombres y mujeres que han podido hacer de ellas lo que son. Yoloxóchitl es ese rompimiento con la acumulación de viejas demandas y formas de hacer las cosas. No por nada ha sido premiada por la Comisión Interdisciplinaria de PRÁCTICAS MANUFACTURA”; ADECUADAS EN no ha por nada incursionado en formas nuevas de hacer las cosas. No por nada, hoy la reconocemos por esa nueva visión y ese fuerte compromiso con la sociedad. Esa visión y compromiso que son tan necesarios para fortalecer a la educación 11 superior en México, marcada por la masificación y las crecientes restricciones en los recursos tensiones y y posibilidades, conflictos por constantes, las son indispensables. Sin un ideal educativo, sin un poder espiritual, emancipador, las instituciones educativas no pueden asumirse como sede de la razón, como sede de la investigación, la innovación, la producción y difusión de conocimientos y cultura, la formación de intelectuales, profesionales y especialistas, la elaboración de elementos y modelos culturales e ideológicos. Yoloxóchitl es, insisto, la realidad de ese sueño. El sueño de la intervención femenina en la educación. Es la realidad del sueño del binomio Mujer y educación. Mujer y 12 educación van de la mano, pues educar es conducir hacia el desarrollo de habilidades de vida y, ¿quién mejor para saber lo que un ser humano necesita? que quien desde el vientre materno le conoce. Es la realidad de ese sueño revolucionario de otorgar oportunidades de acceso a una educación de calidad para numerosos jóvenes que reciben, durante su formación, los elementos técnicos y humanos necesarios para enfrentar con mejores perspectivas la vida profesional y su participación ciudadana, pero también el acceso a mejores oportunidades de vida, de crecimiento, de libertad. La Dra. Bustamante es la realidad del sueño de la movilidad social. El sueño de ver cada día en este país que las mujeres 13 formadas en la educación pública le retribuyen a México mucho más de lo que ese pueblo noble en ellas invirtió y que esas mujeres logran la movilidad social que es uno de los objetivos principales de la educación pública. No hay lugar a duda. Por su singular trayectoria, de la cual se da cuenta esta tarde, Yoloxóchitl Bustamante merece sobradamente este reconocimiento. Porque es, ciertamente, todo lo que su palmarés detalla; pero, aún más, lo más destacable de toda esa trayectoria es que ha hecho de su vida una vida congruente. De esfuerzo, sacrificio y dedicación; pero lo ha hecho, sobre todo, dando la batalla por la educación. 14 Generosidad con generosidad se paga. Por ello, de manera muy sencilla, pero muy cariñosamente, celebramos esta distinción, por la cual, el patronato “La mujer del año”, le confiere el muy merecido honor de designarla “Mujer del año 2011”. Creo firmemente que, como en todos los casos que le han precedido, no solo será mujer de este año; sino de muchos otros. De muchos otros en los que, seguramente, cosechará un poquito de la mucha generosidad que ha sembrado. En los que recogerá, no solo en nosotras, sino en todos los alumnos del IPN, los frutos de haberle apostado a ese sueño revolucionario de la educación. Hoy, agradecida con ella, con ustedes, con Kena que nos congrega, hago votos 15 porque así sea. ¡Hagamos realidad los ideales de ese sueño¡ ¡Necesitamos formar más realidades de ese sueño! Necesitamos más mujeres del año, como la de este año. Gracias, Yoloxóchitl, por educarnos con tu ejemplo. Muchas felicidades. 16