ÍNDICE AI : MDE 15/29/97/s Servicio de Noticias 111/97 EMBARGADO HASTA LAS 00:01 HORAS GMT DEL JUEVES 10 DE JULIO DE 1997 ISRAEL/SUR DEL LÍBANO: LOS REHENES OLVIDADOS DE ISRAEL CIUDADANOS LIBANESES PRIVADOS ILEGALMENTE DE LIBERTAD DURANTE AÑOS La mayoría de ellos desconoce por qué se les ha escogido para sufrir prisión prolongada y secreta. Algunos llevan encarcelados ya más de 12 años sin cargos ni juicio, mientras sus captores esperan una oportunidad para utilizarlos como moneda de cambio. ¿Nos estamos refiriendo a las actividades de un grupo «terrorista»? No: nos referimos a los rehenes olvidados del Estado de Israel. «Las autoridades israelíes mantienen a detenidos libaneses relegados en un limbo del que no saben cuándo saldrán en libertad, ni si saldrán algún día», declaró Amnistía Internacional. «Es inaceptable que un Estado retenga a unos seres humanos como si fueran prendas, fuera de todo marco legal». En un nuevo informe que ha dado a conocer hoy -Israel’s Forgotten Hostages (Los rehenes olvidados de Israel)-, Amnistía Internacional detalla los casos de 21 ciudadanos libaneses secuestrados en Líbano y trasladados clandestinamente a Israel. Nueve de ellos llevan hasta 10 años encarcelados sin cargos ni juicio, y los otros 12 hasta nueve años, después de haber cumplido las condenas de prisión que les habían impuesto tribunales israelíes. Por otra parte, más de 130 personas permanecen en el centro de detención de Jiam, que controla el Ejército del Sur del Líbano (SLA) en la «zona de seguridad» que ocupa Israel en el sur del Líbano. Algunas de ellas están encarceladas sin juicio desde 1985. El gobierno israelí niega su influencia sobre Jiam; sin embargo, según el derecho internacional, como potencia ocupante, Israel es responsable de todo lo que ocurre en la «zona de seguridad». Además, no cabe duda de que Israel financia y controla el SLA. «El Estado de Israel mantiene como rehenes a las personas capturadas y encarceladas en Israel y en el sur del Líbano, para utilizarlas como moneda de cambio frente a las milicias islamistas», afirma Amnistía Internacional. El gobierno israelí y el SLA han manifestado en más de una ocasión que la excarcelación de las personas recluidas en Jiam y en Israel está condicionada a la liberación de los soldados israelíes desaparecidos en combate o a que se rinda cuentas de su paradero. En 1996, Ori Orr, entonces viceministro de Defensa, reiteró este mensaje a una delegación de Amnistía Internacional. Asimismo, en 1991 y 1996 se produjeron varias excarcelaciones del centro de detención de Jiam a cambio de información sobre las muertes de soldados israelíes que se creía habían sido hechos prisioneros por Hezbolá. «El gobierno israelí ha respondido a las cartas de los miembros de Amnistía Internacional afirmando que estas personas son “terroristas” y que están encarceladas “conforme a la ley”, ha declarado Amnistía Internacional. «Las leyes que, como la Ley de Poderes de Emergencia (detención), permiten la reclusión de personas sin juicio previo o durante años una vez cumplida la condena conculcan sus derechos humanos fundamentales. Los acusados de “terrorismo” tienen derecho a recibir un juicio con las debidas garantías procesales. Si el gobierno israelí no está dispuesto a ello, los reclusos han de ser puestos en libertad de inmediato». En marzo de 1997, Amnistía Internacional envió un memorándum de 13 páginas al primer ministro israelí, en el que detallaba los casos contenidos en este informe. Hasta ahora no ha recibido respuesta alguna. Casos ilustrativos Hasan Hijazi tenía sólo 16 años cuando, el 1 de septiembre de 1986, se lo llevaron de su aldea del sur del Líbano. El muchacho declaró que lo golpearon y retuvieron en Jiam, en régimen de aislamiento, durante seis semanas. Cinco meses después, lo trasladaron a Israel, donde lo condenaron a tres años de prisión en un juicio secreto. Debió haber sido puesto en libertad en 1989, pero, ocho años después, sigue encarcelado en la prisión de Ramleh. Ghassan al-Dirani, enfermo físico y mental, lleva asimismo encarcelado, sin cargos ni juicio, diez años, gran parte de ellos aislado de los demás reclusos, en un hospital penitenciario. Su madre utilizó un pasaporte falso para entrar en Israel y visitar a su hijo, a quien hacía años que no veía. La expulsaron inmediatamente. Un portavoz del gobierno israelí declaró: «Mientras no haya noticias de Ron Arad [aviador israelí capturado por un grupo armado durante la guerra del Líbano], no habrá reuniones con detenidos libaneses en Israel ni información sobre ellos». La única mujer que, según noticias, está actualmente encarcelada en el centro de detención de Jiam, Suha Beshara, trató de matar a Antoine Lahad, líder del SLA, en 1989. Está privado de libertad sin haber sido juzgada. Hay otras personas que llevan encarceladas más tiempo aún por motivos que ni siquiera se conocen. Abd alKarim Hamid, estudiante, y Naser Abu Alaywa, trabajador, están encarcelados sin cargos ni juicio desde julio de 1985. Durante siete años, hasta 1995, ni sus familias ni el Comité Internacional de la Cruz Roja pudieron visitarlos en Jiam. Entre los soldados israelíes cuyo paradero se ignora figura Ron Arad, aviador israelí que «desapareció» después de ser capturado por una milicia musulmana libanesa en 1986. Se cree que más de 90 rehenes en manos de grupos armados de Líbano fueron capturados como represalia por la detención por una milicia cristiana libanesa en 1982, y posterior «desaparición» , de cuatro iraníes -tres diplomáticos y un periodista-. Durante el conflicto del Líbano, miles de libaneses y palestinos fueron secuestrados por diversas fuerzas y «desaparecieron»; sus familias siguen sin saber si están vivos o muertos. Si desean más información, recibir un ejemplar del informe o concertar una entrevista (en árabe, español, francés o inglés), rogamos se pongan en contacto con Soraya Bermejo, de la Oficina de Prensa de Amnistía Internacional, en el +44 171 413 5562