Resumen de Políticas Área ELLA: Desarrollo Económico Tema ELLA: Pequeños Agricultores y Desarrollo Rural Los países de América Latina han implementado una serie de estrategias para fomentar la economía no rural obteniendo impactos positivos en el crecimiento de la economía local y reducción de la pobreza. APROVECHAMIENTO DEL POTENCIAL DE LA ECONOMÍA NO AGRÍCOLA PARA LOS PEQUEÑOS AGRICULTORES EN AMÉRICA LATINA RESUMEN A pesar de que la economía rural no agrícola fue descuidada durante mucho tiempo por las autoridades en el mundo en vías de desarrollo, en la última década este sector ha atraído un interés cada vez mayor y muchas expectativas en los países latinoamericanos debido a su creciente participación en los ingresos familiares rurales, al poco capital que necesitan los agricultores y a su potencial para contribuir con la reducción de la pobreza. Así como un fuerte sector agrícola es un impulsor común de actividades no agrícolas en los países de la región, la experiencia de América Latina también demuestra que están surgiendo nuevas oportunidades en las zonas rurales, lo que significa que el crecimiento sostenible de la economía rural también puede depender de otras actividades económicas. El fortalecimiento de la economía no rural requiere la capacidad para identificar oportunidades clave para el crecimiento dentro de un territorio específico, crear incentivos y reducir riesgos para los inversores. Para ello, los países de América Latina se han centrado principalmente en mejorar el acceso a los mercados, invertir en infraestructura rural y formar capital humano. En primer lugar, este informe explora la función y las características de la economía rural no agrícola en América Latina y en otros lugares; en segundo lugar, describe las distintas estrategias empleadas dentro de la región, como por ejemplo en Brasil, Perú y México y, finalmente, el documento examina los factores que han permitido el surgimiento y el crecimiento del sector rural no agrícola en América Latina y destaca las lecciones fundamentales para los diseñadores de políticas y profesionales de otras regiones. LECCIONES CLAVES La creciente economía no agrícola está produciendo una nueva serie de oportunidades para las familias rurales con el fin de diversificar su base de ingresos y erradicar la pobreza. Las políticas y los programas deben dar prioridad a las opciones y necesidades de las familias más pobres para garantizar que el crecimiento en el sector no agrícola sea más inclusivo. La inversión en infraestructura rural es una oportunidad para incentivar inversiones públicas y privadas en actividades no agrícolas, al reducir los riesgos y costos de transacción. ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 1 EL POTENCIAL DE LAS ACTIVIDADES NO AGRÍCOLAS COMO ESTÍMULO PARA EL DESARROLLO RURAL En América Latina, la agricultura no necesariamente es una vía para erradicar la pobreza de todas las familias rurales. Como lo presenta la Guía ELLA: Reconocer de la diversidad de los pequeños agricultores en América Latina: una nueva era en el desarrollo rural, los pequeños agricultores comerciales que poseen una dotación de recursos relativamente grande y acceso a los mercados, tienen más probabilidades de desarrollar prácticas que les permitan salir de la pobreza. Para este grupo, las políticas dirigidas a la agricultura que se enfocan en reducir los costos de transacción asociados a los mercados financieros y al acceso al mercado, así como mejorar su base de activos y habilidades, resultan probablemente eficaces. Sin embargo, una gran parte de los pequeños agricultores en América Latina son agricultores de subsistencia de escasos recursos que viven en ambientes de baja productividad.1 Aunque la agricultura desempeña un papel importante como una fuente de seguridad alimentaria, los agricultores de subsistencia no necesariamente pueden confiar en la agricultura para superar la pobreza. Por el contrario, podrían decidir aprovechar oportunidades para diversificar sus medios de sustento en la economía rural no agrícola (cuadro 1). Cuadro 1: Decisión de diversificar Si una familia decide diversificar o no depende de una serie de consideraciones sobre los riesgos e incentivos, así como también del potencial para la generación de ingresos y de los bienes de capital y humanos necesarios para emprender una nueva actividad. Las estrategias de diversificación de ingresos de una familia difieren significativamente mediante parámetros y grupos de ingresos; los hogares más ricos por lo general están mejor posicionados para sacar ventaja de nuevos mercados. El autoempleo y el empleo rural no agrícola pueden desempeñar un papel importante en las estrategias de gestión de riesgo para los agricultores más pobres. En el mundo en vías de desarrollo, hay evidencias de áreas rurales que demuestran que las familias rurales más pobres son también las que menos diversificaron, lo que demostró que existe potencial para las actividades no agrícolas con miras a proporcionar fuentes alternativas de ingresos para estas familias. Fuente: Wiggins, S. y Hazell, P. 2010. Access to Rural Nonfarm Employment and Enterprise Development. Background Paper for the IFAD Poverty Report 2011. IFAD, Roma. 1 En América Latina, este sector está creciendo de manera continua y se espera que sea cada vez más importante como resultado del crecimiento económico general, en particular en el sector agrícola y en los nuevos vínculos entre zonas urbanas y rurales. La economía rural no agrícola integra a todos los sectores económicos menos a la agricultura, tanto los empleos remunerados no agrícolas como el autoempleo, en conjunto con una amplia gama de actividades. Asimismo, esta economía es altamente estacional y también incluye las ganancias procedentes de la migración por miembros de la familia que siguen siendo elementos económicos importantes dentro del hogar a pesar de la distancia. Las actividades rurales no agrícolas requieren niveles de inversión relativamente bajos por parte de los agricultores. La mayoría de estas actividades involucran trabajos lejos de la granja, como por ejemplo, la explotación minera, el comercio o las empresas locales, la participación de empresas de mano de obra intensiva a escala menor, tales como la artesanía o la elaboración de subproductos lácteos. Sin embargo, a pesar de que los agricultores pueden participar en las actividades rurales no agrícolas con niveles de capital relativamente bajos, potencialmente se requieren en grandes inversiones públicas para viabilizar estas actividades, como caminos rurales, telecomunicaciones y electricidad. La economía rural no agrícola fue descuidada durante mucho tiempo por los diseñadores de políticas, debido principalmente al sesgo urbano en las inversiones públicas de infraestructura y servicios; la fragmentación institucional que prevalece en las áreas rurales donde un gran espectro de actores públicos y privados son escasamente coordinados, al tiempo que las familias rurales y los pequeños empresarios rurales en los procesos de toma de decisiones casi no tienen voz. Sin embargo, en la última década, la economía rural no agrícola atrajo cada vez más la atención de los investigadores y diseñadores de políticas por su potencial en contribuir al desarrollo rural y a su creciente importancia como fuente de ingresos en las zonas rurales. En las economías agrarias pobres caracterizadas por una baja productividad agrícola, las actividades económicas rurales no agrícolas son vistas como una alternativa a la agricultura para estimular el desarrollo rural. En las economías emergentes, se espera que la economía rural no agrícola absorba hogares que son incapaces de participar en métodos de producción que requieren de gran capital o en mer- Un ambiente de baja productividad se refiere a un área con poca infraestructura, baja productividad de tierras (no llueve, por ejemplo) y no hay acceso fácil a los mercados, entre otras características. ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 2 cados cada vez más exigentes.2 Dados los relativamente bajos requerimientos de capital para agricultores en la economía no agrícola, los diseñadores de políticas en ambos marcos lo ven como un mecanismo prometedor para estimular el desarrollo económico local y contribuir a los esfuerzos en la reducción de la pobreza. LAS CARACTERÍSTICAS Y LA FUNCIÓN DE LA ECONOMÍA NO AGRÍCOLA EN AMÉRICA LATINA En América Latina, aproximadamente la mitad de la población rural es considerada pobre. Además, la pobreza en las zonas rurales se concentra en los hogares con los medios de subsistencia menos diversificados. Figura 1: La pobreza rural y la diversificación de los ingresos en América Latina agrícolas representan cerca del 45 % del ingreso rural total, una cifra que va en ascenso.5 Estos datos demuestran que si bien aún la agricultura es la actividad más importante en las economías rurales, dada la magnitud de la economía no agrícola, la noción simplista de las economías rurales como meramente agrícola es obsoleta. En América Latina, las actividades no agrícolas realizadas por familias rurales se distribuyen entre servicios personales y financieros (34 %), comercio y transporte (23 %), industria (22%), construcción, minería y otros (21%); porcentajes similares a los de Asia occidental y África del norte (Figura 2).6 En toda la región, los empleos asalariados no agrícolas han experimentado un crecimiento importante durante la última década, alcanzando el 32% del ingreso rural total en 2009, mientras que los porcentajes de ingresos de autoempleo se han mantenido estables en 12% del ingreso total rural.7 Poverty and income diversification 80.0% Figura 2: Composición de empleo rural no agrícola, por regiones 70.0% 60.0% 50.0% Acciones de empleo rural no agrícola 40.0% Fabricación Traza y el transporte Servicios financieros y personales Construcción, servicios públicos, minería, otros África 39% 31% 35% 15% Asia 27% 29% 31% 14% Ameria Latina 22% 23% 34% 21% Asia occidental y África del Norte 23% 22% 36% 20% 30.0% 20.0% 10.0% 0.0% Bol Bra Chi Cr Or % of rural poor Ecu Gua Hon Mex Pan Par Uru % of rural poor agrivulture only Elaboration propia del autor. Source: Rodriguez, A. y Meneses, J 2010. Condiciones Socieconómicas y Laborales de los Hogares Rurales en Doce Países de América Latina (Socieconomic and Employment Conditions of Rural Households in Twelve Latin American Contries). ECLAC, Santiago de Chile. En América Latina, la economía no agrícola ya está integrada a los medios de subsistencia rurales con aproximadamente el 53% de familias que participan en algún tipo de actividad no agrícola.3 La mayoría de las personas involucradas en actividades no agrícolas son mujeres y grupos de mediana edad.4 Los ingresos de datos (que incluye las ganancias de las actividades a tiempo parcial y de temporada, ofreciendo así una imagen más completa de la economía no agrícola) sugiere que en América Latina, las actividades económicas rurales no Fuente: Haggblade et al. 2010, consulte n1. La gama de empresas no agrícolas varía considerablemente, desde actividades artesanales independientes hasta instalaciones para la producción agrícola a gran escala. En América Latina, la mayoría de las actividades no agrícolas son empresas a pequeña escala y la regla general es la mano de obra familiar no agrícola.8 La heterogeneidad de actividades no agrícolas en lo que respecta a capital físico y humano se Haggblade, S., Hazell, P. y Reardon, T. 2010. ‘The Rural Non-farm Economy: Prospects for Growth and Poverty Reduction’. En: World Development 38(10) 1429-144. Trivelli, C., Yancari, J. y De Los Ríos, C. A. 2009. Crisis and Rural Poverty in Latin America. Working Paper No. 37 of the Rural Territorial Dynamics Program. RIMISP, Santiago de Chile. 4 Dirven, M. 2009. Non-farm Rural Employment and Rural Poverty Reduction: What We Know in Latin America in 2010. Ponencia presentada en la Conferencia del FIDA sobre las nuevas orientaciones de agricultura en pequeña escala en 24-25 de 2011. FIDA, Roma. 5 Estimaciones del propio autor basadas en una serie de encuestas durante el período 2000 a 2002 y 2008, desarrollado por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) en los siguientes doce países: Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay and Uruguay. Ver Rodríguez, A. y Meneses, J. 2010. Condiciones socioeconómicas y laborales de los hogares rurales en doce países de América Latina. CEPAL, Santiago de Chile. 6 Haggblade et al. 2010, ver n1. 7 Rodríguez y Meneses. 2010, ver n4 8 Haggblade et al. 2010, ver n1. 2 3 ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 3 traduce en diferentes niveles de productividad y rentabilidad. Mientras que los agricultores pobres generalmente emprenden actividades de baja productividad que no ofrecen vías claras para salir de la pobreza, las familias más ricas tienden a dominar negocios y puestos de trabajo de mayor rentabilidad. Por lo tanto, está claro que para garantizar que el crecimiento en el sector no agrícola sea más inclusivo, las políticas y los programas deben dar prioridad a las opciones y necesidades de las familias más pobres. RESPUESTAS DE AMÉRICA LATINA En América Latina, se ha implementado un buen número de programas y políticas de desarrollo rural con el propósito de crear condiciones y oportunidades adecuadas para generar ingresos y la reducir la pobreza en las zonas rurales. La mayoría de estas políticas y programas contempla la importancia de la economía rural no agrícola como un elemento clave para alcanzar estas metas.9 Teniendo una revisión de experiencias en gran parte de América Latina, se han identificado cuatro estrategias básicas para el fortalecimiento de la economía rural no agrícola: 1.Identificar los impulsores potenciales de crecimiento 2.Desarrollar una infraestructura rural 3.Promocionar el acceso a los mercados 4.Formar capital humano 1. Identificar los impulsores potenciales de crecimiento Con el fin de fortalecer la economía rural no agrícola, en primer lugar es importante determinar las actividades clave y factores que impulsan el crecimiento económico dentro de un territorio específico. En áreas con una productividad agrícola importante y con oportunidades de negocio, el trabajo y el capital pueden atraer actividades complementarias no agrícolas como el turismo y la minería. En tales contextos, la agricultura es el motor principal de crecimiento y el impulsor central de las economías rurales no agrícolas. En el centro de Petrolina-Juazeiro, uno de los más importantes de la producción agrícola y centros de exportación en el noreste de Brasil, el FIDA ha dado un préstamo por US$ 45 millones de dólares para intensificar y diversificar la producción de cultivos de alto valor para las exportaciones y grandes mercados nacionales, como la uva de mesa, el plátano, el mango y el coco. Mediante la generación de ingresos y el aumento de productividad, el proyecto pretende apoyar la creación de oportunidades de trabajos agrícolas y no agrícolas con el objetivo de reducir la pobreza de cerca 70.000 familias campesinas vulnerables.10 Asimismo, en el Corredor Puno-Cusco en los Andes peruanos, se impulsó el crecimiento económico local mediante la intensificación agrícola y la diversificación, que posteriormente crearon la demanda para las actividades económicas no agrícolas, específicamente de la industria y la artesanía. Otro factor clave en el Corredor Puno-Cusco fue el empleo asalariado en sector de la minería.11 De hecho, en muchos países de América Latina, el turismo y la minería representan sectores fundamentales que contribuyen a la economía rural no agrícola. La clave para el éxito de las actividades rurales no agrícolas en una región en particular parece ser la existencia de un motor de crecimiento en bienes comerciales, ya sea de la agricultura, el turismo o la minería, o los relacionados a motores externos de crecimiento, como por ejemplo, disposiciones laborales de municipios locales o servicios de comida en camino a una capital de provincia que ofrecen perspectivas para la expansión de los mercados rurales y empleo local.12 En zonas sin una base económica dinámica, las actividades rurales no agrícolas evolucionan de distintas maneras. Una economía local lenta limita las oportunidades tanto empresariales como las asalariadas. Por otro lado, las regiones con un relativo buen acceso a los mercados y a la infraestructura (principalmente carreteras, electricidad y agua) tienen más probabilidades de beneficiarse de las actividades rurales no agrícolas y de vincularse con centros urbanos, mientras que en las regiones remotas y pobres no suele suceder eso. Esto indica que el potencial de las actividades rurales no agrícolas para apoyar el desarrollo económico local es relativo a las condiciones y características de un territorio determinado. También explica el éxito detrás del uso de un enfoque territorial en América Latina para identificar y capitalizar potenciales impulsores de crecimiento movilizando a los actores y creando acuerdos.13 Un análisis de las políticas en la región revela que aunque el empleo rural no agrícola no es explícitamente parte de la agenda política, lo que quiere decir que no existe un ministerio a cargo o un secretariado específico, las políticas de desarrollo rural sí incluyen estrategias dirigidas a fortalecimiento de la economía rural no agrícola. 10 International Fund for Agricultural Development. 2011. Informe sobre la Pobreza Rural 2011. FIDA, Roma. 11 Ibid. 12 Haggblade et al. 2010, ver n1. 13 Para más información sobre enfoques territoriales, por favor referirse a Guía ELLA: Reconocer la diversidad de los pequeños agricultores en América Latina: una nueva era en el desarrollo rural. 9 ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 4 2. Desarrollar infraestructura rural Una de las características de los países de América Latina y, en particular de los países andinos, es la importancia de la geografía. La distancia entre los propios asentamientos y entre los asentamientos y las ciudades es tan grande que en muchos casos obstaculiza el flujo de personas, bienes e información; un escenario que frecuentemente es empeorado por la presencia de accidentes geográficos.14 La geografía de las áreas rurales a menudo limita el acceso de capital (humano, financiero, físico e incluso social), lo que produce bajos niveles de productividad y altos costos de transacción (en su mayoría relacionados con el transporte y la información). Por lo general, en América Latina, las actividades rurales no agrícolas se desarrollan en lugares lo suficientemente cercanos a mercados de cierta proporción. 15 Como algunos estudios lo han documentado, las inversiones en infraestructura rural han reducido exitosamente la pobreza en América Latina.16 A medida que mejora la infraestructura y caen las barreras con el desarrollo, los pobladores rurales están cada vez más “cerca” a las áreas urbanas, mejorando el grado de interacción del mercado y filtrarse en la economía rural. Asimismo, conforme mejora la conexión entre las áreas urbanas y rurales, las familias rurales se vuelven más dependientes de los mercados urbanos y de las redes sociales, y, como consecuencia, la productividad de las actividades rurales no agrícolas está en constante crecimiento. Por ejemplo, en el Perú, una evaluación de impacto del programa Provías Rurales del Banco Interamericano de Desarrollo muestra que mejorar la condición de los caminos rurales conduce a un mayor incremento en el ingreso, cuando se combina con el desarrollo de otras infraestructuras productivas, tales como la electricidad y las telecomunicaciones. Asimismo, al mejorar la infraestructura rural aumenta la participación de los ingresos no agrícolas en la economía local. Con el fin de incrementar estos beneficios, el programa introdujo un mecanismo innovador llamado Ventana de Desarrollo Local, a través del cual las ONG ayudaron a los pobladores rurales a identificar y priorizar las actividades productivas, a la vez que también ofrecieron apoyo empresarial y comercial. Gracias a su éxito, la experiencia en el Perú ha sido replicada en otros países latinoamericanos como Bolivia, Ecuador, Guatemala y Honduras. 3. Promover el acceso a los mercados Puesto que la mayoría de las economías rurales dependen de la agricultura, mejorar el acceso a los mercados es vital para estimular el crecimiento en este sector. Esto, a su vez, crea demanda e incentivos para el desarrollo de las actividades no agrícolas.17 Por lo tanto, para que las actividades de las familias pobres pasen de ser actividades de refugio no agrícola a otras más productivas, es fundamental mejorar el acceso a los mercados agrícolas. Tradicionalmente, se establecieron cooperativas y asociaciones de productores para acabar con el acceso deficiente a los mercados para los pequeños agricultores. En el Perú, por ejemplo, las asociaciones de banano orgánico y las cooperativas de café y cacao han organizado con éxito a los pequeños agricultores para ofrecer productos de calidad a los mercados internacionales altamente competitivos. Un enfoque más reciente -el modelo de cadena de valorconsidera a todos los actores en un sistema de mercado en particular, desde el suministro de insumos hasta su llegada a los mercados minoristas, prestadores de servicios, responsables de la toma de decisiones : De esta manera, el modelo de cadena de valor busca activamente estimular y fortalecer las actividades no agrícolas. Algunos ejemplos de programas de América Latina diseñados para fortalecer las cadenas de valor son: Alianzas Productivas, programa implementado en Chile por el Instituto de Desarrollo Agrícola (INDAP) y el programa Desarrollo Rural con Equidad, dirigido por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, ambos programas se centran en proporcionar asistencia técnica a las pequeñas empresas proveedoras y La mayoría de la población rural en América del Sur viven en la Cordillera de los Andes, que parte al continente desde el norte hasta el sur y alcanza una altura de 5000 metros. Dirven. 2009, ver n3. 16 Ver por ejemplo Webb, R. 2013. Pobreza y Dispersión Poblacional. Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), Lima; De Javry, A. y Sadoulet, E. 2001. ‘Income Strategies Among Rural Households In Mexico: The Role of Off-farm Activities’. In: World Development 29(3) 467-480; Lonjow, P. 2001. ‘Nonfarm Employment and Poverty In Rural El Salvador’. In: World Development 29(3) 529-548. 17 Actividades de refugio no agrícolas se refiere a las actividades de baja productividad, de baja remuneración económica que caracteriza a la economía rural no agrícola en las regiones pobres. 14 15 ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 5 en mejorar su integración a las distintas cadenas de valor.18 En el Perú, el programa Servicio de Apoyo para los Mercados Rurales (PROSAAMER) brinda asistencia técnica y financiera sobre una base competitiva para agricultores organizados y pequeñas empresas con planes de desarrollo de negocios económica y financieramente sostenibles. La agricultura con contrato ha sido promovida en muchos países asiáticos y latinoamericanos como un medio potencial para incorporar a los pequeños agricultores en mercados en crecimiento por productos de alto valor. Puesto que los contratos a menudo incluyen la concesión de semillas, fertilizantes y asistencia técnica para acceder al crédito y a un precio garantizado en la cosecha, esta forma de coordinación vertical tiene el potencial para abordar numerosas restricciones a la productividad de las pequeñas granjas, a la vez que también impulsa el desarrollo en el sector no agrícola. En este sentido, la agricultura por contrato se ha visto como una solución institucional a los problemas de los mercados por falta de crédito, seguros e información.19 Por último, otra tendencia emergente en América Latina es la creación de nuevos mercados. Las bioferias, los mercados ecológicos y los mercados orgánicos han surgido en toda la región, tales como los de Loja y Cuenca en Ecuador, en diferentes distritos de Lima, Perú y la red Ecovida en Brasil. Estos mercados ofrecen una plataforma para que los productores vendan productos especializados, como mermeladas y lociones a una cartera de clientes cada vez más grande y, así, apoyar su diversificación en materia de actividades no agrícolas. 4. Formar capital humano La educación y la capacitación son fundamentales para que los pequeños productores adquieran nuevas competencias y conocimientos con el fin de capitalizar las oportunidades emergentes en el sector no agrícola. El Servicio de Capacitación Rural Nacional (SENAR) en Brasil y el Centro Nacional de Aprendizaje (SENA) en Colombia desde hace varias décadas han ejecutado programas de formación profesional en las áreas rurales con el objetivo de crear oportunidades para las familias rurales para diversificar sus actividades no agrícolas, como alimento y nutrición, 18 19 artesanía, cultura, deporte y ocio. Varios países del África subsahariana están aprovechando el éxito de SENAR, especialmente Angola y Mozambique, bajo un acuerdo de cooperación internacional con la Agencia Brasileña de Cooperación - (ABC) del Ministerio de Relaciones Exteriores. En América Latina, el FIDA está trabajando con varios gobiernos latinoamericanos para ofrecer programas de desarrollo rural integral, como el desarrollo de capacidades para oportunidades económicas no agrícolas. Con frecuencia, las personas más vulnerables de las familias, como las mujeres y los jóvenes, son los principales beneficiarios de los componentes de formación. Un ejemplo es el Programa Capacitación de las Rutas de Aprendizaje, creado e implementado por PROCASUR. El programa promueve métodos de aprendizaje práctico a través de viajes de estudio in situ que exponen a los pequeños agricultores a experiencias exitosas de micro y pequeñas empresas. Durante las visitas de campo, los anfitriones brindan apoyo técnico para la implementación de proyectos empresariales basados en grupos pequeños, de tal modo de formar capital humano y catalizar el desarrollo de los mercados de asistencia técnica local para las pequeñas empresas. Otro ejemplo interesante es el Programa de Inclusión Económica para Familias y Comunidades Rurales en el Territorio del Estado Plurinacional de Bolivia (ACCESOS) que ejecuta concursos para desarrollar empresas comunitarias. Los comités locales son responsables de la selección de propuestas de inversión con miras a incentivar el manejo sostenible de recursos y a promover el respeto de los derechos de tierra comunales y territoriales. Junto a estos concursos, ACCESOS está facilitando capacitación para empresas comunitarias, grupos de productores, microempresas, entre otros, que identifican e implementan planes de negocios para generar ingresos y empleo. El programa Construyendo Capacidades Empresariales Rurales en Colombia se centra en zonas post-conflicto, donde muchas familias han sido desplazadas por la fuerza. Para promover y mejorar las capacidades de emprendimiento, el programa financia la participación en talleres, rutas de aprendizaje, ferias y exposiciones comerciales. Por último, el Programa “Buen Vivir” en Territorios Rurales Aunque no existe ninguna evidencia disponible de los resultados de estos programas, son ampliamente apoyados y respetados como modelos exitosos. Thapa, G. 2010. Smallholder or Family Farming In Transforming Economies of Asia and Latin America: Challenges, and Opportunities. Ponencia presentada en el International Conference on Dynamics of Rural Transformation in Emerging Economies, Abril 14-16, 2010, Nueva Delhi. IFAD, Roma ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 6 en Ecuador trabaja en nueve provincias rurales, que se caracterizan por una fuerte presencia de pequeños agricultores, poblaciones habitualmente excluidas (principalmente las comunidades indígenas y afrodescendientes). Tomando como base las prácticas agroecológicas y culturales de estas comunidades, el programa formará a 5.000 personas para que participen en los mercados de trabajo no agrícolas complementarios, tales como la comercialización y transformación de productos agroecológicos, turismo y cultura. La implementación de estas estrategias fundamentales ha reorientado los esfuerzos de desarrollo rural en América Latina que, en lugar de centrarse exclusivamente en la agricultura, ahora consideran el potencial de una variedad de oportunidades de mercado disponibles para las familias rurales que tienen vínculos en las zonas urbanas y semiurbanas y, por lo tanto, un potencial mayor para que estos grupos salgan de la pobreza de una manera más sostenible. Sin embargo, quedan desafíos como enlazar acciones en el ámbito local con innumerables actores (públicos y privados) involucrados en los procesos de desarrollo y el desarrollo de capital humano para aprovechar las oportunidades que surgen. También es importante mencionar que el desarrollo de la infraestructura rural está directamente relacionado con el presupuesto del gobierno y con una economía saludable con más probabilidades de tener recursos suficientes para invertir en infraestructura y servicios para los pobres rurales. de sectores para contribuir a la reducción de la pobreza. Como resultado se ha obtenido un aumento en la variedad ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 7 FACTORES CONOCIENDO EL DESARROLLO DE UNA CONTEXTUALES ECONOMÍA NO AGRÍCOLA EN AMÉRICA LATINA A pesar de que desde hace mucho la agricultura es reconocida - Oportunidades de comercialización : los procesos de la como un motor de crecimiento en las economías de América Latina liberalización económica han dado acceso a nuevos mercados, debido a su magnitud y vínculos con otros sectores económicos, en impulsando así el crecimiento de nuevos tipos de actividades la última década los políticos e investigadores se han dado cuenta rurales. Un ejemplo de ello son las plantas de ensamblaje en de que la agricultura no necesariamente será una vía para salir América Central, donde se producen artículos de fabricación barata de la pobreza para todos los agricultores en pequeña escala. En para la exportación.23 21 consecuencia, las políticas nacionales y programas ahora ponen un énfasis mayor en el fortalecimiento de las actividades no agrícolas para crear empleo y generar oportunidades de ingresos. -Mejoramiento de las comunicaciones: las áreas rurales de América Latina están experimentando una expansión impresionante en el acceso a la información y tecnologías de la comunicación (TIC) Diversos procesos socio-económicos también han contribuido con Internet y el teléfono móvil, ambos en constante ascenso. al auge de la economía rural no agrícola, como la urbanización, Estas tecnologías han mejorado el acceso a la información para oportunidades comerciales derivadas de la liberalización la toma de decisiones y han brindado el clima propicio para que económica y el crecimiento, así como mejoras en la infraestructura los proveedores financieros obtengan nuevos clientes rurales. En de las comunicaciones en la región. Ecuador, un nuevo servicio proporciona información de precios a -Urbanización: para la economía no agrícola resulta positivo la cercanía a las zonas urbanas, como el transporte, las comunicaciones, los negocios y vínculos sociales, que tienden a ser más fuertes. Es importante mejorar los vínculos de transporte y comunicación entre las áreas rurales y urbanas para expandir nuevas oportunidades para las familias rurales. Por ejemplo, en México, los centros urbanos han los agricultores mediante mensajes de texto, lo que permite tomar decisiones más acertadas sobre dónde vender sus productos.24 En Perú, el Fondo de Inversión en Telecomunicaciones (FITEL) del Ministerio de Transportes y Comunicaciones aumentó el precio promedio recibido por los agricultores en zonas donde hubo acceso a un teléfono público y servicios de Internet. creado nuevas oportunidades de empleo en el sector manufacturero y de servicio.22 En América Latina, cada dólar de valor adicional en la agricultura genera otros 30 centavos para el resto de la economía. Para África, esta cifra es estimada en 50 centavos y en Asia 60 centavos. Para más información vea Haggblade et al. 2010, n1 arriba. 22 Banco Mundial. 2008. World Development Report 2009. Banco Mundial, Washington DC. 23 FIDA. 2010. Informe sobre la Pobreza Rural 2011. FIDA, Rome. 24 Ver la página web del Servicio de SMS del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y también CEPAL. 2012. Newsletter: Agriculture and ICT. CEPAL, Santiago. LECCIONES APRENDIDAS 21 1 La creciente economía no agrícola ofrece un nuevo conjunto de oportunidades para que las familias diversifiquen su base de ingresos y salgan de la pobreza. La experiencia latinoamericana nos enseña que políticas y programas deben apuntar a las familias más pobres para garantizar que el crecimiento en sectores no agrícolas sea más inclusivo. Los programas de capacitación y educación son particularmente estrategias efectivas para apoyar a los pequeños agricultores a diversificar sus medios de subsistencia y, al mismo tiempo, construir una fuerza de trabajo impulsada por la demanda para responder a las oportunidades en nuevas actividades no agrícolas. Esta estrategia ha sido un elemento fundamental de la sostenibilidad de las intervenciones públicas en toda la región. 2 El potencial de las actividades rurales no agrícolas para apoyar el desarrollo económico local depende de las condiciones y características de un territorio determinado. El primer paso para integrar la economía no agrícola en la agenda de desarrollo rural es identificar los sectores clave de un territorio que pudiera actuar como motor de crecimiento económico El siguiente CONTÁCTESE CON EL AUTOR Para más información sobre la economía no agrícola rural, contacte al autor, Carlos De Los Ríos, consultor rural en economía en carlos.delosrios.farfan@gmail.com paso importante consiste en promover el acceso a los mercados para estos sectores y, para ello, existen diversos mecanismos efectivos como los modelos de contrato agrícola y las cadenas valor. 3 La inversión en infraestructura rural (carreteras, telecomunicaciones y servicios públicos básicos) representa una oportunidad para incentivar la inversión pública y privada en actividades no agrícolas, al reducir los riesgos y costos de transacción. PROGRAMA ELLA Para más información acerca de agricultura a pequeña escala y desarrollo rural en América Latina, consulte la Guía ELLA, que contiene una lista completa de los materiales disponibles en este tema. Para más información sobre otros temas de desarrollo, consulte otros Temas ELLA. Con el apoyo de: ÁREA ELLA: DESARROLLO ECONÓMICO | TEMA ELLA: PEQUEÑOS AGRICULTORES Y DESARROLLO RURAL 8