285 Cartilla °° Octubre de 2009 El hombre: un ser para el amor “No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (Gén 2,18) P. Ricardo E. Facci El ser humano tiene diferentes capacidades que lo conduce a distintas actividades en la vida. Unos son artesanos; otros tienen algún oficio, por ejemplo, carpintero, albañil, pintor, agricultor, apicultor; otros, una profesión, médico, economista, especialista en derecho, docente; otros artistas, ama de casa… y así, podemos enumerar un sin número de quehaceres que entretienen la vida del varón y la mujer. Los seres humanos pueden desear diferentes actividades pero, ¿puede existir alguien que no desee el amor? Desde siempre el mundo estuvo marcado por las expresiones que manifiestan el hambre de amor. En todos los tiempos, mitos, leyendas, poesías, poemas, novelas, cine, música, han expresado la necesidad que el hombre tiene del amor. La experiencia y vivencias de los hombres de todas las épocas, habla claramente de la necesidad del amor, ninguna otra cosa existe, que desde las fibras más íntimas, anhele el corazón. Hay una relación muy cercana entre amor y felicidad. Nadie podrá despegarse del anhelo de ser amado y pertenecer al amado. Intentar despojarse de este deseo, es rechazar un aspecto esencial que pertenece a la creación del hombre, más aún, es pecado, por no responder a lo que conduce a la realización del ser humano, en definitiva, es un rechazo al mismo Dios que es amor, y que lo ha creado para el amor (Cfr. Familiaris Consortio 11). El maravilloso mundo de la Biblia no es otra cosa que una historia de amor. Desde las primeras páginas manifiesta que el hombre fue creado para el amor. Por amor, Dios crea al hombre y le brinda un paraíso. Pero el hombre experimenta que no es plenamente feliz, está en búsqueda de algo más. Dios que penetra lo íntimo de cada uno, sabe muy bien lo que está necesitando, “no conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”, concretando -en la figura bíblica- la creación de la mujer. Los animales, los árboles, no eran semejantes, “esta sí que es hueso de mis huesos, carne de mi carne, se llamará varona porque del varón ha sido tomada”. En castellano, no se usa varona, pero sería el mejor modo de expresarlo, por la similitud, la semejanza con el varón, como si ocurre en el hebreo. Hombre y mujer, caracteriza como algo diferente. La Biblia quiere decirnos que si se colocan ambos en la balanza de la dignidad, del valor del ser, pesan exactamente lo mismo. La diferencia es funcional, no esencial. Entre iguales es posible el amor. El varón es creación de Dios, la mujer es invención de Dios. Ambos, ¡maravilla de Dios! Hechos a imagen de Él, quien vive en la plenitud de tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El hombre fiel retrato de Dios, tampoco puede vivir en soledad. Fue creado para la comunión, para integrarse con otros, realizarse en el amor. Siempre que se dice “hombre” debemos saber que se está refiriendo a la modalidad varónmujer, reflejando a la comunidad matrimonial como un ámbito por excelencia de la fecundidad del amor, signo profundo del amor fecundo de Dios. Dios no es varón, ni es mujer, pero ambos en su misterio de relación esponsal y paternal aclaran el misterio profundo del amor de Dios. El hombre ha sido definido de muchos modos, una de ellas como “animal racional”, en todo el sentido de la palabra, que va mucho más allá de poder pensar, pero me gustaría definirlo desde la experiencia de la vida, desde muchos matrimonios que lo muestran y familias que lo viven: el hombre es un ser capaz de amar. El mejor pensamiento no tiene por sí mismo la posibilidad de realizar al ser humano; en cambio, los diversos actos de amor, conducen inexorablemente a la realización y felicidad de la persona. Familiaris Consortio es clara: “el amor es la vocación fundamental y natural del hombre” (N°11). El hombre no puede vivir sin amor, no tiene sentido su vida, por esto es necesario que lo experimente, lo haga propio, sienta que está involucrado en la dinámica del amor. Esto, para los esposos, y también, para aquellos que consagran todo su potencial de amor a Dios (Cfr. ib. 18). La sexualidad, desde esta óptica, se percibe como una fuerza interior y secreta que conduce a la “persona a la donación de sí misma en el amor” (ib. 11). En definitiva, el amor es lo más importante de la vida. El hombre no es un ser que piensa, trabaja, planifica, construye, aporta a la sociedad, se amolda a costumbres, sino, por sobre todo, un viviente que es capaz de amar. “Quien entrega su vida, la ganará” (Mc 8,35). Cuando los esposos, en una profunda trama de amor, van paso a paso de la vida, entregándose mutuamente en el amor, lograrán la realización plena de su felicidad. La realización implica que la vida se gana. El egoísmo, el cerrarse en sí mismo, el buscarse a uno mismo, conduce a la tristeza, la infelicidad y frustración de la vida: una vida que se pierde, que pasa por el mundo sin dejar seña de lo principal, el amor. Sin amor nada somos. El ser humano es lo que ama. ¡El amor todo lo puede! ¡Queridos esposos, que el amor brille entre ustedes! ¡Construyan cada minuto de la vida en el amor! ¡Ganen la vida, ámense intensa e infinitamente, el Gigante del amor los espera! Oración Señor Jesús, nos enseñaste el verdadero sentido del amor, en la entrega plena por cada uno de nosotros; te pedimos que nos ayudes a vivir en plenitud nuestra vida matrimonial y familiar, desde un amor fruto de la entrega, sin límites, del uno al otro. Como matrimonio, queremos para nuestros hijos, ser fiel reflejo de una vida cargada de sentido, de un amor generador de cada una de nuestras acciones y actitudes, de las opciones que a diario realizamos. Ayúdanos a comprender, que sólo en el amor, realizaremos la felicidad de nuestras vidas, solidificaremos nuestra vida familiar, construiremos un mundo nuevo, una humanidad nueva según como la sueñas desde la eternidad. Amén. Trabajo Alianza 1.- ¿Deseamos profundamente ser amados y amar? 2.- Cada uno de nosotros, ¿siente que es amado por el otro? 3.- ¿Ofrecemos a nuestros hijos un hogar donde prima el clima del amor? 4.- ¿Qué aspectos personales debemos trabajar para crecer en el amor? Trabajo Bastón 1.- ¿Descubrimos el valor primordial del amor? 2.- Es necesario meditar profunda y lentamente este tema… Responder: ¿No caemos, en oportunidades, en el ‘hacer’ dejando en segundo término el ‘amar’? 3.- El mundo de hoy está frío porque falta el amor. ¿Cómo desde nuestras familias podemos encender nuevamente la hoguera del amor? 4.- Debemos ayudarnos a amar los unos a los otros. ¿Qué propósito hacemos en este sentido? ASAMBLEAS ACIOALES. ¡Imposible quedarnos en casa! ¡Resultó muy buena! PARAGUAY ¡En marcha! (Villa Giardino - Córdoba) ARGENTINA / URUGUAY 21-22 de noviembre PERÚ 21-22 de noviembre GUATEMALA 28-29 de noviembre CHILE 5-6 de diciembre MÉXICO 12-13 de diciembre REPÚBLICA DOMINICANA ESPAÑA Y RUSIA modo especial de realización 2