REVISTA CREA - N.º 388 febrero 2013 - Ejemplar en la Argentina $15- • Cuáles son las pautas que están surgiendo en el mercado para adecuar el negocio a la actual coyuntura económica N.º 388 Febrero 2013 - Ejemplar en la Argentina $15- 04 CREA Sumario 08 08 Cambios en el negocio de arrendamientos agrícolas Comienzan a consolidarse pautas establecidas en función de la nueva realidad económica. 20 Una actividad cada vez más dudosa Crece el riesgo de la agricultura en campos arrendados. 26 24 Reacomodamiento de precios 26 ¿Qué pasa en Ganancias cuando baja la rentabilidad? 32 El sector agropecuario destinó 236.317 millones de pesos al desarrollo de sus actividades en la campaña 2011/12 Actualización de la situación del mercado de semillas forrajeras. Algunas distorsiones que pueden prevenirse. Superó en 27% lo invertido en el ejercicio anterior y permitió volcar al mercado 150 millones de toneladas de productos agrícolas, ganaderos, forestales y frutales. 36 ¿Cómo resultó la campaña de garbanzo 2012/13? Escasean las partidas de mayor calidad. 40 Arveja: un negocio pasado por agua La legumbre no es una buena opción para campañas húmedas. 42 Inundaciones: siempre se puede salir adelante Perseverar ante la adversidad. Testimonio de un sobreviviente de la tragedia de los Andes. 40 46 Uruguay: cómo alimentar en sistemas lecheros de base pastoril Impacto productivo de diferentes estrategias de alimentación durante la lactancia. 58 Un emprendimiento integrado en el Valle de Uyata 64 Recaudos para evitar fracasos 76 Educación, trabajo y diálogo La familia Acosta produce vinos con marca propia, a partir de viñedos de alta tecnología. Todos los controles que permiten alcanzar mayor eficiencia en tratamientos fitosanitarios. Son los pilares de la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado, que trabaja para lograr un país más solidario, justo e integrado. 64 80 82 90 radiagrofías La lechería argentina se sube a la carrera genómica Comienza a elaborarse en el país una base de datos propia. noticias de empresas SECCIÓN ECONÓMICA 82 92 El precio de la tierra 94 LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR 98 APUNTES AACREA 06 Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola Editorial FUNDADOR ARQ. PABLO HARY (†) COMISIÓN DIRECTIVA – EJERCICIO 2012/13 Decidir en un contexto de incertidumbre El año 2013 se avizora complejo. Las empresas agropecuarias, que soportaron situaciones climáticas extremas y tienen por delante un contexto macroeconómico poco previsible, desarrollan la actividad en condiciones de margen de riesgo creciente. Para tomar decisiones, cada uno debe conocer lo que está en su área de control, lo que está en su área de influencia y lo que queda por fuera de ellas. Hay un primer círculo en el que se pueden manejar casi completamente las variables, que en el campo lo situamos “tranqueras adentro”. El nivel de tecnología por utilizar y la distribución del área sembrada son resortes del empresario, en los que hay que trabajar de la manera más eficiente posible en cada situación. El análisis de los factores de control directo permite armar la agenda y establecer las prioridades con herramientas objetivas, como la planificación, la presupuestación y la formulación de escenarios. Hay otras variables no controlables por el empresario, pero que también influyen en el negocio agropecuario: la presión impositiva, la política económica, el comportamiento del clima y de los precios, por ejemplo. El empresario no las puede modificar, pero sí puede tomar decisiones para atemperar sus potenciales efectos desfavorables. Puede orientar su energía hacia lo que tiene posibilidades de ser modificado con su intervención personal. Es un error habitual en momentos de incertidumbre dedicar demasiado tiempo a analizar variables que están fuera del alcance individual del productor y que sólo generan preocupación que no le reporta nada a la empresa. No hay que quedarse atrapados sólo en las conversaciones, que son sólo eso. Hay que ver cómo, a partir de ellas, se definen acciones y se imaginan nuevas respuestas. La mochila de experiencias que se cargó hasta ahora puede no servir para un presente distinto, con variables que no se habían visto hasta el momento. Hay que tomar decisiones en función del futuro esperado –con información segura y no con especulaciones– y no del pasado inmediato. En situaciones nuevas, es necesario revisar el modelo interno de negocio de cada empresa y preguntarse: “¿Estoy haciendo lo que debo, lo que quiero o lo que puedo?”. Un empresario sensato debe acotar el riesgo de su negocio a su propio nivel de tolerancia; caso contrario, se cargará de ansiedad, lo que le impedirá dormir; y tras una noche de insomnio se decide peor o se posterga la decisión en el tiempo, lo que reduce las opciones por tomar. En 2013 se impone la racionalidad, la reflexión, la flexibilidad, la adaptabilidad y la apertura mental. Y, sobre todo, no decidir en soledad; aceptar el consejo de otros, aprovechar la experiencia de los pares. La esencia misma de la metodología del Movimiento CREA. Presidente Juan Balbín Vicepresidente Alejandro Blacker Secretario Hugo Japaze Prosecretario Francisco Iguerabide Tesorero Fernando Zubillaga Protesorero Santiago del Solar Vocal titular Hermenegildo Pini Vocal titular Francisco Perkins Vocal suplente Alejandro Toso Juan Minvielle Vocal suplente Revisores de Cuentas Francisco Lugano y Bernardo Debenedetti Vocales regionales Oeste: Domingo Iraeta; Mar y Sierras: Hernán Moreno; Litoral Norte: Amalia Lagerheim; Litoral Sur: Mariano Nogués Loza; Norte de Buenos Aires: Michael Dover; Centro: Patricio Quinos; Sudoeste: Delfina Ratti Quintana; Sudeste: Alberto Garré; Semiárida: Cornelio Donovan; Norte de Santa Fe: Paula Mitre; Este: Luis Schenone; Sur de Santa Fe: Santiago Nobile (h); Santa Fe Centro: Alejandro Biava; Oeste Arenoso: Mariano Sobre; NOA: Lucas Elizalde; Valles Cordilleranos: Andrés Méndez Casariego; Córdoba Norte: Alejandro Conci y Chaco Santiagueño: Juan Pablo Miretti. Consejo consultivo Eduardo P. Pereda, David Arias (†), Esteban L. Berisso, Luis E. Garat, Federico Méndez Duhau (†), Miguel I. Moneta, Lorenzo Amelotti, Manuel Candia, Manfredo von Rennenkampff, Bruno Quintana, Marcelo Lanusse, Alberto Ruete Güemes, Orlando Williams Seré, Luis M. Coviella, Eduardo Pereda (h), Carlos M. Vaquer, Marcos Rodrigué, Marcelo Carrique, Germán Weiss, Oscar Alvarado (†), Rafael Llorente y Juan Carlos Burgui. Socios honorarios Gregorio Pérez Companc, Wolfgang Grabisch, Marino Zafanella (†), Carlos Puricelli (†), Gianfranco Pensotti (†), Ignacio Galli, Luis Barberis (†), Adolfo Glave, Jorge Molina (†), Ángel Berardo, Sergio Lenardón, Bolsa de Cereales, Adolfo Casaro, Marcelo Foulon, INTA, FAUBA y Ernesto Viglizzo. Coordinadores regionales Oeste: René Martineau; Mar y Sierras: Nora Mailland; Litoral Norte: Alejandro Socas; Litoral Sur: Fernando García Frugoni; Norte de Buenos Aires: Pedro Estrugamou; Centro: Carlos Peñafort; Sudoeste: Marcelo Canosa; Sudeste: Pablo Corradi; Semiárida: José Ansaldo; Norte de Santa Fe: Edgardo Dutto; Este: Daniel Fernández Cisneros; Sur de Santa Fe: Santiago Gallo; Santa Fe Centro: Rodolfo Tkachuk; Oeste Arenoso: Oscar Satorre; NOA: Daniel Frascarolo; Valles Cordilleranos: Fernando Ruiz Toranzo; Córdoba Norte: David Rubin y Chaco Santiagueño: Marcelo Zucal. Coordinador general Jorge Latuf Jorge Latuf Coordinador general Equipo de dirección organizacional Comunicación y Marketing: Graciana Mujica; Investigación y Desarrollo: Ricardo Negri. Metodología y Desarrollo Personal: Federico Guyot Administración, Procesos y Gestión de Personas: Eduardo Bottinelli 08 CREA Cambios en el negocio de arrendamientos agrícolas Comienzan a consolidarse pautas establecidas en función de la nueva realidad económica CREA El negocio agrícola en campo arrendado fue una alternativa muy viable durante la década pasada. Pero en los últimos años, ese paradigma está entrando en crisis a causa de la creciente suba de costos combinada con una mayor variabilidad climática. La tendencia –con los niveles actuales de precios agrícolas– indica que si el negocio continúa funcionando por inercia con las pautas establecidas durante la buena época, va camino a generar muchos problemas. Entonces: o cambia la dinámica del negocio o este se reduce. En la presente campaña comenzó a advertirse la consolidación de algunos cambios en ese sentido. Veamos. Precio de referencia La mayor parte de los alquileres negociados en esta campaña por empresarios del grupo CREA Santa Isabel (región Sur de Santa Fe) se hicieron en cuotas determinadas con el precio de referencia de la soja nueva (Mayo 2013) y con parte del pago a cosecha. “Queremos mantener esa metodología en las próximas campañas, porque la consideramos más adecuada para la estructura de costos del negocio”, comenta Sebastián Pizzi, asesor del CREA Santa Isabel. Al tomar como referencia el precio de la soja nueva del Matba –en este caso el contrato Mayo 2013–, existe la posibilidad de que el empresario agrícola vaya cubriendo precios a medida que el propietario cobra las diferentes cuotas establecidas en el contrato de arrendamiento. Acuerdos asociativos Los acuerdos asociativos, aquellos en los cuales el dueño del campo comparte el riesgo con el arrendatario de manera parcial o total, son una alternativa viable para disminuir el riesgo del negocio para este último, a cambio de perder ingresos en años climáticos buenos. Existen diferentes fórmulas de acuerdos asociativos (porcentaje total, base de qq/ha más adicionales a cosecha según escala de rindes finales, base de qq/ha más porcentaje en caso de superar determinado rinde, etcétera). Todo depende de la zona y del perfil del propietario del campo. El condimento esencial para lograr un acuerdo asociativo es la confianza entre las partes. Y esta se logra a través del conocimiento mutuo. Por ende, la construcción de un contrato de tales 09 10 CREA Cobertura contra sequía En la campaña 2012/13, los miembros de los grupos CREA Victoria y Montoya (ambos de la región Litoral Sur) lograron, por cuarto año consecutivo, contar con un seguro de granizo que, además de los adicionales tradicionales –como heladas, falta de piso o planchado–, dispone también de una cobertura contra sequía. Se trata de un producto único diseñado a medida. En el presente ciclo, la superficie asegurada superó las 100.000 hectáreas, de manera tal que los empresarios CREA que participan de la cobertura pudieron obtenerla a un costo muy atractivo. “Este año, por las características de la campaña, la cobertura contra sequía seguramente no tendrá impacto, pero lo interesante es que se mantiene para el ciclo 2013/14”, explica Eduardo Grimaux, integrante del CREA Victoria y uno de los impulsores de la modalidad de cobertura agrícola. Los empresarios agrícolas que integran una red con pares de un mismo perfil profesional tienen la posibilidad de solicitar coberturas especiales personalizadas a las compañías aseguradoras, a cambio de ofrecer un volumen significativo de hectáreas. No se trata de un proceso sencillo: requiere muchas horas de negociaciones. Pero el resultado es una mayor estabilidad de ingresos en caso de inconvenientes climáticos. características, más que como una imposición, debe entenderse como un proceso en el cual se comparte la información disponible del negocio –de la manera más clara y transparente posible– al tiempo que se van conociendo las necesidades del propietario. No se trata únicamente de enviar un informe mensual acerca del estado de los cultivos, los márgenes proyectados del negocio y demás. También se deben organizar visitas al campo en los momentos clave de la actividad (por ejemplo: siembra y cosecha) y explicar las ventajas de la rotaciones agrícolas. La cuestión, en definitiva, reside en comenzar a relacionarse con los propietarios como si fuesen socios. La mayor parte de los acuerdos asociativos se establecen a partir de un trabajo que requiere tiempo, paciencia y creatividad por parte de los arrendatarios, lo que no siempre es aceptado por los propietarios. “El aspecto central de un acuerdo asociativo es arbitrar bien los porcentajes, de manera tal que los propietarios, a cambio de compartir el riesgo con el arrendatario, ganen mucho más dinero en los años climáticos favorables”, comenta Agustín Barattini, asesor del CREA Casares-9 de Julio. Empresarios de ese grupo CREA en esta campaña lograron acuerdos asociativos con una base de 7 a 8 qq/ha de soja (pago adelantado o en pocas cuotas sobre la base de la soja Mayo 2013), con 12 CREA una distribución 50-50% de los rindes que superaran determinadas escalas (que se calculan en cada caso particular según la historia productiva de cada campo). Medir la heterogeneidad Los avances realizados durante los últimos años en ambientación agrícola permitieron determinar que la variabilidad intrazonal de ambientes es tan significativa como la presente entre regiones productivas diferentes. Actualmente existen herramientas tecnológicas que permiten medir esa variabilidad con información satelital. Los números del negocio agrícola actualmente son tan finos que ningún empresario debería cerrar un acuerdo de alquiler sin antes 16 CREA Mercado De Alquileres Agricolas examinar las imágenes satelitales del campo debidamente procesadas e integradas con un sistema GIS (Geographic Information System). “En el contexto actual, la capacidad de pago de un arrendamiento debería realizarse en función del potencial productivo presente en cada ambiente y no del promedio de cada zona”, asegura Santiago González Venzano, director de la consultora Solapa4. A partir de datos reales, generados por caracterizaciones georreferenciadas de ambientes en di- ferentes zonas productivas argentinas, los técnicos de Solapa4 crearon una matriz para evaluar la capacidad teórica de pago de un arrendatario agrícola en la campaña 2012/13 (el “FAS teórico” de la tierra). El modelo –que contempla una renta esperada del 20% para el arrendatario con los precios actuales de la soja Mayo 2013– permite apreciar que en una misma zona existen diferentes capacidades de pago de alquiler a partir de los distintos ambientes presentes (ver gráfico 1). 18 CREA El negocio agrícola en campos alquilados se complicó por la suba de costos y por la gran variabilidad climática. “En el norte de Buenos Aires, por ejemplo, una zona en la cual hubo casos en los que se pagaron alquileres muy caros, encontramos que la capacidad de pago es evidentemente alta en ambientes con un FAS teórico de 592 u$s/ha, pero en otras situaciones ese valor es de 310 u$s/ha”, explica González Venzano. “Todo empresario agrícola que trabaje en campos de terceros tiene la obligación de reconocer esa heterogeneidad, más allá del riesgo que esté dispuesto a asumir”, añade. Un campo del oeste bonaerense integrado en un 30% por un bajo, en un 60% por una media loma y en el 10% restante por una loma generaba un FAS teórico promedio de 379 u$s/ha en la precampaña 2012/13. Actualmente, debido a las inundaciones registradas en dicha zona, ese valor se redujo a un promedio de sólo 128 u$s/ha (ver cuadro 1). “La variabilidad climática también debería hacerse presente en los acuerdos de arrendamientos, ya sea arbitrando formas de alquiler que contemplen la posibilidad de siembras fuera de época o determinando el pago sobre la superficie efectivamente disponible para sembrar”, comenta González Venzano. f CREA 20 CREA Una actividad cada vez más dudosa Crece el riesgo de la agricultura en campos arrendados En la mayoría de las zonas productivas, los rindes de indiferencia 2012/13 de la soja de primera y del maíz sembrado en fecha convencional se encuentran –a pesar de los excelentes precios internacionales– muy cerca o por encima del rinde promedio de los últimos cinco años. Por ejemplo: en la zona norte de Buenos Aires, con un alquiler de 16 qq/ha de soja valorizada a un promedio de 375 u$s/tonelada, el rinde de indiferencia con un precio bruto final de venta de 320 u$s/ CREA tonelada se ubica en torno a 33 qq/ha. En maíz, ese mismo cálculo genera una cifra de 78 qq/ha (recordemos que el rinde de indiferencia es aquel en el cual se igualan los egresos y los ingresos sin incluir renta empresaria ni impuestos). “Se trata, en ambos casos, de rindes demasiado elevados en el actual escenario climático de alta variabilidad, que poco tiene que ver con la realidad presente durante la década pasada, en la cual prevalecieron ciclos con regímenes hídricos óptimos”, comenta Alejandro Vejrup, especialista en tecnología comercial de la consultora Globaltecnos S. A. Inflación Los ingresos proyectados de la actividad agrícola en campo arrendado no alcanzan a compensar el enorme crecimiento que vienen registrando los costos de producción. La paradoja es que la mayor parte del crecimiento de los costos proviene de los insumos “pesificados”, tales como la siembra, la cosecha y los fletes, dado que los valores de esos servicios se ajustan en función de la depreciación efectiva del peso argentino. En cambio, los insumos “dolarizados” o importados –como algunos herbicidas o fertilizantes–, al adquirirse al tipo de cambio Cualquier merma en la producción o baja de precios determina que los resultados de la agricultura en campos arrendados ingresen en un terreno negativo. 21 22 CREA Vejrup: “El alquiler adelantado se pagó con una soja de 380 u$s/t y la producción se venderá a mucho menos”. oficial, experimentan una evolución menos violenta. “Los valores de siembra pasaron de 160/170 $/ha en octubre de 2011 a 210/220 $/ha en octubre de 2012, aumentando alrededor de un 30% en apenas un año, mientras que, por ejemplo, el valor del fosfato diamónico –un fertilizante 100% importado– se mantuvo prácticamente sin cambios en dólares por tonelada en ese mismo período”, explica Vejrup. El negocio agrícola en campos de terceros está dejando de ser competitivo por la suba de costos internos. “Cualquier merma en la producción o baja de los precios esperados de los granos determina que los números ingresen en un terreno negativo; es decir, el negocio no tolera ningún margen de error, lo que equivale a decir que al momento de planificar la inversión se está asumiendo un riesgo significativo”, añade el especialista. Además, en el plano interno existen diversos factores comerciales que, si bien actualmente no están expresados en los precios ofrecidos de los granos (por el déficit de oferta generado por la seca 2011/12), podrían comenzar a tener algún impacto en cosecha. En esa lista puede incluirse la intervención del mercado de biodiésel, las exigencias para pagar retenciones por adelantado (ROE 365 y 180) y los crecientes controles aplicados a las cargas parciales de buques graneleros, entre otros inconvenientes. “Si los derechos de exportación no se reducen y la elevada inflación se mantiene, seguramente el negocio agrícola seguirá ajustándose en la próxima campaña, a menos, claro, que los precios internacionales experimenten un alza importante en el transcurso del ciclo 2013/14, algo que, por el momento, parece improbable porque los actuales precios en el mundo ya son altos en términos históricos. El problema es que eso no se percibe en el mercado local, por factores internos”, explica Vejrup. “En el negocio agrícola, los principales factores manejables por el empresario son la rotación, la tecnología y el valor del alquiler. La rotación y la tecnología vienen golpeados por la sequía e inundaciones, con lo cual no quedan muchas más opciones de ajuste para que el negocio siga siendo viable en lo sucesivo”, añade. f CREA 24 CREA CREA Reacomodamiento de precios Actualización de la situación del mercado de semillas forrajeras Muchos productores lecheros y ganaderos bonaerenses perdieron buena parte de sus pasturas por una seca seguida de excesos hídricos. En dicho segmento se está registrando la necesidad de recomponer pasturas con rapidez, pero con un costo lo más bajo posible (habrá poca liquidez hasta el ingreso de la próxima cosecha gruesa). En este escenario, comenzaron a ingresar los primeros materiales importados de la campaña 2012/13, los cuales, si bien –en general– tienen precios superiores a los del ciclo anterior, deben “competir” en el mercado local con el remanente del ejercicio 2011/12 y con las respectivas producciones locales. por un volumen de casi 500.000 kilos a un valor de 0,94 u$s/kg (FOB), y 56.000 toneladas de la variedad Estanzuela proveniente del mercado uruguayo a un precio de 0,79 u$s/kg. Festuca. La cosecha nacional de festuca fue aceptable (con pérdidas de algunos lotes por anegamientos). En las últimas semanas se registraron importaciones de festuca estadounidense de los cultivares Fawn, a un valor de 1,77 u$s/kg (FOB), y Aprilia, a 3,77 u$s/kg. f CREA Alfalfa. En el mercado argentino, existe un importante remanente de semilla de la campaña 2012 que no pudo venderse (especialmente de los grupos 5 a 7). Pero hay una oferta más acotada de variedades de grupos 8 a 10 (razón por la cual en los últimos dos meses se importaron mayormente partidas de esos grupos; ver cuadro 1). En lo que respecta a la producción nacional, las posibilidades de una cosecha temprana están prácticamente descartadas en muchas áreas de siembra. Buena parte de la superficie destinada a la producción de semillas fue recortada para desplazar la floración y promover cosechas más tardías en condiciones que, si bien podrían ser eventualmente más favorables, son por el momento inciertas. Raigrás anual. Los excesos hídricos dañaron buena parte de las cosechas locales previstas de raigrás anual (con mayor impacto en los cultivares tetraploides). Existen contratos de exportación a destinos europeos que deberán cumplirse (en los últimos años, las ventas externas de esta semilla forrajera vienen creciendo de manera sostenida). En tanto, en los últimos dos meses se registraron ingresos de partidas de raigrás estadounidense Los excesos hídricos malograron gran parte de la cosecha nacional de raigrás anual. 25 26 CREA CREA ¿Qué pasa en Ganancias cuando baja la rentabilidad? Algunas distorsiones que pueden prevenirse En el año 2012, muchas explotaciones agropecuarias arrojarán quebrantos impositivos o menores utilidades fiscales que en años anteriores por adversidades climáticas y aumento de costos. En virtud de la existencia de regímenes de pagos a cuenta del impuesto a las Ganancias (los más importantes son las retenciones sufridas y los anticipos), es muy probable que muchas explotaciones queden con saldo a favor del impuesto. Si bien dicho saldo es de libre disponibilidad luego de presentar la declaración jurada, no parece buen negocio inmovilizar fondos en las cuentas del fisco, más aún teniendo en cuenta el actual contexto inflacionario. Por supuesto que tanto el régimen de anticipos como el de retenciones son perfectibles; posiblemente, para el contribuyente sería mejor que no existieran. Pero siendo realistas y sabiendo que estos sistemas de recaudación llegaron para quedarse, nos parece oportuno mencionar algunas herramientas que permiten evitar la generación de futuros saldos a favor. Certificado de no retención La primera de estas herramientas está relacionada con las retenciones del impuesto sufridas al vender (2% sobre excedentes de 12.000 pesos mensuales). Obviamente, las retenciones efectuadas contribuyen a engrosar los saldos a favor. Entonces, para evitar esa distorsión, la Resolución 830 de la AFIP, en su Anexo VI, permite solicitar una autorización de no retención. El trámite se inicia con una solicitud del certificado de exclusión mediante transferencia electrónica de datos por Internet. Como constancia, el sistema emite un recibo. La información por suministrar se debe transmitir mediante el programa aplicativo denominado “Solicitud exclusión RET.IMP. GCIAS. – Versión 1.0”, que apunta básicamente a demostrar, mediante datos empíricos y estimativos, que si no se obtuviera el certificado de no retención se produciría, como consecuencia, un saldo a favor en el impuesto. Si al realizarse el envío de la información surgieran inconsistencias, la presentación sería automáticamente rechazada, generándose la respectiva constancia. Las inconsistencias deben ser subsanadas dentro de los 10 días corridos posteriores a la presentación. Una vez que la información es admitida, el sistema emite una constancia. El seguimiento del trámite se realiza on line. Dentro de los 10 días corridos a partir del siguiente a la presentación de la solicitud, la AFIP también puede requerir el aporte de elementos adicionales. De no aclararse las inconsistencias o de no contestarse este último requerimiento, podría producirse la caída de la solicitud. La AFIP cuenta con 15 días corridos para resolver si aprueba o deniega la solicitud presentada, contados desde la fecha de su presentación o, de corresponder, desde la fecha en que se cumplimente la presentación de la totalidad de la documentación que puede haber sido requerida. Cabe destacar que, antes de aprobar el pedido, la AFIP realiza varios controles informáticos tendientes a verificar que se cumplan todos los requisitos, entre ellos, el buen comportamiento fiscal del solicitante. Esos controles no inhiben al fisco de realizar una posterior fiscalización respecto de la validez de los datos aportados. Si la solicitud es favorable, la AFIP emite un certificado de exclusión, cuyo carácter es total y tiene una vigencia de períodos mensuales completos a partir del primer día del mes inmediato siguiente a aquel en que sea resuelta favorablemente. En ningún caso se extenderá más allá del último 27 28 CREA Si un productor calcula que deberá pagar menos impuesto a las Ganancias, puede solicitar un certificado de no retención o una reducción de anticipos. día del tercer mes siguiente al cierre del ejercicio fiscal en cuestión. El beneficio podría perderse si se produjeran algunas de las causas que establece la resolución, como por ejemplo, la falta de actualización del domicilio fiscal, la detección de diferencias entre lo informado para obtener el beneficio y la realidad, la no presentación de declaraciones juradas de Impuesto a las Ganancias e Impuesto al Valor Agregado durante la vigencia del certificado, etcétera. Si esto ocurriera, deberán pagarse las retenciones que se dejaron de sufrir más los intereses resarcitorios correspondientes. En situaciones más graves, puede disponerse la inhabilitación para pedir un nuevo certificado. Si, en cambio, la solicitud fuera denegada, la resolución establece un mecanismo para que el contribuyente pueda manifestar su disconformidad e intentar lograr que se le otorgue el certificado. Reducción o eximición de anticipos Otro mecanismo para prevenir la generación de saldos a favor en el impuesto a las Ganancias es la posibilidad de solicitar la reducción o eximición de pago de anticipos. En efecto, la Resolución 327 de la AFIP establece que si el contribuyente estima que la suma por ingresar en concepto de anticipos excederá el importe definitivo de la obligación, puede optar por pagar en función del monto proyectado de impuesto definitivo para no “pasarse” y generar saldo a favor. Conviene recordar que la base para calcular los anticipos de un ejercicio se relaciona con el im- puesto del año previo; los anticipos a pagar por una sociedad constituyen prácticamente el 100% del importe del impuesto determinado, neto de retenciones y otros pagos a cuenta. Obviamente, no se restan de la base los anticipos pagados. Por ello, una variación negativa en la utilidad impositiva de un ejercicio fiscal respecto del anterior puede generar saldos a favor por abonarse anticipos que no tienen que ver con la magnitud del impuesto contra el que se pagan. En el caso de las explotaciones constituidas como sociedades que liquidan directamente el tributo, la opción se puede ejercer a partir del quinto anticipo inclusive (ya tenemos 50% ingresado); en cambio, las personas físicas (incluidas las empresas unipersonales, integrantes de sociedades de hecho, etc.) pueden efectuarla desde el tercero. Si se estima que la suma total por ingresar en concepto de anticipos superará en más del 40% el importe estimado de la obligación, la opción puede ejercerse desde el primer anticipo. La operación se realiza a través de Internet. Hay que ingresar al sistema de “Cuentas tributarias” y seleccionar la opción “Reducción de anticipos”. Las sociedades contribuyentes del impuesto deberán presentar, además, una nota donde se manifieste la proyección realizada y las razones que originan la disminución de su renta, firmada por una autoridad competente y por contador público, con firma autenticada por el consejo profesional correspondiente. La AFIP dispone de 10 días hábiles contados a partir de la realización de la transacción informá- 30 CREA tica para solicitar los elementos y la documentación que estime necesarios a fin de considerar la solicitud. Si el contribuyente se hubiera equivocado en la estimación y hubiera pagado en defecto los anticipos, considerando el impuesto que en definitiva liquidó, deberá pagar intereses resarcitorios por las diferencias generadas. Comentarios finales A efectos de determinar cuál de las dos herramientas se va a utilizar, lo ideal es evaluar cuál es la causa de la generación de los saldos a favor (las retenciones o los anticipos). También puede presentarse una concurrencia de causas, por lo cual habría que ir por las dos vías. Si la situación permitiera elegir entre alguno de los dos caminos mencionados para evitar la generación de saldos a favor, parecería más aconsejable optar por la reducción de anticipos, dado que la obtención de la constancia de no retención, además de ser más riesgosa por las causales de pérdida del beneficio, genera más actividad fiscalizadora por parte de la AFIP y, consecuentemente, una carga administrativa mayor para el productor. De todas maneras, desde que se informatizó el procedimiento de solicitud, si bien pueden aparecer inconsistencias al realizarla o surgir pedidos adicionales que generen demoras, se ganó en eficiencia al no ser imprescindible, como lo era antes, la contestación de un requerimiento que se convertía prácticamente en una inspección. La obtención de la reducción de anticipos es bastante más automática. Ambos institutos son herramientas genuinas para evitar distorsiones financieras generadas por el impuesto a las Ganancias. En ambos casos, se requiere tener los papeles en orden y una buena planificación fiscal, lo que, como hemos señalado en diversas oportunidades, incluye la necesidad de realizar una proyección impositiva al menos tres meses antes del cierre del ejercicio fiscal. f CREA Gabriel Gambacorta Estudio Ferrari Herrero 32 CREA CREA El sector agropecuario destinó 236.317 millones de pesos al desarrollo de sus actividades en la campaña 2011/12 Superó en 27% lo invertido en el ejercicio anterior y permitió volcar al mercado 150 millones de toneladas de productos agrícolas, ganaderos, forestales y frutales Según un trabajo desarrollado por el Movimiento CREA con el financiamiento del Fondo Federal Agropecuario, que fue presentado recientemente por la Comisión de Enlace, en el ejercicio 2011/12 el sector agropecuario destinó 236.317 millones de pesos en concepto de gasto e inversión. El informe incluyó las actividades de agricultura extensiva, ganadería de carne, ganadería de leche y cultivos plurianuales. Lo invertido por los productores desde el 1.° de julio de 2011 hasta el 30 de junio de 2012 representa un 27% más que en el ejercicio anterior (185.715 millones de pesos). En parte, esta suba es consecuencia de la mayor superficie agrícola destinada a algunas actividades y del incremento del precio de los insumos utilizados en todas las actividades. Análisis por actividades Si se consideran las actividades individualmente, en agricultura extensiva el aumento del gasto y de la inversión fue del 35%, equivalente a 94.710 millones de pesos; en ganadería de carne, ambos ítems representaron 101.594 millones de pesos, un 22% más; en ganadería de leche se invirtieron 20.294 millones de pesos (30,1% más), y en cultivos plurianuales hubo un aumento del 18,1%, representado por 19.720 millones de pesos. El análisis desarrollado incluyó 2 actividades ganaderas, 18 cultivos extensivos y 32 cultivos plurianuales, que en total suman 886 modelos productivos. A partir de esta modelización, se calculó el volumen total producido de granos, frutas, carne vacuna, leche, madera, etcétera, que para la campaña 2011/12 fue de 150,5 millones de toneladas distribuidas a lo largo de todo el país. Esa producción total se descompone de la siguiente manera: cereales: 45,3 millones; oleaginosas: 45,0 millones; caña de azúcar: 22,6 millones; forestación: 14,5 millones; leche: 11,6 millones; frutas: 7,7 millones; carne vacuna: 2,5 millones, e infusiones: un millón (gráfico 1). Si se relaciona la producción total con la cantidad de productores, se observa que cada uno, en promedio, ofreció al mercado 544 toneladas en el ejercicio, para lo cual invirtió 854.423 pesos, a razón de 1945 $/ha. Por su parte, la comparación entre ejercicios muestra una caída del volumen total de producción del 33 34 CREA Conclusiones Negri: “El sector agroindustrial argentino produce un volumen de alimentos que puede atender las necesidades de 418 millones de personas”. 4,8%, debida principalmente a la menor producción de oleaginosas (-20,9%); caña de azúcar (-7,4%); frutas (-20,2%), e infusiones (-6,7%). De acuerdo con el informe de CREA, los 236.317 millones de pesos invertidos a riesgo por los productores agropecuarios en el ejercicio 2011/12 sirvieron para ofrecer un volumen de alimentos que puede atender las necesidades de una población de 418,5 millones de personas en todo el mundo, 10,3 veces la población de nuestro país. Más allá de los avatares climáticos y de mercado, la producción continúa para ofrecer los elementos esenciales de la dieta propia de nuestra cultura. Las actividades provenientes del campo ofrecieron 3,8 toneladas de productos por habitante y por año. A modo comparativo, el monto invertido por el campo en el ejercicio de referencia –236.317 millones de pesos– equivale a la creación de 74 autopistas Rosario-Córdoba o a la construcción de 165.421 escuelas. Se destaca que más del 77% del gasto e inversión productiva se localiza en las comunidades donde se lleva a cabo la producción, lo que genera desarrollo, ocupación territorial y empleo, variables que trascienden las fronteras productivas. f CREA 36 CREA CREA ¿Cómo resultó la campaña de garbanzo 2012/13? Escasean las partidas de mayor calidad La experiencia de la empresa Cigra con el garbanzo resume lo que sucedió con el cultivo en 2012/13 a nivel nacional. Los lotes sembrados en el sudeste cordobés se perdieron totalmente por los excesos hídricos. Pero los sembrados en la zona santiagueña de Gancedo rindieron un promedio de 15,4 qq/ha con un calibre predominante de 8 milímetros. “En la próxima campaña vamos a volver a producir garbanzo en el norte del país, pero no vamos a insistir con el cultivo en la región pampeana”, comenta Sergio Serra, socio de Cigra (firma integrante del CREA Monte Maíz). “La rabia del garbanzo impactó sobre todo en los sectores más golpeados por las heladas, pero pudimos contenerla a partir de un esquema de aplicación de fungicidas que habíamos programado oportunamente”, explica José María Vocos, miembro del CREA Montecristo (región Córdoba Norte). La mayor parte de los embarques realizados por la Argentina corresponden a calibres de 7, 8 y 9 milímetros. Este año, a diferencia de lo que ocurrió en 2011/12, prevalecen los calibres de menor tamaño (7 y 8). Unos meses antes de la cosecha, algunos exportadores de la legumbre brindaron la posibilidad de calzar ventas anticipadas a precios FAS del orden de 750, 600 y 450 u$s/tonelada para las partidas de 9, 8 y 7 milímetros, respectivamente. Esos acuerdos, si bien resultaron desfavorables en el primer caso, fueron convenientes en los dos últimos. La cuestión es que en el presente ciclo, a diferencia de lo que ocurrió en la campaña 2011/12, prevalecen mayoritariamente los calibres de menor tamaño (7 y 8). El dato es que la escasez de partidas de calibre 9 milímetros generó, una vez finalizada la cosecha, valores ofrecidos superiores a 800 u$s/ tonelada, mientras que los precios de las partidas con calibres menores comenzó a descender por debajo de los valores ofrecidos en precosecha. Exportación El precio promedio ponderado FOB del garbanzo argentino en noviembre y diciembre de 2012 fue de 929 y 925 u$s/tonelada, respectivamente. Y en enero, tal como ocurrió el año pasado, comenzó a descender (gráfico 1). Sin embargo, las partidas con un calibre de 9 milímetros, que, en términos generales, se registran con un FOB superior a 1100 u$s/tonelada, representaron apenas un 15% del volumen declarado en diciembre (gráfico 2). “Este año, la proporción de partidas con un calibre de 9 milímetros es muy reducida. Las plantas procesadoras que operan en el país mejoraron mucho; entonces es posible obtener partidas de 9 milímetros luego de realizar diferentes procesos sobre la mercadería recibida, pero a un costo mu- 37 38 CREA cho más elevado”, comenta Matías Macera, senior trader de la compañía exportadora de legumbres Desdelsur (que concentra sus operaciones en el norte de la provincia de Salta). Buena parte de lo que se cosechó en esta campaña tiene una calidad comercial regular (con gran proporción de granos manchados y “lavados”, es decir, de color blanquecino a causa de un exceso de humedad durante el período previo a la cosecha). “Los pronósticos climáticos de largo plazo indicarían que el año próximo las condiciones para producir garbanzo serían más favorables, pero vamos a tener un serio déficit de semilla con una calidad aceptable”, alerta Macera. La ventana comercial óptima del garbanzo argentino se inicia en noviembre, cuando termina de ingresar la cosecha mexicana (que tiene muy buenos calibres), y finaliza con el ingreso de la cosecha india. “La India, en caso de contar con un saldo exportable importante, deprime el mercado internacional; lo contrario sucede si debe importar por registrar una mala cosecha”, explica Diego Ruiz, gerente comercial de la compañía exportadora de especialidades agrícolas Paramérica (con sede en Tucumán). La cosecha india de garbanzo Kabuli (la variedad producida en la Argentina) ingresa al mercado internacional hacia el mes de marzo. “El problema es que en esta campaña los indios prevén que van a tener una buena cosecha y comenzaron a colocar por adelantado contratos de venta de garbanzo con un calibre de 9 milímetros”, añade Ruiz. f CREA 40 CREA Arveja: un negocio pasado por agua La legumbre no es una buena opción para campañas húmedas CREA En la campaña 2012/13, se esperaba una gran producción argentina de arveja a partir de un aumento significativo del área de siembra. Pero los excesos hídricos liquidaron muchos lotes y dañaron la calidad comercial de buena parte de la cosecha. “Las partidas de arveja que están ingresando a la planta tienen una merma de entre 20% y 25% versus el promedio histórico, que se ubica en torno a 12%”, comenta Federico Varela, integrante del CREA Pergamino y socio de Lideragro, una firma dedicada a procesar y exportar legumbres. “Los excesos hídricos generaron un recorte de la cosecha prevista y efectos negativos sobre la calidad, especialmente por blanqueado”, añade. La escasez de partidas de buena calidad comercial comenzó a evidenciarse en los precios de exportación de la arveja: entre 2011 y mediados de 2012, los valores se ubicaron en un rango de 300 a 500 u$s/tonelada FOB (según calidad), mientras que a partir del segundo tramo de 2012 empezaron a subir hasta alcanzar un máximo de 740 u$s/tonelada (ver gráfico 1). En cuanto a los precios recibidos por el productor, mientras que en la campaña pasada se ubicaron en un promedio del orden de 250 u$s/tonelada, en la cosecha 2012/13 se encontraban en un rango de 350 a 380 u$s/tonelada, para seguir subiendo a comienzos de 2013 a valores del orden de 450 u$s/tonelada. De todas maneras, los valores que se pueden conseguir por la mercadería de descarte –que sólo puede destinarse a usos forrajeros– rondan, en el mejor de los casos, apenas unos 500 $/tonelada. Menores rindes En 2012 se declararon exportaciones argentinas de arveja entera a granel por un volumen de 131.700 toneladas versus 83.500 toneladas en 2011. Los principales destinos de exportación en 2012 fueron España, India y Brasil. “En la campaña anterior, el rinde promedio de arveja del grupo se ubicaba en 23 qq/ha, mientras que este año apenas fue del orden de 16 qq/ha”, comenta Sebastián Villena, asesor del CREA Pergamino. “Los excesos hídricos generaron muchos inconvenientes por enfermedades”, agrega. La fecha de siembra de arveja en la zona norte de Buenos Aires se extiende desde comienzos de julio hasta mediados de agosto. El cultivo también es extremadamente sensible al encharcamiento (en ciclos tan húmedos como el 2012/13; por lo tanto, no es conveniente apostarle muchas fichas). La variabilidad de rindes y de calidad es bastante importante entre campañas y el aspecto crucial del negocio no es tanto el rinde, sino la calidad obtenida: es preferible –por ejemplo– cosechar 18 qq/ha de una arveja de buena calidad que 30 qq/ha de una mediocre. f CREA 41 42 CREA Inundaciones: siempre se puede salir adelante Perseverar ante la adversidad. Testimonio de un sobreviviente de la tragedia de Los Andes CREA En la montaña, si el grupo humano que conformamos los sobrevivientes no hubiese funcionado de la manera que funcionó, nos habríamos muerto todos. La resistencia del cuerpo es limitada. Pero la fuerza de una mente bien equilibrada es inagotable, y cuando ese vigor se multiplica por el número de integrantes de un equipo bien constituido, los hombres somos capaces de obtener logros que, antes de alcanzarlos, podían parecer imposibles. En cada uno de los 72 días que permanecimos en la montaña, los 16 sobrevivientes tratamos de buscar soluciones a los problemas que se nos presentaban. Cometimos muchos errores. Pero siempre perseveramos. Antes de la última expedición de Fernando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín Brandi –en la cual los dos primeros caminaron durante diez días hasta ser descubiertos por el arriero chileno Sergio Catalán–, hubo ocho expediciones que fracasaron, pero de cada una de ellas aprendimos algo que aplicamos en la siguiente, y así pudimos finalmente ser rescatados. Trabajo en equipo En la montaña comprendí la importancia del trabajo en equipo. Después de todo, somos el fruto de un equipo que denominamos familia, y muchos de los problemas presentes en la persona –que luego se trasladan a la sociedad– se originan en familias fracturadas, enfermas o disfuncionales. Los límites siempre los fijamos nosotros mismos a partir de la confianza que tengamos –valga la redundancia– en nosotros mismos. Tal como sucede con los integrantes de un grupo, los límites por superar dependen de la confianza mutua de cada uno de sus integrantes. Algunos de los sobrevivientes éramos los que organizábamos, coordinábamos y preveíamos, mientras que otros eran las locomotoras que empujaban, alentaban y trabajaban. Si bien los 43 44 CREA Strauch: “La resistencia del cuerpo es limitada. Pero la fuerza de una mente bien equilibrada es inagotable”. expedicionarios, por ejemplo, necesitaban más raciones porque tenían un mayor consumo de calorías, todos entendíamos que ninguno era más importante que otro y que todos, cada uno en su lugar, necesitábamos de todos. Y eso era posible porque la base fundamental a partir de la cual se consolidaba la dinámica del grupo era la confianza. No podría haber sido de otra manera. Confianza en que el otro iba a cumplir la tarea asignada sin importar cuán cansado, maltrecho y hambriento estuviese. Sobrevivimos porque cada uno de nosotros confiaba totalmente en el otro. Confiábamos tanto que, si en algún momento alguien sentía que no había hecho lo suficiente por los demás, lo decía públicamente para exponer su falta y dejar en claro que al día siguiente se esforzaría más. Para que esa confianza mutua se mantuviese encendida en aquel desierto gélido, cada uno de nosotros debía estar plenamente convencido de que saldríamos vivos de la montaña. En cada mirada, en cada gesto y en cada palabra que intercambiábamos, nos blindábamos contra la desesperanza. Y si alguno se caía, siempre había alguien dispuesto a darle la mano para levantarlo y ayudarlo a seguir adelante. Confianza Al regresar a la civilización, nunca pude dejar de preguntarme por qué abunda la desconfianza cuando se pueden obtener logros enormes a partir de la confianza. Quizás porque el primer requisito para que eso suceda es que haya personas que confíen en sí mismas. Una persona insegura, inestable; en definitiva, una persona que no tenga confianza en sus propias capacidades jamás podrá confiar nada a nadie. La educación formal, en ese sentido, tiene una gran deuda con todos: la escuela no nos enseña a confiar en nosotros mismos. Se supone que la autoconfianza es algo que surgirá de manera espontánea. Pero de hecho suele ocurrir lo contrario: lo primero que aprende un niño es que cuanto menos espontáneo, original y creativo pueda ser, menos problemas tendrá con sus maestros. Así vamos fabricando hombres y mujeres desconfiados de sí mismos desde bien temprano. Algún día, algunos de ellos llegarán a ocupar cargos directivos, tendrán responsabilidades crecientes, personal a cargo, y descubrirán que no están preparados emocionalmente para asumir esa tarea; comenzarán a consumir textos y seminarios insufribles sobre liderazgo, que sólo servirán para engrosar los ingresos de quienes imparten esas baratijas de conocimiento y que, además, nunca serán suficientes. Porque lo único que necesitan saber es que deben estar absolutamente seguros de que pueden hacerlo. Porque el momento es ahora y no tiene sentido alguno llevar la carga del miedo al fracaso antes de haber fracasado. Una persona insegura, inestable suele proyectar en los demás sus propias inseguridades: quienes deberían ser su apoyo y su sostén son con frecuencia víctimas de humillaciones, escarnios y burlas. Una persona inestable se relaciona con sus semejantes a través del temor y de la necesidad. La desconfianza es para ella un ámbito natural. Cuando estos comportamientos comienzan a multiplicarse en los diferentes estratos de una sociedad hasta volverse endémicos, las naciones colapsan bajo su propio peso sin importar cuánta riqueza natural o intelectual pueda haber en ellas. Somos humanos. En cada uno de nosotros habita un gigante: sólo tenemos que despertarlo y ponerlo a prueba. Llamarlo por su nombre y decirle: vamos a hacerlo. Quizás se nos vaya la vida en lograrlo. Quizás no lo alcancemos y debamos pasarle la posta a la siguiente generación. No importa. Lo importante es animarse a salir del estadio larval, del automatismo conformista, de nuestra zona de comodidad, para descubrir el potencial que habita en nosotros y en los demás. f CREA Daniel Fernández Strauch El presente texto pertenece al libro Regreso a la Montaña. Una guía de supervivencia espiritual, de Daniel Fernández Strauch, sobreviviente de la tragedia de Los Andes. 46 CREA Uruguay: cómo alimentar en sistemas lecheros de base pastoril Impacto productivo de diferentes estrategias de alimentación durante la lactancia En una jornada sobre pasturas organizada por el INTA Balcarce, Pablo Chilibroste, técnico de la Estación Experimental Dr. Mario Casinnoni de Uruguay (EEMAC), analizó el balance entre oferta y demanda de nutrientes en sistemas pastoriles de producción lechera de ese país y evaluó el impacto productivo de diferentes estrategias de alimentación aplicadas durante la lactancia temprana y media. CREA Una mirada desde la demanda Durante su exposición, Chilibroste realizó un análisis de los resultados obtenidos en la estación experimental desde el año 2004 hasta la fecha. Describió un trabajo cuyo objetivo fue evaluar la relación entre oferta y demanda de nutrientes en el sistema de producción y la curva de lactancia de las vacas en distintas situaciones. Explicó que la lactancia es un proceso que implica un rápido incremento de la producción de leche desde cero hasta un valor máximo que se alcanza entre la quinta y la sexta semana posterior al parto. Luego se produce una declinación gradual hasta la finalización de la lactancia, que puede ocurrir en forma natural o inducida. El momento de parto afecta la producción de leche por vaca y por hectárea a través de diversas vías, directas e indirectas, con efectos importantes en el patrón de demanda de alimentos y en la oferta de leche a lo largo del año. El técnico recurrió a un estudio realizado en 2007 sobre la base de registros aportados por el Instituto de Mejoramiento Lechero del Uruguay, clasificados según región, tipo de lactancia (primera, segunda o tercera), nivel productivo y sus interacciones. Se presentó la cantidad de re- 47 48 CREA Las lactancias iniciadas en invierno, que son las más productivas, contaron con mayor cantidad de vacas de nivel III respecto de las de principios de otoño o fines de primavera. Estrategias de acumulación gistros según lactancia para todas las regiones y niveles de producción (cuadro 1) y su distribución según nivel de producción de leche corregida a los 305 días (cuadro 2). “Las vacas de primera lactancia (nivel I) constituyeron más del 30% de la población en estudio”, sostuvo el disertante. El nivel II estuvo conformado por animales con registros productivos de entre 4000 y 6000 litros de leche por lactancia, que constituyó el grupo más numeroso (62%), mientras que los animales del nivel III exhibieron registros de entre 6001 y 8000 litros de leche y conformaron el 25% de los casos analizados. A continuación, Chilibroste presentó las estrategias de producción de leche de cada época de parto (gráfico 1). Caracterizó tres tipos dominantes de curvas: las primeras, con doble pico de producción, correspondientes a la época de parto de febrero a mayo. Luego del segundo pico se produce un descenso. Las segundas son curvas con un único pico de producción, correspondiente a las épocas de parto de junio a septiembre. “Este pico se produce en el momento del tercer control cuando el parto ocurre entre junio y julio, y en del segundo control para los partos de agosto-septiembre, o sea que corresponden al mismo momento calendario (septiembre-octubre). Luego se produce un descenso en ambas curvas. El tercer tipo de curvas, en las que prácticamente no hay pico de producción, corresponde a épocas de parto de fines de primavera o comienzos del verano. Chilibroste señaló que las lactancias de los partos de invierno tardío y primavera responden a una forma clásica, con un pico notorio entre el segundo y tercer control (4 a 8 semanas) y un descenso pronunciado hasta el control número 12 (fines de verano-principios de otoño), con una persistencia bastante similar en ambos casos. Las curvas correspondientes al otoño (febreromarzo y abril-mayo) muestran una tendencia a generar dos picos durante los primeros seis controles: el primero cerca del segundo control (marzo a mayo) y el segundo (aproximadamente de la misma magnitud) durante el quinto o sexto (julio-septiembre). Los niveles de producción durante el pico son menores que los considerados en partos de primavera; sin embargo, su mayor persistencia genera una oferta de leche algo superior en los meses siguientes (desde el cuarto o quinto control en adelante). El análisis comparativo de las curvas de primera lactancia y las de las vacas adultas no presentó cambios significativos, repitiéndose las tendencias recién descriptas. Las únicas diferencias radican en los valores de inicio de la lactancia (las 50 CREA vaquillonas generan 2-4 litros menos que las vacas adultas), aunque luego mantienen la misma evolución. “Los sistemas de producción expresan con mucha claridad los desbalances estructurales entre oferta y demanda de nutrientes, que se manifiestan con diferente intensidad según la categoría, el potencial de producción y la época de parto”, explicó el disertante. “El análisis de las curvas sugiere que en los partos de otoño hay que intervenir durante los primeros meses de lactancia, mientras que en los partos de invierno y primavera, el esfuerzo debería focalizarse en la segunda mitad”, explicó. Pastoreo primaveral Chilibroste comentó que durante dos años consecutivos en la estación experimental se evaluó, en primavera, el efecto del tiempo de acceso a la pastura (GT8 vs. GT16, 8 horas de acceso vs. 16, respectivamente) y el nivel de asignación de forraje (HA vs. LA, 30 vs. 60 kg MS/vaca/día) sobre la producción y la composición de la leche de vacas Holando de parición de otoño. El experimento I fue realizado durante la transición de la primavera al verano, cuando se registraron condiciones de estrés calórico, mientras que el experimento II fue desarrollado a inicios de primavera, con clima templado. Las vacas se encontraban en una etapa más avanzada de lactación (199 días versus 122). En el experimento I las vacas pertenecientes al tratamiento GT16 pastorearon durante 453 minutos, mientras que las del GT8 lo hicieron durante 384. Es decir que, a pesar de que las vacas en GT16 dispusieron de 8 horas adicionales de acceso a la pastura, sólo explotaron una hora extra en actividades de pastoreo, mientras que las del grupo GT8 dedicaron más del 80% del tiempo a esta actividad. “Es interesante resaltar que esta elevada dedicación al pastoreo no comprometió la calidad de la dieta, ya que la concentración de fibra detergente neutro y proteína cruda en muestras que se tomaron simulando el consumo de las vacas no difirió estadísticamente entre tratamientos”, aclaró Chilibroste. Asimismo, una observación indirecta de los cambios drásticos observados en el comportamiento ingestivo fueron las observaciones realizadas a nivel ruminal. Las vacas en GT8 presentaron una caída lineal en los valores de pH, tanto en condiciones de baja como de alta asignación de forraje. En ambos casos, los valores mínimos se detectaron después de 8,5 horas de comenzado el pastoreo, lo que sugiere un ingreso prácticamente constante de material fermentable en el rumen, con el consecuente incremento en la concentración de ácidos grasos volátiles a lo largo de la sesión de pastoreo. Las vacas pertenecientes al tratamiento GT16 exhibieron una tendencia similar a las del grupo GT8, con un valor mínimo de 6,2. Luego de que ese valor mínimo fuera alcanzado, el pH se incrementó en todos los tratamientos. A su vez, Chilibroste indicó que el tiempo de rumia fue mayor para las vacas en GT16 que en GT8 (480 vs. 419 minutos). A partir de estos indicadores, el técnico observó que “la falta de efecto de la variable ‘asignación de forraje’ sobre los componentes principales del tiempo de pastoreo y los movimientos mandibulares sugiere que es la propia estructura de la pastura la que puede haber impuesto restricciones a una utilización más eficiente del forraje disponible”. CREA En el experimento II, se observó un efecto significativo del tiempo de acceso de los animales a la pastura y de la asignación de forraje sobre la producción y composición de la leche. Al igual que en el experimento I, las vacas del grupo GT16 pastorearon por más tiempo que las del GT8 (481 vs. 379 minutos). A pesar de que las vacas de GT16 tuvieron acceso a la pastura durante 102 minutos extras en comparación con las vacas en GT8, sólo utilizaron un 30% del tiempo extra en actividades de cosecha de forraje. En este punto, el orador manifestó que “la alta eficiencia exhibida por las vacas con tiempo restringido de pastoreo, que dedicaron a las actividades de cosecha de forraje entre un 70 y un 80% del tiempo disponible en la pastura, puede ser atribuido al largo período de ayuno previo (16 horas), como así también a la buena condición de la pastura”. A su vez, señaló que estos factores “pueden haber inducido a las vacas GT8 a expresar altas tasas de consumo instantáneo en largas e ininterrumpidas sesiones de pastoreo”. Por otro lado, indicó que ambos grupos de animales, “exhibieron patrones de consumo similares al inicio del pastoreo, con sesiones iniciales intensas de aproximadamente 90 minutos”. A partir de esta observación, Chilibroste manifestó que “las diferencias en el comportamiento ingestivo se hicieron aparentes durante la segunda y tercera parte de la sesión de pastoreo, momento en que las señales de saciedad pueden comenzar Chilibroste: “Muchos sistemas de producción lechera de Uruguay exhiben un desbalance estructural entre oferta y demanda de nutrientes, que se intenta corregir con reservas forrajeras y concentrados, lo que genera niveles crecientes de complejidad operativa y requerimientos de infraestructura”. a operar con más intensidad, o que la estructura de la pastura, como resultado del proceso de defoliación, comienza a tener un efecto directo sobre el comportamiento ingestivo”. Por otro lado, respecto a las variaciones en el contenido ruminal a lo largo del día, el orador comentó que “las vacas en GT8 exhibieron el mayor contenido ruminal (80,1 kg) al final de la sesión de pastoreo de la tarde, a pesar de que comenzaron la sesión con niveles significativamente más bajos 51 52 CREA (41 kg) que los demás tratamientos, consecuencia del largo período de ayuno experimentado antes del pastoreo”. Explicó que los mayores valores de contenido ruminal observados para las vacas GT8 al final de la sesión de pastoreo de la tarde “sostienen la hipótesis de que el llenado ruminal no es el principal factor involucrado en la definición de las estrategias de pastoreo de vacas lecheras”. Pastoreo otoñal Chilibroste: “Las curvas de lactancia de las vacas muestran comportamientos diferentes según la época de inicio”. Sobre la base de los antecedentes recogidos por el grupo de lechería de la EEMAC respecto a las condiciones de nutrición subóptima en que se desempeñan los rodeos lecheros en Uruguay, especialmente en los animales de primera lactancia, se diseñó una experiencia orientada a evaluar el impacto de la oferta de forraje sobre el comportamiento productivo de vacas de primera lactancia. El ensayo se realizó con 44 vacas primíparas Holstein del rodeo de la EEMAC, que tenían, en promedio, tres años de edad, 596 ±40 kg de peso vivo y un estado corporal de 3,6 ± 0,25 al momento del parto. Todos los animales parieron entre el 22 de marzo y el 5 de mayo de 2010. Los tratamientos en pastoreo tuvieron lugar en una pastura plurianual compuesta por festuca alta, lotus y trébol blanco. Los animales accedieron a la pastura durante ocho horas entre el ordeñe de la mañana y el de la tarde. La disponibilidad promedio de la pastura fue de 2750 ± 275 kg MS/ha. Se aplicaron cuatro tratamientos diferentes; en tres de ellos, los animales tuvieron acceso a la pastura; el restante se manejó en confinamiento, como tratamiento testigo: 1. Tratamiento “TMR”: los alimentos se ofrecieron en comederos individuales, teniendo acceso cuatro veces al día en sesiones de dos horas. El régimen de alimentación fue ad líbitum; por lo tanto, las cantidades ofrecidas inicialmente fueron ajustadas individualmente a medida que se observaban rechazos inferiores al 15% del alimento ofrecido. 2. Tratamiento “AF32”: se ofrecieron 32 kg de MS/vaca/día de forraje. 3. Tratamiento “AF15”: se dispuso una oferta de forraje intermedia: 15 kg de MS/vaca/día. 4. Tratamiento “AF8”: pastoreo con baja oferta de forraje: 8 kg de MS/vaca/día. 54 CREA Los tratamientos en pastoreo fueron suplementados luego del ordeñe de la tarde en forma individual con una mezcla de 10 kilos de silo de maíz y 4,8 kilos de ración comercial (base fresca). Las distintas ofertas de forraje resultaron en diferentes utilizaciones del forraje disponible: 47, 61 y 73% para AF32, AF15 y AF8, respectivamente. Chilibroste destacó los altos valores de consumo de los animales en condiciones de estabulación, comparados con los de los tratamientos en pastoreo. Asimismo señaló que, mientras el grupo TMR aumentó en 5 kilos el consumo de materia seca entre las semanas tercera y séptima, el mejor tratamiento en pastoreo (AF32) lo hizo en 3 kilos. Por otra parte, el técnico mencionó que “las vacas primíparas presentaron dificultades de adaptación al pastoreo al inicio de la lactancia, aun en condiciones de alta oferta de forraje”, y que “los tratamientos de pastoreo más restringido (AF15, AF8) tuvieron una evolución prácticamente nula del consumo total durante las primeras semanas de lactancia”. Resaltó que “este fenómeno, a pesar de resultar obvio en el marco de las restricciones impuestas, merece ser remarcado dada la alta frecuencia de registros con ofertas de forraje entre 5 y 10 kg de MS/vaca/día en los sistemas de producción a nivel comercial”. Agregó que “los tratamientos no se diferenciaron significativamente en el contenido de grasa en leche, pero sí en el contenido de proteína, con valores mayores en TMR que en los tratamientos en pastoreo”. Manejo del pastoreo Luego de presentar estos resultados, Chilibroste describió otras experiencias con tratamientos en pastoreo y con un control sin aprovechamiento del forraje. Los tratamientos en pastoreo fueron todos en condiciones de asignación de pasto por encima del tratamiento AF32 del experimento anterior (35 a 50 kg de MS/vaca/día), con una disponibilidad de entre 3000 y 4000 kg de MS/ha al ingreso de los animales al pastoreo. El experimento se llevó a cabo en la EEMAC entre abril y junio de 2010, con 12 animales por tratamiento, un tercio de los cuales fueron vacas de primera lactancia. Los tratamientos en pastoreo compararon tres intensidades de defoliación (6, 9 y 12 centímetros de altura del forraje residual, referidos como T6, T9 y T12, respectivamente), sobre una pastura de segundo año de gramíneas y leguminosas. El tiempo de acceso de los animales al pastoreo fue de ocho horas entre el ordeñe de la mañana y el de la tarde. Tal como en el experimento anterior, los tratamientos en pastoreo fueron suplementados con 7 kg de MS (40:60, relación forraje/ concentrado) luego del ordeñe de la tarde. Los tratamientos en pastoreo no fueron significativamente diferentes entre sí para el promedio de los 60 días, aunque presentaron una interacción 56 Comentó que “el análisis de registros de producción durante las 20 semanas posteriores al experimento arrojó valores de producción promedio de 26,6 litros por vaca y por día, sin diferencias significativas entre tratamientos”. Sin embargo, sostuvo que “la falta de diferencias en cuanto a la producción de leche no inhibe los potenciales efectos positivos de una alimentación suplementaria a inicios de la lactancia sobre la condición corporal, que puede ser determinante del comportamiento reproductivo de los animales”. Reflexiones finales significativa entre producción de leche y días posparto: en 4 de 8 semanas evaluadas, el tratamiento T6 produjo significativamente menos leche que los tratamientos T9 y 712. El contenido de proteína fue mayor en TMR (3,25 ± 0,048) que en T6 (3,10 ± 0.054), sin diferencias significativas respecto a T9 (3,19 ± 0,048) y T12 (3,22 ±0,051). El tratamiento T12 exhibió un mayor contenido de grasa que TMR, con comportamientos intermedios de T6 y T9. Las diferencias entre TMR y pastoreo están dentro de los valores esperados al inicio de la lactancia, aunque en un nivel productivo de todos los tratamientos mayor que los reportados hasta el presente. En este contexto, Chilibroste aseguró que “cobra especial interés la manifestación o no de efectos residuales observados, ya que allí radicaría una de las justificaciones del tratamiento estabulado”. Sobre el cierre de su exposición, Chilibroste recordó que muchos sistemas de producción de leche de Uruguay exhiben un desbalance estructural entre oferta y demanda de nutrientes. Comentó que este desbalance se intenta corregir con reservas forrajeras y concentrados, lo que deriva en sistemas con niveles crecientes de complejidad operativa y requerimientos de infraestructura, además de precisión en el manejo de los recursos alimentarios. Explicó que en los estudios realizados a partir de la intervención en la lactancia temprana con altos niveles de suplementación en pastoreo o con estabulación de los animales, se generaron altas respuestas directas (litros extras de leche por kilo extra de alimentos suministrados durante el tiempo que dura el tratamiento), aunque también se obtuvieron respuestas residuales variables (de 0 a 3 litros extras de leche por kilos extras de alimento suministrado). “La magnitud de la respuesta residual parece estar ligada al nivel de subalimentación experimentado por los animales al inicio de la lactancia”, apuntó. Los tratamientos en pastoreo ensayados brindan una orientación sobre los niveles de oferta y de manejo de la defoliación que no comprometen el comportamiento productivo de los animales al inicio de la lactancia y, menos aún, su capacidad de respuesta durante el resto de la lactancia. En este sentido, concluyó que “el estudio integrado de los mecanismos que regulan el consumo en pastoreo y su expresión metabólica y endócrina durante las primeras semanas de la lactancia, en interacción con la categoría animal y con la condición de la pastura, constituyen un camino promisorio en la determinación de los balances posibles entre oferta y demanda de nutrientes”. f CREA 58 CREA Javier (izquierda), Francisco (centro) y Sebastián Acosta (derecha), en su finca vitivinícola. Un emprendimiento integrado en el Valle de Uyata La familia Acosta produce vinos con marca propia, a partir de viñedos de alta tecnología CREA Sebastián Acosta, miembro del CREA Valle de Uyata, desarrolla junto con su padre y su hermano, un emprendimiento vitivinícola integrado en el departamento de San Martín, de la provincia de Mendoza. Es una zona de clima cálido, con 200 milímetros de lluvia anual y suelos francos a franco-arenosos, sin piedras. Francisco Acosta, el padre de Sebastián, se dedicó toda la vida al transporte de cargas. Posee una flota de camiones que viajan a Brasil, Chile, Uruguay y Bolivia. En 2000 decidió diversificar la actividad del transporte, que era próspera, para desarrollar otro negocio. La combinación con la actividad vitivinícola resultó conveniente, porque la vitivinicultura por sí sola es difícil de llevar adelante por la gran inversión que exige y el extenso período hasta que comienza a generar resultados económicos. Comienzos En Mendoza hay dos tipos de emprendimientos vitivinícolas: los tradicionales y los nuevos que, en muchos casos, son apalancados por otra actividad comercial. En 2000, Francisco pensó en incursionar en un nuevo negocio, para lo cual requirió asesoramiento y diseñó un plan de trabajo. A continuación, evaluó dos alternativas: desarrollar un proyecto sobre 150 hectáreas que la familia posee en Agrelo, localidad ubicada en el departamento de Luján de Cuyo, hacia el sur del río Mendoza y al oeste de la ruta 40; la otra posibilidad era comenzar en el departamento de San Martín, cerca de la ciudad capital, una zona con gran cantidad de viñedos y bodegas activas. Esta región tuvo su época de oro en los años 70, con viñedos orientados a producir vino común: muchos kilos de uva que daban muchos litros de vino. En aquel momento, el consumo por habitante y por año era de 90 litros. En los últimos años, el negocio cambió hacia otro tipo de vinos y la industria exige cambios no sólo a los viticultores, sino también a las bodegas. Después de analizar ambas posibilidades, decidieron instalarse en San Martín, en el Valle de Uyata, donde compraron 80 hectáreas y una bodega capaz de elaborar tres millones de litros de vino por año. Se trataba de una instalación construida en los años 70 preparada para producir, en sus orígenes, vino común. “Decidimos invertir en viñedos y bodegas, pero modificando su estructura para adaptarlos al negocio actual y al que consideramos será el del futuro: vinos varietales, frescos, jóvenes y frutados. Para ello, nos asesoramos con gente del INTA y de otros organismos considerando dos líneas de acción. En primer lugar, evaluamos los aspectos comerciales: qué cultivares necesitaba una bodega nueva que quisiera ofrecer su producto al mundo. Luego analizamos los aspectos técnicos: qué cultivares se adaptarían al suelo y al clima de nuestra finca”, apunta Sebastián Acosta. “Tras examinar ambos aspectos, decidimos implantar variedades tintas como Syrah, Tempranillo, Malbec y Cabernet Sauvignon en el 75% de la superficie, y uvas blancas en el resto. Se buscaron variedades conocidas para hacer vinos finos”, recuerda. Comenzaron por eliminar los viñedos anteriores, nivelar el suelo e implantar los nuevos cultivares manteniendo los sistemas de riego en algunas parcelas e incorporando sistemas de riego presurizado y malla antigranizo en otros sectores. Pasaron de desarrollar viñedos en parral a cultivos Indicadores • Gracias a las plantaciones nuevas, la producción de la finca alcanzó un crecimiento importante: se producen 11.000 a 20.000 kilos de uva por hectárea, según variedades. Sin embargo, la meta no es el rinde, sino obtener buenos vinos. • Para ingresar en el negocio vitivinícola, es necesario realizar inversiones cada vez más importantes. Hay que destinar muchos recursos a los viñedos, a la bodega y a desarrollar el canal comercial. En la góndola del supermercado, las pymes deben enfrentarse con firmas internacionales que tienen otra espalda financiera y logran un mejor posicionamiento de sus productos con mucha publicidad. • Para competir con los proveedores de otros países, se requiere asociación entre los productores, pero también a nivel país, para establecer acuerdos de libre comercio con otras naciones que permitan posicionar al vino argentino con estrategias de largo plazo, desarrollar nichos comerciales y vincular productores y clientes. Antes de desarrollar su actividad, los Acosta evaluaron qué cultivares necesitaba una bodega nueva que quisiera ofrecer su producto al mundo. 59 60 CREA en espaldero para exponer mayor superficie foliar a la radiación y teniendo en cuenta la necesidad de mecanizar la cosecha a futuro. Este proceso comenzó en 2002 y la plantación finalizó en 2004. “Aprendimos mucho de la parte productiva. En este sentido, el CREA nos ofreció un gran apoyo técnico, dada la experiencia de los demás miembros del grupo”, rememora Sebastián. “Hubo que realizar una gran inversión que debió esperar 3 a 4 años para dar los primeros resultados. Las primeras producciones se vendieron a bodegas locales. A partir de 2008 hubo un volumen suficiente para abastecer la bodega propia, cuyas instalaciones y tecnología también debieron ser modificadas para procesar las nuevas variedades”, destaca (ver gráfico 1). Esta etapa exigió mayor asesoramiento y una nueva inversión en infraestructura para equipar la bodega con tanques de acero inoxidable y asegurar la higiene para obtener un producto de alta calidad. También se compró maquinaria de origen francés e italiano. Entre viñedos y bodegas se invirtieron cinco millones de dólares. Así, haciendo la cosecha con bins plásticos de 200 kilos, se fue abasteciendo la bodega para incursionar más profundamente en la etapa comercial. Nueva etapa Francisco siempre consideró que antes de incursionar en el terreno comercial era necesario estable- 62 CREA La vitivinicultura en el mundo La producción vitivinícola se divide en dos categorías: - La producción de los países tradicionales, como Francia, España e Italia, que impulsan su comercialización en la región de origen de los vinos. - Nuevas producciones de países como Chile, la Argentina y Nueva Zelanda, con una orientación distinta, donde predominan los vinos varietales. El Syrah es uno de los productos bandera de Australia, tal como ocurre con el Malbec en el caso argentino. cer relaciones de confianza. Eso significaba tomar compromisos de calidad y ofrecer continuidad en el abastecimiento del producto. Ese propósito se podía asegurar con la producción propia desde la finca, donde es posible un control directo de la calidad de los rendimientos. En esta etapa comercial, desarrollaron un plan a 12 años que, en una primera fase, comercializó producto a granel. De los tres millones de litros elaborados, el 70% se vendió a distribuidores y bodegas de Mendoza. Luego, una pequeña proporción se ubicó fraccionada en el mercado local o se destinó a exportación. El producto fraccionado lleva la marca Obelisco, que hoy empieza a ganar espacio en la góndola de los supermercados por su calidad (cuadro 1). “Nuestra expectativa es seguir creciendo en productos fraccionados. A pesar de que la actividad se ve afectada por la inflación y por el retraso del tipo de cambio con un aumento de costos, el programa de trabajo a largo plazo con que cuenta la empresa está orientado a posicionar vinos de calidad en ambos mercados”, sostiene Javier Acosta, otro de los integrantes de la firma. Futuro “De cara al futuro, tenemos que procurar un aumento de nuestra eficiencia como empresa: bajar nuestros costos unitarios de producción y mantener rindes estables. Ya se empieza a notar la escasez de agua, lo que obliga a utilizar un sistema de riego más eficiente y a revisar la sostenibilidad de los sistemas de fertilización y de poda. También sería conveniente que las políticas macroeconómicas del país colaboraran para aumentar la competitividad del producto argentino”, apunta Sebastián. El proyecto de las bodegas Terrasur comienza a ser autosostenible. “No estamos afianzados del todo; aún necesitamos de la actividad transportista para que los números cierren”, según manifiesta Javier. “Será necesario esperar un tiempo para tener utilidades, pero apostamos al negocio en el mediano plazo, tratando de evitar errores mediante un buen asesoramiento en la finca, en la bodega y en la comercialización”, concluye Acosta. f CREA 64 CREA Recaudos para evitar fracasos Todos los controles que permiten alcanzar mayor eficiencia en tratamientos fitosanitarios CREA Por lo general, se acostumbra evaluar la eficiencia de los insecticidas, herbicidas y fungicidas por sus dosis de principio activo y por el momento de aplicación, asumiendo que dichas dosis alcanzarán el blanco (insecto, maleza o microorganismos) en su totalidad, cuando en realidad sólo lo logra una parte. Los procesos involucrados para que una pulverización alcance una plaga son: a) la formación de gotas, b) la deriva de gotas, c) la capacidad de esas gotas para depositarse sobre el blanco alcanzado y d) la cobertura alcanzada, medida como número de impactos por centímetro cuadrado y la dosis de principio activo que se deposita sobre el blanco en cuestión. Se entiende por calidad de aplicación la cantidad de principio activo que es depositado sobre el blanco con una determinada cobertura y persistencia del producto en una forma absorbible sobre la superficie foliar. Este hecho permite afirmar que ningún plaguicida es mejor que la técnica de aplicación. La importancia de este tema se expresa en la aseveración de Himel (1974): “Sólo el 25% del volumen aplicado llega a las plantas”, lo que da la pauta de la brecha por vencer. Para evaluar la eficiencia de un tratamiento fitosanitario, el uso de tarjetas sensibles es un recurso cómodo y adecuado por disponibilidad y costo. Formación de gotas Los agroquímicos deben depositarse sobre la planta en forma de gotas. Es frecuente referirse al tamaño de las gotas por su diámetro en micrones 65 66 CREA (µ; la milésima parte de un milímetro). Un mismo volumen puede dispersarse en gotas grandes o pequeñas. Las gotas grandes tienen la ventaja de descender rápidamente y estar menos expuestas a las derivas por viento y a la evaporación. Su principal desventaja es la falta de deposición y de adherencia sobre la superficie vegetal; por lo general rebotan contra las hojas y caen al suelo en forma directa o luego de deslizarse y juntarse con otras. A igualdad de volumen, el número de impactos que se puede lograr con gotas grandes es menor. Las gotas pequeñas, en cambio, mejoran la cobertura al ofrecer la ventaja de una mejor penetración en el cultivo, especialmente por la posibilidad de alcanzar la cara inferior de las hojas y los tallos. Su principal desventaja es que, por su menor peso, quedan más expuestas a la deriva y a sufrir una intensa evaporación antes de depositarse. La relación entre el tamaño y la cobertura de las gotas guarda la siguiente relación: al reducir el diámetro a la mitad, el número de gotas se multiplica por 8. Así, de una gota de 400 µ se obtienen 8 de 200 µ; de una de 300, se obtienen 216 de 50 µ. Se comprende, entonces, el compromiso entre el tamaño de la gota, la cobertura y la persistencia. Para obtener una cobertura de 30 gotas por centímetro cuadrado se necesita un volumen de 5,3 litros por hectárea asperjando gotas de 150 µ, o bien 42,4 l/ ha utilizando un tamaño de gotas de 300 µ. La práctica indica que, cuando se trabaja con agua como dispersante, gotas menores de 150 µ están muy expuestas a la evaporación y a la deriva, mientras que aquellas mayores de 350 µ no proveen una adecuada cobertura y por lo general caen al suelo arrastrando con ellas al agroquímico. Se considera que un adecuado balance se obtiene utilizando gotas de entre 200 y 250 µ de diámetro. El proceso de formación de gotas se produce por el paso del líquido a cierta presión a través de las pastillas que se ubican a lo largo del botalón. Entre las pastillas más frecuentemente utilizadas se pueden distinguir dos tipos: de abanico plano y de cono hueco. Pensar en un tamaño único de gotas es un concepto idealizado, ya que en una aspersión se producen gotas de distinto tamaño sin solución de continuidad. Para precisar este concepto, conviene referirse al diámetro volumétrico medio (DVM) como el tamaño de gota que divide la aspersión en dos volúmenes iguales. Otro valor de referencia es el diámetro numérico medio (DNM), que representa el diámetro a partir del cual se dividen dos volúmenes distintos pero que contienen un mismo número de gotas. Las pastillas de abanico plano constan de un solo cuerpo que asperja el líquido en un plano único y de ángulo variable de entre 80° y 110°. La denominación de estas pastillas, 8002 por ejemplo, identifica el ángulo de aspersión (80°) y el caudal arrojado en un minuto expresado en galones americanos (0,2 galones por minuto, que equivalen a 0,76 litros por minuto). A igualdad de caudal, las pastillas con mayor ángulo de aspersión producen gotas más pe- 68 CREA queñas que las de menor ángulo. En equipos terrestres, el uso de pastillas de mayor ángulo de aspersión exige ubicar el botalón más bajo que con pastillas de menor ángulo, lo que favorece el control de la deriva. Las pastillas de cono hueco constan de dos elementos: un núcleo de turbulencia y un disco difusor. El primero, por su diseño, imprime al flujo un movimiento de rotación y una salida por uno o más orificios que regulan el tamaño de las gotas. El disco difusor, ubicado detrás del núcleo, consta de un solo orificio y es responsable de regular el caudal. Tomando como ejemplo de denominación una pastilla D-8 23, se interpreta que tiene un disco difusor de 8/64” (3,2 mm) de diámetro y un núcleo de turbulencia con dos orificios de 3/64” (1,2 mm) de diámetro cada uno. Las pastillas de abanico plano generan gotas cuyo tamaño varía entre los 100 y 500 µ; las de cono hueco, entre 100 y 250 µ, y los aspersores rotativos (tipo Micronaire), entre 60 y 180 µ. Los aspersores de gota controlada (CDA) tipo Micronaire generan gotas de menor DVM y más uniformes, comparadas con las pastillas de cono hueco. Se utilizan para aplicar caudales de menos de 5 l/ha en tratamientos aéreos utilizando formulaciones para ultrabajo volumen. En equipos aéreos pueden utilizarse pastillas de cono hueco, abanico plano o CDA Micronaire. En tratamientos terrestres, las pastillas de abanico plano deberían usarse sólo para la aplicación de herbicidas que exigen uniformidad del tratamiento. Las pastillas de cono hueco, en cambio, son aconsejables para realizar tratamientos con insecticidas y fungicidas donde lo importante es el logro de una gran cantidad de impactos y su penetración, mientras que la uniformidad es menos decisiva. En equipos terrestres automotores, las pastillas de abanico plano 110xx se utilizan a una distancia de 35 cm y en una cantidad acorde al largo del botalón. Los aviones deberían contar con un número no inferior a 30 y hasta un máximo de 60. Los aspersores tipo Micronaire, entre 4 y 6 según tamaño del avión. Eficiencia de deposición de las gotas Una vez que alcanzan la superficie foliar, las gotas deben depositarse y permanecer sobre ella. Este proceso depende básicamente de dos aspectos: de su tamaño y del estado de la superficie de contacto de la hoja. Si la aspersión está constituida por muchas gotas grandes, algunas de ellas, al caer a una velocidad mayor que las gotas más pequeñas, rebotan y caen al suelo, o bien se deslizan sobre las hojas para mezclarse con otras gotas formando gotas aún más grandes que se acumulan en la punta de las láminas o, finalmente, caen. Este tamaño de gotas tiene un solo sentido de movimiento, hacia abajo. Junto con ellas cae parte del plaguicida dosificado, factor que agrava la situación porque las gotas grandes transportan más plaguicida que las pequeñas. En cambio, las gotas chicas tienen la oportunidad de quedar por cierto tiempo suspendidas en el aire y son transportadas por el viento dentro del CREA canopeo, impactando no sólo en la cara superior de las hojas, sino también en la inferior y sobre tallos y otras estructuras. Una vez en contacto con la superficie vegetal, tienen más adherencia por su menor peso. Por su parte, la superficie vegetal presenta como dificultad para la adherencia una capa de cera más o menos gruesa, y a veces pelos más o menos largos y densos. La cera favorece el escurrimiento y la coalescencia de las gotas por resbalamiento, mientras que los pelos dificultan el contacto con la epidermis. Estos fenómenos originan, cuando el dispersante es agua, efectos de alta tensión superficial que hacen que las gotas adopten una forma esférica, con poca superficie de contacto, y tiendan a rodar. Para reducir este efecto negativo, algunas veces es necesario el uso de tensioactivos que hacen que la gota adopte una posición achatada incrementando la adherencia por una mayor superficie de contacto. Sin tener en cuenta los fenómenos de superficie, las gotas pequeñas en su conjunto tienen más probabilidades de depositarse que un mismo volumen representado por una gota de mayor tamaño. Otras veces, el estado de la superficie puede afectar la adherencia; por ejemplo, temprano, a la mañana, el rocío puede provocar el lavado de las deposiciones. Los efectos de un estrés hídrico prolongado incrementan el espesor de las capas cerosas. En tratamientos posemergentes, el polvo depositado sobre las hojas puede afectar los resultados del control por inactivación de parte del principio activo, por un fenómeno de adsorción. Con herbicidas aplicados al suelo, cuando este está muy seco, los fenómenos de adsorción son parcialmente irreversibles, aun cuando por efecto de una lluvia ocurrida con posterioridad hubiera agua disponible para disolver el producto. Por todo lo expuesto, se desprende que aquellos tratamientos que requieran un efecto de contacto y de penetración en la canopia deben hacerse con un menor tamaño de gotas y mayor número de ellas que aquellos realizados con productos traslocables, que sólo requieren alcanzar una parte de la superficie por tratar. Deriva Se conoce por deriva aquella parte de la aspersión que no alcanza el blanco objeto del tratamiento. Algunos autores la dividen en exoderiva y endoderiva. La primera corresponde a aquella parte del pulverizado que cae fuera del área por tratar; la segunda refiere a aquella parte que cae dentro del área, pero no sobre el blanco. Entre los factores que influyen en la deriva, podemos agrupar los que corresponden a las características de la aspersión, al equipo y técnicas de aplicación, a las condiciones atmosféricas y a los equipos y accesorios específicos. Las características de la aspersión afectan la deriva a través del tamaño de gotas: a menor tamaño, la velocidad de caída es menor, aunque la evaporación es mayor por la superficie expuesta en relación con el volumen transportado, lo que reduce progresivamente el tamaño de la gota durante su caída (gráfico 1). El tiempo que permanece suspendida es mayor, así como las probabilidades de ser transportada por el viento. A igualdad de humedad relativa ambiente y temperatura, por ejemplo, 50% de HR y 30 °C, una gota de 200 µ demora 42 segundos en reducirse a la mitad, mientras que una de 100 µ tarda sólo 14 segundos en evaporarse por completo. En equipos aéreos de pulverización, pueden usarse pastillas de cono hueco, abanico plano o CDA Micronaire. 69 70 CREA En términos prácticos, cuando se usa agua como diluyente, las condiciones de deriva se incrementan para tamaños de gotas menores de 150 µ. La formulación del plaguicida, a través de la volatilidad de los disolventes, afecta la evaporación potencial de las gotas. A su vez, el agua, como medio dispersante, favorece la evaporación comparada con diluyentes oleosos. El equipo que utiliza aspersores de gota controlada tipo Micronaire produce gotas más pequeñas que aquel que utiliza pastillas de cono hueco. A su vez, las pastillas equipadas con mayor número de orificios en su núcleo de turbulencia producirán gotas más pequeñas, porque el líquido debe repartirse en varios filetes antes de atravesar el orificio de salida. El ángulo de ataque de las boquillas tiene incidencia en la rotura de gotas de los equipos aéreos; pastillas orientadas verticalmente producen gotas más pequeñas que aquellas inclinadas ligeramente hacia atrás. Además, la presión de trabajo incrementa el caudal y reduce el tamaño de las gotas. Otro de los factores decisivos es la altura de vuelo del avión; con la misma intensidad de viento, mayor altura genera una mayor deriva por un incremento en la distancia que debe recorrer la gota. Las condiciones del tiempo que afectan la deriva son el viento, la humedad y la temperatura ambiente, y las condiciones de estabilidad atmosférica. El viento es necesario, especialmente en aplicaciones aéreas. Es beneficioso cuando presenta una dirección transversal al vuelo, pues colabora para obtener una deposición uniforme. En aplicaciones de caudales de entre 10 a 15 litros por hectárea, se recomienda aplicar con vientos de hasta 8-10 km/ hora, mientras que en aplicaciones de bajo y ultrabajo volumen, la velocidad no debería superar los 3 a 5 km por hora. Existe una reglamentación que prohíbe la aplicación de plaguicidas con vientos superiores a los 15 km/hora, condición que debe respetarse escrupulosamente cuando en el sentido del viento haya cultivos sensibles a herbicidas. Una manera de contrarrestar sus efectos es incrementando el tamaño de la gota. A mayor humedad ambiente, se reducen los efectos por evaporación provocados por las altas temperaturas. Como límite de seguridad, se recomienda no efectuar tratamientos con plaguicidas líquidos a más de 25 °C de temperatura y una humedad relativa inferior al 60%. En condiciones normales, existe un descenso aproximado de 1 °C en la temperatura por cada 100 metros de altitud. Esto determina que el aire más frío de las capas superiores, por su mayor peso, descienda desplazando y renovando verticalmente la atmósfera. Este fenómeno contribuye al descenso por arrastre de una aspersión. En caso de inversión térmica, donde capas de aire más caliente se ubican arriba, no existe dicha renovación vertical, y las gotas permanecen suspendidas en el aire por períodos prolongados, sujetas a derivar por largos trayectos en presencia de pequeñas brisas. En síntesis, los límites críticos que afectan la deriva pueden establecerse como sigue: temperatura ambiente no mayor de 25 °C, humedad relativa superior al 60%, velocidad del viento no superior a 10 km/hora, altura de vuelo entre 1,5 y 2 metros, y gotas menores de 100 µ que no superen el 5% del volumen total. En equipos terrestres, el efecto de cubrir total o parcialmente el botalón con pantallas protectoras, más aún si la pulverización es asistida por un túnel de viento, es que los efectos de deriva se ven reducidos y la penetración del asperjado aumenta. Existen aspersores electrostáticos de gota controlada especialmente diseñados para producir gotas de tamaño uniforme y con carga eléctrica positiva. Estas gotas son atraídas por las cargas de signo opuesto de las estructuras vegetales, reduciendo la endoderiva. Complementariamente, son muy eficientes en la regulación del tamaño de gotas, un factor que disminuye los efectos de la exoderiva. En el mercado argentino, estos equipos (Electrodín, cabezales rotativos) no han alcanzado difusión. 72 CREA Eficiencia de la aplicación Se entiende que la aplicación ha sido eficiente cuando logra que una cantidad de principio activo se deposite sobre el blanco con una cobertura (número de gotas por centímetro cuadrado) y uniformidad (CV%) acorde al tipo de producto empleado. Es condición, además, la persistencia del producto en forma absorbible sobre la superficie del blanco. No se considerará aquí la cantidad de producto a la dosis de control requerida. La tabla adjunta, resumen de aquella elaborada por FAO, destaca que los herbicidas requieren una aplicación uniforme, cuya variabilidad no supere el 30% entre diferentes lugares de un lote; para insecticidas y fungicidas se tolera una desuniformidad de hasta un 70%. Ello se debe a que las malezas se encuentran fijas en un lugar, mientras que los insectos son móviles y se desplazan de un lugar a otro con la posibilidad de recibir el producto en diferentes sitios. A su vez, cuando la acción principal del plaguicida es de contacto y no por absorción-ingestión, se requiere una mayor cobertura. Los insecticidas y fungicidas de contacto demandan una cobertura mínima de 50 gotas/cm2. Los productos sistémicos se traslocan dentro del organismo resultando suficiente que sólo una parte de él reciba el producto; en cambio, cuando la acción principal es de contacto, se requiere una cobertura muy superior, especialmente con fungicidas cuya acción está destinada a prevenir una infección en toda la extensión de la canopia. Los valores presentados en la tabla se refieren a impactos medidos sobre el canopeo del cultivo para una superficie dispuesta horizontalmente. Para lograr un mayor número de impactos, se debe reducir el tamaño de la gota. Para asegurar la persistencia del asperjado, se utilizan aditivos genéricamente llamados surfactantes, tensioactivos y aceites. Los primeros mejoran la adherencia, los últimos reducen la evaporación e incrementan la absorción de los plaguicidas. Estos aditivos deben utilizarse bajo recomendación específica de producto, dosis y condición ambiental. Para realizar una evaluación objetiva de la calidad de aplicación, se utilizan tarjetas sensibles de 7 cm de largo por 2 de ancho distribuidas en un número que varía entre 8 y 10, en distintos lugares del lote lejos de las cabeceras. Existen tarjetas sensibles al agua, de color amarillo, que se tiñen de azul, y otras de color gris, utilizadas para aspersiones 74 CREA mencionó, el grado de cobertura y uniformidad de un tratamiento; estimar el tamaño de gotas a través de patrones gráficos provistos por la empresa que comercializa las tarjetas; medir la penetración en la canopia realizando lecturas a diferentes alturas; cuantificar la deriva; determinar el ancho efectivo en aplicaciones aéreas, y localizar fallas a lo largo del ancho de aspersión. Consideraciones finales Una pulverización con gotas grandes está menos expuesta a la deriva, pero puede deslizarse sobre las hojas. con disolventes oleosos, que se tiñen de negro al depositarse la aspersión. Las tarjetas pueden disponerse sobre las hojas superiores y adherirse con clips, a condición de que mantengan una posición horizontal. El uso de soportes especialmente diseñados resulta muy ventajoso. Las tarjetas deben colocarse inmediatamente antes de la aplicación y retirarse una vez secas para su evaluación en gabinete. El número de tarjetas suficiente es aquel que permita cuantificar los resultados en distintos trayectos del equipo aspersor y calcular una estadística compatible de promedio y variación espacial. Los recuentos de impactos sobre tarjetas sensibles se realizan con lupa de mano de 15 aumentos (cuenta hilos) promediando el número de gotas en 5 a 7 lugares dentro de la tarjeta, siguiendo una disposición en forma de V o W. Si el número de impactos fuera bajo, se usará una superficie de observación de 1 cm2; por el contrario, con un elevado número de impactos, conviene contar 1/4 o 1/2 cm2 y multiplicar el valor obtenido por 4 o por 2 para referirlo a 1 cm2. La tarjeta sensible es una evaluación accesible y simple que resume la calidad de una aplicación por el simple hecho de que si un producto no llega convenientemente, es de esperar que los controles sean deficientes o nulos. Con el uso de una calculadora científica, se promedian los valores de los recuentos dentro de la tarjeta. Luego se calcula el promedio general de todas las tarjetas y su variabilidad, como el cociente del desvío estándar sobre la media multiplicado por 100. Las tarjetas sensibles tienen múltiples usos en protección vegetal. Permiten determinar, como se En el presente trabajo se trataron los aspectos teóricos de la calidad de aplicación desde un punto de vista exclusivamente físico. Es importante tener en cuenta la participación de factores biológicos y agronómicos relacionados con el control de plagas y los aspectos prácticos no detallados. Los tratamientos con plaguicidas pueden hacerse por vía terrestre o aérea. En el control de enfermedades epidémicas, su rápida difusión y el tiempo disponible para su prevención o control hacen del avión –por su gran capacidad de trabajo– una alternativa por tener en cuenta para cubrir grandes extensiones. A su vez, en estos casos, permite alcanzar la cobertura y uniformidad necesarias. Por lo anteriormente expuesto, y luego de haber desarrollado los aspectos teóricos básicos, es necesario profundizar el estudio del avión como máquina pulverizadora; analizar los aspectos de diseño y calibración, las alternativas para reducir la deriva y la manera de realizar los ajustes para alcanzar la cobertura y uniformidad requeridas. No obstante los lineamientos básicos descriptos a lo largo de este trabajo, es necesario comprender que una buena calibración se alcanza luego de varios ajustes sobre la base de prueba y error. Esto es muy importante teniendo en cuenta que en más de un 70% de los casos se trabaja con aeronaves adaptadas. Los aviones específicos están aerodinámicamente diseñados para pulverizar, mientras que los adaptados se equipan y arman con accesorios convencionales. Otros temas de gran importancia y que requieren un análisis más profundo son las técnicas de aplicación terrestre que mejoran la penetración de las aspersiones, los factores que afectan la calidad del agua y los procedimientos por seguir para el mezclado de diferentes plaguicidas entre sí y de los aditivos que pudieran utilizarse. f CREA Síntesis de un trabajo de Pedro Daniel Leiva, técnico del INTA Pergamino. 76 CREA Alfredo Leuco y Silvia Flores, durante la cena anual de la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado. CREA Educación, trabajo y diálogo Son los pilares de la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado, que trabaja para lograr un país más solidario, justo e integrado El miércoles 28 de noviembre en el pabellón 8 del predio de La Rural, se desarrolló la Tercera Cena Anual impulsada por la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado, una organización de gestión solidaria que surgió en homenaje a su líder, poco después de su fallecimiento, ocurrido en septiembre de 2010. Alvarado fue presidente del Movimiento CREA durante el período 2007-2009, desde donde impulsó el desarrollo de programas de responsabilidad social empresaria, como EduCREA, de apoyo a las escuelas, y Líderes, orientado a la formación de dirigentes en las comunidades. Dedicó toda su vida a la producción agropecuaria, tanto desde CREA como desde El Tejar, una de las empresas más importantes del país, fundada en 1987. Quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, lo definen como un visionario, un adelantado para su época y un pionero en las formas asociativas de producción, convencido de que las buenas empresas sólo pueden desarrollarse a partir de buenas personas y buenos principios. Hoy, la fundación está constituida por un grupo de amigos inspirados por esa mística; con ganas de hacer cosas por el bien común y convencidos de su capacidad para inspirar a otros el desarrollo de acciones en ese sentido. Precisamente, esa es su misión: “Promover iniciativas relacionadas con la educación, el trabajo y el diálogo entre sectores sociales no integrados, que estén en camino de ser autosostenibles”. Los pilares que sustentan el trabajo diario de esta organización son la educación para la integración, Emprender con valores El libro Oscar Alvarado. Emprender con valores, de Editorial Sudamericana, describe su trayectoria empresarial, su compromiso con la sociedad y los principios que guiaron sus acciones. Así, los primeros capítulos consideran la importancia de los valores compartidos y de la confianza para alinear voluntades en pos de un objetivo común. Luego, se describe su concepción de la empresa como una organización cuyo fin último es el bienestar de las personas, constituyéndose en el lugar de realización de los sueños de sus integrantes. Más adelante se centra en la apertura de la empresa al contexto social, a través de la responsabilidad social y del trabajo conjunto de distintos sectores sociales. Finalmente, los últimos capítulos dan cuenta de una apertura todavía mayor del concepto de responsabilidad social empresaria aplicada a los asuntos de la vida institucional y política de la sociedad. 77 78 CREA Cómo siento a Oscar Alvarado Por Juan Balbín “Oscar era un pionero, una de esas pocas personas que nacen cada muchos años, y llevará mucho tiempo volver a encontrar alguien parecido”, recordó Juan Balbín, presidente del Movimiento CREA. “Lo extraño. Cuando estoy solo y tengo que tomar una decisión, pienso qué hubiera hecho él en mi lugar. Todavía hoy me pesa mucho su figura. Siempre imagino cómo hubiera pensado él antes de tomar alguna decisión”. “Si tuviera que definirlo como empresario, era un innovador permanente, con muchos proyectos y con un gran poder de convicción respecto de las ideas que planteaba”. “Oscar Alvarado fue un hombre exitoso en todo lo que emprendió; marcó a una generación y estableció muchos caminos por los que estamos transitando los que lo seguimos”. la articulación entre organizaciones privadas, cooperativas y empresas recuperadas, y la creación de espacios de diálogo y de construcción social. La fundación está coordinada por un reducido equipo de dirección ejecutiva, que sirve de sostén a los mentores y colaboradores que llevan adelante las distintas iniciativas conformando cada una de ellas un grupo de trabajo específico. Con esta finalidad, el evento más importante del año es la cena a beneficio que les permite recaudar fondos para solventar diversas acciones comunitarias. Así fue como durante 2011 y 2012 lograron construir una escuela en Laferrere, La Matanza, junto con la cooperativa del barrio La Juanita, del mismo partido. Este año, lo recaudado será destinado a terminar la sala de salud de la Asociación Identidad Vecinal en el partido de La Matanza y a desarrollar, junto con la Fundación Defensores de Chaco, un proyecto educativo a través de la realización de torneos de fútbol en escuelas de todo el país. Emprender con valores Como novedad, en esta tercera edición de la cena anual se presentó formalmente el libro Oscar Alvarado. Emprender con valores, un testimonio de las vivencias más significativas de su vida. Prologada por el economista y sociólogo Juan J. Llach, la publicación de Editorial Sudamericana describe los principios rectores que le permitieron a Alvarado desarrollar proyectos personales, empresariales, institucionales y sociales con el objetivo de animar a quienes buscan afianzar equipos de trabajo inspirados, autónomos y comprometidos en la construcción de una sociedad más solidaria. “Oscar era una persona que veía más allá, con faros largos; él entendía qué es lo que estaba sucediendo antes que muchos de nosotros. Esa claridad de pensamiento y su convencimiento, sumados a su carisma y a su sensibilidad, lograban que uno se convenciera de que ese era el camino y decidiera seguirlo”, recordó Alfredo Kasdorf, miembro del consejo de la fundación. A través de su trabajo en El Tejar, Kasdorf se vinculó con muchas personas y organizaciones del sector social que le sirvieron de ejemplo y fuente de aprendizaje. Actualmente integra el consejo directivo de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, es directivo del proyecto EduCREA e integra la comisión directiva del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE). En cuanto a la publicación presentada en el último encuentro, Kasdorf señaló: “Estamos muy contentos; el libro es una forma de anclar muchas de las enseñanzas y valores que Oscar nos transmitió y que queremos compartir con mucha más gente. Creemos que es ahí donde comienza la construcción de un país más justo, equitativo y solidario”. Quienes deseen contactarse con la fundación, pueden hacerlo a través de su página web: http://www. fundacionisoa.org.ar o enviando un correo electrónico a info@fundacionisoa.org.ar. f CREA 80 CREA Radiagrofías Adelantos El director de una compañía que siembra algunas decenas de miles de hectáreas en la región pampeana comenzó a recibir llamados de propietarios de campos pidiendo adelantos de dinero de la cuota por cobrar en cosecha gruesa. El fenómeno es una señal de que los ingresos por arrendamientos se están licuando de manera frenética a causa del combo integrado por la elevada inflación y el incremento del Impuesto Inmobiliario Rural aplicado por los gobiernos de las principales provincias de base agropecuaria. El problema es que el negocio agrícola en campo alquilado también dejó de ser rentable para los arrendatarios. Mercado congelado Las restricciones cambiarias terminaron de complicar la situación del mercado inmobiliario rural. El año pasado, ese mercado se mantuvo virtualmente sin actividad. La presencia de potenciales compradores se redujo de manera notable, porque los eventuales vendedores de campos quieren dólares billete por su bien. Una vez superado ese obstáculo, aparece una brecha insalvable. “Tengo una operación parada hace meses de un campo en la zona pampeana: el comprador ofrece 16.500 u$s/ha y el vendedor quiere 18.000 u$s/ha; ninguno de los está dispuesto a ceder”, comenta un operador inmobiliario. CREA Inflación agrícola La tarifa de referencia de un flete de 100 kilómetros, que en septiembre de 2011 era de 68,6 $/t, pasó en diciembre de 2012 a ser de 94,6 $/t. Es decir: aumentó un 38% en el último año (y probablemente tenga algún ajuste más en los próximos meses si sigue subiendo el valor del gasoil). Las tarifas orientativas de cosecha de soja publicadas por la Asociación de Propietarios de Máquinas Rurales de Casilda, que en abril de 2012 eran de 331,6 $/ha para un rinde de 24 qq/ ha, en diciembre pasado se ajustaron a un valor de 404,5 $/ha (+22% en apenas nueve meses). Números que asustan. Trigo oro La oferta argentina de trigo de buena calidad panadera no alcanza para satisfacer la demanda regional. La reducción del área de siembra argentina en 2012/13, combinada con excesos hídricos, redujo a niveles insólitamente bajos la disponibilidad de trigo duro. En las últimas semanas, esa realidad comenzó a evidenciarse en el mercado: algunos molinos salieron a buscar trigo con una base de gluten de 30% y 300 de fuerza panadera (W) a un valor de 1600 $/ tonelada. Es decir: un valor casi 40% superior al precio del trigo condición Cámara. 81 82 CREA CREA La lechería argentina se sube a la carrera genómica Comienza a elaborarse en el país una base de datos propia En la actualidad, podemos extraer pelos de la cola de una vaca Holando y enviarlas a un laboratorio de EE. UU. para hacer un test genómico del ejemplar con un costo de unos 250 dólares. Pero existe un problema: la base de datos a partir de la cual se realiza la validación genómica de la vaca argentina es la correspondiente a EE. UU. “Por ese motivo, hemos comenzado a trabajar para realizar una validación local que nos permita efectuar una interpretación correcta del genoma en nuestro ambiente”, comenta Horacio Larrea, asesor genético y miembro de la Comisión de Evaluaciones Genéticas de la Asociación Criadores de Holando Argentino (ACHA). “En el marco de un convenio con Pfizer, se extrajeron muestras de 115 toros nacionales probados, junto con otros 1100 toros internacionales que también tienen pruebas en el país, para conformar una muestra representativa a partir de la cual realizar la validación”, añade. –¿Cuándo va a estar lista la base de datos propia? –Se está trabajando contrarreloj: el objetivo sería que en el segundo semestre de 2013 podamos tener listos algunos parámetros. –Otra de las novedades es que la Argentina logró ingresar a Interbull a fines de 2012… –Así es. Se incluyó en Interbull la base de datos de toros Holando de la Argentina para las categorías de leche, grasa y proteína; los datos fueron aportados por la Asociación de Criadores de Holando Argentino (ACHA) luego de dos años de un trabajo conjunto realizado por técnicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires –con sede en Tandil– con financiación del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense. De esta manera, desde diciembre de 2012, un grupo de toros Holando argentino cuenta con una base de referencia certificada que puede ser comparada con la genética de toros internacionales. Además, las características de los toros de otras naciones podrán traducirse localmente para ser evaluadas en función de las condiciones de producción argentinas. Es un primer paso, que luego permitirá incorporar a Interbull datos de conformación, como facilidad de parto o longevidad. –¿Qué importancia tiene ese evento para el empresario lechero? –Por primera vez vamos a tener un parámetro de comparación con la genética disponible en otros países lecheros. Una vez que la base de datos esté armonizada con parámetros de producción, Los hechos • En 2004, un consorcio internacional logró secuenciar el primer borrador del genoma de un bovino (Bos taurus). A fines de 2007, a partir de un desarrollo conjunto con el USDA y las Universidades de Missouri (EE. UU.) y de Alberta (Canadá), la compañía estadounidense Illumina comenzó a comercializar test genómicos para bovinos con 50.000 marcadores genéticos (SNP50). Desde entonces, la industria de la genética bovina en el hemisferio norte ingresó en una carrera frenética. • A partir de 2009, en EE. UU. y Canadá, países líderes en genética bovina, se comenzó a incorporar información genómica en las evaluaciones de progenie. Así, esta tecnología comenzó a emplearse para la selección entre hermanos. Con el sistema tradicional de selección, se suponía que los hijos de un mismo padre y madre tenían similitud genética, mientras que ahora es factible determinar qué grupo de genes heredó cada uno de los hijos para determinar cuál es el ejemplar más destacado y descartar el resto. • Los SNP (polimorfismo de un solo nucleótido; en inglés Single Nucleotide Polymorphism; se pronuncia “snip”) son las variaciones más frecuentes en el ADN de un individuo. Los SNP asociados a genes de interés se denominan “marcadores genéticos”. Las evaluaciones genómicas de un ejemplar se refieren a los datos aportados por más de 50.000 SNP detectados por el test genómico. Las evaluaciones genómicas consisten en establecer fórmulas a partir de las cuales determinados SNP permiten predecir el mérito genético de ciertos caracteres de interés. 83 84 CREA promedio a partir de la ponderación de diferentes caracteres, tales como leche, grasa, proteína, sistema mamario y patas y pezuñas. Larrea: “Hoy, el gran desafío es que la selección genética priorice rasgos de funcionalidad, los cuales tienen que ver con animales longevos y que tengan una menor susceptibilidad a enfermedades”. Herramienta promisoria conformación y salud, cada productor tambero que haga control lechero podrá tener un perfil genético de la totalidad de vientres de su rodeo, desde la ternera más joven hasta la vaca más vieja; todas van a contar con un índice genético que se podrá comparar con la media regional y nacional. Actualmente eso no es posible; no se puede estimar el valor genético de una ternera que es hija de un toro sin prueba nacional, porque sencillamente el padre no existe para la base genética nacional. Pero ahora, al incorporar los datos de Interbull a la base nacional, se les va a poder asignar un Índice por Producción y Morfología (IPM) a todas las terneras que tenga un tambero en su rodeo. El IPM es una herramienta significativa para poder mejorar la selección. Calcula un valor genético –¿En qué situación está la genómica aplicada a las evaluaciones de progenie en EE. UU. y Canadá? –Se trata de de una tecnología muy nueva: tiene apenas cuatro años. Antes, los animales tenían un buen o mal pedigrí. Pero con la genómica es posible determinar si un ejemplar heredó los genes deseables de sus ancestros. Una ternera puede provenir de la mejor vaca y del mejor toro, pero si los análisis genómicos indican que no heredó los genes de interés de sus padres, entonces no tiene valor. Observamos una enorme variación entre animales provenientes de los mismos padres. –Eso mismo sucede en cualquier familia al comparar las características diferentes de los hermanos… –Correcto. La cuestión es que la genómica, a medida que vaya progresando, no sólo va ser más accesible, sino que además va a ser una información indispensable y complementaria del registro genealógico. En un futuro, más pronto que tarde, va a ser la única información determinante para calcular el valor de mercado de un animal. Actualmente, los datos genómicos tienen una confiabilidad del orden del 70%. Pero ese porcentaje se irá incrementando año tras año y, en algún momento, reemplazará las pruebas de toros. 86 CREA Sudamérica ingresa a Interbull A fines de 2012, la Argentina y Uruguay ingresaron oficialmente a Interbull, una organización con sede de Uppsala, Suecia, dedicada a emplear un procedimiento estadístico (denominado Multiple Across Country Evaluation) que permite evaluar toros de diferentes países en el marco de un mismo estándar internacional. Se trata de los dos primeros países sudamericanos en ser aceptados por Interbull. El representante argentino ante la entidad es ACHA, mientras que en el caso uruguayo, es el Instituto Nacional para el Mejoramiento Lechero, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). Con sendas incorporaciones, el número de países que integran Interbull ahora es de 32 (en la lista están incluidos Australia, Nueva Zelanda, EE. UU., Canadá, Israel, Sudáfrica, Japón, Corea del Sur y la mayor parte de las naciones europeas). –Lo que está diciendo es que el porcentaje de confiabilidad en algún momento va a ser tan alto que no va a ser necesario validarlo con pruebas de progenie… –Desde el año 2009 a la fecha, existe una cantidad muy importante de toros (en Canadá y EE. UU.) que en esa época eran genómicos y actualmente son probados. ¿Qué pudo evaluarse al correlacionar ambos datos? En primer lugar, que las evaluaciones genómicas son una herramienta extraordinaria para descartar toros con valores genómicos bajos: los que no heredaron los genes deseados, no pueden salir buenos en las pruebas. En cuanto a los toros con valores genómicos elevados, se constató que hubo algunas diferencias con respecto a los datos provenientes de las pruebas; en general, se produjo una ligera sobrevaloración de los toros genómicos, que se acentuó en los ejemplares de élite. De todas maneras, en EE. UU. los toros probados tienen, en promedio, un TPI del orden de 1800 puntos (el TPI es el equivalente al IPM argentino). Probablemente, un toro genómico de 2300 puntos termine con un TPI ajustado en 2150 a 2200 al momento de ser probado. Es decir que, más allá del ajuste, el valor sigue siendo muy alto con respecto a los toros probados en forma convencional. La gran mayoría de los ejemplares que integraban la lista de los mejores 100 toros genómicos en EE. UU. también forma parte de la lista de los 100 mejores toros probados; algunos estarán más arriba, otros más abajo en el ranking, pero la correlación entre ambas fuentes de datos es muy elevada. Por ese motivo, actualmente, en EE. UU., alrededor del 90% de los apareamientos se concretan con toros genómicos. Por otra parte, la realización de fertilización in vitro a hembras de ocho meses de edad con semen de toros genómicos permite lograr avances genéticos en dos años, mientras que antes, en el mejor de los casos, tardaban cinco años. –La selección va a dejar de ser artesanal para comenzar a instrumentarse según criterios científicos… –Sin dudas. Hoy, el gran desafío es que la selección genética priorice rasgos de funcionalidad, los cuales tienen que ver con animales longevos y que tengan una menor susceptibilidad a enfermedades; es decir, animales que exijan menor atención y que, por lo tanto, puedan manejarse más fácilmente en rodeos lecheros de cierta magnitud. Esa necesidad está en línea con la concentración que se viene evidenciando en el sector. La cuestión es que muchos de esos rasgos no tienen apreciación genotípica, es decir, no existe ningún rasgo externo que indique cuáles son esas características funcionales de un animal. Contamos con muchos 88 CREA datos recolectados en tambos confiables que podemos emplear para validar esas características funcionales con marcadores genéticos. –El peligro de esta tecnología es la homogeneización genómica, tal como ocurrió en la industria aviar y porcina… –Vamos hacia una genética que es más lineal a medida que las poblaciones se tornan más grandes. Desde el punto de la selección, actualmente es necesario buscar animales más productivos en lo que hace a eficiencia de conversión de alimento a leche, pero, por otro lado, también es indispensable contar con animales que tengan menos necesidades de manejo individual y menores costos de mantenimiento. El gran desafío, entonces, es ganar en funcionalidad sin perder productividad. –Algo que, de concretarse, traería mejoras concretas a los tamberos argentinos… –Eso va a suceder. Por ejemplo: hace 20 años, los toros de EE. UU. que ocupaban los primeros lugares en los rankings tenían hijas con propensión a sufrir excesivas dificultades en el parto; en aquel momento, este no se consideraba un criterio de Humor interés. Luego se descubrió que un parto difícil era el origen de la vaca problema, y se priorizaron los toros con buenos indicadores de facilidad de parto. Hoy esa realidad ya empieza a observarse en muchos rodeos estadounidenses. Lo mismo sucederá en el futuro con otros parámetros, tales como la resistencia a enfermedades. –¿Tenemos datos locales para llegar a validar eso? –En ACHA contamos con unas 600.000 vacas en control lechero, por eso es importante seguir aumentando la base de datos. Esa información es necesaria para luego validarla con marcadores genéticos. La cuestión clave es trabajar con rodeos bien manejados en los cuales puedan recabarse datos de buena calidad. –Eso es fundamental, porque cualquier error en la base de datos a partir de la cual se va a hacer la validación genómica, después se puede pagar caro... –Por supuesto; la confiabilidad de la información genómica reside en la calidad de la base de datos empleada para validar los marcadores genéticos. f CREA 90 Cadena de valor del cultivo de tártago South American Green Oil, empresa argentina especializada en la cadena de valor de la ricinoquímica, continúa extendiendo el cultivo de tártago a nuevos ambientes. Recientemente, se han desarrollado ensayos en las zonas de Las Catitas (Mendoza) y Quines (San Luis), con excelentes resultados. De este modo, la empresa incrementa su presencia en diversos ambientes productivos, que se suman a las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, San Luis y Santiago del Estero. En el plano industrial, avanza sobre la cadena de valor de la mano del investigador del Conicet Jorge Pérez, quien se integró al staff como responsable de I+D + I de Aceites Industriales, abriendo el abanico de posibilidades para la transformación del aceite de castor en productos de alto valor comercial. La complementación perfecta en el manejo de soja y de maíz Becker Underwood presentó Foliar Fix, una extensa línea de fertilizantes foliares aptos para la aplicación de micronutrientes a los cultivos. La intensificación en el uso de los suelos agrícolas genera ciertos déficits de microelementos que cumplen una función fundamental en el metabolismo de las plantas. Su reposición es muy dificultosa por la imposibilidad de regular en forma correcta y pareja su dosificación. Por esta razón, los avances en la tecnología de análisis de suelos y el mayor conocimiento de la interacción de este tipo de elementos con los cultivos hacen de la fertilización foliar una herramienta de gran utilidad para alcanzar el éxito productivo y económico. La línea Foliar Fix incluye diversos productos (Complefix, Fospofix, Mangfix, Borofix, Zincofix, Topfix) basados en diferentes micronutrientes diseñados para ser aplicados en cultivos de soja o de maíz, desde la semilla hasta el momento de inicio de floración. Mercoláctea 2013 premiará los mejores forrajes Este año, en Mercoláctea, tendrá lugar la décima edición del tradicional Concurso de Forrajes Conservados, dirigido a todos aquellos que buscan incrementar su eficiencia y su competitividad en la utilización del silaje. En el próximo encuentro anual de la lechería, que se llevará a cabo del 8 al 12 de mayo, los forrajes conservados se presentarán de dos maneras complementarias: por un lado, a través de una mayor diversidad de muestras y categorías, y por otro, con las demostraciones de maquinaria a campo abierto en las dinámicas forrajeras. Es importante destacar que entre los objetivos del Concurso de Forrajes Conservados se cuenta concientizar al productor para que analice sus reservas y evalúe su calidad para tener un adecuado control respecto a la nutrición de sus animales; generar las respectivas discusiones sobre cómo proceder para lograr esos aumentos de calidad y difundir todo ese conocimiento, dándoles a los participantes la posibilidad de competir, entrando en un proceso de mejora continua. Además de las medallas de oro, plata y bronce, se entregarán premios especiales a las categorías Silaje de maíz, Silaje de sorgo granífero, Silaje de sorgo silero, Silaje de Sorgo forrajero, Silaje de pastura, Silaje de alfalfa, Silaje de soja, Silaje de raigrás anual, Silaje de cereales de invierno, Heno de pastura menor y Heno de alfalfa. Ya está abierta la inscripción; para obtener mayor información, enviar un correo electrónico a www.mercolactea.com.ar. 94 Datos del 1 al 5 de enero. Precios de referencia de insumos agropecuarios sin IVAy sin fletes, excepto combustibles. CREA 95 96 CREA 97 98 CREA Apuntes REVISTA CREA ¿Otra vez sequía? N° 388 FEBRERO 2013 Propietario: AACREA Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola Director: Gerardo Sibaja Editor: Carlos Marín Moreno cmarin@crea.org.ar Subeditor: Mariela Suárez revista@crea.org.ar Secretario de redacción: Ezequiel Tambornini redaccion@crea.org.ar Diseño: Rene Durand Prensa: Maximiliano Denaro Fotografías: Pablo Oliveri y Martín Gómez Alzaga Corrección: Alejandra Valente Editorial responsable: AACREA Registro de la Propiedad Intelectual N.° 485940 ISSN: 0325-9846 DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Sarmiento 1236, 5.° piso, Capital Federal (1041) Teléfonos: (011) 4382 - 2076/79 Fax: (011) 4382 - 2911 http://www.crea.org.ar La sequía que generó daños gigantescos a la cosecha estadounidense de maíz 2012/13, ¿podría extenderse hasta la próxima siembra de maíz de EE. UU.? Algunos consultores agroclimáticos estiman que sí. “A menos que haya un cambio repentino hacia condiciones de alta humedad, la sequía seguramente tendrá impacto durante la época de siembra”, dijo el mes pasado Bryce Anderson, consultor climático del sitio agrícola DTN, en declaraciones realizadas a las agencia de noticias Bloomberg. “En la década del 30, hubo un período de cuatro a cinco años en el cual la sequía fue una constante”, añadió. El año pasado, EE. UU. experimentó una sequía de magnitud histórica. Datos recientes publicados por la agencia climática estadounidense (NOAA) indican que la primavera 2012 registró el promedio de temperaturas más elevado desde 1895 (año en el que comenzó a medirse dicha variable en ese país). El momento de la verdad ocurrirá en abril próximo, con el inicio de la siembra de maíz estadounidense 2013/14. Si las condiciones hídricas no son favorables para entonces, el factor climático impactará seguramente en los precios de los principales granos. Al 8 de enero pasado, Iowa –el principal estado productor de maíz de EE. UU.– tenía un tercio de su territorio en situación de “sequía extrema”, según datos del US Drought Monitor. SUSCRIPCIONES Catalina Felices Teléfono: (011) 4382 – 3517/2076/79 Fax: (011) 4382 - 2911 suscripciones@crea.org.ar Valor de la suscripción anual: En el país: $ 180 En Europa: u$s 180 En países limítrofes: u$s 85 Resto de América: u$s 175 África, Oceanía y Asia: u$s 190 PUBLICIDAD Ignacio Amaya (011) 4382 2076/79. Int. 181 iamaya@crea.org.ar Sarmiento 1236, 5° piso, Capital Federal (1041) DISTRIBUIDORES EN CAPITAL FEDERAL Jaqueline Sinfín DISTRIBUIDORES EN EL INTERIOR Interplaza S.A. Luis Sáenz Peña 1836 Teléfono: (011) 4304 – 9377/4305-0114 Esta permitida la reproducción total o parcial del contenido de la revista en los medios gráficos, destacando en forma clara la fuente. Para su reproducción por medios electrónicos, se requiere la autorización explícita por parte de AACREA. 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