Tribunal: Corte Suprema Fecha: 27/02/2014 Rol: 14117-2013 Partes: RRU con EAR Ministros: Guillermo Silva G., Rosa Egnem S., Sres. Lamberto Cisternas R., Ricardo Blanco H., y Sra. Gloria Ana Chevesich R. Derecho de familia, Impugnación de paternidad Texto completo de la sentencia: Santiago, 27 de febrero de dos mil catorce Vistos: En autos RIT C-5355-2013, Ruc 1320346061-3 del Primer Juzgado Familia de Santiago, doña RRU, dedujo demanda de impugnación de paternidad en contra de don EAR y doña PCC. Por resolución de cinco de septiembre de dos mil trece, el tribunal de la instancia rechazó de pleno la demanda. En contra de dicha resolución, se alzó la demandante y una sala de la Corte de Apelaciones de esta ciudad, por sentencia de catorce de octubre de dos mil trece, escrita a fojas 19, confirmó la resolución apelada. La demandante dedujo recurso de casación en el fondo, el que pasa a analizarse. A fojas 35, se trajeron los autos en relación. Considerando: Primero: Que en el recurso se da por infringido el artículo 208 del Código Civil, el que, según quien recurre, no tenía aplicación al caso de que se trata, pues en tal situación debía aplicarse el artículo 216 del mismo cuerpo de leyes , el cual no se consideró. Esto, porque la sentencia impugnada discurre sobre la base que la actora debió interponer de modo simultáneo, junto con la acción de impugnación de paternidad que dedujo, la de reclamación de filiación, lo que no tenía cabida en la especie. Señala que la demanda no se apoya en el antes referido artículo 208 que establece que “Si estuviese determinada la filiación de una persona y quisiera reclamarse otra distinta, deberá ejercerse simultáneamente las acciones de impugnación de la filiación existente y de reclamación de la nueva filiación”, sino que en el inciso final del artículo 216 del Código sustantivo, que dispone que “podrá impugnar la paternidad determinada por reconocimiento toda persona que pruebe un interés actual en ello…” De otro lado, afirma que la resolución recurrida también conculca el artículo 54-1 de la ley n° 19.968, precepto que contempla el rol de admisibilidad de las demandas que deben realizar los 1 jueces de familia, examen que en caso alguno permitía desestimar de plano una demanda como la intentada en autos. Segundo: Que para un adecuado entendimiento del asunto propuesto, cabe tener presente lo siguiente: 1) Doña RRU, dedujo demanda de impugnación de paternidad en contra de su hijo don EAR y doña PCC, fundado en que el demandado no es padre del menor EAC. 2) Su demanda la basa en que por su precario estado de salud y precaria situación económica, su hijo, ahora demandado, le hacía mensualmente aportes de dinero, los que cesó repentinamente, obligándola a formular en su contra demanda de alimentos mayores, excusándose éste, al contestarla, en que debía pagar una pensión de alimentos en favor de un hijo que reconoció como tal, no siéndolo, y cuya madre es doña PCC. Añade que tomó conocimiento que el menor no era hijo biológico de su hijo, el 11 de junio de 2013. 3) El tribunal por resolución de veintinueve de agosto de dos mil trece, resolvió que en razón del interés superior del niño la acción de impugnación de paternidad debía ser ejercida conjuntamente con la reclamación de filiación, conforme dispone el artículo 208 del Código Civil, por lo que le otorgó a la actora el plazo de tres días para deducir la acción pertinente, bajo apercibimiento de tener por no presentada la demanda. 4) En contra de la resolución precedentemente señalada la demandante dedujo recurso de reposición y apelación en subsidio, recursos que son desestimados por el tribunal de primer grado. 5) El 5 de septiembre de 2013, el tribunal resuelve rechazar de plano la demanda intentada. 6) Tal resolución fue apelada por la actora y conociendo de este recurso el tribunal de alzada, la confirmó. Tercero: Que el tribunal para resolver tuvo en consideración que la demandante, dedujo solamente demanda de impugnación de paternidad, sin que ello se encuentre permitido a la luz del artículo 208 del Código Civil, en razón de la naturaleza de orden público que entraña tal petición, la que no puede privar a un menor de su derecho a la identidad, por lo que correspondía interponer conjuntamente con la demanda de autos la acción de reclamación de filiación. Cuarto: Que previo a decidir sobre la materia planteada en el recurso, resulta indispensable formular algunas reflexiones en torno al actual estatuto filiativo. En este sentido, es preciso señalar que la Ley N° 19.855, vigente a partir del 27 de octubre de 1999, introdujo importantes cambios en materia de filiación, estableciendo la matrimonial y no matrimonial, terminando de esta manera, con las anteriores categorías de hijos y las diferencias existentes entre ellos. El nuevo sistema se funda en principios como la igualdad de las personas, el derecho a su identidad y el de 2 libre investigación de la paternidad o maternidad, los que deben tenerse presentes para una recta interpretación de cada una de las normas de la referida ley, de modo de mantener la debida coherencia y lógica armonía entre sus disposiciones. Quinto: Que para lo que se dirá a continuación conviene anotar el contenido normativo en lo pertinente al debate de autos. El artículo 208 del Código Civil, prescribe: “Si estuviese determinada la filiación de una persona y quisiese reclamarse otra distinta, deberán ejercerse simultáneamente la acción de impugnación de la filiación existente y de reclamación de la nueva filiación. En este caso, no regirán para la acción de impugnación los plazos señalados en el párrafo 3° de este título” Por su parte el inciso final del artículo 216 del mismo cuerpo legal dispone: “También podrá impugnar la paternidad determinada por reconocimiento de toda persona que tenga un interés actual en ello, en el plazo de un año desde que tuvo ese interés y pudo hacer valer su derecho”. El artículo 8 de la Ley que crea los Tribunales de Familia, en lo atinente, indica: “Competencia de los juzgados de familia. Corresponderá a los juzgados de familia conocer y resolver las siguientes materias: - Las acciones de filiación y todas aquellas que digan relación con la constitución o modificación del estado civil de las personas; Los actos de violencia intrafamiliar,” Finalmente, el artículo 54-1 de la Ley N°19.968 estatuye: “Control de admisibilidad. Uno o más jueces de los que componen el juzgado realizarán un control de admisibilidad de las demandas, denuncias y requerimientos que se presenten al tribunal. Si en dicho control se advierte que la demanda presentada no cumple con los requisitos formales previstos en el artículo 57, el tribunal ordenará se subsanen sus defectos en el plazo que el mismo fije, bajo sanción de tenerla por no presentada. Con excepción de los numerales 8) y 16) del artículo 8°, si se estimare que la presentación es manifiestamente improcedente, la rechazará de plano, expresando los fundamentos de su decisión. La resolución que la rechace será apelable en conformidad a las reglas generales…” Sexto: Que corresponde ahora dilucidar si para interponer la acción de impugnación de paternidad establecida en el inciso final del artículo 216 de Código Civil, como la incoada por la recurrente, la actora se encontraba obligada a deducir conjuntamente la acción de reclamación de otra distinta, como lo preceptúa el citado artículo 208 del código del ramo. Séptimo: Que las acciones relativas al estado filial según su objeto se clasifican en dos clases: las que pretenden destruir la determinación de un estado filiativo reconocido oficialmente (las acciones de impugnación), y las que tienen por finalidad establecer un estado civil filial que era ignorado oficialmente (las acciones de reclamación). 3 En lo atinente a la exigencia de la interposición conjunta de las acciones de impugnación y de reclamación, a que alude el artículo 208 del Código Civil, la doctrina nacional ha manifestado que: “Si se pretende reclamar el establecimiento de una filiación que resulta incompatible con la que se encuentra determinada legalmente, la ley exige que se interpongan conjuntamente, en el mismo proceso, las acciones de impugnación de la filiación existente y de reclamación de la filiación que se pretende”, y ha añadido: “Es más, tratándose de un progenitor no matrimonial esta interposición conjunta es requisito esencial, ya que sólo se permite la reclamación cuando existe determinada otra filiación diferente” (Hernán Corral Talciani, Revista de Derecho Universidad Católica de Valparaiso, año 1999, páginas 39 y siguientes). El mismo autor, en otro artículo, publicado en la Revista de Derecho de la Universidad de Concepción, titulado “Acciones de filiación: legitimación y conflicto de intereses”, contenido en los números 225 y 226 del año 2009, páginas 53 y siguientes, expresa, al aludir a la impugnación por un tercero de la paternidad del hijo: “si la paternidad ha sido determinada por presunción de paternidad del marido o por reconocimiento, es claro que procede la acción de impugnación de un tercero, que pretende ser el verdadero progenitor del hijo si éste ejercer conjuntamente la acción de reclamación. Es más, es una exigencia para el ejercicio de la acción de reclamación el que se deduzca la de impugnación, según el artículo 208 del Código Civil. Pero distinto es si un tercero, que no se pretende progenitor del hijo, persigue impugnar la paternidad” Tan cierto es que últimamente se acaba de consignar, que la ley (artículos 204, 205, 206 y 207 del Código Civil), no incluye entre los legitimados para ejercer la acción de reclamación a “toda persona que pruebe un interés actual en ello”, o sea, a una persona como la que ha demandado en este proceso. Octavo: Que de lo que se viene reseñando queda en evidencia que la situación hecha valer en la demanda no se fundamenta en el artículo 208 del Código de Bello ni en el evento que allí se señala, sino que en el inciso final del artículo 216 del cuerpo de leyes citado, esto es, impugnación de una paternidad no matrimonial determinada por reconocimiento, realizada por una persona que manifiesta tener en ello un interés actual. Se trata, indudablemente, de acciones diferentes, con presupuestos, titulares y alcances distintos. Noveno: Que, así las cosas, necesariamente debe concluirse que los jueces recurridos al aplicar la norma del tantas veces citado artículo 208 del Código Civil, a un caso estatuido en una disposición legal diversa, vale decir, el artículo 216, inciso final, del mismo Código, requiriendo a la demandante la formulación conjunta de la acción de impugnación con la de reclamación, vulneraron estas disposiciones legales. Igualmente, diciendo relación la demanda de autos con la situación contemplada en el numeral 8° del artículo también 8° de la Ley N° 19.968, tampoco podía rechazar de plano tal demanda, acorde con lo prevenido en el artículo 54-1 de dicha ley, según se anotó en el raciocinio quinto de este fallo, como equivocadamente lo hicieron los magistrados recurridos, de modo que al obrar de tal manera conculcaron, además, esta última norma legal, como lo sostiene el recurrente. 4 Estos errores de derecho influyeron sustantivamente en lo decidido, puesto que se desestimó de plano una demanda que debió acogerse a tramitación. Por estas consideraciones y visto además lo dispuestos en los artículos 764, 765, 766, 767 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en el fondo deducido por la demandante a fojas 19, en la que, en consecuencia, se invalida y acto continuo y sin nueva vista, pero separadamente, se dicta la sentencia que corresponde conforme a la ley. Se previene que la ministra señora Chevesich fue de opinión de casar en la forma de oficio la sentencia impugnada, y no emitir pronunciamiento respecto del recurso de casación en el fondo deducido, por las siguientes consideraciones: 1° Que conforme lo dispone el artículo 775 del Código de Procedimiento Civil, pueden los tribunales, conociendo por vía de apelación, consulta o casación en alguna incidencia, invalidar de oficio las sentencias cuando los antecedentes del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar a la casación en la forma, debiendo oír sobre este punto a los abogados que concurran a alegar en la vista de la causa e indicar a los mismos los posibles vicios sobre los cuales deben formular sus planteamientos orales. El número 9 del artículo 768 del citado código, por su parte, señala que es causal de nulidad formal la circunstancia que se falte a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes prevengan exclusivamente que hay nulidad; 2° Que, en forma previa, resulta ilustrativo tener presente que la citada causal está establecida por el legislador para velar por el respeto de la garantía constitucional del debido proceso, que, en síntesis, es un derecho fundamental que “…garantiza que la actividad que se desarrollará ante el tribunal de justicia desde que el individuo incoa su actuación o se hace parte en un proceso como demandado o tercero y obtiene una respuesta por parte de este, sea llevada a cabo de una manera tal que permita desde luego exponer todos los aspectos referidos a cuestiones fácticas y jurídicas que desee invocar, a objeto de incidir sobre la decisión del tribunal de justicia. Se pretende así, con el debido proceso, legitimar de un mejor modo la justicia de la decisión judicial… En virtud del debido proceso el individuo podrá defenderse deduciendo excepciones, alegaciones y defensas; podrá disponer de un letrado; podrá exigir que el juez que lo juzgará sea un juez natural, independiente e imparcial; podrá presentar medios de prueba…” (Bordalí Salamanca, Andrés, Análisis crítico de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el derecho a la tutela judicial”, Revista Chilena de Derecho, vol. 38. N° 2, pp. 311- 337). Y la conclusión señalada al inicio de este motivo se fundamenta porque la lectura de los artículos 789, 795, 796 y 800 del Código de Procedimiento Civil, permite advertir que establecen los trámites esenciales que autoriza a sostener que en los juicios a que se hace referencia se está en presencia de un racional procedimiento, y, por lo mismo, su incumplimiento autoriza deducir la causal de nulidad formal materia de examen. También que si bien es efectivo que lo dispuesto en el numeral 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en el caso de autos, se debe relacionar con lo señalado en el artículo 795 del mismo cuerpo legal, no es menester para que se configure la causal de nulidad que la ausencia del 5 trámite o diligencia que se detecte sea de aquellos que están comprendidos en alguno de los numerales que indica la última norma citada, porque, en primer lugar, el uso de la expresión “en general” con que se inicia la citada disposición denota que la enumeración no es taxativa, ello con la finalidad de no excluir los diferentes casos particulares en que la ley establece trámites con carácter de esenciales, sin declararlo en forma expresa, por lo tanto, “…para dar ese carácter a un trámite procesal no solamente hay que atender a si la ley lo declara así, determinada y expresamente, sino a los fines que persiguió el legislador al establecerlo y a si, dado su objeto, puede o no prescindirse de él…” (Sentencia de 16 de abril de 1931 Corte Suprema, Rev. , Tomo XXX, 2ª p., sec. I, p. 541), y, en segundo lugar, porque la ritualidad procesal de los actuales procedimientos reformados dista de aquel vigente a la fecha de la dictación del código y de las diferentes leyes que le introdujeron modificaciones; 3° Que, en ese contexto, en opinión de la disidente, configura la causal de nulidad formal mencionada la circunstancia que en la tramitación de un juicio se incurra en la omisión de cualquier trámite o diligencia que, en definitiva, provoque la conculcación de la garantía constitucional del debido proceso, que se encuentra reconocida doctrinariamente en los términos señalados en el motivo segundo; 4° Que, del examen de los antecedentes obtenidos del sistema computacional, consta que doña RRU dedujo demanda de impugnación de paternidad en contra de don EARy de doña PCC, acción que se fundó en lo que dispone el inciso final del artículo 216 del Código Civil, que por resolución de fecha 29 de agosto de 2013 se dispuso que la referida acción debía ser ejercida conjuntamente con la reclamación de filiación, conforme lo dispone el artículo 208 del Código Civil, otorgándose a la actora un plazo de tres días para deducir la acción pertinente, bajo apercibimiento de tener por no presentada la demanda; que fue desestimada la solicitud de reposición que dedujo la actora en contra de dicha resolución; y que la demanda fue rechazada de plano, por resolución de 5 de septiembre de 2013, la que fue confirmada por una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago; 5° Que, como puede advertirse, se emitió un pronunciamiento sobre el fondo del asunto sometido a la decisión del tribunal, que se tradujo en el rechazo de la demanda, sin que, previamente, se haya cumplido con la ritualidad procesal establecida en los artículos 55 y siguientes de la Ley N° 19.968; sin perjuicio de que, además, se transgredió lo que dispone el artículo 54-1 de la referida ley, en la medida que señala que en el control de admisibilidad de las demandas, denuncias y requerimientos que se presenten al tribunal debe velarse por el por el cumplimiento de los requisitos formales previstos en el artículo 57, debiendo, en el caso de advertirse su incumplimiento, ordenarse que se subsanen los defectos en el plazo que se fije, bajo sanción de tenerse por no presentada, y, en lo que interesa, que tratándose de las acciones de filiación no corresponde que la demanda respectiva sea rechazada de plano, aun cuando se estime que la presentación es manifiestamente improcedente; 6° Que, en consecuencia, a juicio de la disidente, la sentencia impugnada se dictó incurriendo en la causal de nulidad formal establecida en el número 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, por lo que debe ser invalidada y reponer la causa al estado que la demanda se provea 6 conforme a derecho, debiendo continuar el juicio conforme al principio formativo del procedimiento del orden consecutivo legal ante el tribunal no inhabilitado que corresponda. Redacción a cargo del Ministro señor Guillermo Silva G. y la prevención redactada por su autora. Regístrese. Rol N° 14.117-13 Pronunciado por la Sala de Verano integrada por los Ministros Sr. Guillermo Silva G., Rosa Egnem S., Sres. Lamberto Cisternas R., Ricardo Blanco H., y Sra. Gloria Ana Chevesich R. Autorizada por la Ministro de Fe de esta Corte Suprema. En Santiago, a veintisiete de febrero de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 7