Inmigración y revolución industrial en Rentería, Miguel Ángel

Anuncio
SOCIEDAD ANONIMA FUNDADA EL ANO 1845
LARES MECANICOS
TELARES A MANO
IN M IG R A C IO N Y REVOLUCION
IN D U STR IA L EN RENTERIA
M IG U E L ANGEL BARCENILLA
En 1861, las cuatro fábricas de lino dan ocupación a 909
personas; la terrería de Añarbe, a 60 más, y, aunque de la
Real Compañía Asturiana de M inas no tenem os datos exactos, podem os calcular que el núm ero to ta l de obreros que tra bajaban en las industrias de Rentería, incluida esta últim a,
rondaría los 1.100. Esta oferta de puestos de trabajo, inexistentes antes de 184 5 —a excepción de los que podía proporcionar la terrería— atrajo a un buen núm ero de nuevos vecinos
y este proceso continuó hasta el com ienzo de la últim a guerra
carlista en 1872. Por otro lado, si bien, entre 1861 y 1872,
no se funda ninguna nueva industria en el pueblo, las ya existentes conocen un período de expansión que increm entará el
núm ero de puestos de trabajo.
Cuando en 1 8 4 5 se instala la prim era fábrica m oderna en
Rentería, la villa estaba constituida por una población m odesta que vivía de la agricultura fu ndam entalm ente y de las
industrias tradicionales, com o la de la Fandería y la terrería de
Añarbe. D ifícilm ente podían im aginarse en aquel m om ento
sus m oradores la serie de transform aciones que la aparición
de la industria provocaría en el pueblo. Una de las más im portantes, sin duda, fue la que se m anifestó en el rápido crecim iento del núm ero de sus habitantes, prácticam ente estancado durante largo tiem po. A partir de este m om ento comienza
a crecer de form a acelerada, iniciando una larga curva que no
se detendrá hasta la década de 1970. Este crecim iento progresivo no hubiera sido posible sin la llegada continua de contingentes inm igratorios, atraídos por unos puestos de trabajo
más seguros y m ejor rem unerados que en sus lugares de o rigen. En m uchos casos traen consigo costum bres e idioma
extraños para los antiguos vecinos de Rentería.
Podemos fá cilm ente com probar, sirviéndonos del padrón
de 1871, que en estas fechas una buena parte de los habitantes de Rentería han nacido fuera de la villa y que la mayoría
de los inm igrantes se han ido instalando en ella después del
año 1845. Expresando este proceso en cifras, podem os decir
que de los 3 .2 2 3 em padronados en 1871, 1.345 —lo que
supone el 4 2 % del to ta l— son inm igrados; 1.125 de ellos, es
decir, el 8 0 %, se establecieron en la villa entre 1 8 4 5 y 1871,
que coinciden con los años en que se instalan y expanden las
industrias.
La prim era corriente inm igratoria hacia Rentería se desarrolla coincidiendo con la instalación de las prim eras fábricas.
Desde 1845, en que comienza a trabajar la Sociedad de Tejidos de Lino, conocida popularm ente com o la "Fábrica grande", hasta 1861 en que se instala la fábrica de curtidos de
Saturio y Tim oteo A rizm endi, se levantan en la villa las fá bricas de tejidos de lino de Salvador Echeverría (1 8 55 ), Sorondo
Prim os (18 57 ) y Gamón H erm anos (1 8 58 ), además de la
Compañía Asturiana de M inas (1 8 59 ), que elabora el m ineral
de las m inas de A rditurri.
Es interesante detenerse brevem ente sobre la procedencia de estos prim eros inm igrantes de la moderna industrialización renteriana. El 93 % procede de Guipúzcoa y de la zona de
68
Navarra com prendida por las com arcas más cercanas: Bidasoa, Baztán, Cinco Villas, etc. Las cifras que ofrece el padrón a
este respecto son las siguientes: 1.096 guipuzcoanos y 152
navarros. Hay que subrayar el caso de Oyarzun que aporta él
sólo 391 nuevos habitantes a Rentería, lo cual supone un te rcio de todos los inm igrantes. Sin duda, produjo en el vecino
valle una im portante sangría de población. De este modo,
Oyarzun, que no se industrializa, lleva a cabo un trasvase de
población a favor de la vecina Rentería.
La proporción de guipuzcoanos entre los inm igrantes se
reduce al 64 % del to ta l y la de oyarzuarras al 1 4 % . Aum enta
ligeram ente la proporción de navarros (1 2 ,3 0 % ), aunque hay
que resaltar que la mayoría de ellos no proceden del norte del
antiguo reino, sino de las m erindades del Sur. Del resto del
País Vasco peninsular proceden 1 1 1 personas (5 %) y de
otros lugares del Estado un 15% .
El resto de inm igrantes está constituido por los 1 5 que
proceden de Alava y Vizcaya, los 23 del Estado Español y
alrededor de m edio centenar extranjeros.
Las cifras absolutas de inm igrantes para 1907 son las
siguientes:
La ola inm igratoria, que había p erm itido duplicar la población renteriana en 3 0 años, se interrum pe con el com ienzo de
la últim a guerra carlista que provocó una profunda crisis en la
industria de la villa: desaparece defin itiva m en te la fábrica de
tejidos de Sorondo; se cierra durante la guerra la Compañía
Asturiana de M inas y los carlistas queman la Fandería en
1873.
Tras la guerra comienza una ligera recuperación que se ve
interrum pida por la crisis de 1 8 8 9 -1 8 9 0 . En este ú ltim o año
desaparece la fábrica de tejidos de Gamón, y las fábricas de
lino en su conjunto dan trabajo tan sólo a 5 7 0 personas frente
a las 9 0 9 que ocupaban en 186 1. Sin embargo, en torno a
estas fechas se va produciendo una serie de fundaciones de
nuevas fábricas que comienzan, en 1886, con la instalación
de la factoría de Galletas O llbet y que continúa con la Fabril
Lanera en 1889, la Papelera Vasco-Belga en 1 8 9 0 , tapicerías
la Ibero-Belga y con la destilería La M argarita en 1892.
Superada la crisis de 189 0, todas estas empresas
amplían instalaciones, com o la Compañía Asturiana que crea
una nueva fábrica de "A lbayalde y m in io ” en 1894. Comienza
un nuevo p e ro d o de expansión, brevem ente interrum pido en
1898 por la pérdida de las colonias, pero que se acelera a partir de 1900. Aum enta, así, de nuevo, la oferta de trabajo y se
produce en consecuencia una nueva oleada inm igratoria.
Es ahora el padrón de 1 9 07 el que nos proporciona inform ación acerca de las características de esta segunda ola
inm igratoria. Se puede ver que de los 4 .6 8 0 habitantes que
tiene Rentería en estas fechas, casi la m itad, exactam ente
2 .2 2 2 , no han nacido en el pueblo, lo que representa el
4 7 ,5 % del total.
Total inm igrantes ............................................
Total de inm igrantes originarios de Guipúzcoa ..................................................................
Sólo de O y a rz u n .............................................
De N avarra........................................................
Total originario resto del E sta d o ................
Sólo de la meseta c a ste lla n a ......................
De Vizcaya y A la v a .........................................
Extranjero ..........................................................
2 .2 2 2
1.420
310
2 73
332
2 22
111
86
Esta segunda oleada de inm igrantes ofrece diferencias
sensibles con la de 1 8 4 5 -1 8 7 1 . En aquella ocasión el grueso
de los inm igrantes procedía de m unicipios muy cercanos y por
ello poseían una cultura, en el sentido am plio del térm ino,
muy sim ilar a la del pueblo que les recibía. Es de suponer que
la integración de los recién llegados no presentó, en este
caso, demasidas dificultades. Sin embargo, la ola inm igratoria
de finales de siglo coincide con una profunda crisis en las
zonas cerealísticas de la península, especialm ente en Castilla
y León, provocadas por la com petencia del trigo producido en
América y Europa con sistemas capitalistas y por la com petencia que se establece a nivel m undial entre las distintas
agriculturas modernas. Esta crisis provocó la em igración de
más de 3 m illones de castellanos entre finales del siglo XIX y
principios del siglo XX. Una pequeña parte acude atraída por
los puestos de trabajo que ofrece la nueva industria renteriana.
Por esta causa encontram os en 1907 un núm ero im portante de personas procedentes de Castilla y León fundam entalm ente y, en menor medida, de Aragón, la Mancha, Andalucía, sur de Navarra y Alava. La mayoría de ellos llegan con
costum bres, idiom a y cultura distin to s a los que se encontrarán aquí y es fácil suponer que su inserción en la nueva sociedad planteó más problem as que la de los prim eros inm igrantes.
interior del Estado, que en su mayoría se em plean com o tejedores, jornaleros o criadas, los extranjeros ocupan puestos de
responsabilidad en las principales industrias renterianas. Así,
son extranjeros los directores o altos em pleados de la Real
Compañía A sturiana de M inas, Galletas Olíbet, la Lanera, la
Vasco-Belga y la M argarita. Este fenóm eno es un reflejo de la
im portancia que el capital extranjero, sobre todo el francés y
belga, tuvo en la industrialización de Rentería, especialm ente
en las empresas que se fundaron a finales del siglo XIX.
Con ellos surgen tam bién los prim eros sindicatos obreros
que se fundan en Rentería, anim ados fundam entalm ente por
inm igrantes, las prim eras acciones obreras y, sim ultáneam ente, y estrecham ente relacionado con este fenóm eno, aparecen
tam bién las prim eras agrupaciones nacionalistas de corte
sabiniano. Surge, en una palabra, la Rentería m oderna, rom piéndose el legado político heredado desde la época de las
guerras carlistas.
Así comenzó el proceso que hizo de Rentería un pueblo
con unas características m uy acusadas: alta concentración
obrera; población en la actualidad de origen em igrante en su
mayoría —ya sea en prim era, segunda o tercera generación—;
fuerte organización y com batividad popular y una co n flic tividad que expresa las fuertes contradicciones producidas por
una historia todavía m uy reciente y aún no superada.
Para term inar estas breves líneas es preciso señalar la
peculiaridad que presenta el contingente de personas procedentes del extranjero. En contraste con los procedentes del
70
Descargar