LA INDIFERENCIA RELIGIOSA DE LOS JÓVENES EN LA LITURGIA, UN ANÁLISIS EN LA PARROQUIA SAN CALIXTO CARAVARIO ALEXANDER SOSA VACA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de teología Programa Carrera en Teología Bogotá D.C. – Colombia 2013 1 LA INDIFERENCIA RELIGIOSA DE LOS JÓVENES EN LA LITURGIA, UN ANÁLISIS EN LA PARROQUIA SAN CALIXTO CARAVARIO ALEXANDER SOSA VACA Tutor: David Eduardo Lara Corredor Trabajo monográfico como requisito para optar por el título de Teólogo PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de teología Programa Carrera en Teología Bogotá D.C. – Colombia 2013 2 DEDICATORIA A los jóvenes de la Parroquia San Calixto Caravario por su apoyo durante este tiempo, que me facilitaron la convivencia con ellos. A mi familia que con su apoyo moral desde la distancia, su amor incondicional y oraciones han contribuido a fortalecer mi vocación de ser servidor de los jóvenes. A todas las personas que han hecho parte de mi formación, porque han sido una gran ayuda incondicional en esta etapa de formación. 3 AGRADECIMIENTOS Agradezco en primer lugar al Creador de todo lo invisible y lo visible por el don de la vida, a mis hermanos salesianos de Bolivia, por haberme dado la oportunidad de realizar los estudios en la facultad de Teología de esta Universidad. Así mismo de manera particular a todos los profesores que me ayudaron con su sabiduría a profundizar en los diferentes temas teológicos durante estos cuatros años y de manera especial al profesor David Eduardo Lara Corredor y al Padre Germán Bernal, que me han orientado en el desarrollo en este trabajo de investigación. Esta gratitud también se extiende al Padre Jorge Guillermo Toro Alzate SDB, por su paciencia y humor durante este tiempo, a todas las personas, de los diferentes apostolados que enriquecieron mi vida, mi vocación, y que gracias a su testimonio de vida me enseñaron a comprender que es posible tener una experiencia de Dios en la vida cotidiana. Y de manera especial a los JÓVENES de las parroquias San Calixto Caravario y San Juan Bosco con quienes al compartir aprendí a reconocer a Dios y palpar su presencia viva y activa. 4 Nota de aceptación ____________________________ ____________________________ ____________________________ ____________________________ ____________________________ ____________________________ __________________________ Firma del presidente del Jurado _________________________ Firma del jurado _________________________ Firma del jurado La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en sus trabajos de síntesis; sólo velará por qué no se publique nada contrario al dogma y la moral católica y porque las tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales, antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia (Reglamento General de la Pontificia Universidad Javeriana. Artículo 23 de la Resolución No. 13 del 06 de junio de 1964). Bogotá, D.C., 2013 5 TABLA DE CONTENIDO A MANERA DE INTRODUCCIÓN JUSTIFICACIÓN OBJETIVO GENERAL OBJETIVOS ESPECÍFICOS MARCO TEORICO METODOLOGÍA ESTRUCTURA DEL TRABAJO CAPÍTULO PRIMERO LA REALIDAD LITÚRGICA DE LOS JÓVENES DE LA PARROQUIA SAN CALIXTO CARAVARIO 1. Descripción histórico – geográfico de la parroquia San Calixto Caravario 2. Análisis de la realidad de la parroquia San Calixto Caravario 3. Descripción del problema litúrgico de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario 3.1. Pertenencia a la religioso 3.2. Identificación con lo religioso 3.3. Practica en los sacramentos 3.4. Conocimiento de la Parroquia San Calixto Caravario CAPÍTULO SEGUNDO EL VALOR TEÓLOGICO LITÚRGICO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 1. La indiferencia religiosa en América Latina 1.1. La indiferencia a la propia religión 2. La indiferencia religiosa propiamente dicha 3. La indiferencia religiosa en los jóvenes 6 4. La religiosidad popular y los jóvenes 4.1. Dimensión de la naturaleza como creación de Dios 4.2. Dimensión desde la experiencia del hombre 4.3. Dimensión del temor ante el poder de Dios y el Demonio 4.4. Dimensión de la muerte y la compresión del dolor ajeno 4.5. Dimensión de confianza filial en la protección de la Virgen María 4.6. Dimensión de fidelidad 5. Fundamentación teológica y litúrgica CAPÍTULO TERCERO RESIGNIFICACIÓN DE LA DIMENSIÓN LITURGICA EN LA CELEBRACIÓN JUVENIL 1. La acción litúrgica que conlleve a los jóvenes a tener una experiencia de Cristo 2. La pastoral litúrgica en la Iglesia 3. El hombre renovado en Jesucristo a partir de la liturgia 3.1. El hombre renovado asume su vida directamente 3.2. El hombre renovado puede salir de sí al encuentro de los demás 3.3. El hombre renovado es decidido 3.4. El hombre renovado es valiente y tenaz 3.5. El hombre renovado tiene sentimientos profundos y auténticos 3.6. El hombre renovado aprecia lo femenino 4. La experiencia del Resucitado en la liturgia 5. Opciones pastorales para una liturgia liberadora CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA 7 A MANERA DE INTROUDCCIÓN El tema de la indiferencia religiosa de los jóvenes en la liturgia es complejo y actual. Afecta a la vida de la Iglesia, y especialmente en el aspecto de la religiosidad popular tiene efectos negativos. Con este presupuesto, intento un acercamiento a dicha temática, con un interés personal de investigar sus causas y plantear sus posibles caminos de solución. Además, la sociedad y la iglesia deben ser conscientes y adecuarse a los cambios que se están presentando en los jóvenes. Por eso trataré de buscar el origen o explicaciones de esos cambios y enfrentar los factores que influyen en la indiferencia religiosa de los jóvenes que los alejan de la participación en los actos litúrgicos. Es decir, tener en cuenta los múltiples elementos que intervienen en la formación de los jóvenes: sus motivaciones profundas, sus sentimientos, que producen esa apatía religiosa. Lo que no debería ser una barrera que nos aleja de ellos, sino por el contrario una ayuda para encontrar a un Dios cercano e insertado en su realidad cotidiana. Se puede agregar que la indiferencia religiosa, que se está presentado en nuestra realidad Latinoamericana, especialmente en los jóvenes, es que cada vez más preocupante para la pastoral de la lglesia; los jóvenes se están alejando de los ambientes religiosos. El documento de Puebla presenta, con relación a la indiferencia religiosa, tres niveles de acción pastoral: aspectos doctrinales, sugerencias pastorales y aplicaciones concretas. Con estas perspectivas los obispos de América latina nos ofrecen pautas para comprender esta problemática de los jóvenes1. 1 GUTIÉRREZ Rafael y CÓRDOBA, Juan. Puebla: la opción por los jóvenes En Rev. Theologica Xaveriana Análisis de Puebla, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 1979, 311 – 312. 8 En el contexto colombiano no podemos decir que todos los jóvenes estén en la situación mencionada, sino que buscan llenar algunos vacíos en su vida espiritual. Por eso se nota en variados ambientes el aumento de lugares destinados a la atención pastoral de los jóvenes en su espiritualidad, que para unos son una gran ayuda y para otros son considerados una pérdida de tiempo. Esta problemática la intento profundizar desde la realidad de los jóvenes que viven en la parroquia San Calixto Caravario, situada en los cerros orientales al norte de la ciudad de Bogotá. Allí he notado la indiferencia ante las actividades religiosas, y especialmente el desgano de los jóvenes por participar en la liturgia. Al comenzar este trabajo me pregunto sobre el sentido que tienen los actos litúrgicos en relación con los jóvenes. Es decir, las prácticas religiosas, qué importancia tienen para un joven en la búsqueda de la presencia de Dios en su vida. Aunque han sido inculcadas en el seno familiar, los jóvenes se sienten presionados por la indiferencia religiosa reinante en el ambiente, que destruye los valores religiosos que han recibido. Puedo hacer un interrogante al respecto: ¿Por qué se está dando el fenómeno del bajo nivel de participación en los actos litúrgicos de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario? No pretendo dar una repuesta inmediata a dicho interrogante; más bien trato de hacer una profundización desde la misma realidad cotidiana que se vive en una sociedad cada vez más globalizada. No quisiera dar respuesta a medias, sino tratar de encontrar un punto de partida para analizar el problema y dar razón de lo que busco o quiero saber, directamente de los mismos jóvenes en lo que concierne al tema de la indiferencia religiosa en los actos litúrgicos. No es nada fácil dar, o por lo menos intentar encontrar ese punto de partida, que ayude en la búsqueda de lo que se puede llamar la pérdida de sentido de Dios en 9 los jóvenes. Pero al mismo tiempo cómo saber responder a los muchachos que tienen enraizada fuertemente en su interior la vivencia de Dios. Mucha parte de esa vivencia tiene su raíz en la religiosidad popular que cumple un papel primordial en el desarrollo de la misma. Tengamos en cuenta que la globalización, junto con los vertiginosos cambios tecnológicos, tienen un fuerte influjo en los jóvenes. Se convierten en un escape que les haga olvidar aspectos que desde la religiosidad, no les suelen resolver los problemas o conflictos de su diario vivir. En el fondo, los jóvenes tienen temores a confrontarse consigo mismos y se refugian en otras cosas. Desde la problemática mencionada deseo realizar un acercamiento a la realidad de los jóvenes en relación con la indiferencia hacia lo religioso, en particular hacia los actos litúrgicos. Por este motivo he decidido tratar el tema siguiente: La indiferencia religiosa de los jóvenes en la liturgia, un análisis desde la religiosidad popular. Para tratar estos aspectos me he planteado las siguientes preguntas: ¿Por qué se está dando el fenómeno del bajo nivel de participación en los actos litúrgicos de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario? ¿Cómo la religiosidad popular puede ayudar a resolver el problema de la indiferencia religiosa en los actos litúrgicos de los jóvenes de la Parroquia San Calixto Caravario? JUSTIFICACIÓN Con la presente investigación pretendo indagar y analizar desde la parroquia San Calixto Caravario los motivos que influyen, en la indiferencia religiosa de los jóvenes en los actos litúrgicos. Desde ahí, ensayar una propuesta de resignificación del sentido de la dimensión litúrgica de la fe en los jóvenes, o sea cómo recuperar el sentido de la celebración cristiana en la juventud de hoy. 10 Los motivos por los cuales realizo esta investigación en el campo de los jóvenes, son: la pérdida del sentido de lo religioso y lo litúrgico; su bajo nivel de participación en los eventos o actos litúrgicos; su desubicación y desarraigo ante la sociedad que no les brinda los espacios suficientes para su completo desarrollo. – Un joven de hoy, da a entender que para él no existen espacios litúrgicos, por su nueva forma de vivir su inserción en la sociedad. Con frecuencia ha perdido la motivación para incluirse en el contexto religioso en el que desde su familia ha vivido y en el que vive, a veces a su pensar. Al Observar está realidad de la indiferencia religiosa de los jóvenes en los actos litúrgicos, nace en mí la preocupación por esta disminución de la práctica litúrgica, que cada vez va en aumento y así proyecto una investigación y profundización: La indiferencia religiosa de los jóvenes en los actos litúrgicos. Para ello me propongo realizar un acercamiento e investigación desde la parroquia San Calixto Caravario. El tema de los jóvenes y la liturgia es fuente valiosa para acercarnos a la religiosidad en nuestra sociedad actual. Lo que se puede hacer es buscar los mecanismos que ayuden a entrar en contacto con los jóvenes y descubrir el porqué de tal indiferencia religiosa en los actos litúrgicos. O tal vez la ciencia y tecnología reinantes son los factores que influyen negativamente en la escasa vivencia religiosa juvenil. Con esto no quiero decir categóricamente que la ciencia y la tecnología sean las causas de la problemática que tratamos. Ante la indiferencia religiosa de los jóvenes en los actos litúrgicos, pretendo proponer la recuperación del sentido o resignificación de la liturgia para ellos, (como momento celebrativo de la fe), que debe ser un medio de motivación y edificación espiritual del joven, y que es fuente de sentido de todo cristiano. Para llegar a concebir la experiencia religiosa como un encuentro con el ser trascendental (Dios) que le comunique un verdadero sentido a la vida de los jóvenes. 11 Por todo lo anterior, quiero rescatar la religiosidad popular y así darle ocasión al joven de vivir mejor su liturgia en nuestro tiempo, de modo que descubra ella un gran valor espiritual, en medio del fenómeno de globalización y secularización creciente en nuestro pueblo latinoamericano. OBJETIVOS Objetivo general Desde el análisis de la actitud religiosa de los jóvenes con respecto a los actos litúrgicos o sacramentales en la parroquia San Calixto Caravario, fundamentar teológicamente la pedagogía litúrgica que permita la compresión y vivencia de la misma y que lleve a los jóvenes a recuperar el sentido (resignificar) de la dimensión litúrgica de la fe. Objetivos específicos Analizar la realidad litúrgica de los jóvenes en la parroquia San Calixto Caravario. Valorar teológicamente las actitudes religiosas, que se dan en los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, para fundamentar la misma desde una teología litúrgica. Recuperar el sentido de la dimensión litúrgico-celebrativa de la fe en los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario. MARCO TEÓRICO Investigar sobre la indiferencia religiosa de los jóvenes en la liturgia, desde la religiosidad popular, es un acercamiento al fenómeno que se está viviendo en este 12 tiempo de un mundo globalizado. Partiremos desde el concepto que los mismos jóvenes se han planteado y la posible respuesta que dan en este ámbito religioso en referencia a Dios. Cuando se trata de analizar la indiferencia religiosa de los jóvenes, se perciben señales de peligro. En el contexto del desarrollo social actual, se dan diferentes razones para justificar la ausencia o la asistencia religiosa2, razones dadas por el afán de vivir el momento presente sin preocuparse del sentido que da a los demás aspectos de la vida. El documento del Celam de Puebla describe estas situaciones como: una juventud inconforme, cuestionante, creativa, sensible a los problemas sociales, deseosa de autenticidad y coherencia, dinámica y con grandes deseos de concretar sus ideales3. La juventud es una realidad central tanto para el presente como para las posibilidades futuras de su desarrollo histórico4. Se puede afirmar que de la juventud depende la vitalidad de la Iglesia y sobre todo su riqueza vivencial y espiritual que puede tener en pleno siglo XXI. Por ello, la urgencia de investigar el fenómeno de la indiferencia religiosa que se está presentado cada vez con mayor ímpetu, sin olvidar que la globalización tiene un fuerte influjo en el desarrollo de las ciencias y la tecnología, y a su vez causan modificaciones en los contextos juveniles.5 La situación actual, no es fácil, pues se vive en medio dos campos enfrentados: por un lado los que son fieles a Dios o a un tipo de creencia religiosa y por otro lado los que se han rebelado contra Dios o viven indiferentes o lejanos a esta 2 HUERTA, María A. y PALACIO, Luis. América Latina: realidad y perspectiva. Colombia, Gráfica, 1992, 527. GUTIÉRREZ, Rafael y CÓRDOBA, Juan., 310. 4 HUERTA, María A. y PALACIO, Luis, 523. 5 Ibíd, 530. 3 13 realidad de fe. El enfrentamiento en ambos lados debe ser clarificado para no caer en falsas interpretaciones y perspectivas sobre la indiferencia religiosa actual. Una de las razones más profundas es la escasa Evangelización de nuestros jóvenes. Sobre todo, no tenemos valor para hablar a los jóvenes desde nuestra experiencia religiosa. Somos demasiado temerosos, en decir a los jóvenes que Dios es un ser espiritual que existe por sí mismo, que ha existido siempre, que es la realidad absoluta, que no podemos alcanzarlo por nuestras propias fuerzas, pero que si es imitable desde su acción hacia la humanidad6. (Somos demasiado temerosos también para anunciar a los Jóvenes y al mundo que CRISTO es el Hijo de Dios, el Salvador… Que Dios, el Padre, lo envió al mundo, se hizo hombre, compartió nuestra aventura de vivir, enfrentó el dolor, la muerte, para salvarnos y triunfó del mal. Y que en la Eucaristía y en los otros sacramentos, (esa es la liturgia) se ha quedado compartiendo nuestro camino, siendo nuestro alimento espiritual) Evangelizar supone ante todo acercarse a los jóvenes, sin motivaciones ocultas que los utilizan o manipulan. Se escucha con alguna frecuencia: “Desconfiaremos de los que quieren recuperar la búsqueda religiosa de los jóvenes con fines de seducción personal o con fines políticos”, la auténtica actitud frente a los jóvenes no podrá ser sino un proceso educativo consecuente”7. Se ha confundido con frecuencia el origen de la idea que tenemos de Dios, con lo que el hombre no puede comprender, con lo que no puede controlar o con lo que se le escapa a su dominio por su complejidad. La educación religiosa de un joven, es un tema complejo y que no se ha resuelto pedagógicamente. Una educación de los jóvenes en la fe, que no vaya 6 SCHERMANN, Rudolf, El Dios de los Adolescente y Jóvenes, Madrid, Fax, 1980, 33 – 39. Ibíd, 105. 7 14 acompañada de una evolución de la fe de los padres, planteará siempre problemas psicológicos, y creará un distanciamiento de los jóvenes. Los padres tendrán frecuentemente la impresión de que sus hijos son indiferentes e incluso opuestos a su propia fe8. La formación religiosa que se dio a los jóvenes en generaciones anteriores no era muy acertada en su conjunto, más bien era demasiado convencional, abstracta, separada de la realidad vivida de la fe. Hoy se cae en el error inverso, el formalismo conceptual queda sustituido por un formalismo existencial, la objetividad de la fe corre el riesgo de disolverse en un vaga creencia, sentimental, completamente subjetiva. La búsqueda religiosa de los jóvenes, la profundización de la fe, no responde adecuadamente a las inquietudes y turbaciones de los muchachos, que llegan a poner en duda a Dios, entonces se teme que su existencia se esfume de los ojos de los jóvenes. Es decir, que la búsqueda que tienen los jóvenes, conduce a poner en tela de juicio las verdades fundamentales de la fe9. En la formación religiosa se ha pasado de una conceptualización, de una intelectualización excesiva del misterio cristiano, a un anti-intelectualismo que parece no menos peligroso. Ya no se vincula la enseñanza y la pedagogía cristiana a una teología. Lo cual desemboca paradójicamente en otra forma de intelectualismo, el del humanismo contemporáneo10. Los jóvenes esperan otra cosa de la Iglesia. No los atrae ni una presentación puramente conceptual del mensaje de Cristo, ni su reducción a un humanismo teñido de filantropía. Cuando nos enfrentamos con una pedagogía de la fe, partimos de una cierta idea sobre los jóvenes, y manejamos una imagen más bien 8 BAGOT, Jean Pierre y DEBRAY Pierre, Los Jóvenes y Dios, Salamanca, Sígueme, 1969, 18. Ibíd, 18 – 19. 10 Ibíd, 23 – 24. 9 15 superficial, que se puede expresar de esta manera: “los jóvenes piensan esto; los jóvenes piensan lo otro; y nunca nos interrogamos ¿Qué sabemos exactamente de ellos?11. Los jóvenes tienen actualmente una actitud global bastante similar con respecto al mundo, a pesar de sus diversas condiciones de vida. Esa actitud se apoya en cierta sensación del aplastamiento y en la percepción de ruptura con el mundo de los adultos. Están insertos en un universo distinto en el que se los comprende menos, en el que hay poca preparación para recibirlos material y moralmente; esto se debe a que el mundo cambia con demasiada rapidez y los adultos mismos están desfasados. Éstos tienen la impresión de encontrarse un poco extraños y hasta excluidos. Los jóvenes tienen entonces la impresión de encontrarse frente a personas que los desconocen e incluso los oprimen pretendiendo orientar sus vidas12. La educación religiosa resulta entonces extraordinariamente difícil. Cuando se parte desde las mismas realidades espirituales que no empalman ni se adecúan con las realidades humanas que viven los jóvenes. Cuando carecen de signos e imaginarios a partir de los cuales se les ofrezca la apertura a algo sagrado que al menos les interese13. El cristianismo es religioso sin duda, puesto que asume todas las virtudes humanas y, por tanto la virtud de la religión. Sin embargo, fundamentalmente es ante todo una fe, no un mero impulso humano, sino una intervención de Dios que entabla alianza con el hombre que educa al hombre, que exige una respuesta libre que se eleva hasta él14. 11 Ibíd, 39. Ibíd, 52 – 55. 13 Ibíd, 62. 14 Ibíd, 127. 12 16 En el trabajo de reflexión teológica que estamos haciendo, debemos tener en cuentas algunas de las categorías fundamentales para elaborar esta investigación. a. La Liturgia y los elementos que ella presenta para dar sentido a la celebración; b. La religiosidad popular en el contexto actual; c. El sentido de Dios que deben tener los jóvenes como eje transversal en su vida diaria. A partir de estos elementos podremos identificar la indiferencia religiosa que vemos en lo jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario. a. La primera categoría que se presenta es la Liturgia. Etimológicamente significa servicio social, (liturgia viene de dos raíces griegas: Leit, de Laos, pueblo y Urgia, acción o trabajo. Se trata de una acción común, nunca acción personal aislada). Liturgia es acción, trabajo y además realizada por un grupo. La liturgia es esencialmente un servicio externo, una acción visible donde el pueblo rinde un culto a Dios15. La liturgia es una acción con repercusión social, tiene una regulación y es presidida por la autoridad eclesial. En la celebración litúrgica han de corresponder los actos internos y externos con los que expresamos nuestra fe. La acción litúrgica – como es una acción común – debe preservarse de una visión puramente individual y devocional.16. b. Una segunda categoría es la Religiosidad popular como una dimensión profunda de la persona humana por la que está referida a la divinidad, como a su realidad fundante, al totalmente otro, al ser trascendente. La Religiosidad popular tiene su propio lenguaje y maneras de expresión, mucho más en el aspecto simbólico que en lo fríamente racional17. 15 GOMÁ, Isidro, El valor educativo de la Liturgia, España, Librero, 1945, 124. Ibíd,125 17 Ibíd, 29 – 31. 16 17 Se debe tener en cuenta el concepto de pueblo que se use. Podemos distinguir cuatro aspectos: 1. Lo popular como contrapuesto a lo establecido oficialmente en cuanto a la expresión religiosa. 2. Lo popular en relación con la religiosidad: se considera lo popular, sencillo, como opuesto a una religiosidad ilustrada, es decir: la religión o la fe popular sería sinónimo de una fe no profundizada o reflexionada a nivel catequístico y teológico. 3. A partir de un análisis socio-económico y político, la religiosidad popular se concibe como expresión auténtica de las aspiraciones de la clase dominada, e instrumento de liberación política y del cambio profundo que la Iglesia necesita para convertirse en Iglesia de los pobres. 4. El pueblo cristiano tomado como las masas populares cristianas que fue considerad en Puebla de la siguiente manera: “entendemos (por religiosidad popular) el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas que de esas convicciones se derivan y las expresiones que las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión adopta en un pueblo determinado”18. Cuando se quiere hablar de la indiferencia religiosa de los jóvenes es necesario, remitirnos a la experiencia que cada persona tiene de Dios en el contorno que lo rodea. La postura de los jóvenes ante Dios pasa por la plataforma de su propia condición personal. En efecto, Dios el misterio o cualquier otro simbolismo a través del cual lo trascendente aparece como significativo para el hombre, es experimentado siempre en el horizonte de la condición humana, también hay que tener en cuenta la opción positiva o negativa de la fe que se realiza desde un contexto personal y ambiental determinado19. Solamente así podemos saber si hay un cierto sentido de Dios en los jóvenes. 18 Ibíd, 28. CALAVIA, Miguel A., El sentido de Dios; la trascendencia, un reto a la pastoral juvenil, Madrid, CCS, 1985, 87. 19 18 c. Cómo llegan a tener un sentido de Dios los jóvenes. A partir de tres núcleos básicos: 1. sentido naturalista, 2. Sentido individualista (o egoísta) 3. Sentido ético de Dios. Nos detendremos con más énfasis en el primero de estos núcleos. El sentido naturalista de Dios, como forma de una mentalidad y de una expresión, en las que aparece el sentido de Dios como término de un caminar del hombre hacia Él, sin una referencia directa a los datos de la Revelación centrados en Jesucristo. En la búsqueda meramente naturalista, Dios es la consecuencia lógica de razonamientos y exigencia de satisfacer las necesidades. Dios se identifica con los sentimientos y tendencias de los jóvenes. Esto significa sacrificar la Otreidad de Dios20. Con una visión de Dios de este estilo, que podemos considerar como una catequesis incompleta, más cercana de una “teodicea” que del mismo Evangelio, se puede llegar a tener un sentido inauténtico de Dios, libre de una manipulación del ser humano, con una significación influyente en la vida. Ciertas presentaciones de la doctrina de la Iglesia, o los acercamientos a la realidad social y cultural, pueden influir de hecho en nuevas o distorsionadas visiones sobre Dios. Podríamos suponer que estarían a la raíz de la indiferencia religiosa. El presente trabajo de investigación tiene en cuenta varios autores que analizan la problemática sobre la indiferencia religiosa. Sin olvidar el testimonio del mundo juvenil y su sentido que tiene de Dios. Y con relación a la dificultad de la participación de los jóvenes en los actos litúrgicos, estos análisis nos ayudarán a proponer el sentido que se les debe presentar para integrarlos en su vida concreta. Y para dicha investigación presentamos los siguientes autores que sirven de base: Bagot Jean Pierra, “Los jóvenes y Dios”, que nos presenta el sentido que los jóvenes tienen sobre el Ser trascendental. Calavia Miguel Ángel, El sentido de 20 Ibíd, 94. 19 Dios: “la trascendencia, un reto a la pastoral juvenil” nos ofrece los elementos para la propuesta que se ofrecería a los jóvenes para la resignificación recuperando el sentido de las acciones litúrgicas. Huerta María y Pacheco Luis, “América latina: realidad y perspectiva” que brinda una contextualización de la realidad que se está viviendo en nuestra época actual. METODOLOGÍA Para la elaboración y desarrollo del presente trabajo de investigación y profundización, se utilizará el método hermenéutico sugerido por el Padre Alberto Parra en su obra Texto, contexto y pretexto.21 Consideramos como adecuado este método para realizar una sistematización de la investigación que realizaremos. El trabajo hermenéutico sobre el texto no puede abordarse al margen o con independencia de su intérprete. Lo que intenta esté método es un acercamiento a la distancia que hay entre el texto y su intérprete, es decir entre objeto y sujeto. En donde la alteridad del texto y su objetividad deben ser siempre salvaguardadas. También se puede definir que la hermenéutica, no persigue un objetivismo ni un historicismo, ni un sentido en sí que pueda ser contradictorio a la pregunta del intérprete que interroga por el sentido22. Ahora bien este proceso metodológico nos ha de situar en tres momentos que son muy importantes y elementales para nuestra investigación: el primero como pretexto en cuanto una praxis de liberación; el segundo como contexto en cuanto reflexión crítica transformadora de la situación; el tercer es el texto en cuanto luz de la fe, de la revelación y del deposito de la tradición23. 21 PARRA, Alberto, Textos, Contexto y Pretexto, Bogotá, PUJ, 2003, 31 – 33 Ibíd. 23 Ibíd, 313. 22 20 Cuando se habla de una praxis liberadora deben estar presentes varios aspectos. Praxis liberadora es un acto primero y fundamental, con la finalidad pretextual de teologizar el horizonte de la tradición y de la fe, en donde se legitima y se posibilita como pregunta por el bien humano comprendido y actuado a la luz de Dios y de su plan de salvación. Ahora cuando se habla de una reflexión crítica se hace referencia a una práctica de desvelamiento del gran texto social de cual estamos muy rodeados24. El análisis teológico de la realidad quiere ser una lectura al sistema, ayudado desde los análisis real y social que viven los jóvenes en el horizonte de la revelación, en la obediencia de la fe, desde y para una praxis participativa de los jóvenes en los actos litúrgicos y en orden a que el sistema social le permita relacionarse con Dios. En resumen se puede afirmar que el texto ofrece a nuestro contexto el hacer viva y operante la comunicaciónde sentido que se ofrece desde la revelación y la fe25. La formación en la fe deja de ser simplemente un asunto de instrucción, de aprendizaje de una doctrina, deja de ser una repetición conceptual 26, y debe llegar a ser una acción vivida desde las diferentes facetas de los mismos jóvenes, es decir que esto se da en la práctica diaria en un contexto concreto. Este método ayudará a desarrollar el tema, abordando la realidad de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, en un primer momento. Luego se muestra el significado teológico de la religiosidad popular en los jóvenes, dando como resultado desde la religiosidad popular lineamientos para la liturgia juvenil. 24 Ibíd. Ibíd, 324 – 325. 26 Ibíd, 93. 25 21 Con este método lo que queremos comprender o explicar, no es algo oculto, sino que se manifiesta presente en la realidad creacional e histórica, y nos ofrece medios de posibilidad de acceso al conocimiento de Dios27 y en nuestro caso nos permite acercarnos en profundidad a la indiferencia de los jóvenes en la participación a los actos litúrgicos. El tipo de estudio es de alcance descriptivo, explicativo y propositivo. Descriptivo y explicativo porque se analiza con detalle la realidad de la indiferencia religiosa de los jóvenes, para luego explicar el significado teológico que ellos ya tienen. Propositivo por que se tratará de ofrecer alternativas pastorales para crear una liturgia juvenil viva, festiva, gozosa, que contribuya a la edificación espiritual de los jóvenes y que responda a la creciente la indiferencia religiosa. ESTRUCTURA DEL TRABAJO El presente trabajo de investigación estará distribuido en tres capítulos: En primer capítulo se analizará la realidad litúrgica de los jóvenes de la parroquia san Calixto Caravario desde el contexto que nos presenta la metodología indicada anterior mente. El segundo capítulo realizaremos un acercamiento al valor teológico de las actitudes religiosas, que desde la religiosidad popular se dan en los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, para fundamentar la misma desde una teología litúrgica. Y en tercer capitulo se presentará la propuesta de la resignificación del sentido de la dimensión litúrgica de la fe en los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario. 27 PARRA Alberto, 264 – 268. 22 CAPÍTULO PRIMERO LA REALIDAD LITÚRGICA DE LOS JÓVENES DE LA PARROQUIA SAN CALIXTO CARAVARIO En este primer capítulo para poder responder a este tema de la realidad litúrgica de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, hacemos una aproximación al contexto histórico-geográfico, para luego indagar la situación litúrgica de los jóvenes, además se buscará las causas de la indiferencia religiosa que existe en ellos hacia los actos litúrgicos. 1. Descripción histórico-geográfica donde se encuentra ubicada la parroquia San Calixto Caravario. En 1935, cuando la Congregación Salesiana en la Provincia de Bogotá, siendo provincial el Sacerdote José María Bertola, se organizaba al sur de la ciudad de Bogotá, que para ese entonces comenzaba en la calle primera, con el barrio Las Cruces, se adquirieron unos terrenos para dar origen, a los que hoy es la obra del 20 de Julio, el Santuario al Divino Niño Jesús; al norte de la ciudad y más allá de lo que era la población de Usaquén, la Comunidad Salesiana recibía la finca de “El Porvenir” como donación del Señor Fernando Ortega, el 11 de julio de 193828. Desde entonces cada domingo se desplazan hacia los sectores de los cerros, equipos de agentes pastorales integrados por un sacerdote, varios seminaristas, catequistas, religiosos, religiosas y laicos para encontrarse con los animadores locales. Ellos se ocupan de la animación eucarística, preparación presacramental, atención a los enfermos, a las familias pobres, a los niños y movimientos juveniles29. Como se observa la comunidad Salesiana de “El Porvenir” hoy 28 29 DÍAZ, Rodrigo, Santo Tomás de Aquino “El Porvenir”, Bogotá, 2000, 65. Ibíd, 68. 23 Estudiantado Teológico ha acompañado la historia y la vida de estos barrios de Cerro Norte, Santa Celia Alta y Baja, Villa Nidia, La Perla y Arauquita que forman parte hoy en día de la parroquia San Calixto Caravario, que ha sido erigida canónicamente en la Arquidiócesis de Bogotá según decreto N° 921 del 12 diciembre de 200230. Pero, al mismo tiempo, cabe aclarar que estos barrios que componen actualmente la parroquia San Calixto Caravario, correspondían a la parroquia San Juan Bosco que se encuentra ubicada en la carrera séptima con calle ciento setenta: “Erígese la mencionada Parroquia San Juan Bosco de El Porvenir. Los linderos serán los siguientes: la cañada Torca desde la cuchilla hasta el camino del ferrocarril del norte; éste hacia Bogotá hasta una zanja en frente al camino de la Sonora, dicha zanja hacia los cerros y quebradas de El Cedro; está por su canal más septentrional, hasta su nacimiento y luego la cuchilla hasta la Cañada de Torca. Dado en Bogotá el 10 de diciembre de 1949”31. Con el transcurrir del tiempo y viendo el área inmensa que posee la parroquia San Juan Bosco, se ve la necesidad de poder delegar funciones administrativas y pastorales, para dar una mejor asistencia a los feligreses y en especial a los jóvenes, se inicia los procedimientos respectivos para crear la parroquia San Calixto Caravario. El nacimiento de la parroquia San Calixto Caravario, se hace como expresión de un deber y misión pastoral, debido a que en los lugares mencionados se encuentra la comunidad de los Salesianos, los cuales se sienten llamados por 30 31 DÍAZ, Jesús, Proyecto Educativo-Parroquial, Parroquia San Calixto Caravario, 2005, 3. DÍAZ, Rodrigo, 67. 24 Dios a atender pastoralmente a las clases populares, como es una de sus finalidades y especialmente a los jóvenes pobres y abandonados32. La presencia de los Salesianos en los cerros inicia con el Reverendo Padre Frýdecký, y un buen grupo de estudiantes de teología: Bernardo Hoyos, quien vuelve después de ser ordenado sacerdote en la ciudad de Medellín, Irenarco Ardila, Mario Restrepo, Leonel Sánchez, Juan Asís Duque, Luis Cáceres, Rafael Triana, Jorge Toro, Orlando González, Jorge Marulanda, quien estuvo presente durante cuatro años consecutivos; y, al mismo tiempo, un grupo nutrido de seglares comprometidos que han colaborado en formas muy variadas en todos los tiempos33. Así la Comunidad Salesiana a través de la parroquia San Calixto Caravario, ha querido ser una presencia pastoral. Por este motivo, la preocupación ha sido llevar el anuncio del Santo Evangelio, la educación de la fe, la formación de una comunidad auténticamente cristiana unida, fraterna y creadora, desde el conocimiento y vivencia del Evangelio de Cristo; al mismo tiempo, prestando una atención especial a los jóvenes, ancianos y enfermos. Y como la finalidad es pastoral, desde los inicios se acompaña, en formas y grados diversos, todos los pasos y logros importantes que ha obtenido la comunidad34. Debido al interés de impartir una formación integral y dignificante de la persona humana, ha tenido que pasar por una suerte de dificultades, por intereses ajenos a la misión 35. Ahora bien, la naciente parroquia San Calixto Caravario, se ubica en Usaquén que es una localidad de contrastes, que se encuentra ubicada al norte de Bogotá, zona muy apetecida para las viviendas de todo tipo, dicha localidad es el hábitat de notables políticos y empresarios y más arriba, en su extremo oriental hay unos 32 DÍAZ, Jesús, 2. PONGUTÁ, Silvestre, Carta abierta a la Comunidad del Cerro Norte - San Cristóbal, Bogotá, 1976, 1. 34 Ibíd, 2. 35 DÍAZ, Jesús, 5. 33 25 cerros que prometen purificar el aire capitalino, en donde vive gente de estratos bajos, en los cuales habitan un poco más de cuatrocientas mil personas, en los cerros hay ciento cincuenta mil y de éstos, cerca de sesenta mil se ubican en los barrios: Santa Cecilia Alta y Baja, La Perla, Villa Nidia, Cerro Norte y Arauquita36. Al mismo tiempo, se tiene que tener en cuenta que no es nada fácil vivir en una zona declarada reserva forestal, como los cerros orientales de Bogotá 37. Esos barrios nacieron acá, hace más de cuarenta años y las viviendas fueron legalizadas, pues en la mayoría de los casos han nacido como invasión, debido al desplazamiento forzado que han tenido muchos de ellos y tienen que vivir muchas familias en Colombia38. 2. Análisis de la realidad de la Parroquia San Calixto Caravario Realizado ya el recorrido de lo histórico-geográfico en donde se encuentra ubicada la parroquia San Calixto Caravario e identificado los elementos que surgen de la misma, se puede tratar de analizar la realidad en la cual se encuentra sumergida la parroquia desde la situación de los barrios que la componen, que en la actualidad se siente bajo la amenaza de la violencia por causa del microtráfico de diferentes tipos de drogas como son: marihuana, bazuco, pegante, bareto y otros. Existen numerosos núcleos de jóvenes que van creando grupos de pandillas que pierden poco a poco el respeto por los habitantes de la misma zona39. Ante esta situación la parroquia tiene que es una porción de la Iglesia universal en un territorio preciso, es el rostro de la Iglesia que la gente encuentra cerca de su 36 SANTOS, Alejandro, “Cerros de Usaquén: entre el miedo y la incertidumbre” (agosto 2010), http://www.semana.com (consultado el 28 de febrero de 2013). 37 Ibíd. 38 DÍAZ, Jesús, 4. 39 Fuente: Secretaria de Integración Social – Servitá. http://www.integracionsocial.gov.co/ Consultado marzo de 2013. 26 propia casa, allí donde vive; la parroquia no es principalmente una estructura, un territorio, un edificio40, sino que tiene una influencia fuerte en la mentalidad de los jóvenes y los feligreses mayores. Al mismo tiempo, se puede decir que en la parroquia San Calixto Caravario, se experimenta una cierta tensión que viven los habitantes de la zona, por la infiltración de personas ajenas, que hacen una mala interpretación de la presencia de la Comunidad Salesiana. Los mismos miembros de la comunidad salesiana han aclarado sus profundas motivaciones: “No vamos a adquirir prestigio personal o comunitario, ni a mandar o dominar en el barrio. Al principio quizás se estuvo presente en varias cuestiones organizativas y de suplencia porque se estaba en los comienzos; pero eso fue disminuyendo poco a poco hasta desaparecer prácticamente”41. Debido a la mala interpretación que se estaba generando con la presencia de los Salesianos en los Cerros Orientales, por su acción pastoral de intentar colaborar en la formación espiritual y buscando siempre el bienestar familiar de los habitantes, el Sacerdote Salesiano Silvestre Pongutá, hace la siguiente aclaración: “Esto lo hemos hecho conscientemente, pues no queremos una comunidad que tenga que estar eternamente dependiente de una persona, sino una comunidad que piense, busque, luche y decida libremente, sin imposiciones de ninguna clase. No queremos una comunidad que, porque todo se le hace o todo se le da, se queda sin iniciativa, sin creatividad, sin compromiso, sin progreso y sin ser dueña verdaderamente de su propio destino”42. 40 DÍAZ, Jesús, 3. PONGUTÁ, Silvestre, 2. 42 Ibíd. 41 27 Con el transcurrir del tiempo está mentalidad, que se había creado en referencia a presencia de los Salesianos que buscaban un prestigio para sí, se fue perdiendo en los habitantes de los Cerros, pero, se presentaron otro tipo de dificultades, que influyen en la misión que tiene la parroquia San Calixto Caravario, de los cuales se puede citar: el deterioro en la estructura familiar, el bajo nivel académico de los jóvenes, la ignorancia religiosa y la incoherencia entre la fe y la doctrina con la vida, ausencia de catequesis permanente para adultos, desempleo y escasos recursos económicos, carencia de capacitación a todo nivel, y la gente se acostumbró a recibir (paternalismo). También se puede mencionar que la realidad que se está viviendo, es una fuerte indiferencia hacia los sacramentos, la unión libre a nivel de familia y es muy fuerte el desempleo, es decir, no hay oportunidad de que puedan salir adelante los jóvenes y sus padres43. Esta radiografía del panorama que vive la parroquia San Calixto Caravario, lleva a pensar que lo importante no es saber si los jóvenes se plantean o no interrogantes sobre la realidad de la desintegración familiar, los malos resultados académicos, la ignorancia religiosa y la ausencia en la formación catequética, sino con qué contenidos, con cuáles motivaciones y con qué intencionalidad se pretende abordar las problemática que viven los jóvenes, que es muy probable que giren en torno a las circunstancias de crisis trascendentales, por qué creemos que ellos han perdido su sentido a los actos litúrgicos. Si está inserto en esa realidad, se podría pensar que la expresión de E. Schillebeeckx, sobre la realidad de las iglesias, es visible en la parroquia San Calixto Caravario: […] la razón primordial de que nuestras iglesias se quedan vacías parece residir en que los cristianos estamos perdiendo la capacidad de presentar el evangelio a los hombres de hoy con una fidelidad creativa, imaginativa, con una humildad evangélica, como una noticia […] y ¿Quién querrá escuchar lo que ya no se presenta como una noticia alentadora, sonadora, fecunda 43 DÍAZ, Jesús, 6. 28 especialmente si se anuncia en un tono autoritario, arrogante, intransigente invocando el evangelio?44. Schillebeekx, hace un diagnóstico sobre la realidad que se está presentando hoy por hoy en la Iglesia, que sería aplicable a la parroquia San Calixto Caravario, que cada vez se está quedando con la presencia de personas de la tercera edad y los jóvenes se marchan, porque los actos litúrgicos no les atraen hacia un encuentro con el Ser trascendente. Se puede decir, que el Evangelio no está siendo trasmitido a los jóvenes, con sentido esperanzador, sino como reglas morales, que a todo se le encuentra prohibiciones, en donde la vida de ellos es muy diferente por la mentalidad que el mundo globalizante les está creando. Un mundo globalizante donde lo superficial es lo importante y no deja opciones para pensar en un futuro cercano, ni lejano, es inmediatista, que tiene que vivir el instante45. Los jóvenes que se encuentran en el territorio de la parroquia San Calixto Caravario y por la situación que viven son propensos a adquirir está mentalidad que el mundo le ofrece en este momento, pero también hay otros elementos que influyen en ellos como son las pandillas, drogadicción, violencia intrafamiliar, el desempleo, maternidad juvenil, pobreza y miseria creciente, lleva a los jóvenes a pensar en solucionar las urgencias más inmediatas y a veces superficiales, sin preocuparse ni estar pensando en participar en los actos litúrgicos. Todos estos aspectos pueden incidir a la hora de abordar el tema litúrgico en la vivencia de cada joven, que habita en la parroquia San Calixto Caravario y al 44 PAGOLA, José, Es bueno Creer, para una Teología de la Esperanza, Madrid, San Pablo, 1996, 4-5. MORAL, José Luis, ¿Jóvenes sin fe? manual de primeros auxiliados para reconstruir con los jóvenes la fe y la religión, Madrid, PPC, 2007, 41. 45 29 mismo tiempo, pueden ser la clave de tal indiferencia que se va creando con el tiempo hacia los actos litúrgicos y su participación a los mismos. 3. Descripción del problema litúrgico de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario A la hora de acercarse a la realidad del problema litúrgico de los jóvenes, es necesario tener claro que se trata de una realidad compleja y dinámica, debido a los diversos factores que pueden influir en su compresión y a la mirada propia con la que se aborde. Desde una visión general, puede ser definida como una etapa cronológica, un tiempo de vida, espacio de preparación46. La mayor parte de los jóvenes viven en los cerros orientales de la ciudad y provienen de otras regiones, desplazados por la pobreza o la violencia 47. En medio de los habitantes hay gente buena y trabajadora que ha superado con esfuerzos muchos problemas; se observan otras situaciones típicas de las grandes ciudades: pobreza o miseria, familias irregulares, pandillas juveniles, ancianos abandonados, y otros48. Cuando se trata de analizar la problemática de los jóvenes en los actos litúrgicos se perciben señales de peligro. En un contexto de desarrollo social en donde se da mayor interés a lo que se produce y no tanto a lo que se puede ser como persona. En estas circunstancias, por la influencia del afán de vivir el momento presente y no dar un verdadero sentido a todo aquello que rodea al joven, se da una gran desigualdad en la asistencia religiosa49, 46 MORAL, José Luis, 42. Fuente: Secretaria de Integración Social – Servitá. http://www.integracionsocial.gov.co/ Consultado marzo de 2013. 48 Ibíd. 49 HUERTA, María A. y PALACIO, 527. 47 30 Enfrentar la situación actual, para los jóvenes no es fácil según el curso de la evolución histórica. Se viven dos campos enfrentados: por un lado tenemos los que son fieles a Dios, que han tenido una fuerte influencia familiar en la formación religiosa y, por otro lado, los que se han rebelado contra Dios, que han ido perdiendo el sentido a los actos litúrgico, algunos de ellos viven en un dualismo de vida o en una dicotomía que, les hace caer en falsas interpretaciones y perspectivas sobre la problemática litúrgica que se les presenta hoy en día. No se tiene el valor para hablar a los jóvenes desde una experiencia litúrgica, porque se ha caído en un mundo lleno de demasiados temores, es decir, a los jóvenes ya no les llama la atención que Dios es un ser espiritual que existe por sí mismo. Que Dios ha existido siempre, es absolutamente claro e infinitamente incansable, pero si imitable desde la acción hacia la humanidad50. Los jóvenes tienen actualmente una actitud abierta para aceptar muchas cosas e integrarlas, es decir, que están muy inmersos en todo aquello que les presenta el mundo, a pesar de sus diversas condiciones de vida. Esa actitud se apoya en cierta sensación de ser dominados por otras mentalidades y en la percepción de ruptura con el mundo de los adultos. Ellos están insertos en un universo distinto en el que se los comprende menos, en el que hay poca preparación para recibirlos material y moralmente; esto se debe a que el mundo cambia con demasiada rapidez y los mismos adultos se sienten desfasados51. Tienen la impresión de encontrarse como un poco extraños y hasta excluidos. Los jóvenes tienen entonces la impresión de encontrarse frente a personas que los desconocen e incluso los oprimen pretendiendo orientar sus vidas52. 50 SCHERMANN, Rudolf, 33 – 39. MORAL, José Luis, 45. 52 Ibíd, 52 – 55. 51 31 Ahora bien es importante señalar la problemática litúrgica de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario desde la encuesta realizada por el observatorio de juventud del Servicio Catequístico Salesiano, de la inspectoría San Pedro Claver de Bogotá53, la cual ayudará a tener un panorama más real de lo que se ha mencionado en los párrafos anteriores. Cabe destacar que la siguiente encuesta fue realizada por el observatorio de la juventud del Servicio Catequístico Salesiano, Inspectoría San Pedro Claver de Bogotá, en donde fiel a su naturaleza durante 2010 realizó dicha investigación de la realidad juvenil, que abarcó un total de 4.209 participantes entre los rangos de edad de los 15 a 25 años. Más del 86,2% se encuentran en la adolescencia tardía, es decir, entre 15 y 19 años.54 Un grupo de jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario fueron parte de la investigación juvenil. Para confirmar lo mencionado se analiza algunos datos específicos en cuanto a la vida religiosa de los jóvenes, partiendo de su pertenencia, identificación, práctica en los sacramentos (Eucaristía, penitencia, confirmación) y conocimiento de la parroquia como tal, desde la encuesta realizada. Lo cual sirve de parámetro para aplicarla en la investigación sobre la indiferencia religiosa de los jóvenes a los actos litúrgicos. 3.1. Pertenencia a lo Religioso En el ámbito de la pertenencia es muy fuerte el porcentaje (91%) de jóvenes para quienes lo religioso tiene importancia en su vida. Aquí hay todavía un “Humus religioso profundo”55. Para ese grupo juvenil la religión no ha perdido importancia en nuestra sociedad, sigue siendo referente de sentido, ofreciendo pautas para 53 HERRÁN, Julio y LASSO, Rafael, Encuesta sobre el Análisis de la realidad Juvenil en Colombia, SCS, Bogotá, 2010, 1. 54 Ibíd, 2. 55 Ibíd, 4. 32 superar el sin-sentido y afrontar el sufrimiento56. Mantiene la memoria de tradiciones humanistas cuya pérdida empobrecería la cultura. Una religión que solo se acredita si consigue que sus seguidores crezcan en humanidad y en dignidad. La creencia religiosa es más rica que la habitual percepción de la misma57. Además se menciona que un 13% de los jóvenes manifiestan rechazo más fuerte a la Iglesia que frente a Dios. Pero se ve que el problema no es Dios sino la mediación en este caso la Iglesia. Es decir, que los jóvenes ven con insatisfacción a la Iglesia. No se la está viendo como “momento intrínseco, necesario y válido de nuestra propia fe cristiana”58 en donde, el discurso sobre Dios practicado por los teólogos y predicadores con frecuencia suena agotado, como una lengua muerta. Puede inducir a los jóvenes a pensar en Dios como un gran objeto fuera de la realidad, más allá de nosotros. Que no cuestiona, no despierta el amor a Dios y a Jesucristo, no conmueve, no convence, no compromete. Se necesita un lenguaje más rico y adecuado y cercano a la realidad que los jóvenes viven para que lo lleve a una verdadera reflexión sobre la fe59. Se da una tendencia en la que se está aumentando hacia la indiferencia de los jóvenes en los aspectos religiosos, debido a la situaciones que han sido mencionadas anteriormente, aunque en otro sentido se observa a grupos de jóvenes que buscan una identificación con lo religioso en los actos litúrgicos, desde un pluralismo cultural que se da por la falta de una identidad religiosa que no se ha afianzado en vida cristiana familiar. 56 MORAL, José Luis, 45. GARCÍA, Jaime y SILVA, Arturo, ASPECTOS RELIGIOSO; Análisis de la realidad Juvenil, capítulo VIII, Bogotá, SCS, 2010, 2. 58 MORAL, José Luis, 47 59 Ibíd. 2. 57 33 3.2. Identificación con lo religioso Cuando se habla de la identificación de los jóvenes con lo religioso se nota una gran crisis de identidad, el 81,86% se declaran practicantes ellos frente a un 21,8% que dicen no ser practicantes La diferencia entre ambos se vuelve más sorprendente (2,8%), si aceptamos la hipótesis de que “quien se siente identificado y comprometido como practicante de su credo religioso es aquel que se empeña en vivir y en cumplir de acuerdo con las enseñanzas, las doctrinas, los ritos y las normas éticas que le impone a sugiere su fe religiosa”60. La identificación de los jóvenes con lo religioso se inicia muy temprano en la vida con el influjo de la vida familiar, que comunica o no la presencia de la imagen de Dios, es decir, tener la imagen de Dios es fundamental para el crecimiento en la fe, de manera adulta y alegre. Platón nos menciona que: “La cuestión más importante es pensar correctamente el tema de los dioses”61. La identificación con lo religioso en los jóvenes está en el fondo de los problemas interiores que ellos tienen. Para que lo religioso llegue a ser una forma de vida, que sane la interioridad, para que la persona sea mejor, más persona y pueda crear su propia identidad. 3.3. Práctica en los sacramentos En este punto se hace referencia a la vivencia o práctica de los sacramentos específicamente a la participación de la eucaristía, a la penitencia y al sacramento de la confirmación, que tienen más incidencia en su vida62. 60 GARCÍA, Jaime y SILVA, Arturo, 5. MORAL, José Luis, 45. 62 GARCÍA, Jaime y SILVA, Arturo, 2. 61 34 Esta práctica de los sacramentos en los jóvenes se enfrenta con la vivencia que ellos tienen, al reducir la práctica religiosa a oraciones de petición de ayuda, libres espontáneas, rezos del Padre nuestro, Ave María, y otros63. No podemos decir que estos datos nos permiten establecer un juicio definido sobre el contenido de la oración juvenil, más bien nos cuestionan sobre si estas prácticas favorecen o no una fe infantil o una fe adulta, de modo que el ser humano pueda sentirse responsable, y libre frente a su propia vida y la vida de los demás64. El problema de fondo radica en que la práctica sacramental es vivida por nuestros jóvenes como práctica religiosa impuesta. El rito y la ideología le ganan a lo simbólico que es lo más importante. No podemos olvidar que los sacramentos no son ritos religiosos vacíos, impuestos…, sino símbolos que expresan las realidades fundamentales que comportan la fe en Jesús y en su proyecto del Reino. “Los sacramentos tienen que ser alimento permanente para la vida”65 para la vida plena y abundante de todo creyente. Hoy en nuestros jóvenes prevalece fuertemente lo personal sobre lo social, el individuo sobre el grupo. Es decir, la oración personal alcanza 79,23 % frente al servicio al prójimo que solo es de un 17,77%. Por estos datos podemos concluir que los jóvenes no se sienten inmersos en los males sociales que son de todos y que ellos mismos están inmersos en la realidad. La tendencia individualizante y el rechazo de responsabilidades son característicos del individualismo postmoderno en los adolescentes66. Este individualismo se deja sentir también en la Iglesia, al favorecer un cristianismo de devociones privadas sin implicaciones en el cambio de la sociedad. Pero surge al mismo tiempo una hipótesis que es paradójica que aunque se esté viviendo en una sociedad individualista, el individuo tiene miedo a 63 Ibíd, 16. Ibíd, 18. 65 Ibíd, 20. 66 ORTIZ, Félix, Algunas Características de los adolescentes Postmodernos, (Marzo de 2004) http://paralideres.org/VerArticulo.aspx?Idp=2746# (Consultado el 16 de mayo de 2013). 64 35 la soledad, se siente inseguro y ávido de sensaciones grupales fuertes que le den un sentido67. Ahora bien, en cuanto a la participación de los jóvenes a la Eucaristía, la encuesta arroja un dato poco sorpresivo –si se le puede llamar de ese modo- que el 56,2% asiste por lo menos una vez al mes, y un 23,7% suele afirmar que casi nunca participa a ella68. Como la parroquia San Calixto Caravario pertenece al grupo de barrios que fueron cubiertos con la encuesta que estamos utilizando podemos presumir que estos datos se pueden aplicar plenamente en nuestra parroquia, en la cual la participación de los jóvenes a la Eucaristía es muy escasa. Por eso es importante trabajar con ellos el sentido de la cena del Señor como comida compartida, como pan que se parte y se reparte en solidaridad con los pobres y excluidos de este mundo, como una experiencia grupal de los que tenemos una misma fe en Cristo. Pero se debe tener claro que la simple asistencia la celebración Eucarística, no es un indicativo del compromiso real del cristiano pero es una base para articular fe – vida. Las razones que los jóvenes presentan para su alejamiento a la celebración de la Eucaristía, parten de afirmaciones categóricas como por ejemplo: ‘se puede creer en Dios sin ir a misa’, ‘no tengo tiempo’, ‘no me nace’, ‘no creo en los sacerdotes’, ‘mi familia no va a misa’, ‘la misa es muy aburrida,’ ‘la misa no me dice nada’69. Creo que a estas razones que mencionan los jóvenes hay que ponerles atención en especial cuando la misa se reduce a un rito rutinario, sin contenido que pierde su carácter celebrativo y festivo. Otro elemento que desmotiva a los jóvenes son las homilías, que en su mayoría no se adaptan a las mentalidades de ellos que no 67 GARCÍA, Jaime y SILVA, Arturo, 18. Ibíd. 20n 69 Ibíd. 22 68 36 comunican una buena nueva en un lenguaje sencillo y alegre, sino por el contrario se vuelven discursos moralistas o conceptuales que dejan de lado lo esencial del Evangelio. Cuando se conversa con los jóvenes sobre el sacramento de la penitencia o confesión, los resultados son cada vez más preocupantes el 46,4% (esto va en aumento) menciona que nunca o casi nunca se confiesan. Podemos decir que la forma tradicional de este sacramento decae ya que los jóvenes rechazan abrir su conciencia a una persona en virtud de su cargo, mucho más si se hace en un contexto fiscalizador y moralizador. Como rechazo a la pastoral del miedo y de la culpa que durante siglos ha marcado el sacramento más que promover una conciencia adulta y madura que se fundamente en el espíritu crítico y la capacidad de discernimiento70. En este tipo de análisis realizado por el observatorio de la juventud del Servicio catequístico Salesiano, se puede evidenciar que el sacramento de la confesión (si no se adapta y ser restablece su forma de celebración) está destinado a desaparecer como práctica religiosa popular porque “a las gentes eso no le interesa”; el materialismo consumista ha echado a pique la religiosidad”71 los jóvenes no ven a los sacerdotes como intermediarios de Dios; el sentido de pecado se ha perdido. Los Sacramentos de la Confirmación y la Penitencia tiene una relativa influencia en la vida de los jóvenes por la condición de su edad, por ello consideramos la presencia activa y transformante del Sacramento de la confirmación como un momento importante de concientización de los jóvenes en su vida cristiana, pues comunica un sello indeleble, de una vez para siempre y por lo tanto tener especial 70 71 Ibíd, 29. Ibíd, 32. 37 cuidado en su efectiva preparación para un compromiso consciente del joven lo integra en la sociedad y en el servicio a los demás72. Es alarmante el resultado que arroja la encuesta cuando el 49,6% no han recibido el Sacramento de la confirmación, algunos manifiestan que no se preparan porque es un pérdida de tiempo y que prefieren dedicar tiempo a otro tipo de actividades lúdicas y quienes se han confirmado mencionan que no vuelven a los actos litúrgicos, por qué al parecer durante su preparación ya asistieron a misa ‘para toda su vida’. Pero aún más, el 40% no sabe las razones por las que recibió, la confirmación; mientras un bajo porcentaje afirma que lo hizo por algo que daba sentido a su vida de fe, y otros por razones de tipo social73. Estos resultados llevan a interpretar que este sacramento en un elevado porcentaje se realiza por una simple tradición, que a los jóvenes no se les inculca un verdadero sentido de compromiso que conlleva dicho sacramento. 3.4. Conocimiento de la Parroquia Es muy importante llegar a un conocimiento de la Parroquia, desde su ubicación, asistencia a la misma, conocer al párroco, a la asistencia a los actos litúrgicos, a la colaboración, y sobre todo al contacto con ella, para que los jóvenes se sientan que verdaderamente son acogidos. El documento de Aparecida en su numeral 304 nos da a conocer la importancia de tener un conocimiento de la parroquia: “(Las parroquias) Encierran una inagotable riqueza comunitaria porque en ellas se encuentra una inmensa variedad de situaciones, de edades, de 72 CASTILLO, José M, “Confirmación: La Lucha por la Justicia en Sacramento y seguimiento de Jesús” http://www.mercaba.org/FICHAS/SACRAMENTOS/sa_castillo_03.htm (Consultado el 18 de mayo de 2013) 73 GARCÍA, Jaime y SILVA, Arturo, 31. 38 tareas. Sobre todo hoy, cuando la crisis de la vida familiar afecta a tantos niños y jóvenes, las parroquias brindan un espacio comunitario para formarse en la fe y crecer comunitariamente74. Aparecida nos da una síntesis de la importancia y el significado de la parroquia en el acompañamiento de la educación religiosa, ante las fallas que se dan en la familia. Pasamos ahora a realizar un análisis más detallado de la encuesta. Los jóvenes tienen un conocimiento ‘visual’ y esporádico de la parroquia que no está mal 80,2%. También un 53,2% reconoce que la visitan con frecuencia, aunque después, un 26,5% admite contacto con la parroquia. ¿No habrá contradicción en estas dos respuestas? Un 34,2% admite haber hablado alguna vez con el sacerdote de la parroquia. Tal vez esto cambiaría si nuestras parroquias fueran misioneras75. No esperar que la gente venga sino que los sacerdotes salgan a buscarla. “La parroquia servirá para responder a las necesidades de las personas y en especial a los jóvenes que se encuentra en zonas urbanas por factores de violencia”76. Vivimos en una sociedad de multipertenencias. La parroquia ha dejado de ser un lugar de referencia para muchos jóvenes cristianos. Ahora lo básico es facilitar los lugares en los que ellos puedan tener una mayor experiencia de fe. Ante el aumento de los problemas de soledad y aislamiento en los jóvenes, hay ansia de encuentros con un grupo y con masas de personas que tengan la misma experiencia de fe. Por esto tiene gran valor una iglesia-comunidad de comunidades como lugar de socialización y crecimiento de la Fe. 74 V Conferencia General, del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Conclusivo, Aparecida – Brasil. Bogotá, Paulinas, 2007, 144. 75 GARCÍA, Jaime y SILVA, Arturo, 37. 76 Ibíd. 39 Hemos realizado un breve análisis de la realidad que se presenta en los jóvenes en el ámbito religioso. Vemos la necesidad de buscar pedagógicamente elementos que ayuden a incentivar la participación y compromiso en los Sacramentos y así puedan darle un verdadero sentido a sus vidas desde el encuentro con el Resucitado. 40 CAPÍTULO SEGUNDO EL VALOR TEOLÓGICO LITÚRGICO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR En este capítulo trataremos de buscar el valor teológico de las actitudes religiosas, que se presentan en los jóvenes de la Parroquia San Calixto Caravario. Para ello tomamos los elementos fundamentales de la religiosidad popular, para cimentar la misma desde una teología litúrgica. Este capítulo interpretativo tiene en cuenta el objetivo de la investigación de la indiferencia religiosa de los jóvenes en la liturgia. Por eso consideramos necesario profundizar el tema de la liturgia en los jóvenes “entendido como actitud de la totalidad del ser, la voluntad y el intelecto, dirigida a una persona, idea o como en el caso de la indiferencia religiosa a un ser Divino”77. Y para ello se realizará una reflexión hermenéutica de los contenidos que hacen referencia a la religiosidad del pueblo en especial la vivencia que tienen los feligreses jóvenes que participan en la Parroquia San Calixto Caravario. 1. La indiferencia religiosa en América Latina En América Latina la iglesia católica reflexiona, desde el documento de Puebla, acerca de la situación de indiferencia religiosa que se presenta cada vez más, para dar así elementos que permiten anunciar a Cristo hoy en medio de los jóvenes78. Se puede comenzar con un interrogante: ¿Cómo enseñar el anuncio del Evangelio a los jóvenes en nuestro tiempo? Ante este interrogante hay un sentir general entre los obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas en los pueblos de América Latina, que algo ha pasado y está pasando ya que las personas que han recibido la fe no logran expresarla claramente, otras ni siquiera se proponen clarificarla porque están envueltas en la 77 78 ZUBIRI, Xavier, El hombre y Dios, Ed. Alianza, Madrid. 1985, 220. HUERTA, María A. y PALACIO, Luis, 528. 41 indiferencia religiosa y algunas que se preguntan sobre lo fundamental del mensaje cristiano no encuentran la respuestas satisfactorias a sus interrogantes79. Las respuestas quizás, no sean tan palpables pero sí existe una convicción: “Nuestra catequesis tiene un punto común en todos los medios de vida; tiene que ser eminentemente evangelizadora, sin presuponer una realidad de fe, sino después de oportunas constataciones”80. Esta afirmación de los Obispos Latinoamericanos en la Conferencia de Medellín sigue teniendo vigencia, debido a las estructuras mentales y sobre todo a la realidad existente, en nuestro pueblo creyente que tiene una profundidad religiosa. Ahora bien, se puede pensar que hay que volver a lo esencial, a lo más nuclear de la Evangelización; partiendo desde la pregunta ¿qué es lo más nuclear, y lo esencial?81 Es sin duda, el anuncio de Jesucristo, base para todo proceso en la Fe. Dicho anuncio de Jesucristo puede iluminar desde dentro, la historia humana para hacer que ella sea lo que tiene que ser según los planes de Dios. Surge entonces la necesidad de volver al primer anuncio –Kerigma- auténtico de los apóstoles, cuya finalidad primaria no es conocer en detalle las verdades de la fe, los ritos y las costumbres de la Iglesia, sino entrar y dar acceso a la fe. Se proclama el primer anuncio en vistas a la adhesión de una persona a la fe en Jesucristo. Es un acto, una intervención viva y actual de Dios por la palabra del agente evangelizador82. Es decir: la originalidad del mensaje cristiano no consiste directamente en la afirmación de la necesidad de un cambio de estructuras si no en la insistencia de 79 II CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Documento Medellín, Bogotá: CELAM, 1968, 69. 80 Ibíd, 69 -70. 81 VELASCO, Juan, El encuentro con Dios, Madrid, Cristiandad Hueca, 1992, 56. 82 DÍAZ A., Eduardo, El Kerigma; como encuentro con Jesucristo vivo, Bogotá, Paulinas, 2010, 20. 42 la conversión (personal y comunitaria) de la humanidad a Dios. Por esto, debe haber una repercusión fuerte en los contenidos de la catequesis que tengan una profunda incidencia en los jóvenes desde la presentación del primer mensaje, teniendo presente que la catequesis es una explicitación más amplia de ese Kerigma. Decimos entonces que el primer mensaje tiene una estructura elemental, que no son temáticas o conferencias, sino invitaciones al dialogo en primer lugar con la persona de Jesucristo. Ahora bien, el hacer un primer acercamiento a los elementos del primer anuncio tiene la finalidad de adentrar al análisis de la indiferencia religiosa en América latina. Es necesario intentar obtener una definición de la misma, y podemos decir que en la actualidad es una forma peculiar de increencia.83 Una actitud vital en la que la humanidad no acepta ni rechaza a Dios, sino que prescinde de él, organizando su vida totalmente al margen de la práctica religiosa, se trata; pues, de una actitud que se caracteriza por el desinterés y la antipatía hacia Dios y la dimensión religiosa de la existencia84, actitud a la que se refería el Concilio Vaticano II al mencionar, entre las formas de ateísmo, el ateísmo de aquellos que “[…] ni siquiera plantean la cuestión de la existencia de Dios porque, al parecer, no sienten inquietud religiosa alguna y no perciben el motivo de preocuparse por el hecho religioso85. Desde este análisis también se debe emparentar la indiferencia religiosa sin duda con la actitud designada con el término del “agnosticismo”, sobre todo cuando se emplea para referirse, más que a una doctrina en relación con la posibilidad del conocimiento de Dios86. En síntesis se puede argumentar que el agnosticismo 83 DÍAZ, A. Eduardo, 21 VALADIER, P., Sociéte moderne el indifférenée religieuse, En Rev. Catéchése, n. 110-111, Francia, 1989, 63. 85 Gaudium Spet. 19,2. 86 VELASCO, Juan, Increencia y evangelización; del diálogo al testimonio, Santander, Sal Terrae, 1992, 148. 84 43 religioso, añade tan sólo un cierto grado de reflexión a la actitud vivida y es un intento de justificarla. No es fácil descubrir las causas de la indiferencia religiosa especialmente en los jóvenes, sobre todo porque, como en todas las actitudes muy personales, suelen ser determinantes los itinerarios biográficos de ellos y al mismo tiempo ingresar a su ámbito cultural. Pero refiriéndonos a las causales más frecuentes actitudes, señalaremos: a. la instalación en formas de vida y en formas de pensar intrascendentes, b. el olvido de sí mismo y el cultivo sistemático de la distracción, c. la relativización de todas las cosmovisiones y sistemas religiosos que pueden producir una situación de pluralismo no suficientemente dominada. No podemos ignorar las razones para la indiferencia religiosa, que suponen formas inadecuadas de vivir y de presentación de la vida religiosa por parte de los creyentes de las cuales hacen parte los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, por sus condiciones de vida familiar, que provienen de diferentes partes de país, como desplazados por la violencia u otras causas. Entendida en su sentido fundamental, la indiferencia religiosa designa una actitud más negativa en relación con la religión que la designa con la expresión de “indiferentismo religioso”87, que se refiere a la actitud de quien no toma partido entre las diversas formas religiosas o las considera a todas de igual valor. Naturalmente, en la actitud designada por la expresión caben grados diferentes de radicalidad, pudiendo coincidir los casos menos esenciales con las situaciones en las que el sujeto abandona toda práctica religiosa, aunque conserve alguna forma de interés o inclinación a lo religioso o alguna forma de identificación con alguna de sus formas. 87 VELASCO, Juan, 25. 44 Se puede afirmar que la indiferencia religiosa constituye sin duda una de las dificultades más importantes para la acción pastoral de la Iglesia. La instalación en ella parece que priva a la persona de la recepción del mensaje, indispensable para la comunicación y la transmisión de la fe, y del terreno común requerido para que pueda establecerse en diálogo religioso88. Probablemente, las situaciones de indiferencia religiosa extremistas requieren como posibles pasos previos al anuncio del evangelio: a. la sensibilización al ámbito de realidad de lo sagrado a través de experiencias variadas, tales como la estética, la conciencia ética, las preguntas radicales, la relación interpersonal; la presentación a través del testimonio, de valores de transcendencia accesibles al margen de una vida expresamente religiosa, tales como la verdad, la justicia, el amor desinteresado89. La indiferencia religiosa constituye, además un problema teórico importante para la comprensión de la persona humana que sería propia de la teología cristiana. ¿Cómo se explica que un hombre, creado a imagen de Dios y constitutivamente referido a él como al fundamento y fuente permanente de su ser, puede ignorarlo de tal forma que carezca de todo interés, de toda atención y de todo aprecio por esa presencia que le constituye? ¿Cómo, si la religión es una dimensión constitutiva de la persona, pueden los indiferentes instalarse en una forma continuada de vida, en apariencia al menos, perfectamente arreligiosa? Estas preguntas se hacen urgentes desde el momento que hay que aceptar que existen personas religiosamente indiferentes que viven la condición humana en niveles notables de perfección y profundidad y realizan los valores fundamentales que la dignifican y le dan sentido90. 88 Ibíd. VALADIER, 68. 90 GIRARDI, J. Reflexiones sobre la indiferencia religiosa, En Rev. Concilium 23, 1967, 439 -449. 89 45 La indiferencia religiosa es por su propia naturaleza, una realidad difícil de definir. Sin un discurso propio sin una argumentación, ordinariamente pasiva, implica habitualmente cierta indeterminación. Sin embargo, la indiferencia religiosa representa un fenómeno observable de nuestra época, que tiene una extensión y una difusión cada vez más amplia91. Conviene distinguir dos tipos principales de indiferencia religiosa, la una aparentemente superficial, la otra radical y profunda. 1.1. La indiferencia a la propia religión El primer tipo es, la indiferencia de un individuo a su confesión religiosa de pertenencia. Puesto que la mayoría de la población es de pertenencia cristiana en los países occidentales, se hablará aquí sobre todo de indiferencia al cristianismo. Efectivamente, en muchos se trata de un descenso de interés notorio por ciertos elementos importantes de la religión cristiana. El primer índice de ellos es el abandono de la práctica litúrgica, de la celebración eucarística y de los otros sacramentos92. Es verdad que un cristiano puede seguir siendo creyente aunque se aparte de la práctica del culto público; esta frecuencia no es más que un elemento de la práctica cristiana más amplia, que es la existencia vivida según el Espíritu de Jesucristo en todas las situaciones de la vida, en sus relaciones y actividades. 1.2. La indiferencia religiosa propiamente dicha El segundo tipo es la indiferencia religiosa propiamente dicha, profunda y radical. No se trata ya solamente de una indiferencia por la religión de pertenencia, por 91 92 VELASCO, Juan, 24. Ibíd, 26. 46 muy total que sea, sino de la indiferencia por toda religión y por todo lo que se refiera a la religión93. Habiendo realizado un recorrido sobre la indiferencia religiosa se puede llegar e intentar definirla de las siguientes maneras: Que la indiferencia religiosa es la falta de interés por Dios y por la religión. Que Dios exista o que no exista, no es un valor. Dios ha muerto, en el sentido de que ha dejado de ser un valor vital, una realidad importante: Más aún, se trata de una insensibilidad a la misma cuestión religiosa94. La indiferencia religiosa debe considerarse también como un fenómeno cultural ligado a un universo mental cada vez más extraño a las referencias religiosas, que busca su coherencia en una visión del mundo95. Para ello la teología deberá profundizar una compresión del hombre que descubra en él posibilidades de realización de apertura a la trascendencia a través del cultivo de otras dimensiones explícitamente religiosas y de la aspiración a los valores no expresamente religiosos, en los que esa trascendencia puede hacerse presente. Tal compresión, por otra parte no tiene por qué conducir a la teología a designar a tales hombres con el título de ‘cristianos anónimos’96. Según el teólogo Karl Rahner, existe un cristianismo anónimo realmente relacionado con la concreción de la historia de la salvación y, por lo tanto, con Jesucristo, formado por todos aquellos que acogen incondicionalmente su propia existencia en obediencia al Dios de la absoluta auto-comunicación97. 93 Ibíd. VALADIER, 68. 95 Ibíd. 96 VELASCO, Juan, 27. 97 SESBOUÉ, Bernard, “Karl Rahner y los Cristianos Anónimos” www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol25/99/099_sesboue.pdf (consultado el 15 de agosto de 2013). 94 47 Se percibe señales de peligro para el futuro, en los progresos lentos en los procesos de formación religiosa, como la catequesis y la mayor falta de asistencia a los actos litúrgicos en algunos sectores sociales de la sociedad. 2. La indiferencia religiosa en los jóvenes Vivimos hoy una época extraña: la juventud es en América Latina una gran parte de la población, y nunca ha estado tan desprestigiada. Muchos adultos hablan con facilidad de la pérdida de valores en la joven generación, y proyectan sus propios ‘imaginarios’ sobre los comportamientos de los jóvenes98. La secularización pone a los jóvenes como centro y protagonistas de la cultura; (un cierto ‘endiosamiento’ de la juventud) lo que hace que se nieguen a aceptar toda realidad trascendente que pueda amenazar su autonomía y libertad. Las manifestaciones de indiferencia religiosa en los jóvenes tienen su origen, en esta nueva forma de concepción del mundo, del hombre y de la historia, donde Dios no es importante ni necesario, para la existencia individual y colectiva de las sociedades de hoy, porque se proponen nuevas opciones de felicidad y realización que no involucran necesariamente a la religión o religiones99. La influencia de un mundo globalizado que domina el pensamiento, la libertad, la voluntad, los sentimientos, y la conducta de las personas, lo cual conlleva a la masificación, a la falta de identidad, de autonomía, en pocas palabras a poner las mayorías al servicio de los intereses de unos pocos. Dichos intereses están sustentados sobre el dominio del sistema económico, político, la ciencia, la 98 PETITCLERC, Jean-Marie, 11. Ibíd, 69. 99 48 tecnología y la prevalencia de la razón, donde ya no se aceptan verdades absolutas sino que todo es relativo100. La religión y especialmente las instituciones religiosas han ido perdiendo credibilidad e infalibilidad en la determinación de la vida personal y social de la sociedad moderna y muy especialmente en la vida de los jóvenes. La religión ya no es esencial, se ha relegado a lo privado a opciones individuales que respondan a los intereses de cada quien. Sin embargo las actitudes y manifestaciones religiosas no han desaparecido se han transformado y se manifiestan de muchísimas formas. Prueba de ello son la aparición de movimientos religiosos que surgen como una reacción contra la desacralización y la supuesta a-religiosidad del ser humano moderno. Se perciben entonces nuevas formas de vivir la dimensión religiosa101. A raíz de lo mencionado anteriormente nos preguntamos ¿Son religiosos los jóvenes de hoy? Pues bien, en nuestro caso sería sencillo definir qué es un joven para responder a nuestra cuestión. Joven – en referencia a lo religioso - no tiene que ver únicamente con la corta edad, sino sobre todo con el lugar: ¿es posible que los jóvenes latinoamericanos y africanos sean mucho más religiosos que los europeos o los norteamericanos102. Pero el problema se complica a la hora de definir religión. Porque creemos que desde cierto punto de vista amplio o inclusivo, un buen porcentaje de los jóvenes, siguen siendo religiosos. Mientras que desde otro punto de vista, que podríamos llamar “religioso institucional”, son cada vez menos religiosos103. Se puede mencionar que los jóvenes de hoy no son hostiles a la religión hasta el punto de combatirla, parecen más bien indiferentes, en donde su visión del futuro 100 VELASCO, Juan, 27. VELASCO, Juan, El malestar religioso de nuestra cultura, España, Paulinas, 1989, 53. 102 PETITCLERC, Jean-Marie, 38. 103 Revista crítica 962. 101 49 no está presidida por un Absoluto, aunque la iglesia cuenta todavía entre su filas con jóvenes, que en su tierna infancia han sido bautizados y después de haber hecho su profesión de fe -sacramento de la confirmación- no parece que atine con las palabras adecuadas para interesarlos cuanto se hacen mayores. Esta generación de jóvenes permanece interesada por la perspectiva de sentido, por el estetismo que lleva consigo y por la ética que la sostiene104. Al mismo tiempo estos argumentos son válidos para los jóvenes que se encuentran a los alrededores de la parroquia San Calixto Caravario y pueden demostrarse en su poca afluencia a los actos litúrgicos. La Iglesia en los últimos tiempos reflexiona sobre la indiferencia religiosa que se presenta en los jóvenes hoy y comienza analizando las posibles causas del fenómeno para luego ofrecer a los agentes interesados en la evangelización algunas pautas que ayuden a encontrar la forma de actualizar el anuncio de Cristo105. Tras la pérdida de la creencia religiosa, hay causas antiguas y nuevas. Basándose en parte, en el análisis hecho en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, “El hombre de hoy vive en un periodo de rápidas mutaciones y con frecuencia queda incierto y dudoso [….] Crisis de fe [….] Contradicciones y con frecuencias desequilibrios en el orden teórico y en el orden práctico […]”106. El joven que es indiferente a la religión, es producto no solo del ambiente que lo rodea sino de las mismas circunstancias que envuelven el mundo. Entre ellas la ciencia y la tecnología han jugado un papel importante en la concepción de un hombre totalmente independiente de todo aquello que le cree culpabilidad y sumisión107. Esto lleva a la reflexión de cómo los jóvenes de la parroquia son 104 PETITCLERC, Jean-Marie, 70. Ibíd, 91. 106 CONCILIO VATICANO II, Constitución Gaudium et Spes. Madrid, B.A.C., 1968, 179. 107 PETITCLERC, Jean-Marie, 93. 105 50 influenciados fuertemente y por eso cada vez más le van perdiendo sentido y gusto para participar en los actos litúrgicos que se llevan a cabo en la parroquia San Calixto Caravario. Esto hace que el joven viva un camino individualista basado en simples emociones momentáneas que no tiene nada que ver con su ser y mucho menos con un Dios personal. Viven la inestabilidad de una cultura de ‘creer’ y de ‘no creer’ según convenga a la autonomía de cada cual, de tal manera que la religión se convierte en una especie de conveniencia y de escape sensible hacia los deseos humanos, todo aquello que no implique sacrificio ni compromiso, sino que por el contrario lo que traiga satisfacción y placer108. Este pensamiento religioso lleva consigo al joven a un secularismo donde Dios es un ser extraño al que hay que dejarlo quieto, de tal manera que todo lo que se relaciones con Él es relativo, en otra palabras se puede mencionar que los valores, serían tomados como buenos o malos de acuerdo a quien los utilice; cada cual vive la fe como bien la perezca109. Sin embargo, lo más curioso es que la juventud hoy en día es interpelada por problemas que ponen en cuestión su mismo destino sobre todo en los grandes temas de la bioética, así como los de la justicia social, la ciencia, la técnica, la institución familiar; en medio de las transformaciones globales los jóvenes se hacen las mismas preguntas fundamentales de todo ser humano, sobre el sentido de la vida y toda la importancia que implica ella 110: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Por qué existe el mal? ¿Qué hay después de esta vida?111 Son preguntas existenciales que cada vez son más frecuentes en la 108 BAGOT, Jean y DEBRAY, Pierre, 47. VELASCO, Juan, 53. 110 NEUSCH, M, Indiferencia religiosa, en Pou Pard, Diccionario de las religiones, Barcelona, 1987, 831. 111 GIRALDO, Jaramillo A. 142. 109 51 cotidianidad de los jóvenes, las cuales les ayudan a buscar el verdadero sentido de su existencia. Se puede llegar a concluir en este punto, que la indiferencia religiosa que se presenta hoy en día en medio de los jóvenes, no es una indiferencia por las cosas de Dios, sino por la manera como se propone el acercamiento al Creador desde la forma de celebración de los actos litúrgicos, mirando la liturgia desde la religiosidad popular inculcada en los hogares de los jóvenes, que ha tenido en ellos un mayor influjo en su formación religiosa. 3. La religiosidad popular y los jóvenes La llamada religiosidad popular ha sido transmitida por diversos modos y de procedencias múltiples: los indígenas, los afroamericanos y por los propios cristianos112. La Iglesia católica ha influido en esos elementos o bien aceptándolos, rechazándolos o bien transformándolos. En el caso de los jóvenes de hoy las experiencias de vida se ven marcadas por las diferentes manifestaciones y expresiones religiosas que han asimilado en su propia historia, a través del medio cultural, social y religioso y especialmente en la propia familia. Los sectores populares hacen parte de la realidad urbana y buscan acomodarse a un sistema pluridimensional de explotación y bombardeo publicitario constante de los diversos medios, anhelando siempre un mejor nivel de vida, a costa de los sacrificios que sean, incluso arriesgando su propia dignidad humana113. Así, los jóvenes de sectores populares, tienen que enfrentarse con realidades que buscan favorecer su situación económica, su subsistencia. El mundo laboral, el sistema de producción, la legislación exigente, el control del Estado, el 112 113 ZULUAGA, Francisco, La religiosidad popular en Colombia, Bogotá, PUJ, 1974, 7. CALAVI, Miguel A., 210. 52 empresario, el sindicato, la junta de acción comunal, etc. Todo trabajador y también el joven, es consciente de que la solución de sus necesidades requiere de unas actividades laborales, sociales, políticas mucho más exigentes de lo que era en otros tiempos. A partir de estos factores, se puede decir que la percepción de la acción de Dios y de la religión misma, ya no se concibe como el eje primordial, como la “solución” de su existencia y la de su familia. Esto trae como consecuencia una creciente secularización con todo lo que esta arrastra consigo114. El hecho religioso en la ciudad, parece que tiende a privatizarse, como un asunto individual. Esto se manifiesta en los hogares, dentro del barrio a partir de prácticas religiosas populares, que van perdiendo poco a poco su sentido y ya no se las considera como parte de una sociedad que busca en ellas el bien común desde la caridad cristiana115. Sin embargo al mismo tiempo, se puede ver el auge de manifestaciones religiosas en coliseos, lugares deportivos, celebraciones de tipo juvenil, pretendiendo rescatar el sentido religioso de la gente y especialmente de los jóvenes. Parecería que este tipo de expresiones religiosas, son para los jóvenes un tipo de religiosidad menos excesiva, menos expresiva, menos ritualista, ciertamente menos “practicante”116. Acercarse a la religiosidad popular es tratar de conocer de manera concreta qué criterios y principios se mueven dentro de estos ambientes frente a las dimensiones de los jóvenes. Puebla en su numeral 444 dice: 114 GALILEA, Segundo, Religiosidad popular y pastora”, Madrid, Cristiandad, 1980, 29. SUAREZ, Luis, La religiosidad en Colombia, Vestigio, PUJ, Bogotá, 1997, 85. 116 GALILEA, Segundo, 29. 115 53 “Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas que de esas convicciones derivan y las expresiones que las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión adopta en un pueblo determinado. La religión del pueblo latinoamericano, en su forma cultural característica, es expresión de la fe católica. Es un catolicismo popular”117. Al hablar de religiosidad popular y los jóvenes, Puebla nos remite a dialogar de un catolicismo popular, y en este caso, de un catolicismo popular urbano. Es decir, que la religiosidad popular o catolicismo popular se mueve a partir de los gestos o acciones modelados recibidos, de las creencias y valores que han sido asumidos por el pueblo a diversos niveles, como expresiones espontáneas de su vivencia interior, dentro de un conglomerado de personas que viven en una misma situación histórica concreta y que participan de una misma cultura118. En esas acciones, creencias y expresiones, se puede apreciar una experiencia de Dios, una manera de vivir la fe de fe que se manifiesta en forma sencilla y elemental. La religiosidad popular pareciera que no necesita de muchos razonamientos para creer, ni de muchos estímulos para esperar, ni de dinámicas psicológicas para despertar en las personas la exigencia del amor y del servicio eficaz para llegar a conseguir una realización humana. Cree simplemente con una fe sencilla, espontánea, porque la realidad de Dios una evidencia que se nos impone de modo casi connatural. Comprender mejor a religiosidad popular y su manifestación en el mundo juvenil, nos exige partir de los elementos propios de esta religiosidad, y de las 117 118 CELAM, “Río de Janeiro, Medellín, Puebla, Santo Domingo”, Colombia, CEL, 2001,392. ZULUAGA, Francisco, 8. 54 dimensiones que conlleva. Así podremos comprender mejor este fenómeno religioso popular. 3.1. Dimensión de la naturaleza como creación de Dios Si aprendemos a mirar con una cierta penetración, la naturaleza, el cosmos, los fenómenos naturales, los animales, las plantas, el ritmo de los días y noches, la luna, las estrellas… se pueden convertir en muchos momentos en manifestaciones de Dios. En una forma cultural simbólica se habla de la presencia de animales de otros mundos considerados como buenos o malos. Podría también detectarse la presencia del bien y del mal en el universo119. Esta presencia de lo divino en la creación tiene su origen en lo que podríamos llamar la dimensión de un Dios de transparencia, o transparente, que se asoma por así decirlo a través de lo creado. Un Dios que está en todas partes, en todas las cosas y en todas las situaciones. En la conversación familiar se escuchan expresiones como ésta: “Si mi Dios me da vida y licencia” y “Si Dios quiere” que se pueden interpretar como una forma de expresar la sumisión a la voluntad de Dios, y al mismo tiempo de manifestar la dependencia de El. Expresiones sencillas que en el habla popular dicen la convicción profunda de que vivimos en un mundo en el que no sucede nada al azar sino que todo está dirigido por la mano providente de Dios. Así, los fenómenos de la naturaleza pueden ser considerados como una cierta expresión de lo que Dios quiere de nosotros frente a la vida mora. Pero sobretodo nos hace descubrir la grandeza del Dios Creador, nos abre a la belleza del cosmos, a la capacidad de admiración y a la emoción que despierta en nosotros la infinita gama de colores, flores, sonidos, aves, peces, paisajes... 119 MARTÍNEZ, Jorge, La religiosidad Popular frente a la ética Cristiana, Bogotá, PUJ, 2006, 13. 55 Si consideramos los acontecimientos de la vida, se parte muchas veces, de las experiencias del sufrimiento, desde los dolores físicos o morales que de algún modo son referidos o encausados a Dios, como manifestaciones de su voluntad o para darles un sentido profundo: “Que se cumpla la voluntad de Dios”. De la misma manera, cuando experimentamos triunfos, cuando llegamos al final de una dificultad y encontramos soluciones a los problemas, cuando experimentamos alegrías por los éxitos en los estudios o negocios, una expresión muy connatural en la religiosidad popular es la exclamación: “Gracias a Dios”120. Para los jóvenes, a través de la religiosidad popular, Dios se convierte como en el centro de su existencia, que lo sabe todo. Una realidad omnipotente y omnipresente. Dios Padre y Señor de todos los hombres, del mundo. Se lo experimenta como Espíritu y fuerza divina invisible. Como Eterno y justo121. Una manera muy popular de manifestar la conciencia de Dios o de Cristo en la vida diaria, se refleja en un Crucifijo, (colocado en nuestra casa, junto a la cama… o colgado en el cuello… casi siempre encontramos un crucifijo en los buses o en vehículos de transporte público). No es solamente una cruz, sino la figura de Cristo colgado en ella, un Cristo doliente, que enfrenta con valor los dolores de su pasión, el Hijo de Dios que se dejó humillar y que murió en la cruz por toda la humanidad. La imagen de Cristo en la cruz, conduce por lo general a despertar sentimientos de compasión. No se llega por lo general a pensar en los motivos que llevaron a Cristo a su sacrificio: su amor por nosotros, el deseo de salvarnos del pecado… y sobre todo la forma de enfrentar el sufrimiento y la misma muerte. La religiosidad popular conlleva una síntesis sencilla de las creencias básicas de la fe cristiana: un Dios que hace milagros en respuesta a nuestras promesas o “mandas”; un ser invisible pero que está presente de alguna manera y que ayuda 120 121 ZULUAGA, Francisco, 12 – 13. MARTÍNEZ, Jorge, 14. 56 en todo; un hombre como nosotros que sigue vivo y nos compaña siempre, que fue enviado por Dios para los pobres y sencillos de corazón. Es el Dios que se hizo uno de nosotros, se hizo hombre, nació de la Virgen María, que vino al mundo para salvarnos del pecado, que nos hizo comprender la presencia de un Dios cercano y lleno de amor, más que de un Dios de temor y de castigos. Jesús, entendido como un reflejo del Padre Dios que manifiesta su amor, es un modelo de Vida y nos deja un mandamiento de amarnos, perdonarnos, servirnos. 3.2. Dimensión desde la experiencia del Hombre La imagen religiosa del hombre, tiene también sus características. Como hijo de Dios el joven se experimenta también lleno de necesidades. Todo lo que tiene es dado por Dios. El hombre es malo por castigo o por que se apartó de Dios o porque Dios lo quiso así. El hombre vino a este mundo a sufrir con paciencia las arbitrariedades de la vida. Con respecto a la procreación, se puede añadir que es voluntad de Dios el tener hijos que son el fruto de la relación del amor. El concepto de hombre está centrado en un posible dualismo de alma – cuerpo. Aunque parece ser que el ser humano, bajo esta compresión se reconoce como un todo completo122. 3.3. Dimensión del temor ante el poder de Dios y del Demonio El hombre y los jóvenes colombianos en particular, parece que viven su religiosidad impregnada por el temor ante el mundo misterioso de Dios y de los espíritus del mal. Este sentimiento de temor, ante el misterio del mal produce un juego de polaridades en su vida123. 122 123 ZULUAGA, Francisco, 13. MARTÍNEZ, Jorge, 14. 57 Llegan a concebir que el mundo esté habitado por fuerzas misteriosas, unas del bien y otras del mal. “Si bien está convencido de que todas estas fuerzas están en manos de Dios que quiere o permite su acción benéfica o maléfica sobre el ser humano”.124 En este enfrentamiento con el mal en todas sus formas, la magia y otras variadas formas de esoterismos, toman una gran importancia para el mundo juvenil, como también para los adultos. Ritos, hechizos, talismanes… buscan hacerse propicia las fuerzas del bien por medio de fórmulas y manipulaciones y de poner al servicio del ser humano las del mal para producir efectos maléficos. La prohibición pretende evitar ciertos castigos de Dios y la influencia de espíritus malignos. Así se explica que en esta religiosidad popular ocupa un papel preponderante, al lado de Dios, de los Santos, el demonio como principio de las fuerzas del mal, ante cuyo poder el hombre religioso experimente un ansioso temor125. El Diablo se considera un espíritu malo y para compartir sus poderes maléficos se hace un pacto con él. Todo lo anterior, induce al joven a cometer errores, a mantener convicciones con respecto al mal y al bien, y a prácticas no siempre de acuerdo con una fe auténtica, basada en el amor a Dios y la confianza en su providencia.126. 3.4. Dimensión de la muerte y la compasión del dolor ajeno La muerte y el sufrimiento físico o moral tienen un lugar importante en la vivencia y expresiones de la religiosidad; con frecuencia se experimentan dentro de una visión trágica de la vida. Esto explica cómo en la religiosidad popular, tiene una gran importancia la celebración del Viernes santo, la devoción al Señor Caído o al Señor de la columna coronado de espinas y flagelado, maneras de ver de alguna 124 ZULUAGA, Francisco, 14. Ibíd. 126 MARTÍNEZ, Jorge, 15. 125 58 manera el reflejo de nuestros propios dolores y angustias frente a la muerte. Son celebraciones en las que se hace de algún modo la experiencia del misterio centrada en el Cristo sufriente, doloroso, muerto en Cruz. De allí brota naturalmente una devoción importante marcada por el crucificado; en el se sienten reflejados sus dolores, angustias y realidades dolorosas de todo tipo. Esta centralidad del dolor y la muerte, lleva a la religiosidad popular a multiplicar la visita de los cementerios, a llevar flores a las tumbas, a multiplicar novenas a las ánimas, y a una proliferación en las parroquias de las eucaristías ofrecidas muchas veces por el eterno descanso de los difuntos127. 3.5. Dimensión de confianza filial en la protección de la Virgen María La Virgen María suscita dentro de esta religiosidad popular sentimientos de amor y confianza. Es la Madre de todos y admiran en ella su virginidad y maternidad sin necesidad de buscar muchas veces explicaciones o razones. Aunque no se puede negar posiciones razonables que buscan dar respuesta a ese misterio dentro de este contexto128. Pareciera ser que estas dos dimensiones, sobre todo la virginidad, ya no convencen o interesan a los jóvenes, frente a otras realidades. La imagen de María refleja de manera sublimada la experiencia popular de la madre comprensiva, cariñosa, dispuesta a interceder por sus hijos129. En esta experiencia de la Virgen María, hay un fundamento magistral que es la raíz de esta devoción. El hecho de que todos los católicos reconocen y enfatizan: la realidad de Cristo no se dio sin María. Que así como Dios no operó la salvación de la humanidad al margen de ésta y de su historia, sino que entró en la historia 127 ZULUAGA, Francisco, 14. Ibíd, 15. 129 MARTÍNEZ, Jorge, 16. 128 59 plenamente mediante la encarnación, del mismo modo al encarnarse lo hizo haciéndose hombre por obra del Espíritu y naciendo de María Virgen 130. Con este supuesto, la religiosidad popular considera a María como Madre de todos los hombres, cercana a la vida. Una mujer santa, protectora universal. La intercesora por la cual se llega a Cristo. Madre milagrosa. Modelo de vida, de virtud. Ejemplo de compromiso en la obra de la redención. Madre de Dios, de Cristo y modelo de esposa fiel131. Esta religiosidad hacia María ocupa un puesto privilegiado. En ella se venera la maternidad divina y universal, su carencia de pecado, su inmaculada concepción. 3.6. Dimensión de fidelidad Por encima de todo, la religiosidad popular tiene en gran valor la palabra empeñada y respeta de manera muy seria las promesas hechas a Dios y a los Santos. por encima de todas las cosas. Aunque pareciera que poco se ve este aspecto no cabe la menor duda que aún dentro de estos ambientes populares, prevalece y se mantiene este hecho. Como ejemplo una promesa al Señor de los milagros por los favores recibidos, un novenario al Divino Niño, son aspectos que reflejan esta dimensión como tal132. Podemos decir que este rasgo, puede ser un garante de la fidelidad cristiana a la ley de Dios y la respuesta a su amor infinito. 4. Fundamentación teológica y litúrgica Para comprender la piedad popular en profundidad, es necesario indagar por sus bases teológicas y litúrgicas. La mezcla triétnica de dicha religiosidad (indígena, 130 ZULUAGA, Francisco, Mariología popular colombiana En Rev. Theologica Xaveriana N. 99, Bogotá, PUJ, 1986,151. 131 Ibíd, 153. 132 ZULUAGA, Francisco, 16. 60 negra y española) se suma al fenómeno de la postmodernidad, y aunque se parece y puede presentarse como indiferentismo y pérdida de valores, es necesario acudir a las raíces cristianas que subyacen en el hombre latinoamericano.133. Es pertinente descubrir un proceso complejo en el que se encarna un Evangelio renovado sobre las raíces comunes de Latinoamérica134. El gran trabajo de quien desea ir a fondo con sentido pastoral, es explorar esas raíces cristianas insertas en la religiosidad del pueblo, descubrir las pistas que guían hacia el Reino, para hacer germinar en ellas los grandes temas que brotan de la enseñanza y de la vivencia profunda de Jesús, purificando los aspectos humanos positivos que tienen gran contenido para las comunidades135. El pueblo de Israel fue profundamente religioso, y desde el llamado de Abraham, que se nos presenta en el capítulo 12 del libro del Génesis en la Biblia, se nota que su descendencia vivió para alabar al Dios verdadero. Todo el Antiguo Testamento es un peregrinar para sostener esa fe, en medio de pueblos paganos, tratando siempre de purificar las tradiciones infieles para mostrar una religiosidad viva, en espíritu y en verdad136. Dios se revela a su Pueblo a través de signos, como son la luz, el trueno, el agua, el arca, el templo, el maná, pero esos signos deben ser interpretados y para ello se necesita el don de lectura de los acontecimientos, y descubrir en ellos la intervención de Dios en la historia que va cumpliendo el plan salvador de Dios. En esa historia, se suceden acontecimientos y también personas concretas, como lo presenta la Biblia en los jueces, sacerdotes, reyes y profetas, que son las figuras escogidas por Yahveh para conducir a los hijos de Israel. Esos hechos salvíficos 133 ORTIZ, Antonio, Que hacer frente a la indiferencia religiosa En Revista Hispanoamericana de Cultura, (Abril 1998), 134. 134 JUAN PABLO II, Discurso al Congreso de la Conferencia Episcopal de Europa, En Rev. Cathequesis (1985) Madrid, 1083. 135 LOWEN J, COTTER G.M.M., Dinamismo de la Fe y ateísmo, Nova Terra, Barcelona, 1994, 86. 136 CALAVIA, Miguel A., 31. 61 se hacen “memorial” y son celebrados por medio de signos y ritos juntamente con palabras. Los sacrificios, y uno de ellos el holocausto, en el que la víctima se ofrece totalmente, las oblaciones, las fiestas, las oraciones, el hombre de Israel hace memoria de las acciones de Dios a favor de su pueblo, y responde a su Dios renovando la Alianza, lo adora y glorifica, le da gracias y le implora, le dedica su trabajo, su tiempo y su vida137. Cristo asumió las formas cultuales de su Pueblo, pero las reorientó en su Proyecto del Reino del Padre: no negó la cultura de su época sino que descubrió los valores que se relacionaban con la voluntad de su Padre purificándolos y transformándolos138. Su predicación en parábolas y comparaciones demuestran que acogió los recursos del entorno, la cultura de su medio y las costumbres de su pueblo, para ilustrar, enseñar y manifestar el valor religioso que contenían, y su elevación, como una nueva creación. Pero Jesús también se presenta como un signo, como un lugar donde Dios y el hombre se encuentran, y por Él Dios habla y llama al hombre y por Él toda persona responde y se comunica con su Padre. Por eso se convierte en el único Mediador. La carta a los Hebreos explicita esta dimensión de la obra salvífica de Jesús, y califica a Cristo como “resplandor del Padre”, y lo exalta como único Pontífice, como nuevo Moisés y nuevo Melquisedec. En el Nuevo Testamento se insiste en que Jesús es el Mesías esperado. En él se resumen y se explican las figuras y signos de la Antigua Alianza, como son el Santuario, la Pascua, los sacrificios y las victimas de propiciación que purifican al Pueblo139. 137 CHARRIS, Guillermo, Aportes de la Religiosidad Popular a la maduración de la Fe, Bogotá, PUJ, 2001, 26. PETITCLERC Jean-Marie, 97. 139 CHARRIS, Guillermo, 27. 138 62 Además, Dios se encarnó en la figura de Cristo, se hizo materia, en tal forma que se acerca a la humanidad situado en una cultura concreta, con lenguaje humano, como un signo material que revela realidades sobre-naturales. Por esta razón, la fe del cristiano es encarnada, circunstanciada por elementos naturales y realidades humanas, pero con sentido de significación sobre-natural140. En este contexto de religiosidad, se entiende el signo como una señal para darse a conocer, una señal que cubre con velos una realidad invisible u oculta que hay que revelar y desvelar. La fe busca este descubrimiento de revelar y desvelar, aceptando el signo no como tal, sino por lo que esconde, por lo que significa, por la realidad significada. Es lo que se ha llamado la función simbólica que es lo que nos posibilita ir más allá del signo conocido sensiblemente, para alcanzar lo significado, que no puede ser conocido sino a través del signo. Y esta función es propia tanto del hombre adulto como de los jóvenes. Es aquí donde se establece una gran diferencia entre religión y religiosidad, pues la primera vincula lo material, lo visible, perceptible con el Dios invisible, estableciendo lazos de amistad, de alabanza, de acción de gracias… mientras que la mera religiosidad se puede quedar en el contenido superficial y perceptible. Sin embargo, la religiosidad contiene valores auténticos cristianos que se deben descubrir. El Concilio Vaticano II despertó el interés por las riquezas de la religiosidad popular sin abordar directamente el tema. Hacemos alusión a algunos documentos de la Iglesia en los que se refieren a la religiosidad popular con sus valores y limitaciones.141. 140 141 Ibíd., 28. Ibíd. 63 En la Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la liturgia se refiere a la religiosidad popular. Recomienda que en las reuniones cultuales deben integrarse las características culturales de cada pueblo. Cita como ejemplo los ritmos e instrumentos musicales autóctonos, el idioma, la simbología de colores, vestidos, y otros142. A su vez, la Gaudium est Spes, envía su mensaje de gozo a todos los hombres y al mismo tiempo a los jóvenes de nuestro tiempo, en las condiciones en que les toca vivir, con sus circunstancia de éxito o frustración, como una solidaridad de la Iglesia con la familia humana que debe habitar en común un mismo mundo y que todos deben contribuir en su edificación a través de un sincero y prudente diálogo143. El Decreto Ad Gentes es claro al presentar la actividad misionera reconociendo las diferencias que no proceden de la naturaleza misma de la misión de la Iglesia, sino de las circunstancias en que se desarrolla y que dependen de los pueblos, de los grupos, de los hombres y de los jóvenes a los que se dirige la misión144. Algunas recomendaciones conciliares han producido confusión, interpretaciones secularizantes, opiniones extremistas y una especie de guerra a las imágenes de los templos como tendencia iconoclasta y anti-devocionista145. En resumen, los documentos conciliares nos brindan una orientación clara en su enseñanza: que los pueblos han manifestado su fe cada uno a su manera popular, y que es necesario retomar los grandes aportes que brindan para darles un 142 CONSTITUCIÓN SACROSANCTUM CONCILIUM, Sobre la Sagrada Liturgia (4 de Diciembre de 1963) http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vatii_const_19631204_sacrosanctum-concilium_sp.html (Consultado el 20 de abril 2013) 143 CONCILIO VATICANO II, Constitución Gaudium et Spes, 182. 144 DECRETO AD GENTES, Sobre la actividad misionera de la Iglesia. (7 de diciembre 1965) http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_adgentes_sp.html (Consultado el 16 de Abril 2013). 145 CHARRIS, Guillermo, 28. 64 sentido cristiano, para inculturizarlos, para introducir en ellos los criterios evangélicos, sin hacerles perder su originalidad146. Al mismo tiempo los documentos que han nacido en las Conferencia Generales del Episcopado Latinoamericano, reflejan mucho más cerca de las raíces de nuestra realidad, lo que hemos vivido y estamos viviendo en este tema de la religiosidad popular. La II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín convocada por Pablo VI en Agosto de 1968, estudió el tema de la religiosidad popular desde el punto de vista pastoral147. El Episcopado Latinoamericano concluye, que la misión evangelizadora se halla colocada frente a la realidad de la profunda religiosidad que ofrece a la Iglesia una gran reserva y acopio de virtudes auténticamente cristianas. También reconoce Medellín cuando hace referencia a la pastoral popular en los numerales 2 y 4 que la fe cristiana se encuentra diversificada y como oculta en muchos elementos tanto religiosos como humanos y que se mezcla con imperfecciones, pero al mismo tiempo manifiesta una dinámica interna que impulsa hacia la comunicación y personalización, especialmente cuando se pone en contacto con la Biblia y con la Eucaristía148. La III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla, México, en Febrero de 1979, convocada por Pablo VI al cumplirse diez años de Medellín, aplazada un año por la muerte del Papa, fue presidida por Juan Pablo II. En el Artículo 911 reconoce que: “América Latina está insuficientemente evangelizada. La gran parte del pueblo expresa su fe prevalentemente en la piedad popular”149. 146 Ibíd., 29. CELAM, 71 – 72 148 CELAM, Documento de Medellín, N° 2,6. 149 CELAM, 488. 147 65 En Colombia, sobre todo en la Costa Atlántica, la religiosidad popular juega un papel de primer orden en las masas populares150. La jerarquía ha redescubierto sus riquezas evangelizadoras y actúa con criterio de Iglesia, con la tendencia de hacer rendir a la religiosidad popular todo su espíritu de creatividad para una más adecuada evangelización. Se detectan signos de renovación que ya han comenzado, interpretando la religiosidad popular bajo una nueva luz por ser instrumento adecuado de evangelización de los nuevos tiempos151. Estos elementos también hacen parte de la vivencia religiosa en la parroquia San Calixto Caravario, debido a la masiva migración interna de las familias de dicha región del país. Los teólogos cristianos modernos coinciden en resaltar el carácter existencial absoluto de la fe, para distinguirla así de un concepto popular que la identifica con creencia por oposición a conocimiento152. En realidad la fe abarca la creencia pero va mucho más allá y en la historia de la teología la distinción se ha hecho más a menudo entre fe y obras que entre fe y conocimiento. Esta distinción fue expresada por el apóstol Pablo, que afirmó que el ser humano pecador no puede alcanzar la salvación a través de buenas obras sino sólo mediante la fe en la libre gracia de Dios. Según esta idea, recuperada con fuerza por Martín Lutero durante la Reforma, las buenas obras son consecuencia de la fe. La relación de fe con Dios permite al creyente transcender las limitaciones y realizar buenas obras153. Una visión evocadora de la fe la encontramos en Hebreos 11,1, donde la fe se describe como “el fundamento de las cosas que se esperan y un convencimiento 150 CHARRIS, Guillermo, 30. Ibíd. 152 Ibid, 31 153 Ibíd. 151 66 de las cosas que no se ven”154. Aquí la palabra fe, significa el acto de dar la confianza de uno. La idea hebrea de la fe como la calidad de la estabilidad y confianza que inspira la relación entre dos seres. Para los autores del Nuevo Testamento, la fe ha encontrado su centro en la relación de los creyentes con Jesucristo155. Pero la idea de fe en el Nuevo Testamento va más allá de la expuesta en los libros sagrados hebreos porque añade el concepto de “creer en” o “creer que”. La teología cristiana ha distinguido de forma tradicional entre el elemento subjetivo de la fe, que implica la acción sobrenatural de Dios sobre el alma humana, y el componente objetivo de la fe, que se caracteriza por reunir un conjunto de verdades encontrado en los credos, en las definiciones de los concilios de la Iglesia y, en especial en la Biblia156. Durante la edad media, los teólogos católicos distinguieron dos tipos de verdades religiosas separadas pero en últimas instancias compatibles: aquellas que son accesibles a la razón humana sin ninguna otra ayuda, como la creencia en la existencia de Dios, y aquellas que requieren de la fe para poder ser aprehendidas, como la creencia en la resurrección de la muerte.157 Desde una perspectiva histórica, la Iglesia católica apostólica romana ha definido la fe como la total aceptación de la doctrina y de la autoridad absoluta de Dios en lo que revela o promete revelar158. No todos los cristianos han creído que las exigencias de la fe son compatibles con las de la razón. Muchos de los primeros cristianos, entre ellos San Pablo y el teólogo del siglo II Tertuliano, insistieron en que la fe parece un disparate a los 154 BIBLIA DE JERUSALEN. Barcelona, Desclée de Brower, 1975,1723 CHARRIS, Guillermo, 32. 156 Ibíd, 33 157 Ibíd, 35 158 Ibíd. 155 67 ojos que no han sido abiertos por la gracia de Dios159. En un sentido similar, el teólogo y filósofo danés del siglo XIX Sören Kierkegaard sentía que un abismo separaba la razón humana de la fe y que el supuesto creyente tenía que dar “un salto de fe” sobre ese abismo para encontrar la salvación160. La vivencia de la fe en el mundo de hoy comporta un doble desafío y una doble fidelidad: que el creyente vibre con la originalidad y la fuerza de Jesús en un seguimiento pleno y sin límites, y que sea a la vez un ciudadano del mundo de hoy, totalmente inserto en el mundo para que su testimonio tenga sabor dinámico; esto quiere decir un creyente ciudadano, fiel a Cristo y al mundo, misionero que asuma los desafíos del mundo de hoy, con un cristianismo histórico que haga presente a Cristo en sus valores eternos y presentes, pero también fiel al momento histórico del cual es parte activa161. Esta es una vitalidad en las relaciones que desembocan en un nuevo enfoque de la Evangelización. La fe sincera produce efectos de verdadero compromiso con las realidades terrenas: al glorificar a Dios Padre se entra en el trabajo de búsqueda por la igualdad entre todos los hijos como hermanos; al glorificar a Dios Hijo, se experimenta el perdón y la capacidad de perdonar, y al glorificar a Dios Espíritu Santo, se siente le gusto de compartir sus dones como comunidad llamada a la santidad. De ahí la necesidad imperiosa de comunicar a los jóvenes la fe auténtica con sencillez y claridad para que se conozcan, se reconozcan y confiesen que Jesucristo es el único salvador del mundo y que Dios cumplirá sus promesas y así puedan superar su indiferencia hacia la celebración de los sagrados misterios en los actos litúrgicos. 159 Ibíd, 37 Ibíd. 161 MEDINA, Miguel A., Principales desafíos pastorales hoy http://sedosmission.org/old/spa/escudero.htm, (Consultado el 17 de julio de 2013). 160 68 en la Iglesia, CAPÍTULO TERCERO RESIGNIFICACIÓN DE LA DIMENSIÓN LITÚRGICA EN LA CELEBRACIÓN JUVENIL En el presente capítulo, con base en la metodología propuesta, se asumirán elementos de reflexión con los que se pueda responder a la temática de cómo hacer para la resignificación de la dimensión litúrgica en las celebraciones juveniles. Solamente si un joven descubre el sentido profundo de lo que significa de verdad ‘celebrar’ la fe en comunión con otros creyentes se podrá pensar que de verdad haga una experiencia de Cristo. 1. La acción litúrgica que conlleve a los jóvenes a tener una experiencia de Cristo. Es importante clarificar en este momento el significado y origen de la palabra liturgia162; etimológicamente tiene dos raíces griegas: ‘leit’ que se deriva de ‘laos’, pueblo y ‘urgia’ que significa ‘acción’. Por lo tanto en la noción de liturgia confluyen dos realidades: un acto, una acción realizada en común, en grupo. Por eso podría decirse que es un “servicio social”163, incluyendo en su concepto, como elementos esenciales las dos nociones de función o trabajo y pueblo. Es un oficio público para el pueblo164. Al mismo tiempo, la liturgia es esencialmente un servicio externo que el pueblo realiza, dirigido a Dios, a través de diferentes actos165. Se puede decir que, un acto meramente interno de religión no puede ser llamado litúrgico 162 Orden y forma con que se llevan a cabo las ceremonias de culto en las distintas religiones. Diccionario de la lengua española, Vigésima segunda edición, http://lema.rae.es/drae/?val=liturgia (consultado el 24 de Julio 2013 ) 164 GOMÁ, Isidro, El valor educativo de la liturgia católica, Barcelona, Libreo, 1945,124. 165 Ibíd. 163 69 La liturgia es una acción profundamente humana, brota de lo más profundo y espiritual de la vida de cada ser humano; y por medio de palabras, acciones, signos, ritos de forma externa y pone en común, sentimientos, creencias, convicciones profundas dándoles una dimensión social, a elementos que son de orden religioso – espiritual166. Al mismo tiempo, la liturgia es un medio que facilita a los creyentes a tener un encuentro interior de fe para comunicarse con Dios, Señor y fin sobrenatural del Hombre167. Cuando hablamos de acción litúrgica, especialmente relacionada con los jóvenes, se piensa de inmediato en una serie de actividades que resultan monótonas, que han perdido su verdadero sentido, porque han caído en un ritualismo exagerado, rutinario, alejado de las realidades juveniles. Vemos necesario descubrir un estilo de celebración que se adapte al mundo de los jóvenes. Nos parece útil partir de una definición de lo que es una acción litúrgica, que nos presenta el sacerdote Antonio Rivero168: Las acciones litúrgicas son aquellos actos sagrados, que por institución de Cristo y de la Iglesia y en su nombre, son realizados por personas legítimamente designadas para este fin, en conformidad con los libros aprobados por la Santa Sede, para dar a Dios, a la Virgen, a los santos, el 166 Ibíd, 125. Ibíd, 127. 168 Padre Antonio Rivero es sacerdote legionario de Cristo, nació en Ávila, España, en 1956. Licenciado en Humanidades Clásicas en Salamanca y Filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma y bachiller en Teología en la Universidad de Santo Tomás de Roma. Ha escrito cinco libros, publicados en Buenos Aíres y México: Cristo; Historia de la Iglesia; La Liturgia; Personajes de la Pasión; Sagrada Escritura: Antiguo y Nuevo Testamento. 167 70 culto que les es debido, y para provecho y santificación de las almas de los que participan en esa acción litúrgica169. Partiendo de la definición de acción litúrgica se puede mencionar que los jóvenes no tienen claro su significado y aquello que verdaderamente implica, es decir, un compromiso con la sociedad, consigo mismo, y con el Creador. Al mismo tiempo, se percibe que los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario poseen poca formación a cerca de la acción litúrgica y de la fe autentica, por lo cual no se les ve participar activamente en los actos litúrgicos, se piensa que esto se da, no por una mala formación en los religioso, porque ellos viven inmersos en un ámbito familiar que está enraizado profundamente en la religiosidad popular. Por lo tanto, la liturgia siempre está conectada con el Misterio Pascual de Cristo a través de los signos sacramentales, y por lo mismo participamos de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, recibiendo los frutos de la Redención 170. Se puede mencionar que la acción litúrgica tiene como propósito actualizar la presencia salvadora de Cristo aquí y ahora, por medio de los ritos sacramentales. El conjunto de ritos, externos y públicos, que usan los ministros legítimos de Cristo y la Iglesia católica, ya para rendirle al Dios verdadero el honor por el sacrifico eucarístico y demás actos del culto divino, ya para procurarles a los hombres las gracias por los sacramentos y sacramentales171. Al interrogarse sobre la formación litúrgica que han adquirido y reciben actualmente los jóvenes no es suficientemente adecuada, estructurada y profunda, debido a factores que se presentan, por la falta de testimonio y compromiso que 169 RIVERO, Antonio, “Diferencia litúrgica y ejercicios piadosos”, (Mayo de 2013) http://es.catholic.net/conocetufe/423/2215/articulo.php?id=21488; (Consultado el 16 de mayo de 2013). 170 GOMÁ, Isidro, 142 171 Ibíd, 132. 71 ven en sus familias o en la comunidad172. No es que los jóvenes sean totalmente indiferentes a la religión, sino que no se les ha ofrecido los medios adecuados para que ellos pasen de una Fe tradicional a una experiencia personal de Dios que de sentido a sus vidas y que se proyecten hacia el compromiso eclesial. Está formación inadecuada, se puede fortalecer con el apoyo de personas idóneas en este campo de la acción litúrgica. Se debe realizar un trabajo de acción pastoral con los jóvenes a través de un proceso dinámico acorde a sus expectativas, necesidades e intereses para que libremente puedan integrar la Fe en sus vidas, como una opción de vida y realización concreta y diferente dentro de un mundo pluralista que ofrece elementos vacíos y desorienta frente a los principios en los que los jóvenes han sido formados por sus familias. Con esta propuesta de resignificar la liturgia se pretende formar a los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, en los criterios auténticos de la Fe cristiana, dando respuesta a sus interrogantes y necesidades espirituales y de sentido. Una acción litúrgica para los jóvenes hará que ellos se sientan importantes en la comunidad parroquial y que asimilen distintos elementos que los formen humana y cristianamente, los cuales les van a ayudar a mejorar muchos aspectos de su situación personal. El Papa Juan Pablo II, en su carta apostólica Spiritus et Sponsa con motivo del cuadragésimo aniversario de la constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia nos dice al respecto: “La Constitución Sacrosanctum Concilium interpreta proféticamente esta urgencia, estimulando a la comunidad cristiana a intensificar la vida de oración, no sólo a través de la liturgia, sino también a través de los 172 PETITCLERC, Jean-Marie. Cómo hablar de Dios a los Jóvenes. Madrid, CCS, 1997, 40. 72 “ejercicios piadosos”, con tal de que se realicen en armonía con la liturgia, como si derivaran de ella y a ella condujeran”(N° 10)173. En esta afirmación del Papa, acerca de la Sacrosanctum Concilium, se puede verificar la gran importancia que tienen los ejercicios piadosos, que han tenido y seguirán teniendo influjo en la transformación de los jóvenes en su búsqueda de una acción litúrgica que sea acorde con su realidad, que se proyecte en sus familias en sus círculos de amigos, en el ámbito de la vida social y cultural. La comunidad parroquial también podrá ver un cambio en los jóvenes y se cambiará el concepto que se tiene de ellos, también se convertirán en motivación y estímulo para los demás jóvenes. Si la liturgia vuelve a recuperar el sentido y el valor para los jóvenes, se realizarán paulatinamente cambios de actitud con respecto a ella, por parte de los jóvenes. La celebración común de la fe, irá modelando personas más autónomas, dinámicas, humanas, comprometidas, cristiana y socialmente llenas de una experiencia del Resucitado, de quien han hecho el memorial de su Pascua. Para realizar una experiencia de Cristo resucitado, hay que propiciar una serie de condiciones celebrativas que permitan vivir el misterio que celebra la liturgia. No basta solamente con saber o conocer conceptualmente lo que se celebra. Es necesario por medio de signos expresivos, de acciones verdaderas y auténticas, de una música y un canto adecuados, y en general del ambiente alegre y festivo que se logre comunicar a la celebración, llegar a sentir, a vivir en profundidad, lograr involucrarse en la dinámica celebrativa, que llegue a reflejarse en las circunstancias y situaciones de la vida. 173 JUAN PABLO II, Carta apostólica Spiritus et Sponsa, (4 de Diciembre 2003) http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_letters/documents/hf_jp-ii_apl_20031204_sacraliturgia_sp.html (Consultado el 30 de Julio de 2013). 73 El significado de experiencia se podría decir que es un ‘tipo’ de conocimiento que el ser humano adquiere cuando sale de sí mismo y trata de comprender o mejor aprehender un objeto en la complejidad de todos sus aspectos174. Por esto la experiencia no es un conocimiento teórico o libresco, sino que se adquiere en contacto con la realidad, que no se deja penetrar fácilmente y que incluso se opone y resiste al ser humano. Por eso en toda experiencia se da un alto grado de sufrimiento, lucha y felicidad175. Para que dicha experiencia se pueda desarrollar es necesario estar inmersos en un contexto o realidad. Es decir, que la experiencia implica un proceso de apropiación de la realidad en la que viven los jóvenes de la Parroquia San Calixto Caravario y desde allí llevarlos a tomar conciencia de este encuentro con su situación y con el mundo que los rodea Los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, si llegan a realizar una experiencia auténtica de Cristo a través de la liturgia, podrán poco a poco transformar sus esquemas mentales, sus modelos de comportamiento. Porque Cristo es el Todo-Otro, que supera las posibilidades de nuestro saber, que permanece siempre envuelto en el misterio. Cuando se cree haber comprendido a Cristo, se tiene todavía que reconocer que las compresiones de él dejan escapar su existir verdadero; encontrar a Cristo en verdad es siempre enfrentarse a una diferencia radical. Encontrar a Cristo en la radicalidad de sus exigencias para seguirlo, es también para el cristiano, hacer la experiencia de la semejanza y la proximidad con los demás. Dios ha querido que nosotros seamos creados a su imagen, y Cristo ha prometido hacer en cada uno de nosotros su morada. “Si alguno me ama, guardará mi Palabra y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn. 14,23). 174 175 BOFF, Leonardo, Experimentar a Dios: La transparencia de todas las cosas, Sal Terrae, España, 2003, 41. Ibíd. 74 La experiencia es un camino original de encuentro con Cristo, camino que tiene plenamente en cuenta la situación de los jóvenes y la realidad en la que están inmersos. El sentido de fe que han vivido en la vida familiar a través de una religiosidad popular, les podrá ayudar para hacer de ella un camino hacia Cristo, que les permitirá reconocerlo a la vez como el Todo-Otro y como el TodoPróximo176. Caminar hacia el encuentro con Cristo, no es algo en el aire, etéreo… Encontrarse con los demás, en los que está presente Cristo mismo “donde dos o tres están reunidos en mi nombre allí estoy en medio de ellos”, es una forma de encuentro con el Cristo total, el Cuerpo de Cristo que formamos todos. Por eso la liturgia es una ayuda eficaz para propiciar la experiencia de encuentro con Cristo, con su Palabra, con sus sacramentos, con su perdón, con el alimento que nutre la fe para el camino… Propiciar una verdadera pastoral litúrgica transformará la celebración en un momento privilegiado de salvación, de profundización de la fe, de irradiación de esa experiencia a la vida concreta. Será de manera sacramental facilitar la búsqueda del Resucitado en las acciones eclesiales. 2. La pastoral litúrgica en la Iglesia. La importancia de la pastoral litúrgica en la iglesia obedece al mandato de Cristo a sus discípulos luego de su resurrección “Id al mundo entero y anunciad el evangelio a toda la creación” (Mt. 28.18- 20), por eso la iglesia proclama el mensaje de salvación para que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, especialmente a los jóvenes que son el horizonte de nuestra vivencia de cristianos católicos. Supone una invitación urgente a plantear con seriedad el problema de fondo existente hoy en el ámbito eclesial: la necesidad de una Iglesia joven, 176 ZUBIRI, Javier, El hombre y Dios, Madrid, Alianza, 1985, 224. 75 revitalizada y revitalizadora, que se erija en fermento y levadura dentro de una sociedad desencantada y rutinaria. Si la iglesia es conducida por el Espíritu, ha de reflejarse en un dinamismo pastoral, ciertamente alejado del miedo o cualquier preocupación restauracionista177. Toda acción pastoral animada con la fuerza del Espíritu Santo debe suscitar la adhesión personal a Jesucristo de hombres y mujeres bautizados o no y a su iglesia, a través de la conversión para poder descubrir en él, al hombre nuevo plenitud de humanidad y verdadero Dios178. Desde sus comienzos y en fidelidad a su Señor, la Iglesia realiza continuamente acciones pastorales que permiten anunciar el Reino de Dios a todas las personas sin distinción, especialmente a los pobres y vulnerables respondiendo en cada época de la historia a los distintos desafíos en las diversas situaciones que definen las culturas179. Gracias a la acción pastoral, el anuncio del Evangelio renueva constantemente la vida y la cultura humanas para rescatar al ser humano a todo aquello que lo aliena y pone en peligro su auténtica libertad y felicidad. […] La pastoral al ser una sola pretende afectar todos los ámbitos de la sociedad para dinamizar la vida social promoviendo la defensa de la dignidad de la persona humana180. A través de la acción pastoral la iglesia da testimonio de lo que cree y espera anunciando pero también denunciando con palabras proféticas las falsas 177 CALAVIA, Miguel A., El sentido de Dios: la trascendencia un reto a la Pastoral Juvenil, Madrid, CCS, 1985, 206 178 GOMÁ, Isidro, 157 179 CONFERENCIAS GENERALES DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Río de Janeiro, Medellín, Puebla, Sto. Domingo, Colombia, Litocamargo, 2001, 641. 180 Ibíd. 76 ideologías e imágenes de la sociedad incompatibles con la visión cristiana, y esto debe impulsar a buscar el anuncio del Evangelio que es fundamental en toda la acción pastoral. Si no se encuentra el Evangelio en el centro de la pastoral no habría un verdadero testimonio de vivencia evangélica. El anuncio del evangelio hoy debe promover la defensa de los derechos humanos y la renovación cristiana de las estructuras sociales, al tiempo que debe formar hombres y mujeres, lo mismo que comunidades maduras en la fe respondiendo a las diferentes situaciones que plantean la sociedad y la cultura modernas que traen consigo sus propias características como: la urbanización, la pobreza, la marginación, al tiempo que trae también nuevos valores como el ansia de solidaridad, de justicia, la búsqueda religiosa, y la superación de ideologías totalizantes. El contenido del mensaje evangélico es y debe ser Cristo, Evangelio del Padre quien con sus palabras y hechos mostró la misericordia de Dios y su amor sin límites, y a través de su muerte y resurrección nos liberó del pecado y todas sus consecuencias. En Cristo todo adquiere sentido y devuelve al ser humano su verdadera dignidad. 3. El hombre renovado en Jesucristo a partir de la liturgia. Jesucristo, Dios hecho hombre, el totalmente renovado por el Espíritu, el Siervo de Dios, el Testigo fiel, es el modelo a seguir. En él, Dios ha querido revelarnos cómo han de ser sus hijos. Pero con la debilidad humana se ha caído en pecado, el cual impide una autentica renovación181. Es decir, que el pecado destruye la dignidad humana que Cristo ha rescatado a través de su muerte y resurrección. Jesucristo que vive en la iglesia, sobre todo 181 CASTILLO, José María, El seguimiento de Cristo, Salamanca, Sígueme, 1889, 86. 77 entre los más pobres quiere enaltecer esta semejanza de Dios en su pueblo, por la participación del Espíritu Santo en Cristo también nosotros podemos llamar a Dios padre y nos hacemos radicalmente hermanos, él nos hace tomar conciencia del pecado en cuanto este destruye en el hombre la vida divina ya que es el mayor daño que una persona puede inferirse a sí misma y a los demás182. La gracia que Cristo nos ofrece es más abundante que el pecado y por el podemos liberarnos y liberar a otros de este misterio de iniquidad183. En Jesucristo, llegamos a ser hijos de Dios, sus hermanos y participes de su destino como personas responsables movidas por el Espíritu Santo a construir la iglesia del señor; en Cristo descubrimos la imagen del hombre nuevo con la que fuimos configurados por el bautismo imagen también de lo que todo hombre está llamado a ser184. Ante Cristo y María deben revalorizarse los grandes rasgos de la verdadera imagen del hombre y de la mujer, todos fundamentalmente iguales y miembros de la misma estirpe. En esta pluralidad e igualdad de todos cada uno conserva su puesto y valor propio pues también cada hombre y mujer deben sentirse amados por Dios y elegidos por él eternamente por más que lo envilezcan o por poco que se estime a sí mismo185. La renovación del hombre desde la liturgia debe conducirlo al cambio de vida que lo impulse a seguir a Jesucristo liberador. 182 Ibíd. Ibíd, 87. 184 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO, La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina, 112. 185 CASTILLO, José, María, Para comprender los misterios en la Iglesia, Verbo Divino, Navarra, 1998, 118. 183 78 3.1 El hombre renovado asume su vida directamente; no se evade ni es inconsciente Trata de ver siempre las cosas como son, haciendo juicios objetivos en base a hechos reales. Se concentra en lo existente, dentro y fuera de sí mismo, sin fijarse en lo desagradable o difícil que puede ser. Para esto ha de tener desarrollada su identidad. Por eso en una pastoral juvenil hay que ayudar al joven de la parroquia San Calixto Caravario, a encontrarse como persona responsable con una identidad propia, a reconocer que está inmerso en un contexto social y cultural concreto que tiene su desarrollo y al mismo tiempo su deficiencias, y a tomar conciencia del gran compromiso que tiene frente a sus actos. 3.2. El hombre renovado puede salir de sí al encuentro de los demás Abrirse a los otros supone un grado de maduración personal que hay que ir adquiriendo. Incluye muchos aspectos: saber tratar con amabilidad y atención a los demás; estar abierto, interesado, cercano desde la fe a todos los que se acercan a nosotros (como recibía Jesús a todo el que acudiera a Él, fuese fariseo, prostituta o endemoniado). Sin actitudes dominantes; dejando que los demás sean ellos mismos. Una verdadera pastoral juvenil, debe llevar a los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, a tener en cuenta que son personas llamadas al servicio de los más necesitados, sin prejuicios ante los demás, sea cual sea la condición social, económica, cultural y religiosa que tengan. Llegar a un encuentro auténtico con los otros, como hijos de un mismo Padre. 79 3.3. El hombre renovado es decidido. Dirige su vida hacia una meta, a pesar de los obstáculos Actúa con un propósito y un rumbo definido. Puede concebir y ejecutar un plan de acción, ya sea para realizar un negocio o una tarea científica, cultivar una relación profunda con todos aquellos que le rodean. Recibe con agrado los consejos, y persevera decidida y constantemente hacia la meta que ha elegido. El joven de la parroquia San Calixto Caravario, debe estar consciente que no es autosuficiente y que necesita de los demás, para salir adelante en su proyecto de vida, escuchando consejos de personas mayores que han tenido y tienen experiencia en muchos campos. Escuchar a los otros le ayudará a proyectar metas y a fortalecerse para saber sobrellevar los obstáculos que puedan presentarse. 3.4. El hombre renovado es valiente y tenaz No sólo para dominar el mundo exterior; también para atravesar la noche oscura del alma, enfrentarse al mundo interior o luchar contras las fuerzas del mal. Para todo ello se requiere valor, fortaleza, paciencia y persistencia. Aquella fuerza interior, el valor y la tenacidad no deben faltar en el hombre renovado. El joven de la parroquia San Calixto Caravario, debe llenarse de una espiritualidad autentica que le dé mucha fortaleza y valentía, ante la dificultades que se presenten en el caminar. Siendo consciente de que vive en un contexto de violencia familiar, de drogas y de todo tipo de violencias (robo, asesinato, secuestro express). Muchas de estas manifestaciones violentas tienen su raíz en el egoísmo, en conseguir un dinero fácil, en el ansia de tener más, de conseguir ‘cosas’ sin darse cuenta del gran daño que provocan estos tipos de violencia. Un joven que va madurando en su compromiso cristiano llegará a madurar también su 80 respeto por la vida y la integridad de los demás… Procesos largos, complejos, que exigen planes serios de catequesis y evangelización. En todos estos aspectos que son la realidad cruda de su situación social, es donde se palpa la necesidad de formar jóvenes creyentes en Cristo, que han comprendido las exigencias básicas del Evangelio y que están llenos de valentía para denunciar y ser testimonio de una renovación espiritual y social. 3.5. El hombre renovado tiene sentimientos profundos y auténticos Los grandes hombres poseen gran profundidad de sentimientos y no temen manifestarlos en los momentos apropiados. Ser varón no quiere decir ser insensible, sino tener la capacidad de asumir las dificultades a pesar de los sentimientos de ansiedad o debilidad. Sin embargo, en el hombre los sentimientos están atemperados por el entendimiento y la mente racional. Si le faltase una buena capacidad de razonamiento no podría desempeñarse; hace falta una mente desarrollada para conducir a los demás. El joven de la parroquia San Calixto Caravario, no debe olvidarse que es un ser humano con debilidades y virtudes, que no es ajeno a la realidad de miseria, de indiferencia, de egoísmo, de insensibilidad hacia los menos protegidos. Un ser humano que se preocupa por el bien de todos, demostrando sin temor que es un seguidor de Cristo. Debe aprender a manifestar sus sentimientos de querer salir adelante sin ofender y ser ofendido por demostrar su debilidad. 81 3.6. El hombre renovado aprecia lo femenino y sabe valorar la influencia que sólo una mujer puede ejercer Admite que un mundo puramente masculino sería una aberración. Tiene la humildad de reconocer que para ser íntegro necesita del amor, el afecto, la comprensión y la relación con la mujer. El Joven de la parroquia San Calixto Caravario debe ser consciente de la necesidad del afecto materno, básico en el desarrollo de una vida integral. Sin olvidar que es un Ser llamado a respetar y apreciar lo femenino. Estos son los rasgos esenciales de carácter que los hombres renovados en Jesucristo deben desarrollar para alcanzar su plena realización personal y social. Necesitan tomar con firmeza las riendas de su vida, obrando con celo y sabiduría en todos los aspectos de la misma. Si verdaderamente los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, tomasen conciencia de estas características que manifiestan a un hombre renovado en Cristo, que se ha encontrado con el Resucitado, no tendríamos tanta violencia hacia las mujeres y los desprotegidos en nuestra sociedad. En síntesis, el hombre renovado es decidido a dejarlo todo por seguir a Jesús, dedicándole todas sus energías y talentos. Es firme y leal al Señor y a su Pueblo, a pesar de las contradicciones. Es un Hombre de oración, le rinde a Dios la alabanza que Él merece. Es celoso de la cosas de Dios y de que su voluntad se cumpla en el hogar, comunidad, país, y otros. Es colaborador activo en la tarea de transformar el mundo para gloria del Creador, mediante su trabajo y profesión. Es sobre todo un hombre obediente al Señor Jesucristo. 82 4. La experiencia del Resucitado en la liturgia Si la experiencia, es la manera de interiorizar y de situarnos en el mundo, que se realiza en el encuentro con los otros en una relación interpersonal, de amistad, de familiaridad, de filiación, podemos preguntarnos cuando se trata de la experiencia del Resucitado en la liturgia, ¿Cómo podemos vivir esta experiencia? Hemos de reconocer que el ser humano, no es el que hace experiencia o que tenga experiencia de Dios, sino que él mismo es experiencia de Dios, es formalmente experiencia de Dios186. Y en ello reconoce que Dios no es una realidad objeto, ni es un término objetual para el hombre, ni tampoco un estado suyo, sino que es sujeto relacional de experiencia. Por eso en la medida que el hombre es capaz de ser consciente de su existencia es capaz de hacer experiencia de Dios; una experiencia de una relación de creación, filiación y salvación. Pero tengamos en cuenta que la experiencia de Dios no es una experiencia al margen de lo que es la experiencia de la vida cotidiana: comer, llorar, tener hijos, y otros, no es experiencia al margen de esto; sino la manera de experimentar en todo ello la condición divina en lo que consiste el ser hombre187. Se podría decir entonces que el hombre hace experiencia de Dios realizando el proceso de llevar la realidad cotidiana a una dimensión extraordinaria involucrando su ser personal, social, histórico. La experiencia de los discípulos al encontrarse con Cristo resucitado implicó una nueva relación con él diferente de la que tuvieron cuando vivía con ellos, debieron reconocerlo como Señor aceptando que había resucitado a partir del testimonio 186 187 ZUBIRI, Xavier, El hombre y Dios, Madrid, Alianza, 1985, 225. Ibíd. 325. 83 del que los anunciaban o de las palabras de la figura que se hacía presente en las apariciones. La fórmula “Jesucristo ha resucitado” es la expresión de un encuentro con él y no un enunciado como una verdad cuya aceptación supla la experiencia. Es a la vez de Dios y de Cristo, de Cristo como revelación de Dios en sí mismo que habló por medio de la naturaleza, los acontecimiento histórico, la voz de los profetas, y final en el Hijo imagen de Dios invisible pero sin que esta revelación definitiva desvele completamente para el hombre el misterio de Dios. La experiencia del Resucitado opera en los discípulos una radical conversión de la mirada y más profunda aún del corazón pero esta nueva experiencia de Dios conduce a un nuevo tipo de experiencia: la experiencia del Espíritu188. El Espíritu Santo, es la raíz de la experiencia cristiana; nadie puede decir Jesús es Señor si no es por el Espíritu Santo (1 Cor. 12,3) gracias a él podemos clamar Abba Padre (Rom. 8,15). Sin tal transformación del corazón que supone la donación del espíritu, los discípulos no habían podido reconocer al Resucitado. Al mismo tiempo, es la raíz, porque la donación del Espíritu es la culminación de la revelación, donación de Dios al Hombre. En la donación del Espíritu Dios se hace don que transforma el interior de la persona, le concede la condición de hijo en el Hijo y la deifica haciendo realidad la promesa antigua: la salvación soy yo mismo. El Espíritu da al que cree en el Resucitado una nueva vida espiritual resucitada que le hace partícipe de la resurrección. Una fe desprovista de toda experiencia no sería fe, la fe necesita experiencia (1 Pe. 1,6 – 8)189. 188 189 VELASCO, Juan, La experiencia cristiana de Dios, Madrid, Trotta 1995, 235. Ibíd. 84 La experiencia cristiana de Dios no se realizará exclusivamente ni en los sentimientos ni en actos religiosos separados de la vida y paralelos a ella se encarna sobretodo en una determinada forma de vivir que reproduce la forma de vivir que Jesús ha instaurado como realización del reino de Dios cuya expresión autentica es el amor y el servicio a los hermanos. La experiencia de Dios es dinámica, en sí misma y dinamizadora de la existencia que la vive. Una experiencia dinamógena190, es toma de conciencia de una presencia constituyente que nunca pasa a ser totalmente constituida 191. […] la experiencia de Dios en consecuencia es Dios dándose como absoluto a la experiencia humana, y de parte del hombre, haciendo la experiencia de lo absoluto en la constitución de mi persona. El hombre no encuentra a Dios primariamente en la dialéctica de las necesidades y de la indigencia. El hombre encuentra a Dios precisamente en la plenitud de su ser y de su vida. […] Toda experiencia es una síntesis activa de presencia e interpretación192. 5. Opciones pastorales para una liturgia liberadora. La ponderación y el análisis de las realidades positivas y negativas, vistas a la luz del Evangelio permiten escoger y descubrir la respuesta pastoral a los desafíos193, que se presentan en la actualidad para la liturgia. Las opciones pastorales tendrán como finalidad: 190 El Diccionario de la Real Academia Española, define: Dinamógena, la acción de estimula el vigor físico. VELASCO, Juan, 31. 192 Ibíd, 43. 193 CONFERENCIA GENERALES DEL EPICOPADO LATINOAMERICANO, Rio de Janeiro, Medellin, Puebla, Santo Domingo, Colombia, Litocamargo, 2001, 562. 191 85 […] presentar a los jóvenes el Cristo vivo como único Salvador y liberador para que evangelizados evangelicen y contribuyan con una respuesta de amor a Cristo a la liberación integral del hombre y de la sociedad llevando una vida de comunión y compromiso194. Como se puede apreciar, es urgente dar a conocer a los jóvenes un Jesús histórico, un Jesús que fue y sigue siendo liberador de los oprimidos, de aquellos que no tienen un horizonte claro. Y en cuanto a la liturgia que no ven su conexión con la Iglesia en los actos litúrgicos La iglesia confía en los jóvenes, son para ella su esperanza un potencial para el presente y el futuro de la evangelización por ser dinamizadora de la sociedad y de la iglesia195. Se hace un fuerte llamado para que los jóvenes busquen y encuentren en ella el lugar de la comunión con Dios y con las personas a fin de construir “la Civilización del Amor”196. Los invita a comprometerse en una acción evangelizadora sin excluir a nadie de acuerdo con la situación que cada uno vive teniendo predilección por lo más pobres. Se quiere responder a la situación de la juventud con los tres criterios de verdad propuesto por Juan Pablo II: La Verdad sobre Jesucristo, la verdad sobre la Misión de la Iglesia, la verdad sobre el hombre197. Solamente Cristo puede liberar integralmente al joven a través de un proceso de conversión constante y de la recepción de los sacramentos. El joven debe experimentar a Cristo como amigo personal, como camino de total realización con 194 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO, La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina, 243. 195 Ibíd. 196 PERESSON, Mario, Educar para la Solidaridad y el compartir, Salesianas, Bogotá, 2012, 125. 197 CONFERENCIA GENERALES DEL EPICOPADO LATINOAMERICANO, 661 – 662. 86 él y por la ley del amor puede descubrir a Dios como padre y a los demás como hermanos. Los jóvenes deseosos de realizarse en la iglesia pueden quedar frustrados cuando no hay una buena programación pastoral que responda a la realidad histórica que viven, igualmente sienten la falta de asesores preparados que sean sus orientadores en cuanto a la realidad. Es decir, que la pastoral de la juventud debe ser un verdadero proceso de educación en la fe que lleve a la conversión y aun compromiso con el Evangelio198. Los jóvenes deben sentir que son Iglesia experimentándola como lugar de comunión y participación por esto la iglesia debe aceptar sus críticas porque se sabe limitada en sus miembros y los hace gradualmente responsables en su construcción hasta su envió como testigos y misioneros199, especialmente entre sus mismos contemporáneos. En la esencia de las opciones pastorales deben presentar a un Cristo vivo, Dios y hombre modelo de autenticidad, sencillez y fraternidad. La pastoral buscara que el joven crezca en una espiritualidad auténtica y apostólica desde la oración, la escucha de la palabra de Dios, y el amor filial a la virgen María. También debe ayudar a formar a los jóvenes gradualmente para el compromiso sociopolítico en busca de la transformación de las estructuras que oprimen y degradan la dignidad humana, es necesario motivar la creatividad de los jóvenes para que ellos mismos imaginen y encuentren los medios más diversos y adecuados para cumplir la misión que tienen en la sociedad y la iglesia, para esto se les facilitará los recursos, los campos donde puedan ejercer su compromiso. 198 199 Ibíd, 245. Ibíd, 540. 87 Porque un joven con las actitudes de Cristo liberador promueve y defiende la dignidad de la persona contribuyendo a la edificación de la Iglesia sintiéndose, cada vez más un instrumento en la construcción de la sociedad humana. La liturgia será una pastoral de la alegría y de la esperanza que transmite el mensaje gozoso de la salvación a un mundo muchas veces triste, oprimido y desesperanzado en busca de su liberación. Se trata de ayudar a los jóvenes a descubrir el valor de sí mismos, de los demás y de Dios, desde la confrontación con las diferentes realidades humanas actuales y con el Evangelio para que puedan libremente ir transformando su pensamiento y sus actitudes hacia los valores humanos y cristianos auténticos. Dentro de estas opciones pastorales que llevan a una liturgia liberadora, no se debe dejar de lado los signos y símbolos que tienen una gran importancia para recuperar el sentido y valor de la liturgia. Para que los signos sean significativos en todas acciones litúrgicas, deben ser empleados en forma viva, expresiva y digna, supuesta una adecuada catequesis. Las adaptaciones previstas en la Sacrosanctum Concilium (numeral 21) y en las normas pastorales posteriores son indispensables para lograr un rito acomodado a nuestras necesidades, especialmente en las del pueblo sencillo, teniendo en cuenta sus legítimas expresiones culturales200. El hombre es un ser sacramental, a nivel religioso expresa sus relaciones con Dios en un conjunto de signos y símbolos; Dios, igualmente, los utiliza cuando se comunica con los hombres. Toda la creación es, en cierto modo, sacramento de Dios porque nos lo revela201. 200 201 Ibíd. 490 BIBLIA DE JERUSALÉN. Romano. 1,19 – 20, Desclée De Brouwer, Madrid, 1979, 1610. 88 Para una liturgia liberadora, no podemos dejar de lado la importancia que tienen los signos y símbolos. Deben realizarse con dignidad y calidad al momento de hacer uso de ellos, para que no pierdan la eficacia de ser presencia sensible de las realidades salvíficas que es su finalidad. La forma de celebrar y de utilizar los símbolos ha de tener una metodología que sea atrayente a los jóvenes. Desde el documento de Puebla podemos tener presentes los siguientes criterios que ayudarán a recuperar el sentido de la dimensión litúrgica. Se trata de que los jóvenes se sientan que son tomados en cuenta del gran valor que poseen y que son los llamados a ser fermento nuevo en un Iglesia que necesita de personas más comprometida con el Reino de los Cielos202. Los Criterios son los siguientes: Celebrar la fe en la Liturgia como encuentro con Dios y con los hermanos, como fiesta de comunión eclesial, como fortalecimiento en nuestro peregrinar y como compromiso de nuestra vida cristiana. (n.939) Revalorizar la fuerza de los “signos” y su teología. (n.940) Celebrar la fe en la Liturgia con expresiones culturales según una sana creatividad. Promover adaptaciones adecuadas, de manera particular a los grupos étnicos y al pueblo sencillo (grupos populares); pero con el cuidado de que la Liturgia no sea instrumentalizada para fines ajenos a su naturaleza, se guarden fielmente las normas y se eviten las arbitrariedades en las celebraciones litúrgicas. (n. 941) Aprovechar las posibilidades que ofrecen los nuevos rituales de los Sacramentos. (n. 951) 202 CONFERENCIA GENERALES DEL EPICOPADO LATINOAMERICANO, 536 – 537. 89 Se puede mencionar que estos criterios son los indicados para la resignificación de una liturgia liberadora en la mentalidad de los jóvenes que son indiferentes a los actos litúrgicos, que se han vuelto monótonos y han perdido sentido en su vitalidad de ser actos que los acerquen a Jesucristo y por él a Dios. 90 CONCLUSIONES El presente trabajo de investigación ha intentado dar respuesta al interrogante: ¿Cómo la religiosidad popular es fundamento para Responder a la indiferencia religiosa en los actos litúrgicos de los jóvenes de la Parroquia San Calixto Caravario?, dicha pregunta se respondió considerando el papel fundamental que tiene la religiosidad popular en América Latina y especialmente en Colombia. Una religiosidad recibida especialmente en el ámbito familiar, permitiría que los jóvenes no puedan ser indiferentes ante los actos litúrgicos. El fenómeno de indiferencia religiosa se está presentando debido a los cambios de paradigmas causados por los avances tecnológicos que tienen un influjo fuerte en el ambiente juvenil. Al mismo tiempo la religiosidad popular es un fundamento transversal por su tradición enraizada en la vida, la cultura y la sociedad en su conjunto. Para el desarrollo del objetivo general, de analizar la actitud religiosa de los jóvenes ante los actos litúrgicos en la parroquia San Calixto Caravario, se quiso fundamentar teológicamente la pedagogía litúrgica que permita la compresión de la misma y que motive a los jóvenes a redescubrir el sentido de la dimensión litúrgica de la fe. Se analizó ante todo la realidad litúrgica de los jóvenes en la parroquia San Calixto Caravario; se valoraron teológicamente las actitudes religiosas, que desde la religiosidad popular se dan en los jóvenes de dicha parroquia. Se fundamentó la misma desde una teología litúrgica y, por fin se señaló cómo ayudar a los jóvenes a vivir el sentido verdadero de la dimensión litúrgica de la fe. Para situar la búsqueda de esos objetivos, se hizo una descripción históricogeográfica de la población que habita en el sector de la Parroquia San Calixto Caravario. Se realizó un análisis de la realidad socio-cultural de la parroquia mencionada, y en ese contexto se realizó un acercamiento a la problemática de la 91 liturgia, relacionados con la conciencia de pertenencia, identificación personal y cristiana, práctica sacramental y nivel del conocimiento religioso. La situación parroquial no puede considerarse en forma aislada. Tiene numerosos factores que influyen sobre ella, especialmente por la cultura de una sociedad consumista. Los nuevos habitantes de esta zona, muchos de ellos desplazados, tienen que buscar cada día la sobrevivencia, dejando así a sus hijos en el abandono. Estos niños y luego jóvenes con el paso del tiempo van formando grupos o pandillas que van perdiendo respeto a la población, crece la delincuencia, el ansia de conseguir dinero fácil y el consumo de las drogas, van engendrando violencia. Estas y otras manifestaciones de la realidad juvenil pueden llevar a pensar que los jóvenes no se plantean o no reflexionan sobre interrogantes que tienen sobre la realidad de la desintegración familiar, los malos resultados académicos, la ignorancia religiosa y la ausencia en la formación catequética. Es muy probable que sus inquietudes giren en torno a las circunstancias que enfrentan, posibles crisis trascendentales, y creemos que por todo lo anterior, van perdiendo gradualmente el sentido y valor de los actos litúrgicos. Al mismo tiempo, se ha detectado que los jóvenes están en un gran peligro, de ir perdiendo aquellos valores que se les han inculcado en el seno familiar. El joven por su proceso de crecimiento tiene un afán de integrarse en el mundo y en la sociedad. Y enfrenta por eso una dicotomía, entre lo antiguo, lo que aprendió o se le enseñó y lo nuevo que va encontrando cada día en una sociedad plural, consumista, que de muchas maneras lo manipula e influye en sus profundas actitudes ante la vida Para acercarse a estas realidades utilizamos un estudio realizado y apoyado en la estadística del Centro Catequístico Salesiano, de la Inspectoría San Pedro Claver de Bogotá. Y a través de esos datos, pudimos comprobar que la vivencia religiosa 92 que tienen los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, es muy preocupante. En síntesis este primer capítulo, ha sido de un conocimiento concreto de la realidad de la población juvenil y sus dificultades en la parroquia San Calixto Caravario y concluíamos que son un sector extremadamente vulnerable. En el segundo capítulo tratamos de fundamentar el valor teológico y litúrgico de la religiosidad popular. Pensamos en el fenómeno de la indiferencia religiosa y los contrastes que presenta. Vimos cómo dicha indiferencia de los jóvenes se enfrenta con el influjo de la religiosidad popular y por último se ha finalizado con la fundamentaciones teológica y litúrgica. Conocer y analizar la indiferencia religiosa de los jóvenes es una problemática difícil para llegar hasta el fondo de sus causas. Pero sí se pueden detectar sus efectos, en la ausencia de los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario a los actos litúrgicos. Bien sea por una indiferencia propiamente religiosa, y otra que toca con el sentido de pertenencia y participación en actos que han perdido sentido para el joven. Se puede llegar incluso a una más profunda indiferencia religiosa, cuando el individuo en forma radical se aleja de todo aquello que implica la religión. La secularización que invade al joven con mil motivaciones hace que los jóvenes se sientan como centro y protagonistas de la cultura, y con un cierto orgullo los lanza como los artífices de una nueva cultura, llevándolos a que nieguen toda realidad trascendental que pueda amenazar su autonomía y libertad. Esto hace que los jóvenes se cierran con frecuencia en un mundo egoísta e individual dejándose llevar simplemente por emociones momentáneas que no tienen nada que ver con su ser profundo y menos con Dios. La religiosidad popular que está fuertemente enraizada y que ha sido y sigue siendo transmitida por las familias (al menos hasta ahora) a los jóvenes, con sus valores cristianos que ella encierra, colabora para que no se pierda el horizonte 93 religioso y que los jóvenes puedan volver a retomar el camino de Dios desde su participación activa en los actos litúrgicos que se llevan en la parroquia. Por ello era importante una fundamentación teológica y litúrgica, de modo que al conocerlas y sentirlas, pueda llevar a los jóvenes a la toma de conciencia sobre el comprender la inmensidad de valores auténticos que tiene la piedad popular para encarnar el Evangelio en donde Dios y la humanidad se encuentran. Al finalizar este capítulo se constata que hay la necesidad de comunicar a los jóvenes la fe auténtica con sencillez y claridad para que conozcan, reconozcan y confiesen que Jesucristo es el único salvador y que Dios cumplirá sus promesas. Una pastoral catequética deficiente, poco misionera… un sacramento de la Confirmación con escasa o negligente preparación, una fe y una liturgia que se vive por inercia, por pura rutina y tradición, termina por ser insignificativa. Llegar a resignificar y a dar un nuevo sentido vital a la dimensión litúrgica de la fe en los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, era el objetivo de nuestro trabajo. La acción litúrgica debe conducir a los jóvenes a tener una experiencia verdadera de Cristo en la acción sacramental. Debe tenerse en cuenta una pastoral personal, y una pastoral litúrgica eclesial, comunitaria, y llegar a que los jóvenes lleguen a renovarse Jesucristo desde la liturgia. Todo esto debe ser vivido desde la experiencia con el Resucitado y acompañado por opciones pastorales concretas. La experiencia de fe es un camino original de encuentro con Cristo, que tiene un origen fuerte todavía en la relación familiar junto con la religiosidad popular, y debe conducir a un encuentro transformante con el Señor Resucitado. 94 La pastoral litúrgica eclesial, como toda otra actividad de la Iglesia, tiene su fuente y origen en el mandato de Cristo a sus discípulos, después de su resurrección “Id al mundo entero y anunciad el evangelio a toda la creación” (Mt. 28.18 - 20). La acción pastoral es animada con la fuerza del Espíritu Santo, la cual suscita la adhesión personal a Jesucristo, a través de la conversión. La iglesia da testimonio de lo que cree y espera anunciando y denunciando con palabras proféticas las falsas ideologías de una sociedad que son incompatibles con la visión cristiana. La acción pastoral debe tener como centro el Evangelio. El joven renovado desde la liturgia, es lleno del Espíritu, se convierte en testigo fiel, con su vida de fidelidad al Evangelio invita a seguir a Cristo, y sobre todo, lo lleva a ser instrumento de transformación de la sociedad. Y desde el punto de vista humano, los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario pueden avanzar hacia una madurez humana y social, para ser responsables, ser personas para los demás, ser auténticos y libres en sus decisiones, enfrentar sin temor las dificultades, entregarse con valentía a la misión que se les encomiende, y a saber expresar su sentimientos. La experiencia del Resucitado en la liturgia es el encuentro de los discípulos con el Maestro, que implica un reconocerlo en la vida cotidiana, que debe reproducir la auténtica vida nueva instaurada por Cristo Resucitado. La finalidad de la celebración de liturgia, de los sacramentos, realizada en forma adecuada, festiva, adaptada al mundo juvenil, es presentar a los jóvenes a Cristo vivo como único Salvador y liberador y conducirlos a un compromiso integral con el Evangelio y sus exigencias y a una comunión con la sociedad y la Iglesia, la cual debe confiar en ellos pues son la esperanza y un potencial para el presente y futuro de la evangelización. 95 Al mismo tiempo, los jóvenes deben sentirse que son parte de una familia universal como es la Iglesia, la cual les ayude a ser parte activa en comunión y participación, para promover y defender la dignidad de las personas. La liturgia será de verdad una pastoral de la alegría y de la esperanza para los jóvenes de la parroquia San Calixto Caravario, que les transmita el mensaje gozoso de la salvación, en situaciones que no generan esperanza muchas veces de tristeza, opresión y violencia, en las cuales se encuentran. 96 BIBLIOGRAFÍA BAGOT, Jean Pierre – DEBRAY Pierre. Los Jóvenes y Dios. Salamanca, Sígueme, 1969. BIBLIA DE JERUSALEN. Barcelona, Desclée de Brower, 1975. BOFF, Leonardo. Experimentar a Dios: La transparencia de todas las cosas. España, Sal Terrae, 2003. CALAVIA, Miguel A. El sentido de Dios; la trascendencia, un reto a la pastoral juvenil. Madrid, CCS, 1985. CASTILLO, José María. El seguimiento de Cristo, Salamanca. Sígueme, 1889. ----------- Para comprender los misterios en la Iglesia. Navarra, Verbo Divino, 1998. CELAM. Río de Janeiro, Medellín, Puebla, Santo Domingo. Colombia, CEL, 2001. CHARRIS, Guillermo. Aportes de la Religiosidad Popular a la maduración de la Fe. Colombia, PUJ, 2001. 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Descripción del problema litúrgico de los jóvenes de la parroquia san Calixto Caravario………………………………………………………………………….....30 3.1. Pertenencia a la religioso…………………………………………………..32 3.2. Identificación con lo religioso………………………………………………34 3.3. Practica en los sacramentos……………………………………………….34 3.4. Conocimiento de la Parroquia San Calixto Caravario…………………..38 CAPÍTULO SEGUNDO…………………………………………………………………41 EL VALOR TEÓLOGICO LITÚRGICO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 1. La indiferencia religiosa en América Latina…………………………………...41 1.1. La indiferencia a la propia religión………………………………………..46 1.2. La indiferencia religiosa propiamente dicha……………………………..46 2. La indiferencia religiosa en los jóvenes……………………………………….48 103 3. La religiosidad popular y los jóvenes…………………………………………..52 3.1. Dimensión de la naturaleza como creación de Dios……………………55 3.2. Dimensión desde la experiencia del hombre……………………...........57 3.3. Dimensión del temor ante el poder de Dios y el Demonio……………..57 3.4. Dimensión de la muerte y la compresión del dolor ajeno………………58 3.5. Dimensión de confianza filial en la protección de la Virgen María…………………………………………………………………………59 3.6. Dimensión de fidelidad……………………………………………………..60 4. Fundamentación teológica y litúrgica………………………………………….60 CAPÍTULO TERCERO………………………………………………………………….69 RESIGNIFICACIÓN DE LA DIMESIÓN LITURGICA EN LA CELEBRACIÓN JUVENIL 1. La acción litúrgica que conlleve a los jóvenes a tener una experiencia de Cristo…………………………………………………………………………..69 2. La pastoral litúrgica en la Iglesia…………………………………………...75 3. El hombre renovado en Jesucristo a partir de la liturgia…………………77 3.1. El hombre renovado asume su vida directamente………………….79 3.2. El hombre renovado puede salir de sí al encuentro de los demás…………………………………………………………………….79 3.3. El hombre renovado es decidido……………………………………...80 3.4. El hombre renovado es valiente y tenaz……………………………..80 3.5. El hombre renovado tiene sentimientos profundos y auténticos…..81 3.6. El hombre renovado aprecia lo femenino…………………………….82 4. La experiencia del Resucitado en la liturgia…………………………………..83 5. Opciones pastorales para una liturgia liberadora………………………........85 CONCLUSIONES………………………………………………………………………..91 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….97 104