4 de mayo de 2016 Granos: almacenarlos, en épocas de excesiva humedad Para evitar su deterioro, técnicos del INTA Balcarce –Buenos Aires– reflexionaron sobre las diversas prácticas a tener en cuenta para su guardado. Si existe un eterno enemigo de los granos es la humedad por ser la causante de la descomposición de las plantas, de la apertura de las chauchas y de los brotes de los granos. Para evitar esto, los técnicos del INTA Balcarce, Buenos Aires, comparten una serie de recomendaciones clave a tener en cuenta en el momento del almacenamiento para evitar pérdidas. “La cosecha de grano húmedo implica afrontar gastos extras”, advirtió Ricardo Bartosik – coordinador del proyecto de Poscosecha del INTA– quien, además, aseguró que el almacenamiento indebido puede resultar en pérdidas de calidad comercial debido al riesgo de la potencial aparición de micotoxinas. Y sentenció: “No existe manera alguna de conservar un grano mojado en el tiempo, ni en silo bolsa ni en un silo convencional”. La recepción de la cosecha en los acopios estará determinada en gran medida por la capacidad de secado (especialmente en maíz), ya que las plantas pueden manejar una porción limitada de grano húmedo. “Estas condiciones de almacenamiento causan una pérdida de calidad inminente, por lo que se recomienda hacerlo en casos extremos y por periodos de tiempo cortos hasta que pueda ser secado”, explicó Bartosik. En este sentido, recomendó “coordinar con los acopios la recepción de granos con excesiva humedad para evitar demoras inesperadas en la descarga de los granos”. En campañas como la actual se supera la capacidad de secado de los acopiadores, acondicionadores y puertos, lo que repercute primero en aumentos de las tarifas de secado y finalmente en rechazos en la recepción de lotes por alta humedad. Para afinar los números, el INTA desarrolló una herramienta que permite calcular los costos de secado personalizados para cada tipo de operación. Asimismo, en caso del almacenamiento en bolsas plásticas Bartosik aseguró que se debe tener en cuenta que la humedad segura es la de comercialización y es importante considerarlo como una práctica estrictamente temporaria, especialmente con humedades de maíz por encima de 17 % y soja por encima de 14 %. Tanto en silos como en silobolsas, la humedad es la eterna enemiga del guardado de los granos. Para la humedad, no hay lugar seguro Aún en los silos, celdas y galpones permanentes, así como en silobolsas, las abundantes lluvias pueden causar daños mediante las filtraciones. “El simple ingreso del agua implica el desarrollo de hongos o en un foco de calentamiento que, si no se atiende, puede comprometer una parte significativa de la masa de granos almacenada”, detalló el técnico. Para diagnosticar una posible filtración en los silos se puede apelar a la inspección visual del silo en general y del grano en particular, en especial, cerca de las bocas de inspección o las bocas de venteo de aireación. Luego, habrá que realizar una inspección mediante el olfato del silo, tanto en la parte aérea como en la boca del ventilador. En el caso de los silobolsas, si se confirma que entró agua, habrá que esperar consecuencias negativas sobre el grano. Frente a esta situación, el especialista recomendó desarmar la bolsa y utilizarlo para alimentación animal, lo antes posible, para evitar que las pérdidas sean mayores. Y sentenció: “No existe manera alguna de conservar un grano mojado en el tiempo, ni en silo bolsa ni en un silo convencional”. Para el caso de que el daño no sea evidente, Bartosik sugirió utilizar el sistema de monitoreo de dióxido de carbono –tecnología desarrollada por una empresa argentina en convenio con el INTA y que está disponible en el mercado–. Así, mediante un simple pinchazo con una aguja en la bolsa tomaremos una muestra del gas y, de manera automática, sabremos si entró agua a la bolsa y se están desarrollando hongos”, explicó el técnico de Balcarce.