PRIMERAS JORNADAS de ALQUIMIA Montevideo - 2005 TEMA VI OBTENIENDO EL MERCURIO ALQUÍMICO, O ESPÍRITU MATERIAL DE LOS METALES Para este tema utilizaremos dos procesos que tienen por finalidad obtener el mercurio alquímico del hierro. En forma similar a los trabajos de transmutación y de obtener azufre alquímico, según veremos más adelante, esta tarea se realiza en muy pocos pasos, con un sencillo instrumental y un reducido número de materiales, según detallamos: 1. Elementos requeridos para el proceso 1 2 3 4 5 EQUIPO NECESARIO: Seis elementos Un mortero. Dos retortas. Un filtro de fibra de vidrio. Una lámina de cobre. Difusor y fuente de calor. A) 1 2 3 4 B) 5 MATERIALES REQUERIDOS: Cinco Para el proceso: Bisulfuro de Hierro (Piritas). Agua Regia. Ácido Sulfúrico Carbonato anhidro de potasio. Complemento para segundo proceso: Limaduras de Hierro. 2. Dos formas de obtener el Mercurio del Hierro. Etapas del proceso, paso a paso. A) Una manera de lograr el Mercurio Férrico: 1. En un mortero se procura pulverizar al máximo unos 150 gramos de Bisulfuro de hierro (también llamada pirita marcial o pirita de hierro u oro de los tontos). 2. Ponemos el polvo de bisulfuro de hierro en una retorta y le damos fuego hasta que se ponga al rojo, moviéndola enérgicamente para evitar que se aglomere. Luego la dejamos enfriar. 3. Agregamos luego cuatro veces su peso en agua regia y damos calor hasta que comience la ebullición y se deja dos horas en lenta ebullición. 4. Se deja reposar y enfriar, se decanta el licor, se agrega a la retorta otra cantidad igual de agua regia y se mantiene otras dos horas en lenta ebullición. Esta operación se repetirá varias veces hasta que la pirita que está en el fondo de la retorta tome coloración blanca. Usualmente se requieren tres repeticiones. VI-1 PRIMERAS JORNADAS de ALQUIMIA Montevideo - 2005 5. Luego se reúnen todos los licores resultantes y se filtran utilizando fibra de vidrio. A continuación se concentra hasta un tercio de su volumen ya sea en la propia retorta con tubo de escape o por cualquier otro medio de destilación lenta. 6. Una vez reducido el volumen de los licores a un tercio, se agrega en pequeñas dosis ácido sulfúrico a 65/68 grados de temperatura. Si comenzó con 150 gramos de pirita, serán necesarios 20 gramos de ácido sulfúrico, ya que su proporción será del orden del 12%. 7. Luego se continuará la reducción del volumen de licores hasta que quede un sedimento seco. 8. Cámbiese de retorta, póngase a baja temperatura y vaya aumentándola poco a poco. Comenzarán a destilar gotas oleosas de color rojo sangre, que son la llamada tintura sulfurosa. 9. Al continuarse el proceso, surgirá un bellísimo sublimado blanco que se adherirá a la retorta con la apariencia de un plumón cristalino. 10. Y así habrá logrado usted el Mercurio de Vitriolo, que es una sal de Mercurio. Si desea comprobar que eso es lo que logró, frote los cristales de los plumones en una lámina de cobre; el mercurio ávido de vivir en un metal hará amalgama instantánea y el cobre cambiará su color rojizo por color plata. Si quiere reducir estos plumones a mercurio líquido (mercurio alquímico, se sobrentiende que es de lo que hemos estado hablando), utilice cal viva o carbonato anhidro de potasio. B) Logrando durante el proceso el Azufre Férrico: Si lo que usted quería era al Azufre Alquímico del Hierro, pues lo habíamos simplemente pasado por alto ya que lo habíamos obtenido en el numeral 8 de este proceso: es la tintura sulfurosa que surgió como destilación en gotas oleosas de color rojo sangre. Así pues este proceso nos da el azufre del Hierro, al que agregaremos más adelante, los azufres de plata y de plomo, en el tema correspondiente. Finalmente, como en el título hablamos de dos métodos de obtener el mercurio del hierro, veamos pues el otro. C) Variante para obtener el Mercurio férrico: 1. Partiremos de limaduras de hierro que iremos incorporando de a poco en una retorta que contiene un tercio de agua regia. Luego de cada agregado de limaduras, aguardaremos que se apacigüe la mezcla convulsionada. Cada vez que agreguemos hierro, removeremos el fondo con movimientos circulares para evitar que las limaduras se unan. Repetir la operación hasta que la reacción sea muy poca. 2. Filtrar en fibra de vidrio y dar calor hasta reducir a la mitad de su volumen. VI-2 PRIMERAS JORNADAS de ALQUIMIA Montevideo - 2005 3. Agregar ácido sulfúrico en una cantidad equivalente al 50% del volumen ya reducido. Cuidado: hacerlo poco a poco pues la reacción suele ser muy violenta. Agregar el ácido sin esta precaución puede quebrar la retorta, e incluso hacerla estallar con riesgos de gravísimas quemaduras por ácidos. Por ello la recomendación válida tanto para el oro, el azufre y el mercurio: busque un colaborador con oficio si va a hacer estas experiencias, o sea un químico experiente que sin duda sabrá evitar riesgos y manejar mejor estos peligrosos ácidos y sus reacciones. 4. Reduzca luego por calor y así al completar la reducción del licor surgirá un Azufre de color oro en vez de rojo. 5. Y luego, si continúa el proceso obtendrá mercurio sublimado de igual color y apariencia que el obtenido por el proceso anterior. 3. Consideraciones Generales. A través de estas operaciones hemos logrado por sublimación, los dos espíritus metálicos del hierro; guárdelos en dos pequeños frascos de vidrio, con tapa: • El Mercurio Alquímico o Espíritu Denso y Material del hierro, y • El Azufre Alquímico que por ser el Espíritu Sutil y etérico del hierro, se sublimó antes que el mercurio, pues éste es más denso y se aferra más a la materia. Ambos (mercurio y azufre del hierro) se les puede realizar el mismo proceso vitalizador que ya indicamos al final del tema de la transmutación del Oro, pero manteniéndolos dentro de su envase de vidrio. La única variante será la frase final, que para el Mercurio será: “Yo te otorgo la Sal, el Aliento y el Soplo de Vida y te nombro como Mercurio de la más pura calidad y cualidad”. Para cerrar este tema, puntualicemos que en forma similar al proceso de purificación realizado sobre el mercurio y el azufre del metal, ha ocurrido simultáneamente el proceso de purificación interior del mercurio y azufre del propio Alquimista. ******* VI-3