La Noción de Mediación de Lonergan Francisco V. Galán Vélez Departamento de Filosofía, UIA Ciudad de México francisco.galan@lonerganlat.com.mx (Artículo publicado “La noción de mediación de Lonergan. Entre crítica e identidad.” en La Filosofía como mediación, Philippe Cappelle (ed.), Conferencia Mundial de Instituciones Católicas de Filosofía, Universidad Iberoamericana, México, 2007, pp. 309-323) “.. nunca se subrayará de más que la mediación de los generalistas es inteligente más que lógica. Por mediación lógica entiendo el proceso que va desde los conceptos universales hasta las instancias particulares sólo como instancias; por mediación inteligente entiendo el proceso que va desde entender lo universal hasta entender lo particular. La diferencia entre los dos es una diferencia de intelección; en la mediación lógica no se entiende más en una instancia que lo que ya lo hizo en el universal; en la mediación inteligente, se le añade a la intelección del universal una intelección más plena y más determinada del caso particular. El generalista que es sólo un mediador lógico resulta ser un intruso obtuso; el generalista que es un mediador inteligente 1 expresa no sólo su propia mentalidad sino también el lenguaje de su interlocutor.” 1.- El papel mediador que la filosofía debería jugar hoy. La tesis que pretendo sostener es que el papel central que la filosofía ha de jugar en este siglo XXI es el de mediar culturalmente entre diferentes campos de la significación, principalmente entre el mundo del sentido común y el mundo de la teoría, pero también lo debe hacer entre los anteriores y el mundo del arte, el mundo de los eruditos humanistas y el religioso. En todo esto sigo las enseñanzas de Bernard Lonergan. La tesis tiene dos partes: 1) Descriptiva: La cultura occidental está hoy ampliamente diferenciada y mínimamente integrada. La diferenciación puede verse de varias maneras, para efectos de nuestro tema puede verse como la diferencia entre campos semánticos. Mientras que en una cultura no diferenciada todo es el sentido común en una cultura como la nuestra paulatinamente se fueron diferenciando del mundo de la vida diaria otros ámbitos; El mundo de la teoría hacia el s. V a.C.; Vino después dentro de éste la escisión entre ciencia y filosofía (s. XVII), las ciencias humanas (s. XIX) y, finalmente, las ciencias del hombre (s. XX). 2) Normativa o prescriptiva para la filosofía: ¿qué papel le toca hoy a la filosofía? La filosofía hoy se ha vuelto cada vez más un campo de la significación diferente, cerrado y centrado en sí mismo. Al hacer eso renuncia a su tarea más importante proveniente de su tradición. Con el nombre de metafísica, ontología, o filosofía 1 Questionnaire on Philosophy p. 383 en Collected Works of Bernard Lonergan Vol. 17 Philosophical and Theological Papers 1965-1980, Robert C. Crocken y Robert Doran (eds.), Toronto, UTP, 2004, p. 394 Traducción Armando Bravo trascendental, siempre se apuntó a la búsqueda de lo universal y común a toda ciencia y a todo conocimiento humano. Paradójicamente para ser fiel a su tradición la filosofía hoy no debería hacerse como un discurso inmediato, centrado sólo en sí mismo, que sólo atiende a su pasado glorioso, sino como un discurso que atiende también a lo otro y trata no sólo de establecer puentes con ello sino también de incorporarlo en cierto modo. El problema de la integración no es por supuesto solamente filosófico y las mediaciones requeridas para tal fin tampoco lo son. El problema es fundamentalmente de la cultura occidental, una cultura que, además de esta diferenciación de campos de la significación, en su funcionamiento social ha visto la proliferación de subsistemas sociales que se han independizado, en su código operativo, de otros. Tal proceso ha sido llamado modernidad y ha tenido como motor principal (aunque no exclusivo) la independencia del subsistema económico, gracias al desarrollo del modelo capitalista de producción de bienes económicos. En su fase tardía el modelo ha conducido a la llamada globalización, la cual ha llevado a una expansión y hegemonía de la cultura occidental frente a otras, al grado que teóricos como Niklas Luhmann no hablan más de sociedades sino de La Sociedad. Frente a tal proceso llamado modernizador en sus inicios y ahora globalizador ha habido tres tipos de respuestas o de estrategias de integración cultural. La primera considera a la diferenciación cultural como un mal. Esta postura valora, con razón, la integración. Ve en el pasado un todo integrado que fue disuelto por la diferenciación, y por ello considera que la estrategia correcta es una especie de retorno al pasado, o por lo menos una resistencia heroica a los procesos diferenciadores y modernizadores. Recordemos que principalmente se trata de un proceso social de autonomización de sistemas funcionales, pero que tiene su equivalente en el campo cultural de diferenciación de campos semánticos. Por ello en los partidarios del primer grupo habría que poner sobre todo a los románticos y a la gran mayoría de los hoy llamados posmodernos, junto con los globalifóbicos, etc. Vale la pena mencionar que por lo que toca a los católicos también hay un gran número de partidarios de esta estrategia, quienes señalan a la modernidad como la culpable de la pérdida de un pasado idílico cristiano en donde supuestamente existió una identidad y una gran integración. Para la segunda postura la diferenciación como tal es un bien y no hay necesidad, ni posibilidad, de una nueva integración. Cabe señalar aquí a su vez dos grupos: Unos consideran que no hay necesidad de una nueva integración ya que la diferencia de suyo es un bien; Otros, en cambio, señalan que tal proceso de diferenciación no debería quedar sólo así, pero la enorme complejidad de la sociedad occidental actual cancela toda posibilidad de integración. Para los que profesamos una tercera postura el asunto es buscar una nueva integración, pero que respete y no anule las diferencias. Tal tarea pide una mediación entre los campos semánticos diferentes, o entre subsistemas operativamente diferenciados, o entre culturas diferentes. Y aunque parezca que estamos llevando demasiado lejos a la filosofía, consideramos que gran parte de las tareas culturales de integración son filosóficas o cuando menos demandan una adecuada plataforma filosófica. El papel central que puede jugar la filosofía en los intentos de mediación cultural es su aportación en la manera de pensar lo universal, lo cual se traduce en un modo de buscar la integración.2 Estas exigencias culturales de integración que piden la mediación de la filosofía son: Por el lado cognoscitivo una integración de las distintas ciencias entre sí, y de ellas con las visiones del mundo de sentido común de las distintas culturas, lo cual lleva a la mediación de la Metafísica entendida como meta-metodología en una doble vertiente de ser meta-ciencia y meta-hermenéutica. Por el lado ético a la posibilidad de orientar la acción moral eficaz de un agente que tiene que tomar en cuenta un todo social complejo por la multiplicidad de subsistemas sociales con relativa autonomía funcional, y a su vez armonizar las exigencias operativas de éstos con los reclamos morales del mundo de la vida, así como con las distintas tradiciones morales cultural e históricamente situadas, lo cual lleva a la búsqueda de la mediación de una filosofía meta-ética. Finalmente por el lado político se busca una Cosmópolis que permita discernir en cada cultura los principios intrínsecos normativos del progreso y de la decadencia, principios dinámicos que empujan a cada cultura a una ampliación cada vez mayor de su horizonte.3 2.- Los fundamentos propuestos por Lonergan para hacer tal mediación Para Lonergan ha existido en la filosofía occidental una rica corriente de autores que desde mucho tiempo atrás ha explorado la interioridad del ser humano. Con el apoyo de ellos, y sin pretender originalidad, sino tan sólo el mérito de poner en una sola perspectiva, así como señalar un camino pedagógico para que cada lector logre encontrar tal perspectiva en sí mismo, el jesuita canadiense enseñó que nuestra interioridad está constituida por distintas operaciones intencionales que pueden agruparse en cuatro “niveles” de consciencia. Dichos niveles son: 1) Experimentar, 2) entender o comprender, 3) juzgar si lo comprendido es correcto o no, 4) decidir sobre planes de acción.4 Estos cuatro niveles de operaciones se agrupan o configuran en flujos de atención o interés, así tenemos una configuración o patrón biológico que lleva al sujeto a buscar la mera conservación de la vida, un patrón estético, otro artístico, práctico de sentido común, “intelectual” movido por el deseo puro de conocer, dramático orientado al reconocimiento de 2 Como el lector habrá notado estamos señalando que hay una íntima conexión entre mediación, integración y desarrollo. 3 Por lo que toca a la religión tendríamos que pensar a su vez en su papel en los tres tipos de problemática, tanto por lo que toca a su gran poder simbólico como a su realidad institucionalizada. 4 Para algunos debería agregarse un 5) sobre-experimentar el amor incondicional los demás, religioso y en algunos casos místico.5 Tendríamos así una doble matriz de niveles de consciencia (estructura) y de patrones o configuraciones (polimorfismo de la consciencia humana) que constituyen el a, b, c de la propuesta lonerganeana de su radiografía de la interioridad o subjetividad humana. La pretensión es que tal estructura dinámica de operaciones intencionales recurrentes es una especie de programa (software) que se ejecuta en todo ser humano. Es trascendental como contrapuesta a lo categorial-cultural-disciplinar. Sin embargo aunque existe en todo ser humano, su conocimiento cabal y la maestría en su ejecución requiere de un método (llamado por Lonergan con distintos nombres pero que destaca el nombre de método trascendental, aunque debe distinguirse del así llamado en el “tomismo trascendental”) que es sobre todo pedagógico, ya que el método le permite a cada sujeto autoapropiarse de lo que desde siempre ya hace. En este método hay que duplicar la estructura, es decir experimentar (1’) lo que es 1,2, 3 y 4; entender (2’) lo que uno experimentó; juzgar (3’) si lo entendido es correcto o no; y decidir (4’) sobre su puesta en acción. Debemos mencionar que en la estrategia pedagógica el punto que Lonergan especialmente considera importante es que el alumno debe detenerse un largo tiempo en tratar de entender que es entender. Pues aunque el alumno entiende desde hace mucho, tal vez no entiende bien lo que hace y piensaimaginativamente que entender es imaginar o ver algo mentalmente. Y si bien sin imágenes no entendemos, es muy diferente entender una geometría no euclidiana, o la ecuación de Schrödinger que pretender que el contenido de lo entendido sea un “espacio-maqueta” curvo (como en el programa Cosmos) o unas pelotitas subatómicas que desaparecen y luego aparecen. Tenemos pues una estructura dinámica común a todos los científicos, especialistas y personas que sólo se mueven en el campo del sentido común, a tal estructura dinámica le podemos llamar método trascendental en sentido amplio, parta decir en sentido escolástico que es universalísimo, e incluso para decir con un sabor kantiano que es a priori. Pero tenemos un método trascendental en sentido estricto, propuesto por Lonergan, aunque no propiamente descubierto por él. El método trascendental en sentido estricto no es conceptualista, no da prioridad al aprendizaje de las ideas de Lonergan, ni siquiera a su formulación. Lo prioritario es su práctica (dimensión pragmática, performativa o realizativa). En su práctica, la autoapropiación de las propias capacidades, es crucial el descubrimiento de las exigencias e imperativos que en sentido amplio están presentes en las operaciones de cada nivel. Dichos preceptos, obligatorios para todos son: Se atento, se inteligente, se razonable, (se aventurero), se responsable, (enamórate) Podemos notar ahora que si bien la pretensión de Lonergan es que el método trascendental en sentido amplio se ejecuta en cada lector de su libro Insight 5 Aunque la lista no pretende ser exhaustiva, puede pensarse también en un patrón lúdico (reclamo universalista) la manera de ejecutarse es de suyo diferente y plural. Aunque universalmente los seres humanos preguntamos, la manera de hacer preguntas es algo histórico-cultural. Dentro de estas diferencias en un trabajo de integración- mediación lo más importante es comprender las grandes maneras de experimentar, comprender, hacer juicios de hechos, planes y decisiones. Es importante comprender cómo esas grandes maneras (estructuras heurísticas) de Occidente han ido cambiando por ciertos ideales de cómo hay que entender. Negativamente hay que mostrar que el método trascendental en sentido amplio aunque presente en cada estructura heurística no se reduce a ella. No hay una única manera de entender, ni una única tradición, mucho menos un único cuerpo conceptual-doctrinal verdadero. La crítica mostrará que la idolatría a un sistema conceptual o a una única práctica cancela el dinamismo de los imperativos dinámicos trascendentales. Pero la crítica no arrasa con la tradición, ni con la manera de entender (sistema conceptual), sino sólo rechaza lo que estos tienen de encapsulamiento, de freno al desarrollo, de renovación del misterio. 3.- La influencia de Hegel De acuerdo con el Diccionario de Filosofía de Ferrater Mora el concepto de mediación ya fue usado explícita o implícitamente por los filósofos griegos antiguos “cuando tuvieron necesidad de encontrar un modo de relacionar dos elementos distintos; en este sentido la mediación fue entendida como la actividad propia de un agente mediador que era a la vez una realidad ‘intermedia’” 6 No hay duda de que el gran autor de este tema es Hegel, y en el discurso de Lonergan la referencia a Hegel, bien sea para señalar su diferencia, es capital.7 El concepto de mediación de Hegel lo encontramos desde sus primeros escritos con un significado de reconciliación, y a este sentido se le va añadir, a partir de los escritos de Jena un nuevo significado de desarrollo espiritual (llamamos así a la dialéctica de inmediatez-mediación y nueva inmediatez.) La idea de mediación hegeliana tiene un origen esencialmente religioso.8 La mediación no es ser sólo 6 José Ferrater Mora, “Mediación, Mediato” en Diccionario de Filosofía 3, Alianza Editorial, Madrid, 1979, p. 2167. El artículo señala como ejemplo el demiurgo de Platón y los distintos “intermediarios” de Plotino. Menciona también como en el cristianismo Cristo es el perfecto mediador, para después dedicarle un gran espacio al concepto hegeliano de mediación (sin que curiosamente relacione el concepto hegeliano con el cristiano) 7 Lonergan menciona la lectura de la obra de un amigo suyo Henri Niel De la Médiation dans la Philosophie de Hegel, Aubier, Éditions Montaigne, 1945 8 “Elle dérive, par voie de rationalisation, de l’idée de médiateur. Le médiateur luimême est différent de l’intermédiaire, car il est á la fois l’une et l’autre partie qui il faut concilier. Le médiateur type est le Christ qui est Dieu et homme. Dérivant de l’idée de médiateur, l’idée de médiation désigne le processus par lequel un être renonce à s’enfermer en soi et consent à devenir l’autre de lui-même. Ce moment de la lutte, de l’effort contre l’existence égoïste constitue un des aspects essentiels de la notion de médiation. Il s’agit véritablement, selon un mot de l’évangile que Hegel s’est approprié, de perdre son âme.” Ibid p.71 mero intermediario sino fundamentalmente el medio mismo constituye al sujeto, pues el otro a lo que pasa el sujeto se vuelve ahora parte integrante de él. “Le mouvement de médiation n’est pas seulement passage dans l’autre, mais aussi introduction de l’autre dans le moi."9 Se trata de una elevación de lo finito a lo infinito, pero sin separación de los otros entes finitos, sino al revés, hay una mediación de unos con otros, de modo que la mediación es el movimiento mismo como la totalidad subjetiva se organiza a sí misma. Hacia los escritos del período de formación del sistema de madurez Hegel tuvo una nueva intelección que enriquece a la anterior10, la mediación será ahora el movimiento del espíritu mismo en su paso por la negación. Por tener que pasar por la negación, la otredad del espíritu es mediación, y a esto es a lo que Hegel llamará dialéctica. Fichte y Schelling emplearon la palabra Vermittlung en el sentido de una unificación de opuestos, pero para Hegel no basta con ello, ya que hay una buena y una mala unificación, y la palabra mediación viene a señalar sólo la buena, que consiste en la interioridad espiritual de diferentes momentos del desarrollo de un todo. Vayamos ahora a Lonergan. El tema de la mediación de campos de la significación es tratado en muchos de sus escritos, cursos y conferencias, aunque es a partir de Insight11 y sobre todo de los escritos posteriores donde se desarrollará la temática de manera abundante y plena. 12 Sin embargo la noción misma de mediación no es tratada con la misma extensión, de hecho sólo la desarrolla en unos cuantos escritos y conferencias, de los que destaca sobre todo The mediation of Christ in prayer, el cual procedemos a comentar.13 En Aristóteles el silogismo es una mediación entre las premisas, de las que conocemos su verdad de modo inmediato, y otra premisa, de la que llegamos a 9 Ibid En cierto modo ya se encontraba implícita en la anterior 11 Aunque el tema de la mediación no es explícitamente tratado. En el índice de materia no aparece la entrada Mediation, aparecen sólo otras dos en las que se usa la palabra: Mediated inclusion of descriptive relations in metaphysics, 419; Mediator, insight as, 30. Collected works of Bernard Lonergan Vol. 3: Insight: a Study of human understanding, Frederick E. Crowe y Robert M. Doran (ed.), Toronto, University of Toronto Press, 1992. .) La traducción al español Insight: Estudio sobre la comprensión humana, Traducción de Francisco Quijano, Salamanca, Universidad Iberoamericana-Sígueme, 1999 (El original es de 1957) 12 Hasta culminar con Method in Theology, 1971, especialmente el capítulo 3 Meaning 13 Conferencia del 24 de septiembre de 1963 dada en el Thomas More Institute de Montreal. Seguimos el texto publicado en Collected works of Bernard Lonergan Vol. 6: Philosophical and Theological Papers 1958-1964, Robert C. Croken, Frederick E. Crowe y Robert M. Doran (eds.), Toronto, University of Toronto Press for Lonergan Research Institute of Regis College, 1996, pp. 160-182. En la nota editorial introductoria se menciona que por esas fechas había dado un curso Knowledge and Learning en la Graduate School de Gonzaga University, Spokane Washington, del 15 al 26 de julio del cual tenemos algunas notas de Lonergan y las notas personales de dos asistentes al curso Jean-Marc Laporte y Bernard Tyrrell. En la parte de mediación que es tratada con cierta extensión podemos ver prácticamente el esquema desarrollado en The Mediation of Christ in prayer de modo que puede pensarse que Lonergan usó las notas de su curso para esta parte de la conferencia. (Nota editorial 1, p. 160 y 161) 10 saber su verdad de modo mediato. El término medio es el mediador. Hegel, por su postura idealista, extendió a todo la noción de mediación, todo aspira a llegar al concepto.14 Lonergan va a usar la noción de mediación en un sentido tan amplio como el de Hegel, pero quiere evitar los presupuestos idealistas. Si tomamos la noción aristotélica de verdades que conocemos de modo inmediato y las que conocemos de modo mediato y la generalizamos tenemos que: ... any factor, quality, property, feature, aspect that has, on the one hand, a source, origin, ground, basis, and on the other hand, consequences, effects, derivatives, a field of influence, of radiation, of expansion, or that has an expression, manifestation, revelation, outcome – we can say this factor, quality, property, feature, or aspect is immediate in the source, origin, ground, or basis, and on the other hand is mediated in the consequences, effects, derivatives, outcome, in the field of influence, radiation, expansion, in the expression, manifestation, revelation.15 Con tal generalización la noción de mediación se vuelve extremadamente vaga, incluso se vuelve más general que la noción de causalidad, por ello para poder captar su importancia y pertinencia hay que realizar una especie de concreción o de esquematización “...in the patterning that the notion of mediation itself can accept.”16 Tal esquematización la encuentra en los conceptos de: Mediación en general, mediación mutua, auto-mediación y mutua auto-mediación. Para la mediación en general, que interesa poco, pone el ejemplo de un coche en el que el movimiento es inmediato en el motor y mediato en las otras partes, y también pone el ejemplo de un organismo en el que se puede decir que de manera inmediata se provee oxígeno fresco en el sistema respiratorio de manera mediata en el resto del cuerpo. Lo interesante viene con las tres formas de esquematización que vienen a continuación. Mutua mediación En la mutua mediación encontramos también un ejemplo mecánico y uno orgánico. En un reloj hay una mutua mediación entre el mecanismo que causa el movimiento y el mecanismo que causa el control. En un organismo encontramos que hay mutua mediación entre los sistemas respiratorio, nutritivo y circulatorio. Lonergan añade un tercer tipo de ejemplo: En la ciencia empírica hay una mutua mediación entre las operaciones intelectuales o teóricas y la experiencia. Cada aspecto es como algo inmediato en sí y mediato en el otro. Así la experiencia es en el científico inmediata y mediada en la teoría, pero a su vez la teoría es como 14 Le tort de ces théories est, selon Hegel, de ne pas concevoir le syllogisme comme un acte synthétique de l’esprit, passage de l’individuel dans l’universel ou de l’universel dans l’individuel. En réalité, le moyen terme du syllogisme représente le lieu de passage de ce double mouvement. Il exprime l’intériorité de l’un et l’autre extrême. A se placer du point de vue spéculatif, ce mouvement est intérieur á la chose elle-même. Selon le mot de Hegel, les choses sont syllogismes. Le raisonnement syllogistique ne consistera en rien autre que dans la prise de conscience de ce mouvement. Henri Niel, op. cit., p. 84 15 The Mediation of Christ .... op. cit, p, 162 16 Ibid 162-63. algo inmediato respecto de la misma experiencia (pues la inducción estilo los neopositivistas es un mito) y por tanto el nuevo experimento o el nuevo dato de experiencia es algo mediato respecto a la teoría previa. Auto mediación En el caso de la auto-mediación tenemos que considerar tres momentos: Un desplazamiento o desajuste hacia arriba, un desajuste hacia dentro y una transposición deliberada del centro. Es sobre todo en la auto-mediación en donde vemos claramente la conexión estrechísima entre el concepto de desarrollo y el de mediación. We can think of self-mediation as a whole that has consequences that change the whole. 17 Un todo inicial se desajusta o diferencia de modo que se afecta el todo mismo, como si siendo el mismo fuera en cierto modo algo diferente en una segunda etapa, y así sucesivamente.18 En cada etapa el organismo está vivo, ha integrado las etapas anteriores y prepara nuevas. Como vivo es un todo funcional con partes diferenciadas funcionalmente, con distintos centros de inmediatez que son mediados en otras partes. Como moviente hacia otra etapa muestra desarrollos transicionales que sirven para una etapa pero tal vez no para otras.19 Tenemos así un proceso creciente de especialización y complejidad creciente en el funcionamiento del todo. A todo esto le llama Lonergan: Desajuste hacia arriba Hay un segundo tipo de auto-mediación, el desajuste “hacia dentro” que llamamos consciencia. El psiquismo media no sólo orgánicamente sino intencionalmente en la presencia de un objeto en la memoria, la imaginación, y en la presencia a sí mismo. La manera ahora de auto mediarse es a través de adiciones intencionales: Adquisición de habilidades (hábitos) y acumulación de experiencias. Este desplazamiento hacia dentro permite una ampliación enorme hacia fuera El árbol sólo responde a lo que actúa sobre él, el animal puede responder a cualquier cosa que perciba y por la memoria a lo que ha aprendido. También tenemos un ejemplo de esta auto mediación en su desplazamiento hacia dentro en las formas elementales de la vida en comunidad. Los sujetos humanos son “sumados”, o “adicionados”, en la intersubjetividad comunitaria, en el “nosotros” por ejemplo de la familia. De modo que tenemos tres tipos de adiciones o sumas intencionales: 1) Sumas de los propios actos intencionales que es nuestra vida (memoria, experiencia) 2) sumas de objetos en las situaciones (tener un mundo) 3) sumas de los sujetos en un nosotros. 17 Ibid 167 Notemos la gran similitud de la idea de auto mediación con la de autopoiésis y el concepto aristotélico de enteléjeia 19 Ejemplo la habilidad del bebé para succionar el pecho. 18 La tercera y cuarta forma de auto mediación es la auto-consciencia. El animal se media a sí mismo por el psiquismo, pero éste no es autónomo, está gobernado por lo que llamamos “instinto”. El “instinto” lleva a la consciencia las necesidades y funciones del todo animal. De este modo es la especie, más que el individuo, la que se media a sí misma a través del organismo, en tanto éste se reproduce. El ser humano desarrolla una tercera forma de auto-mediación la auto-consciencia, la auto-nomía, la auto-autopoiésis. Para el despliegue de ella es necesario antes el desarrollo de la comunidad. Tenemos así un proceso gradual en el que hay un desarrollo más “hacia a fuera” que lleva a desarrollar memorias y hábitos, y que permite un desarrollo más “hacia dentro”, un despliegue de la reflexividad. Hay un momento en la vida de un ser humano en el que uno no se ocupa solamente de cosas, y en eso de lo que uno se ocupa uno se está haciendo a sí mismo. Este auto disponer de sí mismo es siempre precario, así como el conquistarse a sí mismo (el ser lo que uno quiere ser), para ello se necesita la fidelidad a sí mismo. Los actos libres expresan por una parte las decisiones del yo profundo existencial y de este modo median entre ese yo y sus circunstancias, entre un yo resultado de sus actos pasados y un proyecto vital en su tensión hacia el futuro, pero por la otra esos actos le dan a uno un nuevo centro libre, un ethos.20 Hay pues un paulatino desplazamiento hacia un nuevo centro que es el sujeto humano buscando ser plenamente autónomo. También encontramos otra forma de auto mediación en la transición del primate al ser humano con la aparición y desarrollo del lenguaje, que permite pasar de la experiencia acumulada en la memoria a la experiencia de otros, a las soluciones vitales de otros. Abre la puerta a una ampliación experiencial hacia fuera (del hábitat a la vía Láctea) al mismo tiempo que abre la puerta al desarrollo hacia dentro.21 Mutua automediación La familia, la educación de los hijos y la educación en general son procesos de mutua-automediación. El drama de la vida es un entretejimiento de la mutuaautomediación La noción de mediación de Lonergan, en estas formas superiores de mutua mediación, auto mediación y mutua auto mediación, se liga a la del desarrollo y viene a coincidir con el sentido hegeliano, pero sin considerar a una suerte de mega-sujeto. En el Hegel joven la mediación era la manera de unir contrarios, de reconciliar. En su evolución filosófica Hegel fue apuntando a un concepto más “inmanente” de la mediación. Mediación es algo que expresa más un desarrollo. En Hegel la mediación acaba por ser el espíritu mismo, porque éste se caracteriza por la necesidad de exteriorizarse, de pasar por lo otro. La mediación viene a ser el momento negativo de la dialéctica, tanto en su forma de negación de la 20 Esta idea es más un desarrollo mío que resumen de lo dicho por Lonergan Fijémonos como la automediación constituye lo que Merleau-Ponty llamaría un quiasmo o una realidad quiasmática 21 afirmación, como, mucho más importante, de negación de la negación. Tenemos así un primer paso que es el rompimiento de la inmediatez, y esto es el momento de la negación de la afirmación. Se “rompe” un todo anterior, se produce un “descentramiento”. Pero no basta con ello se necesita una nueva reunificación, una nueva re-totalización, una negación de la negación.22 Filósofos y pensadores de la diferencia captan algo del problema de la mediación al señalar con acierto la ruptura con lo inmediato, el paso por la diferencia. Así los genealógicos y pensadores de la sospecha nos dicen que lo “inmediato” no es tal sino que tiene una génesis, y que no hay un origen absoluto, o “una primera vez” o una experiencia inmediata. Pero absolutizan tal diferencia, la negatividad, y de este modo la mediación no se cumple cabalmente porque queda un todo escindido en fragmentos y partes, sin que nos muestren, -y sí en cambio nos prohíben-, la conexión de uno y otro. No nos dicen cómo integrar las demandas de ambos. Inmediatez – mediación, nueva inmediatez Podríamos trasladar el concepto hegeliano de espíritu a nuestra cultura y considerar la necesidad de una negación de la negación, esto es de la construcción de una nueva totalidad en al que la filosofía podría colaborar, no colocándose como un centro encerrado en su inmediatez, sino como una parte de la cultura que sine embargo se preocupa, junto y al lado de otros saberes (mutuaautomediación) por la construcción de un nuevo centro y totalidad que permita metodológicamente integrar (sin anular sus diferencias) campos diversos de la significación. Esta búsqueda de integración debe concebirse no a la manera conceptualista de pregonar el sistema conceptual de alguna filosofía (bien sea la de Lonergan) sino a la manera de una metodología, una estructura heurística, un procedimiento, que permita integrar metodologías diversas. 4.- La mediación de la metafísica En un famoso escrito de 198123, Jürgen Habermas, se preguntó por el papel que todavía la filosofía puede jugar una vez que por el desarrollo autónomo de las ciencias, así como de otras realidades culturales (campos semánticos en el lenguaje de Lonergan), la filosofía ya no puede ni siquiera ser lo que Kant pretendió que fuera: acomodadora de las ciencias (Platzhalter-acomodadora) e instancia judicial suprema del mundo cultural. Habermas le asigna en dicho escrito el más modesto papel de ser vigilante (de la racionalidad) e intérprete (de los ámbitos semánticos diferentes) Con ello le asignó un esencial papel mediador, especialmente por lo segundo. Es verdad que para Habermas este trabajo la Filosofía no lo puede hacer sola sino sólo de la mano y a la manera de las ciencias 22 En el desarrollo que es una auto-mediación vimos que existe un proceso de rompimiento, o descentramiento, o de diferenciación, y al causante de tal proceso le llamó Lonergan “operador”. En todo desarrollo hay que buscar o determinar al “operador”, que hace explotar al todo “hacia arriba”. Pero además tenemos en el desarrollo la reunificación o re-totalización, al causante de tal proceso le llamó Lonergan “integrador”. 23 “La filosofía como vigilante (Platzhalter) e intérprete”, en Conciencia moral y acción comunicativa, Traducción Ramón García Cotareto, Península, Barcelona 1985. reconstructivas (mutua automediación) y desde luego jamás reconocería la relación de dicho trabajo con el “ya superado” pensamiento metafísico. Para Lonergan la filosofía ya no puede ser hoy una ciencia, ni quien venga a impartir sentido común, mucho menos un símbolo religioso o una remitificación, eso le toca a las ciencias, a los sentidos comunes y a las religiones, pero sí puede y debe mediar en una nueva integración de estos ámbitos. Tesis no del todo ajena a Habermas, aunque para Lonergan por el lado cognoscitivo la mediación filosófica sólo es posible como metafísica, pensamiento de la totalidad24, aunque dicha metafísica debe pensarse hoy como una meta-metodología que tiene una dependencia material de los materiales que va a integrar (esto es de las ciencias y de los sentidos comunes). La metafísica es la concepción, afirmación e implementación de una estructura heurística integral. A) Concepción de una estructura heurística integral: ¿Cómo es posible hacer tal cosa? ¿Cómo concebir una metodología capaz de integrar otras metodologías? B) Afirmación de la validez de dicha meta-metodología: La metafísica no es algo en un libro sino en una mente. C) Implementación de una meta-metodología: ¿Cómo llevar tal tarea a la práctica personal y sobre todo institucional? ¿Cómo transformamos la práctica institucional de lo que llamamos filosofía de modo que pudiéramos hacer esta mediación (reconciliación) de ámbitos de la significación? Esto mismo que Lonergan señaló para la metafísica debe pensarse para la ética y política, en lo concerniente a la concepción, afirmación y sobre todo en la implementación. Sin duda la base de las dos primeras tareas está más o menos elaborada por el propio Lonergan25 pero en los aspectos de implementación no tenemos prácticamente nada: ¿Cómo institucionalizamos en nuestra cultura la meta-ética, por ejemplo una tolerancia activa pero que postule normas universales, y cómo institucionalizamos la Cosmópolis? He aquí las tareas que habrá que desarrollar para poder llevar adelante la tarea filosófica de mediación de ámbitos diferenciados de campos de la significación. El punto clave que la filosofía puede aportar (aunque en dependencia de los materiales a integrar) es la universalidad. (Algo a lo que el filósofo católico debería estar llamado por oficio). “Al construir un barco o una filosofía, se tiene que recorrer todo el camino; un esfuerzo que por principio es incompleto equivale a un fracaso.” 26 La totalidad que a veces se busca en la denuncia y entallamiento de una falsa totalidad, pero que también y mucho mas difícilmente reconstruyendo un nuevo centro. Es entonces importante encontrar el elemento que permite la 24 Cosa que Habermas asume pero rechaza tajantemente llamarle metafísica.”R. Spaemann insiste y no sin razón, en que ‘toda Filosofía plantea una pretensión práctica y teórica de totalidad. No plantearla es no hacer filosofía.’ Ciertamente una filosofía que se ocupa de la aclaración de los fundamentos de racionales del conocimiento, la acción y el lenguaje, aunque sea como parte de la división del trabajo, mantiene en todo caso una relación de estudio con la totalidad” Ibid p. 26 25 Aunque en la política es discutible. 26 Insight, p. 15 identidad del todo y el principio que explica las diferencias. Y por ello consideramos junto con la tradición que es la meta-metodología o metafísica la que tiene cierta prioridad sobre la meta-ética y la meta-política. Aunque en el camino concreto de su implementación tal vez el orden inverso sería el adecuado. Es más desde instituciones y políticas culturales que favorezcan la amplitud y el ensanchamiento de horizontes, es desde las experiencias de perdón de grupos humanos con conflictos culturales ancestrales, desde donde tal vez vengan las nuevas energías espirituales para una nueva manera de implementar la metafísica, una nueva Academia griega, una nueva Universidad medieval, un nuevo Renacimiento o una nueva Revolución socialista.