TEORÍA POLÍTICA La teoría política platónica en el diálogo

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ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES
401214 - SEMINARIO DE AUTOR: FILOSOFÍA ANTIGUA
ACT. No.7. Reconocimiento 2
TEORÍA POLÍTICA
La teoría política platónica en el diálogo “República”
El tema de este diálogo es la justicia en el individuo y en el Estado. Sólo si los ciudadanos y
los gobernantes son justos se alcanzará un Estado justo. Platón, en el libro II, establece una clara
correlación entre el alma y el Estado. “En el alma de cada uno hay las mismas clases que en la
ciudad y en el mismo número”. La estructura de la ciudad se encuentra reflejada en el alma y
viceversa. Por eso la ética conduce a la política. Sólo en la ciudad justa es posible educar hombres
justos.
La ciudad platónica se compone de tres clases sociales que se corresponden con las partes del
alma. A cada clase se le asigna una tarea y una virtud:
La función de la clase de los productores (artesanos y labradores) es crear los bienes
(alimentos, vestidos, instrumentos,… que todos los hombres puedan necesitar. Los guardianes
o guerreros se encargan de la seguridad del Estado, de mantener el orden interno y
defender al grupo de las agresiones externas. Finalmente, los gobernantes deberán promulgar las
leyes y establecer la justicia entre todos los miembros.
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ACT. No.7. Reconocimiento 2
Se trata de una utopía política en la que el gobierno pertenece a los filósofos. Esta idea de
que el gobierno ha de estar en manos de los filósofos es una consecuencia política de la ética
socrática, del llamado intelectualismo moral. Esta doctrina socrática se resume en que el saber y la
virtud coinciden. El que conoce qué es lo justo actuará justamente. El que conoce el bien lo
practica. Nadie hace el mal a sabiendas, sólo se hace el mal por ignorancia. En la ética socrática no
hay lugar para las ideas de pecado y de culpa. El que obra mal no es en realidad culpable
sino ignorante. El saber socrático no es un mero saber teórico, sino que, al mismo tiempo, es un
saber práctico. Lo mismo que un zapatero es aquel que sabe hacer zapatos, que conoce cuáles son
los materiales adecuados y el mejor modo de coserlos, igualmente un ciudadano justo será aquel
que sepa qué es la justicia y, por tanto, realice lo justo. Por otro lado, para Sócrates no era posible
que alguien cometiera una injusticia intencionadamente: en el fondo no sabría que obraba mal,
por más que pensara que lo sabía, porque de haberlo sabido realmente no hubiera actuado
injustamente. Para Sócrates, la virtud, que es saber, puede ser enseñada y aprendida, y puede
haber maestros de virtud especializados en sacar de nuestro interior el conocimiento verdadero.
Así pues, Sócrates mantendría una actitud contraria a la democracia. Sócrates hace las siguientes
consideraciones a sus conciudadanos: cuando uno de vosotros está enfermo no propone una
votación entre los miembros de la familia
Para establecer qué remedio es adecuado para curar la enfermedad: ocurre más bien que
llama al médico y se somete a su juicio y recomendaciones; cuando un ejército quiere derrotar al
enemigo no se realiza una consulta popular para establecer el modo de atacar, es el estratega
quien decide el modo de dirigir a los soldados y plantear las batallas; cuando queremos levantar
un edificio no hacemos una votación para decidir el modo de construirlo, dejamos que sea el
arquitecto quien imponga su criterio. Y pregunta a continuación Sócrates: ¿por qué cuando se
trata de lo más importante de todo, que es el bien de la ciudad y las leyes que son
adecuadas para la convivencia entre los ciudadanos, dejamos que todo el mundo opine y nos
sometemos a la mayoría y no llamamos a aquél que sabe?. Para el intelectualismo moral los
asuntos morales y políticos tienen que ser cosa de expertos. Esta actitud socrática
antidemocrática fue heredada por su discípulo y amigo Platón.
La teoría política platónica en el diálogo “República”
La propuesta política de la “República” es antidemocrática puesto que los gobernantes no
son elegidos por sus conciudadanos, el gobierno sólo puede estar en manos de los mejores del
Estado, que son quienes conocen las Ideas y, entre ellas, la Idea de Bien, es decir, los filósofos.
Así pues, de las formas de gobierno posible Platón prefiere el gobierno aristocrático, que
no es otra cosa que el gobierno de los mejores, pero esta es una aristocracia del saber y de la
virtud, no una aristocracia de la sangre. Lo cual significa que los hijos de los productores pueden
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ser educados para ser guardianes o que los hijos de los guardianes pueden pertenecer a la clase de
los artesanos y labradores.
Se trata de una organización política estrictamente jerarquizada. No todos los hombres
están igualmente dotados por la naturaleza ni deben realizar las mismas funciones. En cada uno
predomina una parte del alma y ha de ser educado de acuerdo con las funciones que deba
realizar.
Es una sociedad clasista la que propone Platón en el sentido de que los ciudadanos desde
muy jóvenes son clasificados, agrupados en clases y separados de los demás grupos sociales
para recibir una educación específica y diferenciada.
En contraste con la poca atención prestada a la educación de las clases inferiores, la
educación de guardianes auxiliares y guardianes perfectos se considera muy importante y por ello,
Platón consagra el final del libro II, todo el III y el comienzo del IV a esta cuestión. En la “República”
la educación se organiza en dos niveles: en el nivel primario, común a todos los guardianes, la
educación se lleva a cabo por medio de la gimnástica, para el cuerpo y la música, para el alma (la
música comprende también el arte y la poesía). El segundo nivel, reservado ya a los futuros
gobernantes, se prolongará de los veinte a los treinta y cinco años. Estudiarán durante diez años
Matemáticas como propedéutica
para el estudio durante los cinco años siguientes de la
dialéctica (ciencia que versa sobre las Ideas). Tras este aprendizaje serán puestos a prueba
durante quince años más y, sólo cuando se haya superado (aquellos que más se hayan acreditado
en sus capacidades morales e intelectuales), asumirán la tarea de gobierno, una vez que tengan
cincuenta años. De ese modo el gobierno no estará en manos de unos dirigentes elegidos por la
mayoría, sino en manos de aquellos que han podido acceder al conocimiento de la ciencia
verdadera y del Bien: los filósofos.
En el libro V Platón propone idéntica educación y funciones para hombres y mujeres.
Piensa el ateniense que tienen esencialmente las mismas aptitudes. Los verdaderos obstáculos
para que la mujer ejerza las funciones reservadas al hombre son sólo de orden social, debido
fundamentalmente al papel asignado a ésta dentro de la familia.
La existencia de los individuos y su propio bien está subordinada al bien de la colectividad.
Se trata de una sociedad cerrada. Así pues, en la utopía platónica la familia es suprimida. Platón
prevé un comunismo total tanto de bienes (libro III) como familiar, para las clases superiores.
Propugna la abolición de la propiedad privada y de la familia para los guardianes perfectos y los
auxiliares. De este modo, gobernantes- filósofos y guardianes-guerreros estarán a salvo de los
peligros de la ambición personal.
La eugenesia es otra práctica que se establece en esta utopía política: habrá que criar
sólo la prole de las mejores parejas, se procurará dar a los jóvenes más distinguidos mayor libertad
para copular con las mujeres y a los niños que nazcan con taras graves se les eliminará (sugiere el
infanticidio tal como se practicaba en Esparta).
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ACT. No.7. Reconocimiento 2
En el libro VIII Platón expone una teoría de la evolución de las formas políticas. Los
regímenes van degenerando cuando el alma racional pierde su predominio y prevalecen las
inferiores desde el más perfecto que es la monarquía o aristocracia hasta terminar en la tiranía,
que es el peor de todos, en él no se encuentra nada bueno:
1. Monarquía o Aristocracia: Es la forma pura, ideal y perfecta de gobierno. Es el gobierno
de los mejores, el de los filósofos. El mando es ejercido por uno o varios hombres eminentes, los
cuales gobiernan con sabiduría y prudencia. Resulta irrelevante si en el Estado existen o no existen
leyes, el saber auténtico no las necesita, está por encima de ellas.
2. Timocracia: Forma de gobierno que supone una degeneración de la aristocracia. La clase
militar se hace con el poder y las riquezas, y oprime a las clases inferiores. Conserva algunos
rasgos del gobierno aristocrático.
3. Oligarquía: Forma degenerada de timocracia. La ambición creciente de riqueza da
como resultado la concentración de ésta en manos de una pequeña minoría.
4. Democracia: Forma de gobierno consecuente de la situación anterior. El pueblo se
apodera del gobierno. Todos se consideran capaces para regir la ciudad. Los cargos o funciones de
gobierno se proveen por elección popular y, normalmente, recaen en las manos menos dignas y
preparadas, en los más demagogos. Esta forma de gobierno degenera en la peor de todas.
5. Tiranía: Ante los excesos de libertad se apodera del mando uno capaz de poner orden: un
demagogo favorito del pueblo. Es el reino más completo de la injusticia.
LA SEGUNDA FILOSOFÍA POLÍTICA DE PLATÓN
En sus diálogos de vejez (“El Político”, “Las Leyes”) Platón evolucionará en sus
planteamientos hasta posturas más realistas. Ahora Platón reduce el papel del gobernante. La
experiencia nos demuestra que el gobernante auténticamente sabio no existe en las sociedades
humanas. Las sociedades están constituidas por hombres gobernados por hombres. De ahí que, a
falta de gobernantes totalmente sabios, la mejor forma de gobierno sea la basada en el
sometimiento de todos, gobernantes y gobernados, a las leyes. La ley aparece como un sustituto
del saber. El obrar de acuerdo con el saber es sustituido por el obrar de acuerdo con las leyes.
Fuente: http://www.eduinnova.es/monografias09/ene2010/PLATON.pdf
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