El conocimiento según Kant Immanuel Kant es un filósofo de la Ilustración que escribe la Crítica de la Razón Pura justamente para analizar cuales son las condiciones del conocimiento. Mediante esta obra delimita el campo de lo cognoscible del campo de lo pensable. Para hablar del conocimiento en Kant es preciso entender que con Kant se realiza un Giro copernicano siendo ahora el sujeto el centro del conocimiento en contraposición a los empiristas que pensaban justamente lo contrario. El sujeto es activo y es el que introduce aquello más importante en el conocimiento: las formas a priori. Veamos en que consiste el esquema del conocimiento y los juicios que debe de tener la ciencia según Kant. Kant considera que la cosa en sí es aquella realidad no clasificada que se convierte en fenómeno una vez el sujeto la ha situado mediante el espacio y el tiempo que son formas a priori de la sensibilidad. De esto se ocupa la estética trascendental. Una vez sucede esto, el sujeto mediante el entendimiento introducirá las formas a priori del entendimiento que vienen a ser las categorías. De esto se ocupa la analítica trascendental Tengamos presente que son doce pero presentemos las cuatro más significativas: Cantidad, cualidad, relación y modalidad. Dentro de la categoría de relación se encuentra la causalidad. Es mediante el entendimiento como se formarán los juicios sintéticos a priori, tal y como entenderemos a continuación. Sin embargo, antes de pasar a los juicios de la ciencia, Kant supone un gran avance en tanto y cuando detecta claramente la esfera de lo cognoscible y de lo pensable. Los fenómenos son aquello que podemos conocer y los noumenos aquello que simplemente se puede pensar. Evidentemente, Kant distingue también la razón teórica de la razón práctica, la primera hace referencia al conocimiento mientras que la segunda a aspectos como la moral, la religión... Kant señala también los juicios que existen en la ciencia. En primer lugar, hace referencia a los juicios analíticos a priori. Estos juicios no amplían conocimiento porque el predicado está incluído dentro del sujeto. Por otro lado, se trata de un juicio a priori, porque no precisa de la experiencia para ser demostrado. El hecho que sea a priori le otorga un carácter universal a este tipo de juicios. Como ejemplo, Kant cita el juicio: “Todos los cuerpos son extensos”. Nosotros podríamos añadir otros juicios de similares características: “El soltero es no casado” “Los hombres son animales racionales” Evidentemente, estos juicios no le interesan a Kant porque no aportan conocimiento a pesar de ser universales. Por otro lado, Kant nos habla de los Juicios sintéticos a posteriori. Estos juicios amplían conocimiento porque el predicado no está incluido dentro del sujeto. No son tautologías, sino que más bien aportan información que no se sobreentiende por el sujeto. Por otro lado son a posteriori, precisan de la experiencia para su demostración. Como ejemplo, Kant nos pone el juicio: “Todos los cuerpos son pesados”. Podríamos añadir, también como ejemplo: “Los profesores de filosofía son algo raros” ó “los alumnos de Algemesí son inteligentes”. Finalmente, los Juicios Sintéticos a priori, son juicios que, por un lado amplían conocimiento y por otro son Universales. Amplían conocimiento porque el Predicado no está incluido en el Sujeto. Además, son a priori porque no precisan de la experiencia por lo que son juicios universales. Como ejemplo, Kant señaló el principio de causalidad: Todo cambio tiene su causa”. Tal y como se analiza en la Estética Trascendental, tanto la física como la matemática son disciplinas que contienen juicios sintéticos a priori. Como ejemplos Kant utiliza el caso de la suma: 3+4=7 y “Todo cambio tiene su causa” Conviene señalar que otro de los objetivos que tiene Kant en su obra es analizar lo que ocurre con la metafísica. Según Kant, la metafísica, en su sentido tradicional, no es posible como ciencia. Kant considera que la metafísica tradicional incurre en el error de atribuir juicios sintéticos a priori sobre realidades de las que no tenemos experiencia (no tenemos materia bruta). Sin embargo, Kant es consciente que la metafísica es importante básicamente por dos motivos: Regula la conducta moral y estimula el proceso cognoscitivo. Es por esto, que Kant escribirá la Crítica de la Razón Práctica. A modo de conclusión, podríamos afirmar que Kant considera que el conocimiento empieza en la experiencia pero no procede de ella, sino del sujeto. El sujeto es en Kant, aquel elemento más importante en el proceso cognoscitivo. Es mediante el sujeto como se configuran los fenómenos y como se forman los juicios sintéticos a priori. La física y la matemática son disciplinas que contienen juicios sintéticos a priori. A modo de reflexión, resulta interesante la afirmación de que nunca podremos conocer la cosa en sí. Es curioso como el empirismo esto no lo ve del mismo modo y considera que la realidad es captada mediante nuestros órganos sensoriales. Además, convendría señalar que el Principio de Causalidad no es considerado Universal para Hume. Hume considera que no existe ningún principio universal sino que es el hábito y la costumbre el que nos hace proyectar esto.