RIESGOS PROFESIONALES, REHABILITACIÓN AFILIADO Concepto 2006068811-003 del 20 de junio de 2007. Y REINTEGRO DEL Síntesis: La primera ponderación que debe realizar la ARP es determinar si trascurridos los 180 días iniciales, durante los cuales reconoce la prestación por incapacidad temporal, el trabajador debe continuar bajo tratamiento o no se encuentra rehabilitado, en defecto de lo cual se debe proceder a estudiar la posibilidad de prorrogar dicho término hasta por períodos que no superen otros 180 días continuos adicionales. Si cumplido el término de los 360 días no se hubiese logrado la curación o rehabilitación del afiliado, es preciso iniciar el proceso para establecer el estado de incapacidad permanente parcial o de invalidez del trabajador y mientras no se produzca tal calificación en uno u otro sentido, la ARP debe continuar pagando la incapacidad temporal. Solo hasta que se surta este procedimiento es que se puede considerar, en el evento que se determine que el trabajador tiene una incapacidad permanente parcial, su reintegro a las labores, bien sea en su propio cargo o en otro compatible con su estado de capacidad. «(…) solicita concepto en relación la obligación de las entidades administradoras del sistema general de riesgos profesionales ARP de rehabilitar al trabajador que sufre un accidente de trabajo, como consecuencia del cual sufre incapacidad temporal y que persiste trascurrido el término de 180 días. Sobre el particular, resulta procedente formular los siguientes comentarios: La Ley 776 de 2002, por la cual se dictaron las normas sobre la organización, administración y prestaciones del Sistema General de Riesgos Profesionales, al regular el monto de las prestaciones económicas por incapacidad establece en lo pertinente: “Artículo 3°. Monto de las prestaciones económicas por incapacidad temporal. Todo afiliado a quien se le defina una incapacidad temporal, recibirá un subsidio equivalente al cien (100%) de su salario base de cotización, calculado desde el día siguiente al que ocurrió el accidente de trabajo y hasta el momento de su rehabilitación, readaptación o curación, o de la declaración de su incapacidad permanente parcial, invalidez o su muerte. El pago se efectuará en los períodos en que el trabajador reciba regularmente su salario. (…) El período durante el cual se reconoce la prestación de que trata el presente artículo será hasta por ciento ochenta (180) días, que podrán ser prorrogados hasta por períodos que no superen otros ciento ochenta (180) días continuos adicionales, cuando esta prórroga se determine como necesaria para el tratamiento del afiliado, o para culminar su rehabilitación ” (negrillas ajenas al texto). De acuerdo con el texto trascrito, la primera ponderación que debe realizar la ARP, consiste en determinar si una vez trascurrido el término de los 180 días iniciales durante los cuales reconoce la prestación por incapacidad temporal, el trabajador debe continuar bajo tratamiento o no se encuentra rehabilitado, en defecto de lo cual se debe proceder a estudiar la posibilidad de prorrogar dicho término“…hasta por períodos que no superen otros ciento ochenta (180) días continuos adicionales”. En este orden, no consulta la mencionada disposición procedimientos por parte de las ARP, que tiendan a reintegrar a las labores a trabajadores que deban continuar bajo tratamiento o que no se encuentren rehabilitados, vencido el término inicial de los 180 días, toda vez que la norma lo que impone es la consideración en punto a la prorroga del mencionado término en la forma que lo indica. Ahora, bien, si la situación del trabajador damnificado persiste vencido el término adicional, el artículo 3° de la Ley 776 en comento, prevé un procedimiento especial de evaluación de su estado de incapacidad. En efecto, el inciso cuarto de la norma establece: “Cumplido el período previsto en el inciso anterior y no se hubiese logrado la curación o rehabilitación del afiliado, se debe iniciar el procedimiento para determinar el estado de incapacidad permanente parcial o de invalidez. Hasta tanto no se establezca el grado de incapacidad o invalidez la ARP continuará cancelando el subsidio por incapacidad temporal” Dos aspectos deben subrayarse del texto trascrito. El primero hace relación a que una vez cumplido el término de los 360 días y no se hubiese logrado la curación o rehabilitación del afiliado, es preciso iniciar el proceso para establecer el estado de incapacidad permanente parcial o de invalidez del trabajador, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 41 de la Ley 100 de 1993, modificado por el artículo 52 de la Ley 962 de 2005 que establece: “Artículo 52. Determinación de la pérdida de capacidad laboral y grado de invalidez. El artículo 41 de la Ley 100 de 1993, quedará así: "Artículo 41. El estado de invalidez será determinado de conformidad con lo dispuesto en los artículos siguientes y con base en el manual único para la calificación de invalidez, expedido por el Gobierno Nacional, vigente a la fecha de calificación, que deberá contemplar los criterios técnicos de evaluación, para calificar la imposibilidad que tenga el afectado para desempeñar su trabajo por pérdida de su capacidad laboral. Corresponde al Instituto de Seguros Sociales, a las Administradoras de Riesgos Profesionales, ARP, a las Compañías de Seguros que asuman el riesgo de invalidez y muerte y a las Entidades Promotoras de Salud, EPS, determinar en primera oportunidad la pérdida de capacidad laboral y calificar el grado de invalidez y el origen de las contingencias. En caso de que el interesado no esté de acuerdo con la calificación, dentro de los cinco (5) días siguientes a la manifestación que hiciere sobre su inconformidad, se acudirá a las Juntas de Calificación de Invalidez del orden regional, cuya decisión será apelable ante la Junta Nacional. Contra dichas decisiones proceden las acciones legales. El acto que declara la invalidez que expida cualquiera de aquellas entidades, deberá contener expresamente los fundamentos de hecho y de derecho que dieron origen a esta decisión, así como la forma y oportunidad en que el interesado puede solicitar la calificación por parte de la Junta Regional y la facultad de recurrir esta calificación ante la Junta Nacional. Cuando la incapacidad declarada por una de las entidades antes mencionadas (ISS, ARP o aseguradora) sea inferior en no menos del diez por ciento (10%) a los límites que califican el estado de invalidez, tendrá que acudirse en forma obligatoria a la Junta Regional de Calificación de Invalidez por cuenta de la entidad. Estas juntas son organismos de carácter interdisciplinario cuya conformación podrá ser regionalizada y el manejo de sus recursos reglamentado por el Gobierno Nacional de manera equitativa”. El segundo aspecto hace relación a que mientras no se produzca tal calificación en uno u otro sentido, la ARP debe continuar pagando la incapacidad temporal. Solo hasta que se surta este procedimiento, es que se puede considerar, en el evento que se determine que el trabajador tiene una incapacidad permanente parcial, su reintegro a las labores, bien sea en su propio cargo o en otro compatible con su estado de capacidad, tal como lo establece el artículo 8º de la Ley 776: “Reubicación del trabajador. Los empleadores están obligados a ubicar al trabajador incapacitado parcialmente en el cargo que desempeñaba o a proporcionarle un trabajo compatible con sus capacidades y aptitudes, para lo cual deberán efectuar los movimientos de personal que sean necesarios”. Así las cosas en el caso que se consulta, procederá evaluar la observancia que de las disposiciones precitadas dio la respectiva ARP, con el propósito de establecer si se surtió el procedimiento allí indicado en forma previa a la orden de reubicación del trabajador. En este sentido, como lo que se discute es el procedimiento según el cual la ARP ordena la reubicación del trabajador sin agotar o bien el tratamiento requerido por este o su rehabilitación, consideramos, salvo mejor concepto, que dicha práctica debe ser calificada por las Direcciones Regionales de Trabajo, conforme a lo señalado en el artículo 76 literal c) del Decreto 1295 de 1994 según el cual a dichas direcciones les compete: “b. Emitir la ordenes necesarias para que se suspendan las prácticas ilegales, o no autorizadas, o evidentemente peligrosas, para la salud o la vida de los afiliados al Sistema General de Riesgos Profesionales” De otra parte, es preciso aclarar que en concepto de esta Superintendencia las prácticas dilatorias a que alude el literal c) del artículo 911 del Decreto 1295 de 1994 sancionables 1 El inciso primero de este artículo fue modificado por el artículo 115 del Decreto 2150 de 1995, mencionado al inicio de su comunicación. por este organismo de control, se configuran por la realización de conductas por parte de la ARP tendientes a extender en el tiempo el pago de las prestaciones previstas en dicho ordenamiento, de forma tal que el pago se realice con posterioridad al momento en el cual legalmente debía asumir su obligación. (…).»