Reflexiones sobre el significado de ser asexual. Al establecerse la

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Reflexiones sobre el significado de ser asexual.
Al establecerse la definición de persona asexual en la que se integra este cada vez mayor
colectivo, se generó el principio del conflicto que los detractores más esgrimen: “Orientación sexual
de una persona que no siente atracción sexual hacia ninguna otra persona”. En seguida surgieron
bromas, y declaraciones que hablaban de la falta de coherencia, sobre todo a nivel fisiológico de
esta para algunos fantasiosa y autoimpuesta tendencia. Se compara con el celibato y se entiende
como una opción voluntaria. Y el problema de haber dado nombre a este colectivo se ha enredado
más cuanto más personas se han acercado buscando una explicación a su situación sexual. Se han
ido creando categorías para ir incluyendo las distintas experiencias y formas de sentirse asexual.
Incluso cuanto más se lee sobre el tema más confuso parece encontrar ese punto claro en el que el
asexual se sienta cómodo y sepa explicar de forma simple en qué consiste su condición sexual.
Y tal vez el problema radique en querer mantener una definición inicial a toda costa.
Pero al leer los testimonios, preguntas y dudas de aquellos que se expresan como asexuales,
se intuye que existe un nexo común capaz de definir coherentemente a la comunidad asexual. Este
nexo común se puede intentar buscar ateniéndose a la definición más estricta, o se puede buscar sin
partir de ningún axioma inicial inamovible.
Personalmente he encontrado en la comunidad asexual una liberación personal, que explica
mis problemas personales con la sexualidad y que me ha acercado a otras personas que comparten
mi misma identidad. Y me ha parecido oportuno compartir con los demás cómo lo veo, quizás
algunos se sientan identificados.
¿Es la asexualidad una elección personal?
No. Y lo tengo lo suficientemente claro, una vez encontrado ese nexo común, como para
proporcionar a los que me preguntan sobre mi asexualidad un respuesta clara.
En la medida de lo posible partiré de una definición inicial y expondré las razones que me
han llevado a estas conclusiones.
Asexual: “Persona que no se identifica con las practicas sexuales y sus estereotipos. Puede tener o
no necesidades fisiológicas-afectivas, así como la necesidad de satisfacerlas. Si bien pueden
apreciar estéticamente el atractivo de otra persona, incluso experimentar una inicial atracción, no se
ven ni motivados ni provocados por actitudes o fantasías sexuales. Suele ser necesario mantener un
vínculo emocional con la otra persona para alcanzar un grado de intimidad”.
¿Pero los asexuales tienen necesidades sexuales? Si entendemos las necesidades sexuales en su
componente social, no. No consume pornografía o fantasean con roles, y por lo general no sienten
necesidades sexuales de por sí. No es una parte importante de sus vidas, por lo que no mantendrían
una relación en base a esta necesidad y les cuesta empatizar con mensajes de contenido sexual. Pero
en mayor o menor grado todas las personas manifiestan ciertas necesidades fisiológicas-afectivas.
Es necesario entender la diferencia entre sexualidad y respuestas físico-emocionales. Algunas
personas no sentirán ninguna necesidad, ni de contacto sexual ni de contacto físico. Otras sólo
necesitarán de un contacto físico ocasional y no sexual. Algunos precisarán de un contacto
emocional-caricias-abrazos y un contacto más esporádico de naturaleza sexual.
Porque nos estamos moviendo en distintos niveles de necesidades afectivas de carácter básicamente
biológico y no influenciadas por la sexualidad. Hablamos de diferentes niveles de hormonas, de
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cómo nuestros cuerpos expresan diferentes necesidades. Y se mantiene una misma característica: no
están relacionados con roles sexuales.
Las personas asexuales no niegan su naturaleza biológica, sería absurdo, pero al no estar
influenciados por la sexualidad responden tan sólo a sus niveles biológicos, es decir, se darán casos
en los que no sientan ninguna necesidad de satisfacer sus instintos por una libido muy baja o
prácticamente nula, y otros en los que esta necesidad será algo más intensa.
Esta forma de entender la “asexualidad” entra en conflicto con las personas sexuales
durante una relación. El primer inconveniente lo encontraremos en la periodicidad de las relaciones,
si se dan, que es normal que se pacte entre la pareja. El segundo inconveniente, si se producen estos
momentos de intimidad, es la nula respuesta de la pareja asexual a las fantasías o estereotipos
sexuales. Lo cual puede resultar frustrante para el sexual ya que su pareja no le encontrará ni el
sentido ni la necesidad a los juegos o necesidades del otro. En el caso de aquellos asexuales que no
manifiestan ninguna necesidad, se puede dar el caso de que “compensen” a su pareja ,de forma
impersonal, mediante algún tipo de actividad sexual, lo que puede generar frustración en el
individuo sexual.
No existe para el asexual ante los mensajes sexuales una correspondencia causa-efecto. Es
decir, ante una “seducción” (chico o chica que despliega sus encantos sensuales) el asexual puede, o
no, experimentar un estímulo sexual, la diferencia radica en que suele ser algo independiente de las
necesidades que rigen su vida. El asexual puede apreciar la belleza de la persona que pone en
práctica esa “seducción” pero existe un abismo entre esos estímulos externos y sus necesidades.
Puede parecer receptivo pero ajustará su respuesta a su forma de sentir la sexualidad y sus
necesidades, dándose casos en los que el asexual rechazará un contacto físico con esa persona por
que no siente una correspondencia entre sus necesidades y los estímulos recibidos.
Y llegamos a una pregunta importante: ¿Dónde está la raíz de las necesidades sexualesafectivas de los asexuales? Es algo que cada cual deberá sopesar, pero se puede proponer como
punto de partida, que están ligadas al nivel de sensibilidad sensorial de los asexuales. Es decir, el
asexual no empatiza con los estímulos sexuales externos porque carece de esa necesidad, ya que su
cuerpo genera los estímulos suficientes para ser independiente. O en el caso de los que se declaran
totalmente asexuales su organismo simplemente no demanda ninguna necesidad y probablemente
poca sensibilidad sensorial.
No deja de ser curioso que muchos asexuales se refieran al acto de satisfacer sus demandas
biológicas, ya sea por medio de la masturbación o un encuentro físico, de manera intuitiva como
“calmar”. Una palabra más cercana al sentido de satisfacer una necesidad biológica: calmar la sed,
calmar los nervios, calmar el hambre. Y menos relacionada con las temáticas sexuales.
¿Con qué fantasea el asexual para “calmarse”?
El asexual no tiene porqué recurrir a nada en concreto más allá de centrarse en lo que está haciendo.
Otros recurren principalmente a estímulos sensoriales, acordes con sus necesidades. Mientras el
porno puede resultarle indiferente, recuerdos, un elemento evocador como un hombro desnudo, el
olor de un cuello, o una imagen sensual, pueden hacerle revivir una sensación que active su libido.
Elementos que están relacionados directamente con su forma de entender sus necesidades físicoemocionales.
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Una clasificación puramente orientativa sobre las necesidades físicas de los asexuales:
- No sienten necesidades sexuales de ningún tipo. No suelen besan, ni abrazar.
- No sienten necesidades sexuales de ningún tipo. Pero sí precisan de cierto contacto físico como
abrazos y ciertas muestra de cariño.
- Sus necesidades sexuales son pocas y están relacionadas con la biología de su cuerpo. Pueden
demandar o apreciar en momentos concretos la satisfacción de esas necesidades, pero no sienten la
necesidad de traducirlo en comportamientos sexuales, lo que les genera rechazo. Pueden o no
esquivar esos contactos mediante la masturbación u otro tipo de escapatoria.
- Sus necesidades sexuales son un poco más constantes, se les identifica por tener una libido más
alta. Eso no supone identificarse con alguna tendencia sexual, sino que su cuerpo demanda un
contacto físico en mayor grado. Suelen gustar de abrazar, y mostrar otras actitudes que les aporta
calma. Satisfacer esas necesidades es cuestión de sensaciones biológicas y en cierto grado
emocionales, pero se sienten desligados e incómodos con actitudes puramente sexuales.
La frustración en los asexuales.
No son pocos los testimonios en los que los asexuales describen su frustración a la hora de
dar respuesta o salida a sus necesidades biológicas. A pesar de no sentirse influenciados por los
estímulos sexuales, sus cuerpos en determinados momentos les requieren una satisfacción. Liberar
una tensión acumulada que les lleva a tener encuentros íntimos con personas sexuales. Pero la
naturaleza del encuentro es distinto en las dos personas implicadas. El asexual precisa de darle
salida a una necesidad estrechamente relacionada con los estímulos sensoriales, no sienten la
necesidad de cumplir ninguna fantasía, ni seguir ningún rol sexual concreto. El sexual actuará en
función a sus necesidades, en buena parte influenciada por condicionantes sexuales o roles. Lo que
provoca que el asexual se sienta incómodo, a modo de juguete sexual, en un intercambio que no
llega a entender o si se prefiere compartir.
¿Cómo evitar la frustración?
Curiosamente la respuesta pueda estar en la relación entre dos asexuales. Ambos entenderán
de la misma forma sus necesidades, así como la ausencia de roles sexuales. No entrarán en
conflicto, sobre todo si existe una relación afectuosa íntima entre ambos que cree un ambiente
relajado y sin presiones. Lo que nos lleva al siguiente punto.
¿Es necesario que exista un nivel de intimidad para el asexual?
Al parecer si. Si nos reconocemos como personas con necesidades biológicas, intimas, en el
sentido de que no se corresponden con ningún rol sexual que necesite de ser compartido.
Necesitamos de alguien en quien confiar, con quien relajarnos y dejarnos llevar hasta el punto que
haga falta. Podemos estar hablando simplemente de estar abrazados viendo una película, no ha de
ser un contacto sexual. Principalmente porque el asexual vive una biología sexual muy íntima y
personal.
¿Cómo saber si soy asexual?
Es la pregunta del millón. Cada cual deberá responder a esa pregunta en cuanto se sienta
identificado con los demás testimonios asexuales. Pero no voy a escaquearme dejando la pregunta
abierta y al menos pondré un par de ejemplos que para muchos puede ser una señal clara de su
asexualidad:
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“Supongamos que nos encontramos en una situación en la que una persona inicia una actitud
seductora hacia nosotros. Un coqueteo que podemos encontrar agradable emocional o visualmente.
En un momento dado, esta persona nos propone pasar a la acción sexual, y nos desconcertamos
porque nos genera un rechazo. No sentimos una relación causa-efecto entre el coqueteo sexual de
esa persona y la necesidad de traducirlo en un acto sexual. Nuestra sexualidad biológica parece ir
por otro camino. ¿Qué me pasa? Socialmente se supone que debería corresponder a ese mensaje,
sobre todo si la persona me resulta estéticamente agradable. Pero la realidad para nosotros es otra.
Probablemente ya habrás experimentado que la imagen en un anuncio de una persona sexy te
resulte agradable, pero que no te lleve a más. Igualmente, si has visionado algún contenido
pornográfico o erótico en compañía de otras personas, te haya llamado la atención que para ti no
parece tener el mismo efecto que para los que están contigo. Se genera una serie de comentarios de
roles sexuales que para al que no le encuentras ningún significado emocional. No experimentas
excitación sexual ante esas imágenes, mientras a tu alrededor la tensión sexual va creciendo en tus
acompañantes. Sí, puede que algunos días ocasionalmente tu libido esté más alta de lo normal pero
no está relacionado con esa experiencia, se trata de un proceso independiente. O simplemente nunca
experimentes una excitación lo suficientemente intensa como para considerarla una necesidad. De
hecho sueles tratarla como un simple requisito biológico al que has de darle salida, probablemente
con una masturbación, sin darle mayor importancia.”
En el aspecto emocional entre los asexuales.
Se distinguen principalmente dos grupos: Los románticos y los arrománticos.
Los románticos responden emocionalmente a la definición del término. Establecerán un relación
emocional no muy diferente a la que establecen muchas parejas sexuales.
Por otro lado ser arromántico no significa carecer de sentimientos, sino de un punto intermedio en
el que no sienten la necesidad de establecer una relación romántica. Carecen de la necesidad de
expresar y que le demuestren señales de aprecio románticas. Se mueven en el rango de la amistad,
la cual puede llegar a ser tan profunda e íntima que confunda a la otra persona haciéndole creer que
se trata de un enamoramiento.
Conclusión:
Puede que algunos se hayan identificado con lo expuesto anteriormente. Si es así estupendo, si no lo
es pues tampoco pasa nada. Sólo indicaré que es una reflexión generalizada, en la que tal vez no
encontréis un determinado aspecto que pensáis que os define como asexuales, pero os invito a hacer
el ejercicio de comprobar si de una forma u otra encontráis un sitio claro para vosotros en este
esquema.
Gracias por vuestra atención.
recalculado@gmail.com
A los que les pueda interesar colaborar colgaré en el foro un experimento sensorial que busca
reafirmar lo expuesto en este documento, bajo el título: Prueba sensorial ASMR.
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