VICTORIA DESPUÉS DEL JUICIO DEL PECADO JOSUÉ 7-8 Los hijos de Israel, después de la victoria maravillosa en Jericó, llegaron a la ciudad más pequeña de Ai y sufrieron una derrota vergonzosa. ¿Por qué? Era debido al pecado de un hombre contra Dios que impactó negativamente toda la nación. Hay cuatro lecciones que se puede aprender de este episodio trágico: 1. Los israelitas futuros y todos los creyentes deben saber que nunca hay más peligro de ceder al orgullo del corazón que cuando el poder del Señor se ha manifestado abierta y llamativamente. Después de una gran victoria hay que cuidarse de la actividad satánica. El es muy astuto. 2. Si el pueblo de Dios habrá de gozarse de las bendiciones gubernamentales y continuas de Dios, tendremos que mantenernos constantes en nuestra sumisión a su santa voluntad. 3. Aquí hay un ejemplo duradero de que el Espíritu Santo es celoso de su propia gloria, y que no condona al pecado en su propia gente. 4. Descubrimos de esta experiencia que nada nos puede esconder de él… que los actos más secretos y casuales de una persa están descubiertos a su observación. I. El Pecado Trae Desastre (7:1-26). Datos Vitales: 1. Dios puso a Israel bajo una maldición. Cada criatura viva habría de morir y todos los objetos valiosos habría de ser dedicados a Dios (6:16-19). Un hombre, Acán, desafió a Dios (7:1) y guardó algunas de las cosas de Dios para sí mismo (7:21). Su nombre significa “problema”, y él ciertamente lo era para Israel. observen los resultados de su pecado: Debido a su pecado 36 soldados inocentes murieron innecesariamente (7:5). Con su mente lleno de duda y confusión Josué dirigió tres preguntas a Dios (7:7-9). Su gran preocupación no era tanto lastima por sí mismo, vergüenza pública, ni amargura contra Dios, sino cuido que el gran NOMBRE de Dios sea dañado. Dios amenazaba retirarse de ellos si Josué e Israel no trataran el pecado de Acán (7:10-12). Era necesaria la destrucción de Acán y toda su familia (7:24-26). Evidentemente los miembros de la familia estaban involucrados en este pecado, o Dios no habría exigido su muerte. Los niños no sufrirían la muerte a causa de sus padres (Dt. 24:16). La lección: Dios odia todos los pecados y castigará al pecador (Ro. 6:23; Ez. 18:4). Nota: Lo que puede parecer insignificante para nosotros sería considerado bien serio por Dios. ¡El pecado es serio! 2. Dios dio a Josué un plan decisivo para descubrir al culpable (7:13-26). Estaba basado en el rito sagrado de echar suertes. La primera suerte identificó a la tribu culpable; la segunda, a la familia culpable; la tercera, al hombre culpable. Era el “detector de mentiras” de Dios. El pecado de Acán era un proceso de tres pasos: “Vi”… “codicié”… “tomé”… (7:21). Deducción: El pensamiento que cautivó a Acán es tan contemporáneo como es la computadora. Lo sedujo y destruyó la avaricia del materialismo, otro nom- bre para avaricia que Pablo llama “idolatría” (Col. 3:5). La razón: Involucra poner las cosas en el lugar de Dios. Es el deseo insaciable de tener más, sin pensar en el bienestar de otros. Es el más viejo y feo de los pecados. II. La Obediencia Lleva a La Victoria (8:1-35). Datos Vitales: 1. Cuando Josué y los israelitas habían resulto el problema del pecado por el descubrimiento, confesión y juicio (7:14-26), recibieron un estimulo especial de Dios al prometerle su presencia en la batalla, la garantía de su guía y victoria, y su permiso de tomar las riquezas y el ganado de Hai para sí mismos (8:1-2). 2. Josué fue ordenado a utilizar todos los recursos disponibles: “toma contigo toda la gente de guerra” (Ef. 6:10-18). Habremos de utilizar todos los recursos espirituales en la batalla contra Satanás. Después del fracaso trágico en Hai tuvieron una segunda oportunidad. ¡Qué lección para nosotros! o EL METODO: Josué habría de usar el método de una “emboscada” en contraste al método de “fe” en Jericó (8:4-22). Dividieron al ejército en tres grupos. Un grupo era una diversión para sacar al ejército de Hai. Eran el señuelo. Los otros dos grupos eran unidades de “emboscada”. El plan era sencillo y totalmente efectivo. ¡ Hai cayó! La ciudad quedó completamente destruido y ahorcaron a su rey (8:23-29). Dios no tiene a ningún método en particular para cumplir su voluntad. 3. Inmediatamente después de la victoria en Hai, Josué tomó una pausa de su campaña militar. El hizo lo que ningún militarista haría. En vez de seguir adelante para dar el golpe de muerte a su enemigo cananeo, Josué llevó a su gente en un peregrinación espiritual a los montes Ebal y Gerizim (8:30-35). Lo hacía en obediencia al mandato especifico de Dios (Dt. 27:1-8). El principio: Dios primero (Mt. 6:33). 4. Los ingredientes de 8:30-35 son significantes espiritualmente: un altar “de piedras enteras” (v. 31), ofrendas de sacrificios (v. 31) que señalar hacia la sangre de Jesús, y la lectura de la Palabra de Dios (v. 32-35). Del monte Gerizim un grupo leyó las bendiciones de la obediencia mientras un segundo grupo leyó las maldiciones por la desobediencia del monte Ebal (Dt. 27:9-26). ¡Qué panorama tan impresionante! ¿Puede usted visualizar el escenario? PENSAMIENTO FINAL La historia de Acán nos demuestra que un pecado puede destruir una vida y una familia, puede vencer a una nación y así deshonrar a Dios. Solamente diga, ¡no!