Las armas prohibidas vuelven a entrar en acción en

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LATERCERA Domingo 21 de agosto de 2016
Mundo
Las armas
prohibidas
vuelven a
entrar en
acción en Siria
R Human Right Watch denunció el
uso de municiones incendiarias
en un barrio rebelde de Damasco,
en Alepo y en la provincia de Idlib.
R Las armas incendiarias incluyen
las bombas de fósforo blanco, de
termita e incluso de napalm.
BOMBAS INCENDIARIAS
Estos dispositivos se han usado para
destruir construcciones o vehículos
blindados, gracias a la alta temperatura
que alcanzan. Usan materiales como
napalm, termita o fósforo blanco.
BOMBAS DE NAPALM
El napalm (ácido nafténico y
ácido palmítico, con lo que se
fabrica) o gasolina gelatinosa,
logra una combustión más
duradera que la de la gasolina
simple.
Llegan a temperaturas
entre los 800 y 1.200
grados centígrados.
FUNCIONAMIENTO
1 El proyectil es lanzado
desde una unidad de
artillería o desde aviones.
EFECTOS A LA EXPOSICIÓN DEL
FÓSFORO BLANCO Y NAPALM
Las quemaduras con fósforo
conllevan una mortalidad mayor
por a la absorbción en el cuerpo,
resultando dañados órganos
internos como el corazón, el
hígado o el riñón.
2 El proyectil libera su
carga en un tiempo
predeterminado.
Pérdida de la
conciencia
Asfixia
BOMBAS DE TERMITA
Contienen un tipo de
composición pirotécnica de
aluminio y óxido metálico que
produce una reacción llamada
termita.
BOMBAS DE FÓSFORO
BLANCO
Son altamente eficientes para
quemar rápidamente y
producir pantallas de humo
instantáneas.
Extensas y dolorosas
quemaduras de segundo
y tercer grado
3 Granadas de doble
propósito, antimateriales y antipersonales,
se dispersan sobre una
superficie de 100m
por 120m.
La ola de calor generada
puede causar infartos y el
monóxido puede provocar
envenenamiento.
Al no estar consideradas como armas químicas no
están del todo prohibidas. Un acuerdo internacional
prohibe su uso contra zonas civiles.
LA TERCERA
Pedro Schwarze
Las armas incendiarias,
como pueden ser las de fósforo blanco, de termita o incluso de napalm, están siendo utilizadas en la guerra civil siria. Al menos 40 casos
de uso de este tipo de dispositivos fueron denunciados
en las últimas nueve semanas por activistas y residentes. Según la organización
Human Rights Watch
(HRW), se ha logrado comprobar el uso de ese tipo de
armas en 18 casos, especialmente las de fósforo blanco
y termita, en distintos puntos de Siria. Y detrás de esos
ataques estarían aviones del
régimen de Basher Assad y
del Ejército ruso.
De acuerdo a un informe
de HRW, se constató el uso
de bombas incendiarias en el
barrio de Daraya, en Damasco, controlado por los rebeldes; en la provincia de Idlib
y, sobre todo, alrededor de la
golpeada ciudad de Alepo.
Una situación que viola los
acuerdos internacionales
que prohiben el uso de este
tipo de explosivos contra poblaciones civiles.
Estas armas, que emiten
una luz brillante que se asemeja a los fuegos artificiales,
generan un fuego persistente que alcanza temperaturas
de hasta 1.000 grados. Aunque fueron ideadas para destruir construcciones militares y dejar inutilizable el armamento
enemigo,
provocan graves quemaduras a las personas e incendios, tal como los daños que
dejó el napalm en la población durante la guerra de
Vietnam.
Fotografías y videos a los
que accedió Human Rights
Watch muestran el uso de
esos explosivos. Ahí se ven
las estelas de fuego que dejan en el aire las bombas
cuando son lanzadas, junto
con las bolas de fuego que
genera cada munición contenida en supuestas bombas
de racimo en el lapso desde
que son arrojadas hasta que
explotan.
Según HRW se pudieron
observar en imágenes de la
televisión rusa aviones de
combate de ese país carga-
CIFRAS CLAVE
1.000
grados de temperatura pueden generara las bombas
incendiarias.
18
casos de uso de armas incendiarias, especialmente de fósforo blanco y termita, pudo
comprobar HRW.
dos con bombas etiquetadas, con cubiertas similares
a las que se encontraron en
el sitio del ataque.
“El gobierno sirio y Rusia
deben detener inmediatamente los ataques contra
áreas pobladas por civiles
con armas incendiaras”, dijo
el director de armamento de
HRW, Steve Goose, en el informe. “Estas armas producen heridas horribles y un
dolor insoportable (en las
víctimas), por lo que todos
los países deben condenar
su uso en las zonas residenciales”, destacó.
A diferencia de las armas
químicas, las armas incendiarias no están totalmente
prohibidas. Un acuerdo internacional, el Protocolo III
de la Convención de Armas
Convencionales, firmado por
113 países, incluido Rusia,
prohibe su utilización contra
poblaciones civiles. Siria, en
cambio, no es signataria.
HRW pidió a los países
miembros de la Convención
sobre Armas Convencionales, que se reunirán en Ginebra el 29 de agosto, que condenen el uso de las armas
incendiarias en Siria y que
presionen a Damasco para
que se una a la Convención.
El protocolo explica que estas armas o municiones “incendian objetos o causan
quemaduras a las personas
mediante la acción de las llamas, del calor o de una combinación de ambos, producidos por reacción química
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