UNICEF va a la escuela “Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales.” Artículo 2.1. de la Convención sobre los Derechos del Niño Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989. Incorporada al artículo 75, inc. 22, de la Constitución de la Nación Argentina a partir de 1994. UNICEF va a la escuela para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes UNICEF va a la escuela para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes UNICEF agradece a Hi-C el apoyo brindado a su trabajo en favor de los niños, niñas y adolescentes argentinos. UNICEF va a la escuela para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes Coordinación del proyecto Elena Duro Autoras Ana María Acevedo Elena Duro Inés María Grau Colaboración Fernanda Barranquero Procesamiento didáctico Celia Rosemberg Contenido ¿Cuáles derechos son los derechos humanos? Página 11 1. El derecho y los derechos humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 2. ¿Cuáles y cómo son los derechos humanos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 ¿Cuáles son los derechos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Las generaciones de derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 ¿Cómo son los derechos humanos? Sus características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 Coordinación editorial Área de Comunicación UNICEF - Oficina de Argentina ISBN: 987-9286-10-3 Ilustraciones Daniela Kantor 3. Reconocimiento y respeto de los derechos humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 La Declaración Universal de Derechos Humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 Los pactos internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 La Convención sobre los Derechos del Niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Diseño de cubierta e interiores as-estudio, Diseño y Comunicación Todos los niños, el niño Página 25 1. Los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 2. La Convención sobre los Derechos del Niño y la Constitución de la Nación Argentina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 3. El UNICEF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 UNICEF - Oficina de Argentina Maipú 942, 14º (C1006ACN) Ciudad de Buenos Aires Abril de 2002 La Convención sobre los Derechos del Niño, la escuela y los docentes Presentación Página 37 1. ¿Por qué enseñar los derechos del niño, la niña y el adolescente en la escuela? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 Breve historia de las demandas sociales a la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Formar ciudadanos en la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 2. ¿Por qué directivos y docentes? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 Palabras finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Convención sobre los Derechos del Niño Página 53 Unicef va a la escuela es un aporte a la comunidad educativa en favor de la reflexión, promoción y efectivización de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en la institución escolar. La Convención sobre los Derechos del Niño constituye un instrumento jurídico que modifica en forma profunda la concepción de la niñez y obliga al Estado, las instituciones, la familia y la comunidad a establecer nuevas formas de pensar y actuar sobre la infancia y la adolescencia. La escuela es un ámbito de socialización prioritario y es, por lo tanto, fundamental para la formación de ciudadanas y ciudadanos. En los últimos tiempos, la escuela se ha ido modificando y se ha convertido en un espacio con canales de participación y comunicación más flexibles que promueven nuevas formas de enseñanza. En este marco y con el objeto de colaborar en el fortalecimiento de las prácticas democráticas, el proyecto Unicef va a la escuela brinda herramientas para incentivar la reflexión sobre diversos temas relacionados con los principios establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, a través de una serie de materiales dirigidos a directivos, a docentes y a la comunidad educativa. Mediante esta propuesta, UNICEF - Oficina de Argentina se propone apoyar las acciones que tiendan a hacer realidad en la escuela los derechos de la infancia y de la adolescencia. El ejercicio de los derechos es la mejor preparación para una ciudadanía responsable y democrática. En la escuela, los niños y adolescentes tienen una posibilidad única de desarrollar las competencias necesarias para integrarse y contribuir a consolidar una sociedad democrática, justa y solidaria. A ustedes, que educan, guían y orientan a los niños, niñas y adolescentes –y también a ellos– está dirigido este aporte. Ley 23.849 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 Preámbulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 Parte I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 Edward Madinger Representante Delegado UNICEF - Oficina de Argentina Parte II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 Parte III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 7 Introducción Unicef va a la escuela es una propuesta pensada para desarrollar en todas las escuelas del país. Mediante una serie de cuadernillos, trabajaremos temas vinculados con la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia y, muy especialmente, aquellos que promueven el derecho que todos los niños, niñas y adolescentes tienen a recibir una educación de calidad. La oficina de UNICEF contiene distintas áreas y una de ellas es la de Educación. Desde este lugar, nuestra misión consiste en promover la protección de los derechos de la infancia y de la adolescencia en este campo específico. Lo hacemos cooperando con el gobierno Nacional, los gobiernos Provinciales y Municipales, las organizaciones de la sociedad civil e instituciones intermedias, y desarrollando investigaciones y diversos estudios que aporten conocimiento y líneas de acción en favor de una educación de calidad para todos. Entre las distintas acciones que llevamos a cabo diseñamos Unicef va a la escuela, un proyecto que constituye la primera propuesta que UNICEF - Oficina de Argentina crea directamente para la comunidad educativa. Nuestro objetivo mediante estos materiales es acercarnos más directamente a ustedes, que son los actores clave en la formación y socialización de la infancia y adolescencia. En esta propuesta participan especialistas en educación y docentes de EGB y del Nivel Medio y/o Polimodal, que conviven cotidianamente con una realidad similar a la suya. Conocemos y comprendemos la difícil situación que transitan las escuelas y, por ende, muchos docentes y alumnos. La escuela no es impermeable a los profundos cambios sociales y económicos y a la crisis que atraviesa el país. Por el contrario, dentro del abanico de instituciones sociales, ésta es una de las que más padece sus impactos. Nadie deja de reconocer el rol determinante de la escuela en el desarrollo de las generaciones y de la sociedad democrática, rol que, por otro lado y en estas circunstancias, se acrecienta y simultáneamente se complejiza. Sin embargo, debemos reconocer que –paradójicamente– esta valoración de las escuelas proveniente de todos los sectores sociales no suele estar acompañada de acciones directas que la fortalezcan. derechos del niño. Este material tiene por finalidad convertirse en el documento base para el tratamiento de los cuadernillos restantes. Cada cuadernillo contiene un cuerpo teórico, presentado en forma amena, y recomendaciones de ejercicios para el aula y la escuela. Los primeros temas que abordamos son aquellos referidos a la participación, la igualdad y la libertad, la paz y la solidaridad, temas que, en función de los conflictos vigentes en el contexto nacional e internacional, consideramos junto con los docentes como relevantes. La serie continuará con temas referentes a los factores asociados al aprendizaje escolar; mediante ellos serán abordadas las diversas dimensiones del hecho educativo. Unicef va a la escuela sólo pretende acercarles materiales para la reflexión y algunas sugerencias de trabajo para el aula y la escuela que se relacionan directamente con el respeto y con la promoción, protección y efectivización de derechos. Éste es un camino que recién se inicia y su éxito dependerá, sin duda, del valor que ustedes le otorguen. Sabemos que esto no resolverá los problemas que hoy atraviesan las políticas públicas para la infancia y la adolescencia –déficit que, en un sentido, afecta muy especialmente a la escuela pública– pero sí consideramos que puede convertirse en una forma de cooperar con el trabajo que cotidianamente realizan en las aulas. Junto con esta propuesta expresamos un gran reconocimiento a los directivos y docentes por su labor cotidiana y esperamos iniciar un camino de interacción y fortalecimiento mutuo. Elena Duro Consultora en el Área de Educación UNICEF - Oficina de Argentina Por otro lado, reconociendo el hiato existente entre los estudios provenientes del campo académico de la educación y el conocimiento que efectivamente llega a los docentes, esta propuesta también intentará acercar los resultados de investigaciones educativas, con el propósito de reducir esta brecha en el campo del conocimiento. Discutir, entonces, acerca de los factores asociados con el aprendizaje y los problemas del fracaso escolar, acercar a las escuelas prácticas exitosas llevadas a cabo por docentes del sistema, introducir problemáticas para la discusión y el abordaje de nuevas prácticas pedagógicas y didácticas también constituyen objetivos de esta propuesta. Los temas que se abordarán en cada cuadernillo serán diversos, según sea el tópico que se trate. La serie se inicia con el presente cuadernillo, Unicef va a la escuela para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, que nos introduce en los derechos humanos y en los 8 UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 9 ¿Cuáles derechos son los derechos humanos? UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 11 El derecho y los derechos humanos ¿Cuáles y cómo son los derechos humanos? ¿Cuáles son los derechos? La palabra derecho se usa con sentidos diferentes. En un sentido objetivo, es un sistema de normas que rige la convivencia social en orden a la realización del bien común. En un sentido subjetivo, se refiere a la capacidad, atribución o facultad que el ordenamiento jurídico-objetivo reconoce o concede a la persona, para dar, hacer, no hacer o exigir algo, con respecto al Estado o a las demás personas. Todos los derechos son ‘derechos humanos’ porque todos pertenecen al hombre o individuo. Necesariamente, todo derecho es ‘humano’ en cuanto sólo las personas pueden ser titulares de facultades ante la ley o facultades morales. ¿De quién, si no, podrían ser los derechos? Los derechos humanos también son denominados derechos del hombre, derechos individuales, derechos de la persona humana, derechos naturales del hombre o derechos fundamentales del hombre. Muchas veces se debate sobre cuáles son los derechos humanos, es decir, qué valores se incluyen en la definición de estos derechos.1 Generalmente, se asume que los derechos humanos son aquellos que la ley reconoce. Sin embargo, hay constituciones y pactos internacionales sobre derechos humanos en los que se señala que los derechos expresamente reconocidos en sus normas no implican la negación de otros no declarados, a los que se denomina implícitos. El derecho es un sistema de normas que regula la vida en la sociedad. Los derechos son atribuciones que este sistema de normas otorga a cada persona para hacer o no hacer, para exigir al Estado o a otras personas. La lista de derechos puede llegar a alargarse desmedidamente en el caso de intentar enumerarlos. Es por ello que elegimos agruparlos según las categorías clásicas: hay derechos civiles, sociales, políticos, económicos y culturales.2 Derechos civiles Derechos políticos Son los derechos individuales fundamentales para el desarrollo de la persona: el derecho a la vida, a la libertad y a la autonomía. Se refieren a la posibilidad de participar en el gobierno, a elegir y a ser elegido para ocupar un cargo. Derechos sociales Se refieren al trabajo, la producción, el intercambio y el consumo de bienes y servicios. Se refieren a la protección y promoción de la calidad de vida y al cuidado de la persona frente a las diversas situaciones que se le pueden presentar (enfermedad, desempleo, invalidez, maternidad). 1. Hay una vertiente doctrinaria que limitaría el número y contenido de los derechos que podemos comprender dentro del concepto de derechos humanos, según la cual solamente se incluirían “los que tienen que 12 UNICEF va a la escuela Derechos económicos Derechos culturales Se vinculan con la educación y la transmisión de la cultura. ver más estrechamente con la idea de dignidad humana”, para considerarlos derechos humanos fundamentales. Se enrola en esta postura Eusebio Fernández (1984, citado en Bidart Campos, G., 1991). Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 2. Las afinidades en el derecho constitucional comparado y los tratados internacionales permiten hablar de un consenso que se refleja en una base común mínima entre todos ellos. 13 Las generaciones de derechos También es posible clasificar los derechos considerando los distintos momentos históricos en los que fueron reconocidos. Los derechos civiles y políticos son derechos de Primera Generación; los derechos económicos, sociales y culturales, de Segunda Generación. Con derechos de Tercera Generación, se hace referencia a aquellos relativos a la solidaridad y a la preservación del medio ambiente. Surgieron en el siglo XX a raíz de la ‘cuestión de la ampliación de los derechos’. Hoy en día ya se mencionan derechos de Cuarta Generación, que protegen a los apátridas, esto es, a poblaciones humanas que han debido abandonar su país de origen por causa de guerras. Derechos civiles Derechos sociales y económicos Son derechos de Primera Generación, el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, a la propiedad, al honor, a la libertad de tránsito, de conciencia y de religión, el derecho a la inviolabilidad del domicilio, a la libertad de expresión, el derecho de enseñar y de aprender, entre otros. Son derechos de Segunda Generación, la libre asociación, el derecho de huelga, la seguridad social, las condiciones dignas de trabajo, entre otros. Estos derechos sitúan al individuo en un determinado conjunto social, ya sea por la actividad que desempeña (trabajador, sindicalista) o porque requiere una protección especial (está desempleado, es anciano, está enfermo). El sujeto de derecho no es sólo un particular, sino que también puede serlo cualquier organización social. Se trata de los clásicos derechos civiles que, de algún modo, expresan la llamada libertad ‘de’. Se fundamentan en el concepto de persona como individuo dotado de libertad y autonomía. Los titulares de estos derechos son cada una de las personas. El Estado tiene que garantizar su cumplimiento, a la par de abstenerse de ejecutar cualquier acto que pudiera lesionar estos derechos. El marco histórico en que se reconocen los derechos civiles es el de la Revolución Francesa de 1789. El pueblo francés luchó contra los abusos de la monarquía y los privilegios de la aristocracia, dando fin a un régimen –el Antiguo régimen– en el que no todos los individuos eran reconocidos como sujetos iguales de derechos. 14 Se trata de los derechos sociales y económicos. No dejan de ser derechos del hombre, pero en su titularidad y en su ejercicio se suman entidades colectivas y asociaciones. Conjugan la libertad con la igualdad. Buscan satisfacer necesidades humanas cuyo logro no está siempre al alcance de los recursos individuales. Estos derechos postulan la necesidad de implementar políticas de bienestar. La Segunda Generación de derechos se basa en la idea de que la dignidad de la persona humana requiere condiciones de vida sociopolítica y personal a las que un Estado democrático debe propender, ayudar y estimular. UNICEF va a la escuela El proceso de la Revolución Industrial, que se inicia en Inglaterra a fines del siglo XVIII, y se extiende a otros países durante el siglo XIX, es el contexto en el que numerosas masas de obreros y trabajadores de las fábricas sufren las penurias del exceso de horas de trabajo, los bajos salarios, las malas condiciones sanitarias, el maltrato, el abuso en el trabajo de mujeres y niños. La acción de las agrupaciones obreras a lo largo de los siglos XIX y XX logra el advenimiento de legislaciones protectoras de los derechos violados. Derechos de solidaridad Son derechos de Tercera Generación, el derecho a la paz, al desarrollo y a un medio ambiente sano, así como el respeto al patrimonio común de la humanidad. En todos estos casos, para su protección, las legislaciones nacionales y las acciones aisladas de los Estados no son suficientes; se necesita el acuerdo internacional para lograr una protección más efectiva de estos derechos. La Tercera Generación de derechos recae sobre sujetos colectivos –la humanidad, un pueblo, una comunidad de personas– y sólo pueden garantizarse mediante la participación solidaria de todos los actores: el Estado, los individuos, las organizaciones públicas y las organizaciones no gubernamentales, por eso se los llama derechos de solidaridad.3 3. Concepto de Karel Vasak que enfoca los derechos de la Tercera Generación como derechos de solidaridad, porque derivan de una cierta concepción de la vida en comunidad y sólo son realizables Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes Estos derechos surgen en el siglo corto, al decir del historiador contemporáneo Eric Hobsbawn, el siglo XX. Fue un siglo marcado por las guerras entre naciones y nacionalidades, que transformaron la vida cotidiana de las poblaciones civiles, destruyendo ciudades, diezmando familias, contaminando el ambiente. El proceso de perturbación y destrucción de las condiciones ambientales se intensificó a partir de la Segunda Guerra Mundial. El crecimiento económico y el progreso tecnológico aportaron grandes beneficios –de los que no toda la humanidad goza– pero también produjeron un importante deterioro del medio ambiente. De ahí que los derechos se hayan ampliado a la preservación del ambiente en el que la persona se desarrolla. Derechos de pertenencia geográfica y protección La Cuarta Generación de derechos incita a los Estados y a la comunidad internacional a promover políticas para subsanar la situación de grandes masas de personas que se vieron obligadas a emigrar de su país de origen debido a conflictos armados, sin posibilidad de retornar en un lapso rápido. Esto implica, por una parte, la pérdida no sólo de sus hogares, sino también la del status legal que los protegía en su país. Por otra parte, estas personas suelen tener dificultades para obtener el reconocimiento legal del país que los recibe. por el esfuerzo unido de todos los que participan en ella. En Bidart Campos, G., op. cit. 15 ¿Cómo son los derechos humanos? Sus características Naturales Universales Indivisibles Porque su origen es la propia naturaleza. Porque se extienden a todo el género humano –en todo tiempo y lugar– en razón de la esencial unidad de naturaleza del hombre, cualquiera que sea su condición histórica o geográfica, su raza, sexo, edad o situación concreta en la sociedad. Porque suprimir alguno de ellos pone en peligro la vigencia de todos los demás. Necesarios Porque su existencia no deriva de un hecho contingente, es decir que pueda ser o no ser : es esencial. Innatos Porque son atributos inherentes a todo ser humano desde el comienzo de su vida. Irrenunciables Porque ninguna persona debe renunciar a ellos o permitir que una sociedad o autoridad no los respete. Todas las personas tienen derecho a estos derechos. Interdependientes o complementarios La indivisibilidad de los derechos implica conceptualmente que no es posible, por ejemplo, el cumplimiento de los derechos civiles y políticos sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales. Las últimas tres características, universalidad, indivisibilidad e interdependencia, fueron reafirmadas y aceptadas a partir del Congreso de Viena de 1993. La Declaración y Programa de Acción de Viena, aprobada por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en 1993, fue adoptada por consenso a pesar de las profundas discrepancias entre los Estados participantes sobre el problema de la universalidad de los derechos humanos frente a los particularismos culturales. Este documento consolidó la idea de universalidad de los valores enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos: señaló que “el carácter universal de esos derechos y libertades no admite dudas”, confirmó que “todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes” y se refirió a “las relaciones que existen entre el respeto de los derechos humanos, el desarrollo económico y social y la participación del individuo en los asuntos públicos”. Es necesario señalar que en diferentes instrumentos internacionales anteriores a la Conferencia de Viena, ya se habían resaltado los caracteres de interdependencia e indivisibilidad. Inalienables Porque pertenecen en forma indisoluble a la esencia misma del hombre, sin que sea posible separarse de él. No pueden, por lo tanto, enajenarse, transferirse o transmitirse a ningún título. forma global y de manera equitativa, dándoles a todos el mismo peso y teniendo en cuenta la importancia de las particularidades culturales y religiosas, pero sin tolerar prácticas que atenten contra la dignidad de la persona y desconozcan los derechos humanos universalmente aceptados. La indivisibilidad exige un deber de solidaridad de los países económicamente fuertes, para contrarrestar los desequilibrios económicos respecto de los no desarrollados. Las personas tenemos derechos civiles, derechos políticos, derechos económicos, derechos sociales y derechos culturales. También tenemos derecho a vivir en paz y en un medio ambiente sano. Los derechos humanos son universales (para todas las personas). Son indivisibles e interdependientes, es decir que si se desconoce uno de los derechos se afecta el cumplimiento de todos los demás. La indivisibilidad rechaza la jerarquización de los derechos humanos. La comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en Imprescriptibles Porque no se pierden por el transcurso del tiempo. ¿Cuáles creen ustedes que han sido los derechos humanos más respetados y cuáles los más violados? ¿Por qué creen que sucede esto? Absolutos Les proponemos que reflexionen sobre los derechos humanos. Porque, aunque están sujetos a limitaciones en lo que respecta a su ejercicio, su respeto puede reclamarse indeterminadamente a cualquier persona o comunidad. 16 UNICEF va a la escuela Traten de ejemplificar personalmente y con sus grupos de alumnos situaciones concretas que reflejen las características de los derechos humanos. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 17 El compromiso de educar en derechos humanos se ve acentuado en aquellos países que los han incorporado al texto de sus constituciones, como es el caso de la Argentina. Reconocimiento y respeto de los derechos humanos La Declaración Universal no creó ni inventó los derechos, simplemente los reconoció. Los derechos humanos son anteriores a la existencia misma del Estado y superiores a cualquier autoridad. Podrán ser reglamentados, pero no derogados o desconocidos por nadie. Desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas –órgano más representativo de la Organización de las Naciones Unidas, integrado por todos los Estados miembros con igualitario derecho a voz y a voto– ha aprobado numerosos instrumentos internacionales en materia de derechos humanos. El camino que condujo desde la Declaración Universal de Derechos Humanos hasta la Convención sobre los Derechos del Niño muestra los enormes cambios que ha habido en estos 52 años. Para evaluarlos deben contemplarse dos aspectos: uno es el reconocimiento teórico de los derechos y el otro es el respeto. El reconocimiento teórico se relaciona con los instrumentos de protección aprobados en el campo del derecho internacional y en el derecho interno. En este aspecto la evolución ha sido favorable. El respeto se refiere a la aceptación y al cumplimiento efectivo, en la práctica, de los derechos humanos. En este aspecto, aún queda mucho por hacer. Los tratados y convenciones, una vez ratificados por los gobiernos de las naciones, se convierten en obligatorios para ellas. En general, existe un compromiso de presentar periódicamente informes sobre el cumplimiento de las obligaciones acordadas. La Declaración Universal de Derechos Humanos La enseñanza de los derechos humanos se vincula con el reconocimiento y el respeto de estos derechos. Tiene como fin que los ciudadanos conozcan sus derechos y deberes para con la sociedad y que se formen desde niños y adolescentes en el respeto de la dignidad humana. 18 Es necesario distinguir las declaraciones sobre derechos humanos de los tratados y convenciones. Las declaraciones son manifestaciones de principios que los Estados se comprometen a defender, pero a lo cual no están obligados jurídicamente. No existe obligación por parte de los Estados firmantes a someterse al control de los organismos internacionales. La Declaración Universal de Derechos Humanos consta de un Preámbulo, una Introducción al articulado y 30 artículos. El Preámbulo • Manifiesta que la libertad, la justicia y la paz se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca del hombre y de los derechos inalienables e iguales de todos los miembros de la humanidad. • Proclama la aspiración de la libertad de palabra y de creencias. UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes • Establece la necesidad de que un régimen de derecho proteja los derechos. • Promueve la vigencia de la paz: es esencial que haya relaciones amistosas entre las naciones. • Ratifica principios sobre la igualdad de hombres y mujeres, el progreso social y la elevación del nivel de vida. • Recuerda el compromiso que los Estados miembros tienen con las Naciones Unidas por el respeto universal y efectivo de los derechos y las libertades fundamentales del ser humano, y la importancia de una concepción común sobre los mismos para el pleno cumplimiento de ese compromiso. La Introducción La Introducción al articulado proclama, como ideal compartido por pueblos y naciones, la necesidad de promover el respeto por los derechos y libertades –mediante la enseñanza y la educación– y de asegurar su reconocimiento y aplicación con medidas progresivas, nacionales e internacionales. Los artículos Artículos 1 y 2. Son genéricos. Afirman que los seres humanos nacen libres e iguales, que deben comportarse fraternalmente y que tienen todos los derechos y libertades proclamados por la Declaración. Estos derechos son civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y pueden clasificarse en cuatro categorías. Artículos 3 al 14. Se refieren a libertades físicas. Artículos 15 al 17. Se refieren a derechos civiles. Artículos 18 al 21. Se refieren a libertades intelectuales y derechos políticos. Artículos 22 al 27. Se refieren a derechos económicos, sociales y culturales. Artículos 28 al 30. Fuera de la división anterior, puntualizan los deberes que tiene toda persona con la sociedad democrática, que es la garantía de la vigencia de los derechos humanos. 19 Los pactos internacionales Nos referimos al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Ambos proyectos se redactaron en 1953 y 1954. En 1966 fueron aprobados y entraron en vigencia en 1976. Estos pactos, junto con la Declaración Universal de Derechos Humanos, pasaron a formar la Carta Internacional de Derechos Humanos, una especie de Constitución mundial sobre los derechos fundamentales. • Derecho de los privados de libertad a un trato humano y respeto a la dignidad. Los dos instrumentos proclamaron la indivisibilidad de los derechos consagrados y su interdependencia; establecieron que no hay preeminencia de unos sobre otros. Ambos pactos tienen ‘disposiciones comunes’: afirman que el desconocimiento de los derechos a la libertad, la justicia y la paz ignora la dignidad de las personas; ratifican el derecho de los pueblos a la libre determinación para establecer sin restricciones su condición política y proveer a su desarrollo económico, social y cultural; comprometen a los Estados en la tarea de asegurar que los hombres y mujeres puedan gozar por igual de todos los derechos enunciados en cada uno de los pactos. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales Tiende a proteger tres tipos de derechos • Derecho a trabajar en condiciones justas y favorables. • Derecho a la protección social, a un nivel de vida adecuado y a los niveles de salud física y mental más altos que se puedan conseguir. • Derecho a la educación y a disfrutar de los beneficios de la libertad cultural y del progreso científico. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos Reconoce los siguientes derechos • Derecho a la vida y a no ser sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. • Prohibición de la esclavitud (trata de esclavos y servidumbre). • Libertad y seguridades personales. 20 UNICEF va a la escuela • Prohibición de la prisión por deudas. • Libre circulación y residencia, y derecho a salir del país y a regresar. • Igualdad ante los tribunales y garantías en los procesos; presunción de inocencia y prohibición de leyes penales retroactivas. • Reconocimiento de la personalidad jurídica. • Prohibición de injerencias en la vida • Derecho a la reunión pacífica. • Derecho de asociarse libremente. • Protección de las minorías. • Protección de la familia, derecho a contraer matrimonio e igualdad de derechos y responsabilidades de los cónyuges. • Protección de los niños. • Igualdad ante la ley y ante su protección. • Derecho de los ciudadanos a participar en la dirección de los asuntos públicos de su país. privada, domicilio y correspondencia. • Protección del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. • Libertad de expresión. • Prohibición de la apología de la guerra y del odio que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia. La Convención sobre los Derechos del Niño La Declaración Universal de Derechos Humanos ya señalaba, en su artículo 25, que la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. También los Pactos sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales –artículos 10 al 15– y el Pacto de Derechos Civiles y Políticos –artículos 23 y 24– se refirieron a la familia y al niño, la niña y el adolescente. La Asamblea General había aprobado la Declaración sobre los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1959. Treinta años después, el 20 de noviembre de 1989, se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño como tratado internacional de derechos humanos, y entró en vigor el 2 de septiembre de 1990. Con el aporte de representantes de diversas sociedades, religiones y culturas, las normas que aparecen en la Convención sobre los Derechos del Niño fueron negociadas durante un Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes período de diez años por gobiernos, organizaciones no gubernamentales, promotores de los derechos humanos, abogados, especialistas de la salud, asistentes sociales, educadores, expertos en el desarrollo del niño, la niña y el adolescente y dirigentes religiosos de todo el mundo. El resultado fue un documento consensuado que tiene en cuenta la importancia de los valores tradicionales y culturales para la protección y el desarrollo armonioso del niño, la niña y el adolescente, que refleja los principales sistemas jurídicos del mundo y que reconoce las necesidades específicas de los países en desarrollo. Los Estados que han ratificado la Convención son jurídicamente responsables de sus acciones respecto de la niñez, teniendo que responder ante la comunidad internacional en caso de incumplimiento. 21 entre los niños, las niñas y los adolescentes (artículos 42 a 45). La tercera parte convoca a todos los Estados a ratificar o adherir a los principios establecidos en la Convención, y señala el derecho de los Estados Partes a proponer enmiendas –sujetas a análisis y aprobación– al texto del documento (artículos 46 a 54). Los derechos de la infancia no pueden considerarse por más tiempo una mera opción, como si fuera un favor o una gentileza dedicada a los niños, las niñas y los adolescentes. Los derechos generan obligaciones y responsabilidades que todos debemos cumplir. La Convención sobre los Derechos del Niño consta de un preámbulo y un total de 54 artículos divididos en tres partes. La primera se refiere a los derechos y libertades que todos los niños, niñas y adolescentes tienen y a las obligaciones de los Estados para garantizar su cumplimiento (artículos 1 a 41). La segunda parte se refiere a la creación del Comité de los Derechos del Niño, para analizar los progresos realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados, y a su compromiso de difundir los principios y disposiciones de la Convención tanto entre los adultos como Según la perspectiva que presenta la Convención, los niños, las niñas y los adolescentes son personas titulares de sus propios derechos y responsabilidades apropiadas para su edad y madurez. La Convención enfoca a los niños, las niñas y los adolescentes como seres integrales miembros de una familia y de una comunidad; su aplicación tiende a equilibrar las relaciones entre el Estado, la familia, la comunidad y el niño, la niña y el adolescente. En este contexto, nociones anticuadas como la idea de que los niños, las niñas y los adolescentes son la ‘propiedad’ de sus padres, quienes tienen derechos absolutos sobre ellos, han sido reemplazadas por el concepto de que los padres son responsables de la protección de los derechos de sus hijos e hijas. La Convención subraya y confirma la importancia de las familias –en particular los padres y las madres– en la protección de los derechos de la infancia. Exhorta a los gobiernos a que respeten la responsabilidad de los padres, madres, tutores y otras personas encargadas de la atención, cuando se trata de orientar a los niños, niñas y adolescentes sobre el ejercicio de sus propios derechos. Eje de la supervivencia Comprende todos los derechos destinados a asegurar la vida, la alimentación y la salud. Eje del desarrollo personal y social El derecho a la educación, a participar de la vida cultural, artística, deportiva y de esparcimiento, y a la profesionalización. Eje de la integridad física, psicológica y moral El derecho a la libertad, a la identidad, al respeto, a la dignidad, a la vida en familia, a la participación, y a ser protegido de toda forma de violencia, explotación, abuso o maltrato. Les proponemos que reflexionen sobre los derechos humanos. 22 UNICEF va a la escuela El reconocimiento de los derechos humanos tiene lugar a través de instrumentos legales aprobados en el ámbito del Derecho Internacional y el Derecho Interno como, por ejemplo, La Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre los Derechos del Niño. Pero, además del reconocimiento legal, es necesario el respeto de los derechos humanos, es decir, su aceptación y su cumplimiento en la práctica cotidiana. Hemos establecido la diferencia entre reconocer y respetar. Reflexionen acerca de algunas situaciones de la vida cotidiana en las que, habiendo reconocido un valor, no lo hayan respetado. ¿Por qué creen que llegaron a esa situación? Les proponemos que reflexionen con sus alumnos sobre situaciones de aula en las que un valor no haya sido respetado. ¿Cómo se han resuelto esas situaciones? Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 23 Todos los niños, el niño UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 25 rico, social y cultural específico, y las implicaciones que se derivarán de la aplicación de la Convención. Los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes La Convención sobre los Derechos del Niño entiende por niño a todo ser humano menor de 18 años. Comprende, entonces, a niños varones, niñas mujeres y adolescentes de ambos géneros. La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derecho y no como objetos receptores de protección. 26 Niño no define a los niños, niñas y adolescentes por sus necesidades o carencias, por lo que les falta para ser adultos o lo que impide su desarrollo. Por el contrario, al niño, niña o adolescente se lo considera y define según sus atributos y sus derechos ante el Estado, la familia y la sociedad”. 1 Según uno de los principios centrales de la Convención, en todas las medidas que se tomen en cada país, la consideración primordial será La Convención considera que los niños –por su condición de desarrollo– gozan, no sólo de los derechos que tienen los adultos, sino también de derechos especiales. Todo lo que es derecho del niño es deber de las generaciones adultas. Estas generaciones están representadas en tres niveles: la familia, la sociedad y el Estado, en ese orden y en esa jerarquía. “el interés superior del niño”, 2 pero esto no significa que su interpretación o su aplicación sean sencillas. La Convención no pretende proporcionar afirmaciones definitivas o respuestas determinadas sobre cómo se atendería mejor a los intereses del niño, la niña o el adolescente en situaciones concretas. Cada situación particular debe tomar en cuenta el contexto histó- Ya no se habla de satisfacer necesidades, sino que se trata de asegurar derechos por medio de la ley. “La Convención sobre los Derechos del 1. Cillero Bruñol, M., 1998. 2. Artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño. UNICEF va a la escuela Durante años –casi un siglo en la República Argentina– las situaciones de carencia legitimaron las políticas del Estado y la acción de la Justicia, definiendo un sector de la infancia como “menor en estado de abandono y peligro social o moral”. La dignidad de persona de esos niños, niñas y adolescentes ya era violada en una primera instancia por ser declarados ‘menores’ como degradación del concepto de niño. En el universo de la infancia hay dos sectores bien diferenciados. En uno están los incluidos en la cobertura de las políticas sociales básicas de educación y de salud y en otro están los excluidos, que son aquellos que tienen sus necesidades básicas insatisfechas. “Los incluidos se transformarán en niños, niñas y adolescentes, los excluidos se transformarán en menores”. 3 La profundización de la crisis social y económica provoca un aumento en el número los ‘menores’ y una disminución de la cantidad de niños, niñas y adolescentes. La inexistencia de recursos para revertir los procesos de exclusión suele sustituirse con la ‘judicialización’ del problema, recluyendo en institutos de menores a los niños, niñas y adolescentes calificados como más problemáticos dentro del grupo de los excluidos. Resulta casi obvio afirmar que la intervención judicial no puede suplir las deficiencias estructurales de las políticas sociales básicas. Para tener una vida digna hay necesidades que tienen que ser satisfechas: trabajo, libertad, vivienda, salud, alimentación, educación, amor, vestimenta, deporte, paz, igualdad de oportunidades, justicia, seguridad, formación de una 3. García Méndez, E., 1998. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes familia. Toda persona tiene derecho a desarrollarse plenamente como tal y para eso debe poder satisfacer todas sus necesidades primarias. Estas necesidades están relacionadas entre sí y se complementan unas a otras. La interdependencia e indivisibilidad de los derechos adquiere particular relevancia cuando se trata de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. Para garantizar esta integralidad, la Convención sobre los Derechos del Niño intenta ordenar las relaciones entre el Estado, el niño y la familia, reconociendo derechos y deberes recíprocos y enfatizando el rol de las políticas sociales básicas y de protección, respecto de la niñez y la familia. Cuando el Estado, la familia y la comunidad no garantizan los derechos del niño, no es el niño, niña o adolescente quien está en situación irregular. La irregularidad no se presenta en ellos sino en las omisiones o ambigüedades de las políticas y prácticas sociales y culturales, así como en las acciones que obstruyen el respeto a los derechos postulados por la Convención sobre los Derechos del Niño. 27 constitucional. Complementa la Constitución y está en un escalón más alto que las leyes de la Nación. Como no pueden estar vigentes dos leyes que regulando el mismo tema resulten de naturaleza antagónica, debe producirse una adaptación o adecuación de la legislación interna al contenido, alcance y espíritu de la Convención. En esta situación se encuentran la Ley nacional 10.903 de Patronato de Menores (del año 1919), la Ley nacional 22.803 de Régimen Penal de Menores, así como diversas leyes provinciales. Niño es toda persona, varón o mujer, menor de 18 años. Además de los derechos de los adultos, los niños, las niñas y los adolescentes tienen derechos especiales. La familia, la sociedad y el Estado tienen el deber de garantizar los derechos reconocidos por la Convención sobre los Derechos del Niño. Les proponemos que reflexionen sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes. ¿Cuáles consideran que han sido los principales cambios respecto de la situación de los niños, las niñas y los adolescentes a partir de la sanción de la Convención sobre los Derechos del Niño? Luego de la sanción de la Convención sobre los Derechos del Niño, ¿ha habido alguna variación en su visión sobre sus alumnos, y en las acciones para resolver sus problemáticas? La Convención sobre los Derechos del Niño y la Constitución de la Nación Argentina La República Argentina sancionó en 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño con fuerza de ley de la Nación N° 23.849 y en 1994 la incorporó al artículo 75 de la Constitución de la Nación. ¿Qué consecuencias tiene la inclusión de la Convención en nuestra Constitución? 28 ¿Qué cambia y qué quita? ¿Qué deja de lado o revierte? ¿Qué agrega y qué propone? La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la Constitución de la Nación implica que la Convención pasó a formar parte del Derecho Interno argentino con jerarquía UNICEF va a la escuela Esta posición fue cuestionada por juristas y movimientos sociales y superada finalmente por la doctrina de la protección integral, desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas sancionó, en 1989, la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Podemos entonces, para analizar la legislación sobre menores, hablar de un antes y un después de la vigencia de la Convención. La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la Constitución de la Nación trajo aparejado un importante cambio –un antes y un después– en la legislación sobre menores. Las leyes de menores se originaron en los EE.UU. y Europa en las primeras décadas del siglo XIX, basadas en la idea de la piedad asistencial y respondiendo a exigencias de orden y control social. La justicia de menores se consolidó en su fase estrictamente penal y las leyes de ‘protección’ a los niños, las niñas y los adolescentes se inspiraron en la doctrina de la situación irregular, que colocó a la infancia como objeto de la intervención del Estado. Antes de la Convención sobre los Derechos del Niño, todas las legislaciones de menores se inspiraban en los principios de la doctrina de la situación irregular, bajo las siguientes características. a) La legislación sobre menores entiende a éstos como los excluidos de la cobertura de políticas sociales básicas (educación, salud). Para esta doctrina, menor sería una suerte de producto residual de la categoría infancia. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes b) Se considera a la infancia como objeto de protección por parte del Estado a través de organismos judiciales (juzgados de menores) y administrativos centralizados (área de minoridad). 29 c) Se centraliza el poder de decisión en la figura del juez de menores con competencia omnímoda y discrecional. El sistema judicial trata los problemas asistenciales y jurídicos –sean éstos civiles o penales– a través del juez de menores. d) Se judicializan los problemas vinculados con la infancia en situación de riesgo, tendiendo a “patologizar” situaciones de origen estructural. También se criminaliza la pobreza, disponiendo internaciones –que son privaciones de libertad– por motivos vinculados con la mera carencia de recursos materiales. e) La justicia de menores puede resolver el destino del niño, la niña o el adolescente en situación de dificultad, sin oírlo, sin reconocer su derecho a la defensa y sin tener en cuenta la voluntad de sus padres. f) Los niños, niñas y adolescentes que enfrentan situaciones de dificultad –nunca definidas taxativamente– pueden ser declarados en situación irregular por los jueces y así quedan incluidos en las categorías de ‘material o moralmente abandonados’. g) Las soluciones de la justicia de menores privilegian la institucionalización (es decir, la internación) o la adopción. h) Se considera como abandono no sólo a la falta de padres sino también a situaciones generadas por la pobreza de la familia, pudiendo el juez separar al niño, la niña o el adolescente de su grupo familiar. i) No se le respetan las garantías de defensa al niño, la niña o el adolescente que cometió un delito. Al imperar la doctrina de la situación irregular, todo niño, niña o adolescente podría potencialmente ser declarado menor en estado de abandono moral y material. Después de la Convención sobre los Derechos del Niño, se plantea un nuevo paradigma de percepción de los derechos de la infancia y adolescencia que conforma la llamada doctrina de la protección integral. a) La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derecho. La titularidad de derechos implica un rotundo cambio de posición entre quien simplemente goza de un beneficio otorgado graciosamente y quien es titular por derecho propio del acceso a bienes o servicios a cuya satisfacción está obligado otro. La verdadera protección de los niños, 30 que disfrutan los adultos, los niños, las niñas y los adolescentes gozan de derechos especiales. c) El sistema judicial trata los problemas jurídicos con jueces diferentes para lo civil (adopción, guarda,etc.) y lo penal. Los temas asistenciales son tratados por órganos descentralizados a nivel local y conformados multisectorialmente, con participación del Estado, las organizaciones no gubernamentales, las iglesias, la comunidad y los jóvenes. d) El Estado es promotor del bienestar de los niños, las niñas y los adolescentes; interviene a través de políticas sociales, ya sean básicas (educación, salud), asistenciales (por ejemplo, comedores infantiles) o de protección especial (subsidios directos, apoyo a la familia, entre otros). e) El juez sólo interviene cuando se trata de problemas jurídicos, civiles o por conflictos con la ley penal. No puede tomar cualquier medida y, si lo hace, debe tener duración determinada. f) El niño, la niña o el adolescente en dificultades no es competencia de la justicia. Los organismos encargados de la protección especial están obligados a oírlos a ellos y a sus padres e incluir al grupo familiar en programas de apoyo. g) La situación económica y social nunca puede dar lugar a la separación del niño, niña o adolescente de su familia. Sin embargo, una insuficiencia en este sentido constituye un alerta que induce a apoyar a la familia con programas de salud, vivienda y educación. h) Se puede privar de la libertad o restringir los derechos del niño, niña o adolescente sólo si ha cometido una infracción grave y reiterada a la ley penal. En estos casos, el juez aplica medidas alternativas de carácter socioeducativo –diferentes de la internación– de acuerdo con la gravedad del delito, como amonestación, trabajo solidario, obligación de reparar el daño, libertad asistida, etc. Estas medidas se revisan periódicamente y son por tiempo determinado. i) El juez tiene la obligación de oír al niño, niña o adolescente autor de un delito, quien a su vez tiene derecho a tener un defensor y un debido proceso con todas las garantías. No puede ser privado de la libertad si no es culpable. La infancia es una sola y su protección se expresa en la exigencia de formulación de políticas básicas universales para todos los niños, niñas y adolescentes. las niñas y los adolescentes está dada a través de las políticas sociales y los mecanismos de exigibilidad de derechos. b) Cambia la consideración del niño, la niña y el adolescente, viéndolos como personas con necesidad de cuidados especiales y merecedores de respeto, dignidad y libertad. Esto supone que, por su condición particular de desarrollo, además de todos los derechos UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 31 La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la Constitución de la Nación: tienen en relación con el desarrollo integral de todos los niños, niñas y adolescentes; • compromete y obliga a redefinir los modelos • plantea la participación de los interesados en de intervención y prácticas institucionales; la definición de políticas, programas y acciones, y en la identificación de situaciones que vulneren los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes; • presenta a los diferentes actores el desafío de obrar en forma mancomunada; • propone superar vicios, distorsiones, ambigüedades y contradicciones en el tratamiento de la infancia; • convoca a la reflexión y a la toma de conciencia sobre las responsabilidades que los distintos actores –ciudadanos, padres de familia, educadores, funcionarios públicos y políticos– • provoca el pasaje de una concepción centra- Antes de la Convención sobre los Derechos del Niño, las legislaciones acerca de la infancia se inspiraban en la doctrina de la situación irregular. La inclusión de la Convención sobre los Derechos del Niño en la Constitución de la Nación Argentina propone cambiar la percepción de los derechos de la infancia y la adolescencia en función del nuevo paradigma de la doctrina de la protección integral. da en la protección de personas a una que plantea la protección de derechos; • promueve la implementación de políticas públicas que permitan la protección integral de la niñez. Les proponemos que reflexionen sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes. Frente a un hecho concreto de violación de los derechos del niño, la niña o el adolescente, piensen cuáles serían las posibles alternativas de solución desde ambos enfoques (doctrina de la situación irregular y doctrina de la protección integral) y a qué instancia recurrirían en uno y otro caso. El UNICEF Les proponemos que investiguen con sus alumnos. 32 ¿Qué políticas públicas se están implementando respecto de la niñez en la comunidad a la que ustedes pertenecen? Analícenlas críticamente y propongan algunas acciones que puedan poner en práctica para mejorarlas. UNICEF va a la escuela El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF– fue creado en 1946. Es la única organización de las Naciones Unidas dedicada exclusivamente a los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes y a su promoción. Tiene por objetivo ayudar a los jóvenes a satisfacer sus necesidades básicas y a ampliar sus oportunidades para desarrollar su potencial. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes El UNICEF considera la supervivencia, la protección y el desarrollo de los niños, las niñas y los adolescentes como imperativos de carácter universal que hacen al progreso de la humanidad. 33 Protección especial El UNICEF busca garantizar una protección especial a los niños, niñas y adolescentes más desfavorecidos: aquellos con discapacidades y los que son víctimas de guerra, de la extrema pobreza y de todas las formas de violencia o explotación. El UNICEF tiene la misión de promover la protección de los derechos del niño y se esfuerza por conseguir que esos derechos se conviertan en principios éticos perdurables y normas internacionales de conducta hacia los niños. La Convención sobre los Derechos del Niño Para todos los niños El UNICEF no es una organización partidista, ni es discriminatoria; prioriza en sus acciones a los niños, las niñas y los adolescentes más desfavorecidos y a los países más necesitados. Áreas de acción El UNICEF trabaja en los países en desarrollo junto con otros organismos de las Naciones Unidas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, para aliviar el sufrimiento de los niños, las niñas y los adolescentes por medio de servicios integrados a la comunidad, en sectores tales como la atención de la salud, la educación básica, el abastecimiento de agua potable y el saneamiento. El UNICEF emplea la Convención sobre los Derechos del Niño como una guía sobre las esferas que tiene que valorar y abordar, y como un instrumento que le permite analizar los progresos que se alcancen en estas esferas. El interés superior del niño El UNICEF se concentra en el desarrollo de los niños, las niñas y los adolescentes en condiciones de mayor dificultad. Sin embargo, debe también atender a la situación de todos los niños, niñas y adolescentes, analizar mejor el entorno económico y social, establecer alianzas para fortalecer la participación, apoyar intervenciones sobre la base de la no discriminación y actuar considerando siempre el interés superior del niño. El UNICEF cumple con sus objetivos mediante diferentes actividades Promoción Realiza tareas de promoción mediante publicaciones, campañas de concientización y participación en las principales conferencias 34 internacionales y declaraciones públicas. Asimismo, colabora con las personas responsables de la formulación y la aplicación de leyes y políticas públicas. UNICEF va a la escuela Establece alianzas con las organizaciones de la sociedad civil en las que participan niños, niñas, adolescentes, familias y otros miembros de las comunidades. 20% de sus presupuestos a estos servicios básicos. También coopera con organizaciones internacionales –sobre todo con las que integran el sistema de las Naciones Unidas– y con instituciones financieras internacionales para orientar la asignación de recursos. Cooperación con gobiernos, organizaciones internacionales e instituciones financieras Asistencia técnica Alianzas Coopera con los gobiernos donantes y los gobiernos del mundo en desarrollo. Los programas que reciben asistencia del UNICEF procuran garantizar los derechos sociales y económicos de los niños, las niñas y los adolescentes mediante la prestación de servicios esenciales como la salud, la nutrición y la educación. El UNICEF alienta a los gobiernos a asignar un Ofrece asistencia técnica al Comité de los Derechos del Niño y alienta la verificación y la evaluación constantes de los programas. Apoyo para la infancia Apoya todos los esfuerzos destinados a corregir las prácticas desiguales y la discriminación en relación con la infancia. El UNICEF es una organización de las Naciones Unidas dedicada a promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. En sus acciones de difusión, cooperación, asistencia técnica y apoyo a gobiernos y organizaciones no gubernamentales, el UNICEF prioriza a los niños, niñas y adolescentes más desfavorecidos y a los que viven en países en desarrollo, pero sin dejar de atender a la situación de todos los niños. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 35 La Convención sobre los Derechos del Niño, la escuela y los docentes UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 37 Artículo 28 “ 1. “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación, y a fin de que se pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán, en particular: a. Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos; b. Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria, incluida la enseñanza general y profesional; hacer que todos los niños dispongan de ella y tengan acceso a ella y adoptar medidas apropiadas tales como la implementación ” de la enseñanza gratuita y la concesión de asistencia financiera en caso de necesidad; c. Hacer la enseñanza superior accesible a todos sobre la base de la capacidad, por cuantos medios sean apropiados; d. Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas; e. Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de deserción escolar.” entre lo individual y lo social, en el que los sujetos se forman internalizando valores, normas, significaciones y modos de entender la realidad, acordes con aquellos que prevalecen en la sociedad en que viven. A través de ellos se construye la identidad del individuo, asignándole un sentido a su subjetividad y al mundo que lo rodea y con el que interactúa. La escuela –tanto a través de sus . prácticas como de sus discursos– es uno de los espacios fundamentales en los que nos formamos como sujetos sociales. Es el lugar donde se instituye en gran medida nuestra identidad como individuos y, en particular, como ciudadanos. tamiento de las bases que sostenían el proyecto moderno de sociedad, de pérdida de ideales y utopías que otorgaban sentido y posibilitaban la construcción de una identidad común, y de profundos cambios acontecidos en los últimos años en el país y en el mundo. En este contexto complejo, resulta necesario –entre otros factores– encontrar nuevos sentidos que orienten la formación de los alumnos, en especial un sentido que funde y fortalezca una nueva ciudadanía, que promueva la expansión de los principios que sostienen la convivencia democrática y que posibilite el ejercicio pleno de los derechos humanos. Por eso es que hoy convocamos a la escuela. Breve historia de las demandas sociales a la escuela La escuela ha recibido a lo largo del tiempo diversas demandas. Estas demandas han respondido a las necesidades que se consideraron prioritarias en cada contexto y momento histórico y, en función de ellas, se han definido diferentes finalidades para la educación escolar. De este modo, en los distintos momentos se han privilegiado la enseñanza y la promoción de ciertos valores por sobre otros. Nos parece apropiado revisarlos brevemente a fin de contextualizar la presente propuesta. ¿Por qué enseñar los derechos del niño, la niña y el adolescente en la escuela? Conformación de la identidad nacional Cada sociedad a lo largo de la historia ha procurado forjar sus propias instituciones. Éstas son construcciones colectivas de carácter histórico, son el producto de procesos sociales. Las instituciones surgen para responder a las demandas de la sociedad, a la vez que organizan, legitiman y garantizan una modalidad particular de vida social. 38 La identidad de cada individuo se genera en una trama de relaciones y de sucesos que son pautados por las diversas instituciones a las que se integra a lo largo de su vida.1 Las instituciones constituyen un espacio de entrecruzamiento 1. Fernández, L., 1998. UNICEF va a la escuela En los últimos años, desde diferentes sectores, se ha cuestionado a la escuela por su dificultad para contribuir a la formación que requeriría la sociedad actual. Sin embargo, muchas de estas voces omiten que la escuela cumple su misión socializadora en un contexto de debiliPara promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes Los sistemas educativos latinoamericanos surgieron con una finalidad claramente política: integrar al inmigrante, moldear la identidad nacional, civilizar y consolidar la nación democrática.2 La escuela tenía una meta fundamental: formar en valores referidos a la nación, la 2. Dicker, G. y Terigi, F., 1997. Véase también Tedesco, J.C., 1995 y Filmus, D., 1993. 39 independencia, la patria. Estos valores, que difundían una visión común del mundo y de la sociedad, poseían un claro sentido homogeneizador en un vasto territorio poblado por individuos con marcadas diferencias culturales, sociales y económicas. El propósito era fortalecer el Estado nacional y formar un ciudadano activo en la vida política. En definitiva, la escuela tenía una misión integradora tendiente a promover la unidad nacional. El proyecto de país y de sociedad estaba definido, existía un sentido unificador que fomentaba la formación del ciudadano para una sociedad que se construía sobre las bases del proyecto moderno. La pobreza no debe remitirse meramente a una cuestión de ingresos sino que involucra la imposibilidad de disponer de recursos que permitan gozar de los derechos sociales que corresponden a todo individuo por pertenecer a una comunidad, es decir, por ser ciudadano.6 El conocimiento más los valores morales En la actualidad, la demanda hacia la escuela se centra en la formación de ciudadanos que puedan integrarse a las nuevas sociedades. Esto involucra tanto a la formación en conocimientos y competencias científicas y tecnológicas como también a la formación cívica y moral. A diferencia de los momentos históricos anteriores, en los que existía una clara divergencia entre la formación para el trabajo y la formación cívica y moral, hoy en día las competencias requeridas para una y otra son coincidentes.4 Sin embargo, la lógica que se encuentra por detrás de estas demandas no es unívoca y creemos que es necesario hacer algunas precisiones al respecto. De ahí que sea muy importante, en el proceso de formación de los alumnos en la escuela, difundir los valores que sustentan los derechos del niño, la niña y el adolescente. La adquisición de capacidades que posibiliten a los alumnos desempeñarse como sujetos competentes –pero también como ciudadanos activos– es fundamental para la promoción de una ciudadanía democrática, tendiente a trabajar por una mayor igualdad social y por el establecimiento de una solidaridad colectiva: una ciudadanía que sea constructora del bien común, esto es, de una sociedad inclusiva y no de exclusión social. La escuela se enfrenta a un gran desafío. Por un lado, no puede obviar su obligación de socializar a los individuos que deberán desempeñarse en el contexto actual de cambios profundos. Sin embargo, no puede dejar de asumir al mismo tiempo una actitud crítica en relación a estos procesos. Formación para el trabajo En un segundo momento, con la necesidad de apuntalar el crecimiento económico desde los sistemas educativos, el interés por la educación referida a valores fue paulatinamente reemplazado por la formación para el trabajo y, posteriormente, por la formación de recursos humanos. La educación constituía una inversión a futuro que posibilitaba la movilidad social y el desarrollo económico del país.3 Hoy la escuela debe enfrentar e intentar brindar respuesta a la profunda crisis de valores por la que están atravesando las sociedades actuales. Esta crisis es producto de la desintegración del gran relato unificador y jerarquizador de valores del proyecto de la modernidad. En la actualidad, una multiplicidad de éticas particulares, diferentes religiones y una variedad de etnias conviven más estrechamente. 7 Hoy ya no se discute que los procesos de globalización que se están desarrollando en nuestras sociedades conllevan paralelamente procesos de exclusión, que no remiten sólo a variables de tipo económico sino que abarcan también otros aspectos de la vida en comunidad, de carácter político, social y cultural. En la sociedad de nuestros días, encontramos sujetos excluidos respecto de bienes económicos, excluidos respecto del conocimiento y de nuevas formas de comunicación informatizada, excluidos de la posibilidad de hacer efectivos los derechos fundamentales de los que toda persona debería gozar.5 Frente a esta realidad, los derechos humanos como principios universales comunes a todos los hombres, son los que deben constituirse como un sistema de normas que guíe el comportamiento individual y colectivo en nuestras sociedades. Pero su universalidad involucra, simultánea y necesariamente (por la condena que sustentan a toda discriminación), el pluralismo de opciones de valores y el respeto a cualquier moral, siempre y cuando no se contradiga con lo estipulado por estos derechos. 3. Filmus, D., op. cit. 4. Tedesco, J.C., op. cit. y Filmus, D., op. cit. 5. Cullen, C.,1999. 6. Bustelo, E., 1998. 7. Cullen, C., op. cit. 40 UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 41 hayan aprendido estos modos de relacionarse, los transferirán a otras situaciones sociales. Formar ciudadanos en la escuela La educación de la ciudadanía social, entendida como la habilitación para el ejercicio de los derechos sociales,8 supone el desarrollo de competencias que favorezcan su promoción, defensa y puesta en práctica en la vida cotidiana.9 Pero ¿cómo se promueven u obturan en nuestros alumnos las competencias, actitudes y patrones de conducta tendientes a la consideración y al respeto de los derechos humanos y de la infancia? Básicamente por medio de dos caminos: la enseñanza explícita de estos derechos, pero también a partir de lo que Tenti Fanfani 10 denomina “pedagogía espontánea de la democracia”. Esta “pedagogía espontánea” se refiere a la enseñanza implícita que tiene lugar: • en el intercambio con otros –alumnos y docentes– a través de palabras, gestos, miradas, acciones; • en el tiempo cotidiano que los niños, las niñas y los adolescentes pasan en nuestras escuelas a lo largo de toda su escolaridad; • en las dinámicas y formas de trabajo que proponemos en las aulas; • en la particular modalidad de funcionamiento de las prácticas institucionales. ¿Por qué elegimos a la escuela para difundir los derechos del niño, la niña y el adolescente? Porque estamos pensando en el tipo de sociedad que queremos: democrática, igualitaria y participativa, y porque pensamos en los sujetos sociales que se requieren para construir, promover y defender este ideal posible de sociedad. 42 Entre ambos –la sociedad y el individuo– se encuentra la Escuela. Ésta, como espacio público específicamente instituido para la conformación de los sujetos, tiene entonces bajo su responsabilidad el compromiso de promover en los futuros ciudadanos los valores mencionados. Los derechos del niño –como parte de las expresiones concretas de estos valores que atañen directamente a nuestros niños, niñas y adolescentes– deben estar presentes en las escuelas a través de su enseñanza explícita y de la práctica cotidiana. Es en estas instancias de la vida cotidiana de las escuelas en las que se experimentan e internalizan determinadas formas de convivencia, de ejercer la autoridad, de expresar los acuerdos y los desacuerdos, de tolerar lo diferente. Una vez que los niños, las niñas y los adolescentes 8. Bustelo, E., 1998. 9. Las competencias necesarias para formar a los niños, niñas y adolescentes para que hagan un uso más pleno de sus derechos y participen activamente de sus obligaciones como ciudadanos pueden vincularse con las competencias identificadas por Braslavsky como “intelectuales, prácticas, estéticas, interactivas, sociales y éticas”. 1994. 10. Tenti Fanfani, E., 1993. UNICEF va a la escuela Artículo 29 “ 1. “Los Estados Parte convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a: a. Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades; b. Inculcar al niño el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas; c. Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del ” país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya; d. Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena; e. Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.” La escuela es uno de los espacios fundamentales en los que tienen lugar los procesos de construcción de un orden social y de la identidad de los individuos como sujetos sociales. En la actualidad, estos procesos requieren nuevas significaciones, es decir, escalas de valor que proporcionen un nuevo marco que permita alcanzar una sociedad más justa. Los derechos del niño, la niña y el adolescente, como principios universales, pueden y deben erigirse como referente ético en la construcción de dicha sociedad. De ahí que deban estar presentes tanto mediante su enseñanza explícita como en la enseñanza implícita que se produce en las interacciones diarias. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 43 ¿Por qué directivos y docentes? Nos dirigimos a los directivos y docentes porque la docencia es una práctica que se relaciona con valores, y demanda altos niveles de compromiso personal. Las decisiones que tomamos cotidianamente respondiendo a la múltiple demanda de sucesos que acontecen en el aula (por ejemplo, cuando seleccionamos los contenidos de enseñanza, diseñamos las estrategias didácticas, llamamos la atención a un alumno, sancionamos una falta de disciplina, exigimos silencio, damos permisos, mediamos entre dos alumnos enemistados o hacemos una evaluación) están guiadas por valores que hemos incorporado a lo largo de nuestra experiencia y formación,11 y por los valores que intentamos transmitir a nuestros alumnos. En la concepción que enmarca la propuesta de Unicef va a la escuela, el docente es un sujeto dispuesto a reflexionar acerca de su propio actuar y acerca de los esquemas valorativos que guían su conducta. Esta reflexión tiene por objeto posibilitar una mayor fundamentación de las decisiones que toma en el “aquí y ahora” de la clase, permitiéndole brindar información respecto de los marcos valorativos que orientan su actividad y aportar algunos elementos que abonen la comprensión de la realidad –muchas veces compleja– en la que desarrolla su actividad. La familia constituye el ámbito prioritario y fundamental de socialización de la infancia, pero seguidamente se encuentra la escuela. El docente, entre otros actores, pero él en especial –por la especificidad de su tarea– tiene a su cargo el compromiso de formar a los niños, niñas y adolescentes dentro de los principios que fundamentan los derechos humanos en general y los derechos de los niños en particular. Para ello, es imprescindible que tenga la firme convicción de su carácter fundamental, así como la intención de enseñarlos, promocionarlos y ponerlos en práctica. No desconocemos que esta tarea es compleja, en especial si no hay paralelamente un acompañamiento de las demás instituciones sociales en las que también reside el poder instituyente de la sociedad. Asimismo, sabemos que es una tarea difícil, teniendo en cuenta las condiciones del contexto actual en el que se ejerce la docencia. Sin embargo, si desde nuestro lugar de trabajo cotidiano logramos encender en nuestros alumnos el deseo y la voluntad de encarnar estos principios constructores de una sociedad democrática, entonces habremos logrado desempeñar una de nuestras misiones fundamentales. La propuesta de Unicef va a la escuela se basa en el docente como eje de la promoción de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en la escuela. Resulta, entonces, necesario invitar a los docentes a unir ideas, experiencias y reflexiones para revalorizar la riqueza de su saber práctico, sistematizarlo y sacarlo del ámbito exclusivo del aula, abriéndolo a otros docentes e instituciones. La tarea del docente es tanto una tarea guiada por valores como una tarea que conlleva la enseñanza de valores. El maestro tiene el compromiso de formar a los niños, niñas y adolescentes en el marco de los principios que fundamentan los derechos humanos. La reflexión sobre nuestras propias prácticas La reflexión, entendida como análisis sistemático, es una herramienta clave para lograr una transformación dinámica del saber y la práctica docente. En el marco de este proyecto es necesario que la reflexión alcance también a los valores manifestados en el decir y el hacer. Les proponemos que realicen el siguiente ejercicio. Nuestra propuesta requiere una reflexión sobre cuáles son los valores que orientan la conducta de los docentes, en virtud de lograr que los niños, las niñas y los adolescentes reciban una formación en los derechos de una sociedad democrática y los valores que la sustentan. Confeccione una lista de los valores que usted considera que demanda a sus alumnos en sus clases. Escríbalos en una columna titulada “¿Qué es lo que les pido?” ¿Usted considera que demuestra en su comportamiento los valores que demanda a sus alumnos? ¿De qué forma? Especifíquelo en una columna titulada “¿Qué es lo que les doy?” 11. Dicker, G. y Terigi, F., op. cit. 44 UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 45 Tres procesos componen el pensamiento reflexivo: el conocimiento en la acción, que se manifiesta en el saber hacer, la reflexión en la acción, que se produce al mismo tiempo que actuamos y la reflexión sobre la acción y sobre la reflexión en la acción, que es el análisis que hace el ser humano a posteriori sobre su modo de actuar. 12 Estas tres instancias son también denominadas conocimiento técnico o solución de problemas, deliberación práctica y reflexión crítica.13 • La biografía escolar El proceso de reflexión debe centrarse también en las experiencias que el maestro ha tenido a lo largo de su formación en los ámbitos institucionales por los que ha transitado.14 Estas experiencias, que alimentan el “fondo de saber” orientador de la acción docente, incluyen: • La socialización profesional Está conformada por las vivencias internalizadas a lo largo de la historia escolar a través de su experiencia como alumnos, y constituye un saber que orientará en buena medida las formas de asumir su propio papel como docentes. • La preparación inicial o de grado Es la formación que se da en el ámbito de las escuelas, institutos o universidades, conforme a los planes de estudio. El trabajo en equipo ¿Qué entendemos por trabajo en equipo? El equipo no es una suma de individualidades, no son varias personas bajo la guía de un líder, no es una división de tareas en compartimentos estancos. El trabajo en equipo en la escuela es un modo de organización en el que los miembros de la comunidad educativa se reúnen con el objetivo común de resolver una problemática. Para que el equipo funcione bien es ne- Es la práctica que se desarrolla en el espacio institucional de la escuela, esto es, en los puestos de trabajo en los que, finalmente, el docente aprende las reglas del oficio. ¿Con qué frecuencia ha trabajado en equipo en su labor docente (siempre, casi siempre, a veces, casi nunca o nunca)? Les proponemos que reflexionen. Les proponemos que realicen el siguiente ejercicio. Seleccione entre los docentes que ha tenido a lo largo de su propia escolaridad aquel o aquellos que han dejado una impronta importante en su formación y en su persona. Explicite los motivos por los que lo/s ha seleccionado. Luego trate de identificar si reconoce en su propio accionar docente características que pueda atribuir al ejemplo de aquellos maestros. Identifique cuáles eran los marcos teóricos que predominaban en su etapa de formación docente. Reflexione acerca de la influencia que tienen actualmente en sus prácticas. ¿Cuáles cree que son las principales ventajas y los principales inconvenientes de trabajar en equipo? ¿Cuáles han predominado? Una de las principales dificultades para implementar el trabajo en equipo es la falta de tiempo de los docentes. Sin embargo, las reuniones pueden ser programadas para realizarse dentro del horario escolar (por ejemplo, en el momento de las materias especiales o en las jornadas de perfeccionamiento). Otro de los inconvenientes de esta modalidad es el esfuerzo que significa En el caso de que haya trabajado en más de una institución escolar, explicite el aporte que cada una de ellas ha brindado a su formación profesional a través de las experiencias vividas en su tránsito por la escuela. Diversidad 12. Schön, D., 1983, citado en Pérez Gómez, A.I., 1993. 13. Habermas, J., citado en Pérez Gómez, A.I., op. cit. 14. Davini, C., 1995. 46 UNICEF va a la escuela cesario definir con precisión los objetivos del trabajo (que sean pocos pero claramente explicitados), planificar bien las tareas, definir las funciones (si son rotativas o no), delimitar el tiempo de la tarea a encarar, evaluar los resultados (tanto del objetivo a alcanzar como del funcionamiento del equipo). Antes de seguir avanzando en la lectura, les proponemos que respondan a las siguientes preguntas. Cada integrante aporta naturalmente aquello en lo que se destaca (organización, creatividad, buena administración, ejecutividad, liderazgo, laboriosidad). para cada uno el acuerdo y la conciliación de ideas, personalidades, estilos de trabajo, tiempos personales. Si bien en un principio conciliar estas diferencias demanda tiempo, una vez que las mismas se resuelven y el grupo encuentra su propia dinámica, la tarea se agiliza. El buen trabajo en equipo ofrece numerosas ventajas, como vemos a continuación. Responsabilidad compartida Mayor eficacia La responsabilidad es compartida y se puede “entregar la posta” a otro compañero. Se aumenta la eficacia pues disminuye la sensación de “no puedo”. Aprendizaje de los errores Confiere sentido de pertenencia al grupo –que actúa como protección– y a la institución (“la siento parte de mí y siento que soy parte de ella”). Los errores no se convierten en cargas o culpas sino sólo en traspiés para volver a levantarse. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes Sentido de pertenencia 47 En el caso específico de la enseñanza de los derechos humanos, el trabajo en equipo significa una puesta en práctica de aquello mismo que pretendemos enseñar: el respeto al otro, la participación, la discusión libre para la búsqueda del consenso y la responsabilidad en las decisiones. Para el docente será mucho más fácil y natural trasladar al aula aquello que ha vivenciado. Trabajar con la comunidad Es muy difícil lograr un equilibrio entre no ser indiferente a los problemas de la comunidad –que se filtran cada vez más a través de las paredes de la escuela– y no perder la especificidad de la función de la escuela, que es enseñar. La escuela tiene dos formas de resolver el mencionado dilema sin perder su identidad. Una es “descentralizando la demanda a través de la comunicación y articulación con las orga- Si aún nos quedan dudas sobre las ventajas del trabajo en equipo, pensemos en la energía de la voz humana en un coro o en la vibración que se alcanza frente al estallido colectivo del grito en un gol. La naturaleza también nos enseña sobre ello, tal como lo demuestra el siguiente relato. nizaciones comunitarias: la escuela deriva las problemáticas que no está en condiciones de resolver por sí misma –o que no le compete hacer aunque pudiera– hacia organizaciones gubernamentales o no gubernamentales especializadas”. La otra forma es “generando proyectos de servicio a la comunidad de valor educativo: proyectos de intervención comunitaria o proyectos de servicio articulados con el currículum formal”. 15 Es dentro de esta perspectiva que se enmarca el proyecto Unicef va a la escuela, coincidiendo así con los cuatro grandes pilares para la educación del futuro, enunciados por la Comisión Internacional de Educación para el siglo XXI de la UNESCO: aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a vivir juntos. Trabajar con la comunidad implica convocar a diferentes actores con el fin de resolver un problema común a todos, pero también –y más importante– constituye una forma efectiva de contrarrestar la progresiva desafiliación de las instituciones, que actualmente afecta a nuestros jóvenes. Los proyectos de participación comunitaria posibilitan fortalecer el sentido de pertenencia, potenciar la capacidad de acción, restituir el compromiso y los lazos de solidari- “Cuando los gansos se dirigen hacia un lugar más cálido para pasar el invierno vuelan en forma de ‘V’. Lo hacen porque, al batir sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en ‘V’, la manada de gansos aumenta por lo menos un setenta y uno por ciento más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo. Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro de los gansos toma su lugar. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo y para protegerlo.” dad; en definitiva, resignificar la importancia de compartir un espacio “común” con otros. La escuela, por la función que ejerce y el lugar que ocupa dentro de una comunidad, no sólo puede tener una participación activa en los problemas que afectan a ésta sino que, simultáneamente y de esta forma, puede hacer posible, aún más allá de sus muros, una verdadera educación democrática. Para enseñar los valores que sustentan los derechos del niño, la niña y el adolescente es fundamental el rol del docente, su trabajo reflexivo, en equipo con sus compañeros e integrado a la comunidad de la que forma parte la escuela. Santiago Pont Lexica (comp.), Mensajes, Buenos Aires, FM Milenium - Simon Brothers S.A., 1998. 15. Tapia, M.N., 2000. 48 UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 49 Palabras finales Bibliografía El reconocimiento de los derechos humanos, y en particular de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, es el resultado de un largo camino que debemos continuar recorriendo juntos. La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) no es el final sino un nuevo punto de partida. Bidart Campos, G. 1991. Teoría General de los Derechos Humanos. Buenos Aires, Astrea. Si bien gracias a este tratado internacional de derechos humanos de aprobación casi universal (incorporado en 1994 en el artículo 75, inc. 22 de la Constitución de la Nación Argentina), los derechos de niños, niñas y adolescentes han sido reconocidos, todavía es necesario continuar trabajando en pos de su cumplimiento, protección y respeto. En este sentido, los docentes y la escuela han cumplido y continúan manteniendo un rol fundamental e imprescindible. Por este motivo, UNICEF eligió apoyar y fortalecer a la escuela y la escuela los eligió a ustedes. Bustelo, E. 1998. De otra manera. Ensayos sobre política social y equidad. Rosario, Homo Sapiens. Braslavsky, C. 1993. “Una función para la escuela: formar sujetos activos en la construcción de su identidad y de la identidad nacional”, en Filmus, D. (comp.), ¿Para qué sirve la escuela? Buenos Aires, Tesis/Norma. Cillero Bruñol, M. 1998. “El interés superior del niño en la infancia”, en García Mendez, E. y Beloff, M. (comps.), Infancia, ley y democracia en América Latina. Bogotá, Temis-Depalma. 50 UNICEF va a la escuela Cullen, C. 1999. Autonomía moral y ciudadanía democrática. Bases para un currículo de Formación ética y ciudadana. Buenos Aires, Novedades Educativas. Davini, C. 1995. La formación docente en cuestión: política y pedagogía. Buenos Aires, Paidós. Dicker, G. y Terigi, F. 1997. La formación de maestros y profesores: hoja de ruta. Buenos Aires, Paidós. Fernández, L. 1998. Instituciones educativas. Dinámicas institucionales en situaciones críticas. Buenos Aires, Paidós. Filmus, D. 1993. ¿Para qué sirve la escuela? Buenos Aires, Tesis/Norma. Pérez Gómez, A.I. 1993. Comprender y transformar la enseñanza. Madrid, Ediciones Morata. Tapia, M. N. 1998. La solidaridad como pedagogía. El aprendizaje servicio en la escuela. Ciudad Nueva. Tedesco, J.C. 1995. El nuevo pacto educativo. Madrid, Anaya. Tenti Fanfani, E. 1993. “Escuela y política. Formación del ciudadano del año 2000”, en Filmus, D. (comp.), ¿Para qué sirve la escuela? Buenos Aires, Tesis/Norma. Tenti Fanfani, E. 2000. Una escuela para los adolescentes. Reflexiones y valoraciones (comp.). Buenos Aires, UNICEF - Losada. García Mendez, E. 1998. Infancia de los derechos y de la justicia. Buenos Aires, Editores del Puerto. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 51 Convención sobre los Derechos del Niño UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 53 Ley 23.849 Convención sobre los Derechos del Niño Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 Apruébase la Convención sobre los Derechos del Niño Sancionada el 27 de septiembre de 1990 Promulgada de hecho el 16 de octubre de 1990 Preámbulo El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de ley: Artículo 1 Apruébase la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos de América) el 20 de noviembre de 1989, que consta de cincuenta y cuatro (54) artículos, cuya fotocopia autenticada en idioma español forma parte de la presente ley. Artículo 2 Al ratificar la Convención, deberán formularse las siguientes reservas y declaraciones: La República Argentina hace reserva de los incisos b), c), d) y e) del artículo 21 de la Convención sobre los Derechos del Niño y manifiesta que no regirán en su jurisdicción por entender que, para aplicarlos, debe contarse previamente con un riguroso mecanismo de protección legal del niño en materia de adopción internacional, a fin de impedir su tráfico y venta. Con relación al artículo 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina declara que el mismo debe interpretarse en el sentido que se entiende por niño todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad. 54 Los Estados Partes en la presente Convención: Con relación al artículo 24 inciso f) de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina, considerando que las cuestiones vinculadas con la planificación familiar atañen a los padres de manera indelegable de acuerdo a principios éticos y morales, interpreta que es obligación de los Estados, en el marco de este artículo, adoptar las medidas apropiadas para la orientación a los padres y la educación para la paternidad responsable. Con relación al artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina declara que es su deseo que la Convención hubiese prohibido terminantemente la utilización de niños en los conflictos armados, tal como lo estipula su derecho interno, el cual en virtud del artículo 41 continuará aplicando en la materia. Artículo 3 Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional. Alberto R. Pierri - Eduardo Menem - Esther H. Pereyra Arandía de Pérez Pardo - Hugo R. Flombaum. Dada en la sala de sesiones del congreso argentino, en Buenos Aires, a los veintisiete días del mes de septiembre del año mil novecientos noventa. UNICEF va a la escuela Considerando que, de conformidad con los principios proclamados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, Teniendo presente que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana, y que han decidido promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad, Reconociendo que las Naciones Unidas han proclamado y acordado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los pactos internacionales de derechos humanos, que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ellos, sin distinción alguna, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, Recordando que en la Declaración Universal de Derechos Humanos las Naciones Unidas proclamaron que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales, Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad, Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión, Considerando que el niño debe estar plenamente preparado para una vida independiente en sociedad y ser educado en el espíritu de los ideales proclamados en la Carta de las Naciones Unidas y, en particular, en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad, Teniendo presente que la necesidad de proporcionar al niño una protección especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y en la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General el 20 de noviembre de 1959, y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en particular en los artículos 23 y 24), en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en particular en el artículo 50) 55 y en los estatutos e instrumentos pertinentes de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del niño, Teniendo presente que, como se indica en la Declaración de los Derechos del Niño,“el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidados especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento”, Recordando lo dispuesto en la Declaración sobre los principios sociales y jurídicos relativos a la protección y el bienestar de los niños, con particular referencia a la adopción y la colocación en hogares de guarda, en los planos nacional e internacional, las reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores (reglas de Beijing); y la Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado, Reconociendo que en todos los países del mundo hay niños que viven en condiciones excepcionalmente difíciles y que esos niños necesitan especial consideración, Teniendo debidamente en cuenta la importancia de las tradiciones y los valores culturales de cada pueblo para la protección y el desarrollo armonioso del niño, Reconociendo la importancia de la cooperación internacional para el mejoramiento de las condiciones de vida de los niños en todos los países, en particular en los países en desarrollo, Artículo 3 1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño. 2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y con ese fin tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas. 3. Los Estados Partes se asegurarán de que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión adecuada. Han convenido en lo siguiente: PARTE I Artículo 4 Artículo 1 Para los efectos de la presente convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad. Artículo 2 1. Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, 56 el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales. 2. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o sus familiares. UNICEF va a la escuela Los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente convención. En lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados Partes adoptarán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación internacional. Artículo 5 Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente convención. Artículo 6 1. Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida. 2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño. Artículo 7 1. El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos. 2. Los Estados Partes velarán por la aplicación de estos derechos de conformidad con su legislación nacional y las obligaciones que hayan contraído en virtud de los instrumentos internacionales pertinentes en esta esfera, sobre todo cuando el niño resultara, de otro modo, apátrida. Artículo 8 1. Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas. 2. Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de todos ellos, los Estados Partes deberán 57 prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad. Artículo 9 1. Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño. Tal determinación puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo en los casos en que el niño sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres, o cuando éstos viven separados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño. 2. En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el párrafo 1 del presente artículo, se ofrecerá a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en él y de dar a conocer sus opiniones. 3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño. 4. Cuando esta separación sea resultado de una medida adoptada por un Estado Parte, como la detención, el encarcelamiento, el exilio, la deportación o la muerte (incluido el fallecimiento debido a cualquier causa mientras la persona esté bajo la custodia del Estado) de uno de los padres del niño, o de ambos, o del niño, el Estado Parte proporcionará, cuando se le pida, a los padres, al niño o, si procede, a otro familiar, información básica acerca del paradero del familiar o 58 familiares ausentes, a no ser que ello resultare perjudicial para el bienestar del niño. Los Estados Partes se cerciorarán, además, de que la presentación de tal petición no entraña por sí misma consecuencias desfavorables para la persona o personas interesadas. Artículo 10 1. De conformidad con la obligación que incumbe a los Estados Partes a tenor de lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 9, toda solicitud hecha por un niño o por sus padres para entrar en un Estado Parte o para salir de él a los efectos de la reunión de la familia será atendida por los Estados Partes de manera positiva, humanitaria y expeditiva. Los Estados Partes garantizarán, además, que la presentación de tal petición no traerá consecuencias desfavorables para los peticionarios ni para sus familiares. 2. El niño cuyos padres residan en Estados diferentes tendrá derecho a mantener periódicamente, salvo en circunstancias excepcionales, relaciones personales y contactos directos con ambos padres. Con tal fin, y de conformidad con la obligación asumida por los Estados Partes en virtud del párrafo 1 del artículo 9, los Estados Partes respetarán el derecho del niño y de sus padres a salir de cualquier país, incluido el propio, y de entrar en su propio país. El derecho de salir de cualquier país estará sujeto solamente a las restricciones estipuladas por ley y que sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de otras personas y que estén en consonancia con los demás derechos reconocidos por la presente convención. UNICEF va a la escuela Artículo 11 1. Los Estados Partes adoptarán medidas para luchar contra los traslados ilícitos de niños al extranjero y la retención ilícita de niños en el extranjero. 2. Para este fin, los Estados Partes promoverán la concertación de acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes. Artículo 12 1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño. 2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de procedimientos de la ley nacional. Artículo 13 1. El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño. b) Para la protección de la seguridad nacional o el orden público, o para proteger la salud o la moral públicas. Artículo 14 1. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. 2. Los Estados Partes respetarán los derechos y deberes de los padres y, en su caso, de los representantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades. 3. La libertad de profesar la propia religión o las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás. Artículo 15 1. Los Estados Partes reconocen los derechos del niño a la libertad de asociación y a la libertad de celebrar reuniones pacíficas. 2. No se impondrán restricciones al ejercicio de estos derechos distintas de las establecidas de conformidad con la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional o pública, el orden público, la protección de la salud y la moral públicas o la protección de los derechos y libertades de los demás. Artículo 16 2. El ejercicio de tal derecho podrá estar sujeto a ciertas restricciones, que serán únicamente las que la ley prevea y sean necesarias. 1. Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación. a) Para el respeto de los derechos o de la reputación de los demás; 2. El niño tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 59 Artículo 17 Los Estados Partes reconocen la importante función que desempeñan los medios de comunicación y velarán por que el niño tenga acceso a información y material procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el material que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental. Con tal objeto, los Estados Partes: a) Alentarán a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés social y cultural para el niño, de conformidad con el espíritu del artículo 29; b) Promoverán la cooperación internacional en la producción, el intercambio y la difusión de esa información y esos materiales procedentes de diversas fuentes culturales, nacionales e internacionales; c) Alentarán la producción y difusión de libros para niños; d) Alentarán a los medios de comunicación a que tengan particularmente en cuenta las necesidades lingüísticas del niño perteneciente a un grupo minoritario o que sea indígena; e) Promoverán la elaboración de directrices apropiadas para proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar, teniendo en cuenta las disposiciones de los artículos 13 y 18. Artículo 18 1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocu60 pación fundamental será el interés superior del niño. 2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente convención, los Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a los padres y a los representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta a la crianza del niño y velarán por la creación de instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los niños. 3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para que los niños cuyos padres trabajan tengan derecho a benefiarse de los servicios e instalaciones de guarda de niños para los que reúnen las condiciones requeridas. Artículo 19 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentra bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. 2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda, la intervención judicial. UNICEF va a la escuela Artículo 20 1. Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar o cuyo superior interés exija que no permanezcan en ese medio, tendrán derecho a la protección y asistencia especiales del Estado. 2. Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros tipos de cuidado para esos niños. 3. Entre esos cuidados figurarán, entre otras cosas, la colocación en hogares de guarda, la kafala del derecho islámico, la adopción, o de ser necesaria la colocación en instituciones adecuadas de protección de menores. Al considerar las soluciones, se prestará particular atención a la conveniencia de que haya continuidad en la educación del niño y a su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico. Artículo 21 Los Estados Partes que reconocen o permiten el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea la consideración primordial y: a) Velarán por que la adopción del niño sólo sea autorizada por las autoridades competentes, las que determinarán con arreglo a las leyes y a los procedimientos aplicables y sobre la base de toda la información pertinente y fidedigna, que la adopción es admisible en vista de la situación jurídica del niño en relación con sus padres, parientes y representantes legales y que, cuando así se requiere, las personas interesadas hayan dado con conocimiento de causa su consentimiento a la adopción sobre la base del asesoramiento que pueda ser necesario; b) Reconocerán que la adopción en otro país puede ser considerada como otro medio de Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes cuidar del niño, en el caso de que éste no pueda ser colocado en un hogar de guarda o entregado a una familia adoptiva o no pueda ser atendido de manera adecuada en el país de origen; c) Velarán por que el niño que haya de ser adoptado en otro país goce de salvaguardas y normas equivalentes a las existentes respecto de la adopción en el país de origen; d) Adoptarán todas las medidas apropiadas para garantizar que, en el caso de adopción en otro país, la colocación no dé lugar a beneficios financieros indebidos para quienes participan en ella; e) Promoverán, cuando corresponda, los objetivos del presente artículo mediante concreción de arreglos o acuerdos bilaterales o multilaterales y se esforzarán, dentro de este marco, por garantizar que la colocación del niño en otro país se efectúe por medio de las autoridades u organismos competentes. Artículo 22 1. Los Estados Partes adoptarán medidas adecuadas para lograr que el niño que trate de obtener el estatuto de refugiado o que sea considerado refugiado de conformidad con el derecho y los procedimientos internacionales o internos aplicables reciba tanto si está solo como si está acompañado de sus padres o de cualquier otra persona, la protección y la asistencia humanitaria para el disfrute de los derechos pertinentes enunciados en la presente convención y en otros instrumentos internacionales de derechos humanos o de carácter humanitario en que dichos Estados sean partes. 2. A tal efecto los Estados Partes cooperarán, en la forma que estimen apropiada, en todos los esfuerzos de las Naciones Unidas y 61 demás organizaciones intergubernamentales competentes u organizaciones no gubernamentales que cooperen con las Naciones Unidas por proteger y ayudar a todo niño refugiado y localizar a sus padres o a otros miembros de su familia, a fin de obtener la información necesaria para que se reúna con su familia. En los casos en que no se pueda localizar a ninguno de los padres o miembros de la familia, se concederá al niño la misma protección que a cualquier otro niño privado permanente o temporalmente de su medio familiar, por cualquier motivo como se dispone en la presente convención. Artículo 23 1. Los Estados Partes reconocen que el niño mental o físicamente impedido deberá disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a bastarse a sí mismo y faciliten la participación activa del niño en la comunidad. 2. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño impedido a recibir cuidados especiales y alentarán y asegurarán, con sujeción a los recursos disponibles, la prestación al niño que reúna las condiciones requeridas y a los responsables de su cuidado de la asistencia que se solicite y que sea afectada al estado del niño y a las circunstancias de sus padres o de otras personas que cuiden de él. 3. En atención a las necesidades especiales del niño impedido, la asistencia que se preste conforme al párrafo 2 del presente artículo será gratuita siempre que sea posible, habida cuenta de la situación económica de los padres o de las otras personas que cuiden del niño, y estará destinada a asegurar que el niño impedido tenga un acceso efectivo a la educación, la capacitación, los servicios 62 sanitarios, los servicios de rehabilitación, la preparación para el empleo y las oportunidades de esparcimiento y reciba tales servicios con el objeto de que el niño logre la integración social y el desarrollo individual, incluido su desarrollo cultural y espiritual, en la máxima medida posible. cosas, la aplicación de la tecnología disponible y el suministro de alimentos nutritivos adecuados y agua potable salubre, teniendo en cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente; 4. Los Estados Partes promoverán, con espíritu de cooperación internacional, el intercambio de información adecuada en la esfera de la atención sanitaria preventiva y del tratamiento médico, psicológico y funcional de los niños impedidos, incluida la difusión de información sobre los métodos de rehabilitación y los servicios de enseñanza y formación profesional, así como el acceso a esa información a fin de que los Estados Partes puedan mejorar su capacidad y conocimientos y ampliar su experiencia en estas esferas. A este respecto, se tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo. e) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños, conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos conocimientos; Artículo 24 1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios. 2. Los Estados Partes asegurarán la plena aplicación de este derecho y, en particular, adoptarán las medidas apropiadas para: d) Asegurar atención sanitaria prenatal y posnatal apropiada a las madres; f) Desarrollar la atención sanitaria preventiva, la orientación a los padres y la educación y servicios en materia de planificación de la familia. 3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas eficaces y apropiadas posibles para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños. 4. Los Estados Partes se comprometen a promover y alentar la cooperación internacional con miras a lograr progresivamente la plena realización del derecho reconocido en el presente artículo. A este respecto, se tendrán plenamente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo. a) Reducir la mortalidad infantil y en la niñez; Artículo 25 b) Asegurar la prestación de la asistencia médica y la atención sanitaria que sean necesarias a todos los niños, haciendo hincapié en el desarrollo de la atención primaria de salud; Los Estados Partes reconocen el derecho del niño que ha sido internado en un establecimiento por las autoridades competentes para los fines de atención, protección o tratamiento de su salud física o mental a un examen periódico del tratamiento a que esté sometido y de todas las demás circunstancias propias de su internación. c) Combatir las enfermedades y la malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante, entre otras UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes Artículo 26 1. Los Estados Partes reconocerán a todos los niños el derecho a beneficiarse de la seguridad social, incluso del seguro social, y adoptarán las medidas necesarias para lograr la plena realización de este derecho de conformidad con su legislación nacional. 2. Las prestaciones deberían concederse, cuando corresponda, teniendo en cuenta los recursos y la situación del niño y de las personas que sean responsables del mantenimiento del niño, así como cualquier otra consideración pertinente a una solicitud de prestaciones hecha por el niño o en su nombre. Artículo 27 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. 2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. 3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a sus medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutrición, el vestuario y la vivienda. 4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad 63 financiera por el niño, ta nto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero. En particular, cuando la persona que tenga la responsabilidad financiera por el niño resida en un Estado diferente de aquél en que resida el niño, los Estados Partes promoverán la adhesión a los convenios internacionales o la concertación de dichos convenios, así como la concertación de cualesquiera otros arreglos apropiados. Artículo 28 1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán en particular: a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos; b) Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria, incluida la enseñanza general y profesional, hacer que todos los niños dispongan de ella y tengan acceso a ella y adoptar medidas apropiadas tales como la implantación de la enseñanza gratuita y la concesión de asistencia financiera en caso de necesidad; c) Hacer la enseñanza superior accesible a todos sobre la base de la capacidad, por cuantos medios sean apropiados; d) Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas; e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de deserción escolar. 2. Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que la 64 disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño y de conformidad con la presente convención. 3. Los Estados Partes fomentarán y alentarán la cooperación internacional en cuestiones de educación, en particular a fin de contribuir a eliminar la ignorancia y el analfabetismo en todo el mundo y de facilitar el acceso a los conocimientos técnicos y a los métodos modernos de enseñanza. A este respecto, se tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo. Artículo 29 1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a: a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades; b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas; c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea origionario y de las civilizaciones distintas de la suya; d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena; e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural. 2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo o en el artículo 28 se interpretará como una UNICEF va a la escuela restricción de la libertad de los particulares y de las entidades para establecer y dirigir instituciones de enseñanza, a condición de que se respeten los principios enunciados en el párrafo 1 del presente artículo y de que la educación impartida en tales instituciones se ajuste a las normas mínimas que prescriba el Estado. Artículo 30 En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el derecho que le corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión, o a emplear su propio idioma. Artículo 31 1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes. 2. Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento. Artículo 32 1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarollo físico, mental, espiritual, moral o social. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 2. Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales para garantizar la aplicación del presente artículo. Con ese propósito y teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales, los Estados Partes, en particular: a) Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar; b) Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo; c) Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación efectiva del presente artículo. Artículo 33 Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales, para proteger a los niños contra el uso ilícito de los estupefacientes y sustancias sicotrópicas enumeradas en los tratados internacionales pertinentes, y para impedir que se utilice a niños en la producción y el tráfico ilícitos de esas sustancias. Artículo 34 Los Estados Partes se comprometen a proteger al niño contra todas las formas de explotación y abuso sexuales. Con este fin, los Estados Partes tomarán, en particular, todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir: a) La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal; b) La explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales; c) La explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos. 65 Artículo 35 Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma. Artículo 36 Los Estados Partes protegerán al niño contra todas las demás formas de explotación que sean perjudiciales para cualquier aspecto de su bienestar. Artículo 37 Los Estados Partes velarán por que: a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años de edad; b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda; c) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad. En particular, todo niño privado de libertad estará separado de los adultos, a menos que ello se considere contrario al interés superior del niño, y tendrá derecho a mantener contacto con su familia por medio de correspondencia y de visitas, salvo en circunstancias excepcionales; 66 d)Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso a la asistencia jurídica y otra asistencia adecuada, así como derecho a impugnar la legalidad de la privación de su libertad ante un tribunal u otra autoridad competente, independiente e imparcial y a una pronta decisión sobre dicha acción. todo niño víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación y reintegración se llevarán a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño. Artículo 40 Artículo 38 1. Los Estados Partes se comprometen a respetar y velar por que se respeten las normas del derecho internacional humanitario que les sean aplicables en los conflictos armados y que sean pertinentes para el niño. 2. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para asegurar que las personas que aún no hayan cumplido los 15 años de edad no participen directamente en las hostilidades. 3. Los Estados Partes se abstendrán de reclutar en las fuerzas armadas a las personas que no hayan cumplido los 15 años de edad. Si reclutan personas que hayan cumplido 15 años, pero que sean menores de 18, los Estados Partes procurarán dar prioridad a los de más edad. 4. De conformidad con las obligaciones dimanadas del derecho internacional humanitario de proteger a la población civil durante los conflictos armados, los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para asegurar la protección y el cuidado de los niños afectados por un conflicto armado. 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño y la importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma una función constructiva en la sociedad. 2. Con ese fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los instrumentos internacionales, los Estados Partes garantizarán, en particular: a) Que no se alegue que ningún niño ha infringido las leyes penales, ni se acuse o declare culpable a ningún niño de haber infringido esas leyes, por actos u omisiones que no estaban prohibidos por las leyes nacionales o internacionales en el momento en que se cometieron; Artículo 39 b) Que todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse de haber infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo siguiente: Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la reintegración social de i) Que se lo presumirá inocente mientras no se prueba su culpabilidad conforme a la ley; ii) Que será informado sin demora y direc- UNICEF va a la escuela Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes tamente o, cuando sea procedente, por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de los cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa; iii) Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley, en presencia de un asesor jurídico u otro tipo de asesor adecuado y, a menos que se considerare que ello fuere contrario al interés superior del niño teniendo en cuenta en particular su edad o situación y a sus padres o representantes legales; iv) Que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, que podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la participación y el interrogatorio de testigos de descargo en condiciones de igualdad; v) Si se considerare que ha infringido, en efecto, las leyes penales, que esta decisión y toda medida impuesta a consecuencia de ella, serán sometidas a una autoridad u órgano judicial superior competente, independiente e imparcial, conforme a la ley; vi) Que el niño contará con la asistencia gratuita de un intérprete si no comprende o no habla el idioma utilizado; vii) Que se respetará plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento. 3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes, y en particular: 67 a) El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se presumirá que los niños no tienen capacidad para infringir las leyes penales; b) Siempre que sea apropiado y deseable, la adopción de medidas para tratar a esos niños sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se respetarán plenamente los derechos humanos y las garantías legales. 4. Se dispondrá de diversas medidas, tales como el cuidado, las órdenes de orientación y supervisión, el asesoramiento, la libertad vigilada, la colocación en hogares de guarda, los programas de enseñanza y formación profesional, así como otras posibilidades alternativas a la internación en instituciones, para asegurar que los niños sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción. Artículo 41 Nada de lo dispuesto en la presente convención afectará a las disposiciones que sean más conducentes a la realización de los derechos del niño y que puedan estar recogidas en: a) El derecho de un Estado Parte, o b)El derecho internacional vigente con respecto a dicho Estado. PARTE II Artículo 42 Los Estados Partes se comprometen a dar a conocer ampliamente los principios y disposiciones de la Convención por medios eficaces y apropiados, tanto a los adultos como a los niños. Artículo 43 1. Con la finalidad de examinar los progresos realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados Partes en la presente convención, se establecerá un Comité de los Derechos del Niño que de68 sempeñará las funciones que a continuación se estipulan. 2. El Comité estará integrado por diez expertos de gran integridad moral y reconocida competencia en las esferas reguladas por la presente convención. Los miembros del Comité serán elegidos por los Estados Partes entre sus nacionales y ejercerán sus funciones a título personal, teniéndose debidamente en cuenta la distribución geográfica, así como los principales sistemas jurídicos. 3. Los miembros del Comité serán elegidos, en votación secreta, de una lista de personas UNICEF va a la escuela designadas por los Estados Partes. Cada Estado Parte podrá designar a una persona escogida entre sus propios nacionales. 4. La elección inicial se celebrará a más tardar seis meses después de la entrada en vigor de la presente convención y ulteriormente cada dos años. Con cuatro meses, como mínimo, de antelación respecto de la fecha de cada elección, el Secretario General de las Naciones Unidas dirigirá una carta a los Estados Partes invitándolos a que presenten sus candidaturas en un plazo de dos meses. El Secretario General preparará después una lista en la que figurarán por orden alfabético todos los candidatos propuestos, con indicación de los Estados Partes que los hayan designado y la comunicará a los Estados Partes en la presente convención. 5. Las elecciones se celebrarán en una reunión de los Estados Partes convocada por el Secretario General en la Sede de las Naciones Unidas. En esa reunión, en la que la presencia de dos tercios de los Estados Partes constituirá quórum, las personas seleccionadas para formar parte del Comité serán aquellos candidatos que obtengan el mayor número de votos y una mayoría absoluta de los votos de los representantes de los Estados Partes presentes y votantes. 6. Los miembros del Comité serán elegidos por un período de cuatro años. Podrán ser reelegidos si se presenta de nuevo su candidatura. El mandato de cinco de los miembros elegidos en la primera elección expirará al cabo de dos años; inmediatamente después de efectuada la primera elección, el Presidente de la reunión en que ésta se celebre elegirá por sorteo los nombres de esos cinco miembros. 7. Si un miembro del Comité fallece o dimite o Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes declara que por cualquier otra causa no puede seguir desempeñando sus funciones en el Comité, el Estado Parte que propuso a ese miembro designará entre sus propios nacionales a otro experto para ejercer el mandato hasta su término, a reserva de la aprobación del Comité. 8. El Comité adoptará su propio reglamento. 9. El Comité elegirá su mesa por un período de dos años. 10. Las reuniones del Comité se celebrarán normalmente en la sede de las Naciones Unidas o en cualquier otro lugar conveniente que determine el Comité. El Comité se reunirá normalmente todos los años. La duración de las reuniones del Comité será determinada y revisada, si procediera, por una reunión de los Estados Partes en la presente convención, a reserva de la aprobación de la Asamblea General. 11. El Secretario General de las Naciones Unidas proporcionará el personal y los servicios necesarios para el desempeño eficaz de las funciones del Comité establecido en virtud de la presente convención. 12. Previa aprobación de la Asamblea General, los miembros del Comité establecido en virtud de la presente convención recibirán emolumentos con cargo a los fondos de las Naciones Unidas, según las condiciones que la Asamblea pueda establecer. Artículo 44 1. Los Estados Partes se comprometen a presentar al Comité, por conducto del Secretario General de las Naciones Unidas, informes sobre las medidas que hayan adoptado para dar efecto a los derechos reconocidos en la Convención y sobre el progreso que hayan realizado en cuanto al goce de esos derechos: 69 a) En el plazo de dos años a partir de la fecha en la que para cada Estado Parte haya entrado en vigor la presente convención; b) En lo sucesivo, cada cinco años. 2. Los informes preparados en virtud del presente artículo deberán indicar las circunstancias y dificultades, si las hubiere, que afecten el grado de cumplimiento de las obligaciones derivadas de la presente convención. Deberán asimismo, contener información suficiente para que el Comité tenga cabal comprensión de la aplicación de la Convención en el país de que se trate. 3. Los Estados Partes que hayan presentado un informe inicial completo al Comité no necesitan repetir en sucesivos informes presentados de conformidad con lo dispuesto en el inciso b) del párrafo 1 del presente artículo la información básica presentada anteriormente. 4. El Comité podrá pedir a los Estados Partes más información relativa a la aplicación de la Convención. 5. El Comité presentará cada dos años a la Asamblea General de las Naciones Unidas, por conducto del Consejo Económico y Social, informes sobre sus actividades. 6. Los Estados Partes darán a sus informes una amplia difusión entre el público de sus países respectivos. Artículo 45 Con objeto de fomentar la aplicación efectiva de la Convención y de estimular la cooperación internacional en la esfera regulada por la Convención: a) Los organismos especializados, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y demás 70 órganos de las Naciones Unidas tendrán derecho a estar representados en el examen de la aplicación de aquellas disposiciones de la presente convención comprendidas en el ámbito de su mandato. El Comité al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y a otros órganos competentes que considere apropiados a que proporcionen asesoramiento especializado sobre la aplicación de la Convención en los sectores que son de incumbencia de sus respectivos mandatos. El Comité podrá invitar a los organismos especializados, al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y demás órganos de las Naciones Unidas a que presenten informes sobre la aplicación de aquellas disposiciones de la presente convención comprendidas en el ámbito de sus actividades; b) El Comité transmitirá, según estime conveniente, a los organismos especializados, al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y a otros órganos competentes, los informes de los Estados Partes que contengan una solicitud de asesoramiento o de asistencia técnica, o en los que se indique esa necesidad, junto con las observaciones y sugerencias del Comité, si las hubiere, acerca de esas solicitudes o indicaciones; c) El Comité podrá recomendar a la Asamblea General que pida al Secretario General que efectúe en su nombre estudios sobre cuestiones concretas relativas a los derechos del niño; d)El Comité podrá formular sugerencias y recomendaciones generales basadas en la información recibida en virtud de los artículos 44 y 45 de la presente convención. Dichas sugerencias y recomendaciones generales deberán transmitirse a los Estados Partes interesados y notificarse a la Asamblea General, junto con los comentarios, si los hubiere, de los Estados Partes. UNICEF va a la escuela PARTE III Artículo 46 Artículo 50 La presente convención estará abierta a la firma de todos los Estados. 1. Todo Estado Parte podrá proponer una enmienda y depositarla en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. El Secretario General comunicará la enmienda propuesta a los Estados Partes, pidiéndoles que le notifiquen si desean que se convoque una conferencia de Estados Partes con el fin de examinar la propuesta y someterla a votación. Si dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha de esa notificación un tercio, al menos, de los Estados Partes se declara en favor de tal conferencia, el Secretario General convocará una conferencia con el auspicio de las Naciones Unidas. Toda enmienda adoptada por la mayoría de Estados Partes, presentes y votantes en la conferencia, será sometida por el Secretario General a la Asamblea General para su aprobación. Artículo 47 La presente convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de ratificación se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. Artículo 48 La presente convención permanecerá abierta a la adhesión de cualquier Estado. Los instrumentos de adhesión se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. Artículo 49 1. La presente convención entrará en vigor el trigésimo día siguiente a la fecha en que haya sido depositado el vigésimo instrumento de ratificación o de adhesión en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. 2. Para cada Estado que ratifique la Convención o se adhiera a ella después de haber sido depositado el vigésimo instrumento de ratificación o de adhesión, la Convención entrará en vigor el trigésimo día después del depósito por tal Estado de su instrumento de ratificación o adhesión. Para promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes 2. Toda enmienda adoptada de conformidad con el párrafo 1 del presente artículo entrará en vigor cuando haya sido aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y aceptada por una mayoría de dos tercios de los Estados Partes. 3. Cuando las enmiendas entren en vigor serán obligatorias para los Estados Partes que las hayan aceptado, en tanto que los demás Estados Partes seguirán obligados por las disposiciones de la presente convención y por las enmiendas anteriores que hayan aceptado. 71 Artículo 51 1. El Secretario General de las Naciones Unidas recibirá y comunicará a todos los Estados el texto de las reservas formuladas por los Estados en el momento de la ratificación o de la adhesión. 2. No se aceptará ninguna reserva incompatible con el objeto y el propósito de la presente convención. 3. Toda reserva podrá ser retirada en cualquier momento por medio de una notificación hecha a ese efecto y dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, quien informará a todos los Estados. Esa notificación surtirá efecto en la fecha de su recepción por el Secretario General. Artículo 52 Todo Estado Parte podrá denunciar la presente convención mediante notificación hecha 72 por escrito al Secretario General de las Naciones Unidas. La denuncia surtirá efecto un año después de la fecha en que la notificación haya sido recibida por el Secretario General. Artículo 53 Se designa depositario de la presente convención al Secretario General de las Naciones Unidas. Artículo 54 El original de la presente convención, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés, y ruso son igualmente auténticos, se depositará en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. En testimonio de lo cual, los infrascritos plenipotenciarios, debidamente autorizados para ello por sus respectivos gobiernos, han firmado la presente convención.