ORAR CON LA CREACIÓN AMBIENTACION Y SÍMBOLOS: Jarra con agua, plato con tierra, molinillo de viento, un cirio encendido. MUSICA con sonidos procedentes de la naturaleza: viento, agua, aves... INTRODUCCION Durante la mayor parte de su existencia, durante casi dos millones de años, la humanidad ha encontrado la divinidad en la Naturaleza. Ha sacralizado y venerado animales, plantas, árboles, piedras, montañas, rios..en la naturaleza encontraba la fuerza que dirigía el universo. Dios no está fuera del alcance de las criaturas, no está arriba, en un cielo inalcanzable, no se encuentra fuera de la vida que anima la tierra y todos los seres que la habitan. Está dentro de cada una de sus criaturas, como fuente permanente de vida. Es la fuerza que permite que todas sus criaturas se puedan mover, crecer, actuar. Cada paso en esta tierra rebela un nuevo aspecto de su presencia activa. Nuestro contacto con todos los seres de la Tierra es un contacto con Dios. Dios no está lejos de nosotros. Esta a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Acoger la vida que El crea en nosotros y en los seres que nos rodean es rendir culto a Dios, alabar, agradecer. El “señorio” de Dios consiste en dar vida, en infundir vida en todo momento. 1ª LECTURA: Gén 1,1-21; 2,1-4 "Y vió Dios que era muy bueno...." DINÁMICA En silencio y con la música de fondo (donde escuchamos sonidos de agua, aves, mar, etc.,) .. Vamos pasando de mano en mano los recipientes que tenemos con agua, tierra, aire y fuego (vela). Contemplamos y tomamos conciencia de la importancia de cada uno de ellos.. también nosotros, formamos parte de estos elementos.. sin ellos no puede darse vida alguna, a partir de ellos se desarrolló la Creación y ellos la mantienen. Dejamos brotar de dentro una oración agradecida.. Volvemos a dejarlos en su lugar.. y compartimos libremente nuestra oración. 2ª LECTURA: Rom. 8,22-25... La Creación entera gime con dolores de parto.. Dios siempre perdona. Los seres humanos, de vez en cuando. La naturaleza, en cambio, no perdona nunca. Si la agredimos, tarde o temprano nos dará su respuesta. La vida no se improvisa. En tan solo cinco minutos tiramos a tierra un arbol centenario. Pero seran necesarios cien años para que tengamos otro similar. Eso si tenemos cuidado de plantar otro. Es una cuestión de conciencia, de pertenencia. De saber que este planeta es nuestra casa y que formamos parte de ella. Nos la han entregado para que vivamos y disfrutemos sus bienes y riquezas. Para que tengamos cuidado y esos bienes se puedan perpetuar. Que las generaciones futuras, como ahora nosotros, también lo puedan tener lleno de vida. TODOS JUNTOS proclamamos el estribillo y las estrofas a dos coros: NOSOTROS, PUEBLOS DE LA TIERRA NOS ALEGRAMOS POR LA BELLEZA DE LA TIERRA, DE LOS CIELOS, DE LAS AGUAS Y DE LA VIDA EN TODAS SUS DIFERENCIAS COMPARTIMOS LA TIERRA CON TODOS SUS VIVIENTES LA CREACION ES NUESTRA CASA. Con todos los seres vivientes dependemos de la Tierra y dependemos los unos de los otros para nuestra existencia, nuestro bienestar y nuestro crecimiento. Nuestro futuro común nos llama a la harmonia con la Creación. La tierra misma nos llama a despertar. LA CREACIÓN ES NUESTRA CASA Toda vida es sagrada. Queremos vivir y actuar de tal manera que, toda vida sea respetada y protegida hoy y en el futuro. Como ciudadanos del mundo aceptamos la responsabilidad de proteger la integridad de la Tierra. LA TIERRA ES NUESTRA CASA. 3ª LECTURA: Mt. 6,25-34 "No os preocupeis por lo que vais a comer o vestir mirad las aves del cielo...." En Occidente fue Francisco de Asís quien mejor expresó una Él unía las dos ecologías, la interior, integrando sus emociones hermanándose con todos los seres. Comenta Eloi Leclerc, uno de franciscanos de nuestro tiempo, sobreviviente de los campos Buchenwald: ética amorosa y cordial. y deseos, y la exterior, los mejores pensadores de exterminio nazi de «En vez de hacerse rígido y cerrarse en un soberbio aislamiento, Francisco se dejó despojar de todo, se hizo pequeño. Se situó con gran humildad en medio de las criaturas, próximo y hermano de las más humildes entre ellas. Confraternizó con la propia Tierra, como su humus original, con sus raíces oscuras. Y he aquí que “nuestra hermana y MadreTierra” abrió ante sus ojos maravillados el camino de una hermandad sin límites, sin fronteras. Una hermandad que abarcaba a toda la creación. El humilde Francisco se hizo hermano del Sol, de las estrellas, del viento, de las nubes, del agua, del fuego, de todo lo que vive, y hasta de la muerte». Recitamos la Oración de la fraternidad universal: Padre Nuestro A continuación proclamamos a dos coros el siguiente: Cantico de las Criaturas Altísimo, omnipotente, buen Señor tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. A ti solo, Altísimo, corresponden, y ningún hombre es digno de hacer de ti mención. Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente el señor hermano sol, el cual es dia, y por el cual nos alumbras. Y él es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altisimo, lleva significación. Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas. Loado seas, mi Señor, por el hermano viento, y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo por el cual a tus criaturas das sustento. Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es útil, humilde, preciosa y casta. Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual alumbras la noche y es bello, alegre, robusto y fuerte. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba. Loado seas, mi Señor, por los que perdonan, y soportan enfermedad y tribulación, dichosos los que sufren en paz con el dolor porque les llega el tiempo de la consolación. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. ¡Ay si en pecado grave, sorprende al pecador Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios, porque la muerte segunda no les hará mal. Load y bendecid a a mi Señor. Terminamos este tiempo de oración con el siguiente poema: Y el sol es mío, Y el cielo es mío, Y la tierra es mía, Y los montes son míos, Y la llanura es mía, Y la playa es mía, Y las olas son mías, Y el mar es mío, Y todo es mío, Porque todo es de CRISTO, Y yo soy de Cristo, Y Cristo es mío.