- MARAIÍIAT E ~I A CAJilITlIIO 6't V BODA MARAGATA El mozo que conduCÍa el carromato en aquél ultimo vi.lje por el Camino Oalleg-o cumplió su afil'maclón; re­ tiró el carro y las mulas, pero él no se retiró. Tres rulas le habían abierto sus compañeros de infor­ tunio: Seguir a Santos Martínez Puente sobre las old~ del Ignoto o Tenebroso, o a los «no más jóvenes», insta­ lándose en algunos de los varios puntos que le eJ'é1n bien conocidos. o constituirse en continuador de la obra de José Cordero Geijo y compañeros, dando amplItud él In industria fabril valense. Todas las estudia, todas las admira, todas llevan sa­ tisfacción a su espíritu excesivamente dinámico, yen to­ das ve los horizontes del trabajo y del triunfo. Después de bien meditado, por la de fabricar coberto­ res se decide con una resolución y un ánimo dii"nos de máximo elogio, dig·nos de gran admiración. y como muy laborioso y competentísimo alumno ra­ pidamenfe se encumbra en el puesto de hábil maestro. Incesantemente fabrica y fabrica. Amplia zona de ventas se forja. Los prollresos mecánicos e industriales no se inle­ rrumpen. Y, abrumado por tanto trabajo y por tal triunfo, pien­ Sil en la clave de su aspirada felicidéld, en su hogal', en 1; amante compañera que conllevase su carga. 62 p o ~ T. h U ~ Á:; 1-1 A n A (j A T Á ~ Esta compai'iera 5eriÍ mara gata. Reconoce y bien compenetrado eSlci de q.it! dt>l)~ se ­ g uir la que ha sido costumbre sélgrada de su raZél, la de contraer matrimonio con una de los suyos; costumbre lan refrendada que difo lu gar (1 que ele ella dijE:se el P. Lacroix en °1779: «E n Mar(lg-élteria ninguno se aventura a contraer matrimonio con mujer extraña a la reRióll, tal vez por re­ pugnancia él ha ce r alian za s que bas.ardearan su origen . JI l es';?raciCldo d€'I qUI? se apartara di! Id regla g-eneral! Cuéntase J e alguno que habi énd ose casado en i'<1adrid excitó tal adversión entre su~ cornpaisanos que aburridos él y su mujer hubieron de ausentarse del paí"',; afirmación ésta que, dándola la justa y merecida amplitud bilateral, par¿c~ una enérgica preprotesta contra quien intentase novelar algún matrimonio al azahar dispuesto o proyecta­ do con algún extraño a la región, o un lesa no es la cos­ tumbre de aquí! y el ahora fabricante dirige la mirada a la joven que en silencio saludó al finé'llizar el último viaje de su carro ­ llléltO. y por ellil, con amplia libertad, se decide; pues no e!5 cierto sea coslumbre de maragatos el que los padres ha­ yan d~ proveer de esposo o espos~ a sus hijos. ESIé.1 evoiu o:: ión, previa Jel gran acontecimiento, tan co rriente en ivtaragatuía como en todo otro país, es co­ rOiHlda con hacer partícipes del proyecto a los padres; que corresponden con el meditado asesoramiento que les es obligado. Que los padres sientan interés porque sus hijos tomen consort e en clase siempre mejor acomodada no es priva­ tivo de región ni potria algulld. es peculiar de todo el ám­ bito universc.l . Que en l.'::'SpMlil - como habrá sido en otros vaíses -­ los piidre:.l hayan i enido inlervención en los enlaces ma­ ¡,f A (~A GAT I'!(?IA ) 1 65 trimonií1lcs de los Ilijo~ y pilrticularmente de las hijas, nos lo afil'lllc1, Con fuerzéI de ley, In 11 del Qey Don Flavio lo~escjndo, titulo 1: Ordenamiel1lo de léls bodas del Libro 111 = De los casillnientos e de las nascencias, del Fuel'o Juzgo, que dice: ,: Si la ninna casa contra la voluntad del padre con otri, e non con aquel con quien es de~posi!­ da = Si alguno desposar la manceba de voluntad de su padre, e la manceba contra voluntad de su p~dre quisiere casar con otro, e non con aquel a quiin la prometió su plldre, aquesto nonio sofrimos por nenguna manera que ella lo pueda facer. Onde la manceba contra la voluntad del padre quisiera casar con otro, que ella cobdicia por venturCl, y ella osar tomar por mugier, ambos sean meti­ dos en poder daquel con que la desposaran de la volun­ tad de su padre. E si los hermanos, o la madre, o los otros parientes della consintieren que ella sea dada 1I quel que ella cobdiciaba contl-a voluntad de su padre, y esto cumplieren, aquellos que lo tizieren pechen una libra doro a quien el rey mandare. E todavia la voluntad daquellos non sea firme, e ambos sean dados, assi cuerno es dicho de suso, con todas sus cosas en poder de aquel que la Clvie ante desposada. y esta ley mandamos guarda.' 011'0­ si, si el padre de la manceba flziese el casamiento, e pley­ tear'e las arras, e despues se pass are el padre ante aqut'1 flziesse las bodas, la manceba sea rendida a Clquel que 1i1 prometiera el padre o la mad.'e». y aun no satisfecho el legislador, por la VIII ord~na «que padre muerto, el casamiento de los fiios e de las fiias finque en poder de la madre»; y por otra subsiguien­ te, en caso de orfandad total, lo hace pasar al hermano mayor, Vistas estas disposiciones del Fuero Juzgo , hemos de reconocer que en Maragatería no habría mayor presión, por parte de los padres, para fijar el casamiento de los hi­ 64 POR TIE RRAS M¡\ I~A ü ArA :, jos, queJa que pudo ha ber hab ido en o tras r ¿1-?i Oll tS en la resp»etiva épo ca ; r ol' Jo que creemos no lJayft razón alguna paí'a denostar a los ma ragafos con concep los contrarios. A la I'ealízaciún de su p roy ecfo se diri gl' n ll ~~l r' o 11111­ rag-ato y comunica su determi l1nció n él Ii) dueñ(l de sus (IInores; la que acepta las prev ias co nversac iones y no tarda en dar su beneplácito, lo que com unicD fI ::.U madre; quien la llace fl lg un<ls con si deraciones, v queda Ii! pn­ tendida autori za da P,'ll'¡) "' N Ii'l1' la pava» I rJnC'Juilamen!~ a ID puerta de la casa. Después de algún ti empo se en le l'Cl de C8!dS relac iones al padre de ella y se con fir ma a los de é l. Pasados unos meses se «pide la mano de la no via», como se hace en cualq uiera o l ra parle; lo q ue se 1I 0 li fi ca al padrino bautismal de_1 1I0vi o y d la madrinil de la nov ia , quienes serán lo" pad ri nos de la bod a. Ya los pl1d re! y novios Sl ñaIlIn e l d ía Je 1(1 prl mera amonestación, en la r egi ón «pro clam o». Este día es de gran fi esta; ba y suculen tél comida , ~ n unos pueblos de la regió n, en la casa d e los padres de la no via ; en otros, en la de los del novio ; com i da él la que é1 ~is le n las dos fam ilias, los padrinos y los má~ p róxi mos parie Jltes, y al café !odas las ailllstaue s L1e ambas , co men­ zando las invitaci o nes él la bodñ. PI dl) m i n~o sib'ui en te la co rni Jd es en la casa del olro Iluv lo. Y para dar a su boda gTün solemnidad y 10UO lo trp ico regional, estos novios acepllln el lujo de fies ta con que se orla la primera amonestaciólI en el pueblo de Luye g-o . Al aproxirnarse la noch e d e! tábado v i ~p era de es te'! fi esl a gran repique de CClITI ¡;anélS, brindado a 1i1 qu e mil ­ (1(¡I¡d se cons tiru irá en novia , onuncil"l el vrinclp io de la liest,: y iív isa ~ los mozos y mOZiJS, ~'b i l \'i rlldo8 él la bo · dd. u retlnil'se efl la ca::sa de 1~1 11 lJ\' h.J ; él dond e ll ega el N!\RA';; A T t:RI_l. t¡ Gi liJ l11horil ero despu és de haber hecho sonar su mLÍsicéI por loS pri ncipa les ca lles del lu!.{ar. Ll egad o est e, corto baile se tiene en el patio de la Ci:I­ s a , y, fin alizad o, los IlegcJdos echall ItI ronda y un l'i'lslro de h iedrñ y paja que une las C<1~as de los novios y éstns con la i g lesi a. Si e! novio fuese forastero esta alfomlna serf¿¡ desde el punto d o nde entra en este pueblo el camino del de él. E n este rzcorrido más bi.1ile en las casas del novio y y de la novia , donde se les at5(lsajl'l con gOlilleras, peJslas y vino; dando fin II los actos de esta noche COI¡ Id última ronda. Madrugadores están el domingo de su primera amo­ nestación los novios; quienes independientemente visitan sus ~róximos convecinos y amistades íntimas del pue­ blo, invitándoles al «aguardiente » en sus casa,,; donde les obsequian con. este liquido alcohólico, vino de quina, Q'alletas y las lípicas flores, rica confitura de elaboració. doméstica. Estos invitados, séanlo o 110 también de boda, corre5-­ pon den a este honor con pequeños regalos de cosas prác­ Ticas , como calcetines, toallas, escobas, herramientas, lima, legumbres etc. La juventud, rápida en tomar el aguardiente, luellO es tá disp uesta a echar la alboradél y levantar a las puer­ tas de las casas de los novios sendos al'cos de ramos, papelitos de colores y flol'es, del que se cueli"an los "ei4ll­ los referidos. A continuación la misa parroquial, en la que se Jee la primera amonestación y a la sCllida hay felicitaciones y reparto de cigarrillos. Por la tarde los mozos del pueblo concurren a la ca­ S·] de la novia, donde se les obsequia con pastas y clIft, y las mozas acudirán al reparto de almendras que les ha­ 66 !J011 TIEUfli\S ~I A Q ." (J A T t: HARAOATA::S ce la Ilovia, Pilril lo qlle mozos y mozas fueron previ(!­ mente invitados; y él contilluélcióll MlillliHlisimo hi'lilí.', ell t'1 que los jóvenes inviltldos iJ lél bOUé1 S,lCélll del arcéI ~lI~ miÍs ricas prendas reg'¡ollilles ; hilile dlll'é1llte el qlte h i1)! abundancia de vino y cig'cJrrillos pMil todos los concll ­ rrentes. Pasa el mediodía de la víspera de la bodil, los ilrcabu­ zazos y cohetes en corto intervillo (lnuncié1n el acto qlle mañana se celebrará. Al iniciarse la noche los novios é1cuden a la iglesitl il recibir el sacramento de la Penitencié!; y el tamborilero, con su música, y los jóvenes de familias próximas iJ los contrayentes repicando castañuelas, entonando cancio· nes de ronda y disparando arcabuces, cohetes y bomba~, recorren las principales calles del pueblo . Al regreso de esta ronda los jóvenes habían de enra­ mar la fachada de la casa de la novia. con hiedra, rome­ ro, pino y otros veg~tales que circunstancialmente están floridos; pero se les anticipó la juventud de ambos sexos no de boda, que lo hicieron magníficamente de esta facha­ da y de la de las caSéIs del novio, el padrino y la madrina. Discusión se abre sobre cuál de los dos grupos de jó­ venes habían de hacer el enrame y en qué casas, la que se termina con el dictamen de la senectud varonil de la localidad de que : si un proceder se efectúa en .unos pue­ blos de la región, el otro se lleva a efecto en otros desde tiempos remotos, por lo que lo hecho bien hecho está. Terminada la ronda se tiene opípara cena; a la que no asisten los novios, y finalizada la cual se inicia gran baile en el patio de la casa o delante de ésta, que se prolonga hasta bien pasada la medianoche. Son las seis de la mañana. Es domingo. El tamborile­ ro, los repicadores de castañuelas, disparadores de arca­ buces y cohetes yentolladores de canciones anuncian lilA -------'-- ­ 67 . por hs Drincipilies ci'lll('s d f' 1 pueblo erle el dí il de 111 boda e~ l! eg iHjo. D os hora s hiln P,lS¿l<io. Los próximos rilrnili(lres ue los novios hilll al!llorzJdo en la Cél S d <.le lél bodiJ. 1-::1 padrino se 1M ido é1 su ca sa y los de 11'1 illborildn Vdtl en busca <..le ¿I, quién, COIl su filmiliil, se une él la co­ mitiva, la que pasa a la residencia del novio. Este, acompañado de sus pi'ldres, se dirigen III portal, donde sobre rica fllfomhra é1quel se hinctl de rodillas y ellos le dan la bendición. Los tres se unen al padrino en el frenle de la orgll· nizadacomitiva, que se dirige él la casa de Ifl madrina en busca de ésla. la que también pasa a presidir· el grupo, que ya marcha hacia la casa de la novia; II cuya puerta, que también hoy aparece enramada. eslá selecto coro femenino, formado por las jóvenes del pueblo que /Se dis­ tinguen por sus buenas dotes de cantora15. L1egi'lda la comitiva el coro canta: ~>\ DEi D. MANUEL GARCIA·MATOS) (PARTITURA NLJI\J. 1) , o-l l e,.#,,'¡ /. ~ -t u2 fflr tLolií' .J¡. yr,- .i... · tL t.- J! I [' Je -j ji pa.- tú L~ ",i·ñA,. j L C. tbCl. I· ,..,.i g- rJ..4J 11 1 !te ,.. r: 1J1.~f 7 ;~ ("he!(A. Gil'). ~~,c. .­ 18 - t.iih . J t.. ~ u. e I rI c.­ r I le. s~ P o ft T í ~ R R A S _ _---_ ._---- ro1 A It A iI A T .4. ~ ... ---- _. ... ... _-- M JI. R AG A - - -- - - ----_. Denos la nina, señores, que aquí vienen fiadores. denos léI nlílll. que aquí viene quien la fía: LlI novia y ~us padres están sentados en el CUiU(O yrande. con la puerta éll patio enromada, iI la que el p'a ­ drino pica y dice. -¡Deogracias! Es contestado por el padl'e de la novia con un -¡Adelante! Hasta los de dentro lIe~an los que vi"nen y el padrino dice: - Venimos a cumplir una palabra que Fulano tiene empeñada con Fulana. Conrésrale el padre de la novia -Cúmplase en hora buena. Pónense de pie los sentados y todo:. se diri~en al por­ ral, en el que ya hay rica alfombra y sohr'f ésta un cojín con primorosos bordados. Al ser divisados por el coro, éste canta: Arrodíllese la nifia en ese patio barrido, que le eche la bendlcióll ese tu padre querido Arrodílles~ la niúa en esa alfombra flol'ida, que re eche la bendición esa tu madre querida. Hincase de rodillas la novia; y la madrina - en alill­ nos pueblos el novlo- la coloca el manto: especie de c~­ pa de fino pano, que desde sobre la cabeza llega a bajo Las rodilllls y está adornado con una gran borla en la par­ re d( arriba, y rosas y ramos bordados de sedas de va­ rios colores por los lados. El coro COr:lt(J; - - ---~ 69 Cúbrete con manlo, niña, Cúbrete con alegría, no te cubras COIl tristeza , mira que re pesaría. .s~ñores, El padrino y la madrinll y el novio en su compañitl. ---- TER 1 A L()~ padre.5 le dan enternecedora bendición, momenlo ,le~de el que consideran rescindidos sus derechos de ,UI­ f:unidild , lo Que anuncia el coro cantando : La bendición ya la tienes, sol, niña, cllando quisieres. Pón€ s e la novia de pie y se la canta: de Desrídete, niña hermosa, 4ue eMiI es la última vez Id cilsa de tus rddrcs, (III~' de ella solrerd 5(:}1{>.s. y i11 Iril:spil S <1t' el dintel: De dónde sale 1<'1 IIm ,l , que rocld Id c ,llle fllllmhm , Sil de CO S o de 5US padres , illurnbl'c1 rodils IdS c",lIe:->. ql1~ ,\ la i ~ ks i,i se d i ri f! e lil co miti\',l, inlq; rilda : en rrimer tér l11i w ... rlo r Ins m OlO S iilvil(1do~. di s pnrdlldo (l lodo dis­ rM<H rO ¡~· nl1 d7.0 S tic d r c dbu .~ . coh~rcs y b v rnods ; I€s 3i­ ~' INn .:1 1 .~m bQr il c ro y los V d r oll CS s~ slld o s , que coretln éll n o \'i o , p.¡d r ino y példrc s de los ('o lllr,ly~nlcs; ti conlinUd­ ción el se xo femeninu con el orden s iguicnte : ItI novia, qu e Ilc \'d iI Sil i l. qlli ~ rd(1 Id In ,l(lrind. d la d~rechd Id ITId ~ dre , ti éimhos Irtdos 1,15 mujeres inlirn¡l$ de 1ft COSi'!; Id coro, y d ft'sto del pu;.'hlt> e.o \: 5 t.1 nl.1I' Chd rl coro (tlnlil : )'vTirv , nifl d, lo qUIi h t1C~S , l1-l i t'a lo (lU e "a ~ ndcH , CjU". ~I CNd ó tl d c o ro turcido no S~ "\le.lv..' ti dcslorc.:er. J'.luy negro lIevds el tndlJIO, mucho I11l'Ís el COril l,Ón , ~crq\.l(!· d@i'fl~ i'I 1m; pddrE.:<\ nI Id mejor ocasión . No tE lti dan por esclavil, ni C¡Ul! hd~dS dE51HI?cio de [C?lId; I~ Id ddn para que sÍrvds tl1 rey del Cielo con tollA. RoS!;) c(1l1e esld ~n ramadii 70 POR TIERRAS con rosas de alelljandría, que la enramó el galán cuando vino a ver la niflt1. F-sta calle está enramado eonhoia., de per€ i il, quela ha enrdmado el novio cuando la vino a pedir. Al enlr<lr DMa la iglesia l-lARAGATAS pisarás losa sagrada, la última de soltera, la primera de casada. Al entrar para la iglesia verás a Cristo enclavado, ese es el mejor testigo, de la pa labra que has da­ [do. s~ inicia la ceremonia reliligiosa y la expectación ~e­ neral es máxima. El público lllego se enterará si las arras son de piata o de oro, si redondas o esquinadas. Al sona:- el «Sí la recibo» del lluvia. prolongada ex­ ploxión atronadora de fog-onazos, cohetes y bDmbas en­ sordece el espacio. Termina el acte, relig-ioso. Al sillir los novios de la igk,sid el coro Cél n ltl: Sal Ca sad a de la i glesia, (llle te estamos esp era ndo pl1 darte la enhorllbuena, que sea por muchos anos. y mienlras, la madr,i na sustituye el manto de Id n o vj " por In mantilla, prenda de abrigo de las fiestas de Id m u­ jer casada; es de paño lino de Oili~osa , con ancha cenef de te.rciopelo, y, rodeada por ésta, una cinta de alo!rema ­ n~s de ilbalorios IIegTos. Er¡ ItI parte superior inl er ll<l ll e­ va un suplemento de seda para ddensa del pañuelq de ItI cabeza. Con la mantilla se cubre.l la cabe·l..a y el lorax, cruzándose sus extremos - de poca a n( hUril ~ por de­ Itmte. Como de sorpreSd dpélre~ell las mo za s de hoda con ~IJS , ramos, COIl los que obsl:'qlliíln () la llo vía . La madre dt ésto 1M pmlidn ))dra Cd Sd, "1 A R " G A TER I A -- -í1 Forman los ramos un rombo de Iislones de madera, de 40 cm. de lado, con sus diagonales; de las que la ma­ yor se prolong-a, seg-ún una dirección, 75 cm., lo que ha­ ce de mang-o pard llevar enhiesto el rillllO. La parte róm­ bica está cubi2rta, ell sus dos caras, COIl ricos manteles de lino, caraS qLl~ cst¿Jn cuajadas de vMiaclas confituras. El Ilovio, el pdd:·il1o y los padres de los contrayentcs inician el rep,Htt) de cigdrrillos a cuantos adultos han ilsistido al acto religioso, los que les felicitan; repélrto que seguirá uurilnle todo el día 11 cuan lOS se les acerquen ~l dil'irensclrles esto atención Je f",licitarles. Con mmbo a la casa de la boda se reorganiuJ la co­ lIli¡jVd con lél lIlisl1la disposición que l:Intes hemos dicho, cdntando el coro: Casad<l, yiI estás CilSéldil Cuando del altar bajaste, ton los libros de 1(1 Iglesia, loda cubierta de negro, I1QJ¡~ te dzsc8.sará, blñnca flor file pareciste, si IlU Dios con su licencia. mujer dz ese caballero. Por el sí que dió la !lió" Las arras y los anillos a la puerta de 1:1 iglesia. qu e lI eviln vucstros dedos, por el sí que dió la nifl?l es os so n cadenas de oro, enlró libre, .salió pleSd. IL)lll!C quedáis prisioneros. I-::nfró libl·c .sin prisiol1es, sillió l)rCSd Con a11l0res. f:nlró libre sin cid~lIa, s.dió pr~S0 COI1 (/ol1c('lld. E :,os anillos y (lITdS que IlevcJll vuestras IlIdllOS, ·(,50S son cadenas de oro, donde qucdáis presos ambos. COIllO relumbrdn los trigos Id niñil los i'lI1illos, C0ll10 relumbra el rllstrojo a In Iliria el I!ldnto rojo. COITlO reIumbri11l los ITigos ii 1;1 !) i 11 el 1(1:i .J lJ i 11 {) s , d 72 ¡; o R TIERRAS M ,\RAGAT¡\S M'ARAGATER I A. como relumbra el cenleno él la nifla el manlo llC' gro . 73 p.,ra tomar todos los ra mos la no via ha de solicitar ayuda de los fam ilia res que la acomp~fiaD , él quienes los va entregando luego que los reci be, El coro sigue can tando: (P ARTlTU .r-LL;; ::I 1 j ~& ~'~~----,..----- d -:;;;¡;-. r J: ¡ -=~=i=-·-l:::"f~ ~) :'. ' t."?--~/~-¿ ".;:- yr;,---:.--­-:, _ - . -J.. f)cd rtllC, Decir me, casad él : d el cuerpo tldarnado CilS,lll,l, ClI,ll cr'1 Id (dR,) ti<:: i ClJcrpu ~fJrri do de v lIes lro ITl d,i dd. cu ~1 F s .le¡ 1I Ilel, ,1qll<?l!" . (LI alto h'jhlr ' . (kl ,1\10 CdSlillo. hrindJrlns d'-'. I~n g tl, d Id de los CélSí:l de l vUI~slro venCIdo r::.~ ctqucl id, d:l\ lc ll<I l . dR mOH1S era la Ile gd do ¡¿ I moment o rk I l tlC,' n sin (JU l' ItI ( ,) I\ 1ili,·/.l ~e rd ll J\lS (r('(>t l 1\(1\ id ; 1" qll C CSléllldl) J Cclrg'ti d ~1 l' ,~rLl h eleer Id dc niL lI ll) riil, quc es COll 10,-; si:-!' lI k nIC :-; ve r sus: TCH''']. Iliflel , el rdll H) I' UJnd, n i fld, í.' 1 rdl1l(1 ~!Uilldt1s, c(Jr~l1l10 dc 10rl<1:-;, (jur, yd 1;: dc spid i,:-.k (k ludd S Id s 1Il0 1. <1S , l,¡Ue ye.1 le J ... sp~Lli.s l~ ¡J , ' I u J as Ill:, ,1111 i).!!l", Toma, nil1i1, el rdtllU cdrgl1do de pe.rilS, que ya le d es pfdislC d~ tus IOo.ll1pd ñe r(\s . 10 111 " , [llI lil , \? I l'éln lO d.' ros cos CC)l'g.:.ldll, que tus co m pañero" 110 I ~ ha ll o lvi dado CdI" \!tHI 1 de NU~I. 1) ~sta cal/e está enramada Guapa es la no via cua l na­ con flores de la azucena, [die, que la enramó Id niña guapo el novio cua l ni nguno, cuando era moza soltera. eng-an hijos a docenas y a centena r es los mulos. La mad ri na es un., rosa, el padrino un clavel, la novia un espejo y el novio se mira en él. Ya prÓXimos a la casa de la boda el tamborilero da una sefial; el grupo en que viene el novio se detiene has. ta que se vuel va en su busca y se abre en dos, por medio de los cuales pasan las mUieres; momento és te en que el coro canta: Ya relumbra el palacio donde la perdiz sali ó , estimala, caballero, L as arras y Jos anillos que llevas, niña, en la mano, son las cadenitas de oro qu e te están aprisi onando. que para tí se crió. Y al acercarse a la puerta: Salga, salga la su mad r~ recibir ,., su hij." soltera salió de casa, ca sada vien¡" de misa. él Aparece la madre bajo el dintel de la puerta, la que está abierta de par en par, con el~gante bandeja conte­ niendo más de medi o k tlog ramo de trigo, del más selecto que en sus campos se había criado el lino PllMdo, y con 74 POR TIERRAS MARAGATAS pródiga mano espárcelo s ob re !ClS ca bezas de los que lle­ gan , ya continuación las ca ntoras ent onan: (PAltTITURA NUM. 2) Ponei, madre , mesa, manteles de lino, que aquí viene su hija con el su marido . Po nei, madre, mesa, ma nteles de holand a , que aq uf viene s u hija cCon la ge n te ho nra da. A cada lado de la puerta hay una silla elegante y típi­ camente adornadas con pañ uelos de meri no, ramos y flores, adornos que alcanzan hasta una alt ura de mós de dos metros, y rematados en cúpula; silli'J8 que h an pre­ parado las mozas de casas pl'óximas y no de boda . Retirase la madre y el coro sigue cantan do: Sentaivos, casada, en silla enramada con rosas y flores y ramos de palma. Sentaivos, madrina , en silla florida con rosas y flores y ramos de oliva. Coincidentes con estos cantos to man a siento novia y madrina en las correspondientes sillas de la derecha y la izquierda y sigue el canto: Vivan y revivan Que de buena parra cortaste el racimo, los señores novios, vivan y revivan que de buena gente tomaste marido. y vivamos todos. Vuela, la paloma (PARTITURA NUM. 1) por cima la oliva, Entra, nifía, pa tu casCl vivan muchos anos y pisa piedra labrada la novia y madrina. ql.e esta es la prime ra vez que la pisas de casada . Cumplimentadas la novia y la ma drina, éstas entran en ICI casa y los del ruido se vuelven en busca del no vio y el padrino, quienes son ~a l u d ados con estos cantos; M.l\RAGATERI.\. 75 Bienveni dos los señores , parecen rosas y fl o res . Bienve nid o el ca ba lle ro , parece fl or del romero. y se emprende la marcha ha cia la casa , ca ntando el coro: Estímala, caballero , como rad ta de o ro ; que ya tien es mujer pa q ue te sirva en todo. Estimala, ca ba ll ero , como tacita de plata que ya tienes mujer pa arreglo d e tu casa. Llegado que han a las sillas, novio y padrino las ocu­ pan al tiempo que se les canta: (PARTITURA NUM. Sentaivos, casado, en silla enramada con rosas y flores y ramos de palma. Sentaivos, padrino, en silla florida con rosas y flores y ramos de oliva. 2) Q ue de buena parrii co rtaste la hoja, que de buena gente tomaste la esposa . V uela la paloma por cima el repollo, vivan muchos años el padrino y novio. Vivan y revivan los senores novios, vivan y revivan y vivamos todos . Entran novio y pa drino en casa y, mientras los novios desayunan, se ti ene a la puerta el «baile de boda», así llamado porque sólo bailan lo s in vitados. Ya salen los novios y el pa drino. Este lleva el bollo; piin en fOI'm42 de mufieco, de 90 76 POR T I E R R A S M A R A G A T A S .", cm. de alto, con gran brillo y muy sal picado de alme n­ dras y con ra mitos y pal omitas, en v uelto , en su mitad in ­ ferior, con elegan te toalla o mante l, po r donde es aga ­ rrado . Lleva hito en la cabeza selec to y bien cumplid o ci ­ garro pu r o h abano, de C uba venido po r eS,Jecial encar­ go y del. que pende una bolsit a con moned as de oro o plata, o, ya en épocas actuales, a él sujeto con un alfiler, un billete m oned a de 25,60, 100 o 500 pesetas, en rela­ ción con la rumbosidad del padri no. El bollo será discutido por los mozo s en "an imadas ca­ rreras, y com peti r án los de boda y los no in vitados. Una línea en " el suelo es la de parti da . Sesenta o se­ tenta metros más allá es tá el pad rino con su bollo; allí es la meta y él el único juez en la competición , co n fallo i nl!­ pelable. Con un pie tocan do por detrás de la de partida yel otro más atrás apa rece ~ I novio, que r eta un co ntri nca n­ te. Es recogido el reto por un mo zo no de boda, q ue pisa cual el novio. Con oscilación de brazos se d isponen al arran que, diciendo en alta voz. A ia una, a las dos . jA las tres! Rápidos salen, pero el novio n o lI~a a la meta, se deja ganar la carrera . Ca mbian de lugares de pa rti da, r epite n las voces de pr earrcmque y tamb ién se deja gana r el no­ vio, que queda f uera de l ucha. El trinfador reta otro co r redor de boda , reto q ue IUQ­ go es recogi do. Com o ahora v a de veras, 108 dos com­ petidores se despajan de sus zapatos y las almillas y A la una, a las dos, ¡A las tres! Uno. José, sale rápido , pero el otro , A ntoni o, no ha movido el pie de junto la línea y el prim ero h a de volver. A la una ....... ! Ahora es Antonio el que sale y Jos é se queda, y el pú­ MA ~ 11. (] A. TE R I A 77 blico comienza a grit ar ¡Mi edo! ¡Miedo! ¡Cobardía! E né rgicos, los co rredores, g ritan de nuevo: A la una .. .. ... ! Los dos han salido . , ¡Ala! ¡Ala!. .... d ice el públi co . José gBna la ca rr era . E l publico comenta: Clcrro, le tomó ventaja en la sali­ da. ¡V ere mos ahora ! C ambio de I Ulfa r e~ d~ partida . A Ja una ....... ! A n ton io sa le velOZ, Jo ~é mlleve el pi e de jun to la línea y s e quedCl, y el ptíbii co exc la ma : ¡A ld , An lonio, que mo­ vió el pi e! A nl onlo, sin de leners<>, lie ga a lél meta. jA Uild! dice ~I padrino . Va In de desempate. C¿lIu bio de lugares y A la una ...... , Ning"uno sal e, y nuevame nte \ Id una .. .... ! " L os dos sal€11 y coin cid en en la llegada , por lo que el paurillú d ice: ¡D ;:! nin gu no! Sin cambiar de lugares s e repite la carrera, al final de la cual el padrino s enten cia ¡ De José! Este vence a Fran ci:sco y a Va len lf n y es vencido por N icano r . ¡C laro! Ya hil de estar cansado, dice el público. Ni canor es vencij o por C elestino, quien vence a Nar­ ciso y es vencido por Migue l. Al lern a es la vic to ria en l os dos ban dos, has ta que queda Pedro, quien lanza r eto y r eto , que los de b oda ya no recogen, todoq están fuera de competi ció n, todos han corrido y el vencido no pu ede volver a la lid . D a el padr i no por rer mi nada la compe ti ción, quedando vencedor el que ullim amente ha lanzad o el reto que no 78 POR T I ~RR ~S MAR A GATA~ fué recogido, quien, corriendo y dando zapatetas, lleQ'a al bollo, toma al pa drino en a lto y le da un giro en su torno. El padrino, co n bien templada na vaja f,l bricada en la fragua del tío «G avilla » de V al despino. divide en mitad es el bollo, da'ndo al ganador la supzrior, co n is s lIi on E'd as y el cigarro. Este lo sa bo rea el triunfrldor. la nal te recihldi'l del bo­ llo y el dinero los dlsfrutaréÍlI lodos los jóvenes en franca camaradería en el mes.ó ll. La distribución de la mirad i nfer ior del bol lo 52 hace a los varones casados y vi udos, con el vin o que éstos de­ seen beber. A esto se unen dos h ogaws de pan de Astorga de tres k ilos, que se dis lri buyen en trozos : es el s eje , úerechos que el lluevo mdtrimonio paga para ad­ quirir los de ve ci ndad . En la zon a de Combarros la parte inferior del bollo, dividida en trozos pequeñitos, es r epartida por el novio y el padrino a todos los hombres del pueblo, que han formado grupos en íos lugares próximos a la casa de la boda, si el tiempo estéÍ bueno, o en las vecinas casas, si está desagradable. Estos hombres han llevado de sus hogares pan y lonjas de jamón, cecina y chorizo, que comen mezclados con trozos del bollo y toman cuanto vino desean , que les sirven también el n o vio y el padrino. Al final, éstos dos y los padres de los contrayentes reco­ rren los grupos obsequia ndo cada uno de ellos a cada concurren le con selecto labaco habano o canario. Innecesario es indica¡ que eSi-e entrem és constituye completa comida para los «sexudo.s homes» del pueblo, quienes, jugando una bl'isca en cada W"I'UpO, esperan dis­ puestos para manifestar su a~radecimiento a la boda, to­ mando parte en el baile. Muy suculenta comida se tiene en la boda. Siempre M.&.nAOATE RI A 79 an sido camachales las bodas mara ga tas. La comida es sel'vido por dos m ozos y dos mo zas de -, lim a omisild de los nov.i 05, los mozos del caldo, ata­ nados ellos CO il rica toa llll (} lo bandolera y ellas con ca­ facte r íst ic') mandil. Terminéldrt la c orni~ , i'n la qlle 1m Iplhi do ~rél n derro­ \ Che de canto y de gracid , la Itlddril1il . co localldn sobre una 1) 1Ildejil U'1 :) 111 0 lit! 5? '. J.t rkal1H'nle borda d o, deposi · ) - lfl en ell il UIl ) i ,J lOS , <.11 r i ~mp:) qu~ ti ce : Pl)ra la r ueca y el huso , pasi'lIJo lu';(o toJo all ' e los co m.z nsa les, quie­ ) nes Ii'lJ'lbién hile .> I :'u ¿1!>or!.lc i(1I1. A (' (1 IlInuuci )lI el p.H.J rílJo inicia su coleclL1. Coloca en su ban el ejél UIl bi lI ete de 25 pesetil ~ y 1 !ic p : Para 108 pri­ ) triNOS Zi'J{),J/O"; d~1 ¡:¡{m/c>: esll b1n Jei d sig ue la ruta de ) In ñn teri Jf y !us .Ie ná s c .) n ~ i13f:¡jes trlm bién hac zn honor al pad r i no . L a medi a l arde se aproxi ma. Se va a co rrer el bollo de la madrina y r~partir el de la cana still era sig'uiendo la costu mbre d e Villalibre de S omoza, pueblo don de con gran dialanidad se conserva­ ron estas antiguas costumbres maragatas. Gran a ni maci ó n ha y delante de la casa de la boda. Toda la juvent ud del lugar está en actitud excitada y IÚ5 casados en ICl ex pectant e. En el ra.io se inicia la músi ca de La En tradilla. Con od ia .:: parece el tdmbori le l'O en la puerta y co ntinúa su mar­ ch a haSTa si tuarse en el centro de léI plaza . A éste siguen el nov io, padrino y mozo del caldo en fila lateral, ba ilando y tocando las ca stañu elas. D elrás bailando, r epican do las ca sl añu e!as y de dere­ cha a izquierda van : la I ' vi a, la m adrina con su bolló y la Ci'lnastillera o moza del caldo, y, ya en filas de tres en fondo o siguiendo por la izq uierda la que forman las tres mujeres dichas, formando arco bien abierto yen la misma 80 P OR T I ERR A S l'iARAGATERIA MARA G A.1'AS ¡ actitud, las invi ladas. H an dado una vuelta él la plaza . Un moz o no de boda se acerca a l a madrina y, consu ma cortesía, la pide el bol loo Ella muy galantemente lo en­ trega enseguida o Veloz carrera emprende este portador hacia la taber ­ na, al objeto de mojar con vin o el bolle. El b':!Ile ha para- '1 d o y ío s mozos de boúa se la nzan el recupe rar lo lleva do pa ra volverlo a Id lI1adrina. lo que, despu és de i na uditos \ esfuerzos y hábiles eSlrátél gemas, consiguen y pon en el ( bollo nueva menle en brazos de la madrina. Nuevo baile en lurno él la plaza y en la misma dispo- \ sición que an re r i Jrrnente; nuevas petició n y enrrega del bo llo. Aco sado por los de boda el que aho ra lo lleva, 10gra Iri:l nsmil ir lo él U:1 dni~fo bue n corred o r, que, con el n co piln en el b ril Lo , llega él la lab,rna del f amoso bai la ­ dor ue los reg-ionales , ganudor de lIumerl}!:>os con cu rso s na l.lo llak~ Je eS la cld )e de ocules, yex celenre ma raga to, Mallolu Cord ero Cfludo , quién, d l ~ p uesto renia un buell vaso de VlliO de Jerez, con el que el triu nfador moja el bollo de la madrina y fija la propiedad de él. Ya no perseguido, sino coreado por todos los jóve­ nes, el vicrorioso rinde honor del bollo mojado a 11I ma­ drina, ésta como tal lo recibe y nuevamente lo deposita en man os del triunfador como ¡¡¡Tan trofeo, con las for­ mas y elogios cor,oespon uieldes al (;aso. I~esérvds e el ganador, como premio a su triunfo, la Cabe1.d del oodo y lo rescanre se saborea en la taberna por toJ a Id jUfóllLld en alegre cama raden a, con vino que el padrino sufraga. Tam bien Id canastillera aporta su rosca, que no se lu­ cha, si ll a qu e es distribuítla enrre las hembras, que, des­ pués de have l'se id o los varones a ¡a taberna con el de 11I madrina, se qUlG ddron para rendir honores a la boda. 81 Por la tarde hay toda clase de bailes regionales, es­ pecialmente el llamado corro de las bodlM, del que se dan dos modalidades. i 1 I Corro d. l•• "001.. - C.d. varón ... It. con do. h 1m",,, En una de éstas cada varón baila con dos hembras, colocadas todas ellas en arco. El bailador pasa por entre sus dos bailadoras para dar una zapateta al exterior; cambian ellas de puestos, vuelve él a pasar por entre las mismas y da otra zapateta al interi or; tornan 11Is bailado­ ras, nueva zapateta hacia adelante y el oaile principia si, guiendo una circunferencia, ellos bailando, ellas a paso lento, todos tocando las castañuelas y cada bailador fren­ te a entre sus dos co mpañeiéls. Otra moda lid ad es la de q'-le un varón baila con todas las bailad()ras, colocadas en arco. El, frente a la prime­ ra, tira una zapateta a ésta, otra hacia atrás y otra diriii­ d.a hacia lIdelante, iniciando el bllile en 11I mismil acti­ 82 P O R TIE RRA S M ARAGA T A~ MA.RAOATERIA 83 salida, 5e acompaflan a casa y se tiene el almuerzo. Terminado éste la gente joven va a la gallina . Abre marcha el tamborilero . Dos mozos llevan un lilr­ go palo sostenido por los extremos. El grupo, con gran algazara de cantos, repique de castañuelas y algún cohe­ te, penetrd. pidiendo la gallina para los novios, en las ca­ sas de los invitados, cuyas previsoras amas tienen presa una muy gorda y mtlla ponedora. la que pasa a ser colga­ da del ¡Jal i ) , previsión que hi1 sido beneficiosa; pues, de no haber sido atendida con diligencia la petición, los que la hiciero;] se ?1po 'jerflrfan del mejor cantor del corral. E~tas aves contribuyen al gran biwquete del segundo día de hoda, cuyas mesas serán servidas por los novios. Gran baile por la tard~, espléndida cena y el firrPM los novios en el Jibrn de dote:5 - justificante de recihir las que sus padres les hacen ,son los últimos números de las fiestas de If!S bodfls en Maragatería. C.rr. 01. 1......... - Un va,ón hall. con 1001.. l• • "' 1I.~o, •• tud él Y ellas que el anterior. Por la noche abundante ce na, despu és de la cual la juventud continúa su baile hasta la medianoche. Una muy gorda gallina está asada, la que la juventud de boda va a ofrecer a los no vi os . que se encuentran en el tálamo. De no estarlo se espe ra él q ue lo estén o se in­ daga, hasta conocer ía habi tac ión él la que el tal h an tras· ladado, cuya puerta bu eno es qu e se abr a a l as pri meras llamadas, pués de hacer oídos sordos será violentada, o, tal vez, la ventana o el techo den lugar a entrada, yen­ tonces sí que se abrirá la puerta, habrá máxima algazara, la turba penetrará en el do r mitorio y los novios habrán de hacer honores a la g aJlio ..') y al vin o de jerez. Ya llega la mañana del día de to rn c:l boda. El personal de boda asiste a misa, que es aplicada por las obligaciones de los contrayentes; a los que, a le] FIN DEL LIBRO PRIMERO NOTA.-Por un lapsus del amoldador de imprenta los ver· sos cuarto y quinto de la página 72 aparecen en orden cambiado, debiendo estar así: del cuerpo garrido cUi;ll era la casa