LITERATURA Y D E R E C H O LA S O C I E D A D En la sociedad humana Hace el hombre buen papel; Ó la evita por liviana, Ó la sociedad villana Acaba pronto con él. Alabanzas para el vicio, Para el crimen recompensa: Tal es el gran beneficio A cada cual en su oficio Que la sociedad dispensa. Esta sociedad impura Que la perversión fomenta, Cobardemente murmura De la inerme criatura Que se resbala y se revienta; En la lucha por la vida, No son los más diligentes Los que ganan la partida; Para no verla perdida Hay que armarse hasta los dientes. Y aplaude la felonía Que el resultado corona; Y toda superchería Merece su simpatía Cuando el éxito la abona Unos combaten apenas, Pues armados de instmcción Ó con oro á manos llenas, Ni saben lo que son penas Ni les falta protección. Pero se guarda el desprecio, Y la burla, y el encono, Y el más hondo menosprecio, Para el cuitado y el necio Que no sabe darse tono. Otros tienen que vivir Luchando como leones, Y luchando hasta morir, Forzados á combatir Sin armas ni municiones. ' Tomado de ESTÉVANIZ, Nicolás. Romances y Cantares. Garnier Hermanos, Libreros- Editores. Tercera edición. 1981. Pág. 22 1 a 227. ELEMENTOS DE JUICIO Al que cae se le censura, Al que sube se le amengua, Del que es malo se murmura, Y al bueno se le tritura Con el filo de la lengua. Aplausos merecería El hijo de un artesano Que por su propia valía Ganase categoría De eminente ciudadano: Se alterna con los bribones Y con los seres más viles, Con tal que guarden cupones Ó tengan buenas acciones De las de ferrocarriles. Pero es raro el que es sincero, Y no tiene poca gracia Que porque gana dinero Hable de su aristocracia El hijo del barrendero. En las clases gobernantes, Con nobiliarios escudos Ó con escudos sonantes, Donde figuran tunantes Más o menos linajudos, Se acepta la hipocresía, La vanidad, la doblez, La traición y la falsía; Pero no la valentía Ni la severa honradez. Una sociedad humana Regulada por la ciencia, De la que el orden dimana, De sí misma soberana, Sin más Dios que la conciencia, Ese el ideal seria De una sociedad perfecta Que no se ve todavía, De seguro más correcta Que la sociedad del día, Priva el mundo el menguado Que cobra sus dividendos Por haberlos heredado, Ó por baberlos robado Con ardides estupendos. En la que brillan ladrones Vestidos de caballeros, Se alaban las conupciones Y se envidian los doblones De bandidos usureros. Y privan hoy como antes Los importantes seaores De las clases gobernantes, Que siempre van elegantes Como los estafadores. Un sujeto distinguido De esta nueva sociedad, Se queda muy complacido Si se le llama bandido O cualquier atrocidad; A esas clases pertenecen Los pedantes, los banqueros Y otros que no lo merecen, Y todos los que padecen Abundancia de dineros. Pero llamadle inocente Con la mejor intención, Ó inofensivo, ó prudente, Y veréis que diligente Os pide reparación. REVISTA DE TEMAS CONSTITUCIONALES Y es que imperan en el día El error y la anarquía En ideas y pasiones, Y en moral, filosofia, Derechos y Obligaciones. Por eso á los hombres justos, Que son sin duda los menos Y no ganan para sustos, Se les prodigan disgustos, Se les critica por buenos; Y se adula á los osados Que á fuerza de picardías Llegan á verse encumbrados, Con mofa de los honrados Y de sus "majadenas". Y esto es causa principal De que vivan tantas gentes En el orden material, Y en el desorden moral De las clases dirigentes. 355