BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES VIII LEGISLATURA Serie B: PROPOSICIONES DE LEY 23 de abril de 2004 Núm. 52-1 PROPOSICIÓN DE LEY 122/000041 Modificación del Código Civil en materia de separación y divorcio. Presentada por el Grupo Parlamentario Mixto. A la Mesa del Congreso de los Diputados La Mesa de la Cámara, en su reunión del día de hoy, ha adoptado el acuerdo que se indica respecto del asunto de referencia: El Grupo Parlamentario Mixto, a instancia de don Francisco Rodríguez Sánchez, Diputado por A Coruña (BNG) y doña Olaia Fernández Dávila, Diputada por Pontevedra (BNG), al amparo de lo dispuesto en los artículos 124 y siguientes del vigente Reglamento del Congreso de los Diputados, presentan la siguiente proposición de Ley sobre modificación del Código Civil en materia de separación y divorcio, para su debate en Pleno. (122) Proposición de Ley de Grupos Parlamentarios del Congreso 122/000041 AUTOR: Grupo Parlamentario Mixto. Proposición de Ley sobre modificación del Código Civil en materia de separación y divorcio. Palacio del Congreso de los Diputados, 5 de abril de 2004.—Olaia Fernández Dávila, Diputada.— Francisco Rodríguez Sánchez, Portavoz del Grupo Parlamentario Mixto. Acuerdo: La Ley 30/1981 —conocida como Ley del Divorcio— representó en el momento de su promulgación un acontecimiento importante, tanto desde el punto de vista social como jurídico, pues era la norma con la que se ponía fin a no pocas situaciones maritales y familiares que, hasta entonces, no contaban con una solución legal, por lo que las mismas se podían resolver de hecho, pero siempre fuera del ámbito de actuación de los Tribunales, al margen del Derecho. Los cónyuges que querían disolver su vínculo matrimonial podían acceder a la separación de forma incompleta, pues mantenían su estado civil de casados pero en situación legal de separados de forma eterna. Admitir a trámite, trasladar al Gobierno a los efectos del artículo 126 del Reglamento, publicar en el BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES y notificar al autor de la iniciativa. En ejecución de dicho acuerdo se ordena la publicación de conformidad con el artículo 97 del Reglamento de la Cámara. Palacio del Congreso de los Diputados, 20 de abril de 2001.—P.D., La Secretaria general del Congreso de los Diputados, Piedad García-Escudero Márquez. 1 CONGRESO 23 DE ABRIL DE 2004.—SERIE B. NÚM. 52-1 Esa problemática injusta y absurda fue subsanada con la citada ley, permitiendo la entrada en el ordenamiento jurídico español de la figura del divorcio con lo que los matrimonios destruidos y que hayan conseguido su separación judicial pueden resolverse de forma definitiva por medio de su disolución. Esto ha significado un logro social importante, pero también es cierto que con el transcurso de los años esa norma se ha revelado como inadecuada a las demandas de la sociedad actual, e incluso a veces demuestra un funcionamiento anacrónico ya que, lejos de solventar las situaciones injustas derivadas de la legislación del anterior régimen, está provocando caer en errores semejantes a los que pretendía evitar, pues muchas veces el paso de la separación judicial previa al divorcio retrasa, encarece y dificulta el proceso de disolución del matrimonio cuya situación de hecho es precisamente la inexistencia de vida en común. La solución y redacción de la Ley 30/1981 es comprensible en relación a los momentos políticos que vivía el Estado español, y las influencias de ciertos poderes fácticos que en aquellos momentos tenían un peso importante en la sociedad, especialmente la Iglesia Católica. Pero, ya en pleno siglo XXI, atendiendo a la sociedad actual, es necesaria una reforma de la legislación de divorcio, teniendo en cuenta también la experiencia de estos veinte años. Esta proposición de ley pretende reformar la legislación en vigor en materia de separación y divorcio, llevando a cabo con ello su necesaria actualización para adecuarla a la realidad social del momento. La modificación más importante que se introduce consiste en dotar a las personas casadas de la posibilidad de acceder al divorcio directamente sin necesidad de tramitar la separación judicial previamente. Con ello, se ahorra tiempo y dinero, pero sobre todo, se evita dilatar innecesariamente una situación incómoda para muchas personas cuyo deseo principal es pasar página en sus vidas. Además, se incrementa la libertad y capacidad de elección de los ciudadanos, pues son los afectados quienes determinan directamente lo que realmente les interesa, únicamente separarse o resolver definitivamente su vínculo matrimonial. También se resuelve de ese modo la paradoja existente en la normativa actual, según la cual es suficiente la voluntad de los contrayentes para casarse pero no para disolver de forma definitiva el vínculo matrimonial si así lo decidiesen en un momento de su relación. Asimismo, se incorpora una revisión de las causas de separación matrimonial, eliminando los condicionantes y requisitos que se exigen en la actual legislación para acceder la separación conyugal y al divorcio; pero sobre todo, desechando cualquier interpretación de que el acceso al divorcio o separación debe estar presidido por un numerus clausus, sino que, al contrario, debemos admitir que existen muchas más razones para comprender que las personas integrantes de un matrimonio no deseen seguir unidos. Somos de la opinión que el matrimonio es un contrato institucionalizado y no una relación contractual, por lo que se ha de permitir la separación o disolución de ese «contrato marital» sin más razones ni requisitos que la voluntad de ambos cónyuges para disolverlo o la intención manifiesta de uno de ellos para resolverlo al no estar satisfecho con la relación conyugal, pues los derechos del cónyuge que sí desea mantener viva la relación matrimonial no pueden ni deben sobreponerse de quien opina lo contrario. La experiencia de estos veinte años demuestra que una parte importante de los cónyuges que acceden a la separación dan el siguiente paso hacia el divorcio, por lo que debe adaptarse la legislación civil a ese hecho, eliminando los procedimientos obligatorios intermedios de separación matrimonial, para facilitar que todas las personas que deseen disolver sus vínculos matrimoniales adopten de forma directa la solución que realmente desean y les interesa, y no un sucedáneo de la misma. Se trata, en suma, de responder de manera satisfactoria las demandas sociales, y de eliminar de la normativa reguladora del matrimonio aquellos aspectos de los que se desprende un talante restrictivo de las libertades, y mucho menos cuando se centra en algo tan personal como con quien desean las personas convivir. Artículo único. Se modifican los artículos 81, 82 y 86 del Código Civil, que quedan redactados del siguiente modo: Uno. El artículo 81 queda redactado: «Se decretará judicialmente la separación, cualquiera que sea la forma de celebración del matrimonio: 1.º A petición de ambos cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, una vez transcurridos seis meses desde la celebración del matrimonio. Deberá necesariamente acompañarse a la demanda la propuesta del convenio regulador de la separación, conforme a los artículos 90 y 103 de este Código. 2.º A petición de uno de los cónyuges, en los siguientes casos: a) Cuando el otro cónyuge esté incurso en causa legal de separación. b) Cuando exista declaración de ausencia legal o cese efectivo, continuado y libremente consentido de la convivencia conyugal durante seis meses. c) Cuando haya desaparición del afecto conyugal. En todo caso, se entenderá acreditada la desaparición del afecto conyugal por la mera interposición de la demanda en la que se alegue ésta como causa de solicitud de la separación y siempre que en el momento de la 2 CONGRESO 23 DE ABRIL DE 2004.—SERIE B. NÚM. 52-1 interposición de la demanda exista cese efectivo de la convivencia conyugal.» Dos. c) Cuando exista declaración de ausencia legal o cese efectivo, continuado y libremente consentido de la convivencia conyugal durante seis meses. d) Cuando haya desaparición del afecto conyugal, si han transcurrido seis meses desde la celebración del matrimonio. A estos efectos, se entenderá acreditada la desaparición del afecto conyugal por la mera interposición de la demanda de divorcio y en el momento de la interposición de la demanda haya cesado de forma efectiva la convivencia conyugal. El artículo 82 queda redactado: «Son causas de separación: 1.ª Cualquier incumplimiento de los deberes legales matrimoniales contemplados en este Código, así como de los deberes respecto de los hijos comunes o respecto de los de cualquiera de los cónyuges que convivan en el hogar familiar. En caso de que exista previa separación de hecho libremente consentida por los cónyuges no podrá invocarse como causa la infidelidad conyugal. 2.ª La conducta injuriosa o vejatoria y cualquier otra situación que implique la quiebra de la convivencia familiar. 3.ª Cualquier situación familiar conflictiva que afecte de manera negativa a los hijos o a cualquiera de los cónyuges.» Tres. «1. 2. Son causas de divorcio: 1.ª Las causas de separación previstas en el artículo 82. 2.ª La condena en sentencia firme por atentar contra la vida del cónyuge, sus ascendientes o descendientes o cualquier otra persona hasta el cuarto grado de parentesco.» Disposición transitoria única. Los cónyuges que hayan presentado demanda de separación matrimonial y aún no hayan obtenido resolución judicial firme con anterioridad a la vigencia de esta Ley, podrán comunicar al Juzgado su voluntad de acogerse a lo previsto en la presente Ley, en el plazo de un mes desde la fecha de entrada en vigor de la misma. El artículo 86 queda redactado: Se decretará judicialmente el divorcio: 1.º A petición de ambos cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, una vez transcurridos seis meses desde la celebración del matrimonio. Deberá necesariamente acompañarse a la demanda la propuesta de convenio regulador de la separación, conforme a los artículos 90 y 103 de este Código. 2.º A petición de uno de los cónyuges, en los siguientes casos: Disposición derogatoria única. Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo establecido en la presente Ley. Disposición final única. a) Cuando el otro esté incurso en causa legal de divorcio. b) Cuando exista previamente una sentencia de separación matrimonial. La presente Ley entrará en vigor a los veinte días de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado». 3 Edita: Congreso de los Diputados Calle Floridablanca, s/n. 28071 Madrid Teléf.: 91 390 60 00. Fax: 91 429 87 07. http://www.congreso.es Imprime y distribuye: Imprenta Nacional BOE Avenida de Manoteras, 54. 28050 Madrid Teléf.: 91 384 15 00. Fax: 91 384 18 24 Depósito legal: M. 12.580 - 1961