El Guerrero del Arco Iris Cuenta la leyenda que el hombre blanco destrozará mares y bosques, y que cuando haya convertido en sombra la naturaleza, unos guerreros venidos del arco iris lucharán contra él y rescatarán las aguas y los árboles. En nombre de esa historia de los indios norteamericanos de la tribu Cree se bautizó como Rainbow Warrior (guerrero del arco iris) al buque insignia de Greenpeace. El Rainbow Warrior protagonizó el hecho más dramático de toda la historia de Greenpeace. En 1985, cuando se encontraba en Nueva Zelanda ultimando los preparativos para partir, una vez más, hacia la zona del Pacífico donde Francia realizaba sus ensayos nucleares, dos bombas hicieron explosión en su casco, hundiéndolo y causando la muerte del fotógrafo Fernando Pereira. Esa noche, y siguiendo ódenes dierctas del gobierno francés, dos buceadores, agentes de los servicios secretos, colocaron sendas bombas debajo del ‘Rainbow Warrior’, anclado en el puerto. A las 11.28 pm explotó el primer artefacto, en la zona externa de la sala de máquinas. Los pocos tripulanets que a esa hroa estaban en el barco ordenaron evacuar el 'Rainbow', pero algunos trataron de rescatar sus pertenencias de los camarotes. Fue el caso del holandés de origen portugués Fernando Pereira, fotógrafo de la expedición, que murió arrastrado por una tromba de agua cuando explotó la segunda bomba. Los servicios secretos franceses fueron los responsables del mayor escándalo de terrorismo de estado de los últimos años. El ministro de Defensa galo se vio obligado a dimitir, pero sólo dos de los miembros del comando que perpetró el atentado fueron juzgados y condenados. En 1988 ya habían sido puestos en libertad. El pasado año 1995, diez años después de este acto de terrorismo, el jefe del comando, Jean-Claude Lesquer, fue ascendido a general por el gobierno de Jacques Chirac. Hoy el Rainbow Warrior yace bajo las aguas del Pacífico, convertido en un arrecife artificial. El último viaje del RAINBOW WARRIOR estuvo dedicado a evacuar a los habitantes de la pequeña isla de Rongelap, en el Pacífico, afectados por la radiactividad originada por las pruebas nucleares. Con anterioridad, había participado, entre otras, en acciones contra el vertido de residuos nucleares cerca de las costas gallegas; contra las matanzas de focas en las islas Orkney (Escocia); contra la caza de ballenas por la antigua Unión Soviética; y en la campaña en defensa del Pacífico. Un Tribunal Internacional condenó a Francia a pagar una indemnización a Greenpeace por el hundimiento del buque. Este dinero permitió a la organización adquirir un nuevo barco, bautizado como Rainwob Warrior II, para continuar con las campañas de su predecesor, entre ellas, la oposición a las pruebas nucleares francesas en el Pacífico. “Rainbow Warrior”, tras el sabotaje sufrido en 1985