i ^ ^ii^. i En torno al potasio MADRID MAYO 1958 N.° 9- 58 H José García Fernández Ingeniero Agrónomo. NITHOG I^^ \ r i ^^ Y F(1SFi ^I;^ ^ CO^ POTA51+ ^ ^ ^` ^ "I"^^ ^^r ^ ^ ^ `^ : = * ^^^.. , , :,. NITROGENO Y FOSFORO SIN POTASIO MINISTERIO DE AGRICULTURA DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITACION EN TORNO AL POTASIO .-^sistiinus en cl nwiiieiitu actual a una verdaclera 1>reocupación por el contenido en potasio de las tierras cttltivadas. Los estudios y eYperiencias que se llevan a cabo ponen d^ manifiesto due n^ttchos perjuicios atribtúdos al eYCeso de nitrógeno en las plantas se deben, realmente, a talta de hutasi^^. Muchos ag-ricultores de Andalucía occidental al^en<ls si abonan los trigos con sultato atnónic^ y nitratos, porqtte ellu da lu^ar al vuelco de la planta. Se atribuye este ten^ínieno a exceso^ de nitrógeno. Pero los suelos donde se vuelca el trig-o son muy escasos en potasio ; accidente due se inantiene en los terrenos de mayor nitrificación porque apenas si se practica el abonado potásico. E,n estos suelos ^e re^istran contenidos de iso kilos de nitróg-eno ilítrico ^^^r hectárea en un espesor de 6o centímetros, f rente a una escasez de potasio representada hor a^ mili^ramos de ^^otasa asimilable por kilo de tierra. }^:1 resultado de no abonar con hotasi<^ ha sido prescindir de los tertilizantes nitrogenados en el cultivo del trigo de una ^rran parte de Anclalucía, redttcien'do la f^órmula de abonado a cierta cantidad de superfosfato, técnica ^lue impide obtener hroducciones superiores a 3.50o kilos de grano por hectárea con las mejores variedades del Instituto Nacional de Semillas Selectas. Mientras tanto, las producciones tri^ueras del centro^ de Luropa van camino de los 7.00o kilos ^^or hect<Lrea, a base de grandes cantidades de nitrógeno en cornbinación con suj^erfosfato y clorttro potásico que ec^uilibren la riqueza natural cíel suelo v eviten el vuelco. Beneficios del potasio. EI potasio tiene eil las tierras cultivadas los siguientes beneficios : -- Comunica a]os suelos gran resistencia a la se^ttia. -3- - Las hlantas resisten mejc^r a las heladas. - i,os cereales ^io se vuelcan. -^'r^ ^clu^.e uu ^ ran des^^ri-ollo de i-aíces. -- ^^^>iiiunica g-ran t<Linañr^ y clttlz^^r a los 1 rut^^s. - Forn^a terrenus adecuados ^ara arbolaclo trutal. -- En suelos Ix^tásicos se desconocen, o causan n^ciius clati^_^, 1«s r^^yas, rabias, cenizos, ^^iciamientos, esterilida^l en las tl^^res y tall^ldo^ de frtttos ^^ <^tras cnfern^edades. ].a lista de beneficios es interniinable, y se prefierc limit^^rla a 1^>s ^^unt^^s anteri<^res, dedicánd<^les al^íin coment^iri^>. ^ I^;RRF:AO^ KI?SISL}?v"PEti .A Lr\ SEQI;I^A. Iaisten z^nas en (?sl>aiia de suel^^s putásic^^s .'entr^^ ^Ie uii clinia seco con lluvias medi^s de 30o mili^netros al añu ("Lan^ora, Salanlanc^i, rllicante, il^urcia y,^1lmería), clcmclc l^^s culti^^^^s de secano se defienden admirablemente de la esrascz cle <^nua y eaisten cosechas nornlale^5 cuando las ^^reci^^it^aci^^ncs nu descien^leil ^le a^^uell^,s 30o inilímetr^^s. I^,1 ^artidu judicial de Ostula, en la provincia de Sevilla. r^ ^n ^uel^^s ix^tásicos de urigen volcánicc^, da produccioncs ^at i, tactorias, ^lun en añ^>s de seqtúa. ^^f ientr^l^ ^^ue en los suc1^^^ no ^x^tásic^s circundantes no se obtienen ^^rodttcci^^i^es a^ríc^^las rcmuneradoras en dichos añ^s. "hod<i se clebe a la riqtteza en ^^otasi« ^le estu^ 5uel^,s, ^lc .^c^u ^t ,oo u^ili^ram^^s ^le ^^ut^lsa asin^ilable ^^r^r kilo de tierra, c^lcment^^ ^^u^° cs el grc^n ec^^i^^nniz<icl^^r del <^^u^l constnni<la ^,^,r l^i ^,lai^ta. Ili-ai,^ri^:^^^i.^ _^ ^i..^^ ii^^:i..^u.^;. 7^^_^d^^ cl valle del Uuer^^ está f^^rn^aclr^ ^^ur trrrer^^>s ^^^^^tá^.ir^^^. I;] rlin:a cíe esta re^;i^ín es e^tremacl^^ ci^ i»viern^^, c^m tf°m^mratttras ^le ro^ bajc^ cero. N^^ ^^hstante, l,^s tri^us scn^hrados en ^^t^^ñcz y lc^s Frutales resi^ten perfect^imente las hajas tem^^erattu^as de la estación tría a causa clc la ri^ucz,i c^n ^^^^^t^i^ic^ ^lel stiel<^. Fsta ^clmirable ^^r<^^>ie^jad Intccl^ cm^^le^irse ^^ar^i ^l^^Íc^n- -4- der los semilleros de las heladas, abonando con cloruro pot^isico; tal es el caso de los planteles de arroz y tabaco. DESARROLLO DE LAS RAÍCES. En el actual año agrícola 1957-5^^ se ha presentado eii albunos trigos de Andalucía occidental una clorosis o"alimonado" ^lue preocupa a los agTicultores. Examinados estos. tri^os, presentan un raquitismo grancíe de raíces, que coincide con un in^^ierno seco y suelos muy pobres en potasio. En los suelos potásicos de Almería, la remolacha azucarera da producciones de 5o toneladas por hectárea; mientras, ^lue en los terrcnos no potásicos de C^^rdoba, Sevilla y Cádiz los rendimientos son de 3o toneladas, a causa del menor^ desarro^llo que adquiere la raíz en esta clase de suelos. BliEN TAMAV^O Y SABOR 'DE LOS FRUTOS. Las variedades de habas de verdeo, o de grano gigante,, se denominan en muchas comarcas de España, "habas alicantinas", alucliendo a stt procedencia, lo quc induce a creer^ ^lue e1 ^ ran tamaño del g-rano ha sido producido por la gran_ riclueza en potasio de los suelos de Alicante. Este hecho^ se confirma con la e^istencia de la variedad dc "habas de A^uadulce", Municipio de la provincia cle Se^^illa, cuyas le^umbres miden 25 y 3o centímetros de long^itucl, d^^ncle los sttelos son de ori^-en volcánico y llegan a tener .Eoo mili^ramos de potasa asimilable p^n- lcilo de tierra. ^^uchas zonas frutales cle España (Granada, ^l^^Turcia,^ ^^alencia, valle del Duero^ y Aragón) se asientan sobrc terren^ ^s p^ ^^tásicos, donde la riqueza de este elemento da f rutos^^ clulcísiiuos con tamaños de excepción. Ello aconseja que, para establecer el culti^^o^ frutaT en terrenos menos ricos en potasio, es imprescindible una labor dedesfonde, acompañada de un abonado pot^isico en profunclidad. ENI'ERMEDr1DES CRIPTO(^.1MICAS. En las mesetas centrales de España, donde abundan los suelos potásicos, la roya del trigo (P^TCCiaria ^^lir»^^a.rz.r.a^r ^^ Prrc- -5- cii^ic^ yY^í.rr^aiiais) y la rabia de los g-arbanzos (Playllosticta Yabiei), no tienen apenas importancia. Otro tanto ocurre en el sureste Ievantino y en el partido judicial de Osuna (Sevilla). l;n cambio, en las tierras neá ras de 1^ndalucía, muy escasas en potasio, la roya del trigo y la rabia de los garbanzus representan un riesgo anual de gran importancia económica. Se deduce de ello la conveniencia del abonado potásico de estos suelos hara reducir la gravedad cle estas enfermeclades. L;1 fallado del arroz (Piricitilar^^a. orizae), qtte tanto preocul^a a agrónomos y agricultores, tiene como deiensa el enri^luecimiento de las tierras con abonos potásicos. Tierras potásicas. Los suelos ricos en potasio se ponen de manifiesto por las si^uientes circunstancias: -- Pof^ s^^ ori^geri: son potásicos los terrenos volcánicos y los derivados de granitos, gneis, sienitas y otrls rocas^ potásicas. - Por el ^ha^h.or de los fru-tos: las hortalizas y frutas de fllicante, ;1![urcia y Almería, y las ciruelas clauclias de la vena de Toro, en la provincia de "Lamora, son de ttn dulzor iniñualado. Ello delata la presencia de grandes cantidades de potasio en el suelo. - Por las plcz^^atas catilti^^^adas: existen plantas ciue no se crían bien ni dan buenas producciones más que en terrenos ricos en potasio, c^mo centeno, cebada, tri^go Imheto, triao 1^^T<^ra, caña cle azíicar, judía, lenteja, hlátano, caña comíln, halmer^ de dátiles, esparceta, plantas raíces y tantas o^tras quc serí^ curioso catalogar entre las especies fllol^otásicas, con^o la alfalfa, ávicla de Potasa, cal y fósforo (1). - Por el a^z-^ílisis q^^-ímico clcl s^r.^lo: el ensayo c^uímieo da, eu tíltimo ettrem^, un conocimiento^ preciso de la riqtteza en lx^t^isio del suelo y sirve, al mismo tiempo, como b^ise para llevar a cabo un ílbrnlado racion^l del mism^. Las tierras de cebada del camPo de Carta^en^ (^Zurcia) (i) Dos parcelas de alfalfa, ^roua y sira abono potásico, dieron ^ . ^oo y ^. ^ 2o kilogramos por hectárea, respectivamente. (Coto portada.) -G- contienen ^oo niili^ramus de ho^fasa asin^ilable hor kilu clc tierra. Son suelos derivados del feldespato ortosa de las m^mtañas esti-atoci-istalinas que rodeail aqttella aran llanura; su cuntenido en potasa es ciertaiiiente elevado. Eti tanto que se manten^a este nivel huede decirse que no necesitan abuii^ i)Ot^S1C0. Pero caisten suelos inuy pobres en potasio, coinu las ti^rras negras de ílndalucía, d^nde análisis etectuados con nuestra dir^cción acusan dosis inedias de 2^ miligraii^os de ^^^ ^tasa asinlilable ^x^r kilo^ de tierra. Con esta deficiencia ef1 ^^^^tasio los tri^us se vuelcan, y no se puede pensar en la fertilización i^itrogenada, base de la hroducción triguera, sin ^^r^ ^r^der a un Í ttcrte <^bcma^ln hotá^ic^^. Segúu el A;^rónom^ francés Ar,xLx^r Drwro^^oN (Cr^^^issa^t^e ^Ies I'^^^/cta,^zx ^ ie,lti^z^c^s, E'arís, i 356), la ric^tteza en ^x^tasio cle l^ls tierras ha de n^antenei-se en 1<is ri^-uientes ^^r^^porciones : l'ara cereales .................. ^;o milígramos de Iwtasa asiniilable p^^r l:il^^ ^le tierra. 1'ara tubércu'os y raíces..._ ^^^n milígramos de p^tasa asiniila,hle por k'ilu de tierra. 1',ll ^^)5 F1ri^111SiS Clt^i(^OS Ellltet'101'111e11%e 1)^L]'FL ilel'1'aS ri2g7"1S cle _^»dalticía, se ha efectu^ido un^^ seguncla prueba despué^ de mezclar las muestras cle suelo c^n el e^^uivalente de z.ooo l:il^^s ^le clurtu-u ^^otásia^, donde la ric^ttez^l cle ^^^tiasa asimilable solainente se ha elevad^^ a^o mili^ram^^s ^^^r l:il^^, l^r^^porción ba^t^i^lte alejadi3 de 1^^ indicada ^^or Deinolón ^- de l^i elistiente ^n Yerrenc^s de CarYa^en^ (1^Turcia) y(^Sttna (^^^villa), z^ que n^^s iiluestra el ^ran poder retentiv^^ de dicha^ tierras ^- la l^ei-severancia ^^ue ha de tenersc cn el abonacl^^ h^^tásic^: anual de las nlismas, a fin de mej^r^r su c^i^dici^"m ^^^ alcanzar l^s beneficios a^rícolas que han c^ticclad^^ e^^^^uc^st^^^ ^^ara l^is ti^^rras bien cl^^t^id^s de l^otasi^^. Principales abonos pot^sicos. Las i^^ri»as ^^rincipales en ^^ue ^e utiliza el Ix^tasi^ ^^^ir;l rl <<b^ma^l^^ ^lc l^^s sttel^^^ sr,^n las si^ttientes : ^_^r.r^ rx^^^r:^^.-Tal a^u^^ ^ se e^traen ^le l^^s ^-acimieni<^^ su^n la silvi^ai-ta, kaircita, c^zrieal^itu^, etc. Ne^ deben em^learse en tierras fttertes, pobres en cal, las qtte son algo salinas o las c^ue se riegan con aguas salobres. Van inejor en tierras arenosas, ligeras, calizas. Hay due incc^rporarlas al suel^^ c^^n bastaiite atztelación a la siembra. C^i.ox^ruo ^^o^ási^o.-E5 la turn^a en due se utilira coil mayot- irecuencia. Va bien en casi todas las tierras y ctiltivos, aunquc 11ay al^unas exce^ciones conio son las tierras hubres en cal, donde es preferible emplear el sulfato ^otásico, así como en cultivos tales coino el tabaco, ^lue resulta herjudicado por el cloro. Sui.rATC^ PoTÁSlco.-lhesulta, para i^;^ual cantidad cle potasio, a tnayor precio nue el cl^rur-^. Ara bien en tc^dos l^^ EI tabaco abouado con si^lfatu pi^tásico da }iojas inás combustibles. terreno^s y cultivos y debe emplearse en aquellos que resultan perjudicados por el clorur^^ p^tásico. -8- NITxATO PoT^slco.-Este abono se emplea poco, debido, entre otras razones, a su elevado precio y a que la proporción en qtiie aporta el niti-óg-eno y el potasio no resulta propia la Inayc^r parte de laS veces, debiendo aportarse, además, otros abonos nitrog^enados. También la época de abonar present<i otros inconvenientes, pues para que la planta aproveche cl nitrbgeno hay que incorporarlo cuando la vegetación ya está adelantada y así, en cambio, no se toma debidamente el potasio. En España se utiliza este abono íinicamente en Canari^s para los plátanos y tomates. I3II3LIO^GRAFIA A^uixR^: T^^ul,,q^ari„aci•o?n ^e abo^^roos. ^Madrid, s. a. (Ed. Ministerio de Agricultura.) R^^uist^a ^de dn Potasa, publicación del Instituto Internacional de la Potasa, Berna (Suiza). El problema del abonado potásico de las tierras es de gr,an interés y muchas veces no se da el alcance que tiene para las plantas el tener a su disposición un abono equilibr,ado. El potasio debe considerarse como un elemento esencial para la vida de la planta y como tal es precisa su intervención en la alimentación vegetal. Como resumen de cuanto se expone en esta HOJA DIVULGADORA diremos que el pot,asio interviene en la asimilación clorofílica y, por tanto, favorece la formación de los hidratos de carbono que almacena la planta ( almidón en las pat,atas y granos de cereales, azúcar en los frutos, etc.). También interviene en la formación •de las proteínas. Las plantas suelen presentar mayor resistencia a ciertas enfermedades y a la sequía. La fertilidad de las flores es mayor y los cereales se vuelcan menos. llEPOSITO 'LEG.AL. M. 3.ia^- r95g GRÁéICAS UGUINA - MADRID