196 REV MED POST UNAH Vol. 7 No. 2 Mayo-Agosto, 2002. HERIDAS PENETRANTES TÓRACO-ABDOMINALES ¿ES SEGURO EL MANEJO CONSERVADOR? PENETRATING THORACO-ABDOMINAL INJURIES IS CONSERVATIVE TREATMENT SAFE? Luis González*, Francisco A yes- Valladares**, Dagoberto Ordóñez-Rubio** RESUMEN. OBJETIVO. Demostrar que el alto índice de lesiones de diafragma y otras visceras hace peligroso el manejo conservador sin apoyo diagnóstico adecuado de las heridas penetrantes tótaeo-abdommales (debajo del 5o espacio intercostal). MATERIAL Y MÉTODOS. Se realizo un estudio prospectivo analítico que comprendió un periodo de Enero de 1999 a Septiembre del 2000. se analizaron 80 pacientes, los cuales fueron recibidos y atendidos en la Emergencia de Cirugía del Hospital Escuela en Tegucigalpa, D.C. Honduras. A ios pacientes seleccionados se leí aplicó un instrumento de recolección de datos y los resultauos, 36 ans.l'¡z3ron sn gráneos y tablas. RESULTADOS. 79 pacientes (98.7%) fueron sometidos a algún procedimiento quirúrgico. Los hallazgos operatorios mostraron que sólo 4 pacientes (5%) no presentaron lesión de diafragma u otras estructuras abdominales. El único caso manejado en forma conservadora en esta serie, desarrolló una hernia diafragmáíica traumática crónica. CONCLUSIONES. Las heridas tóraco-abdominales que se manejan en el Hospital -Escueta involucran por lo menos una lesión diafragmática en el 95% de los casos. Esto obliga a reflexionar sobre el manejo tradicional de las lesiones de predominio anterior por debajo del 5t0 espacio intercostal en nuestro Centro y a recurrir con mayor frecuencia a las modalidades diagnósticas accesibles en caso necesario. Los resultados del presente estudio hacen inaceptable ei manejo conservador basado en la experiencia empírica sin apoyo diagnóstico adecuado. La saía de emergencia de cirugía del hospital escuela debería contar con la disponibilidad del uso de los aparatos necesarios para realizar laparoscopía y toracossppía evitando de esta forma laparotomías innecesarias en pacientes con heridas penetrantes toracoabdominales. PALABRAS CLAVES: Heridas tóraco-abdominales, toracoscopía, hernia diafragmática traumática, taparos^ copia, laparotomía. ABSTRACT. OBJETIVE. To demónstrate that the high incidence of diaphragmatic and oiher visceral injuries makes dangerous the conservative management, without an adequate diagnosüc support, of'penetrating thoracoabdominal injuries (below 5!' intercostal space). MATERIAL AND METHODS. A prospective and ana-lyíical study was realizedfrom January, 1999 to Septem-ber, 2000 at the Hospital Escuela, Tegucigalpa, Honduras, 80 patients attended at the surgery's emergeney room were analyzed. An instniment for data collecüon was applied lo the selected cases and the results were analyzed in tables and graphics. RESULTS. 79 patients (98.7%) underwent some surgical procedure. The operatory findings showed that only 4 patients (5%) dtd not present any kind of visceral injury. The only case wrth conservative management in this series developed a chronic diaphragmatic hernia. CONCUJSIONS. The thoraco-abdominaí injuries treated at the Hospital Escuela involve, at least a diaphragmatic injury in 95% qf cases, them is necessary to consider about the traditional approach of injuries of the anterior thorax below the 5lh intercostals space in our facifity and to use the available diagnosüc modaiities when needed. The resulís ofthis study makes obsolete the conservative management supported by empiric hiowledge without an adequate diagnosüc support. The surgery's emergen®? room of Hospital Escuela should haye * Residente III año postgrado de Cirugía General Universidad Nacional Autónoma de Honduras ** Departamento de Cirugía, Hospital Escuela. 197 Rev Med Post UNAH Vol. 7 No. 2 May&Agosta, 2002 HERIDAS PENETRANTES TQRACGrABBGMINALES... the instruments to perform laparoscopy and thoracoscopy, avoiding unnecessary laparotomies in patients wiíh peneíraüng íhoraco-abdominal injuries. KEY WORDS: Thomco-abdominal injuries, íkoracoscopy, traumatic diaphragmatíc hernia, laparoscopy, laparotomy. INTRODUCCIÓN. Las heridas penetrantes de la región tóra-coabdominal presentan una gama variada y compleja de lesiones. El cirujano que maneja estos casos debe ser capaz de considerar todas las lesiones posibles, hacer un rápido diagnóstico, así como reconocer en forma expedita las secuelas potencialmente mortales antes de decidir manejo conservador. La posición del domo díafragmático varía con el ciclo respiratorio, durante una expiración forzada puede llegar hasta el 5o espacio intercostal en la parte anterior del tórax y durante la inspiración enérgica se extiende hasta el borde inferior de la parrilla costal. Así, cabe sospechar la lesión de este músculo en cualquier lesión que involucre el 5o o 6o espacios intercostales. La incidencia de lesión del diafragma de acuerdo al mecanismo de lesión (cerrado o penetrante) dependerá del centro del que proviene la estadística; así, en nuestro Hospital como en cualquier centro de trauma urbano, predominan las heridas, penetrantes. Es imposible determinar la incidencia real de lesiones diafragmáticas dado que muchas veces pasa desapercibida o no es sospechada, particularmente en pacientes con trauma cerrado (i). La incidencia de lesión diafragmática encontrada durante laparotomía por trauma penetrante de tórax y abdomen está establecida entre un 3%.a 6%. La relación entre mecanismo penetrante y cerrado como causa de lesión diafragmática es de 2:1 (1,2). Demeíriades y col. reportaron una incidencia del 75% de lesiones intra-abdominales asociadas a lesión diafragmática (3), Wiencek y Col. establecieron un promedio de 2 lesiones asociadas en casos de heridas por arma blanca y de 3 lesiones asociadas en casos de heridas por arma de fuego. Esta serie también reportó una incidencia de 50% de lesiones hepáticas asociadas, 26% de lesiones gástricas y 12 a 18% de lesiones pulmonares, colónicas, esplénicas y renales (4). Una de las espresiones más frecuentes en la literatura quirúrgica es: "FJ diogná&tíúQ de una entidad requiere un alto índice de sospecha " y en el caso de las lesiones diafragmáticas, esto es especialmente cierto. El diagnóstico de lesión diafragraática representa UH reto para el cirujano de trauma. Para llegar al diagnóstico se debe primero sospechar y progresivamente descartar o confirmar su existencia ya que la lesión del diafragma rara vez es obvia. En contraste con el traumatismo cerrado, las lesiones penetrantes en el área tóraco-abdominal alerta inmediatamente al cirujano de trauma de la posibilidad de lesión diafragmática. La sospecha de lesión es fácil si se sigue un patrón anatómico de lesión. Arbitrariamente se ha dividido la región tóraco=abdominal en anterior, late* ral y posterior. La porción anterior se encuentra entre las tetillas y el reborde costal. El componente lateral está limitado superiormente, por una línea trazada desde la línea axilar anterior a la altura de las tetillas hasta el vértice de la escápula posterior y al margen costal como limite inferior. Por último, ei área posterior se limita por adelante por una línea desde los vértices de las escápulas hasta una línea trazada desde las líneas axilares posteriores en el ámbito de las costillas más inferiores, En general, la mayor incidencia de lesiones penetrantes es en el área tóraco-abdominal anterior, le sigue en frecuencia el área lateral y por último la posterior (2). La gama de presentaciones de lesión diafragmática va desde el paciente estable con pocas o ninguna manifestación hasta el paciente en choque con destrucción masiva del área tóraco-abdominal por lesiones de escopeta o por armas de fabricación casera. Varios autores han hecho hincapié en la importancia de los signos clínicos en el diagnóstico 198 Rev Med Post UNAH Val. 7 No. 2 MayorAgosto, 2002 HERIDAS PENETRANTES TQRACO:ABDOMINAtES... de lesión diafragmática. Gibson en 1929 citó entre otros: disminución de la expansión pulmonar, alteración de la resonancia, ruidos agregados, desplazamiento del corazón, colapso circulatorio, asimetría de los hipocondrios, cianosis y disnea (5). Los síntomas en caso de una hernia diafragmatica pueden ser torácicos o abdominales. Los síntomas y signos torácicos dependen básicamente de la ocupación de espacio y de la presencia o ausencia de dilatación o ruptura gástrica o intestinal. Los signos abdominales dependen del compromiso vascular de las visceras involucradas incluyendo distensión abdominal e hipersensibilidad de rebote (2,6). Con respecto al diagnóstico radiológico y por imágenes médicas los reportes de la literatura establecen que la placa simple de tórax tiene un rango de eficacia tan bajo como de 13% (3) y tan alto como del 94% (7). Los estudios contrastados (serie gastroduodenal o enema balitado) son de utilidad en caso de que los rayos X no sean útiles, requieren estabilidad hemodinámica y generalmente se usan para diagnosticar procesos crónicos, si bien su utilidad para casos agudos está comprobada. La utilidad del ultrasonido ha sido señalada por varios autores (2,7,8); es recomendable realizarlo después de drenar un hemotórax si está asociado. Si bien la Tomografía Computarizada ha sido usada desde hace mucho para trauma y es reconocida su utilidad en lesiones de órganos sólidos y del retroperitoneo, algunos autores han cuestionado su utilidad en las lesiones diafragmáticas (9). Se ha utilizado el gammagrama hepático para las lesiones derechas (2) y más recientemente y con éxito, la resonancia magnética nuclear (10). El primer estudio invasivo realizado para el diagnóstico de lesiones diafragmáticas en caso de heridas tóraco-abdominales fue el neumoperitoneo; para realizarlo se hacía aspiración por cuadrantes y de ser esta positiva se interrumpía el procedimiento para operar al paciente (2). Posteriormente y hasta la actualidad se sigue realizando lavado peritoneal diagnóstico en caso de sospecha de compromiso abdominal por una herida torácica baja; su sensibilidad en caso de lesiones intra-abdominales es de un 98% pero, de solo presentar herida diafragmática, la posibilidad de positividad es del 76% al 87.5%. Además de ser positivo por sangre se ha reportado salida de la solución de lavado por el tubo de tórax (2,7,11). Tal vez, la forma definitiva de hacer el diagnóstico es la laparotomía exploratoria (12-16); sin embargo, en la actualidad se ha recurrido a técnicas mínimamente invasivas. Así, la toracoscopía y la laparoscopía están siendo extensamente sometidas a consideración para definir su utilidad real en lesiones diafragmáticas y muchos autores las proponen como la mejor alternativa para evitar laparatomías o toracotomías innecesarias (17-20). En Resumen, la alta incidencia de lesiones de diafragma y otros órganos tanto del tórax como intra-abdominales hace peligrosa y temeraria la conducta expectante en las heridas penetrantes tóracoabdominales; de no poder recurrir a ningún estudio diagnóstico o de ser estos de poca utilidad para confirmar o descartar lesiones diafragmáticas y de otros órganos, los procedimientos mínimamente invasivos o en su defecto la laparotomía están indicados en todos los pacientes, en orden de evitar complicaciones a corto, mediano y largo plazo que son potencialmente mortales (1,2,6,7,21,22). MATERIAL Y MÉTODOS. Se realizó un estudio prospectivo descriptivo que comprendió un período de Enero de 1999 a Septiembre del 2000; analizamos 80 pacientes los cuales fueron recibidos y atendidos en la Emergencia de Cirugía del Hospital Escuela de Tegucigalpa D:C. Honduras en pacientes con heridas penetrantes toracoabdominales por debajo del 4t0 espacio intercostal en fa región anterior y por debajo del 5to espacio intercostal en la región lateral y posterior. No hubo criterios He exclusión A todos los exnedientes seleccio- 199 Rev Med Post UNAH Vol. 7 No. 2 Mayo-Agosto, 2002 HERIDAS PENETRANTES TORACO-ABDOMINALES... nados se les aplicó un instrumento de recolección de datos diseñado para el estudio que tomó en cuenta los datos demográficos de los pacientes, mecanismo de lesión, sitio del impacto o penetración, estado hemodinámico, presentación clínica, estudio diagnóstico, procedimiento quirúrgico, hallazgos del procedimiento y evolución post operatoria que incluyó el número de días con tubo de toracostomía y estancia intrahospitaíaría así como las complicaciones. Los datos obtenidos fueron analizados en gráficos y cuadros mediante el cruce de variables y expresados en porcentajes y, comparados con lo reportado por la literatura internacional. Se usó la clasificación ASTS para las lesiones diafragmáticas. RESULTADOS. Se incluyó un total de 80 expedientes clínicos de pacientes que acudieron al Hospital con heridas tóraco-abdominales (debajo del 6o espacio intercostal). De estos, 79 (99.7%) corresponden al sexo masculino y 1 (1.2%) del sexo femenino. La distribución de los mismos por grupos etarios fue así: en el grupo menor de 20 años: 28 pacientes (35%); en el grupo de 20-35 años: 34 pacientes (42.5%); en el grupo de mayores de 35 años: 18 pacientes (22.5%). Según el mecanismo de lesión 61 se debieron a Arma Punzo-Cortante (76.2%), 17 por Proyectil de Arma de Fuego (22.5%) y 1 por perdigones (1.2%) (Cuadro 1). El 61.2% (N=49) de las lesiones fueron en el lado izquierdo y el restante 38.7% (N=31) corresponden al lado derecho. En 48 de los casos (60%) las heridas son debajo del 6o espacio intercostal; 16 (20%) son debajo del 5o espacio intercostal y otras 16 (20%) debajo del 4o espacio intercostal (Cuadro 2). La distribución según el tiempo de evolución desde que se produjo la lesión y acudieron al hospital fue: En el grupo cuyo tiempo de arribo fue menor de 60 minutos hay 39 pacientes (48.7%); en el grupo que transcurrió entre una y cuatro horas aparecen 19 pacientes (23.7%); 200 Rev Med Post UNAH Vol. 7 No. 2 Mayo-Agosto, 2002 HERIDAS PENETRANTES TORACO-ABDOMINALES... en el grupo de 5 a 12 horas hay 16 pacientes (20%) y con más de 12 horas de evolución 6 pacientes, que corresponden a un 7.5% de los 22 pacientes. Se realizó rayos X de tórax a 62 de los pacientes de los cuales se apreció datos sugestivos de lesión diafragmática solo en 6 de ellos (9.6%). La manifestación más frecuente fue incapacidad para delimitar el contorno diafragmático izquierdo en 4 casos y evidencia de estructuras intraperítoneales (estómago) en los restantes 2 casos. El resto de estudios demostró hemotórax en 20 pacientes (32.2%), neumotorax en 8 pacientes (12.9%) y hemoneumotórax en 6 casos (9.6%). Los restantes estudios que equivalen al 35.5% de las radiografías realizadas (N=22) se consideraron normales en la valoración primaria. anatómica de lesión. Todos los pacientes fueron manejados con toracostomías con tubo de acuerdo al lado lesionado, 58 de ellos se colocaron en Sala de Emergencia, esto en relación con los 22 casos sin hallazgos radiológicos específicos. De los 75 pacientes con lesiones diafragmáticas, 68 (90.6%) eran GI y Gil (ASTS), la lesión asociada a perdigones por arma de fabricación casera era Gilí y se asoció a extensa lesión de pared del flanco izquierdo. Las lesiones asociadas más frecuentes fueron; Hígado: 48% (N=36), colon: 22.6% (N=17), bazo: 21.3% (N=16), estómago: 16% (N=12), intestino delgado: 14.6% (N=ll), riñon: 9.3% (N=7), corazón: 4% (N=3), vesícula biliar: 2.6% (N=2), duodeno: 2.6% (N=2) y páncreas: 1.3% (N=l). (Cuadro 4). En 14 pacientes (17.5%) se sospechó lesión tóraco-abdominal por localización anatómica de lesión y manifestaciones clínicas (dolor abdominal y/o irritación peritoneal). Debido a la presencia de inestabilidad hemodínámica se trasladó directamente a Sala de Operaciones a 4 pacientes. En ningún paciente se realizó Ultrasonido o Tomografía para descartar lesión diafragmática. Se realizó Lavado Peritoneal Diagnóstico a 10 pacientes, resultando positivo solo en 6 (60%). No se realizó ninguna toracoíomía digital. 79 pacientes (98.7%) fueron sometidos a algún procedimiento quirúrgico. Se realizó 72 laparotomías exploratorias, 1 toracotomía ante-rolateral izquierda, 5 pacientes fueron sometidos a exploración abdominal y torácica (2 derechas y 3 izquierdas) simultáneas y en 1 caso se realizó una toracoscopía diagnóstica ya que se consideró la posibilidad de lesión como remota y el equipo estaba disponible. Resultó ser negativa. Los hallazgos operatorios mostraron que sólo 4 pacientes (5%) no presentaron lesión de diafragma u otras estructuras abdominales. De estos casos, 2 se intervinieron por sospecha Sólo 7 pacientes (9.3%) tenían lesión diafragmática sin lesiones asociadas; en todos los pacientes se realizó frenorrafía sin importar el lado de la lesión y de acuerdo a los preceptos actuales de manejo de lesiones diafragmáticas. Seis de los setenta y nueve pacientes intervenidos (7.6%) no tuvieron una evolución satis- 201 Rfiv Med Post UNAH Vfli. 7 No. 2 Mayo-Agoslo, 2002 HERIDAS PENETRANTES TGRACO-ABDOMINALES... factoría; un paciente presentó Hemotórax masivo en el post-operatorio inmediato secundario a una arteria intercostal sangrante, se reintervino y su evolución fue satisfactoria; dos pacientes desarrollaron una fístula tóraco-biliar secundaria al manejo inadecuado de una lesión hepática debido a que se les abordó con incisión xifoumbilical y no xifo-púbica como está descrito en la literatura internacional; ambas fueron manejadas conservadoramente y resolvieron en forma espontánea. Los 3 restantes desarrollaron hemotórax coagulados que requirieron toracotomía posterior para decorticación. No hubo mortalidad reportada en este estudio. Un paciente con herida por Arma Blanca en el 5ÍO espacio intercostal izquierdo en la región anterior y con una radiografía que evidenció hemotórax fue referido a otro hospital y manejado conservadoramente. Un mes después regresa al Hospital con una hernia diafragrnática que contenía estómago, omento, colon y yeyuno. Vía toracotomía izquierda se realizó reducción y frenorrafía. DISCUSIÓN. Tradicional mente las heridas tóraco-abdominales han sido manejadas en forma conservadora en el Hospital Escuela, algunas veces por la falta de sospecha clínica de lesión diafragmática y de otros órganos y otras por la carencia de apoyo diagnóstico adecuado en nuestra Sala de Emergencia frente a pacientes con escasa o ninguna sintomatología. El resultado ha sido un alio índice de complicaciones: Hernia Diafragmática Traumática y las complicaciones de ella derivadas, Fístulas tóraco-bi liares (pleurobiliares y bronco-biliares), Hemotórax Coagulado, lesiones intra-abdominales desapercibidas, etc. Actualmente, la conducta suspicaz frente a lesiones de la región tóracoabdominal y la intervención temprana (antes de 12 horas) ha permitido disminuir y hasta erradicar algunas de estas situaciones. Lo anterior nos compromete aún más a conocer los novedosos medios de diagnóstico y tratamiento oportuno. El tiempo de arribo al Hospital fue menor de 12 horas en el 92.5% de los casos ya que la procedencia de la mayoría de los pacientes era de ios alrededores de la ciudad o referidos de ciudades cercanas a su llegada al Hospital Regional. Se encontró en este estudio que el 98.7% de los casos son del sexo masculino y que el 77.5% son menores de 35 años, es decir un grupo etario económicamente activo. Todos los casos están asociados a violencia civil y predominantemente a asalto y agresión que en más de tres cuartas partes de los casos se asoció a Arma Blanca. El 61.2% de las lesiones fueron en el lado izquierdo y el restante 38.7% corresponden al lado derecho; esto, asociado a la predominancia de agresores diestros y al uso frecuente de Arma Blanca. Coincide este hallazgo con lo reportado en la literatura internacional. En 64 de los casos (80%) las heridas son debajo del 5o espacio intercostal y las restantes 16 (20%) debajo del 4o espacio intercostal. Esto obliga a ser más suspicaces con las heridas torácicas bajas anteriores ya que predomina esta región tóraco-abdominal en 45 pacientes (56.2%); sigue la región tóraco-abdominal lateral con 19 pacientes (23.7%) en y en los restantes 16 pacientes (20%) en la región tóracoabdominal posterior, coincidente con los datos aportados por Mattox y Col. La efectividad de los estudios radiológicos simples para establecer o confirmar la sospecha clínica es menor que la reportada en la literatura internacional y no se recurre a estudios de Imágenes Médicas en nuestro Hospital para descartar lesiones diafragmáticas agudas. La mayoría de las placas de tórax muestran compromiso del espacio pleural por sangre y/o aire sin ser específico esto para lesión diafragmadca. En 14 pacientes (17.5%) se sospechó lesión tóraco-abdominal por localización anatómica de lesión y manifestaciones clínicas. Si bien el Lavado Peritoneal Diagnóstico está indicado en caso de sospecha de lesión tóraco-abdominal, sólo se realizó a 10 pacientes, resultando posí- Rev Med Posl UNAH Vol. 7 No. 2 Mayo-Agosto, 2002 HERIDAS PENETRALES TORACO-ABDOMINALES... tivo en 6 (60%) muy por debajo de lo que reportan las distintas series de Mattox, Boulander y Ayes. coscopia evitando de esta forma laparotomías innecesarias en pacientes con heridas penetrantes toracoabdominales. El 98.7% de los pacientes fueron sometidos a algún procedimiento quirúrgico, predominantemente laparotomías (92.1%); en un caso se realizó toracoscopia evitando así una laparotomía innecesaria. El poco uso de las técnicas de emergencia se debe predominantemente a la falta de disponibilidad de los aparatos y no a la falta de entrenamiento para realizarlos. Sólo el 5% de los procedimientos resultaron negativos. Las lesiones asociadas más frecuentes fueron: Hígado: 48% casi igual que lo reportado por Mattox et.al. pero a diferencia de esta serie, el estómago no ocupa el 2o, sino el 4o lugar en frecuencia precedido por el colon y bazo. Sólo 7 pacientes (9.3%) tenían lesión diafragmática aislada. BIBLIOGRAFÍA. La morbilidad asociada a los procedimientos realizados es menor del 8% y está relacionada en parte con el manejo inadecuado de las lesiones hepáticas y de los sistemas de aspiración torácica. CONCLUSIÓN. Las heridas tóraco-abdominales que estamos manejando en el Hospital Escuela involucran por lo menos una lesión diafragmática en el 95% de los casos. Esto obliga a reflexionar sobre el manejo tradicional de las lesiones de predominio anterior por debajo del 5o espacio intercostal en nuestro Centro y a recurrir con mayor frecuencia a las modalidades diagnósticas accesibles en caso necesario. Los resultados arrojados por el presente estudio hacen inaceptable el manejo conservador basado en la experiencia empírica sin apoyo diagnóstico adecuado. El único caso manejado en forma conservadora en esta serie, desarrolló una hernia diafragmática traumática crónica. La sala de emergencia de cirugía del hospital escuela debería contar con la disponibilidad de los aparatos necesarios para realizar laparoscopía y tora- 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Tumev S, Rodriguez, A Cowley A. Management of Cardiothoracic Trauma. 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