¿CÓMO PROTEGER EL MINISTERIO DE CÉLULAS PARA QUE SIGA CRECIENDO? Basado en un artículo de Joel Comiskey ¿Qué es lo más importante que debemos cuidar en una iglesia de células? ¿Debemos ver si los entrenamientos son buenos? ¿Debemos mirar si la gente viene a los cultos? ¿Debemos ver si la estructura de cuidado es la correcta? ¿Debemos mirar si la iglesia crece? Ninguna de estas cosas se puede comparar con el centro que genera vida en la iglesia y que está en manos de ustedes: La célula misma. Ustedes ya han visto no-cristianos transformados por el ambiente interactivo (todos participan continuamente) Ustedes ya han visto la diferencia entre estar en un Culto y una célula. Usted ya ha corroborado que los cristianos se pueden desarrollar como aprendices y líderes en el ambiente familiar de una célula. Ustedes ya han visto iglesias duplicarse como producto del trabajo en las células. Sin embargo, hoy, se está empezando a desfigurar el término célula. Todas las iglesias han querido estar a la moda y llaman célula a todo grupo pequeño de personas que se junta con algún motivo. Muchos líderes de célula han caído en esta trampa. Llaman célula a grupos de estudio bíblico, a clases de escuela dominical, a grupos de adoración que se reúnen o a cualquier grupo de personas que no supera las 10/12 personas y dicen “yo tengo una célula”. Nos podemos estar engañando. Algunos llaman célula a grupos pequeños de aconsejamiento, otros a grupos prematrimoniales que toman su curso en el edificio de la iglesia. Otros llaman célula a grupos que se encuentran cada 15 días y otros a grupos que se ven una vez por mes. Algunos parecería que quieren lograr una bendición especial usando la palabra célula cuando en realidad el grupo esta funcionando igual que hace 10 años pero ahora se llama célula. (Ejemplo: Clases de escuela dominical que ahora se denominan células. “Antes teníamos 10 clases de Escuela dominical, ahora tenemos 10 células.) Hay líderes que están durmiendo tranquilos con este cambio de nombre. Cuanto daño se verá en el futuro a largo plazo. Muchas iglesias ya están experimentando que el cambio de nombre no produjo ningún crecimiento (como le habían prometido los promotores de las células) y esto irá en aumento. Líderes y personas que dirán que las células que ellos abrieron no han traído crecimiento a la iglesia ni son efectivas para vivir la vida de la iglesia de una manera más efectiva. Es normal que esto ocurra, ya que no se ha experimentado la vida de la célula en absoluto o tal vez vagamente. Dentro de muy poco habrá una gran confusión en las iglesias, nadie sabrá donde hay células y donde no las hay. Aquellos que han abierto grupos a su manera y los han llamado células ahora descubren que las personas no están experimentando verdadera vida del cuerpo, evangelización penetrante, discipulado responsable, desarrollo de líderes y menos, crecimiento. Ayudaría mucho acercarnos a una definición de célula a fin de que los líderes puedan honestamente ver si lo que están desarrollando es una célula o simplemente (lo cual es de mucho valor también) grupos pequeños. Si nosotros no podemos decir claramente que es una célula deberíamos colgar los botines porque no estamos ofreciendo un camino claro para aquellos que desean avanzar seriamente sobre él. Pongamos sobre la mesa varios componentes que nos ayudan a definir una célula. (Mire usted como líder si tiene una célula o no) Si un grupo pequeño no incluye estos componentes estamos en presencia de otra cosa pero no de una célula. El primer componente de una célula es el Discipulado. La célula trabaja en grupo e individualmente para que las personas incorporen los valores de Jesús. Si un grupo pequeño no está avanzando en las disciplinas que Jesús nos dejó para practicar (Vida devocional, Discipulado, Predicación, Miembros del cuerpo) no estamos ante una célula. El enfoque en compañerismo no alcanza para llamar a un grupo una célula. No, las células deben transformar a las personas para ellos ser seguidores de Cristo en obediencia a sus mandatos. Los miembros de una célula discipulan o están siendo discipulados semanalmente. El segundo componente de la célula es pequeña: Con más de 12 personas, las células pierden su intimidad. Nosotros debemos guardar las células pequeñas, para que todos tengan oportunidad de compartir y comunicar. Hoy se habla de células de 25 personas y esto es un gran error, la intimidad se pierde y la confianza no se alcanza. Una célula no supera las 12 personas. El tercer componente es Evangelismo: La célula penetra a través de sus miembros con un propósito mayor a ellos mismos. Los miembros de la célula no son el fin de la misma, solo el medio para otros conozcan. Estamos juntos para que otros conozcan, no solo para sentirnos bien. Los miembros de una célula juntos o individualmente salen semanalmente a evangelizar. El cuarto componente es Hogares o sitios fuera de la iglesia: Las células funcionan fuera del edificio de la iglesia a fin de localizar a los no-cristianos donde ellos trabajan o viven. El movimiento actual consiste en juntar en grupos pequeños a la gente que viene a la iglesia pero esto lo único que hace es perpetuar el “venga al edificio” y la estrategia de las células es “nosotros vamos donde están las personas” Las células funcionan fuera del edificio de la iglesia penetrando la comunidad. El quinto componente es Multiplicación. Las Células viven para multiplicarse. Las células sanas de nuestro cuerpo generan nuevas células. La vida de la célula consiste en dar a luz otra célula y así hacer crecer el cuerpo (la iglesia). Esto es tan esencial que exigirá la concentración del líder y del grupo para que esto pase. De hecho, no va a pasar bajo líderes demasiado ocupados que no tienen tiempo para la tarea evangelística. Sólo a través de concentrarse en la búsqueda de personas es que una célula podrá crecer. Todo otro enfoque por bueno que parezca (vivencias, doctrinas, comunión, etc.) distraerá del objetivo principal de la célula que es generar nueva vida en el cuerpo (la iglesia). La célula da a luz otra célula. El sexto componente es la Regularidad del trabajo: Nosotros creemos que cada célula es la iglesia y como iglesia debe reunirse y trabajar cada semana. Si nosotros vemos la célula como algo menor a la iglesia pondremos el trabajo de la célula y su reunión como algo secundario y esto traerá desilusiones. Cuando nosotros decimos “no importa si no viniste a la célula, pero viniste al culto” estamos declarando que la célula no es la iglesia reunida. La célula se reúne semanalmente para alcanzar el propósito de dar a luz otra célula. Una célula es un grupo de 4 a12 personas que se reúnen semanalmente fuera del edificio de la iglesia con el propósito de evangelizar y discipular a las personas con la meta de dar a luz una nueva célula en el término máximo de un año. Protejamos la verdadera naturaleza de la célula para en primer lugar no engañarnos y en segundo lugar no se vuelva ésta algo deforme, a nuestra manera, y enfermizo para el cuerpo de Cristo. TRABAJEMOS CADA UNO PARA DAR A LUZ UNA NUEVA CÉLULA, OREMOS UNOS POR OTROS, ADMITAMOS NUESTRAS DEFICIENCIAS, BUSQUEMOS LA AYUDA QUE NECESITAMOS EN OTROS LÍDERES, DESAFIEMOS A NUESTROS MIEMBROS A TRABAJAR, DEMOS EL EJEMPLO EVANGELIZANDO Y DISCIPULANDO CADA SEMANA Y LLEVEMOS A LA IGLESIA A DUPLICARSE. TODO PARA LA GLORIA DE DIOS. T.O.Robert (Pastor)