En una ocasión durante la infancia, mientras jugaba con sus amigos tuvo una fuerte caída que le provocó la pérdida de su dentadura, por lo que sus compañeros se burlaban de su forma de hablar, la cual se asemejaba a la de un abuelo y lo llamaban TATA. De ahí proviene el apodo que se quedaría con él de por vida. Al regresar a México trabajó como encargado de investigación de la Secretaría de Educación Pública en música folklórica. Al ser un activista político fundó el Sindicato de compositores de México en 1939, el cual posteriormente se convertiría en la Sociedad de Autores y Compositores de México. Tata Nacho realizó estudios en la escuela normal, sin embargo de 1919 a 1927 radicó en Nueva York, tiempo durante el cual estudió música con el escritor francés Edgar Varése a quien le pagaba trabajando como copista de partituras. Fue en esta época de su vida cuando compuso Que triste estoy y Otra vez. Su legado en cuanto a música popular ha sido de gran relevancia con piezas como Así es mi tierra, Adiós mi chaparrita y Cancioncitas, entre muchas otras, las cuales siguen resonando en el repertorio de música popular mexicana hasta ahora. Algunas de sus obras incluso han ingresado al mundo del repertorio de algunos cantantes clásicos.