CAPÍTULO 12: LA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y FINANCIERA EN ROMA Y SU RELACIÓN CON LA ACTUALIDAD CONTENIDOS FUNDAMENTALES El fundamento o aquello que da sentido a la actividad económica en Roma, se encuentra en la forma de ser del pueblo romano, que tuvo, entre otros, los ejes siguientes: 1) El Ejército romano, que se componía principalmente de romanos. 2) La Política en Roma, que consistió en sustituir a los pueblos vencidos, en la titularidad de sus bienes. 3) Las Alianzas de Roma, que consiguió dominar todas las tierras, defendiendo a sus aliados (Cicerón 3.35). CONTENIDOS DE MAYOR DIFICULTAD Las dificultades principales a la hora de analizar la actividad económica y financiera en Roma y su relación con la economía actual, es la del tiempo, es decir, Roma conoció la globalización económica, pero no tuvo los medios de los que disponemos hoy en día, así el Transporte (como aviones, automóviles, trenes de alta velocidad, etcétera) o las Tecnologías, como correos electrónicos, Internet, móviles, etcétera. El comercio y las finanzas en la época de la expansión comercial Las relaciones comerciales de los romanos con los griegos del sur de Italia, fomentaron los intercambios y sirvieron para la creación de industrias y manufacturas, de forma que el Imperio llegó a tener cien mil kilómetros de calzadas, algunos de los cuales todavía se conservan. En la misma Italia había más de cuatrocientas grandes vías de comunicación, con posada, restaurante y establos para alquilar caballos, cada diez kilómetros. La pavimentación de estas calzadas permitió a César recorrer 1.500 kilómetros, en ocho días. No obstante, las victorias militares y el consiguiente botín de guerra, fueron las que proporcionaron las mayores fortunas al pueblo romano, porque la política de Roma era sustituir a los pueblos vencidos en la titularidad de sus bienes (minas y yacimientos de oro y de plata, canteras, bosques, y demás). La concesión a los particulares de contratas y servicios públicos Los órganos de gobierno otorgaban a particulares y sociedades, la gestión y el aprovechamiento de bienes públicos, mediante concesiones administrativas de explotaciones mineras, arrendamientos de exacciones fiscales, tierras del campo público, construcción de grandes obras públicas, servicios de transportes y correos, pesca en el mar o ríos. Las formas jurídicas de estas concesiones fueron mediante: a) Ley aprobada por los Censores, el Senado o los Municipios. b) Licitación o subasta o por concesiones directas. c) Contratos con fianzas o avales. Las Sociedades de los Publicanos Eran sociedades capitalistas especializadas en el cobro de impuestos que, según el historiador Tito Livio, aparecieron en el año 215 a.C., y tuvieron gran importancia para Roma, ya que, según nos cuenta Polibio, las minas de plata en España, explotadas por los publicanos, por ejemplo, producían más de 9 millones de denarios al año. El régimen jurídico de estas sociedades, en su estructura, órganos directivos y socios, tuvo una organización parecida a lo que hoy tienen las sociedades capitalistas o por acciones. No obstante, también existieron en la sociedad, otras personas que tenían vínculos con la sociedad, sin por ello tener la condición de socios. En D.17,2,5, Ulpiano, distingue hasta cuatro tipos de sociedades, que se contraen: 1) para todos los bienes, 2) para algún negocio determinado, 3) para contratas públicas y 4) para una sola negociación. Así la sociedad de los publicanos se consideraba una sociedad de ganancias, del tipo de la constituida para un negocio determinado. La sociedad de publicanos se consideraba como una sociedad de ganancias como la constituida para un negocio determinado, y parece que ésta fue la forma preferida por los negociantes, fuesen socios o no de los publicanos. Las crisis del Imperio Romano en relación con la actual Las legiones romanas extendieron su poderío a todo el mundo conocido, de forma que en la Republica romana, podemos hablar de una globalización económica, aunque, según algunos investigadores, los romanos se limitaron a la solución de los problemas que iban apareciendo, mientras que según otros, los romanos hicieron planes y reformas para prever y combatir los problemas en una originaria política económica. Las medidas de César contra la crisis económica En el siglo I. d.C., Roma sufrió una de sus mayores crisis, motivada por la decadencia social y económica producida a finales de la República. Debido a esta crisis, César adoptó unas medidas económicas y sociales, que diferenciadas en tiempo y lugar, resultan semejantes a las que actualmente se están aplicando, así: A) Elevó la cuantía del Tesoro Público a 700 millones de sestercios, para garantizar la solvencia de la República. B) En los impuestos suprimió las elevadas exacciones que imponían a los publicanos en Asía y en Sicilia. C) Concedió la remisión de una cuarta parte de la deuda. D) Perdonó a los arrendatarios el pago del alquiler de un año, hasta 2.000 sestercios en Roma y en 500 provincias. Medidas sociales Se fomentaron frecuentes repartos de trigo, que aseguraban un mínimo nivel de subsistencia, así como los juegos públicos que atraían el favor de la plebe. Se impusieron límites al lujo, para conseguir una moderación de los excesos de los aristócratas y gobernantes. Reforma agraria César dispuso que las tierras se distribuyeran y para ello asentó a más de 80.000 ciudadanos, procedentes de varias regiones itálicas, en las tierras conquistadas y colonias. Las medidas de Augusto, Tiberio y Diocleciano El botín que Augusto trajo de Egipto, obtenido de la guerra contra Marco Antonio y Cleopatra, le permitió poner grandes capitales en circulación con los que activar la crisis económica, pero ello provocó una gran inflación, a la que Tiberio intentó poner remedio, mediante la concesión de préstamos sin interés o con tasas muy bajas a los ciudadanos, pero en el año 33 d.C. se produce otra gran crisis, debida a una ruptura de la burbuja financiera e inmobiliaria, que resultó parecida a la actual. La crisis económica y social del Bajo Imperio La progresiva sustitución en el Ejército, de romanos por mercenarios bárbaros, ocasionó numerosas derrotas y el derrumbe de las fronteras, motivando en el siglo IV una gran crisis económica, institucional y social, que concluyó con la desaparición del Imperio Romano en Occidente, en el año 476 d.C. (la parte Oriental del Imperio Romano, duraría hasta el 20 de mayo de 1453, tras la conquista de Constantinopla por las tropas turcas).