PAUSAS ACTIVAS EN EL TRABAJO Ejercicios físicos y mentales que energizan Por Ana Paola González Saavedra, Kinesióloga y Ergónoma, Centro Estudio del Movimiento Humano Universidad Mayor. Las Pausas Activas (PA) o gimnasia laboral son ejercicios físicos y mentales que realiza un trabajador por corto tiempo durante la jornada con el fin de “revitalizar la energía corporal y mental”, mejorando, además, el vínculo con sus compañeros y con la organización a la que pertenece. Actualmente, nuestro país se encuentra en avance hacia el desarrollo, lo que le exige a la población trabajadora un gran esfuerzo a nivel de especialización y tiempo destinado a trabajar. Es por eso que la PA es una herramienta destinada a compensar el esfuerzo diario realizado por las personas entregando un espacio destinado a la educación, recuperación y formación de hábitos hacia una vida saludable. Se busca mejorar la productividad, el rendimiento, las condiciones de trabajo, además de disminuir las incapacidades por lesiones músculo-esqueléticas o mentales y propiciar un espacio para evitar la monotonía laboral. Generalmente están conformadas por ejercicios de estiramiento, respiración, fortalecimiento y postura, y forman parte de un cambio integral que se intenta alcanzar en los lugares de trabajo. “Si mucha gente pasa gran parte del día en su trabajo, lo ideal es que sea un espacio saludable”. Muy al contrario de lo que se piensa, las pausas periódicas generan mayor productividad, inspiran la creatividad y mejoran la actitud de los trabajadores, además de ser un ejercicio recomendado para evitar que algunos segmentos corporales se atrofien o sufran lesiones. Aunque algunas empresas la implementan como parte de sus actividades durante la semana debido a sus efectivos beneficios y exigencias de las áreas de Salud Ocupacional, muchas otras no lo hacen porque no consideran la importancia de su inversión. Sin embargo, para las instituciones que habilitan el tiempo y el espacio para hacer actividad física dentro de la jornada laboral, también aporta ventajas: aumenta la productividad, disminuye las ausencias, baja la rotación de personal y los costos médicos y mejora el clima laboral .¿El trabajo sin descansos realmente se traduce en un aumento productivo para las empresas? Es importante hacer cuentas. Después de un tiempo de trabajar diariamente en los mismos roles, las personas comienzan a reportar molestias y dolores que deben solucionarse inmediatamente, idealmente descansando los músculos mayormente utilizados y activando aquéllos que permanecen inactivos. Se trata de ejercicios, con distinta frecuencia y duración, según el tipo de trabajo, pues no hay una pauta estricta para todos. Una de las maneras más prácticas es reservar un tiempo de 15 a 20 minutos diarios (10 por la mañana y 10 por la tarde) para hacer ejercicios en el trabajo. Estas rutinas generalmente son grupales y están dirigidas por un especialista que ejercita diferentes zonas del cuerpo, de acuerdo al trabajo, el tipo de tarea y características de las personas, por lo tanto, debe manejar claramente conceptos de fisiología del trabajo humano. Tipos de ejercicios Generalmente se definen dos tipos: los preparatorios, que se realizan antes de empezar la jornada laboral y que tienen por función preparar el organismo para la actividad; y los compensatorios, que se realizan durante la jornada laboral, proporcionando descanso a las estructuras anatómicas utilizadas durante la actividad laboral. Focos importantes Los mayores índices de ausentismo laboral tienen relación directa con las enfermedades de tipo músculo-esqueléticas, generadas por las malas posturas adoptadas, por la carga de trabajo excesivo, por los tiempos de exposición y por falta de conocimiento. Lo anterior se refleja cuando se siente fatiga a nivel de cuello, hombros, brazos, espalda y piernas. Ojos: Por el uso reiterativo de Pantalla de Visualización de Datos (PVD) se genera fatiga visual, entonces las PA están destinadas a fortalecer los músculos de los ojos. Cuello y Miembros Superiores: Por la ejecución repetitiva de algunos movimientos, asumir posturas prolongadas o incorrectas y/o llevar un estilo de vida acelerado se pueden generar contracturas y espasmos musculares. Espalda: Es el eje de nuestro cuerpo y es allí donde se descargan todas las fuerzas que permiten mantener posturas y realizar movimientos. Debido a ello, es el sitio donde más se acumulan problemas musculares, que son agravados por posturas incorrectas, levantamiento de carga, usos de bolsos o maletines cargados a un solo lado y estrés. Por lo tanto, los ejercicios están destinados a la elongación y preparación de la musculatura. Cadera y Miembros Inferiores: El permanecer sentado durante tiempos prolongados puede producir fatiga y disminuir el retorno venoso de las piernas, ocasionando la sensación de adormecimiento, cansancio, calambres y dolor. En este caso, los ejercicios están destinados a la elongación, preparación de la musculatura y mejora del retorno venoso. ¿Cómo medir el retorno de la PA? Las ventajas y beneficios de estas prácticas son múltiples, inmediatas y de largo plazo, pues promueven y dinamizan las actividades laborales o áreas de trabajo en la empresa: • Rompen la rutina de trabajo, reactivando la energía de las personas, por lo que su estado de ánimo y de alerta mejoran notablemente. • Afecta positivamente la relación con los compañeros de trabajo por tratarse de ejercicios grupales, actividades extraordinarias y recreativas. • Previene lesiones físicas (osteomusculares) y mentales (estrés). • Relaja los miembros corporales más exigidos en el trabajo y reactiva los menos utilizados. • Genera conciencia de la salud física y mental entre el personal. • Rompe con la rutina y motiva a su ejecución. • Previene afecciones físicas y mentales por exceso de exposición a la pantalla o, en general, por excesiva ejecución de una misma labor. Junio 2013