El dinar islámico, moneda del siglo VII que el EI impondrá bajo pena de muerte En una maniobra más de marketing y publicidad, los yihadistas del Estado Islámico se está esforzando por crear sus propios símbolos y códigos para imponerlos a los habitantes de zonas bajo su control, exhibir su poderío y borrar cualquier rastro del “enemigo” occidental 26.06.2015 María Lázaro/ ARN Digital/ Spain http://www.arndigital.com/cultura-y-sociedad/noticias/14070/el-dinar-islamico-moneda-del-siglovii-que-el-ei-impondra-bajo-pena-de-muerte/ El próximo 29 de junio se cumplirá el primer aniversario desde que el líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr Al Baghdadi, autoproclamase el nacimiento del califato de este grupo terrorista en Siria e Irak. Una fecha señalada que, según fuentes militares expertas en el análisis de los movimientos yihadistas, será aprovechada por el grupo terrorista para realizar alguna acción violenta. Si por algo se caracteriza el también conocido como ISIS (acrónimo de Islamic State in Iraq and Syria) es, además de contar con una sólida y jerárquica estructura, por la apelación constante al simbolismo y a la brutalidad en sus acciones, que son difundidas a través de las redes sociales con el fin de horrorizar al mundo. Este mismo canal de comunicación ha sido utilizado para dar a conocer la moneda propia, concretamente a través de la cuenta de Twitter de Abu Ibrahim Raqqawi, un activista sirio que afirma estar asentado en Raqqa, la `capital´ de los territorios controlados por los milicianos de negro en Siria y que está en contra del régimen de al Assad. “Una moneda propia es un paso lógico para el ISIS por tres razones: a nivel recaudatorio, a nivel administrativo y a nivel de propaganda y e ideología” afirma Antonio Ponce Aguilar, analista de política internacional, especializado en el Estado Islámico. Canalizar el tráfico y sacar beneficio de los impuestos Con unos ingresos anuales de 2.000 millones de euros, el Estado Islámico es el grupo terrorista más rico del planeta, según la revista Forbes. Un imperio levantado a través de la extorsión, los rescates millonarios de los rehenes, las donaciones privadas –procedentes en buena parte de las monarquías del Golfo Pérsico–, el mercado negro del petróleo y los saqueos de los bancos, según expertos en este tema. Sin embargo, su campaña militar eterna les supone un gasto de capital continuo que cuesta mantener, por lo que la acuñación de esta moneda “les permite canalizar por su tesorería el tráfico de dinero y sacar un beneficio mayor de impuestos” afirma Ponce. Los impuestos están organizados en base al modelo existente durante los califatos omeya (661–750) y abasí (750–1258), aludiendo el ISIS a la utilización de la Ley islámica para justificar sus actividades económicas y la creación de un sistema de gobierno responsable sobre la base de los derechos y obligaciones entre el Califa y su pueblo. De acuerdo con la interpretación de la sharia que rige en el Califato, los musulmanes deben pagar una serie de tributos monetarios o en especie denominados zakât, en alusión al pilar islámico de la limosna que se recoge en el Corán. Por su parte, los no musulmanes están sometidos a la expropiación de tierras y de bienes, además de ser utilizados como rehenes y esclavos, e imponiéndoles un pago mensual de 450 dólares –la jizya– a cambio de poder ejercer su confesión, tal y como se hacía en la época de los omeyas. Una suma de dinero que, en la mayoría de los casos, resulta inasumible para unas minorías que lo han perdido casi todo. Respecto al impacto que pueda tener esta moneda, Barah Mikaïl, investigador senior en FRIDE, experto en Oriente Medio no cree que “el dinar islámico vaya a tener un impacto adicional en los impuestos que Daesh aplica a las poblaciones bajo su control, pero sí que puede permitir al Estado Islámico determinar sus apoyos o reconocimiento legítimo entre la población”. Unificación del sistema económico del EI y rebelarse contra Occidente Hasta ahora en los territorios del EI se manejaban monedas como la libra siria, el dinar iraquí o el dólar americano haciendo de la vida cotidiana un caos. “Crear una moneda le permite unificar su sistema económico y lo simplifica, estableciendo más normas de control sobre él” afirma Ponce, quien añade que la brutal inflación está haciendo que las monedas locales carezcan de valor. El dinar islámico, cuyo valor sitúan en torno a los 125 euros, circulará por las áreas controladas por el Estado Islámico en un esfuerzo por “lograr la emancipación del sistema satánico de la economía global”. Serán de uso obligatorio para los casi 11 millones de habitantes de Siria e Irak, que en caso de negarse serán condenados a castigos que irán desde los latigazos hasta la pena de muerte. La acuñación de esta moneda supone revelarse contra los dictados de Wall Street y reconciliarse con su pasado islámico, volviendo a poner en circulación el antiguo dinar islámico usado durante el Califato omeya de Otmán (que gobernó entre los años 644 y 656) y borrar cualquier rastro del “enemigo” occidental. “Lo mejor para el Estado Islámico es contar con su propia moneda sin depender del favor de nadie ni transitar un camino ajeno” afirman desde el grupo terrorista, de manera que participe en “el derrumbe de la economía de los cruzados estadounidenses y no caer cuando ellos caigan”. La fe es un pilar fundamental para este grupo, asunto que han querido reflejar en el anverso del dinar islámico, pudiendo leerse “Estado Islámico, un califato basado en la doctrina del profeta”. El dinar islámico no será aceptado por ningún país y debilitará al EI “Ningún país reconocerá o aceptará esta moneda, y eso representa una de las principales debilidades de este proyecto para el Estado Islámico” afirma Mikaïl. Para este profesor asociado en la Saint Louis University of Madrid, una cosa es la publicidad que le da al EI el anuncio de la acuñación de su propia moneda, “pero fabricar una moneda es una cosa, introducirla en las transacciones internacionales es otra muy distinta”, por lo que vaticina que las monedas acabarán en manos de coleccionistas. A eso se añade la creación de un Banco Central, organismo que ya se habría puesto en marcha atendiendo a activistas afines al grupo terrorista, pero que no ha podido ser confirmado por los observadores consultados por ARNdigital. También estos días se ha conocido la muerte de su ministro de Finanzas, Mohamend Zaalan al Afari, fallecido tras explotar una bomba en la localidad iraquí de Mosul “tras volver de la apertura de una cárcel de mujeres para aquellas que no quieran participar en la yihad sexual” según versión del portavoz del Partido Democrático del Kurdistán. Puesta en marcha de las monedas bajo la batuta de la propaganda Dos monedas de oro, tres de plata y dos de cobre se han puesto ya en circulación, según simpatizantes de los terroristas, aunque solamente se tienen imágenes de los dinares de oro. En el reverso de un dinar se aprecian varias espigas de trigo, y en la de cinco dinares un mapa del mundo. Con respecto a las monedas de plata y bronce, existen los diseños que adelantó la Oficina de la Casa de Finanzas del EI en noviembre de 2014. Las monedas de plata tienen los símbolos de una espada y un escudo, de un minarete de Damasco y de la mezquita de al Aqsa en Jerusalén –uno de los principales sitios sagrados del Islam. La moneda de cobre tiene el grabado de la luna en cuarto creciente o de una palmera. “La fabricación de esta moneda es principalmente una estrategia de comunicación” afirma Mikaïl. De la misma opinión es Ponce, para quien “las monedas parecen tener un mensaje claro inscrito de la pureza islámica del ISIS”.